1. Jesús nuestro reposo
Unas de las doctrinas cristianas mas usadas para apoyar el no guardar el séptimo
día como día de reposo es la doctrina de “Jesús es nuestro reposo” que a primera
instancia parece ser basada en las escrituras y tener mucho sentido pero no lo es.
Un estudio honesto de las escrituras del Nuevo Testamento demostrará que tal
declaración no existe.
Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo, sus discípulos, andando,
comenzaron a arrancar espigas.
Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es
lícito?
Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió
hambre, él y los que con él estaban;
cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la
proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con
él estaban?
También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por
causa del día de reposo.
Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
(Marcos 2:23-28 RV1960)
porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
(Mateo 12:8 RV1960)
Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
(Lucas 6:5 RV1960)
La frase “Hijo del Hombre” es un hebraísmo o expresión idiomática que quiere decir
“hombre” o “ser humano” que en el contexto de las escrituras mencionadas significa:
Porque el ser humano es señor del Shabat.
(Mateo 52 Shem Tov)
En otras palabras, el Maestro Jesús de Nazaret (Rav Yahoshua de Natzrát), estaba
enseñando que el día de reposo fue creado para el hombre y no el hombre para el
día de reposo; que es un día para descansar de las obras del hombre hechas en la
semana y dedicarlo completamente para nuestra comunión con el Creador y que
como parte de esa comunión con el Creador las obras de misericordia (sanar a los
enfermos, ayudar al necesitado, alimentar al hambriento, etc.) nunca se dejan de
hacer pues es eso parte de lo que nuestro Creador quiere de todos nosotros: “Amar
a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”.
1
2. Nuestro Creador designó un día de la semana, el último día de la semana, el séptimo
día para ello y no hay ninguna escritura que indique que esto haya cambiado a
pesar de la obstinada desobediencia de la mayoría del cristianismo debido al
sentimiento antisemita que ha existido desde la era de los padres apostólicos (ver
Ignacio de Antioquia, Carta a los Magnesianos Cap. IX – 110 dC)
Tampoco las escrituras hablan de que los discípulos se reunieran el primer día de la
semana para conmemorar la resurrección de nuestro Señor, pues se reunían para
“partir el pan” (otro hebraísmo) o cenar que es lo mismo, en donde conmemoraban
el nuevo pacto ordenado por nuestro Maestro y esto se hacía mas frecuentemente al
finalizar el Shabat, al anochecer, el cual es ya el primer día de la semana en el
calendario lunar hebreo y no es el domingo.
En la Carta a los Hebreos se habla del reposo del pueblo de Dios pero en ningún
momento se dice que “Jesús es nuestro reposo” sino que se nos da una exhortación a
perseverar y confiar y no caer en el pecado de incredulidad que lleva a la
desobediencia el cual hizo que el pueblo que fue liberado de Egipto, y llevado al
desierto para ser probado, no entrara a la tierra prometida que es una sombra de la
era mesiánica o tierra prometida del reino eterno de Israel, o sea, el reposo que aun
queda para el pueblo de Dios.
Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad
para apartarse del Dios vivo;
antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que
ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
(Hebreos 3:12-13 RV1960)
Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.
Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.
Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de
las suyas.
Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo
de desobediencia.
(Hebreos 4:8-11 RV1960)
Vemos pues que la doctrina de “Jesús es nuestro reposo” es solo una excusa para
nuestra desobediencia a la Palabra de Dios. Recordemos que vivimos en el mundo,
en el exilio, la Babilonia moderna y que es muy difícil obedecer el mandamiento de
guardar el séptimo día pero todo cambiara cuando entremos en el reposo.
Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de
mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.
Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de
mí, dijo Jehová.
(Isaías 66:22-23 RV1960)
http://luzverdadera.blogspot.com
2