3. En la Antigüedad, en torno
al solsticio de invierno, los
romanos celebraban una de
sus fiestas preferidas. Las
Saturnales, en honor a
Saturno, el dios protector de
la agricultura, de los
sembrados y de las
cosechas.
4. Era el fin del ciclo agrícola,
simbolizado en una estrecha relación
entre lo natural y lo humano, entre lo
sagrado y lo profano.
5. Decembris era el
décimo mes del
calendario de
Rómulo, otoño, el
tiempo en el que se
recogían las cosechas.
7. Durante la República romana, y hasta
la dictadura de Julio César, la fiesta de
las saturnales se celebraba el 17 de
diciembre.
8. A continuación, según la tradición, se
oficiaba un gran banquete público que
se finalizaba con el grito unánime
de Io Saturnalia.
9. Era el día en el que los senadores y
los caballeros romanos, ataviados
con sus togas ceremoniales, ofrecían
un gran sacrificio al dios.
10. Desde los tiempos de César, se prolongó
la festividad para que se pudiera honrar al
dios Saturno hasta el día 19. Domiciano
amplió las celebraciones hasta el día 23
de diciembre.
11. Las numerosas actividades públicas eran
suspendidas. No se impartían clases en la
escuela, no había actividad política en el
Senado y los tribunales de justicia
interrumpían sus funciones.
12. Se liberaban presos y sus cadenas se
depositaban, como agradecimiento, en el
templo de Saturno. Incluso se aplazaba la
ejecución de las penas capitales.
14. Los romanos visitaban en este tiempo a
familiares y amigos e intercambiaban
regalos. Eran fiestas en las se permitían
actitudes que estaban prohibidas durante
todo el año, como los juegos de azar, el
juego de los dados y la lotería.
15. Los esclavos se vestían con las ropas de
sus señores y despotricaban contra ellos,
sin temor alguno, mientras que sus
dueños les servían en la mesa.
17. En las saturnales era importante la
música. Salían a la calle músicos y coros
que deleitaban las celebraciones con sus
melodías y sus cantos.
18. Los Ioculatores y acróbatas romanos
actuaban en las calles y divertían a la
gente con sus Iocus, o juegos acrobáticos
y musicales.
19. Acompañaban sus voces tocando tibias,
panderos y otros instrumentos musicales.
El bardo es una especie de pandereta
similar a la que conocemos ahora.
21. Las saturnales se ampliaron al día 23 de
diciembre. Sin embargo, a partir del año
274 d.C., el emperador Aureliano
introdujo el culto siríaco del Sol Invicto,
cuyo nacimiento se celebraba el 25 de
diciembre.
22. Ese es el día en el que el
sol supera el solsticio y
recobra su poderío de
luz diurno. Desde aquel
momento, la mayoría de
las sectas reconocieron a
su suprema divinidad,
especialmente los
numerosos seguidores
del dios Mitra.
23. La profusión de dioses, propios y ajenos,
que se habían cobijado en las creencias
de los romanos se acabaría reduciendo a
este «Sol Señor del Imperio Romano».
24. El culto a Mitra inició el camino a un
monoteísmo solar, que había estado
precedido por las fiestas en honor a
Saturno y abrió las puertas al
Cristianismo.
25. Por oposición
al paganismo,
se cogió esa
fecha tan
significativa
como la del
nacimiento
de Jesús, el
sol de la
justicia.
26. Se continuaba con la arraigada tradición
de la celebración de las fiestas de
diciembre, compartiendo la alegría, los
juegos de azar, haciendo regalos y
celebrando copiosas comidas en familia.