Trabajo académico de la tercera evaluación de la alumna Elisa Rodríguez. Se repasa la pintura de Picasso y de las vanguardias a partir de la segunda década del siglo XX. En otro capítulo se analizan estilos y autores de la segunda mitad del siglo XX.
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
Pintura contemporánea desde Picasso a nuestros días. Por Elisa Rodríguez.
1. EL ARTE POR EL ARTE del CUBISMO a las TENDENCIAS ACTUALES PINTURA CONTEMPORÁNEA
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3. Eje cronológico comparativo movimientos, artistas, obras y acontecimientos. Exp. abstracto americano Informalismo Arte español cinético Exp. y op-art Figurativo Pop-Art Hiperrealismo Arte conceptual Cubismo a) Analítico b) Sintético Futurismo Exp. satírico Neoplasticismo Mondrian Suprematismo Málevich Kandinsky Abstracción Surrealismo Dalí Miró Magritte Marinetti Balla Boccioni Duchamp Dadaísmo Grosz Solana Pollock Rothko Picasso Braque Léger Gris Tapies Millares Saura Equipo Crónica Bacon Vassarely Duchamp Estes López En el período que abarca los años que atraviesan las dos guerras mundiales se suceden de manera vertiginosa una cascada de vanguardias (entre 1910 y 1970, pero sobre todo la primera década del XX y el comienzo de la 2ªGM) como resultado de los estragos de la guerra, pero también por el derrumbamiento del arte moderado anterior contra el que los nuevos artistas, rebeldes, polifacéticos y llenos de sentimientos contradictorios, se levantan. Surgen así personalidades brillantes que evolucionan a lo largo del tiempo, como la de Picasso o Duchamp, que instauran el arte moderno como lo conocemos hoy: libre y lleno de matices.
4. Como todos los movimientos se influyen entre sí y se suceden unos muy cerca de otros, especificaré los años , así como su situación geográfica para que nos sea más fácil relacionarlos.
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7. EL GUITARRISTA CIEGO Comprobaremos las características mencionados en este ejemplo del período azul de Picasso. En primer lugar, destaca el tema, la pobreza, en este caso acompañada de la mendicidad y la miseria, que despierta en nosotros la compasión. Negando el fondo totalmente, o sumiéndolo en una masa de brumas a base de bandas de tonos uniformes en gradación, centra nuestra atención en la vejez. En la utilización del blanco, en el gigantismo de las figuras que veremos consolidado en la época clasicista posterior. Esta exaltación casi morbosa de la vejez toma cuerpo en la noche, ideal para ambientar el frío y la piel congelada del hombre anciano, cuyos reflejos blancos parecen ser los huesos famélicos y las piernas estar quebradas. Deja caer la cabeza en señal de fatiga doblándose en una postura retorcida, con el hombro descubierto, que nos recuerda a un escorzo de Miguel Ángel. Todo conduce a ese impacto, incluso repugnancia: el a largamiento de los miembros al estilo de El Greco, las manos huesudas… El segundo elemento a destacar es la guitarra, que le añade aún mayor melancolía y que lo termina de concretar como espectáculo.
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10. INFLUENCIAS Paul Cézanne, con las Bañistas. Reduce la realidad a formas básicas. Georges Seurat y Signac Tendencia a la geometrización Exposiciones retrospectivas Se acerca al expresionismo Románico : sencillez, poca perspectiva Escultura ibérica : lo arcaico, figuras esquemáticas Arte tribal africano : máscaras planas, irreales Fauvismo : Colores estridentes Art Nouveau : Figuras curvilíneas Seurat Plaza barcelonesa Escultura de Gosol
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17. TRES M Ú SICOS Este cuadro siempre me ha gustado porque me resulta extrañamente feliz. Sigue manteniendo en el medio el traje de arlequín, lo que aún le liga a lo anterior, aunque ahora lo resucita con un amarillo limón y un rojo anaranjado. La sencillez pueril de la composición (los ojos parecen hechos con punzón) la hace cercana al espectador. Contrasta el negro de la derecha con el blanco de la izquierda, dos de los personajes parecen tener barba (para lo que utiliza diferentes texturas que le dan un matiz preciosista a la obra, rayas muy juntas paralelas y un enrejado parecido al de las abejas en el otro). Me parece que recoge sus dos primeras etapas pero haciéndolas florecer: el azul cadavérico ahora es un azul eléctrico, intenso, lo que llamamos en óleo un ultramar. El rosa y ocre pálido son ahora vivos sienas o marrones opacos que realzan las figuras. La obra tiene vida propia, todo hay que decirlo: es crucial el hecho de que tenga su particular sonido, es decir, a mí se me contagia la silenciosa algarabía que parecen destilar estos tres estrambóticos personajes, cuyas manos minúsculas no llegan ni a sostener el Instrumento, lo que resulta cómico. Pertenece a la etapa decorativa porque aunque es totalmente ecléctico, como hemos explicado, y sigue utilizando formas geométricas, las figuras se alejan mucho de aquel cubismo sintético que desintegraba el cuadro por completo, aquí no hay que recomponerlo, sino que cumple además de una función decorativa, la de mantener un diálogo con el espectador, mediante contrastes de frío y calor consigue un efecto agradable. Vemos de nuevo cómo las figuras se posicionan sin profundidad ocupando como un gran templo griego, casi la totalidad de la composición.
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23. Por lo visto, Picasso realizó muchísimas versiones de las Meninas de Velázquez, a quien admiraba terriblemente. Tenemos así la oportunidad de comparar ambos artistas: Velázquez, muy fiel a la realidad, pintor español clásico, también un maestro, pero que se conforma con pintar la realidad como es, mientras que Picasso quiere ir más allá, abre las puertas a la pintura de hoy con su obra que no sólo niega lo anterior, sino que aporta muchas cosas nuevas, eliminando convenciones y reglas, como la profundidad o el realismo. En estas obras comprobamos que las ha escogido con la intención de quitarle aquello que de lo antiguo no le gustaba afirmando además que puede expresarse lo mismo de mil maneras. Despoja la imagen de la izquierda de esos colores lúgubres que caracterizan los interiores aportándole otros muy vivos como el azul del pelo, modificando la realidad, pero de forma comprensible. La inferior derecha es muy interesante porque coloca los personajes en lo que podemos tomarnos la licencia de llamar planos, es decir, cada uno tiene un lugar dentro de un conjunto de líneas que forman confusos planos. Según lo que hemos aprendido, podríamos clasificarlas: la primera dentro del cubismo decorativo, por su colorido y sencillez, la inferior en el cubismo primero, por las acentuadas formas geométricas y la superior, la más fiel, creo, en su época última de tonos grises y negros que esconden el cansancio y madurez de un artista turbulento y cambiante. LAS MENINAS
24. E L G U E R N I C A Ya he analizado este cuadro años atrás incluso lo he pintado, es uno de los celebérrimos picassianos. En primer lugar, me gustaría analizar a la mujer, me parece la más emblemática, quizá la más expresiva. La quebrada postura imposible en un retorcimiento de dolor, expresa con la más absoluta certeza el salvajismo de la naturaleza humana, así como la desesperación y el dolor más desgarrado, que Picasso explota utilizando un espectro apagado y pesimista. Es un símbolo más el hecho de que componga el cuadro un collage de periódico y diferentes materiales que dan la sensación de que la guerra ha descompuesto los cuerpos hasta tal punto que se caen a pedazos. Es genial cómo destroza las formas llevando al límite ese expresionismo. Observamos la expresividad enorme que adquieren pies y manos, alzadas al cielo, enormes, parecen vendadas, o las bocas abiertas en un mudo grito de horror. Es llamativa también la presencia del toro como símbolo de España, o del caballo encabritado por la guerra. Todo el cuadro destila un movimiento impresionante, una agitación conmovedora que horroriza, donde se presencian a partes iguales tanto la muerte como el intento inútil y ahíto de volver a la vida.