Fichas de las obras seleccionadas en las orientaciones para la prueba de acceso a la universidad. Material elaborado por el profesor Antonio Casquet Chacón para los alumnos/as del Colegio Ave María Casa Madre de Granada
1. El Sacrificio de Isaac
Escultura renacentista española. Escuela castellana
Alonso Berruguete (Paredes de Nava, Palencia, 1489-Toledo,
1561)
Escultura exenta, 1526-1532, madera de nogal tallada y
policromada.
Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Procedente del retablo del monasterio de San Benito el Real de
Valladolid. 89 cm. de altura.
El Tema.-
La escultura representa a Abraham que está apunto de sacrificar a
su amado hijo Isaac por mandato divino. El padre está de pies con
una pierna adelantada y sujeta por el pelo a su hijo que está
agachado y con una rodilla hincada en el suelo. Berruguete opta por
el momento de máxima tensión justo cuando el padre está apunto
de quitarle la vida a su hijo, ningún elemento hace referencia al
ángel enviado por Yahvé para detenerlo en su propósito. Así las
imágenes de padre e hijo tienen una fuerza y carga expresiva
inigualables.
Características.-
Las formas son claramente manieristas, el grupo escultórica
hace gala de esa refinada forma serpentinata que le permite la
elevación en espiral de todo el conjunto.
Parece indudable que la obra de Berruguete tiene ecos de la
obra realizada por Donatello con la misma temática, no obstante
las figuras del español adquieren una mayor fuerza y
expresividad influenciadas quizás por el descubrimiento en
aquella época del grupo escultórico helenístico del Laocoonte.
Figuras enjutas y nerviosas de canon alargado, diez cabezas, y
actitudes inestables, de gestos intensificados enormemente
expresivos.
2. El dramatismo al que el
artista da preminencia en
detrimento de las formas
anatómicas realistas. Los
personajes ataviados con
ligeras prendas decoradas
por la técnica del dorado
muestran gran parte de su
cuerpo desnudo donde el
artista plasma un
perfectísimo encarnado de
gran naturalidad.
Trabaja de manera nerviosa y rápida, cometiendo en ocasiones
incorrecciones que corrige con el pincel al policromar la obra.
Alonso de Berruguete escultor y pintor, realizó otras imágenes para el retablo
de San Benito de Valladolid, destacando el San Sebastián, San Cristóbal con
Jesús al hombro o San Jerónimo. A medias con otro escultor, Felipe Bigarny,
realizó la sillería alta del coro de la Catedral de Toledo, en madera sin
policromar y alabastro.
Figura cumbre de la escultura castellana de todos los tiempos.
Contemporáneo del también escultor Juan de Juni.
En el rostro de Isaac bañado de lágrimas se pueden apreciar varias expresiones
simultáneas: terror, aflicción, desvalía y también rabia. Es un ser humano que no
entiende la trascendencia de lo que está ocurriendo y se ve impotente para
poder detener el sacrificio que acabará con su vida, el bien más preciado para
toda criatura.
3. Santo Entierro.
Escultura Renacentista Española. Escuela Castellana. Valladolid.
Juan de Juni, Joigny, (Francia) 1507 - Valladolid 1577.
Escultura exenta, grupo escultórico de siete figuras, entre 1541 y 1544. Madera tallada y policromada.
Museo Nacional de Escultura de Valladolid.
Procedente de la capilla funeraria del franciscano Fray Antonio de Guevara, escritor, cronista del emperador Carlos y
obispo de Mondoñedo, en el convento de San Francisco de Valladolid.
4. El tema.-
Seis figuras dispuestas en torno al Cristo yacente, distribuidas en torno a un eje que divide el grupo de la Virgen y San
Juan, preparando el cuerpo de Cristo muerto para su Entierro.
Características.-
Inspirada en precedentes franceses e italianos como la cabeza poderosa de Cristo inspirada en el Laocoonte, hasta
las evocaciones miguelangelescas en el resto de los personajes.
Su composición es simétrica, el movimiento y actitud de una figura es contrarrestado en el lugar opuesto por otra
similar, lo que muestra el clasicismo del artista y pensada para una visión frontal.
Juan de Juni establece una ordenación de los personajes concentrados en la figura yacente de Cristo, pero agrupados
en volúmenes en una estudiada disposición del movimiento como si se tratara de una danza sagrada.
El grupo resulta un tanto teatral, en los gestos y actitudes de los personajes, gesticulantes y expresivos, observa a
José de Arimatea, el personaje de la izquierda que establece una relación visual con el espectador, mostrando
apesadumbrado una espina de la corona.
La obra presenta una talla apuradísima y detenida, trabajada hasta el más insignificante detalle.
La policromía añade un efecto de gran realismo.
Juan de Juni repitió el tema del Santo Entierro para
la catedral de Segovia en su periodo final.
Otras obras importantes suyas son el gran retablo
de La Antigua del Burgo de Osma y el de la Capilla
de los Benavente en Medina de Rioseco.
Durante el primer tercio del siglo son obras
destacadas en el campo de la escultura en mármol
los sepulcros de la Capilla Real de Granada de Los
Reyes Católicos y de Juan de Castilla y Felipe de
Borgoña.