La implantación de un sistema ERP exitosa requiere una planificación cuidadosa, un seguimiento estricto y una gestión efectiva. Factores clave incluyen disponer de un equipo de talento comprometido, aplicar una metodología de gestión de proyectos, satisfacer las necesidades únicas de cada organización y gestionar riesgos. El éxito final depende en gran medida de la colaboración estrecha entre la organización y los consultores.