Pedro Armestre es un fotoperiodista que ha cubierto historias en países como Somalia, El Salvador y España. Ha enfocado su trabajo en temas sociales y medioambientales, a pesar de que la gente no siempre quiere conocer la realidad de estas situaciones. Armestre cree que el periodismo actual enfrenta el desafío de las noticias falsas y la desinformación. También sostiene que el cambio debe venir de abajo, a través de pequeños gestos individuales que generen un gran impacto colectivo frente a la catástrofe ecológica.
como me enamore de ti (1).pdf.pdf_20240401_120711_0000.pdf
Fotoperiodista Pedro Armestre analiza medios y crisis ambiental
1. El fotoperiodista Pedro
Armestre analizó en
Santander la situación
de los medios, la
catástrofe ambiental y
el modelo social actual
ÁLVARO G. POLAVIEJA
SANTANDER. El estrés hídrico pro-
vocado por multinacionales del
sector de los refrescos en El Sal-
vador, la inseguridad y el reto emo-
cional de retratar la situación so-
cial de Somalia –madres sin hi-
jos, hijos cadáver, niños soldados,
soldados corruptos–, retratar el
deshielo del Ártico, anegarse du-
rante semanas en las negras cos-
tas de Galicia en la crisis del Pres-
tige, esquivar miradas y señala-
mientos en el País Vasco de los
tiempos de ETA. Nicaragua, Gui-
nea, Marruecos, Rumania, Ban-
gladesh... También meterse en el
fuego con las cuadrillas de extin-
ción durante los incendios fores-
tales, salir corneado cubriendo el
Toro de la Vega –cuarenta y cin-
co centímetros en la pierna, cua-
tro meses de hospital–, y varios
accidentes en coche, un aterriza-
je forzoso en avioneta, amenazas
con machetes en medio de la sel-
va... La trayectoria del fotoperio-
dista Pedro Armestre (Galicia,
1972) parece una película, pero
es tan real como la vida misma.
Porque eso es precisamente lo que
se ha dedicado a retratar, le cos-
tase lo que le costase, desde que
en 1993 comenzó su andadura
profesional.
Armestre ofreció el pasado vier-
nes una conferencia en el Casyc
invitado por la Asociación Profe-
sional de Fotoperiodistas Cánta-
bros. Durante dos horas habló de
muchas de las realidades que ha
cubierto, de su etapa en algunos
de los medios de comunicación
más prestigiosos de España y del
mundo, de la situación actual del
periodismo o de la catástrofe me-
dioambiental que la Humanidad
está provocando y que ha com-
probado en primera persona en
distintos puntos del planeta. Una
apuesta vital y profesional arries-
gada porque, como él mismo re-
conoce, se ha dejado «muchas co-
sas por el camino, la familia, los
amigos... He tenido muchos líos,
con los medios de comunicación,
con empresas, con la Justicia». Sin
embargo, tras más de 25 años de
experiencias mira atrás y no es
capaz de encontrar nada negati-
vo en su profesión: «Siempre he
ido avanzando según mi criterio
y considero que ésta es una pro-
fesión de largo recorrido, un ma-
ratón. Ahora que tengo una posi-
ción asentada y visto en perspec-
tiva, no le encuentro nada malo».
Para él, el fotoperiodismo «se ha
convertido en una herramienta
que me ha permitido acceder a
mundos que de otra forma serían
inalcanzables». Aunque muchos
de esos mundos sean los que des-
cribió durante el coloquio: los que
mucha gente no querría pisar ni
por casualidad.
El fotorreportero, que trabajó
durante más de una década para
la agencia France Presse y que hoy
en día lo hace para organizacio-
nes como Save the Children o Gre-
enpeace, ha enfocado siempre su
trabajo a temas sociales o relacio-
nados con el medio ambiente. Dos
ámbitos complejos porque «la gen-
te no siempre quiere saber, cono-
cer realmente la situación». Des-
de su punto de vista, «la sociedad
solo quiere escuchar lo que sus
oídos quieren oír. La gente solo
atiende al periódico, la radio y la
televisión de su tendencia ideoló-
gica, solo se relaciona con quie-
nes piensan como ellos... Y con
esa actitud no hay crecimiento,
no hay enriquecimiento personal
ni evolución». Cuestionado sobre
el papel de los medios en una so-
ciedad tan polarizada, Armestre
señala que en ese sentido «los me-
dios están reproduciendo los pa-
trones que se imponen en la so-
ciedad, es una serpiente que se
muerde la cola». Una situación
que desde su punto de vista tiene
su base en el sistema económico
que caracteriza a este mundo glo-
bal: «El problema de fondo es esta
sociedad del consumo que tiene
que tener un crecimiento cons-
tante, según han decidido los po-
deres políticos y económicos, has-
ta el punto de que el propio capi-
talismo considera como un daño
colateral el desastre medioam-
biental si eso justifica el creci-
miento del sistema. Da igual car-
garse bosques y mares si eso ga-
rantiza el crecimiento, cuando lo
que realmente sostiene al siste-
ma son esos bosques y esos ma-
res». Por ello, aunque se conside-
ra una persona positiva, cree que
como sociedad «vamos camino
hacia a la destrucción absoluta
por la superpoblación y el afán
consumista». Si hay esperanza,
para Pedro Armestre pasa porque
las personas tomen conciencia de
que «los pasos para cambiar el
modelo económico se tienen que
dar desde la base. Esa base somos
nosotros, todos, en nuestro día a
día. Y podemos plantear peque-
ños cambio que a la larga y entre
todos tengan un gran impacto».
Periodismo
Esa toma de conciencia social pasa
en gran medida por los medios de
comunicación. En ese sentido,
desde su perspectiva «el gran pro-
blema ahora mismo son las noti-
cias falsas y lo difícil que es loca-
lizarlas. Es fundamental saber dis-
tinguirlas y veo que a la sociedad
en general le cuesta, porque mu-
chas veces ves que la gente las
comparte». Y cita: «Es un proble-
ma porque, como dijo Göbbels,
cuando una mentira se repite mil
veces se convierte en verdad. El
exceso de información genera de-
sinformación, porque uno ya no
tiene capacidad para leer y asimi-
lar todo lo que le llega; si a eso le
añades que mucho de lo que lle-
ga es falso, el problema está asegu-
rado». El impacto de la revolución
digital, que valora positivamente
en diferentes sentidos, también
retrata esta nueva situación: «Hoy
en día cualquiera puede opinar,
se ha roto esa jerarquía que exis-
tía antes y que de alguna forma
servía de criba. Ahora cualquiera
escribe un tuit, lo viraliza y marca
tendencia aunque no sepa nada
o no sea nadie. En ese sentido es
un escenario absurdo y peligroso
porque al final la desinformación
crece, genera alarma y distorsio-
na la imagen de la realidad».
Esa realidad, o su cara más
compleja, dura y difícil, es la que
este fotorreportero ha tratado de
retratar a lo largo de su carrera,
siempre en base a sus propias
premisas: «Cuando hago fotos
siempre hay partidarios. Con la
tauromaquia, por ejemplo, mi in-
tención es evitar estar a un solo
lado, quiero estar en todos por-
que si sólo hablan bien de mí unos
es que mi trabajo solo sirve para
una parte de la sociedad». No po-
sicionarse es una premisa esen-
cial en su enfoque profesional:
«Si me posiciono no hago fotope-
riodismo, sino comunicación. Así
que trato de no hacerlo nunca, de
ir siempre únicamente a descri-
bir lo que está pasando». ¿Cómo?
«Buscando una imagen de impac-
to, una fotografía que condense,
retrate y permita conocer aque-
llo que sucede».
Armestre explicó su trabajo en zonas y países como Somalia, El Salvador, el Ártico o España. ALBERTO AJA
«La gente no siempre quiere saber y
conocer realmente lo que está pasando»
LAS FRASES
PERIODISMO
«El gran problema
del periodismo hoy
en día son las
noticias falsas y la
desinformación»
CATÁSTROFE ECOLÓGICA
«El cambio tiene que
venir desde la base:
con pequeños gestos
podemos generar
un gran impacto»
53Jueves 05.03.20
EL DIARIO MONTAÑÉS CULTURAS