Los trenes de alta velocidad ofrecen una alternativa de transporte rápida y eficiente para viajes de mediana y larga distancia. Pueden alcanzar velocidades superiores a 300 km/h, lo que reduce significativamente los tiempos de viaje entre ciudades. Además, son más respetuosos con el medio ambiente que otros modos de transporte como los aviones o los automóviles.