El documento describe un proyecto que usa esculturas de máscaras hiperrealistas para promover la empatía y romper ciclos de violencia familiar. Se tomarán moldes de la cara de niños y sus familias involucradas en un refugio para mujeres. Luego, en un taller, crearán nuevas máscaras que muestren cómo se ven a sí mismos y cómo los ven los demás. El objetivo final es que reconozcan las perspectivas de los demás para mejorar la comunicación y prevenir futuros abusos.
2. “No hay país ni comunidad a salvo de la violencia. Está en nuestras calles y en nuestros hogares, en las
escuelas, los lugares de trabajo. Es un azote ubicuo que desgarra el tejido social comunitario y amenza la
vida, la salud y la felicidad de todos nosotros”. *
El fenómeno de la violencia y el maltrato en la familia no es un problema reciente, sino que más bien ha
sido un asunto que sin considerársele problema ha permanecido oculto, tolerado y aceptado a lo largo de
la historia y por tanto, nunca fue considerada para formar parte del rubro de los graves problemas
sociales.
La familia ha sido el ámbito propicio para la emergencia de conflictos entre sus miembros y en ella se ha
cobijado la violencia familiar, como una de las formas más generalizadas y tolerada de discriminación
contra mujeres y menores de edad.
*Informe mundial sobre la Violencia y la Salud publicado por la Organización Mundial de la Salud 2002
Antecedentes
3. El maltrato físico, el maltrato psicoemocional y el maltrato sexual así como la violencia doméstica y
ecónomica son las principales formas de violencia.
Aparentemente los grupos de riesgo de mayor impacto de sufrir violencia doméstica es la mujer, los
menores de cinco años y adultos mayores de 65 y más. De ahí la importancia de identificar la violencia
intrafamiliar en la población disminuyendo así, las posibles consecuencias resultantes por sufrir accidentes,
que hoy en día se sabe que el 82% corresponde a contusiones, luxaciones y heridas y sin tener porcentajes
claros del maltrato psicoemocional dentro del hogar.
Víctimas
4. La violencia intrafamiliar en México se da en uno de cada tres hogares. En la mayor parte de los casos son
las madres las principales agresoras; en segundo término, son los padres. La madre está a cargo en la
crianza del menor ya que suele estar más horas en contacto físico con los hijos, a ellas se les delega la
responsabilidad de su educación dentro y fuera del hogar.
Los progenitores que maltratan o que demuestran indiferencia y descuido hacia sus hijos, actúan así como
consecuencia de una actitud aprendida, pues es muy probable que en su infancia también hayan sido
maltratados, por lo cual reproducen consciente o inconscientemente el abuso físico y emocional al que
fueron sometidos. Debido a esto, no muestran remordimiento porque creen que el castigo físico es un
medio eficaz y válido para educar. Tienen dificultades para controlar sus impulsos de agresividad que
descargan sobre sus hijos.
Guanajuato está dentro de las diez entidades de la República Mexicana con mayor número de casos de violencia intrafamiliar. *
México
5. En México gran parte del maltrato a niñas está vinculada a la ideología arraigada de la mujer sumisa, una niña
debe aprender a ser obediente. Esa obediencia es la que direcciona a la menor a cumplir las obligaciones de
trabajo dentro y fuera de casa. Posteriormente, en sus vidas juvenil y adulta se enfrentarán a una condición de
sometimiento a la pareja, como de niña la experimentaron ante sus padres. En este contexto, si las niñas y
adolescentes denuncian los abusos, el entorno familiar y social les resta importancia, pues se duda de su
palabra y, por ende, se minimiza la importancia del delito. Si todo esto suele tener lugar en el hogar, está por
demás describir los peligros y abusos en la calle.
Si bien esta situación es predominante en el caso de las mujeres menores, también está muy extendida en el
caso de los niños.
Lugares como “La casa de la mujer” saben que es necesario transformar esta manera de pensar, se tiene que
frenar en algún punto el círculo vicioso que genera la violencia intrafamiliar.
Casa de la
mujer
7. Todos somos parte de una comunidad, procedemos de una familia, comulgamos con los diferentes individuos a lo
largo de nuestras vidas y olvidamos el profundo respeto que les debemos. La empatía nos permite conocer y
comprender mejor a las pesonas para lograr un mayor entendimiento entre todos.
Por medio de un taller de escultura se pretende llevar a niños y familiares a ver y tomar la perspectiva de como
ve el otro, de reconocer esa perspectiva como su verdad, sin juzgar, reconocer la emoción que siente el otro y
comunicarlo.
Para esto se harán máscaras hiper realistas de niños, hermanos, padres y madres de diversas familias que tengan
comunicación con “La Casa de la Mujer” en León, Guanajuato. Se sacarán moldes de cada individuo para que
aprendan a mirarse y reconocerse y cómo es que se relacionan con el mundo. Las máscaras pueden volver
consciente cómo nos vemos a nosotros mismos pero también como quisiéramos ser.
Hace falta ver más en el otro y reconocer lo que habita en uno.
8. Una máscara tiene un lado exterior y uno interior, así como la pesona y su sombra. Los participantes crearán
nuevas máscaras de papel maché sacadas del molde y las intervendrán. Cómo la gente los ve en la parte
exterior de la máscara y cómo realmente se sienten y se ven ellos en la parte interior.
Para llegar a la empatía genuina necesitamos conectar con algo dentro de uno mismo, algo que nos conecte a
ese sentimiento. Se trata de percibir lo que otro individuo puede sentir para no repetir, para romper ciclos de
violencia, para detener y recapacitar.
Posteriormente en colaboración con “Sepimex” se llevarán a cabo actividades en el desarrollo de habilidades
para superar retos narración y la escritura creativa a través de la creación de un personaje o algunos capítulos
de su vida. Queremos desarrollar en nosotros la capacidad de motivar y encauzar positivamente a las
personas; enseñar a tener ese interés por los demás, identificarnos y vivirlo habitualmente, cambiando
radicalmente el entorno social en el que vivimos.
10. Isabel Rojas
Mi obra gira a una inquietud personal constante sobre el reconocimiento de la parte física del
cuerpo que contiene a mis propios pensamientos y esto en relación al mundo y a la realidad en
la que vivo. El telón de fondo de mi producción artística, lo describiría como algo que oscila
vertiginosamente entre un sentimiento de completo reconocimiento y su opuesto: el completo
desconocimiento. A partir de ahí construyo mis piezas que por lo giran en torno a este
sentimiento.
11. La primera vez que vi un duplicado de mi cara en ese material fue un fuerte choque; de por sí la
imagen de mi propio reflejo en el espejo me parece una experiencia hipnotizante, ahora, poder
corroborar volumétricamente la más cercana aproximación a mi imagen me parece tanto
asimilable como sumamente inquietante.
14. Con el resultado de las 40 máscaras hiper realistas se llevará a
cabo una pieza final de gran formato que conjunte los extractos
de familias en una nueva reconstrucción itinerante.
15. Mediante diversos recursos artísticos se pretende apoyar a gente en situaciones de vulnerabilidad, discriminación o
desventaja. Abriendo un canal para expresar sus problemáticas y reconstruir una vía donde puedan generar catarsis
y sobrellevar cuestiones de índole social, cultural y de salud promocionando el desarrollo humano y social.
Somos un grupo de jóvenes de diferentes esferas laborales y sociales que se unen para crear y complementar la
visión de este proyecto a través de las bellas artes. Queremos hacer de la debilidad de nuestros grupos una fortaleza
para desarrollar y accionar el motor interno, creando y exponiendo a través del arte problemáticas de diversas
índoles. Nuestra búsqueda no termina en el sujeto, nos importa el proceso tanto como el resultado ya que busca incidir
a su entorno directo, mejorando la calidad de vida y logrando una unificación en el desarrollo de las personas dentro
de la sociedad de la cual han sido marginadas.
La pieza final en colaboración con artistas y profesionales se retroalimentará, como todo arte, de la exposición y el
público generando un valor extra en el sujeto y una nueva experiencia en su pisque y vida.
La persona hace de intermediario con el mundo social y el ánima con el mundo interior.
Anima-ARs