1. LA EVALUACIÓN EN LA ESCUELA INFANTIL
I- QUE ES LA EVALUACIÓN: PARA QUE SE EVALÚA
Una de las posibles interpretaciones sobre lo que es el currículum es “aquel conjunto de
documentos que responde a las preguntas: Para qué, Qué, Como y Cuando enseñar y evaluar”. La
evaluación pues, forma parte de todo documento del currículum y, en consecuencia, de la
programación de aula. La programación de aula, pues, debe responder a las preguntas sobre para
que, que, como y cuando evaluamos.
La programación puede definirse como:
Proceso mediante el cual se obtiene información, de forma sistemática y continua, para
conocer la idoneidad del proceso educativo de un modo integral
Analizando la definición, se puede deducir que la evaluación es un :
• Proceso continuo. No se trata de algo puntual. Comienza antes de la intervención educativa,
con la evaluación inicial o diagnóstica, continúa durante el mismo proceso de intervención,
con la evaluación continua o formativa y finaliza al final de la intervención, con la
evaluación final o sumativa.
• Proceso sistemático. No es algo improvisado. Sino algo que se debe planificar previamente,
punto por punto. Esto es, precisamente, lo que se va a realizar en la programación, el
DISEÑO de la evaluación. Esto no quiere decir que no haya que tener en cuenta toda aquella
información valiosa que surja de manera imprevista.
• Proceso integral. Se deben evaluar todos los elementos relevantes del proceso de
enseñanza-aprendizaje: objetivos, contenidos, metodología, actividades, colaboración con la
familia, atención a la diversidad....
A través de este proceso se recoge información para realizar juicios que nos permitan:
✔ Comprobar hasta que punto se han cumplido los objetivos educativos
✔ Mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje, diagnosticando las deficiencias del mismo.
2. Tipos de evaluación
En función de la intención de la evaluación, esta puede ser:
• Evaluación diagnóstica. Coincide en el tiempo con la evaluación inicial. Su intención es
conocer el punto de partida, sea lo que se lo que se evalúe. Por ejemplo, si se pretende
evaluar al niño, se tendría en cuenta las capacidades y conocimientos previos, a nivel de
desarrollo, con los que el niño cuenta, antes de empezar la intervención. Si lo que se evalúa
es la propia intervención, lo que se valoraría sería la situación de la que parte la educadora ,
a la hora de comenzar la intervención (si la actividad está planificada, si los recursos están
disponibles...).
• Evaluación formativa. Coincide con el tiempo con la evaluación continua. Su intención es
modificar la intervención cuando esta no está teniendo el éxito deseado, detectando los
posibles fallos y mejorándolo.
• Evaluación sumativa. Coincide con el tiempo con la evaluación final. Su intención es
valorar el resultado final del proceso educativo, para valorar si este ha tenido o no el éxito
deseado y hacer propuestas de mejora para posteriores intervenciones. Desde el punto de
vista del alumno, esta evaluación sirve para otorgar una calificación final (en ocasiones), y
tomar decisiones sobre el alumno, de cara a posteriores intervenciones educativas, de cara a
promoverlo a niveles superiores o, en determinadas etapas educativas y niveles, de cara a
otorgar una titulación. En educación infantil, donde no hay decisiones de promoción, se usa
para determinar el éxito o no de la intervención, y mejorarla para futuras ejecuciones de la
misma.
En función del modo de realizar juicios y tomar decisiones, una vez recogida la información
necesaria, la evaluación puede ser:
✔ Normativa. Comparamos los resultados del alumno con lo demás alumnos del grupo,
decidiendo si está por encima o por debajo de la media, o en la misma media.
✔ Criterial. Comparamos los resultados del alumno, o de la práctica educativa, con un criterio
objetivo predefinido. Es decir: comparamos lo que se ha obtenido, con lo que se deseaba
obtener.
Por último, en función de su extensión, la evaluación podría ser:
✗ Global. Cuando se evalúan todos los aspectos o ámbitos de la intervención.
✗ Parcial. Cuando se evalúa solo una parte de la intervención. En educación infantil sería, un
ámbito concreto del desarrollo o un área de experiencia en específico
La evaluación en la educación infantil.
3. La evaluación en la etapa de educación infantil viene regulada en la orden del 24 de Junio del 2008.
Esta orden especifica que la evaluación en educación infantil debe tener las siguientes
características:
• Criterial. Los niños serán evaluados en base a criterios de evaluación objetivos, que
vienen determinados en el currículum. No se debe evaluar a los niños y niñas respecto a la
norma, es decir, comparándolos con el grupo.
• Global. Se evaluará todos los aspectos del niño (todos los ámbitos, todas las áreas de
experiencia). Esto supone, que todos los objetivos educativos presentes en el currículum
deben ser evaluados.
• Continua. Se realizará de manera paralela a la intervención educativa. Esto no quiere decir
que no haya evaluación inicial ni final. La evaluación comienza antes de la intervención
(inicial), continua durante la propia intervención (continua) y finaliza tras la intervención
(final). En consecuencia, se debe estar recogiendo información durante todo el proceso.
• Formativa. La intención principal de la evaluación debe ser mejorar la propia intervención
educativa, no calificar a los niños, clasificarlos de ninguna manera, ni decidir sobre
promoción alguna.
4. II- QUE ES LO QUE SE EVALÚA. LOS CRITERIOS DE EVALUACIÓN
La siguiente pregunta a contestar es “que evaluar”. En términos generales, hay que evaluar dos
aspectos, también llamados “ámbitos” de la evaluación.
• En primer lugar hay que evaluar el cumplimiento de los objetivos educativos. Al estar estos
relacionados con el aprendizaje (entendido este como optimización de las capacidades y
competencias de desarrollo), en la práctica, se trataría de evaluar el aprendizaje que se ha
producido en los pequeños. Esto supone evaluar el aprendizaje del grupo como tal, por un
lado, y a nivel individual, por otro.
• En segundo lugar hay que evaluar la calidad de la propia intervención en sí. Esto supone
tener en cuenta dos aspectos principales: por un lado, la propia planificación en sí (la
programación y las propuestas de actividad). Por otro, la práctica llevada a cabo por parte de
los profesionales o, en otras palabras, la ejecución práctica de aquello que se ha planificado
previamente
Dado que la evaluación infantil debe ser criterial, se deberán establecer criterios de evaluación. Un
criterio es una norma objetiva, e independiente, que representa lo que se quiere conseguir
(objetivo), y que se usa para comparar con lo que que realmente se ha conseguido.
Por ejemplo. Si el objetivo fuera “calentar suficientemente el agua”, un criterio podría ser “ El agua
supera los 50 grados centígrados”. Al evaluar, se tomaría medida de la temperatura del agua y, si
supera lo que marca el criterio (50 grados), se considera que el objetivo se ha alcanzado.
Por desgracia, cuando hablamos de objetivos educativos, los criterios no están tan claros, y la
evaluación no es tan directamente observable, aunque, en esencia, se trataría de lo mismo.
1- La evaluación del aprendizaje de los alumnos
En este ámbito evaluativo, la evaluación se produce sobre el grupo de alumnos como tal, y sobre los
alumnos, a nivel individual. Para evaluar el aprendizaje de los alumnos debemos hacer uso de los
criterios de evaluación.
Una definición más ajustada de lo que sería un criterio de evaluación, desde el punto de vista del
aprendizaje podría ser:
Son los referentes inmediatos de la evaluación porque traducen las capacidades al lenguaje
de comportamientos y conductas directamente observables y medibles ( Rodríguez, 1992).
En definitiva, un criterio de evaluación del aprendizaje es una conducta o un comportamiento, que
se puede observar de manera directa y objetiva y que, cuando aparece, indica que el objetivo
5. educativo ha sido cumplido y, en consecuencia, las capacidades y competencias de desarrollo ha
sido asumida.
En cuanto a la formulación de los criterios, es común utilizar verbos en infinitivo que representan
(así aparecen en el currículum) , en este caso, las conductas o comportamientos que se deben
observar y detectar para medirla y deducir si el objetivo se ha cumplido o no. No obstante, es una
buena estrategia, pasar los verbos a presente indicativo, para distinguir a los criterios de los
objetivos. Por ejemplo: “muestra un progresivo conocimiento y control del cuerpo”.
Al tratarse de un ámbito educativo formal, los criterios de evaluación proceden del currículo. En
este caso, del decreto 37/2008. No debe olvidarse que, los criterios de evaluación, es una parte
prescriptiva del currículum y, por tanto, su aplicación en la evaluación de la educación infantil es
obligatoria.
En la siguiente tabla se pueden encontrar los criterios de evaluación para primer ciclo de educación
infantil en la Comunidad Valenciana.
AREA I
El conocimiento de sí mismo y
la autonomía personal
AREA II
Conocimiento del medio físico,
natural, social y cultural
AREA III
Los lenguajes: comunicación y
representación.
• Muestra un progresivo conocimiento y
control del cuerpo de manera global y
segmentaria, reconociendo e
identificando sus partes y expresando
sensaciones corporales
• Aplica una progresiva coordinación
viso-manual, muestra y regula la
expresión de los sentimientos y
emociones, a través del juego individual
y colectivo.
• Cuidar el cuerpo y aplicar la higiene
corporal, fomentando hábitos que
ayuden a mantener una adecuada salud
física y mental.
• Actua sobre los objetos de su entorno,
descubriendo sus cualidades físicas
(color, forma, tamaño...), identificando
mediante las sensaciones (sonidos,
olores, sabores, tacto y vista) y
estableciendo relaciones básicas
(agrupar, comparar, identificar...)
• Utiliza el conocimiento y respeto hacia
el medio natural como marco en el que
están situados los objetos de aprendizaje,
identificando fenómenos atmosféricos y
cuidando animales y plantas de su
entorno.
• Identifica grupos sociales cercanos,
adquiriendo pautas de convivencia y
disfrutando de las fiestas culturales y
sociales
• Utiliza la lengua oral para establecer
una interacción positiva con sus iguales
y con los adultos, manifiesta una actitud
de escucha, atenta y de respeto hacia los
otros.
• Muestra interés por los textos
literarios y conoce alguna característica
de alguno de ellos: cuento, revista,
periódico.
• Se expresa y comunica utilizando
técnicas sencillas y materiales propios
de los diferentes lenguajes audiovisuales
y artísticos.
• Disfruta de las producciones propias
y ajenas de los diferentes lenguajes y
desarrollar actitudes de gusto y
disfrute hacia las producciones
artísticas.
Evidentemente, estos criterios de evaluación, tal y como están, no son de utilidad directa para la
evaluación de la intervención educativa. Deben ser concretados, primero a nivel de la programación
de aula, y luego a nivel de actividad, que serán los criterios de evaluación que servirán para la
evaluación continua, la más importante y básica en estas edades.
Los criterios de evaluación en la programación de aula.
6. Los criterios de evaluación prescritos deben ser concretados para el aula concreta y el nivel
educativo (rango de edad). Esto es algo que debería aparecer realizado en la propuesta educativa de
centro, para cada área, y para cada rango de edad. En este caso, la docente se limitará a seleccionar
los que les corresponda. En caso de no haberse realizado esta adaptación, será la docente, en la
programación de aula, quien deberá concretar los criterios de evaluación generales, en función de su
rango de edad concreta.
En la siguiente tabla, se puede observar como se realiza la concreción, para dos rangos de edad, de
los criterios de evaluación del área I (tomado de la propuesta pedagógica de la E.I, Francisca
Luque).
ÁREA I
Nivel 2 (1-2 años) Nivel 3 (2-3 años)
- Conocer algunas partes de su cuerpo (la cabeza, la
cara, las manos, los pies …)
- Conocer las posibilidades de movimiento de
algunas partes de su cuerpo.
- Mejorar la precisión de movimientos.
- Desarrollar progresivamente la motricidad fina.
- Iniciarse en el uso del sentido del gusto y del tacto.
- Adquirir hábitos relacionados con la higiene, la
alimentación y el descanso.
- Identificar algunos objetos relacionados con el
aseo, el vestido y la alimentación.
- Contribuir en el mantenimiento del orden y la
limpieza de los espacios donde se realizan
actividades relacionadas con la higiene y la
alimentación.
- Expresar relaciones de afecto y aceptar las
demostraciones de los demás.
- Contribuir a la convivencia en clase y en casa
- Conocer algunas partes de su cuerpo (la cabeza, la cara, las
manos, el tronco, los pies…), identificarlas y señalarlas.
- Conocer las posibilidades de movimiento de algunas partes de
su cuerpo.
- Mejorar la precisión de movimientos.
- Desarrollar progresivamente la motricidad fina.
- Identificar las sensaciones frío-caliente.
- Iniciarse en el uso del sentido del gusto.
- Adquirir hábitos relacionados con la higiene, la alimentación,
el vestido, el descanso y el cuidado de la salud.
- Identificar algunos objetos relacionados con el aseo, el vestido
y la alimentación.
- Contribuir al mantenimiento del orden y la limpieza de los
espacios donde se realizan actividades relacionadas con la
higiene, la alimentación, clase.
- Expresar relaciones de afecto y aceptar las demostraciones de
los demás.
- Respetar y tolerar a las personas procedentes de otras culturas
y formas de vida.
- Contribuir a la convivencia en clase y en la casa.
- Solicitar ayuda cuando lo necesite.
Los criterios de evaluación del nivel educativo en cuestión deben de concretar todos los criterios
que el currículum plantea para el área de la que se trate. Por otro lado, es muy importante tener en
cuenta que TODOS los objetivos planteados para el área en cuestión deben estar representados,
al menos, por un criterio de evaluación.
Los criterios de evaluación en las actividades
Los criterios de evaluación de las actividades son los que se ponen en juego en la evaluación
continua y permiten la evaluación del aprendizaje de los alumnos, día a día, actividad a actividad.
Estos criterios son comportamientos o conductas directamente observables, en el contexto de la
actividad en sí.
7. Estos criterios deben ser inspirados en los criterios de evaluación de la programación de aula, que se
han observado antes (aunque, obviamente, no todos se van a ver representados en una actividad
concreta) y, especialmente, en los objetivos de actividad.
Todos y cada uno de los objetivos de la actividad deben estar representados por, al menos, un
criterio de evaluación. En caso contrario, este objetivo no estará siendo evaluado. Si los objetivos
son muy concretos, los criterios pueden ser muy similares a los mismos, por eso es conveniente
utilizar el presente en los mismos, para no confundirlos. Por ejemplo:
El objetivo:
Identificar el color rojo
Puede ser evaluado con el criterio:
Identifica los objetos de color rojo de entre varios objetos con colores diferentes
En el apartado (parte XI) de la evaluación del aprendizaje, en la ficha de cada actividad, los primero
que se tendrá que determinar, serán los criterios de evaluación que servirán para evaluar los
objetivos planteados (no es preciso ordenarlos por áreas, aunque puede ser una posibilidad).
2- La evaluación de la práctica educativa
Este ámbito evaluativo implica la evaluación de la planificación en sí: la programación de aula o, en
su caso, la puesta en práctica de dicha programación. En otras palabras, se evalúa si la planificación
ha sido adecuada, y si se han hecho las cosas de acuerdo a lo previsto en dicha planificación.
En este caso, los criterios de evaluación deben representar los logros que se deben haber alcanzado,
en los dos niveles que antes se han definido, respecto a los principales elementos de la intervención
educativa.
Como en el caso anterior, los criterios se realizarán en los dos niveles de planificación e
intervención: la programación de aula, y las actividades.
Posibles criterios de evaluación a nivel de programación de aula
A nivel de la programación anual de aula, se debería evaluar, tanto la planificación, como la
ejecución, de los principales elementos de la programación. Sin pretender ser exhaustivo, en la
siguiente tabla se proponen algunos posibles criterios que pueden ser utilizados en la evaluación de
la práctica evaluativa de la programación.
8. Elemento de la
programación
En cuanto a la planificación en sí En cuanto a la ejecución de lo
planificado.
Los objetivos • Son adecuados para la edad en cuestión
• Están relacionados a competencias y
capacidades de desarrollo relevantes.
• Cubren los objetivos curriculares
• Han sido conseguidos suficientemente,
tras la intervención educativa.
• Los resultados de aprendizaje han sido
los esperados
Contenidos • Sirven para cubrir los objetivos propuestos
• Están equilibrados en su distinta
naturaleza: concepto, procedimientos,
actitudes
• Son significativos para los niños
• Han sido suficientemente trabajados
• Se han trabajado equilibradamente
Metodología • Se han determinado los principios
metodológicos adecuados
• Las estrategias están bien diseñadas para
cumplir los principios
• Las opciones metodológicas son
adecuadas a los principios y a la edad de los
niños
• Se han aplicado las estrategias
metodológicas tal y como se habían
planificado
• Las opciones metodológicas se han
aplicado correctamente
• Las estrategias y opciones han servido
para trabajar los contenidos y cumplir los
objetivos
Atención a la
diversidad
• Se han planteado estrategias adecuadas
para cubrir la diversidad del grupo
• Se han planteado estrategias adecuadas
para la atención a las necesidades educativas
especiales
• Se han detectado los principales factores
de diversidad.
• Se han detectado e identificado las
necesidades educativas especiales
• Se han llevado a cabo correctamente las
estrategias de atención a la diversidad.
• Todos los niños y niñas han sido
adecuadamente atendidos
Colaboración con las
familias
• Se han planificado procedimientos de
comunicación variados y adecuados
• Se han planificado estrategias de
participación familiar adecuadas y
suficientes
• Las estrategias de comunicación y
participación de las familias se han
llevado a cabo adecuadamente, tal y como
estaba previsto
• Las vías de comunicación y
participación han sido suficientes
Actividades • Las actividades sirven para cubrir todos
los objetivos y contenidos con suficiencia
• Las actividades se han diseñado siguiendo
los criterios adecuados para la educación
infantil
• La temporización de las actividades ha
sido adecuada
• Se han llevado a cabo las actividades
previstas
• Las actividades se han llevado a cabo de
la manera prevista (estratgias)
• Las actividades han resultado adecuadas
para cubrir objetivos y contenidos.
• Se ha cumplido la temporización
Recursos • Los recursos previstos son suficientes para
realizar las activdiades
• Los recursos previstos son adecuados para
las actividades y para el tipo de niños a
atender
• Los recursos han estado disponible en
tiempo y forma
• No se han previsto recursos innecesarios
Evaluación • Se ha planificado adecuadamente
• Se han tenido en cuenta los aspectos
prescriptivos
• Se ha llevado a cabo adecuadamente ,
tal y como estaba previsto
Estas ideas deben ser tomadas como sugerencias, sobre posibles criterios a considerar a la hora de
evaluar la calidad de una programación y de su puesta en marcha. Los resultados de la evaluación
de la programación y su puesta en práctica, suelen expresarse en un documento de carácter
obligatorio, del que se hablará más adelante. La memoria anual.
9. Evaluación de la calidad de las actividades
De manera similar a la programación de aula, se deberán identificar posibles criterios que sirvan
para evaluar la calidad de cada una de las actividades, tanto en su momento de planificación, como
en su momento de puesta en práctica. Estos criterios, que se expresarán en el apartado
correspondiente a “evaluación de la actividad” (punto XII), deberían permitir evaluar, como
mínimo, lo siguientes aspectos:
• el diseño de la propuesta
• la ejecución de la propuesta (aplicación de las estrategias metodológicas)
• el rol de la persona educadora
• la atención a la diversidad (especialmente cuando hay nee).
• la coordinación con las familias (cuando esto sea pertinente)
• la disponibilidad e idoneidad de los recursos ( espacios, tiempos y materiales).
Los resultados de esta evaluación se expresarán en un apartado de la ficha de actividad llamado
“valoración” de la actividad, que se reserva al efecto. También es útil hacer propuestas de mejora
para la siguiente ejecución de la actividad.
Evidentemente, el conjunto de evaluaciónes de cada una de las actividades, servirá para evaluar
varios de los elementos de la programación de aula (actividades, estrategias metodológicas,
recursos...)
III- COMO EVALUAR: METODO, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS
Una vez se tiene claro que es lo que se va a evaluar, la siguiente cuestión es describir como se va a
hacerlo. Para ello, será necesario seleccionar uno o varios métodos, técnicas e instrumentos.
Como método evaluativo, se quiere hacer referencia a la relación que existe entre los agentes
principales de la evaluación, a saber, el evaluador y el evaluado.
Con la palabra técnica, se hace referencia al procedimiento específico que se va a utilizar para
obtener la información sobre la que se basará la evaluación. En educación infantil, la técnica
principal (y obligatoria), es la observación.
En cuanto a los instrumentos, son las herramientas específicas que se utilizan para aplicar
determinada técnica y obtener información. Por ejemplo, un registro de observación.
1- El método de evaluación
El método de evaluación hace referencia a la relación que se establece entre el agente evaluador y el
evaluado. En este sentido, existen tres modalidades principales:
10. • Heteroevaluación. El agente evaluador es diferente del evaluado. Por ejemplo, el profesor
evalúa al alumno, o el alumno evalúa al profesor.
• Autoevaluación. El agente evaluador es el mismo al evaluado. Es decir, se evalúa a sí
mismo (su propia actuación).
• Coevaluación. El agente evaluador y el evaluado son diferentes, pero se evalúan
mútuamente, respecto a los mismos criterios. Cuando los evaluadores y los evaluados están
al mismo nivel (por ejemplo: los alumnos se evalúan mútuamente, o los profesores lo
hacen), a la coevaluación se le suele llamar “evaluación entre pares”.
Un método más complejo es la triangulación. En la triangulación, existen distintas evaluaciones que
se contrastan entre ellas, para conseguir una mayor objetividad. Existen distintas modalidades, com
por ejemplo:
✔ Triangulación de métodos. Se combinan distintos métodos de evaluación. Por ejemplo,
autoevaluación y heteroevaluación. Se contrasta la información obtenida desde dos puntos
de vista distintos.
✔ Triangulación de evaluadores. Cuando varios evaluadores, del mismo nivel (todos
profesores, por ejemplo), evalúan una mismo aspecto, y contrastan sus impresiones. El
ejemplo típico sería el del tribunal evaluador.
✔ Triangulación de mediciones. Un mismo evaluador toma distintas mediciones sobre el
mismo criterio, pero en distintos momentos del tiempo (test, re-test), o en distintos contextos
(por ejemplo, como actúa un niño en la escuela, y como lo hace en su casa). Es
especialmente interesante para comprobar si un aprendizaje se mantiene en el tiempo, o si se
transfiere a contextos distintos a aquel en el que se ha aprendido.
2- La técnica de evaluación: la observación
La técnica de evaluación es el procedimiento específico que se va a utilizar para obtener la
información sobre la que se basará la evaluación. En educación infantil, la técnica principal (y
obligatoria), es la observación. Hasta tal punto es así que, para algunos, la palabra evaluación y
observación son casi equivalentes.
La observación es una técnica que se debe utilizar obligatoriamente, tanto para evaluar el
aprendizaje, como para evaluar la propia práctica educativa. Y debe ser la técnica principal. Pero
esto no quiere decir que no se puedan utilizar otras técnicas para complementar a la observación.
Es una técnica de evaluación consistente en obtener información a través de los propios sentidos del
evaluador, o de un tercero que observa. La observación, en efecto, no se produce solo viendo, sino
11. también escuchando.
Observación directa
En la observación directa, el educador comprueba en primera persona las conductas del niño que
quiere evaluar. Observador y evaluador son las misma persona. En algunos casos, cuando el
educador participa también en la actividad que está observando, se puede hablar de observación
participante.
Esta observación, en base a su nivel de sistematicidad, puede ser de dos tipos:
• Observación estructurada: El observador busca deliberadamente observar unas conductas
determinadas que se han prefijado de antemano. Estas conductas se llaman “ítems” o
indicadores, y dependen de los criterios de evaluación de la actividad a evaluar, pero no son
lo mismo (aunque, a veces, se parecen mucho). En algunos casos, se suele dar la opción de
registrar libremente otras conductas relevantes, en lo que sería una observación
semiestructurada (por ejemplo, poniendo un campo de “observaciones” en el instrumento
de evaluación).
• Observación desestructurada: El observador no tiene indicadores que le guíen sobre las
conductas que debe de observar. Solo tiene una idea general, basada en los criterios de
evaluación, sobre las conductas que le pueden interesar, pero está abierto a todo.
Observación indirecta.
Observador y evaluador son personas diferentes, como cuando la educadora pregunta a los padres
sobre el comportamiento del niño en casa. Se utiliza para observar, de manera indirecta, contextos a
los que el educador no puede llegar directamente. En muchos casos es útil para triangular
información sobre la misma actividad en contextos diferentes.
Otra posibilidad es la grabación o documentalización de determinadas actividades para su posterior
observación o análisis (por ejemplo, en vídeo).
La observación indirecta puede ser estructurada o desestructurada, aunque la segunda es la más
habitual.
Como realizar una observación.
A la hora de realizar una observación, hay ciertos requisitos que se deben cumplir, si se desea que la
información obtenida sea válida:
• Preparación. La observación debe estar preparada previamente. Debemos saber que
momento observar, donde y a quien o quienes. También se debe saber que es lo que se desea
observar, y tener preparados los instrumentos de observación.
12. • Elegir bien el momento. Determinar el momento y la actividad en la que se va a tratar de
observar la conducta concreta. Esto es de vital importancia. Por ejemplo, si pretendemos
analizar el nivel de psicomotricidad de un niño inmediatamente tras la comida (cuando está
amodorrado), probablemente la información no sea fiable.
• Objetividad. Evitar los sesgos del observador, como sus expectativas, su prejuicios, o el
efecto halo.
• Centrarse en comportamientos significativos. Saber distinguir lo relevante de lo trivial.
• No influir. Tratar de no influir en el sujeto observado. Si el niño se siente observado, su
comportamiento no será natural.
• Ser sistemático. Realizar varias observaciones sobre el grupo o los niños y contrastarlas.
Para ello, es especialmente útil el método de triangulación, tal y como se ha visto
anteriormente. Contrastar observaciones en distintos contextos, en distintos momentos, de
distintos observadores.....
• Registrar la observación. Se debe registrar la información registrada en algún instrumento.
Más adelante se verán distintos instrumentos para registrar las observaciones.
3- Otras técnicas de evaluación
Aunque la observación es la principal técnica, y su uso es obligatorio, existen otras técnicas que
pueden complementar la información en la que se basa la evaluación.
Interrogación
En esta técnica, el evaluador pregunta al evaluado. Es útil para detectar información que no puede
ser observada directamente, como los conocimientos que una persona sabe en un momento dado. En
educación infantil, la interrogación se suele usar de tres maneras distintas:
• Interrogación directa de los niños. Cuando los niños poseen suficiente desarrollo en el
lenguaje oral, es posible hacerles preguntas sencillas.
• Interrogación de observadores indirectos. Especialmente los padres, aunque también
otros profesionales. Se trata de interrogar a adultos que han observado al niño, para obtener
la información que interesa.
• Interrogación a otros adultos. Puede resultar útil para la evaluación de la práctica
educativa. Por ejemplo, preguntar la opinión a compañeros sobre determinada actividad.
Análisis
Consiste en desmenuzar algo en partes, para observarlas y obtener la información relevante que
13. puede facilitar. En educación infantil, se suele usar de tres maneras.
• Análisis de producciones. Se trata de analizar aquello que el niño ha hecho para deducir
información que no puede ser observada directamente. Es típico el análisis de los dibujos de
los niños para deducir información, a veces subconsciente. En el vídeo de más arriba se
puede ver algo al respecto
• Análisis de conductas. Consiste en dividir conductas complejas en otras más simples, que
pueden ser más fácilmente observables.
• Análisis documental. Se trata de analizar documentos que puedan ofrecer información
interesante para la evaluación. Por ejemplo, se puede analizar el expediente del niño como
parte de la evaluación inicial. También se puede analizar la memoria del año anterior, para
aprender de la experiencia anterior y mejorar la programación.
Tests
Son cuestionarios destinados a medir algún aspecto concreto (como la inteligencia). Suelen dar una
evaluación numérica que luego debe ser interpretada en base a un baremo (como el cociente
intelectual).
4- Los instrumentos de evaluación
Los instrumentos son las herramientas concretas que se usan para aplicar una determinada técnica
de evaluación. Haciendo valer la metáfora, el termómetro, sería el instrumento que serviría para
aplicar la técnica de medir la temperatura, que nos indica la cantidad de calor de un objeto concreto.
A la hora de seleccionar un instrumento adecuado, hay que tener en cuenta tres factores
importantes:
• Que sea fiable. Que las mediciones que el instrumento ofrece se acerquen a la verdad.
• Que sea válido. Que el instrumento mida, en realidad, aquello que se supone que tiene que
medir
• Que sea fácil de usar. O, al menos, que el educador lo domine suficientemente.
Instrumentos para la observación desestructurada
Son instrumentos dedicados a aplicar la técnica de observación, cuando no hay ningún indicador
(ítem) previo, sino tan solo una dirección general en la que observar.
El diario de clase y los registros abiertos
Este instrumento no utiliza ningún tipo de indicadores ni ítems de evaluación. Es una adaptación
escolar del “diario de campo” de los antropólogos.
14. Se trata de un simple cuaderno blanco en el cual, el educador, toma nota de toda aquella
información que le parezca interesante, a la luz de los criterios de evaluación generales, pero sin
buscar ningún tipo de conducta ni situación concreta.
Normalmente, se cumplimenta al final de clase, o en momentos de descanso.
No solamente se anotan las conductas, comportamientos y eventos que parecen relevantes, sino las
impresiones e interpretaciones que el educador hace sobre los mismos.
Los registros abiertos son similares, pero están dirigidos a actividades concretas. Se trata de una
hoja de observación asignada a una actividad concreta. Existen, además, registros semiabiertos, o
semiestructurados dirigidos, o bien a la evaluación del aprendizaje concreto en una actividad, o bien
a la evaluación de la actividad en sí (como práctica educativa). En el apartado dedicado a la
evaluación continua de la práctica educativa se muestra un posible ejemplo.
El diario de clase debe registrar conductas de todo tipo, verbales y no verbales. Sirve para evaluar al
grupo de niños, y para autoevaluar nuestra práctica educativa. Es un instrumento que se basa en la
taxonomía de Bloom, por tanto va orientada a observar tres dimensiones de comportamiento:
cognitivos, afectivos, y psicomotores ( pulsar aquí para saber más).
En el vídeo superior se puede obtener más información sobre este instrumento.
El anecdotario
Consiste en un fichero donde se hacen constar anécdotas importantes, a criterio de la educadora
(una por ficha). Luego estas fichas se agrupan en función de distintos criterios: por ejemplo, todas
las anécdotas protagonizadas por cada niño, o todas las anécdotas que son similares entre sí.
Las anécdotas responden a la observación sistemática de determinados niños (sobre los cuales
estamos realizando una evaluación individual), o en determinadas situaciones o actividades que
interesan al educador.
Un ejemplo típico es usarlo sobre un niño concreto que se encuentra en periodo de adaptación, en
las situaciones de juego libre, para evaluar como progresa su integración en el grupo.
Una anécdota aparece en una ficha, y consta de la siguiente información:
• Nombre del alumno o alumna
• Lugar donde sucede la anécdota
• Fecha y hora de la anécdota
• Personas que presencian la anécdota y que la protagonizan
• Descripción objetiva de la anécdota
• Comentarios sobre la anécdota
• Recomendaciones
15. A la hora de escribir una anécdota, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
• Poner solo una anécdota por ficha
• Ser breves y poner solo los detalles necesario
• Respetar la secuencia en la que ocurre la conducta
• Describir la conducta como si fuera una fotografía
• Registrar tanto los incidentes negativos como los positivos.
Instrumentos para la observación estructurada.
Los siguientes instrumentos pueden ser utilizados para aplicar la técnica de observación
estructurada. En esta, el observador tienen predeterminados, además del momento y los niños a
observar, una serie de comportamientos que sirven como indicadores (items), en los que centrará su
atención.
No se debe confundir un indicador con un criterio, aunque son muy similares y, en algunos casos,
pueden llegar a ser exactamente iguales. Mientras que el criterio define el logro que se tiene que
conseguir para considerar que un objetivo se ha conseguido, el indicador es una conducta que
observamos, en una actividad concreta, para ver si el criterio se cumple o no. El indicador depende
mucho del tipo de instrumento de evaluación que se esté manejando, de la dinámica exacta de la
actividad que se evalúa y siempre tiene que SER OBSERVABLE.
Por ejemplo, en una lista de control, el criterio:
“ Identifica correctamente el color rojo”
se puede transformar en el item:
“ señala los objetos rojos cuando se le solicita”
y también se podría transformar en el ítem
“ niega cuando señalas un objeto de otro color y le preguntas si es rojo”
Como vemos, para el mismo criterio, se pueden plantear distintos indicadores, dependiendo de que
se esté haciendo en la actividad, y siempre con la condición de que los indicadores sean
OBSERVABLES de manera directa.
Todas estas herramientas pueden complementarse con campos abiertos de “observaciones” que las
convertirían en instrumentos de observación semiestructurada.
La lista de control
16. La lista de control solo muestra si una conducta aparece o no, sin dar ningún dato ni valoración
sobre las mismas. Básicamente, se trata de un listado de indicadores, referidos a conductas
observables, que deben estar relacionados con los criterios a evaluar, dos columnas en las que se
indica si dicha conducta aparece o no.
La escala de estimación de frecuencias
Es un desarrollo de la lista de control. Se trata de una lista de indicadores y unas columnas que
indican la frecuencia con la que esta conducta aparece: por ejemplo “ siempre-casi siempre- a
veces-pocas veces-nunca”.
Este tipo de instrumento registra la frecuencia de aparición de la conducta, pero no la calidad de
dicha conducta. Requieren de una observación continuada en el tiempo.
Además, estas escalas se suelen utilizar para la observación individual de los niños.
La escala de estimación de grado
Similar a la escala anterior. En las filas aparecen los indicadores (las conductas a observar) y en las
columnas aparecen el “grado” o “calidad” con la que esta conducta aparece. En este caso, la escala
estima la calidad de realización de la conducta ( bien-regular-mal), pero no la cantidad de veces que
la conducta aparece, ni la frecuencia.
En educación infantil, esta escala se suele usar con los siguientes grados: “ No lo hace- Lo está
desarrollando- Lo hace con ayuda- Lo hace solo”.
La rúbrica
La rúbrica es un instrumento que va un paso más allá de la escala de estimación de grado. En las
columnas aparecen los indicadores, en las columnas aparecerían los grados o calidades de ejecución
de la actividad y, dentro de las celdas aparecen los “estándares”.
Un estándar es la ejecución de conducta exacta que es necesario para alcanzar determinado grado.
Un ejemplo, con el indicador anterior, podría ser el siguiente.
No lo hace Lo está desarrollando Lo hace
correctamente
Señala los objetos de
color rojo cuando se le
solicita
No responde a la solicitud o
cuando lo hace se equivoca
siempre o la mayoría de las
veces
Responde siempre o casi
siempre a la solicitud y
acierta más o menos la
mitad de las veces
Responde siempre a la
solicitud y acierta siempre o
casi siempre.
Existen aplicaciones gratuitas que sirven para elaborar rúbricas, una de ellas es rubistar.
17. Escalas descriptivas
Son escalas muy cualitativas en las cuales, para cada indicador, se proponen varias posibles
respuestas que pueden representar la conducta concreta que el niño efectúa y el educador debe
seleccionar aquella que más se ajusta a lo que está observando.
Por ejemplo:
Item: Cuando se le deja solo....
opciones:
a- Grita
b- Llora
c- No reacciona
d- Se muestra ansioso
Instrumentos para la interrogación.
La observación no es la única técnica que se utiliza para evaluar en educación infantil, aunque su
uso es obligatorio y es la técnica principal. No obstante, es habitual complementarla con otras
técnicas, como la interrogación.
En muchas ocasiones, estos instrumentos se utilizan para aplicar técnicas de observación indirecta,
es decir, para interrogar a observadores directos de los niños, cuando el educador no está presente,
especialmente los padres y familiares.
El cuestionario
Se trata de un documento en el que se realizan preguntas que deben ser contestadas por escrito.
Estás preguntas pueden ser de varios tipos: abiertas, con varias elecciones a elegir, con respuestas
binarias si/no, o incluso con respuestas a través de respuestas de escala o grado, similares a las que
se han visto en las escalas de estimación para la observación.
Este instrumento se suele usar, principalmente, para tres situaciones:
• Para la evaluación inicial: cuando queremos recabar información de los padres sobre los
niños, antes de empezar la intervención.
• Para la observación indirecta: cuando queremos triangular las observaciones que se
realizan en clase con la conducta del niño en casa
• En general, cuando necesitamos la misma información de distintas personas, por
ejemplo, cuando queremos sondear la satisfacción de los familiares, o su opinión sobre
18. alguna actividad.
El cuestionario permite obtener información, de manera sencilla, procedente de varias fuentes a la
vez, siempre y cuando esta información sea la misma. Al no haber feedback, la información no es
muy profunda.
Existen diversas formas de aplicar un cuestionario (por teléfono, por carta, por e-mail, en
persona...). En educación infantil, lo más habitual es entregarla en mano y recogerla cuando está
terminada, en los momentos de entrega y recogida de los niños, aunque también se puede usar el e-
mail, con determinadas familias.
Una opción para realizar cuestionarios es utilizar cuestionarios digitales, enviados por e-mail como,
por ejemplo, un formulario de Google form.
La entrevista
La entrevista consiste en una conversación con la fuente de información. Se suele utilizar en
situaciones similares a las del cuestionario, pero tiene varias diferencias con el instrumento anterior:
• Permite detectar información no verbal, lo que resulta muy interesante en ocasiones
• Proporciona una información profunda y detallada
• Exige una gran cantidad de tiempo y un entrenamiento previo. No todo el mundo resulta ser
un buen entrevistador. Requiere su práctica.
La entrevista se utiliza, especialmente, con determinados padres y madres de niños, cuando se
requiere información más extensa o específica. La información obtenida se debe registrar de alguna
manera, bien por escrito, bien en una grabación (es importante avisar al entrevistado de que se va a
grabar la entrevista).
Existen tres tipos básicos de entrevistas:
✔ Entrevistas estructuradas. Se sigue un guión prefijado, con preguntas preconfiguradas. Es
la más fácil de hacer. También es la que obtiene una información menos profunda.
✔ Entrevistas desestructurada. No hay un guión ni preguntas prefijadas, sino una
intencionalidad general (una idea de la información que se desea obtener). Es el tipo de
entrevista más compleja, y precisa de práctica y habilidad.
✔ Entrevista semiestructurada. Se trata de una mezcla de ambos estilos de entrevistas.
La entrevista es un instrumento (mucha gente la considera como una técnica en sí), muy complejo,
19. que precisa de un análisis más profundo. Se ofrecerá más información sobre técnicas concretas de
entrevista en el módulo de segundo curso “intervención con las familias y atención a menores en
situación de riesgo”.
IV- CUANDO EVALUAR: INICIAL, CONTINUA Y FINAL
La tercera gran pregunta que la planificación de la evaluación debe contestar es cuando evaluar. La
normativa deja claro que la evaluación debe ser continua. Esa afirmación debe ser entendida en
sentido amplio. Es decir, la evaluación es un proceso que debe correr paralelo a toda la
intervención.
Para ello, se estipulan tres momentos claves en los cuales se debe evaluar, y que deben aparecer
reflejados en la programación de aula. Estos momentos son ANTES, DURANTE, y TRAS la
intervención educativa. Así, la evaluación puede ser inicial, continua o final, en función e cuando se
realice.
La evaluación inicial del aprendizaje
La evaluación inicial es la que se realiza antes de comenzar la intervención educativa. En una
programación de aula, lo habitual es empezar a realizarla antes de empezar a intervenir con los
niños y durante los primeros días de intervención, para poder aplicar la observación directa.
No es raro que el periodo de evaluación inicial de la programación de aula finalice al mismo tiempo
que el periodo previsto para adaptación.
La finalidad de esta evaluación es, casi siempre, diagnóstica. Se trata de conocer a nuestros niños.
Como son, cuales son sus necesidades específicas, cuales han sido sus experiencias previas, que
conocimientos previos traen de casa....
Las técnicas e instrumentos más útiles para esta evaluación suelen ser:
• La observación directa, principalmente desestructurada, sobre los niños y niñas en los
primeros días de clase. Uno de los instrumentos más utilizados es el diario de clase.
• El análisis documental. Sobre todo se suele analizar el expediente personal de los niños o
niñas del grupo. En este suele encontrarse información valiosa para conocer los antecedentes
del niño (este documento solo estará disponible si el niño ha sido previamente
escolarizado). Incluyen, entre otras cosas, los resultados de las evaluaciones finales en
intervenciones anteriores.
• La interrogación. En concreto, a través de una entrevista estructurada realizada a los padres.
Como se ha visto, esta entrevista es obligatoria cuando se trata de niños de nueva
incorporación, y su modelo se encuentra en la Orden de Evaluación. Sustituye al expediente
20. personal, en los niños que todavía no lo poseen. También se puede realizar en el caso de
otros padres y madres, si se cree conveniente profundizar en el conocimiento de algunos
niños concretos.
La evaluación inicial de la planificación y práctica educativa.
El momento es el mismo que en el caso de la evaluación inicial del aprendizaje. La finalidad de
esta evaluación es también, en cierta manera, diagnóstica. En concreto, conocer el resultado de
intervenciones similares en ocasiones anteriores (para aprender de la experiencia) y conocer la
disponibilidad de recursos a la hora de comenzar la intervención.
Las principales técnicas e instrumentos que se suelen usar son:
• El análisis documental. En concreto, la memoria anual realizada en el año anterior (o en
años anteriores), y la programación que se realizó en años anteriores. Para conocer que se ha
hecho anteriormente, y como ha resultado: aprovechar lo positivo, e intentar no cometer los
mismos errores. Otros documentos a analizar serán la propuesta educativa de centro, el PEC,
y la documentación del centro (y del currículum) que afectan a la realización de la
programación de aula.
• La aprobación previa de la programación de aula. Al principio de curso, la programación de
aula se suele someter a la aprobación del equipo docente o la coordinadora de ciclo
(normalmente alguien con el grado de magisterio infantil). Además, junto con el resto de
programación anual del centro, se suelen enviar a la inspección educativa (que la aprueba
por silencio administrativo).
• La observación directa de los recursos. Se trata de comprobar que los recursos necesarios
para empezar la intervención están disponibles, en tiempo y forma. El instrumento que más
se suele utilizar es una lista de control (disponible/ no disponible). La idea es conseguir
aquellos recursos necesarios para empezar que aún no estén disponibles (por ejemplo, hacer
una compra de material fungible) o, si no es posible, adaptar la planificacion a los recursos
de los que, realmente, se dispone.
• La interrogación. En especial las entrevistas informales semiestructuradas, con compañeros
de trabajo, con la directora, con cualquier persona que pueda facilitar información relevante
para realizar la planificación e iniciar la intervención educativa.
La evaluación continua del aprendizaje.
La evaluación continua se lleva a cabo de manera paralela a la intervención. No tiene, por tanto,
momentos concretos para su realización. No obstante, existen momentos periódicos en los que, esta
21. evaluación, se plasma en informes concretos que, según la normativa, deben ser al menos tres al
año. Estos momentos deberán dejarse claros en la programación de aula.
El objetivo de esta evaluación es formativo. Es decir, se trata de ir corrigiendo la intervención, a
medida que esta se produce, para asegurar el mayor éxito posible de la misma. Para ello, se van
evaluando los criterios de evaluación del aprendizaje para ver si se va progresando en los mismos.
Estos criterios se aplican a dos niveles: al grupo en general, y a cada niño en particular (evaluación
individual).
La técnica obligatoria para ello es la observación y, en función del tipo de actividades que se estén
realizando, y de los objetivos y criterios a evaluar, se usarán distintos métodos, técnicas e
instrumentos. La observación se puede complementar con otro tipo de técnicas e instrumentos.
El educador, en su programación de aula, especificará, en general, cuales son los métodos, técnicas
y herramientas que utilizará para este tipo de evaluación. A nivel de actividades, también se tendrá
que diseñar que criterios, que método, técnica e instrumentos se usará para cada una de ellas.
La evaluación continua de la planificación y la práctica educativa.
El momento suele coincidir con la evaluación continua del aprendizaje. Ambas se realizan de
manera paralela. Al mismo tiempo, reflexionamos sobre si estamos consiguiendo los objetivos
educativos y si la planificación en buena y se está llevando a cabo adecuadamente.
La finalidad de esta evaluación es la misma que en el caso anterior: optimizar la planificación y la
puesta en marcha de la intervención educativa. Para ello, se evalúan los criterios que han sido
planteados anteriormente.
La técnica y los instrumentos para esta evaluación son similares a los utilizados en la evaluación
continua del aprendizaje, especialmente la observación directa. También deben estar previstos, tanto
en la programación de aula como en las actividades.
Las fichas de actividad llevan un apartado de “valoración de la actividad”, que no es otra cosa que
un registro abierto de los resultados de la evaluación continua que se realiza actividad a actividad.
Este es uno de los instrumentos de observación más utilizado para este tipo de evaluación.
Algunos docentes emplean, para la valoración de las actividades, un instrumentos concreto que
suele llamarse “ficha de seguimiento”. A continuación, se muestra un posible modelo para su
diseño.
La evaluación final ( del aprendizaje y de la práctica educativa)
La evaluación final se realiza tras la finalización de la intervención educativa. Su propósito es
sumativo, es decir, acumular toda la información recogida durante la evaluación continua y
22. reflexionar sobre el nivel de cumplimiento de los objetivos, a partir de la reflexión global sobre
dicha información.
En lo que respecta al aprendizaje, esta evaluación suele utilizarse para calificar al alumno, decidir
sobre su promoción a cursos superiores, u otorgar determinadas calificaciones. En educación
infantil, obviamente, no se utiliza para nada de todo esto, sino para valorar el nivel de éxito de la
intervención, y el nivel de desarrollo real del niño, una vez acabada la misma. Esta información
servirá de base para la evaluación inicial en años posteriores.
La evaluación final del aprendizaje, igual que la continua, se hace a dos niveles: individual, niño a
niño, y colectivo, el grupo en general.
En lo relativo a la evaluación de la práctica educativa y la planificación, se puede decir algo similar.
Se recopila toda la información de la evaluación continua y se realiza una reflexión final sobre la
calidad de la planificación y de la intervención. Los resultados de esta evaluación se utiliza para
hacer propuestas de mejora para intervenciones posteriores, en orden a mejorar la intervención.
Dado que se trata de recopilar y reflexionar sobre la totalidad de información recogida a lo largo de
la intervención, tanto los criterios, como los métodos, como las técnicas e instrumentos serán los
mismos. Con los resultados de esta evaluación final, se cumplimentan una serie de documentos que
se verán en la última parte del tema.
23. V- EL DISEÑO DE LA EVALUACIÓN
La evaluación es una parte de la intervención. Además, como se ha dicho, debe ser sistemática. Por
todo ello, debe ser planificada antes de ser llevada a la práctica. En el ámbito formal, y a nivel del
trabajo en el aula, esta planificación se hará a dos niveles distintos: a nivel de programación de aula,
y a nivel de cada una de las actividades.
A nivel de la programación de aula, el diseño de la planificación deberá incluir: los dos ámbitos a
evaluar, los criterios de evaluación (qué evaluar), los momentos de evaluación (cuando evaluar) y la
metodología de evaluación ( método, técnica, instrumentos). Una de la manera de hacerlo puede ser
la siguiente.
DISEÑO DE LA EVALUACIÓN
• Introducción: Explicar que es la evaluación, como debe ser la evaluación en educación
infantil y hacer referencia a la orden de evaluación del 24 de Junio de 2008
1-Evaluación del aprendizaje
• Explicar que es y que se evalúa: evaluación del grupo e individual
• Criterios de evaluación. Enumerar los criterios de evaluación por áreas.
• Evaluación inicial
✔ Objeto
✔ Momento en el que se va a realizar
✔ Metodología: Métodos, técnicas e instrumentos (se describen, en el caso de los
instrumentos, es posible elaborar alguno de ellos y mostrarlo en el anexo, de manera
opcional)
• Evaluación continua
✔ Objeto
✔ Momento en el que se va a realizar
✔ Metodología: Métodos, técnicas e instrumentos (se describen, en el caso de los
instrumentos, es posible elaborar alguno de ellos y mostrarlo en el anexo, de manera
opcional)
✔ Documentos a cumplimentar: informes
• Evaluación final
✔ Objeto
✔ Momento en el que se va a realizar
✔ Metodología: Métodos, técnicas e instrumentos (se describen, en el caso de los
instrumentos, es posible elaborar alguno de ellos y mostrarlo en el anexo, de manera
opcional)
✔ Documentos a cumplimentar: expedientes, memoria
2- Evaluación de la planificación y la práctica educativa
24. • Explicar que es y que se evalúa:
• Criterios de evaluación. Enumerar los elementos a evaluar y los criterios a utilizar
• Evaluación inicial
✔ Objeto
✔ Momento en el que se va a realizar
✔ Metodología: Métodos, técnicas e instrumentos (se describen, en el caso de los
instrumentos, es posible elaborar alguno de ellos y mostrarlo en el anexo, de manera
opcional)
• Evaluación continua
✔ Objeto
✔ Momento en el que se va a realizar
✔ Metodología: Métodos, técnicas e instrumentos (se describen, en el caso de los
instrumentos, es posible elaborar alguno de ellos y mostrarlo en el anexo, de manera
opcional)
• Evaluación final
✔ Objeto
✔ Momento en el que se va a realizar
✔ Metodología: Métodos, técnicas e instrumentos (se describen, en el caso de los
instrumentos, es posible elaborar alguno de ellos y mostrarlo en el anexo, de manera
opcional)
✔ Documentos a cumplimentar: memoria
A nivel de actividad también debe planificarse la evaluación de cada una de ellas. Un posible diseño
se incluye en la ficha de evaluación, y se transcribe en la siguiente tabla.
XI- EVALUACIÓN DE LOS OBJETIVOS
• Criterios de evaluación
• Método de evaluación:
• Técnica de evaluación:
• Instrumentos de evaluación: opcionalmente se puede anexar un modelo
XII- EVALUACIÓN O VALORACIÓN DE LAACTIVIDAD
Criterios de evaluación:
• evaluación del diseño
• evaluación de la ejecución
• evaluación del rol de la persona educadora
• evaluación de la atención a la diversidad
25. • evaluación de la coordinación con las familias
• evaluación sobre la disponibilidad e idoneidad de los recursos
Método de evaluación:
Técnica de evaluación:
Instrumento de evaluación:
Valoración y propuestas de mejora:
VI- LA PUESTA EN PRÁCTICA DE LA EVALUACIÓN
Hasta ahora, se ha diseñado la fase de diseño de la evaluación, es decir, la parte del proceso de la
evaluación que afecta a la programación de aula y las fichas de actividades, la planificación del
proceso.
Sin embargo, la evaluación como tal, no solo incluye el diseño de la misma, sino su puesta en
práctica (inmediatamente antes, durante, y después de la intervención) y la elaboración de juicios y
toma de decisiones.
Una vez diseñada la evaluación, hay que llevarlo a la práctica. Dando por sentado que se tiene claro
que es lo que se desea evaluar y cuales son los criterios de evaluación a utilizar, el proceso para
aplicar la evaluación sería el siguiente:
1- Análisis de información previa
Antes de diseñar el proceso de evaluación se procura recoger toda la información disponible sobre
el tema a evaluar, procedente de evaluaciones anteriores. Por ejemplo. Si queremos evaluar a un
niño que no es nuevo en el centro., consultaremos su expediente para ver la evaluación realizada por
el educador del año anterior.
2- Técnicas de recogida de información
El siguiente paso es seleccionar la técnica de recogida de información que vamos a utilizar. La
técnica no es más que el modo o la forma en la que vamos a recoger la información. Se han visto
cuales son las más utilizadas en el epígrafe correspondiente.
3- Seleccionar el instrumento
Aquí vamos a seleccionar la herramienta a utilizar para desarrollar la técnica que hayamos
escogido. En el apartado oportuno se han visto los instrumentos más comunes según el tipo de
técnica. En muchas ocasiones, el instrumento seleccionado va a tener que ser diseñado a propósito
para cada puesta en marcha de la evaluación, incluyendo los indicadores o ítems que van formar
26. parte de ese instrumento.
4- Selección del objetivo, el lugar, el momento y la frecuencia
Se establece la frecuencia con la que se van a realizar las distintas evaluaciones y los momentos en
los que se realizarán: En que actividad, se va aplicar el instrumento, cuando, cuantas veces, que
niños se va a observar, donde.....
5- Obtener, analizar y registrar la información
Se aplican los instrumentos y se ejecutan las técnicas para obtener la información deseada para
realizar la evaluación.
En función de la finalidad que persiga la evaluación, la información obtenida se estructura y
organiza de una manera o de otra. Por ejemplo, si queremos realizar una evaluación global del
grupo, para saber si aparece determinada conducta, y hemos utilizado un check list, podemos
realizar un conteo del total de alumnos en los que la conducta está consolidada.
La información obtenida se registra por escrito en algún documento.
6- Reflexionar y llegar a conclusiones.
Una vez ya se tiene la información requerida, se reflexiona sobre la misma, y se realiza la
evaluación propiamente dicha, que incluye las siguientes acciones:
• Formular juicios. Se valora la información en función de los criterios de evaluación que
hayamos tomado (por ejemplo, determinado alumno alcanza o no alcanza determinado
criterio de evaluación previsto)
• Tomar decisiones. En función del juicio formulado se toman decisiones para mejorar el
proceso educativo. Por ejemplo; reforzar los aprendizajes de determinados contenidos ya
que el objetivo no se está alcanzando, o cambiar las estrategias metodológicas porque las
actuales no están dando el resultado apetecido
7- Documentar de la evaluación
El último paso es documentar la evaluación, plasmando los resultados, los juicios y la toma de
decisiones en determinados documentos. Se realiza un informe donde se especifican los juicios de
valor que se han alcanzado y las decisiones que se han tomado en consecuencia. Ese informe se
pasará a las partes interesadas, por ejemplo, los padres.
Como resultado del proceso de evaluación, en un centro, se generan una serie de documentos.
Veremos los más importantes en el siguiente epígrafe.
27. VIII- LOS DOCUMENTOS DE EVALUACIÓN
Los resultados de la evaluación se plasman en distintos documentos. Varios de estos son
obligatorios, y están regulados por la orden de evaluación, y su elaboración el obligatoria. No
obstante, más allá de estos documentos, algunos centros documentan la intervención educativa, con
objeto de mostrarla a las familias y a la sociedad, en lo que se conoce como “documentalización”.
El expediente educativo del niño
Es un expediente personal de cada niño o niña, que se inicia cuando el niño es escolarizado por
primera vez, y se traslada a su nuevo colegio cuando el pequeño cambia de escuela. Es uno de los
documentos que se recomienda analizar como parte de la evaluación inicial del niño. Aunque no es
de carácter obligatorio, con excepción del historial educativo, es altamente recomendable disponer
de dichos expedientes.
Este expediente estaría compuesto compuesto, a su vez, por los siguientes documentos:
• El cuestionario que se cumplimenta en la entrevista inicial con las familias, cuando el niño
se incorpora por primera vez a la escuela
• Un informe con los resultados de la primera evaluación inicial realizada al niño, a su
incorporación a la escuela
• Los informes cualitativos con los resultados de la evaluación final de cada uno de los cursos
que el niño ha realizado en la escuela. Al acabar el ciclo, estos informes se resumen en un
único informe final, llamado “informe final de ciclo”, que se facilita al centro o equipo de
segundo ciclo, cuando el niño promociona.
• El historial de escolarización del alumno. Obligatorio según la orden de evaluación. Su
modelo se puede observar más abajo.
Memoria o informe de aula
Se trata del segundo documento obligatorio de la evaluación. En este caso, contiene los resultados
de la evaluación final de la planificación y práctica educativa, a nivel de cada programación de aula.
Todos los informes, de cada una de las aulas, se fusionan en un informe común que se suele conocer
como memoria anual (aunque no es nombrada así en la orden).
Informes trimestrales
Tal y como se vio en la unidad dedicada a la colaboración con las familias, es preceptivo enviar a
28. los familiares un informe trimestral, de carácter cualitativo (no numérico), con los resultados de la
evaluación continua (en realidad periódica). En dichos informes, que suelen adquirir un formato
similar a una escala de grado, se suelen indicar los principales criterios de evaluación y la
evolución, en los mismos, del niño o niña.
Documentalización
La documentalización es una técnica concreta que se ha importado de determinadas propuestas
metodológicas, especialmente de la Regio Emilia. Se trata de una técnica, a mitad de camino entre
una estrategia metodológica y una técnica de evaluación que, por una parte trata de implicar a las
familias y a la comunidad en las actividades del centro pero, por otra, trata de mostrar al exterior, el
proceso y los resultados de la intervención educativa.
Inicialmente, era una técnica directamente asociada a la opción metodológica de pequeños
proyectos (Kilpatrick, Malaguzzi), aunque luego su uso se ha generalizado a otro tipo de actividades
y metodologías.
Documentalizar, es dejar constancia documental de un proceso o unos resultados educativos.
Normalmente, con la intención de mostrarlo al exterior.
El formato que puede adoptar la documentalización es muy diverso: desde mostrar los resultados de
las actividades (lo que ha hecho el niño), o el material que se ha usado, hasta sacar fotografías,
vídeos, textos describiendo lo que se ha hecho o reflexiones sobre lo que se ha hecho, murales......
Los soportes y espacios que se pueden utilizar para mostrar lo documentado también son muy
variados. Desde un tablón de anuncios, un espacio concreto en el aula, en las paredes del aula (a
modo de decoración), en zonas comunes del centro (pasillos y, especialmente, el recibidor), o en
soportes digitales ( blogs, grupos de facebook, Youtube...).
Tal y como se observó en la unidad dedicada a las actividades, cuando una actividad vaya a ser
documentalizada, hay que diseñar paralelamente el proceso de documentalización (que, como,
cuando, donde, vamos a documentalizar) en el apartado de descripción de la actividad. Los recursos
necesarios para la documentalización también tendrían que ser tenidos en cuenta en el apartado
correspondiente.