El narrador estaba caminando con su esposa cuando vio a una criatura con ropas rasgadas, lo que le causó dolor y parálisis ante la escena estremecedora. Quiso abrazarla y llevarla a casa para brindarle cariño y calor humano, pero su esposa no se lo permitió y tuvo que dejarla ir sin poder ayudarla, aunque le tomó una foto cuando se alejaba.