1. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO EN EL CREYENTE
(En relación con el ministerio o servicio)
EL BAUTISMO CON EL ESPIRITU SANTO
Hasta aquí hemos considerado el ministerio del Espíritu Santo con respecto a la impartición y el
desarrollo de la vida espiritual e individual del cristiano. Pero el Espíritu tiene una gran parte en
dotar al creyente de una vida de ministerio y servicio en la obra del reino de Dios, el ministerio y
servicio espiritual siempre se presentan en las escrituras como un hecho logrado por medio del
Espíritu Santo antes que por cualquier habilidad humana. (Zac. 4:6)
Este poderoso ministerio del Espíritu Santo no debe ser confundido con sus otras actividades en
relación con los hijos de Dios. El bautismo con el Espíritu Santo es distinto de, y posterior a, su
obra regeneradora en los corazones de los inconversos. Este bautismo es especialmente para
que los creyentes tengan el poder espiritual necesario para llevar a cabo el ministerio que les
ha sido entregado.
Un cohete se halla en la plataforma de lanzamiento. Tiene suficiente combustible y oxígeno líquido,
pero no irá a ninguna parte. Se halla inmóvil. La iglesia era como el cohete inmóvil cuando Jesús
ascendió al cielo. Cristo le dijo a sus seguidores que fueran a todo el mundo y predicaran el
evangelio. Parecía ser una misión imposible para 120 personas. Les faltaba algo. El cohete se
mantiene firme y frío hasta que algo significativo sucede.
Una vez que una chispa de fuego enciende el combustible, el cohete es lanzado hacia el espacio
exterior. De manera similar, la iglesia necesitaba una chispa de fuego que espiritualmente la hiciera
arder para Dios. Los discípulos, en vez de ser cobardes escondidos detrás de las puertas, como
sucedió después de la crucifixión de Cristo, de repente se volvieron poderosos e intrépidos al
testificar de Él.
Juan el Bautista profetizó sobre esto, tal como leemos en Mateo 3:11, “Él os bautizara en
Espíritu Santo y fuego.” Cuando la plenitud del Espíritu Santo vino sobre los que esperaban en
Jerusalén, la chispa encendió el cohete. El mundo jamás sería el mismo, y la iglesia entró a una
nueva dimensión de conocimiento de la plenitud de Dios.
El bautismo con el Espíritu Santo en una de las mayores experiencias disponibles para los
creyentes. El propósito de esta experiencia es de darle autoridad a los seguidores de Cristo para
que hagan la obra de Dios. Algunos cristianos bien intencionados han intentado convencernos de
que la llenura del Espíritu de Dios, fue para la iglesia primitiva solamente.
La llenura del Espíritu Santo fue dada a la iglesia durante la celebración de la Fiesta de Pentecostés
(Hechos 2:2- 4).
2. En el sermón que siguió al gran derramamiento, Pedro se refirió a la generación de sus días
cuando dijo, “la promesa es para ustedes.” Luego, específicamente incluyó a la generación próxima,
“para vuestros hijos. ”Él tuvo la visión de lugares y tiempos distantes al declarar, “para los que están
lejos.” Pero esto no concluye aquí. Pedro lo incluye a usted cuando añade,
“Para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.” (Hechos 2:38-39).
Esta lección enfocará lo que es y no es el bautismo con el Espíritu Santo, y por qué, hablar en
lenguas (glossa), fue la señal inicial mas no única de esta experiencia de poder maravilloso.
LO QUE ES Y LO QUE NO ES EL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO
No es igual al nuevo nacimiento, cuando una persona es salva. No es una recompensa por los
años de servicio fiel, ni tampoco es el pináculo de la experiencia cristiana. El bautismo con el
Espíritu Santo es poder impartido por Dios, equipando al creyente para realizar las tareas que Dios
le ha encomendado (Hechos 1:8). Es un don gratuito (Juan 14:16; Hechos 2:38). Es una
experiencia subsiguiente a la salvación.
He aquí algunos ejemplos:
(1) Los apóstoles se convirtieron bajo el ministerio de Jesús (Lucas 10:20; Juan 13:10-11;
15:13). Fueron llenos con el Espíritu Santo tres años después (Lucas 24:49; Hechos 2:1-4).
(2) Los samaritanos fueron salvos bajo el ministerio de Felipe (Hechos 8:5-12). Fueron
bautizados con el Espíritu Santo bajo el ministerio de Pedro y Juan algunos días después
(Hechos 8:14-17).
(3) Pablo se convirtió en el camino a Damasco después de haber recibido una visión de Cristo
resucitado (Hechos 9:3-9). Fue bautizado con el Espíritu Santo, tres días después, bajo el ministerio
de Ananías. (Hechos 9:17-19).
Para ser lleno del Espíritu Santo:
• Debe haber un deseo genuino de recibir más de Dios (Juan 7:37-39).
• Debe haber lealtad completa al Señorío de Jesucristo. Ya que la persona está buscando
poder para servir, es lógico que deba estar dispuesta a servir al Señor. Debe haber sumisión a la
voluntad de Dios para que el Espíritu Santo obre a Su manera.
• Debe haber una fe personal vital. Al igual que la salvación, el bautismo con el Espíritu Santo es un
don maravilloso que se recibe por fe. En Hechos 8:20, Pedro habla de la llenura del Espíritu Santo
como un don gratuito, no es algo que podamos ganar
o comprar. Hechos 10:46-47 habla tocante al DON DEL ESPÍRITU SANTO. También debemos tener
fe de que la promesa, hoy en día, es para nosotros (Hechos 2:38-39). Nuestra fe necesita
manifestarse en alabanza y agradecimiento. De manera segura la
llenura del Espíritu viene cuando alabamos al Señor. No olvidemos que uno de los ministerios
principales del Espíritu Santo es el de glorificar a Jesús (Juan 16:14). También es el tipo de fe que
continuará Hasta que la promesa sea recibida (Lucas 11:5-13).
3. PUNTOS IMPORTANTES PARA NOTAR:
El hablar en lenguas(glossan) no es el bautismo con el Espíritu Santo, fue una de las
evidencias iniciales, pero no la única.
No busque hablar en lenguas como si fuera el equivalente del bautismo con el Espíritu
Santo, busque más de Dios y ríndase a El; El se encargara de lo demás.
Puede ser cierto que algunos aparentemente hayan hablado en lenguas y no hayan recibido
el bautismo con el Espíritu Santo. “La palabra aparentemente” es utilizada por que se sabe
que muchos de estos son idiomas verdaderos (dialektos) (lenguajes).
El Diablo tiene una falsificación de este don como lo tiene para todos los otros. Pero el que
busca sinceramente más de Dios no debe tener temor alguno de que va a recibir otra cosa
que lo mejor de Dios. (Lc. 11:11-13)
EVIDENCIAS ADICIONALES
Otras evidencias inmediatas de una nueva experiencia de la llenura del Espíritu en la vida del
creyente incluirá: Alabanza a Dios (Hch. 2:11; 2:47; 10:46) gozo sobreabundante (Hch. 2:46); una
carga profunda y deseo de predicar o testificar de Jesús (Hch. 1:8; 2:14; 3:31; 19:6)
EVIDENCIAS PERMANENTES
Jesucristo es glorificado y revelado como nunca antes (Jn 14:21-23; 15:26; 16:13-15).
El Espíritu Santo centra todas las cosas en Cristo. A medida que uno continua en la vida plena del
Espíritu nace un nuevo amor que crecerá. El Espíritu Santo lo capacita a uno para comprender la
grandeza del Salvador, su persona y sus provisiones (Ef. 1:17-23). Se reconoce que muchas de estas
escrituras son llevadas a cabo mediante el ministerio del Espíritu Santo como el consolador quien
mora en todos los creyentes. Pero se ha experimentado que todos los ministerios del Espíritu Santo
son realizados como resultado del bautismo con el Espíritu Santo de Dios.
Una pasión más profunda por las almas. Uno no puede leer la historia de la iglesia primitiva
inmediatamente después de Pentecostés, sin darse cuenta del ardiente deseo de proclamar el camino
de salvación (Hch. 2:14,41; 4:19,20; 5:29-33; 6:8-10; 11:22-24; 26:28,29)
Un mayor poder para testificar (Hch. 1:8; 2:41; 4:31-33; Jn. 15:26,27; 1cor.2:4,5)
Un nuevo poder en la oración y un espíritu de oración (Hch. 3:1; 4:23-31; 6:4; 10:9; Judas1: 20;
Ef. 6:18; 1cor. 14:14-17)
Un amor mas profundo y conocimiento mas amplio de la palabra de Dios (Jn. 16:3)
4. LLENURAS ADICIONALES CON EL ESPIRITU SANTO
El bautismo con el Espíritu Santo nos conduce hacia una vida colmada del Espíritu. El apóstol Pablo
amonesta a los cristianos: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; Antes bien sed
llenos del Espíritu……” (Ef. 5:18). Literalmente dijo, “Estén siendo llenos del Espíritu”. Debe ser una
experiencia continua. Resumiremos brevemente cuatro llenuras adicionales que recibieron los
discípulos después del día de Pentecostés. El libro de Hechos parece indicar que hay un bautismo,
pero muchas llenuras.
1. Para defender la fe. (Hch. 4:8). La respuesta valiente e inspiradora que les dio Pedro fue el
resultado de ser lleno del Espíritu. Esta fue una nueva experiencia para hombres humildes; pero el
Espíritu Santo los capacito para esta ocasión.
2. Para reprender el poder del Diablo. (Hch.13:9,10) En la isla de Chipre Pablo estaba ministrando
al procónsul Sergio Paulo cuando el mago Elimas busco tomar al procónsul en contra de la fe.
Pablo recibió una unción especial del Espíritu y lo reprendió con palabras no inciertas. Cuando
Satanás busca estorbar la palabra de Dios, podemos esperar unciones especiales para que el
pueda ser vencido y el ministerio no sea estorbado.
3. Para dar nueva valentía y poder a los discípulos. (Hch. 4:31). El concilio recién había mandado
a los discípulos y los habían amenazado (Hch. 4:17) Pero los discípulos acudieron a la oración y,
como resultado, una nueva llenura del Espíritu vino sobre ellos y recibieron valentía y poder divino
para continuar predicando la palabra de Dios.
4. Gracia y poder para aguantar persecuciones. (Hch.13:50-52) Ninguno disfruta particularmente
ser perseguido. Pero estos recibieron una llenura especial del Espíritu Santo en tales momentos.
El verbo griego usado aquí está en el tiempo imperfecto significando que estaban siendo
constantemente, todos los días llenos con el Espíritu Santo. La iglesia primitiva estaba siendo
sujeta a persecución cada día, ¿Por qué no una llenura fresca para cada día?
ESPERANDO EL BAUTISMO CON EL ESPIRITU SANTO
En los primeros días del siglo veinte, era costumbre decir que uno tenía que “esperar” el bautismo con
el Espíritu. La idea de esperar la experiencia Pentecostal se basa en dos pasajes bíblicos: “He aquí
Yo enviare la promesa de mi Padre sobre vosotros; Pero quedaos [esperad] vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. (Lc. 24:49) “Y estando juntos, les
mando que no se fueran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre ( Hch. 1:4)
En obediencia a estos mandatos, los discípulos esperaron un número de días hasta el día de
Pentecostés, cuando el Consolador descendió en su venida inicial para permanecer en la iglesia para
siempre. Y desde el día de Pentecostés, el Espíritu Santo que mora en el creyente, espera al
creyente. Concluimos, entonces, que ahora no es necesario esperar al Espíritu.
5. Hoy, a causa del uso descuidado de la palabra “esperar”, muchos que buscan con hambre, creen que
el bautismo con el Espíritu solo puede ser recibido después de semanas, meses o años de espera.
A aquellos que tienen esta creencia les es difícil ejercer la fe y así recibirlo inmediatamente.
A los que buscan el bautismo con el Espíritu, debería enseñárseles que el Espíritu esta dispuesto a
llenarlos tan pronto como abran sus corazones, cedan sus vidas a Cristo y ejerzan la fe.
Una de las grandes bendiciones de la salvación es que nos hace aptos para recibir el
bautismo con el Espíritu Santo. Pedro declara en Hechos 2:38 – “Arrepiéntase y
bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus
pecados. Y recibirán el don del Espíritu Santo.” Al testificar en cuanto a las ventajas de
recibir a Cristo, debemos añadir la maravillosa promesa, la cual es que ellos también
pueden recibir el don del bautismo con el Espíritu Santo.