El documento anuncia dos excursiones próximas, una a la exposición "Edades del Hombre" y al Monasterio de Nuestra Señora de la Vid el 27 de septiembre, y otra a Sevilla y Granada del 7 al 10 de noviembre, e incluye detalles como los precios, fechas de pago e información de contacto.
la Eucaristia es una Fiesta-Explicación para niños
Excursión religiosa Burgos-Segovia
1. PRÓXIMAS EXCURSIONES
EXCURSIÓN PARROQUIAL
VISITA DE LA EXPOSICIÓN DE LAS “EDADES DEL HOMBRE” (temática sobre la
Eucaristía) y
MONASTERIO DE NTRA. SRA. DE LA VID EN ARANDA DE DUERO (BURGOS)
Día: 27 de Septiembre. Salida: 8,30 h. (delante de la Parroquia).
Importe: 30 € (incluye viaje, comida y ticket de entrada con guía en la
exposición y en el monasterio).
Al apuntarse se abonarán 15 € y el resto antes del 15 de Septiembre.
INFORMES Y INSCRIPCIÓN: P. BLAS GÓMEZ
A SEVILLA Y GRANADA: 7-8-9-10 DE NOVIEMBRE.
PRECIO, TODO INCLUIDO, 325.- €UROS. PEDIR PROGRAMA DONDE SE
ESPECIFICA EL ITINERARIO Y LAS VISITAS, COMO A LA ALHAMBRA DE
GRANADA.
INCRIPCIÓN: Despacho parroquial, P. Federico Almenara Ramírez
Tel. 686 612 352
PARROQUIA DE SAN
DIEGO DE ALCALÁ
MADRID
22 DE JUNIO DE 2014.
SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO –A-
Te quiero tanto, que te quiero comer a besos
Cuando los niños están chiquitos, y en los muchos momentos en que se
vive la intimidad con la criatura, viendo al pequeño tan indefenso, tan
desprotegido y al mismo tiempo tan bello, la madre acostumbra decirle
al niño: “Te quiero tanto, que te quiero comer a besos”, con lo cual
quiere significar su deseo de hacerse una sola cosa con él como cuando
vivieron la intimidad de los nueve meses de embarazo.
Pero el único que pudo hacerse una sola cosa con la persona amada
es Jesús, y de la forma más asombrosamente sencilla que podamos
imaginar: haciéndose pan, haciéndose alimento, para que quien lo
coma y lo beba no tenga nunca mas hambre y sed.
Y así nos encontramos hoy a Cristo rogando con su amor, rogando
con su alimento, poniendo todo su corazón, toda su persona, todo su
amor, en el alimento que nos ofrece con su propio cuerpo y su propia
sangre. Pudiera parecernos una frase de cumplido, o una frase bonita,
pero no podemos considerarlo tal, si Cristo dio su vida para reafirmar el
ofrecimiento de su Cuerpo y de su Sangre.
La verdad que esto les pareció un ofrecimiento monstruoso y fuera
de sentido a las gentes que oyeron con sus propios oídos el
PEREGRINACION A TIERRA SANTA: DEL DIA 9 AL 17 Y DEL 17 AL 25 DE
MARZO DEL 2015.
PARA UNA INFORMACION MÁS COMPLETA:
Parroquia de san Diego. P. Federico Almenara. Tel. 686.612.352
El próximo domingo celebramos la Festividad del Corpus Cristo. En la Misa
de las 12:00, tendremos a un grupo de chicos, que han hecho este año la
Primera Comunión, que proc esionarán desde el patio de la Parroquia,
saliendo por la calle y entrando por la Puerta principal del Templo
Parroquial. Os esperamos a esta celebración
2. ofrecimiento de Cristo. Les pareció monstruoso, y Cristo no les corrigió,
porque iba contra todo lo que ellos habían vivido y entendido. No les
pareció razonable comer el cuerpo, la carne de otra persona, y mucho
menos beber su sangre, porque para ellos la sangre era sagrada,
portadora de la vida, y no la probaban en ninguna ocasión de su vida.
Y Cristo no los corrigió, como corregía a otras gentes cuando
entendían mal su mensaje. Así pasó con Nicodemo, que no se
imaginaba como podría uno volver a nacer, o a la samaritana, junto al
pozo, que no acaba de entender cuando Cristo le proponía darle el
agua de vida.
Y así, hoy Cristo nos sorprende con frases que se repiten una y otra vez,
machaconamente, instantemente, rogándonos casi con su amor,
porque nos quiere tanto que quiere que todos le recibamos, y nos
transformemos en él al momento de entrar en comunión con su
Cuerpo y con su Sangre.
Para los creyentes, el comulgar con el Cuerpo de Cristo, en la forma
más espectacular y la más cercana de unirnos con él pues entre los
sacramentos de la Iglesia, el sacramento eucarístico es el que hace
presente en el corazón del creyente, la mismísima persona de Cristo.
Participar en la Comunión, en la Eucaristía, será entonces el
momento sublime de la unión profunda, total con quien nos quiere
bien, y quien ofrece esa vida nueva de los hijos de Dios en camino hacia
el Reino de los cielos.
Participar en el Banquete Eucarístico es ya anticipar el Banquete del
cielo que de una u otra forma vamos buscando en la vida. Y será
precisamente el Banquete de la VIDA, con mayúscula. Hay banquetes
en los que el vino pide más y más vino, y la comida pide más y más
alimento hasta llegar a la saciedad, al exceso, en cambio el banquete
de Cristo ofrece alegría, tranquilidad en el ánimo, paz, concordia,
unidad, satisfacción profunda y mucho, muchísimo amor.
Lectura del libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14b-16a.
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Recuerda el camino que el Señor, tu Dios, te ha
hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto; para afligirte, para ponerte a
prueba y conocer tus intenciones: si guardas sus preceptos o no.
Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que tú no
conocías ni conocieron tus padres, para enseñarte que no sólo vive el hombre de
pan, sino de todo cuanto sale de la boca de Dios.
No te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo
recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin
una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en
el desierto con un maná que no conocían tus padres.»
PALABRA DE DIOS
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 147.
R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 10, 16-17.
3. Hermanos:
El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión con la sangre de
Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo?
El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo
cuerpo, porque comemos todos del mismo pan. PALABRA DE DIOS
Lectura del santo Evangelio según San Juan 6, 51-58.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del
cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es
mi carne para la vida del mundo.»
Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer de su
carne?». Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del
Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que
come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el
último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el
que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo
comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»
PALABRA DEL SEÑOR