2. MONICIÓN DE ENTRADA
“Dios amó tanto al mundo que nos envió a su
Hijo Jesús para salvarnos”.
Jesús es la Luz del mundo que viene a
iluminar nuestras vidas y a enseñarnos el
camino de la Salvación, no viene a condenar a
nadie.
Pero el mundo condenó a Jesús en una Cruz
que es signo de contradicción. Salvación para
unos y condena para otros.
Si creemos en Él y seguimos su ejemplo, nos
salvamos y vivimos en el mundo de la Luz y
3. de la Verdad.
Si no creemos en Él, nosotros mismos nos
condenamos a las tinieblas y al mundo de la
mentira y del pecado.
Vamos a reflexionar sobre esto en esta
Celebración.
4. CANTO DE ENTRADA.
Hacia ti, morada santa,
hacia ti, tierra del Salvador,
peregrinos, caminantes,
vamos hacia ti.
Venimos a tu mesa,
sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne,
tu sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo
en tu morada santa,
beberemos tu sangre,
tu fe nos guiará.
6. Lectura del segundo libro de las Crónicas
36, 14-16. 19-23
En aquellos días, todos los jefes de los
sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus
infidelidades, según las costumbres
abominables de los gentiles, y mancharon la
casa del Señor, que él se había construido en
Jerusalén.
El Señor, Dios de sus padres, les envió desde
el principio avisos por medio de sus
mensajeros, porque tenía compasión de su
7. pueblo y de su morada. Pero ellos se burlaron
de los mensajeros de Dios, despreciaron sus
palabras y se mofaron de sus profetas, hasta
que subió la ira del Señor contra su pueblo a
tal punto que ya no hubo remedio.
Los caldeos incendiaron la casa de Dios y
derribaron las murallas de Jerusalén; pegaron
fuego a todos sus palacios y destruyeron
todos sus objetos preciosos. Y a los que
escaparon de la espada los llevaron cautivos a
Babilonia, donde fueron esclavos
8. del rey y de sus hijos hasta la llegada del
reino de los persas; para que se cumpliera lo
que dijo Dios por boca del profeta jeremías:
«Hasta que el país haya pagado sus sábados,
descansará todos los días de la desolación,
hasta que se cumplan los setenta años.»
En el año primero de Ciro, rey de Persia, en
cumplimiento de la palabra del Señor, por
boca de jeremías, movió el Señor el espíritu
de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar
de palabra y por escrito en todo su reino:
«Así habla Ciro, rey de Persia: "El Señor, el
9. Dios de los cielos, me ha dado todos los
reinos de la tierra.
Él me ha encargado que le edifique una
casa en Jerusalén, en Judá.
Quien de entre vosotros pertenezca a su
pueblo, ¡sea su Dios con él, y suba!"»
Palabra de Dios.
10. Salmo 136
Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti.
Junto a los ríos de Babilonia,
nos sentábamos a llorar acordándonos
de Sión; en los álamos de la orilla
colgábamos nuestras cítaras.
11. Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti.
Los que allí nos deportaron
nos pedían canciones,
y nuestros opresores,
alegría: «¡Cantadnos una
canción de Sión!».
12. Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti.
¿Cómo cantar una canción al
Señor en tierra extranjera?
Si me olvido de ti, Jerusalén, que
se me seque la mano derecha.
13. Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti.
Que se me pegue la lengua al
paladar, si no me acuerdo de ti,
si no te pongo, Jerusalén, en la
cumbre de mi alegría..
14. Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los Efesios 2, 4-10
Hermanos:
Dios, rico en misericordia, por el gran
amor con que nos amó, estando
nosotros muertos por los pecados, nos
ha hecho vivir con Cristo -por pura
gracia estáis salvados-, nos ha
resucitado con Cristo Jesús y nos ha
sentado en el cielo con él.
Así muestra a las edades futuras la
inmensa riqueza de su gracia, su
15. bondad para con nosotros en Cristo
Jesús.
Porque estáis salvados por su gracia y
mediante la fe. Y no se debe a
vosotros, sino que es un don de Dios; y
tampoco se debe a las obras, para que
nadie pueda presumir.
Pues somos obra suya. Nos ha creado
en Cristo Jesús, para que nos
dediquemos a las buenas obras, que él
nos asignó para que las practicásemos.
Palabra de Dios.
16. ALELUYA. Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su
Hijo único. Todo el que cree en él tiene vida
eterna.
17. Lectura del santo evangelio según san Juan 3,
14-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
- «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en
el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo
del hombre, para que todo el que cree en él
tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su
Hijo único para que no perezca ninguno de
los que creen en él, sino que tengan vida
eterna.
18. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo
para juzgar al mundo, sino para que el
mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no
cree ya está juzgado, porque no ha creído en
el nombre del Hijo único de Dios.
El juicio consiste en esto: que la luz vino al
mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla
a la luz, porque sus obras eran malas.
Pues todo el que obra perversamente detesta
la luz y no se acerca a la luz, para no verse
acusado por sus obras.
19. En cambio, el
que realiza la
verdad se
acerca a la luz,
para que se vea
que sus obras
están hechas
según Dios.»
Palabra del
Señor
21. PETICIONES:
1.- Por los que no conocen el amor de
Dios, por los que viven sin Dios, por los
que sienten la insatisfacción de una vida
cerrada al amor de Dios.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
2.- Por la Iglesia, por todos los
creyentes, para que sean testigos de la
misericordia de Dios, para que se
conmuevan por las miserias humanas.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
22. 3.- Para que en las relaciones humanas se
destierren la intolerancia, la intransigencia,
el puritanismo y el fanatismo.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
4.- Por nosotros mismos, para
que nos abramos a la
misericordia de Dios
y nos aceptemos
con misericordia a los
hermanos.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
23. 5.- Por los que han caído en las redes del
consumismo, por los que viven sin sentido,
por los esclavos del alcohol y de la droga,
para que se decidan por una opción
liberadora.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
6.- Por los miembros de nuestra
Parroquia y todas las actividades que
tenemos emprendidas. Para que el Señor
nos llene de ilusión, comunión, fortaleza y
conversión.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
24. CANTO DE OFERTORIO
Yo no soy nada y del polvo nací, pero
Tú me amas y moriste por mí. Ante la
cruz sólo puedo exclamar: Tuyo soy,
tuyo soy.
Toma, mi mano, te pido, toma, mis
labios te amo, toma mi vida ¡oh
Padre!, tuyo soy, tuyo soy.
Cuando de rodillas te miro, oh Jesús,
veo tu grandeza y mi pequeñez. ¿Qué
puedo darte yo? Sólo mi ser. Tuyo
soy, tuyo soy.
26. COMUNIÓN.
Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar;
tu grande eterno amor quiero gozar.
Llena mi pobre ser, limpia mi corazón,
hazme tu rostro ver, en la aflicción.
Mi pobre corazón inquieto está,
por esta vida voy buscando paz.
Más sólo tú, Señor, la paz me puedes dar;
cerca de Ti, Señor, yo quiero estar.
Pasos inciertos doy, el sol se va, más si
contigo estoy, no temo ya. Himnos de
27. gratitud, alegre cantaré y fiel a Ti, Señor,
siempre seré.
Día feliz veré, creyendo en Ti, en que yo
habitaré, cerca de Ti. Mi voz alabará, tu
santo nombre allí y mi alma gozará, cerca
de Ti.
Más cerca, oh Dios de Ti; más cerca sí,
cuando la cruz, Señor, me lleve a Ti. Si
tiende al sol la flor, si el agua busca el
mar, a Ti, mi sólo bien, he de buscar.
28. ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN.
Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.
Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva;
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.
Que yo comprenda, Señor mío,
29. al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.
Guarda mi fe del enemigo
(¡tantos me dicen que estás
muerto!...)
Tú que conoces el desierto,
dame tu mano y ven conmigo. Amén.
30. Dios es fiel: guarda siempre su Alianza;
libra al pueblo de toda esclavitud. Su
Palabra resuena en los profetas,
reclamando el bien y la virtud.
CANTO DE DESPEDIDA
31. 15 de marzo de 2015
IV Domingo de Cuaresma -B-