1. INDICE:
PRESENTACION PROYECTO.
INTRODUCCION.
LUGARES QUE EMANA POESIA SANJUANISTA
BIOGRAFÍA DE SAN JUAN DE LA CRUZ.
EL CONVENTO DE SAN JUAN DE LA CRUZ EN
UBEDA.
PRESENTACION.
Hablar de San Juan de la Cruz es hablar de uno de los mejores
poetas de lengua española y universal de todos los tiempos.
Su influencia ha sido muy importante en diferentes doctrinas
y teorías del mundo. La espiritualidad que emana de sus
escritos ha sido objeto de estudio y de consideración, y no es
raro que salga una nueva tesis o ensayo, o trabajo que pueda
tocar algún aspecto de su obra.
Pero San Juan de la Cruz es ante todo poeta. Su poesía está
enriquecida por la confluencia de tres influjos: por un lado, el
bíblico del Cantar de los Cantares, y, por otro, la tradición de
la poesía culta italianizante y la tradición de la poesía popular
y de cancioneros del Renacimiento español. El influjo de la
2. Biblia es fundamental en su poesía, en tanto actúa como
molde y catalizador del resto de lecturas que conforman el
bagaje cultural de San Juan de la Cruz.
Combinando la antigua simbología del Cantar de los cantares
con las fórmulas propias del petrarquismo, produjo una rica
literatura mística, que hunde sus raíces en la teología tomista
y en los místicos medievales alemanes y flamencos. Su
producción refleja una amplia formación religiosa, aunque
deja traslucir el influjo del Cancionero tradicional del siglo
XVI, sobre todo en el uso del amor profano (las figuras del
amante y de la amada) para simbolizar y representar el
sentimiento místico del amor divino.
En Úbeda, en los meses de noviembre y diciembre la ciudad se
viste de misticismo. Se organizan toda una seria de
actividades, charlas, conferencias entorno a la figura de San
Juan de la Cruz, de su presencia en estas tierras, por lo que es
un gran aliciente para poder comprender a este gran
representante de la mística.
San Juan de la Cruz vive en uno de los periodos más ilustres
para España, no solo en cuanto al poder político y económico
del imperio español en esos momentos, sino además, porque
en la literatura, también coincide con uno de los periodos más
fecundos de la historia de España y de la literatura universal.
EL SIGLO DE ORO
Renacimiento significa resurgimiento de algo. En este caso
significa un nuevo resurgir de la cultura grecolatina que se
había olvidado tras la caída del imperio romano. Este
movimiento social, artístico y literario surgió en Italia pero se
extendió por toda Europa.
A esta época se le ha llamado Siglo de Oro; pero parece más
apropiado el nombre de Edad de Oro ya que ocupa casi dos
siglos: el XVI y el XVII.
3. El Renacimiento supuso un importante cambio social y
cultural respecto a la Edad Media.
Durante el reinado del emperador Carlos V que comenzó en
1517, llega a España la influencia italiana a través de
escritores españoles que habían vivido en la corte napolitana,
atraídos por su fama y esplendor. Aportaron a la lírica
española nuevos versos y estrofas: soneto, lira, silva,
terceto.
Temas
El poeta renacentista se preocupa por encontrar nuevas
formas para expresar la belleza, y por renovar los temas de
sus obras. El poeta desea crear un mundo de belleza mediante
un estilo sencillo. Los temas más frecuente son:
El amor. Se idealiza a la mujer de tal modo que
llega a considerarse como un reflejo de la belleza
divina. Este amor idealizado se conoce con el
nombre de amor platónico.
La naturaleza. Se concibe como un símbolo de la
perfección divina. Se describe como un remanso
de paz, sosiego y armonía donde se desarrolla la
acción amorosa.
La mitología. Se utilizan los mitos y leyendas de los dioses
grecolatinos como fuente de inspiración poética; sirviendo a
la vez para dar belleza a la obra desconocidas hasta entonces.
Garcilaso de la Vega
4. La lírica en la segunda mitad del siglo XVI
La lírica de esta época coincide con el reinado de Felipe II y
refleja las preocupaciones religiosas generadas por la reforma
protestante. Aparece entonces las literatura llamada ascética
y mística.
Ascética: Describe las actividades que debe
realizar la mente humana para llegar a ser perfecto
y salvarse.
Mística: Después de la etapa ascética, Dios concede
a algunas almas el don del amor en su más alto
grado. Se da la unión con Dios y se alcanza la
perfección.
Características
Utilización de un lenguaje sencillo, sin demasiados
adornos literarios; pero de forma muy cuidada.
Los temas son religiosos, morales y filosóficos.
La mitología sirve de base para poner ejemplos sobre
algún tema religioso, moral o teológico.
Fray Luis de León
Úbeda, no quedará atrás en este resurgir, en este cambio
social, económico y cultural.
Vivirá el periodo de mayor esplendor de su historia a todos
los niveles.
Entremos al estudio general de su situación económica y
política, a través de la visión de sus principales monumentos,
coincidiendo con la llegada y muerte del santo.
5. INTRODUCCION
Situacion histórica. Úbeda y el Renacimiento. Época,
situación política y económica.
(Breve explicación)
LUGARES QUE EMANA POESIA SANJUANISTA
HOSPITAL DE SANTIAGO
Lo mandó construir Don Diego de los Cobos, obispo de Jaén,
como hospital para pobres enfermos, al mismo tiempo que
iglesia-panteón y palacio. Fue declarado monumento
arquitectónico histórico-nacional en 1917 y en la actualidad
se utiliza como centro cultural, de exposiciones y congresos y
biblioteca.
Su majestuosidad, resalta como edificio principal a la entrada
de la ciudad. Nos indica lo que vamos a ir encontrándonos a
través de sus piedras. Majestuosidad que define una forma de
vidas, de entender el arte, la vida, la idiosincracia de una
ciudad andaluza, pero con miras castellanas. Imponente,
seductora, brilla en el máximo esplendor renacentista.
La época se entrecruza con el sentimiento religioso que
emana de sus piedras, como una mirada fría en el tiempo,
mira a santo cuando llega a Úbeda, como claro exponente de
un arranque de fastuosidad, de nobleza recordando como los
religiosos adoraban la pulcritud de la piedra, de los encajes, la
6. sobriedad y la luminosidad de sus construcciones, con la idea
de adecuar los lugares a su propia forma de entender la
oración y recogimiento.
San Juan de la Cruz explota un sentir religioso que vuelva a
origen, al contacto con el Creador en una actitud humilde pero
a la vez resplandeciente. Su mística es una mística del estaxis,
del amor a lo creado, de acercar al hombre a la divinidad sin
olvidar su condición de humano, un humanismo
existencialista, volcado en el hombre que llega a Dios a través
del éxtasis y de un estado perfecto de armonioso encuentro
para el y por el.
ENTRÉME DONDE NO SUPE
Los versos que siguen han sido escritos después de un éxtasis.
Su fecha y lugar de composición son inciertos. Aunque no
teniendo el lirismo de los grandes poemas de la Noche, del
Cántico y de la Llama, y pocas imágenes, desarrolla un tema
caro a Juan de la Cruz : el de la superación, en la experiencia
mística, de toda ciencia y saber humanos. Eso, para dar lugar a
un conocimiento supremo y a un "sentir sublime" de la
divinidad.
Entréme donde no supe,
y quedéme no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
1. Yo no supe dónde entraba,
pero cuando allí me vi,
sin saber dónde me estaba,
grandes cosas entendí.
no diré lo que sentí,
que me quedé no sabiendo,
toda sciencia trascendiendo.
7. 2. De paz y de piedad
era la sciencia perfecta,
en profunda soledad,
entendida vía recta ;
era cosa tan secreta,
que me quedé balbuciendo,
toda sciencia trascendiendo
San Isidoro
Uno de los tres templos góticos de la ciudad, situado
extramuros de la misma, es centro parroquial.
Posiblemente fue una fortaleza o fuerte árabe, para defender
la muralla por el Oeste.
Por otro lado, la tradición mantiene que fue una antigua
mezquita. Ya dieciséis años después de la conquista cristiana,
en 1233, existía como templo gótico que posteriormente fue
devastado. La actual construcción data de los siglos XVI y XVII.
Sobriedad, elegancia, reestructuración y detalles sin adornos
sobrios y pobres....el alma tiene que encontrarse con Dios en
un estado de desapego, de oclusión, de austeridad..:
Cuando hablamos de unión del alma con Dios, no hablamos
de esta unión sustancial que siempre está hecha, sino de la
unión y transformación por amor del alma con Dios, que no
está siempre hecha, sino sólo cuando viene a haber
semejanza de amor. Y por tanto, esta se llamará unión de
semejanza... la cual es cuando las dos voluntades, conviene
a saber, la del alma y la de Dios, están en uno conformes,
no habiendo en la una cosa que repugne a la otra.
8. Renacer en el Espíritu Santo en esta vida es tener un alma
semejante a Dios en pureza, sin tener en sí alguna mezcla
de imperfección; y así se puede hacer pura transformación
por participación de unión, aunque no esencialmente.
Subida al monte Carmelo San Juan de la Cruz
SAN PABLO
SAN PABLO
La iglesia de San Pablo se halla en la espaciosa y antiquísima
plaza del Mercado. Tanto la plaza como la iglesia tienen un
marcado carácter asambleario, pues hasta el S XV se reunía en
ella el Concejo de la ciudad y los nobles. Fundada en el S XIII
es la segunda de las parroquias en el orden numérico de
antigüedad.
Se cree que en época visigoda ya existía este templo y que,
dada la tolerancia de los árabes en los primeros años,
continuase siendo lugar de culto de los cristianos vencidos.
Luego cuando esa tolerancia desapareció, sería convertido en
mezquita. Fernando III le devolvió el culto cristiano, así como
a todas las que consideró necesario.
Arquitectónicamente se advierten varias fases constructivas,
unas afectando a lo fundamental de la iglesia o a partes menos
importantes, motivadas por el deseo de engrandecerla o por
necesidad
Frente a esta iglesia tenemos la estatua dedicada a San Juan
de la Cruz que data del año 1959 El monumento dedicado a
San Juan de la Cruz del laureado
escultor malagueño Francisco Palma Burgos, fue inaugurado
el día 24 de noviembre de 1959.
9. Celebrando el ayuntamiento en aquel año diversos actos en
honor al Santo,
Realizado en mármol blanco pulido y piedra caliza. El trabajo
fue donado por Palma a la ciudad de Úbeda. Realizó otro
proyecto más ambicioso cuya maqueta se conserva en el
Museo san Juan de la Cruz, de Úbeda y que lamentablemente
no se llegó a confeccionar por falta de presupuesto.
La estatua fielmente representa alcanzar el éxtasis, la perfecta
unión del alma con Dios....olvidar todo lo humano, el ego, la
vulnerabilidad y llegar a ese estado de entendimiento y
diálogo con el Creador, con el Amado, la llama que permanece
viva....
El poeta pide a Dios que finalmente rompa la barrera entre
lo divino y lo terrenal y le permita unirse con él (“¡rompe la
tela de este dulce encuentro!”), diciéndole que la misma
llama de su amor le está hiriendo (no de una manera
dolorosa, sino tiernamente) y que ya está preparado para
unirse con él.
Se hacen tres alusiones a los tres componentes de la
Santísima Trinidad: El cauterio es el Espíritu Santo; la
mano es el Padre y el toque es el Hijo. Después de esta
introducción San Juan nos habla sobre la vida eterna, que
sin duda alguna es mejor que la vida terrenal “y toda
deuda paga!”.
San Juan explica cómo el amor de Dios ha influido en su
vida: Antes de enamorarse de él, “estaba oscuro y ciego”
pero tras enamorarse de él este amor le da luz y color a su
vida. El alma agradece al esposo que se haya producido la
unión.
10. El poeta intenta explicar (ya que él sabe perfectamente
que es imposible reflejar en un escrito todo su sentimiento
místico) cómo se manifiesta el amor de Dios en él, cómo lo
siente en su pecho y suspira con anhelo por el momento en
que su amor pueda consumarse
¡ Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro !
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres ;
rompe la tela de este dulce encuentro.
2
¡ Oh cauterio suave !
¡ Oh regalada llaga !
¡ Oh mano blanda ! ¡ Oh toque delicado !
Que a vida eterna sabe
y toda deuda paga ;
matando, muerte en vida la has trocado.
3
! Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con estraños primores
calor y luz dan junto a su querido !
4
! Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
11. donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
cuán delicadamente me enamoras !
PLAZA VAZQUEZ DE MOLINA
En esta plaza confluyen en un mismo enclave varios estilos
arquitectónicos de ahí que se le concediera el titulo de
Patrimonio de la Humanidad en el año 2003. La noche del 13
al 14 de diciembre del 1591, cuando las campanas de la Sacra
Capilla del Salvador daban las doce,
Un fraile salió de la celda en la que se encontraba fray Juan de
la Cruz, para tocar a maitines. Al oír las primeras campanadas
el fraile enfermo preguntó: “¿A qué tañen?”. Tras escuchar la
respuesta, exclamó: “Gloria a Dios, que al Cielo los iré a decir”.
Acto seguido, puso sus débiles labios en un crucifijo que
sostenía entre sus manos y musitó: “Señor, en tus manos
encomiendo mi espíritu”. Inclinó su cabeza y al momento
expiró. Su frágil cuerpo repleto de llagas, maloliente,
comienza en ese momento a despedir un olor a rosas.
El santo ha cruzado su noche más larga, su noche más oscura,
un camino que avanza por la puerta estrecha y le conduce al
encuentro con Dios, el cenit sublime hacia los brazos del
Amado como él escribió...Su alma se ha purificado de las
miserias humanas, de las tinieblas más profundas se ha
desnudado de todo vestigio humano, de dolor, sufrimiento,
soledad y abandono para caminar hacia la luz que irradia
morir en Cristo, sufrir por Cristo y llegar a Cristo...+
LA NOCHE OSCURA.
La noche oscura
12. Canciones del alma que se goza de haber llegado al
alto estado de la perfección, que es la unión con Dios,
por el camino de la negación espiritual.
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada. 5
A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
(¡oh dichosa ventura!)
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada. 10
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz ni guía
sino la que en el corazón ardía. 15
Aquésta me guïaba
más cierta que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía. 20
¡Oh noche que me guiaste!,
¡oh noche amable más que el alborada!,
¡oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada! 25
13. IGLESIA DE LOS PP CARMELITAS DESCALZOS.
ORATORIOD E SAN JUAN DE LA CRUZ.
Hemos llegado al final de nuestro recorrido, nos hemos
ocupado de profundizar en la presencia del santo en cada uno
de los edificios más emblemáticos de Úbeda. . No podemos
imaginar cómo fue ese día a día puesto que SAN Juan de la
Cruz le sobrevino la muerte. Podemos en cambio desglosar su
biografía, entender la época que le toco vivir para entender
su propia visión del hombre y de Dios. Su vida está marcada
por la reforma del Carmelo y una necesidad forzada casi, diría
obsesiva por encontrar el amor de su Amado (Dios) de llegar a
ese plenitud en la unión con Cristo y con El.
I. BIOGRAFÍA
Su verdadero nombre era Juan de Yepes y nació el 24 de
junio de 1542 en Fontiveros, pequeño pueblo abulense de
Castilla y León.
Murió su padre cuando Juan tenía 4 años; a los nueve años,
se trasladó con su madre a Medina del Campo, donde a los 17
años, ingresa en un colegio de jesuitas para estudiar
humanidades.
En el año 1563 toma los hábitos de la orden religiosa
Carmelita, adoptando el nuevo nombre de Fray Juan de San
Matías, al año siguiente se traslada a Salamanca para cursar
estudios de teología en su célebre Universidad. En el año 1567
es ordenado sacerdote, y adopta el nuevo y definitivo nombre
de Juan de la Cruz. Su ilustre paisana de Ávila, Teresa de Jesús,
trabó gran amistad con él y le integró en el movimiento de la
reforma carmelita que ella había iniciado.
En 1568 fundó el primer convento de Carmelitas Descalzos,
los cuales practicaban a ultranza la contemplación y la
austeridad. Unos años después, en 1577, sus intentos
reformistas de las órdenes monásticas, le llevaron a sufrir 9
meses de dura prisión en un convento de Toledo, acusado de
apóstata. De su cautiverio en aquella cárcel-convento de
14. Toledo, nace la composición de su obra cumbre: "Cántico
espiritual".
Para huir de la prisión conventual toledana, contó con las
influencias que ejerció su paisana Teresa de Jesús, ante la
duquesa de Alba. Con su huida dio en refugiarse en un
convento de Jaén y continuó con la reforma carmelitana,
fundando varios conventos por Andalucía.
En esta región llegó a ser nombrado Vicario Provincial de la
orden de Carmelitas Descalzos; pero siguió con su obstinación
de la reforma, lo que le llevó a enfrentamientos con la
jerarquía religiosa y a sufrir nueva prisión en el convento de
la Peñuela, en plena Sierra Morena, en donde culminó la
escritura de sus principales obras literarias.
Tras un nuevo enfrentamiento doctrinal en 1590, es
destituido en 1591 de todos sus cargos, y queda como simple
súbdito de la comunidad. Durante su viaje de vuelta a Segovia,
cae enfermo en el convento de La Peñuela de La Carolina y es
trasladado a Úbeda, donde muere la noche del 13 al 14 de
diciembre.
MUERTE EN UBEDA
Enfermedad de San Juan de la Cruz
En la pequeña celda del convento de Jesús María del Monte de
la Peñuela, fray Juan de la Cruz escribe a su amiga Doña Ana
de Peñalosa, el 21 de Septiembre de 1591, lo que sigue:
“Mañana me voy a Úbeda a curar de unas calenturillas que,
como ha más de ocho días que me dan cada día y no se me
quitan, paréceme habré menester ayudar de medicina; pero
con intento de volverme luego aquí que cierto, en esta santa
soledad me hallo muy bien”.
Sabemos que no pudo volver más a La Peñuela, no regresaría
más a esa soledad, a ese silencio creador.
15. Han llegado hasta nuestros días algunos datos importantes
sobre la enfermedad del carmelita, que describía a su amiga
como de calenturillas.
En su serrano retiro, fray Juan de la Cruz comenzó a sentir un
malestar de calenturas, que parecían proceder de la
inflamación de su pierna derecha. El reformador no se
preocupó en un principio de su mal, pero el empeoramiento
de su cuadro y la petición por parte de sus hermanos de que
debía acudir a un médico, hacen que tome la decisión de
ponerse en manos de un galeno.
Es significativo que en esos días otro hermano suyo de La
Peñuela había caído con el mismo mal. Les proponen a ambos
que partan a curarse a Baeza. Esta ciudad es a la que acudían
los enfermos del convento de Jesús María del Monte de La
Peñuela, ya que en el mismo carecían de médicos y medicinas.
Fray Juan se resistió en un principio, pero sobre todo tenía
claro que a Baeza no iba a partir. Le comentó al otro fraile
enfermo que él iría a Úbeda, ya que en esa ciudad no era
conocido, cosa que no ocurría en Baeza. El hermano aceptó su
decisión y le acompañó a esa ciudad.
Llegaron a Úbeda, y a los pocos días la enfermedad de fray
Juan de la Cruz se declaró con toda su intensidad. Su pie
inflamado había empeorado y se le habían formado cinco
llagas (6).
Fue atendido por el cirujano Ambrosio de Villareal (7), que se
vio obligado a sajar la pierna enferma. No utilizó en exceso los
calmantes y, según parece, su tijera fue generosa en su corte.
Se cuenta que el fraile enfermo comentó: “¿Qué ha hecho
vuestra merced, señor licenciado?”. “Hele abierto a vuestra
reverencia el pie y la pierna, y me pregunta qué le he hecho”,
contestó don Ambrosio. Fray Juan le dijo al hermano
enfermero Diego de Jesús: “Si es menester cortar más, corte y
enhorabuena y hágase la voluntad de mi señor Jesucristo”.
16. Su evolución fue cada día peor. Los medios terapéuticos que
podían utilizarse en aquella época eran muy escasos.
Desgraciadamente, los antibióticos no se conocían.
El cuerpo del enfermo parecía un retablo de dolores. Su
enfermedad no se limitaba a las piernas llagadas, se había
propagado a la espalda y un tumor se había abierto en ella.
Las múltiples llagas, su debilidad y el dolor le impedían
cambiar de postura. Colgaron del techo una soga que caía
sobre la cama, y asido a ella podía moverse algo.
Al enfermo se le escuchaba en ocasiones decir: “Más
paciencia, más amor, más dolor”.
La evolución fue cada vez peor, su enfermedad se generalizó a
todo su cuerpo y, finalmente, fray Juan de la Cruz falleció el
sábado 14 de diciembre de 1591 en Úbeda.
un estudio reciente ha revelado que su fallecimiento se debió
a una erisipela que apareció en su pierna derecha y que
degeneraría en una septicemia. A pesar de los cuidados
dispensados por un cirujano, su pierna no logró cicatrizar por
la entidad propia de la enfermedad y por la debilidad del
enfermo, fruto de sus continuos ayunos. Las horas del reloj de
la iglesia del Salvador en Úbeda (Jaén) marcaban las 12 de la
noche, invitando al paso del 13 al 14 de diciembre de 1591.
Un fraile salió de la celda en la que se encontraba fray Juan de
la Cruz, para tocar a maitines. Al oír las primeras campanadas
el fraile enfermo preguntó: “¿A qué tañen?”. Tras escuchar la
respuesta, exclamó: “Gloria a Dios, que al Cielo los iré a decir”.
Acto seguido, puso sus débiles labios en un crucifijo que
sostenía entre sus manos y musitó: “Señor, en tus manos
encomiendo mi espíritu”. Inclinó su cabeza y al momento
expiró. Su frágil cuerpo repleto de llagas, maloliente,
comienza en ese momento a despedir un olor a rosas (1).
17. Todo eso ocurría en Úbeda, mientras los carmelitas descalzos
del convento de La Peñuela, de donde había partido hacía
unas semanas, acuden a su iglesia. Van extrañados al oír el
sonido de las campanas en una hora tan inusual. Allí
encuentran al ya santo, celebrando la Santa Misa ayudado por
un ángel, quien, con un gesto bien expresivo, invita al
recogimiento a los sorprendidos religiosos, que aún no
conocían la noticia (2).
Tras su muerte, sus restos mortales salieron furtivamente de
Úbeda con destino a Segovia.
Inmediatamente tras su muerte, su cuerpo es despojado y se
inician los pleitos entre Úbeda y Segovia por la posesión de
sus restos. En 1593, éstos, mutilados, se trasladan
clandestinamente a Segovia, donde reposan actualmente. El
proceso de beatificación y canonización se inició en 1627 y
finalizó en 1630. Fue beatificado en 1675 por Clemente X y
canonizado por Benedicto XIII en 1726. Posteriormente, el 24
de agosto de 1926, Pío XI lo proclama Doctor de la Iglesia
Universal
Desde ese momento el convento de Úbeda se convirtió en un
foco que irradió la espiritualidad del místico carmelita
descalzo. Los religiosos de esta comunidad abrieron siempre
sus puertas a todos aquellos que se acercaban a conocer la
singular figura de fray Juan. Por fin, en 1978 se inuguró el
Museo San Juan de la Cruz recogiendo diversas reliquias y
18. otros recuerdos que se relacionaban con el Santo, así como se
preparaba al visitante un recorrido por su vida y su doctrina.
También se enriqueció con una notable biblioteca
especializada en temas sanjuanistas y de espiritualidad.
EL CONVENTO DE SAN JUAN DE LA CRUZ EN UBEDA
Se fundó en 1587. Aquí murió San Juan de la Cruz y aquí
se levantó al Santo de Fontiveros la primera iglesia, cuando
aún era solamente Beato. Construida sobre su primer
sepulcro, fue elevada después por los Pontífices a la categoría
de Basílica Menor. Abandonado el convento antiguo por los
frailes en 1835, fue comprado por algunas familias para
construir viviendas, cuando el inmueble salió a pública
subasta en 1843. Sólo se salvó la pequeña Basílica de San Juan
de la Cruz, reclamada por el Ayuntamiento de la ciudad, que
alegó ser de su patronato. Hasta la iglesia de San Miguel,
Patrón de la ciudad, fue transformada en cuadra para
sementales de remonta y después en casa de vecinos.
Restaurar la Orden en España, entrar los Carmelitas en
Andalucía y no fundar en Úbeda, era imperdonable. Los
Superiores 10 deseaban y los Obispos de Jaén insistían en la
restauración. Como se demorase mucho por falta de personal,
el Obispo de Jaén ofreció a las Hermanas Carmelitas de la
Caridad la Basílica del Santo para que fundasen y aceptaron.
En esto pasó por Jaén el P. Gregorio, que había sido coronel de
Estado Mayor y tenía cinco hijas monjas. Enterado por las
Carmelitas Descalzas de 10 que ocurría, intentó disuadir al
Obispo de su idea. Pero pasó un año y las Carmelitas de la
Caridad, apoyadas en la palabra empeñada por el Prelado,
comenzaron los trámites para entrar en posesión de la
Basílica. Alarmadas las Carmelitas Descalzas de Úbeda, escri-
19. bieron al P. Lucas de San Juan de la Cruz, quien puso en
conocimiento del Provincial 10 que pasaba. Este escribió, en
mayo de 1904, al Obispo tanteando el terreno; la respuesta no
debió ser muy satisfactoria, porque el Provincial se determinó
a enviar a Úbeda al P. Lucas, 10 que fue interpretado en la
Curia como intento de presión sobre el Prelado. El P. Lucas
tenía un amigo en la Curia, que le informaba puntualmente de
todo. La Madre General de las Carmelitas de la Caridad, al
conocer nuestros deseos, renunció a seguir adelante con su
propósito. El 1 de agosto de 1904 pidió el P. Lucas licencia
formal para la fundación, que el Obispo concedió, aunque
provisionalmente, ese mismo día, a condición de que se
obtuviera el permiso del Ayuntamiento de la ciudad, que a
instancia del mismo Padre otorgó gustosísimo, brindando su
protección.
Mientras se proseguían los trámites, se retiró a Córdoba
y después a Sevilla, desde donde, enterado que salía a la venta
la antigua huerta del convento, la compró.
Restaurada la Semiprovincia en 1905, aún no se había
dado ningún paso más. Fue el P. Fernando quien le dio el
impulso definitivo a la fundación. El 5 de octubre de 1905
consiguió por escrito y definitivamente el permiso del Obispo
D. Salvador Castellote y Pinazo, y el día 14 del mismo mes, el
P. Eladio de la Virgen del Carmen, primer Superior de la casa,
tomaba posesión de la Basílica de San Juan de la Cruz, que le
entregó el Arcipreste de la ciudad. Nada más se pudo
conseguir del Obispo, que no quería gravar la economía de la
diócesis con otras concesiones; solo se recuperó 10 que del
antiguo convento conservaban las Carmelitas, no, 10 que
había repartido por las demás iglesias de Úbeda. Más
adelante, el 29 de septiembre de 1930, la parroquia de Santa
María entregó el relicario con los dedos del Santo, que hoy se
venera junto con las demás reliquias en el coro de la Basílica.
Poco a poco se fueron comprando todas las casas construidas
dentro del antiguo recinto conventual; el Ayuntamiento
accedió además a que se cerrara el llamado callejón de los
20. frailes, que bajaba hasta el barrio de San Millán, atravesando
nuestra propiedad.
Se acomodaron al principio en una de las casas, que
estaba adosada a la Basílica. Desde marzo de 1914 a octubre
de 1915 se derribaron todos los edificios situados por encima
de la muralla, en lo que hoy es convento y huerta alta, y se
comenzó la construcción de dos cuerpos del edificio que,
haciendo escuadra con los muros de la antigua iglesia de San
Miguel y la Basílica, cierran un patio central.
Como homenaje de la Provincia al nuevo Doctor de la
Iglesia, San Juan de la Cruz, el Definitorio Provincial aprobó
reconstruir la iglesia de San miguel. Comenzaron los derribos
de las casas que ocupaban el solar de la antigua iglesia y,
según proyecto de Aníbal González, comenzaron las obras en
1927. El tesón del P. Ángelo del Purísimo Corazón de María
consiguió se abandonase este primer proyecto, porque era de
una sola nave. Bajo la dirección del Hº José Manuel se
construyó de tres naves.
El 9 de Junio de 1928 el Ayuntamiento exigió la
reparación de lo que quedaba del antiguo convento a
continuación de la Basílica del Santo, la portería y algunas
celdas, que amenazaban ruina. Prefirieron nuestros padres
derribarlo todo menos el muro y la puerta por donde es
tradición entró el Santo. El conjunto del convento e iglesia
quedó tal cual lo vemos hoy, pues en él no se han hecho
después más que obras de reparación o modernización. Con
gran solemnidad fue inaugurada la iglesia en septiembre de
1928.
En paz y entregada a la observancia más estricta, como
corresponde a una casa noviciado, vivió esta Comunidad hasta
la proclamación de la República. Durante la Guerra Civil el
convento fue asaltado y nuestros religiosos dispersados y
perseguidos. Finalizada ésta, el 28 de abril de 1939 salían
para Úbeda desde Córdoba en un camión del ejército el
Provincial P. Agustín y el Hº Carmelo. Aquí se juntaron con los
padres Claudio y Jorge e iniciaron la limpieza y puesta a punto
21. del convento. En mayo ya se pudo comenzar de nuevo la vida
regular, y como el edificio no sufrió daños, el 28 de junio pudo
celebrarse aquí el Capítulo Provincial. Desperfectos graves
solo sufrió la capilla del Sagrario, que fue reconstruida por la
familia Benavides en memoria de sus miembros fallecidos
durante la contienda. Las imágenes de la iglesia se fueron
reponiendo poco a poco y la Basílica fue reparada como mejor
se pudo. En 1943 hubo que ampliar el noviciado construyendo
celdas sobre la antesacristía.
La vida de la Comunidad volvió a su curso normal y con
gran solemnidad se celebraron, como correspondía a ciudad
tan sanjuanista, las fiestas centenarias del nacimiento del
Santo de Fontiveros.
Úbeda siempre ha sentido gran cariño por su Santo y sus
autoridades han prestado gran apoyo a toda iniciativa que
sirviera para engrandecer su figura. Este convento, relicario
de su Santo Padre, ha sido considerado como el corazón de la
Provincia. Por eso no ha descansado nadie tranquilo hasta ver
sus reliquias guardadas en una preciosa arqueta de plata. El
día 17 de noviembre de 1950, el Obispo de Jaén, en presencia
de las autoridades civiles y militares, del clero y pueblo de
Úbeda y de la Comunidad procedió al traslado desde su urna
primitiva a la recién construida. Sólo faltaba restaurar la
Basílica y hacerla digna de tan gran tesoro. En 1953, por
iniciativa del P. Pedro, secundada por la Comunidad y con el
apoyo de toda Andalucía y Argentina, se iniciaron las obras de
embellecimiento y restauración, dirigidas por el artista
malagueño D. Francisco Palma Burgos. El 25 de Agosto de
1957, fue inaugurada con grandes festejos la remozada
Basílica con la asistencia del Sr. Obispo de Jaén y de gran
número de religiosos y pueblo congregados en Úbeda ante tan
fausto acontecimiento. Nuevamente vibró Úbeda de fervor
sanjuanista el 24 de noviembre de 1959, con motivo de la
inauguración, en la plaza de San Pablo, de un monumento al
Santo, obra también de Palma Burgos. Con este motivo se
proclamaron unos juegos florales, que culminaron con una
22. fiesta de la poesía en un céntrico teatro de la ciudad. A las
fiestas religiosas de la mañana asistió el Sr. Obispo y los
Superiores de la Provincia. En otras muchas ocasiones ha sido
festejado el Santo Doctor Místico por los Carmelitas, la ciudad
y diversas asociaciones provinciales y nacionales (en la
actualidad, cada noche del 13 de diciembre, noche en que el
Santo se fue “a cantar maitines al cielo” se celebra la
evocación de su muerte, armonizada por los cantos del Grupo
Polifónico que lleva su nombre).
Durante el trienio en que fue Superior de la Comunidad
el P. Germán Mª del Niño Jesús, se llevaron a cabo las obras de
modernización de la iglesia, adaptándola además a las nuevas
leyes litúrgicas. Las pinturas del presbiterio (obra de
Maldonado) y los dos altares laterales del crucero son de este
tiempo. En los últimos años se han ido completando las dos
naves laterales con tres altares cada una de ellas.
Después, con todos los objetos que tenían alguna
relación con San Juan de la Cruz y que habían ido reuniendo
con cariño los diversos religiosos de la Comunidad y de la
Provincia, se ha formado un pequeño Museo y una Biblioteca
Sanjuanista. También se ha construido una Casa de
Espiritualidad que se ofrece a cuantos quieran acercarse a ella
para encontrarse con Dios.
PREVIA A LA VISITA
Vais a pasar a ver el oratorio de san juan de la Cruz, vais a
disfrutar de una de los lugares más simbólicos, de
recogimiento y de admiración que tiene Úbeda, y una joya del
Convento de los PP Carmelitas.
Permitidme despedirme de esta charla de nuevo con unas
breves notas de la Noche Oscura, un texto que es sin duda, la
contemplación de la subida del alma, desde la oscuridad más
intensa, al encuentro con DIOS, la más alta experiencia mística
que el alma humana y el espíritu desligándose de las pasiones,
23. humanas, de sus miserias, de sus dolores, pasa a una
búsqueda interna de sí mismo, aceptar la vulnerabilidad, la
miseria personal, para ser aceptado y amado, pero también
aceptado y amado por Dios....el paso de esa noche oscura da
paso a la luz, iluminación del ama, desde su pureza, desde un
amor limpio y puro con amparo de la Fe, con la mano del
creador y con el convencimiento que el ser humano es un
simple instrumento de la mano de Dios, y que no busca otra
cosa que la contemplación de Dios en todas sus expresiones
externas...
San Juan de la Cruz cree en el amor como vehículo de
contemplación de Dios, del alma,
Y solo nosotros estamos llamados a comprender y a vivificar
esa llama de amor viva dejándonos en manos de El y
aceptando su voluntad como vínculo de sacrificio y de
compromiso desde nuestra Fe.....+
Su cántico es una espiritualidad que traspasa el cuerpo, una
vida interior que es proclamada en un verso para que todos
podamos santificar y vivir una vida espiritual plena para el
hombre y por el hombre.....Todo está en torno al Amado (Dios)
que busca su esposa ( Iglesia) y el Esposo (Cristo) la unión de
los 3 da lugar a la deseada contemplación y el éxtasis .....
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.