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Rol del profesional de la información en la sociedad de la información
1. Ensayo: Rol del profesional de la información en la sociedad de la información.
Carrera de Gestión de Información, Bibliotecología y Archivística
Asignatura de Comunicación Interactiva
Nombre: Álvaro Martínez D.
Fecha: 21/05/12
Rol del profesional de la información en la sociedad de la información
Una de las características que debería poseer el profesional de la información actualmente,
es el considerar al usuario como un actor que ya no se limita solamente a recibir
información, sino que asume un rol de manera más activa, es decir involucrándose con los
diversos contenidos, así como interactuar con otros usuarios. Ante esto, se puede plantear la
siguiente pregunta: ¿Qué significa o cómo debe el profesional de la información
desenvolverse ante dicha situación? Tal vez, en lugar de buscar una respuesta directa ante
la pregunta, se podrían exponer los cambios que este profesional debe tener en su
formación, para así hacer frente a nuevos y demandantes requerimientos. Existen ciertas
habilidades o competencias, entre las cuales están los conocimientos básicos,
conocimientos prácticos y junto a éstos, comportamientos o actitudes (Pirela Morillo
Johann; Peña Vera, Tania (2004).Nuevos desafíos para la formación del profesional de la
información frente al surgimiento de la cibersociedad: un enfoque de competencias. Revista
Investigación Bibliotecológica Núm.38, vol.19, enero/junio de 2005, pp 118-139) los
cuales, combinados ayudarían a perfilar de la mejor manera posible a dicho profesional.
Las competencias laborales son los conocimientos básicos, aptitudes y habilidades que se
usan para poder desenvolverse dentro del ámbito del trabajo, tratando de integrar todos
estos factores.
Actualmente, en múltiples y variados medios de comunicación, se habla de la “Sociedad de
la Información”, pero sería conveniente precisar qué es, o al menos que se entiende por este
concepto. Debido al enorme cúmulo de información disponible y que constantemente crece
no de manera directa sino exponencialmente, la sociedad tendría al menos en principio que
colocar a disposición de la manera lo más equitativa y eficazmente posible a sus
2. componentes, que son los individuos que la conforman. Sin embargo, no basta solamente
con poner a disposición la información porque sí, sino que además es necesario
reconocerla, ordenarla, y disponerla de manera tal, que sea un aporte para la discusión y
posible reflexión, con lo cual se estaría pasando desde la mencionada “Sociedad de la
Información” a una “Sociedad del Conocimiento”. En la actual sociedad, pese a que en un
número considerable de textos se habla de “Sociedad del Conocimiento”, para poder hacer
una correcta búsqueda de información o saber orientarse dentro de los datos existentes, es
necesario tener un cierto cúmulo de conocimientos (lo cual depende de entre otras cosas,
del factor socio-económico de los usuarios), sin los cuales es difícil encontrar dicha
orientación. Ante este paso desde la “Sociedad de la Información” a la “Sociedad del
Conocimiento”, también está presente el modo en el cual las instituciones se estructuran y
funcionan. Si bien, el tradicional esquema de trabajo vertical-piramidal sigue siendo usado,
es también probable que las organizaciones, ya sean públicas y/o privadas, adopten de
manera cada vez más frecuente, una estructura conformada por grupos de trabajo en sus
distintas áreas, para llevar a cabo determinadas labores.
En cuanto a la interacción usuario-profesional de la información, el modo más tradicional
de atención hacia el primero, es que realice sus consultas en un mesón o en el catálogo de
un determinado sistema de bibliotecas. Con la Web 2.0, cuyo esquema generaría múltiples
polos de conocimiento, se podría dar una interacción simultánea con otros usuarios. Lo
mencionado en este párrafo, junto a la temática de la “Sociedad del Conocimiento” podría
generar otras interrogantes como la siguiente: ¿Hasta qué punto el profesional de la
información puede “impulsar” el conocimiento hasta sus usuarios? Esto porque, si bien se
pueden disponer de variadas formas para presentar la información, sería necesario
reconocer que los usuarios (entendidos como público general) también deberían tener la
disposición de acercarse a las Instituciones (Bibliotecas, Archivos, Centros de
Documentación, entre otros). Esta interacción también podría originar una
retroalimentación, es decir que los usuarios, a través de sus demandas y necesidades,
ayuden a que los profesionales se den cuenta de lo que realmente se necesita, y el modo en
el cual se puede tener a disposición la información. El flujo unidireccional de la
información se ve alterado con la participación del usuario, ya que éste también a su vez
sería capaz de aportar a otras personas y a los mismos profesionales.
En el trabajo “Propuesta que integra los sistemas de gestión bibliotecaria con las redes de
telefonía móvil” (Ciencias de la Información Vol. 43, No.1, Enero-Abril,pp 21-27,2012) se
analizan las nuevas tecnologías y la idea que los usuarios puedan acceder a través de
teléfonos móviles a los recursos de las bibliotecas. Esto proporciona una enorme
oportunidad al público de poder acceder y consultar el material existente, y le planteará a
3. las instituciones un desafío en cuanto el atender todas demandas de información, las cuales
incluyen el recibir mensajes, llamadas, etc. y obviamente responderlas, por lo que implica
una nueva dinámica para poder responder a dichos requerimientos. Es por este motivo, que
muchas bibliotecas de manera creciente han creado versiones móviles de sus catálogos,
para facilitar el acceso a sus recursos. ¿Cómo se organizarán las bibliotecas ante esto?, ya
que puede resultar difícil, que un profesional(es) que tenga que atender personalmente a
usuarios y llevar a cabo otras funciones, esté pendiente de lo que es requerido a gran
distancia de su ubicación física, lo cual conllevaría posiblemente, a tener que disponer de
personal específico para responder ante tales demandas.
En el caso particular de los blogs, al ser espacios que pueden ser discutidos en base a un
tema determinado, por ej. la creación de blogs sobre contenidos específicos referentes a la
bibliotecología, tal vez podría dar mejores resultados que un blog sobre bibliotecología en
general, ya que al definir un contenido, permite dar una opinión más certera, lo mismo que
las opiniones de los lectores ante un determinado tema. El desarrollo de un blog podría
generar oportunidades interesantes, como el dictar cursos en el mismo blog, juntando una
serie de herramientas, por lo que podría ser una alternativa a la concurrencia de cursos
presenciales. El blog entonces, pasaría a constituirse en un recurso en línea colaborativo
para los profesionales de la información. Esto a través de la inclusión de noticias,
reflexiones, sugerencias, artículos, entre otros, y el enlace con otros recursos web tales
como videoconferencias. La necesidad de definir un tema dentro de un blog, se debe a que
es creado dentro de un ámbito profesional, sin fines netamente sociales.
Una buena oportunidad en el caso de Chile, sería que el blog tuviera la oportunidad de
integrar y dar a conocer las opiniones e ideas de profesionales, no solamente de la Región
Metropolitana, sino que también de otras regiones, ya que estos muchas veces no tienen el
espacio necesario para manifestar sus propias ideas, que pueden ser igualmente
provechosas, y de esta manera generar un mecanismo de retroalimentación entre las
distintas regiones y zonas de Chile. Una vez afianzado, está la posibilidad de seguir
incrementando el flujo informativo, con las visiones de gente de otros países, que
contribuyan a enriquecer los conocimientos de los profesionales en esta área. Este blog
tendría que poseer la característica de estar limitado a la comunidad bibliotecológica
nacional.
Otro aspecto a considerar, tal como se han visto en lecturas anteriores, y tomando en cuenta
el desarrollo de la Web 2.0, es que el bibliotecario debe preocuparse no solamente de poner
a disposición los conocimientos para quien lo necesite, sino que también debería
4. preocuparse y velar por la veracidad de la información que está entregando. Para esto,
influyen varios factores, como la cultura/conocimiento que el profesional disponga y
también el hecho de tener una actitud crítica, es decir preguntarse si la información que
entrega va a significar un impacto positivo y se ajuste a las necesidades que el público
tenga. Junto a esto, hay otras consideraciones, una de ellas el derecho de propiedad
intelectual, que implica el respeto por la autenticidad de la información. Esto es importante
para evitar lo que se conoce como “indigencia informativa” dentro del amateurismo digital
(Cobo Romaní, Cristóbal; Pardo Kuklinski, Hugo.2007.Planeta Web 2.0.Inteligencia
colectiva o medios fast food, capítulo 4, pp 93), en el cual los usuarios hacen publicaciones
de dudoso valor y calidad y de manera desorganizada. En este plano, estando en una
situación de duda ante la información, el rol del profesional de la información es saber dar
la información correcta, por lo tanto no siempre puede darse un ambiente de intercambio
“abierto” de una parte a otra y viceversa, sin tener en consideración lo anteriormente
mencionado.
El modo en el cual los profesionales de la información interactúan entre sí (bibliotecario-
documentalista, ingeniero en informática, técnicos en biblioteca, archiveros, entre otros), da
la posibilidad de una mejor toma de decisiones en distintos planos: en la administración,
desarrollo de bases de datos, gestión de documentos, entre otros. Esto conjuntamente
debería repercutir al momento de tomar decisiones para una institución en sus diversas
áreas, tanto para la institución misma, como en su relación con el público general. Una
consideración importante, es ir desarrollando conocimiento en cuanto a las tendencias de
búsqueda de los usuarios(es decir que temáticas son buscadas preferentemente, a su vez
dentro de las temáticas, cuales subtemas son los más requeridos, referencias que se tienen
para buscar, etc.), y de esta manera si bien no predecir, tener en cuenta el comportamiento
de la persona que busca, y así enfocar de la mejor manera posible los procesos de búsqueda.
Desde el punto de vista de la formación de un profesional, y debido a los distintos campos
de desarrollo que se van explorando, el título ya sea profesional o técnico proporciona una
base para seguir especializándose en determinadas áreas, ya que es imposible que en un
determinado ciclo formativo se abarque todas las áreas de la Sociedad de la Información,
ya sea porque estas mismas se van haciendo más complejas, se ramifican y se unen con
otras áreas, originando a su vez nuevos campos investigativos, laborales y de desarrollo. Es
por esto, que el profesional de la información debería tener presente que su aprendizaje no
termina hasta un determinado punto, sino que debería irse incrementando paulatinamente.
5. Como conclusión, el rol del profesional de la información va cambiando de acuerdo a una
serie de factores como su formación, requerimientos, tecnologías, interacción en su grupo
de trabajo, necesidades de las instituciones, etc., estando inmerso en la “sociedad de la
información”.