1. Índice
Unidad 3 “Escenario Sociocultural”
Introducción……………………………………………………...2
3.1 Sociedad Organizacional Social……….……………..….2
3.2 Cultura, Diversidad Socio Cultural……………………...3
3.3 Fenómenos Poblacionales...……………………………...4
3.4 Desarrollo Humano…………………………………………5
3.4.1 Índice de desarrollo Humano……….…………….……6
3.4.2 Índice de desarrollo Social..…………………………….7
3.5 Desarrollo Urbano y Rural………………………………...8
3.6 Estilos de vida y consumo………………………………..8
3.7 Democracia, Equidad, Paz, Ciudadanía………………...10
3.8 Intervención en Comunidades……………………………10
Bibliografía……………………………………………………......12
1
2. Unidad 3
ESCENARIO SOCIOCULTURAL
Introducción
La dimensión socio-cultural, del desarrollo sustentable consiste en reconocer el derecho a
un acceso equitativo a los bienes comunes para todos los seres humanos en términos
intergeneracional e intergeneracionales tanto entre géneros como entre culturas esta
dimensión no sólo se refiere a a la distribución espacial y etaria (por edades) de la
población, sino que remite, de manera especial, al conjunto de relaciones sociales y
económicas que se establecen en cualquier sociedad y que tienen como base la religión,
la ética y la propia cultura.
Asimismo, esta dimensión tiene como referente obligatorio a la población y presta
especial atención a sus formas de organización y de participación en la toma de
decisiones. También se refiere a las interacciones entre la sociedad civil y el sector
público.
3.1 Sociedad Organizacional Social
La organización de una sociedad moderna se basa en la superposición de un conjunto de
estructuras y redes que se encargan de regular su funcionamiento y de mantener su
estabilidad. La estructura cultural se basa en la superposición de las experiencias
culturales. La red civil complementa la estructura cultural, regulando las interacciones que
se producen en la sociedad. La organización social se sostiene en el conjunto de servicios
públicos que hacen viable la igualdad de oportunidades. El Estado complementa la
organización de la sociedad con criterios basados en el interés general. El sistema
económico pretende una óptima gestión de los recursos y el sistema político aporta los
criterios que permiten a la opinión pública, pronunciarse sobre la eventual dirección que
debe emprender la evolución de la sociedad. Aspectos relacionados con la moral pública
o con las relaciones interpersonales acaban siendo el resultado de la evolución de las
experiencias más personales, aunque también haya interacción con la evolución global.
Como quiera que la organización de la sociedad liberal tenía que superar la organización
social basada en la unidad cultural, anunció su alternativa política a partir de la libertad
individual de cada uno de los ciudadanos. Ese fue el resumen de sus principios:
La diversidad cultural fue un reconocimiento a la permanencia de culturas y
creencias en la sociedad, diversidad que daba lugar a valoraciones muy diversas,
más allá de las indicadas en la ilustración.
La igualdad ante la ley ha acabado legitimando los derechos civiles y la libertad de
oportunidades; La unidad civil de cada sociedad, expresan la diferenciación
sustantiva respecto a otras sociedades organizadas.
La pluralidad política es el medio a través del que pueden expresarse las distintas
alternativas ante los retos de cada sociedad. Su desarrollo ha servido para
potenciar y difundir la democracia.
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3. Tales principios siguen siendo la base de cualquier sociedad democrática, reconocidos en
la mayoría de los países y complementados por los tradicionales valores (libertad,
igualdad y solidaridad) que tenían que dar contenido a las aspiraciones de los
ciudadanos, poco convencidos de que fuera mejor sociedad, aquella que dependiera de
las "codicia" humana.
3.2 Cultura, Diversidad Socio Cultural
Para hablar de diversidad es necesario hacer una diferencia entre lo que significa la
uniformidad y la diversidad. En la vida cotidiana cuando hablamos de uniformidad
estamos refiriéndonos actualmente a un concepto negativo o peyorativo, el cual anula,
por ende, la personalidad y la identidad de quienes “padecen” esta etiqueta, refiriéndose
tanto a individuos aislados como a comunidades. Sin embargo, cuando hablamos
utilizando el término diversidad nos estamos refiriendo a una forma de enriquecimiento
con un fuerte componente positivo por el contrario, lo que viene dado por razón del
pensamiento democrático en el que nos encontramos inmersos en la actualidad.
Siguiendo a Bobbio (1995) podemos decir que la diversidad y la uniformidad pueden ser
identificadas de distinto modo. Por un lado la diversidad significa la diferencia y la
desigualdad, esto es así porque podemos contemplar que existe diversidad de personas
en lo que se refiere a las distintas variables que se manejan normalmente en el contexto
social, esto es, la raza, el género, la cultura, la edad, etc. Y esto es así también cuando
nos referimos a la diversidad teniendo en cuenta los grupos minoritarios de la sociedad,
los cuales se diferencian por el mismo tipo de variables, esto es, raza, edad, economía,
lengua, etc. Cuando existen estas variables como una diferencia abismal entre los sujetos
se está hablando asimismo de “desigualdad”, no interviniendo siempre las mismas
variables como causa de la desigualdad y la diversidad.
Cuando hablamos de “uniformidad” nos referimos al igualitarismo, la repetición y la
falta de identidad propia; aunque cuando hablamos de igualdad estamos hablando
a veces de la “igualdad de derechos para todos”, esto es, los derechos de las personas
deben ser iguales para todos, sin discriminación de colectivos humanos.
Estos derechos deben considerarse iguales en los ámbitos de la educación, la salud y el
trabajo. Esto es algo evidente en nuestros días.
Por otra parte, Perez de Lara (1996) señala que el “discurso humanista de la igualdad” es
aquel que propone los valores de “libertad, igualdad y fraternidad”, lo que implica ofrecer a
toda la población escolar, evidentemente plural dadas las variables de raza, sexo, origen
social y características individuales, los valores propios de la cultura occidental. Este logro
supondría la consecución del respeto a la diversidad en la igualdad.
Asimismo para Gimeno (1996) la “diversidad” alude a la “circunstancia de ser distinto y
diferente, pero también a la de ser desigual, lo que no sólo se manifiesta en una forma de
ser variada, sino de poder ser, de tener posibilidades de ser y de participar en los bienes
sociales, económicos y culturales ... Lo diverso lo contraponemos a lo homogéneo ... lo
desigual lo confrontamos con la nivelación y ésta es una aspiración básica de la
educación que es, capacitación para poder ser”.
En realidad, una actitud de respeto hacia la diversidad en la sociedad democrática actual
se entiende como la aceptación del pluralismo existente (Gimeno, 1996). La “búsqueda de
la igualdad es la lucha por que algunas de las diferencias entre los seres humanos ... no
se conviertan en murallas para el imposible ejercicio de la libertad de los menos dotados
en esa sociedad democrática”.
La conclusión evidente es que los términos “uniformidad” y “diversidad” tienen en nuestros
días sus aspectos positivos y negativos, dependiendo de las personas o comunidades a
3
4. las que nos estemos refiriendo. Para Etxeberría (1996) “la uniformidad es deseable
cuando se trata de garantizar los derechos mínimos, combatir los estados de inferioridad,
situaciones de injusticia o la consolidación de una serie de pautas de convivencia que
permitan el desarrollo de una comunidad.
La uniformidad se convierte en una situación discutible cuando, una vez garantizados los
derechos humanos básicos, pretende abarcar todos los derechos de la persona, con sus
hábitos, gustos, creatividad, etc.”
Pero, ¿cómo podemos pensar en la uniformidad y en la diversidad al mismo tiempo?,
¿cómo se pueden compaginar ambas?. Si pensamos, por una parte, como acabamos de
señalar, en los derechos humanos como uniformidad y en las características propias de
cada comunidad como diversidad, se pueden considerar, por tanto, positivas ambas y con
un significado agradable. En este sentido Camps (1993) señala lo siguiente: “No se trata,
pues, de negar la cultura homogénea para
salvar la diversificación cultural, sino de ver las ve tajas indiscutibles de uno y otro
fenómeno, la necesidad de que ambos convivan pacíficamente ... la homogeneización
hace posible el diálogo, porque supone el valor básico de la educación ... pero es preciso
también que no todo sea homogéneo pues, en tal caso, la capacidad de juzgar y discernir
carecería de objeto. Sólo cuando existe la discrepancia y la disparidad en el gusto son
interesantes la discusión y el diálogo”.
3.3 Fenómenos poblacionales
Es un sistema biológico formado por un grupo de individuos de la misma especie que
viven en un lugar determinado.
Los temas relacionados con el crecimiento demográfico son altamente polémicos. Hay
quienes piensan que la población debe seguir creciendo de acuerdo con el mandato
bíblico Creced y multiplicaos, mientras que otros sostienen tesis antinatalistas,
favoreciendo programas de control de la natalidad, de planificación familiar, de la
legalización del aborto, etc. Y estas tesis se han llegado a desarrollar en países enteros.
Como señala Masseyeff: En este tema, más que en ningún otro, los optimistas (que
favorecen las tesis pro-natalistas) y los pesimistas (anti-natalistas) son irreconciliables
La población del país en 1980 era de 67.4 millones de habitantes y crecía a una tasa
promedio anual de 2.5 por ciento. Para 2010 la población aumentó 60.9 por ciento,
alcanzando 108.4 millones de personas; en cambio su ritmo de crecimiento ha disminuido
considerablemente a menos de la mitad (0.77% anual). Aunque la tasa de crecimiento ha
descendido gradualmente, como se puede observar en la gráfica 1, la población sigue
creciendo en números absolutos. Con base en las últimas previsiones de la evolución de
la población del CONAPO, se espera que a partir del año 2042 se registre un descenso
de la población mexicana.
El crecimiento demográfico ha sido siempre un proceso continuo, con algunas
interrupciones (La época de la Peste Negra, períodos de guerra generalizada,
etc.). Como resulta lógico, el lento crecimiento de la población hasta el siglo XX se
debía a que la mortalidad era muy elevada, ya que siempre estaba presente la
amenaza de los cuatro jinetes del Apocalipsis (el hambre, la guerra, la peste y la
muerte), como se cuenta en la novela de Vicente Blasco Ibáñez.[9] Aunque la trama
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5. de la novela se centra en el período de la primera guerra mundial, cuando millones
de personas murieron y el número de personas en el mundo descendió durante
unos años, la película de Vincente Minnelli se ambientó en la segunda guerra
mundial, cuando casi 70 millones de personas murieron principalmente en Europa
y Asia.
Pero fue en la segunda mitad del siglo XX, es decir, después de la segunda guerra
mundial, cuando el crecimiento demográfico alcanzó unas proporciones enormes,
debido al proceso conocido como control de la mortalidad por el desarrollo de los
antibióticos, los avances de la medicina, el tratamiento de muchas enfermedades
infecciosas y otros muchos desarrollos. A este proceso de rápido crecimiento de la
población se le denominó explosión demográfica. Sin embargo, ha sido ese mismo
desarrollo tecnológico lo que ha venido a ocasionar una declinación incipiente de
la natalidad aunque cada vez mayor que se conoce como la fase de transición
demográfica, término empleado y definido por Warren S. Thompson en 1929 y
recogido en una traducción española editada por La Prensa Médica Mexicana en
1969.[10] La mortalidad descendió drásticamente mientras que la natalidad siguió
siendo alta. Pero como se ha visto, este proceso de transición demográfica se vio
contrarrestado en el tiempo por un descenso de la natalidad que ha vuelto a
equilibrar el proceso de crecimiento demográfico a un nivel más bajo.
3.4 Desarrollo Humano
El desarrollo humano es el proceso por el que una sociedad mejora las
condiciones de vida de sus ciudadanos a través de un incremento de los bienes con los
que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un
entorno en el que se respeten los derechos humanos de todos ellos. También se
considera como la cantidad de opciones que tiene un ser humano en su propio medio,
para ser o hacer lo que él desea ser o hacer. El Desarrollo Humano podría definirse
también como una forma de medir la calidad de vida del ser humano en el medio en que
se desenvuelve, y una variable fundamental para la calificación de un país o región
En un sentido genérico el desarrollo humano es la adquisición de parte de los individuos,
comunidades e instituciones, de la capacidad de participar efectivamente en la
construcción de una civilización mundial que es próspera tanto en un sentido material
como espiritualmente.
El ser humano se encuentra en un constante cambio, no sólo en lo referido a los avances
tecnológicos de lo cual estamos al tanto, sino también en todo lo que se refiere al
desarrollo de individuo en sí mismo como persona. Es por ello que el concepto de
desarrollo humano se ha ido alejando progresivamente de la esfera de la economía para
incorporar otros aspectos igualmente relevantes para la vida, como la cultura, que
también fue redefiniendo su papel frente al desarrollo.
Así pues el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define hoy al
desarrollo humano como "el proceso de expansión de las capacidades de las personas
que amplían sus opciones y oportunidades". Tal definición asocia el desarrollo
directamente con el progreso de la vida y el bienestar humano, con el fortalecimiento de
capacidades relacionadas con todas las cosas que una persona puede ser y hacer en su
vida en forma plena y en todos los terrenos, con la libertad de poder vivir como nos
gustaría hacerlo y con la posibilidad de que todos los individuos sean sujetos y
5
6. beneficiarios del desarrollo.
El desarrollo humano, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
integra aspectos del desarrollo relativos al desarrollo social, el desarrollo económico
(incluyendo el desarrollo local y rural) así como el desarrollo sostenible.
También puede decirse que el desarrollo humano implica satisfacer las necesidades
identificadas por Abraham Maslow en la denominada Pirámide de Maslow
El concepto de desarrollo humano tiene sus orígenes, como bien lo ha subrayado
Amartya Sen, en el pensamiento clásico y, en particular, en las ideas de Aristóteles, quien
consideraba que alcanzar la plenitud del florecimiento de las capacidades humanas es el
sentido y fin de todo desarrollo.
3.4.1 Índice de Desarrollo Humano
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es una medida resumen del desarrollo humano,
que refleja los logros medios de un país en tres dimensiones básicas de desarrollo
humano: una vida larga y saludable (salud), acceso al conocimiento (educación) y un nivel
de vida digno (ingresos). La disponibilidad de datos determina la cobertura de países del
IDH. Para posibilitar comparaciones entre países y siempre que sea posible, el IDH se
calcula en base a datos disponibles en el momento de redactar el Informe provenientes de
las principales agencias internacionales de datos y otras fuentes con credibilidad
demostrada.
Qué información ofrece el Índice ?
El IDH se creó para enfatizar que las personas y sus capacidades deberían ser el criterio
más importante para evaluar el desarrollo de un país, no sólo el crecimiento económico.
El IDH también ha solido cuestionar las decisiones políticas nacionales: en numerosas
ocasiones, ha planteado cómo dos países con el mismo nivel de INB per cápita pueden
mostrar resultados de desarrollo humano tan diferentes. Por ejemplo, Bahamas y Nueva
Zelanda tienen similares ingresos per cápita, pero la esperanza de vida y los años de
escolarización difieren de forma muy significativa entre los dos países, obteniendo Nueva
Zelanda un IDH mucho mayor que Bahamas. Estos contrastes tan llamativos pueden
estimular el debate sobre las prioridades políticas de los gobiernos.
De Dónde provienen los datos del IDH
La esperanza de vida al nacer lo ofrece el Departamento de Economía y Asuntos Sociales
de la ONU; los años de educación promedio se basan en Barro y Lee (2010); los años
esperados de instrucción los determina el Instituto de Estadísticas de UNESCO; y el INB
per cápita proviene del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Para unos
pocos países, los años medios de escolarización se calculan a partir de encuestas
nacionales representativas realizadas en los hogares y, en el caso de otros pocos, el INB
se ha obtenido de la base de datos de Principales Agregados del SNA de la ONU. De
todas formas, todavía existen enormes lagunas estadísticas, incluso en áreas muy
básicas de los indicadores de desarrollo humano. Aunque se abogue activamente por
mejorar la calidad de los datos sobre el desarrollo humano, tanto como principios como
por razones prácticas, la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano no recoge
directamente los datos de los países.
6
7. 3.4.2 Índice de Desarrollo social
El desarrollo social es un proceso de mejoramiento e igualación de las condiciones
generales de bienestar de la población que permite una mejor calidad de vida y la
reducción significativa en las brechas existentes en las dimensiones económica, social,
ambiental, política y cultural, en particular, en aspectos como alimentación, salud,
educación, vivienda, empleo, salarios y seguridad social, entre otros.
El desarrollo social también se conceptualiza como un camino de progreso hacia niveles
de vida más elevados –como los parámetros correspondientes a sociedades de mayor
desarrollo-, con una mayor igualdad de oportunidades y la consecución de los derechos
humanos básicos. Aunque se acepta que el desarrollo social debe adecuarse a las
condiciones socioeconómicas específicas de cada país, también existen algunos
umbrales internacionales considerados “metas sociales deseables”.
Si bien existen diferentes interpretaciones, generalmente el logro del desarrollo social
supone la disminución de la pobreza y la desigualdad en el ingreso. El desarrollo social
también implica una valoración de los aspectos positivos a diferencia de los conceptos
que destacan la parte negativa o de rezagos sociales como los de pobreza, marginación,
exclusión o desigualdad. Este es un cambio de enfoque al poner el acento en las mejores
condiciones de vida, absolutas o relativas.
En el marco del enfoque de los Derechos Humanos de segunda generación, establecidos
en el Pacto Internacional los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), se
encuentran los derechos al trabajo, la formación de sindicatos, la seguridad social, la
salud, la alimentación, la educación primaria y secundaria gratuita, el vestido, la vivienda,
la asistencia médica y los servicios sociales necesarios para lograr una vida digna. La
mayoría de estos derechos se pueden ubicar en el espacio geográfico aunque no siempre
existe la información necesaria para elaborar esta representación.
Con el reconocimiento jurídico de estos derechos sociales, así como su cumplimiento se
consolida la noción del Estado Social de Derecho. En el proceso de consecución del
desarrollo social el papel del Estado resulta fundamental como promotor y coordinador de
las acciones de los actores sociales, públicos y privados. El Estado adquiere un papel
central para garantizar los mecanismos de redistribución de la riqueza social hacia los
grupos sociales y los espacios geográficos que se encuentran en desventaja o al margen
de los beneficios del desarrollo. Este rol es estratégico frente a las desigualdades
socioeconómicas históricas o coyunturales que, combinadas en el tiempo, producen
brechas geográficas que limitan las opciones para mejorar la calidad de vida de la
población y afectan el desarrollo nacional.
Para algunos autores, el desarrollo social, es decir, “el proceso de promoción del
bienestar de las personas –se debe dar- en conjunción con un proceso dinámico de
desarrollo económico” (Midgley, 1995).
El crecimiento económico se asume entonces como una condición necesaria, aunque no
suficiente, para alcanzar el desarrollo social. Y también se llama la atención sobre la
calidad de dicho crecimiento, en el sentido de que éste sea incluyente, equitativo y que
contribuya al desarrollo social, asimismo se incorpora su carácter sustentable.
En México, los derechos sociales fundamentales están establecidos en la Constitución
Política de 1917, en particular en los artículos 3°, 4°, 25 y 123, así como en las sucesivas
reformas a la protección social. No obstante, hay discusión sobre la forma de garantizar el
cumplimiento de tales derechos y sobre los umbrales mínimos correspondientes a cada
uno de ellos.
En los términos de la Ley de Desarrollo Social del Distrito Federal, Artículo 3, Fracción VI,
el desarrollo social “es el proceso de realización de los derechos de la población mediante
7
8. el cual se fomenta el mejoramiento integral de las condiciones y calidad de vida” (Gaceta
Oficial DF, 2000).
3.5 Desarrollo Urbano y Rural
En los países en desarrollo, la urbanización avanza rápidamente y cada año más de 60
millones de personas pasan a formar parte de la población de las ciudades.
Las consecuencias de la migración de las zonas rurales a las urbanas causan
preocupación en muchos países. La transformación de la producción, la elaboración, la
comercialización, el transporte y la distribución como consecuencia del rápido desarrollo
urbano, representa un problema importante para todo el sector alimentario. México es un
país que no escapa de estas acentuadas tendencias, cuya población es cada vez más
inminentemente urbana, lo que significa que la educación no sólo es diferenciada entre
sectores sociales, sino en la medida en que se acerca a los más pobres, la calidad
disminuye sustancialmente, por lo tanto hay una desigual distribución social del
conocimiento, lo que tiene como consecuencia que sea imposible la igualdad de
oportunidades.
De acuerdo con el XI Censo de Población y vivienda, en el país existen 187938
localidades con viviendas habitadas; de éstas, cerca de 185000 (98.3%) tienen menos de
2500 habitantes; entre 2640 entre 2500 y 15000 habitantes; 427 de 15000 a 100000
personas; 112 de 100000 a 1000000, y solamente once asentamientos humanos superan
el millón de habitantes. También existen 83161 localidades que tienen solamente 1 o dos
viviendas, lo que muestra el alto grado de dispersión de las localidades y la atomización
de parte de la población rural.
Dentro del marco de esta distribución, en las localidades de menos de 2500 habitantes
vive el 23.5% del total de la población del país; mientras que en las localidades de 100 mil
a un millón de habitantes reside el 34.6%, y en las de más de un millón lo hace el 14.3%
(INEGI 2005).
Los resultados definitivos demuestran que en México hay 53 millones 13 mil 433 mujeres
que representan el 51.2% de la población nacional; en tanto que 48.8% restante son
hombres. La cifra de estos asciende a 50 millones 249 mil 955 personas. Ambos grupos
suman una población total de 112 millones 336 mil 538 personas. Es de notarse que entre
los dos grupos se hace evidente una brecha demográfica entre unas y otros, lo cual
marca una diferencia de 2.2% a favor de las mujeres.
En términos de la clasificación de los centros poblacionales, la evolución de estas
localidades va a la par de la expansión demográfica. En 1950 poco menos del 43% de la
población en México vivía en localidades urbanas. 60 años más tarde el XI Censo de
Población y Vivienda arroja una cifra aproximada del 76%. En 6 décadas la tasa
acumulada de urbanización se colocó por arriba del 33%.
3.6 Estilos de Vida y Consumo
La globalización de la economía mundial, los mercados y los avances de las tecnologías
de la información y comunicación, están propiciando cambios acelerados de todo orden y,
en particular, según los resultados de los estudios de AC Nielsen (2006, 2007 y 2008)
relacionados con los cambios en los patrones de consumo, en las expectativas,
preferencias y decisiones de los consumidores. El desafío del marketing de conocer y
entender al cliente tan bien que el producto o servicio se adecúe de manera pertinente a
éste y se venda solo, como lo proponían los clásicos del marketing, es una constante que
demanda estrategias y metodologías más eficaces para crear y mantener intercambios
8
9. que satisfagan de manera recíproca objetivos de los consumidores y de las empresas. En
este contexto, la segmentación de mercados ha adquirido en los últimos tiempos una gran
relevancia en el campo del marketing de las empresas. En tanto, hoy en día, los clientes
son más numerosos y diversos en cuanto a sus necesidades de compra. Al parecer, un
ingrediente de éxito es buscar e identificar segmentos de mercado cada vez más
específicos a los cuales dirigir bienes y servicios de forma más eficaz. No es suficiente la
selección de los mercados meta con base en factores geográficos, demográficos y
socioeconómicos, sino que requiere basarse en las características individuales, de
personalidad y de sus comportamientos de consumo, para lo cual es indispensable
identificar y definir los perfiles de distintos grupos de compradores que podrían requerir
determinados bienes o servicios. Se reconoce que aun cuando los compradores de cada
segmento son muy similares en cuanto a deseos y necesidades, no hay dos compradores
que sean realmente iguales, por lo cual es importante tomar en cuenta tanto los niveles
(segmentos, nichos, áreas locales e individuos) como los patrones de segmentación de
mercados (segmentos de preferencia: homogéneas, difusas, agrupadas). En la
segmentación de mercados de consumo es muy relevante la segmentación psicográfica,
relacionada con las características de los consumidores, sobre todo, en lo que se refiere
al estilo de vida, personalidad y valores. Entre las estrategias mercadológicas de éxito
está el buscar relaciones entre los productos y los estilos de vida. Y es que los estilos de
vida definen actitudes diferentes respecto al consumo de las personas Identificar estilos
de vida permite conocer más a fondo al consumidor, entender cómo piensa y cuáles son
sus motivaciones en la elección de compra, saber mejor lo que espera de un bien o
servicio, tanto emocional como mentalmente y, a partir de ello, formular estrategias
mercadológicas específicas y más eficaces. Estilos de vida En la segmentación de
mercados de consumo, la segmentación psicográfica divide a los compradores en
diferentes grupos, con base en su estilo de vida, personalidad y valores (Kotler, 2002). En
la conducta de compra de los consumidores se reconoce que influyen factores tales como
los culturales, sociales, personales y psicológicos, con los cuales se puede conformar el
modelo de conducta del comprador. Entre los factores personales está el llamado estilo
de vida. El estilo de vida se define como “el patrón de vida de la persona en el mundo,
expresado en sus actividades, intereses y opiniones. El estilo de vida muestra a la
persona entera, interactuando con su entorno” (Kotler, 2002, p. 92). Ramírez (2009, p. 21)
propone que el concepto de estilo de vida “busca proveer de significado generando
patrones de comportamiento, identificando aspiraciones del consumidor y factores de
decisión empleados en la elección de los productos”. Por su parte, Arellano (2001, p.
270), define los estilos de vida como “los modos de vivir de los consumidores que se
reflejan en sus actitudes, intereses y opiniones”. En cambio para Assael (2000, p. 409) los
estilos de vida se definen por “la manera en que los individuos utilizan su tiempo
(actividades), lo que consideran importante en su entorno (intereses) y lo que piensan de
sí mismos y el mundo que les rodea (opiniones)”. Los estilos de vida son importantes, en
opinión de Cohen (2006, p.102) porque “a los consumidores ya no basta definirlos por su
edad, sino por el tipo de vida que llevan y el estilo de vida que los identifica”. En este
sentido, por ejemplo, las marcas y los productos son creados para incidir en las opciones
de estilo de vida. Los cambios más reconocidos en la actualidad en los estilos de vida de
los consumidores, están relacionados con cambios en los roles de compra del hombre y la
mujer; la nivelación de intereses en torno al cuidado y preservación de la salud y la
condición física; mayor permanencia y tiempo dedicado al trabajo; mayor conocimiento de
sí mismo; y mayores presiones de tiempo (estrés). El estudio psicográfico es la técnica
que permite medir y clasificar los estilos de vida de los consumidores. Producto de estas
mediciones psicográficas han sido las clasificaciones conocidas como Valores y Estilos de
Vida (VALS, Values and Lifestyles), desarrolladas por el Stanford Research Institute, que
9
10. en1998 tuvo una nueva versión conocida como VALS 2. Este sistema clasifica a las
personas en 8 grupos con estilos de vida distintos, que dependen de dos dimensiones:
auto orientación y recursos.
3.7 Democracia, Equidad, Paz, Ciudadanía
La legalidad supone, además, en términos democráticos, la igualdad de todos los
ciudadanos ante la ley. La ley pretende universalizar derechos y obligaciones y normar,
en este caso, la vida política. Esa igualdad ante la ley -que trasciende las diferencias de
riqueza, propiedad, sexo, religión, ideología- rompe con los privilegios estamentales y
corporativos de las sociedades premodernas y predemocráticas, construyendo una nueva
figura: el ciudadano. Esa igualdad jurídica que no acaba con las desigualdades reales (y
que algunas corrientes han considerado, por ello, una mera ficción), es el basamento a
partir del cual se puede construir un entramado democrático soportado por hombres y
mujeres que adquieren su reconocimiento como ciudadanos. Al ser iguales ante la ley 1y
al gozar de los mismos derechos, la 1competencia equitativa entre las distintas
agrupaciones puede ser posible, pero además garantiza que independientemente del
triunfo de unos u otros, el individuo seguirá siendo tratado igualitariamente. CIUDADANÍA
En ese marco, el presupuesto básico es que existen en una sociedad moderna hombres
con capacidad de discernir racionalmente entre las ofertas que se les presentan, que
pueden contribuir con su opinión a la toma de acuerdos, que ellos mismos pueden
agruparse para participar en los asuntos públicos y que como individuos gozan de una
serie de derechos. En una palabra, que los individuos son considerados ciudadanos. La
familiaridad que esta palabra ha adquirido hace pensar que los ciudadanos siempre han
existido. Sin embargo, parece necesario subrayar que la construcción de ciudadanos es
un proceso histórico que precisamente se engarza con la modernidad y tiene su cabal
expresión en un régimen democrático. El ciudadano, piedra de toque del edificio
democrático, tiene una serie de derechos y obligaciones: derechos civiles, políticos y
sociales, y obligaciones en esos tres terrenos. Los regímenes autoritarios precisamente
suprimen algunos o todos los derechos ciudadanos. Así, no es raro que los golpes
militares, asonadas y cuartelazos sean inmediatamente sucedidos por la supresión de
algunos de los derechos ciudadanos básicos, por ejemplo, el derecho de reunión, de
asociación, de publicación, etcétera. A diferencia de otros regímenes, donde los
individuos son considerados simples engranajes para la reproducción del orden
imperante, en la democracia éstos gozan de una serie de garantías que son
consustanciales a la forma de organización democrática.
3.8 Intervención en comunidades.
El cómo de la intervención
Un proceso de intervención comunitaria tiene como objetivo mejorar las
condiciones de vida de la población y que la comunidad sea protagonista de dicho
cambio. Parte y tiene que ver con las necesidades, aspiraciones, problemas o temas de
interés para la comunidad.
Se trata de procesos a mediano y largo plazo, de tipo global y centrado en una
comunidad concreta, entendida ésta como el conjunto formado por los siguientes
elementos y sus interrelaciones: territorio, población, recursos y demandas, dinámica de
relaciones de poder (asimetrías).
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11. En todo proceso comunitario se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
· Conocimiento y comprensión de la realidad: A través de estudios cuantitativos y
de la utilización de técnicas cualitativas (entrevistas, historia de vida, recorridos barriales,
grupos focales, talleres, recopilación de relatos, categorizaciones, etc.)
· Perspectiva global: Lo que nos permite construir un pasaje del diagnóstico de
salud al diagnóstico comunitario; transformar las prioridades centradas en el equipo en
prioridades compartidas; abordar los programas sanitarios desde una perspectiva
interdisciplinaria; superar el protagonismo del profesional de la salud habilitando el
protagonismo de la población.
· Información: Sin información no hay participación. La información es pública y un
derecho ciudadano. La información desde el ámbito de salud, educación, seguridad, etc.
Todos los conocimientos deben ser compartidos para poder saber desde donde partimos
y hacia donde vamos. Se debe dar la misma información a todos los implicados,
instituciones, técnicos y población, pero con lenguajes adaptados.
· Coordinación: Sin coordinación no hay intervención comunitaria. Cada actor social
decide su nivel y posibilidades de implicación; integrándose a lo que ya se viene haciendo
desde otros ámbitos (públicos, privados, organizaciones no gubernamentales, etc.)
evitando de esta manera superposiciones y por lo tanto, un debilitamiento tanto de las
estrategias como de los recursos. Para garantizar la continuidad, la implicación es del
recurso o institución no de las personas. La coordinación del personal técnico debe contar
con el apoyo de la Institución a la que pertenece.
· Participación ciudadana, como proceso y como cesión de poder: El posicionarnos
como ciudadanos, con derechos y deberes, es lo que permite la posibilidad de pasar de
ser un «consumidor» de prestaciones a un ciudadano agente de su propio desarrollo, del
ciudadano individual una población organizada. Esto implica un primer movimiento al
interno de los equipos de salud. ¿Defendemos nuestros derechos como trabajadores?
¿Somos capaces de pasar de la queja a la acción?
El proceso comunitario es complejo y difícil, aparecen obstáculos técnicos y
metodológicos relacionados con una escasa formación en esta temática por parte de
muchos trabajadores del ámbito de salud, y con el que se pretende poner en marcha
acciones que van a contracorriente del modelo imperante.
Las dificultades encontradas en cada una de las etapas se pueden ir solucionando
a partir del trabajo y colaboración de todas las personas implicadas en el proceso y la
convicción de estar desarrollando un trabajo serio y con rigor.
De esta manera se entiende que aquello que es obstáculo o conflicto muchas
veces es la oportunidad de repensar acciones y de nuevos posicionamientos que
permiten avanzar hacia intervenciones más efectivas.
Intervención
La psicología, y en general otras disciplinas, buscan solucionar problemas u
optimizar procesos a partir de una serie de procedimientos llevados a cabo
sistemáticamente. Este proceso se puede comprender como 'intervención'. Aunque la
noción de "intervención" ha sido asociada a formas de construcción relacionales
asociadas al modelo experto/destinatario, el término expresa los modelos de estrategias
más utilizados en los que la "intervención externa" produce cambios. Campos de
"intervención"
Proyectos sociales (Desarrollo Social Local, socioeconómico, cultural y
psicosocial)
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12. Proyectos de Construcción de Ciudadanía. (Equidad, participación comunitaria,
desarrollo de redes sociales y comunitarias)
Bibliografía:
http://www.redes-
cepalcala.org/inspector/DOCUMENTOS%20Y%20LIBROS/EDUCACION-
ESPECIAL/LA%20DIVERSIDAD%20COMO%20FUENTE%20DE%20ENRIQUECIMIENT
O.pdf
http://desarrollosustentableige.blogspot.mx/2012/03/33-fenomenos-poblacionales.html
http://www.mimdes.gob.pe/files/DIRECCIONES/DGPDS/indice_desarrollo_social2.pdf
http://www.itescam.edu.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r71163.PPT
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