BAUTISMO, 2 FORMULAS O UNA?, UN ESTUDIO INTERESANTE Y ALGUNOS ASPECTOS BÍBLICOS, HISTÓRICOS, Y LA POSTURA DE LA IGLESIA PRIMITIVA Y ALGUNAS SITUACIONES DE SABELIANISMO Y ALGUNAS POSTURAS ACTUALES QUE HAN RETOMADO ORGANIZACIONES COMO LA LUZ DEL MUNDO, DIS QUE APOSTOLICA...
1. En qué nombre deben ser bautizados? ¿En el nombre del Padre,
Hijo y del Espíritu Santo o solo en nombre de Jesús?
2. “El bautismo como acción o procedimiento pertenece al complejo de los lavatorios. Por eso, junto a las palabras
clave bavptw [báptō] y baptivzw [baptízō], que significan sumergirse (por lo general totalmente), se trata aquí
a la vez de las acciones que se expresan con louJw [loúō] y niJptw [níptō], a saber, lavatorios parciales o totales…”
(3/160)
“Báptō significa en el uso lingüístico profano: a) sumergir, zambullir; b) echar en el agua un tinte, y de ahí,
teñir; c) sacar (agua).” (3/160)
“Baptízō es una forma intensiva de báptō y significa: a) sumergir, zambullir; b) aniquilar (p. ej., ahogar a un
hombre o hundir un barco).” (3/160)
El bautismo en el Antiguo Testamento (LXX).
En la versión griega LXX (Septuaginta), se utilizaron los vocablos griegos del NT (Griego Koiné):
En los LXX, se traduce de ordinario por báptō el verbo hebreo veterotestamentario tābal, sumergir (13 ejemplos, 3
veces báptō para otros verbos). Baptízō aparece solamente 4 veces: en Is. 21:4 se usa metafóricamente por
hundirse:
LXX. Isaías 21:4: hJ kardiva mou plana`tai, kai; hJ ajnomiva me baptivzei, hJ yuchv mou ejfevsthken eij"
fovbon.
3. Pero, en 2 Re. 5.14 aparece en la voz medía para
designar el hecho de zambullirse siete veces Naamán en
el río Jordán (único pasaje con el equivalente hebreo:
tābal). Esto es significativo, puesto que en este caso no
se da la idea de hundirse de Naamán:
la utilización de baptízō en la narración de Naamán
puede haber sido decisiva en orden a su uso medio
posterior para designar un baño ritual de
purificación… baptízō, tanto en el contexto judío como en
el cristiano, significa normalmente zambullirse, y que
incluso luego, cuando se utiliza técnicamente por bautizar,
continúa la idea de la inmersión… (3/160)
4. Es necesario señalar que
Naamán no fue sano de la
lepra por zambullirse siete
veces en el río Jordán, sino
por la fe porque el mismo
Naamán declaró como un acto
de orgullo por no haber sido
recibido por Eliseo, que en su
país había mejores ríos:
5. ¿Es un lavamiento literal o un símbolo?En otras palabras:
¿Son lavados los pecados literalmente en el bautismo como enseñan los campbelistas? ¿O
es el bautismo una figura semejante o un retrato del lavamiento de los pecados?
El bautismo es un tipo o símbolo de salvación en Jesucristo, como
la cena del Señor y los sacrificios del Antiguo Testamento. Los
sacrificios del Antiguo Testamento fueron llamados “expiación” por los
pecados del pecador obediente. Pero esto fue solamente un símbolo y
realmente no consistía en quitar los pecados. Esto se hace claro en el
Nuevo Testamento. Hebreos 10:1-4 dice que los sacrificios eran solamente
“la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas”, y
“nunca puede… hacer perfectos a los que se acercan”. ¿Por qué? “Porque
la sangre de los toros y de los machos cabrios no puede quitar los
pecados”. (Vea también Hebreos 9:11-28).
6. El sacrificio de Jesucristo en la cruz es lo
que realmente y literalmente quita los
pecados. Considere los siguientes
versículos: “Se presentó una vez para
siempre por el sacrificio de sí mismo
para quitar de en medio el pecado”.
Hebreos 9:26.
“Cristo nos redimió de la maldición de la
ley, hecho por nosotros maldición”.
Gálatas 3:13.
“Quien llevó él mismo nuestros pecados
en su cuerpo sobre el madero”. 1 Pedro
2:24. (Vea también 1 Pedro 3:18;
Romanos 5:8).
7. Considere las palabras de nuestro Señor en Mateo 26:26 cuando él estaba con sus
discípulos: “Tomad, comed, esto es mi cuerpo”. ¿Quiso decir él que el pan era literalmente
su cuerpo? ¿O quiso decir Cristo que “¿esto representa mi cuerpo?” Es claro que Cristo
dio a entender el último, porque estaba sentado entre sus discípulos. Partes pequeñas de
Romanos 6:3 y 1 Pedro 3:21 son usadas por los maestros falsos para defender su doctrina
falsa. Ellos dicen que somos “bautizados en Cristo” y “el bautismo ahora nos salva”. Veamos
estos versículos en su contexto para entender lo que realmente enseñan. Veremos que estos
versículos realmente enseñan lo opuesto de lo que la “Iglesia de Cristo” dice.
Romanos 6:3-5
Romanos 6:3-5 dice: "¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente
con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección"
8. 1 Pedro 3:21Reina-Valera 1960 (RVR1960)
21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la
carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de
Jesucristo,
El versículo entero lee así: “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando
las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por
la resurrección de Jesucristo”. V. 20 nos da un símbolo de nuestra salvación en Cristo, Noé y
el arca.
El bautismo es como una figura. Pedro nos dice por inspiración del Espíritu Santo que el
bautismo “no [es] quitando las inmundicias de la carne”. Vaya a su Biblia y lea el versículo
18. Es Jesucristo que “padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos
a Dios”. No, mi amigo, el bautismo no quita los pecados. Solamente es "la aspiración de
una buena conciencia hacia Dios". Es un acto de obediencia como un cristiano, no para
hacerse cristiano.
9.
10. Los ritos del bautismo y de la cena del Señor son dos columnas
monumentales una afuera y la otra dentro de la iglesia. Sobre
estos ritos Cristo ha inscripto el nombre del verdadero Dios.
Cristo ha hecho del bautismo la señal de entrada en su reino
espiritual. Ha hecho de él una condición positiva que todos deben
cumplir si desean ser considerados bajo la autoridad del Padre,
del Hijo y Espíritu Santo.
Antes que el hombre pueda hallar un hogar en la iglesia, antes de
pasar el umbral del reino espiritual de Dios, ha de recibir la
impresión del divino nombre "Jehová, justicia nuestra."Jehová,
justicia nuestra."Jer. 23: 6. (Nota: Jer. 23: 6.* )
11. El bautismo es una renunciación muy solemne del mundo.
Los que son bautizados en el triple nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, al comienzo mismo de su vida cristiana declaran
públicamente que han abandonado el servicio de Satanás, y que
han venido a ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial.
Han obedecido la orden:
"Salid de en medio de ellos, y apartaos, . . . y no toquéis lo
inmundo." "Salid de en medio de ellos, y apartaos, . . . y no toquéis
lo inmundo.“
Y para ellos se cumple la promesa: "Y seré a vosotros Padre, y
vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso."
"Y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice
el Señor Todopoderoso." 2 Cor. 6: 17, 18. (Nota: 2 Cor. 6: 17, 18.*)
12. Por ejemplo,
¿conservaría usted un rosal que le costó
mucho dinero, que lo regó y fertilizó, pero
que ni siquiera tuvo un brote, mucho
menos una flor, y las hojas se le cayeron?
Así como un rosal es “responsable” de
dar rosas, Jesús nos hace responsables
de los frutos espirituales.
Su amor en nuestros corazones fructifica
en el deseo de ser bautizados.
13. Acción.
Para que la fe crezca , tiene que ser algo más que una aceptación
verbal de que Jesús vivió y caminó sobre la tierra.
La fe requiere acción.
¿Puede un hombre que le gustaría casarse encontrar una esposa si
jamás se acerca a una mujer?
¿Puede un niño aprender a tocar el piano sin practicar? La fe necesita
práctica.
Como creyentes, Jesús nos pide que expresemos públicamente nuestra
intención de seguirlo; esto es algo más que palabras.
La declaración de Pedro:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados” (Hechos 2:38), nos dice que
esa expresión pública incluye el acto del bautismo. En el Nuevo
Testamento el bautismo expresa la fe en el evangelio.
14. Conmemoración
En segundo lugar, el bautismo crea un día de
conmemoración que se convierte en
nuestro segundo o nuevo cumpleaños.
Cada año, nuestra fecha de bautismo puede
convertirse en un momento en que se celebra la
nueva vida que tenemos con Cristo, un hito del
perdón, la aceptación y entrega. Puede llegar a ser
una fecha en nuestra historia personal para recordar
y decir:
“En ese día entregué mi vida a Jesús”.
15. Nueva vida.
En tercer lugar, la Epístola a los Romanos dice que
cuando elegimos ser bautizados, “somos sepultados
juntamente con él para muerte” (6:4).
Esto no es literal. Se trata de una muerte simbólica.
La segunda parte del versículo aclara este punto: “A fin
de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en vida
nueva”.
Ser “sepultados juntamente con él para muerte” significa que
hemos elegido morir (ser enterrados bajo el agua en
el bautismo) a nuestra vida vieja.
También hemos experimentado el poder de la resurrección a
una nueva forma de vida , simbolizada en el acto de subir del
agua. El egoísmo ya no reina en nuestra existencia.
16. JESÚS DIJO: Y como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea
salvo por él.
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha
sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios. Juan 3:14-18.
17. Cuando Jesús vino a Juan para ser bautizado, dijo: “así
conviene que cumplamos toda justicia”. Mateo 3:15.
El bautismo es un acto justo de obediencia que cada
cristiano debe hacer.
18. El argumento escritural es aquel que demuestra que solo existe una fórmula bautismal en el registro de las
Escrituras; no existen dos fórmulas, a pesar de que algunos han visto dos. (1/2/76)
Algunos han visto en las palabras de Pedro, en Hechos 2:37-38:
“Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
Se ha interpretado estas palabras como otra fórmula o la única a ser invocada a la hora del bautismo. (1)
Ha habido una mala interpretación de las palabras de Pedro… porque él en ningún momento está
contradiciendo la fórmula de Mateo 28:19 (1/2/76), vale la pena decir aquí, que algunos han dicho que no
debemos hacer caso a Pedro, porque él era meramente un discípulo más, y por consiguiente de menos
autoridad que Jesús. Pero este razonar deja a un lado que, es el Espíritu Santo de Dios que ha inspirado a
Pedro a proferir tales palabras. (1)
Para entender plenamente esta aparente controversia, necesitamos remontarnos al contexto social-
religioso en que se desenvolvía la iglesia primitiva en aquellos tiempos cuando Pedro dijo tales palabras.
(1/2/76)
19. EN LA ÉPOCA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y DE SUS APÓSTOLES,
HABÍA VARIOS TIPOS DE BAUTISMOS.
Los bautismos Judíos: Se puede notar que en el NT, está presente el testimonio de los tipos de lavados
(bautizos) que practicaban los judíos en el AT.
En Hebreo 9:10 la palabra baptismoi`" (Baptismós) es traducida como “abluciones” (RV60), y se refiere, sin
lugar a dudas, a los diversos lavamientos ordenados en los libros de Levítico y de Números. El verbo se usa
también para denotar la purificación ceremonial de los judíos antes de comer (Lc.11:38). (2/76-77) El empleo de
la expresión para purificar vasijas (como en Lv. 6:28…cf. Mc. 7:4) no es una prueba en contra, puesto que
las vasijas normalmente se purifican metiéndolas o sumergiéndolas en el agua. El uso metafórico de la
expresión en el NT parece suponer esto
p. ej. la profecía de que el Mesías bautizaría con Espíritu Santo y con fuego, como un líquido (Mt.
3:11),
el «bautismo» de los israelitas en la nube y en el mar (1 Cor. 10:2)
y la muerte de Cristo como un bautismo (Mc. 10:38 s: bavptisma (báptisma); Lc. 12:50…
La concepción paulina del bautismo como un ser sepultado y resucitar con Cristo coincide con esta idea,
aunque no la exige. (3/161)
En Marcos 7:4 (RV60), se usó la palabra “Lavamiento”, el texto nos indica que aún metían (bautizaban) en
agua los vasos de beber, los Jarros, los utensilios de metal, y las camas (lechos).
20. En el diccionario de la real academia española, define bautismo en el inciso dos como: En diversas
religiones, rito de purificación. Era común en las naciones paganas la práctica del bautismo:
Pero en un sentido más restringido a lo que entendemos por bautismo, los Judíos utilizaban un lavamiento
ceremonial para introducir a los gentiles prosélitos a la fe hebrea. De manera, pues, que sólo desde el punto de
vista Judío, podemos constatar la existencia y uso de diversidad de bautismos en esa época. (2/77)
No solo se practicaba el bautismo a los gentiles que se convertían a la fe judía sino que tenían que circuncidarse,
aun en el relato de Dina (Gen. 34) se menciona tal práctica, aunque no habla nada de bautismo en ese entonces.
Al principio de la era cristiana, un no judío que se afiliaba al judaísmo debía someterse a la circuncisión,
tomar un baño ritual y ofrecer un sacrificio. Para éste que se suele denominar “bautismo de los
prosélitos”, los textos arameos y hebreos utiliza la expresión tābal. En las raras alusiones al bautismo
de los prosélitos en la literatura griega se utiliza báptō y no baptízō. Esto puede ser algo casual, pero lo que
sí es cierto es que los escritores griegos evitan la palabra baptízō cuando describen ritos de purificación. (3/161)
Hay opiniones de que el bautismo de los prosélitos fue después de la era cristiana, todo esto para contradecir los
diferentes bautismos que existían en la época de los apóstoles.
Hasta qué punto la praxis y la concepción del bautismo de los prosélitos influyeron en el bautismo de Juan y en
el bautismo precristiano, es una cuestión muy discutida.
21. Las primeras alusiones al bautismo de los prosélitos se remontan a la
segunda mitad del siglo I d.C; mientras que por una parte ellas hacen
verosímil que ésta fuera una institución precristiana, su inseguridad con
relación al significado del ritual y especialmente su relación con la circuncisión
permiten, por otra parte, reconocer que la institución fue aceptada
lentamente y que su significado durante el siglo I después de Cristo todavía
se hallaba en desarrollo. (3/161)
El significado del bautismo de los prosélitos es una total separación del
paganismo o alejamiento definitivo del mismo. Así el bautismo cristiano es un
morir y resucitar con Cristo.
Si se pretende profundizar en el significado del bautismo de los prosélitos, hay
que tener en cuenta lo importante que era para los judíos la circuncisión… El
alejamiento definitivo del paganismo se da en la circuncisión; el baño hace
apto al novel judío para realizar su primer acto de adoración, es decir, la
ofrenda.
22. Pero ¿qué simboliza el bautismo?
¡Hay pocas dudas en cuanto a esto! Pablo explica que en el bautismo un
creyente es unido a Cristo en su muerte y su resurrección.
Cuando entra al agua él muere a su vieja naturaleza pecaminosa; él sale del
agua para compartir la nueva vida de resurrección de Cristo
23. 1. El bautismo del Pueblo de Israel (1ªCorintios10.1,2)
1 " PORQUE no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y
todos pasaron el mar; "
" 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, "
2. El bautismo de Juan el Bautista (Mateo 3.1-3)
1 Juan el Bautista: su ministerio, su vida y su bautismo. 7 Reprende a los fariseos, 13 y bautiza a Cristo en el río
Jordán.
1 " EN AQUELLOS días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, "
2 " y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. "
3 " Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el
camino del Señor, Enderezad sus sendas. "
24. 1 " CUANDO, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús
hace y bautiza más discípulos que Juan "
2 "(aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),"
22 " Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser
bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. "
23 " El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el
sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. "
25. Vaso.
Expresión figurada que representa los sufrimientos que Jesús había de padecer en el Getsemaní,
en su juicio y en la cruz (Mat. 26: 39; Mar. 14: 36; Luc. 22: 42; Juan 18: 11). Un vaso, o cáliz, es
una figura bíblica que se emplea comúnmente para representar sufrimiento o castigo (Isa. 51: 17;
Jer. 49: 12; Lam. 4: 21; ver com. Sal. 11: 6; 16: 5).
Ser bautizados.
Gr. baptízÇ . Ver com. cap. 3:6. Es evidente que aquí se emplea la palabra en forma figurada. Así
como el "vaso" representa los sufrimientos de Jesús, el "bautismo" representa su muerte (ver
Rom. 6: 3-4; com. Luc. 12: 50).
Podemos.
Jacobo fue el primer mártir de entre los doce (Hech. 12: 2), pero su hermano Juan vivió más que
todos los otros discípulos (HAp 432, 454).
26. 19 " Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; "
20 " enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén.
11 " Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego. "
Fuego.-
El fuego y el agua son dos grandes instrumentos purificadores naturales, y es apropiado que se emplee a los dos para representar la regeneración del corazón. Así también son los
dos medios por los cuales Dios ha purificado, o habrá de purificar, a este mundo del pecado y de los pecadores (2 Ped. 3: 5-7). Si los hombres se aferran al pecado, finalmente
habrán de ser consumidos con él. Mucho mejor es permitir que el Espíritu Santo lleve a cabo ahora la obra de purificación cuando todavía hay un tiempo de gracia. Los seres
humanos serán limpiados del pecado, o serán destruidos, junto con él. Dijo Pablo: " "La obra de cada uno... por el fuego será declarada" " (1 Cor. 3: 13).
No queda claro en qué sentido Cristo habría de bautizar en fuego. Es posible que esta declaración se refiriera por anticipado al Pentecostés, cuando los discípulos fueron bautizados
con el Espíritu Santo bajo la forma simbólica del fuego (Hech. 2: 3-4). También podría referirse al fuego del día final, lo que podría entenderse por el paralelismo natural de Mat. 3:
12 (ver com. vers. 12). Podría referirse a la gracia de Dios que purifica el alma, o quizá a las pruebas de fuego que, según Pedro, probarían al cristiano (1 Ped. 4: 12; cf. Luc. 12: 49-
50). Quizá las palabras de Juan el Bautista comprendan más de un aspecto del simbolismo bíblico relacionado con fuego
27. EL BAUTISMO DE JUAN:
Este era otro bautismo de aquellos días, se nos dice que
era un bautismo para arrepentimiento. (1/2/77). Un
residuo se separó por este bautismo del Judaísmo
formalista para esperar la venida del Mesías. (3/77)
El sentido intrínseco de la palabra, junto con los detalles específicos del relato evangélico,
deja en claro que el bautismo de Juan era administrado por inmersión. Juan el evangelista
destaca que Juan el Bautista " "bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí
muchas aguas" " (Juan 3: 23).
Además, los cuatro evangelistas hacen notar que la mayor parte, si no todo el ministerio de
Juan, acaeció en las proximidades del río Jordán (Mat. 3: 6; Mar. 1: 5, 9; Luc. 3: 3; Juan 1: 28).
Si Juan no hubiera bautizado por inmersión, habría encontrado suficiente agua en casi
cualquier punto de Palestina.
28. EL BAUTISMO DE JUAN ERA UN "BAUTISMO DE
ARREPENTIMIENTO" “
(Mar. 1: 4). Esa era su característica más notable. Eran los pecados de
Israel que estaban a la raíz de todos sus males, tanto individuales, como
nacionales (Isa. 59: 1-2; Jer. 5: 25; etc.). Procuraban en vano librarse de
esas calamidades. Anhelaban la liberación y rogaban a Dios que los
librara del yugo romano, pero la mayor parte de ellos no comprendían
que el pecado debía ser quitado del campamento antes de que Dios
pudiera trabajar en favor de ellos (ver t. IV, pp 32-35).
25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres?
Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos
dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
26 Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos
tienen a Juan por profeta.
27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo:
Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
29. HECHOS 18.
23 Y después de estar allí algún tiempo, salió, recorriendo por orden
la región de Galacia y de Frigia, confirmando a todos los discípulos.
24 Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de
Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras.
25 Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de
espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo
concerniente al Señor, aunque solamente conocía el
bautismo de Juan.
26 Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le
oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más
exactamente el camino de Dios.
27 Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y
escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de
gran provecho a los que por la gracia habían creído;
28 porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos,
demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo.
30. 1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto,
Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a
Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando
creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay
Espíritu Santo.
3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados?
Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento,
diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del
Señor Jesús.
31. El bautismo cristiano tiene sus raíces en la acción salvífica de
Jesús. El que el mismo Jesús se sometiera al bautismo de Juan (Mc.
1:9 ) demostraba y realizaba su solidaridad con los hombres pecadores;
el cielo abierto y la voz divina distinguen el bautismo de Jesús como un
paso del movimiento salvador y prometen la revelación del reino en la
obra completa del Mesías.
La autorización del bautismo durante la vida publica de Jesús (Jn. 4:1 )
era provisional; en efecto, la orden expresa de bautizar se da después
de la resurrección, cuando se ha realizado la redención, y se ha
concedido al Señor resucitado una autoridad universal y está ya en
marcha la misión de la iglesia en el mundo (Mt. 28:18).
32. Es el bautismo que el Señor Jesús encomendó para ser practicado por su Iglesia
y cuya comisión se encuentra en Mateo 28:19 “Id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo”.
La evidencia histórica ha demostrado que era común en las
prácticas paganas el rito del bautismo. No sería en ninguna manera
extraño que en la época apostólica existiera esta práctica como
expresión de los diversos cultos paganos que por esa época
abundaban.
33. Las sectas «baptistas» judías parece que no
utilizaron tābal y baptízō para utilizar sus
lustraciones. Esto vale asimismo para la secta de
Qumrán. En los rollos del mar Muerto, la
expresión usual es rāhas (en griego loúō),
bañarse; nāzāh (en griego rhantízō), rociar,
aparece también dos veces, si bien los afiliados a
la secta, para purificarse,
en realidad se zambullían; probablemente se conservaba nāzāh junto a rāhas, ya que la secta daba valor
tanto a la purificación interior como a la exterior y a la unión de ambas, donde se unían la penitencia o el
arrepentimiento con la ablución (cf. La frecuente asociación de la aspersión con la purificación en el AT, p. ej.
Nm. 19:18 s; Sal. 50 [51] .9; Ez. 36:25
34. Se discute si las lustraciones de la secta debían clasificarse
de alguna manera como bautismo, ya que aquéllas se
repetían continuamente mientras que el bautismo sólo se
recibe una vez; sin embargo, dice mucho a favor de la
hipótesis bautismal el hecho de que la primera lustración de
un novicio debe considerarse como un rito de admisión
para hacerse miembro pleno de la comunidad (cf.
Especialmente 1 QS II, 25-III, 12). (3/160)
Una sección del «Manual de Disciplina», un rollo que contenía reglamentos
estrictos de la vida de la comunidad esenia en Qumrán.
35. Es importante el hecho de que las lustraciones de Qumrán no tenían un significado
puramente ceremonial. Donde iban acompañadas de la penitencia y de la sumisión a la
voluntad a Dios, tenían efectividad para la purificación de la impureza moral. Josefo
atestigua que en su tiempo los esenios, de los cuales era precursora la secta de Qumrán,
corroboraban sus profecías «usando diversas clases de purificaciones»; y que los que
entre ellos tenían intención de casarse, hacían que sus novias (durante un espacio de tres
años de matrimonio a prueba) se sometieran a lavatorios y lustraciones especiales,
mediante las cuales debían pedirse la concepción y el nacimiento de los niños (Bell. II, 7, 12
s)… (3/160-161)
Si captamos el cuadro que las Escrituras nos presentan sobre la época de los Apóstoles es
sencillo entrever la confusión religiosa que se produciría en razón de la gran variedad de
bautismos que existían.
36. Cada vez que un proclamador de un mensaje religioso hacía referencia al bautismo
tenía que ser muy enfático en especificar a cual de tantos bautismos se estaba
refiriendo. Para resolver esta dificultad se había llegado a la convención de
identificar cada bautismo nominándolo con el nombre de su fundador. Así, por
ejemplo, el bautismo de arrepentimiento que Juan administraba llegó a ser
conocido como “el bautismo de Juan” porque, precisamente, fue Juan quien lo
enseñó en un principio. Aquellos discípulos que fueron a administrar,
posteriormente, el bautismo de arrepentimiento, lo hicieron no por iniciativa
propia sino por la autoridad que había recibido de su maestro Juan. En otras
palabras, bautizaban en el nombre de Juan, no como Fórmula, sino como
principio de autoridad.
37. Es muy difícil precisar si para el bautismo de arrepentimiento se utilizaba alguna fórmula; las Escrituras no
mencionan este detalle. Pero, sí podemos comprender que cuando los discípulos de Juan oficiaban un
bautismo lo hacían en el nombre de Juan en cuanto a principio de autoridad y como identificación del
bautismo; pero, utilizando la fórmula que le era propia, si es que la había. (2/77-78)
Cuando el Apóstol Pedro predicó el día de Pentecostés finalizó con una exhortación para los judíos:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros…” (Hch. 2:38). Esta era la primera vez que el mensaje del Cristo
RESUCITADO era proclamado a la nación de Israel; para los Judíos esta era una doctrina nueva, de manera que cuando
Pedro hizo una referencia a la necesidad de bautizarse la pregunta lógica que debió haber surgido en los Judíos
presentes era:
38. “¿Bautizarse? Pero, ¿con cuál bautismo? ¿Algún bautismo
de la ley? ¿El bautismo de los prosélitos? ¿El bautismo de
Juan?” Previendo tal confusión Pedro especificó el bautismo que
debían recibir: “Bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo”.
Es decir, en el bautismo que se deriva de la autoridad que Jesucristo legó a su
Iglesia, el bautismo que Jesús instituyó que tiene por fórmula la que él
mismo estableció: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
Pedro no estaba enunciando la fórmula del bautismo, sino que estaba
especificando el bautismo del que hablaba haciendo uso de la costumbre
usual en esa época: llamarlo por EL NOMBRE DE SU FUNDADOR.
De la misma manera que el bautismo de arrepentimiento llegó a llamarse
de Juan por haber sido él quien lo enseñó, ahora el bautismo cristiano era
llamado del nombre de Jesucristo por haber sido él quien lo estableció.
39. La misma situación se repite en las otras referencias al bautismo en el nombre de
Jesús que se hacen en el libro de los Hechos. Ninguna de esas citas constituye una
referencia a la fórmula que se empleaba durante el acto del bautismo sino que
son solamente referencias al tipo de bautismo que se administraría. No existe,
pues, tal cosa como decir que Pedro se contradice con Jesús, o que en la
Biblia hay dos fórmulas bautismales, mucho menos que Pedro
dijera que la fórmula era en el nombre de Jesús porque creyera en la
doctrina sabeliana.
Esa doctrina surgió en el segundo siglo d.C. y tuvo en
Sabelio su mayor expositor, en el siglo III d.C. Por esa
razón también es conocida como sabelianismo.
40. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo eran una
sola persona.
•Ejemplo: el mismo Dios se manifiesta como
Padre en la creación y como Hijo en su función
de Redentor o de Juez final.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo eran una
sola persona.
•Ejemplo: el mismo Dios se manifiesta como
Padre en la creación y como Hijo en su función
de Redentor o de Juez final.
SOLO JESÚS¨
O LOS sabelianistas
41. Iglesias: La Iglesia Pentecostal Unida, La Iglesia Apostólica de Fe
en Jesús, Luz del Mundo y otras iglesias independientes.
Origen: Sabelio y sus seguidores enseñaban esta doctrina en el
siglo III d.C. Reapareció en 1913.
Autoridad: La Biblia y la revelación dada a individuos.
Teología: Creen que solo Jesús es Dios. Dicen que ¨Padre¨ y
¨Espíritu Santo¨ son sólo dos nombres de Jesús. Es ortodoxa en
otros puntos.
En 1913, resurgió esa doctrina sabeliana. Durante un culto de
bautismo en California, un predicador observó que los
apóstoles siempre bautizaron a sus convertidos en el nombre
de Jesús y nunca emplearon la fórmula trinitaria: “En el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Juan Scheppe,
predicador pentecostal, al oír estas palabras, pasó la noche en
oración y tuvo una ¨revelación¨ sobre el poder que hay en el
nombre de Jesús.
42. Han formado denominaciones con distintos
nombres.
Las tres principales son:
(a) Iglesia Apostólica de Fe en Cristo Jesús,
originada en México y extendida en América
Latina y Europa;
(b) Iglesia Pentecostal Unida, establecida en las
dos Américas;
(c) Luz del Mundo, fundada en México por
Eusebio Joaquín, es de tipo profético y existe en
varios países del continente. Además de estas
tres, hay otros grupos pequeños.
43. Pero cada día se componen más y más himnos dedicados a
Samuel que son entonados dentro de los cultos que sólo le
correspoderían a Dios, según la doctrina básica de LLDM. En esos cultos
podemos oír sin ningún recato a los fieles cantar frases como: “Te
amamos oh Samuel por todo lo que nos das” “Sin ti no seríamos
nada” “Sólo por ti tenemos vida” “Tú eres nuestro Salvador” “Gloria,
honor, alabanza y majestad a la Elección del Ungido de Jehová” “El
aliento de nuestras vidas eres tú” “Tú eres el Santo de
Israel” “Samuel Joaquín me gozo en TU nombre” Etc. ¿Y qué hace
Samuel, el apóstol por quien se “conserva la pureza doctrinal”? Si
afirmáramos que nada, sería un punto a su favor. “Él no lo dice”, es la
justificación de muchos de sus seguidores. Sin embargo, no hace falta
tener excelente oído para escuchar su invariable respuesta ante esas
alabanzas: “Sí hermanos, Dios les pague” “Sí hermanos, he venido
para darles Salvación” “Dios les bendiga, Dios les pague por su
reconocimiento a MI elección”
Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues
yo mismo también soy hombre. – Hechos 10:26
44. Quienes cuestionan la validez de Mateo 28:19 han tomado
prestados argumentos del modalismo, doctrina que niega la
distinción de personalidades en la Deidad y enseña que el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo son diferentes títulos de un mismo y
único Ser, que se presentó como Padre antes de la encarnación,
como Hijo durante ella y como Espíritu Santo después de la
resurrección.
Esa doctrina surgió en el segundo siglo d.C. y tuvo en Sabelio su
mayor expositor, en el siglo III d.C. Por esa razón también es
conocida como sabelianismo.
Para los modalistas, el texto de Mateo 28:19 es una adición
posterior al concilio de Nicea (325 d.C.), hecha con el fin de
favorecer la doctrina de la Trinidad. Su principal “línea de
evidencia” se centra en algunos escritos de
45. Eusebio, obispo de Cesarea, quien vivió entre los años
260 y 340 d.C. Puesto que Eusebio citó Mateo
28:19 más de 18 veces antes del concilio niceano sin
hacer referencia a la formula trinitaria, suponen que
Eusebio debió tener acceso a manuscritos del Evangelio de
Mateo que no poseían la cita bautismal. Y, fundamentados
en los escritos de este padre de la iglesia, pretenden
demostrar que Mateo 28:19 es un versículo espurio.
La declaración de Eusebio
Sin embargo, para quienes impugnan la validez textual
de Mateo 28:19 debería serles muy revelador el que no
puedan citar ni un solo manuscrito griego que no posea
la cláusula trinitaria.
46. Existen alrededor de cinco mil manuscritos griegos, fuera de
las versiones antiguas de las traducciones del NT a otros idiomas.
Todos estos documentos son sorprendentemente consistentes en
contener la fórmula conocida.
Pretender desautorizar estas fuentes manuscritas sobre la base de un
escritor es insensato; especialmente si recordamos “que el uso de citas
por parte de los padres de la iglesia tiene sus limitaciones. La
mayoría de las citas son cortas, nunca se citan ciertos pasajes
importantes del Nuevo Testamento y no se sabe si determinado escritor
citó de memoria o copió.
Por eso, es engañoso declarar que cada variante que se encuentra en
los padres es un testimonio importante en favor de cierto tipo textual.
También debería señalarse que los manuscritos en donde están las
obras de los padres han tenido su propia historia de transmisión, y
quizá no siempre representan con fidelidad lo que se
escribió originalmente”.
47. Como ejemplo, analicemos brevemente una de las citas de
Eusebio que se han usado para negar la fórmula bautismal de
Mateo: “Ahora bien, los judíos, después de la ascensión de nuestro
Salvador, culminaron su crimen contra él con la concepción
de innumerables maquinaciones contra sus apóstoles. El primero
fue Esteban, al cual aniquilaron con piedras; luego Jacobo, hijo de
Zebedeo y hermano de Juan, que fue decapitado [...].Todos los
demás apóstoles fueron amenazados de muerte con
innumerables maquinaciones, y fueron expulsados de Judea y se
dirigieron a todas las naciones para la enseñanza del mensaje con
el poder de Cristo, que les había dicho:
‘Id, y haced discípulos a todas las naciones’ Al leer la cita
de Eusebio, fácilmente se puede observar que este es un
párrafo enunciativo más bien que exhaustivo; tiene
oraciones breves y puntuales, y por lo tanto no
sorprende que haya hecho lo mismo al resumir la gran
comisión dada por Cristo.
48. Otro ejemplo de los argumentos que aluden las citas de Eusebio se concentra en
la expresión “mi nombre”. En una de sus obras, denominada Teofanía, o
Manifestación Divina, leemos: “Él les dijo a sus discípulos en una palabra:
‘Vayan y hagan discípulos de todas las naciones en mi nombre, y enséñenles
todas las cosas que yo les he mandando’ ”.
¿Puede esta cita de Eusebio ser tratada como evidencia de que la formula usual
faltaba en los manuscritos en tiempos de Eusebio?
De ninguna manera. La evidencia más contundente en contra de esto lo
constituye el hecho de que el mismo Eusebio, en el cuarto libro de su Teofanía,
cuando citó
Mateo 28:19, escribió: “Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, y
bautícenlos en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
Pero no fue esta la única vez que menciona las tres Personas divinas. En dos
escritos posteriores, Eusebio vuelve a citar la fórmula usual, en Contra Marcelo
de Ancyra y De la Teología de la Iglesia .
49. A esto se suma una carta escrita por Eusebio a sus iglesias de Cesarea, en la que dice:
“Nosotros creemos [...] en cada uno de estos que son y que existen: El Padre,
verdaderamente Padre, y el Hijo, verdaderamente Hijo, y el Espíritu Santo,
verdaderamente Espíritu Santo, como también nuestro Señor, mientras enviaba a sus
discípulos a predicar, dijo: ‘Vayan, enseñen a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo’ ”.
Quienes niegan la autenticidad de Mateo 28:19 basados en Eusebio, han quedado perplejos
con estas últimas afirmaciones, que las han tenido que acusar de ser interpolaciones
o evidencia que mostraría que Eusebio, después del concilio de Nicea, fue persuadido a
escribir en favor de la tesis trinitaria. Pero esto último no pasa de ser una conjetura
indemostrable.
Ni Eusebio ni ningún otro escritor denunció jamás Mateo 28:19 como una modificación
o interpolación, ni antes ni después de Nicea. Al contrario, que Eusebio cite de la
manera común después del Concilio autentica el texto, ya que Eusebio nunca favoreció
la decisión de Nicea.
50. Pedro identificó el bautismo por el principio de autoridad
y el Señor Jesús estableció la Fórmula que se debía utilizar al administrarlo:
“En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.
No hay contradicción alguna sino solamente dos aspectos complementarios de la
ordenanza del bautismo
51. ALGUNOS ESCRITORES ENTIENDEN QUE LA EXHORTACIÓN ERA PARA LOS
CANDIDATOS A SER BAUTIZADOS Y NO PARA LOS MINISTROS:
Son las palabras pronunciadas por el bautizado la clave y no se debe buscar a ésta en la expresión del
servidor que bautiza.
Su razonamiento lo lleva a considerar no la utilización del Nombre de Jesús como fórmula por el que administra el
bautismo, sino como invocación del bautizado.
PARA ELLO RECURRE A LAS PALABRAS DE ANANÍAS, cuando se dirige a Saulo todavía ciego luego de
su conversión, en Hechos 22:16. (4/Web)
Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.
O sea el alma pecadora tiene que pro-
nunciar su Nombre a la hora de ser
Bautizado. No el ministro.
52. Esta instrucción que Ananías da a Saulo, se ve claramente que
quien hacía LA INVOCACIÓN DEL NOMBRE DE JESÚS
ERA EL NEÓFITO, PERO QUE EL BAUTISMO SE HACÍA
EN "NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU
SANTO" DE ACUERDO AL MANDATO DEL SEÑOR JESÚS EN
MATEO 28:19.
Otro análisis: Desde el principio de la misión de la iglesia, el
bautismo acompañó al mensaje o anuncio del evangelio, o sea, a fin de
cuentas, tan pronto como la iglesia recibió el encargo de misionar
(Hch. 2).
Lo que Lucas entiende bajo el nombre de bautismo cristiano
queda bien claro en Hch. 2:38… se administra «en el nombre de
Jesucristo», esto es, en relación con Jesucristo y utilizando su nombre;
el bautizado invoca el nombre de Cristo claveHch.
22:16, así como se invoca ese nombre
sobre él como señal de aquél a quien
pertenece (cf. Is. 2:7)… (3/162)
53. Con este razonamiento podemos notar un error grave de parte
de los sabelianos a la hora de bautizar.
En ningún momento Pedro utiliza la expresión en el nombre de
Jesucristo en Hch. 2:38, para bautizar, sino que exhorta a los candidatos a ser
bautizados para que ellos invoquen el nombre de Jesucristo, veamos otra vez el versículo:
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo...”
La exhortación de Pedro es para el que va a ser bautizado y no para el que va a
administrar el bautismo, este razonamiento nos trae a la mente que fueron como 3000
bautizados,
esto es un calculo conservador ya que los judíos solo mencionaban a los
hombres y no a las mujeres, esto está de acuerdo con la alimentación de los 4,000 (Mt.
15:38, 16:10; Mc. 8:9) y de los 5,000 (Mt.14:21,16:8; Mc. 6:44; Lc. 9:14; Jn. 6:10) en estos
pasajes solo mencionan el número aproximado de los hombres y sin contar a las mujeres,
54. PERO AUN ASÍ SI HUBIERAN SIDO 3,000 EN TOTAL SE
TENDRÍA QUE CALCULAR COMO PROMEDIO
3 minutos para bautizar a cada uno o sea
pasarían 9000 minutos o 150 horas, esto equivale a 6.25
días.
Pero en Hch. 2: 41, menciona que fueron bautizados el
mismo día: Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados;
y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Con lo anterior podemos deducir que Pedro no pudo bautizar a los 3000 el
mismo día, la exhortación era para los candidatos a ser bautizados y
seguramente los ministros fueron los 120. Quizás no
todos los 120 fueron los ministros que bautizaron, pero es seguro
que los que bautizaron utilizaron la fórmula de Mateo 28:19.
55. EN JERUSALÉN Y EN SUS PROXIMIDADES HABÍA
SUFICIENTE AGUA PARA BAUTIZAR A UN GRAN
NÚMERO DE PERSONAS.
Estaban los estanques de:
Betesda (ver com. Juan 5: 2),
de Siloé (ver com. Juan 9: 7)
y los de Salomón.
Además, no debe pensarse que sólo los doce
administraron el rito.
Los capítulos siguientes muestran que se
convirtieron muchos de entre los judíos
helenísticos que estaban presentes en la fiesta
(Hech. 6: 1)
56. En la iglesia primitiva
Por otro lado, aunque Eusebio nunca hubiera escrito la formula común, tenemos
documentos primitivos, anteriores al Concilio de Nicea, en los que existen evidencias
aplastantes para demostrar que la fórmula “en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo” era conocida desde el siglo I, y no recién inventada en el siglo IV.
Las citas transcritas a continuación no son autoritativas en materia doctrinal, pues podrían
contener desviaciones de la verdad bíblica; no obstante, respecto de Mateo 28:19 sirven
para ratificar lo ya dicho por los miles de manuscritos griegos:La Didajé (c. 125 d.C.): “Y
referente al bautismo, bautiza de este modo: habiendo recitado estos preceptos, bautiza en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, en agua viva”.
57. LIDERES IGLESIA PRIMITIVA
Justino Mártir, escribiendo en el año 165, afirma de los nuevos
convertidos que: “Son traídos a un lugar donde hay agua, reciben
de nosotros el bautismo de agua, en el Nombre del Padre, Señor
de todo el universo, y de nuestro Salvador Jesucristo, y del
Espíritu Santo”. (2/82)
Ireneo, cristiano del año 190, escribe de la siguiente manera:
“Hemos recibido el bautismo…en el nombre de Dios el Padre, en
el nombre de Jesucristo el Hijo de Dios quién fue encarnado y
murió y resucitó de nuevo, y en el nombre del Espíritu Santo de
Dios…” (2/82)
58. Cipriano, en el año 200, hablando sobre Hechos 2:38 dice “Pedro
menciona aquí el nombre de Jesucristo, no para omitir el del Padre,
sino para que el Hijo no deje de ser unido con el Padre finalmente,
cuando después de la resurrección, los apóstoles son enviados por el
Señor a las naciones, los manda que bauticen a los gentiles en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. (2/82-83)
Tertuliano (160-220), en su escrito De Baptismo:
“(hablando del bautismo)… la fe impetra en el nombre del Padre, y
del Hijo y del Espíritu Santo. Porque si cualquier declaración queda
establecida con tres testigos, mucho más lo será el don de Dios.
Respecto a esta bendición tenemos como jueces de la fe los mismos
que nos han prometido la salvación, y el número de estos nombres
divinos es suficiente para que en nuestra esperanza estemos
confiados.” (4/Web)
LIDERES IGLESIA PRIMITIVA
59. Taciano (c. 170 d.C.):
“Entonces Jesús les dijo: Vayan
ahora a todo el mundo, y prediquen
evangelio en toda la creación; y
a todas las personas, y bautícenlas
nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo”.
60. Orígenes (c. 245 d.C.): “¿Por qué, cuando
el Señor les dijo a sus discípulos que ellos
bautizar a todos los pueblos en el nombre
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, este
apóstol emplea solo el nombre de Cristo en
el bautismo, diciendo ‘Nosotros, quienes
sido bautizados en Cristo’? Porque
el bautismo legítimo es tenido solo en el
nombre de la Trinidad”.