2. INDICE
Historia de la brucelosis.
Distribución mundial
¿Cuáles son sus causas?
¿Qué factores de riesgo existen?
¿Qué síntomas produce?
¿Cómo se diagnostica?
¿Puede prevenirse?
¿Cuál es su pronóstico?
¿Cuál es su tratamiento?
Bibliografía
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3. Brucelosis
La brucelosis es una enfermedad
infecciosa transmitida al hombre por
animales (cabras, ovejas, camellos,
ganado vacuno, cerdo, perro) o por
productos de origen animal
(fundamentalmente la leche y sus
derivados). Es una enfermedad muy
frecuente en el mundo, sobre todo en el
área mediterránea, Oriente Próximo,
península Arábiga, subcontinente indio,
América Central y América del Sur.
Hay un nuevo foco que ha emergido en
la Península Balcánica y en la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Historia de la brucelosis.
Junto a enfermedades infecciosas de las cuales se desconoce la época histórica en la que
se iniciaron, ya que parecen vinculadas al origen mismo del hombre, existen otras, cuyo
punto de procedencia y fecha de aparición parecen ser bien conocidos. Tal sería el caso
de la brucelosis.
Esta enfermedad "nació" a principio del siglo XIX en la isla centro mediterránea de
Malta. Algunos de sus habitantes fallecían a consecuencia de un cuadro febril cuya
causa permanecía ignorada y según las estadísticas de la época, enfermaban más
mujeres que hombres.
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4. Las tropas inglesas que ocupaban la isla, sufrían así mismo el embate de la infección,
que ocasionaba la muerte a regular número de sus soldados. Ante esta situación, el
gobierno inglés, en 1904, determinó el envío a la isla de una comisión investigadora,
llamada Mediterraneam Fever Comission, constituida por varios médicos militares,
presidida por David Bruce. (en honor a Bruce se bautizo a estasbacterias bajo el nombre
de Brucellas). En 1905, Zammit comprobó el papel epidemiológico desempeñado por
las cabras, al demostrar que 50% de ellas sufría la enfermedad, Observó que los
soldados que salían de los cuarteles y bebían leche de cabra contraían la enfermedad,
mientras los que no hacían tal permanecían indemnes.
Si alguien tuvo una idea de la fiebre de Malta antes del siglo XIX, éste fue el genial
Hipócrates. La Historia de la Medicina no habla de médico alguno que durante los
numerosos siglos intermedios entre aquél y la época contemporánea hubiera tenido
noción más o menos exacta de esta fiebre especial. Eyre transcribió la descripción que
hizo Hipócrates de un probable caso de dicha enfermedad, que la padeció un paria que
vivía encima del templo de Diana, en Thasos, el cual murió a consecuencia de la misma
después de ciento veinte días de evolución.
Distribución mundial
La brucelosis es una enfermedad de distribución mundial que afecta principalmente a
Países de la cuenca mediterránea, Oriente Medio, India, América Central y América del
Sur. Los países con mayor número de casos registrados de brucelosis aguda humana son
Siria, Turquía e Irak (Solera y Castaño, 2008). La brucelosis está incluida en el Sistema
de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO)
desde el año 1943 (WHO, 1986). Es una de las enfermedades incorporadas en el
Programa de Vigilancia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control
de las Infecciones e Intoxicaciones de origen alimentario en Europa, del cual España
forma parte desde 1983.
En los últimos años, en España, se ha reducido de forma notable el número de casos
registrados gracias a los programas de vacunación de ganado, de sacrificio de animales
enfermos y de control sanitario de productos de origen animal. A pesar de los esfuerzos,
en nuestro país sigue siendo una enfermedad endémica, de predominio rural, con una
tasa de incidencia más alta que la de los países de nuestro entorno. El centro de la
península sigue siendo la zona con mayor número de casos. Por Comunidades
Autónomas, Extremadura es la que presenta una tasa más elevada (2,41 por 100.000
habitantes), seguida por Aragón (0,86), Andalucía (0,71), Castilla y León (0,69), y
Castilla-La Mancha (0,61) (Anónimo 1, 2009).
¿Cuáles son sus causas?
La brucelosis es una zoonosis transmitida a los humanos por el contacto con fluidos de
animales infectados (ovejas, ganado, cabras, cerdos u otros animales) o de productos
derivados como productos sin pasteurizar como leche y queso.
Seis especies pertenecen al genero Brucella: B. melitensis (pequeños rumiantes) B.
abortus (cabras) B.suis (cerdos) B.canis (perros), estas bacterias producen enfermedad
en los humanos y B.neotomae (ratas) y B.ovis (ovejas) no son patologicas para el ser
humano.
La mayoría de los casos en humamos son atribuidos por B.melitensis.
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5. Estas bacterias son cocobacilos gram negativos intracelulares facultativos, aerobios e
inmóviles. Son catalasa y oxidasa positivos, a excepción de las especies B. neotomae y
B. ovis que son oxidasa negativas.
Estos organismos puedern sobrevivir más de dos días en la leche a 8 ºC, más de tres
semanas en carne congelada y más de tres meses en queso de cabra. La brucilla puede
sobrevivir en las excreciones de los animales más de 40 días si el suelo está humedo.
Estos organismo son sensibles al calor, a la radiación ionizante y a la mayoriía de los
desinfectantes y a la pasteurización.
Esta bacteria se suele transmitir a los humanos al consumir leche o productos lácteos no
pasteurizados. En nuestro país, el consumo de queso artesanal ha sido una vía frecuente
de transmisión. También puede transmitirse por vía aérea durante el contacto con
animales, especialmente en el caso de los niños y de los trabajadores de mataderos,
granjas y laboratorios. Otras vías de infección para los trabajadores en situación de
riesgo son las heridas de la piel y las salpicaduras a los ojos.
Actualmente el consumo de queso importado, los viajes al extranjero y las exposiciones
profesionales son las fuentes de infección que se identifican con mayor frecuencia. En
nuestro país los casos de brucelosis han disminuido muchísimo, pero es una importante
causa de pérdida económica y de problemas de salud en países en vías de desarrollo.
¿Qué factores de riesgo existen?
La brucelosis puede adquirirse con más frecuencia:
• Al comer o beber leche o derivados lácteos sin pasteurizar procedentes de vacas,
cabras u otros animales infectados por la bacteria.
• Al viajar a áreas en donde la Brucella es frecuente.
• Al trabajar procesando carne.
• Al trabajar en una granja.
• En cazadores.
• En veterinarios que realizan vacunación frente a Brucella.
¿Qué síntomas produce?
El tiempo transcurrido desde el contacto con la bacteria hasta la aparición de los
primeros síntomas (período de incubación) oscila entre 1 y 4 semanas, pero puede llegar
a prolongarse varios meses. B.melitensis causa una infección más severa que la
B.abortus.
La enfermedad puede ser desde asintomática hasta muy grave, y suele ser más benigna
en los niños que en los adultos.
Padecer brucelosis durante el embarazo se asocia a un aumento de abortos, partos
prematuros e infección intrauterina con muerte del feto.
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6. La brucelosis humana ha sido clasificada de forma arbitraria en varias categorías:
aguda, subaguda, subclínica, recidivante y crónica (Gotuzzo et al., 1982; Salata et al.
1985); Solera et al., 1997; WHO 1986). Sin embargo, dado el extraordinario
polimorfismo clínico de la enfermedad no es posible asignar todas las formas de
presentación a una u otra categoría. La evolución de la enfermedad en el hombre
depende de muchos factores que incluyen el estado del sistema inmunitario del
hospedador, la presencia de otras enfermedades concomitantes, la concentración de
bacterias y la especie de Brucella spp.
Así por ejemplo, B. melitensis tiende a originar un cuadro inicial agudo y agresivo; B.
suis induce abscesos localizados y B. abortus se caracteriza por su menor invasividad,
responsable de frecuentes formas asintomáticas y de fácil control terapéutico (Young et
al., 1979)
• Brucelosis aguda. El comienzo de los síntomas puede ser brusco (1 ó 2 días) o
gradual (durante una semana o más). Se caracteriza por fiebre, escalofríos,
sudoración nocturna con un fuerte olor característico, dolores musculares,
cansancio, falta de apetito, dolor de articulaciones, dolor lumbar, pérdida de
peso, estreñimiento, faringitis y tos seca. La exploración física no suele revelar
anomalías y los pacientes pueden tener un aspecto engañosamente sano. En otras
ocasiones los pacientes tienen un aspecto de enfermedad grave y presentan
palidez, ganglios aumentados (adenopatías), aumento de tamaño del hígado y del
bazo, inflamación de las articulaciones, y alteraciones en los análisis de sangre
(anemia, leucopenia, trombopenia).
En 3 de cada 10 casos la brucelosis se presenta como una infección localizada en algún
órgano o sistema. Las presentaciones localizadas más frecuentes son:
o Infección de los huesos y/o articulaciones (osteomielitis, artritis o
espondilitis), afectando sobre todo a la zona inferior de la columna
vertebral y a las articulaciones grandes (cadera, rodilla, tobillo). Se
caracteriza por dolor e inflamación en la articulación afectada.
o Afectación del aparato genitourinario (orquiepididimitis, prostatitis,
cistitis, glomerulonefritis). 2-20%.
o Afectación de los pulmones (neumonía). 7%
o Afectación del aparato gastrointestinal (hepatitis, colecistitis,
pancreatitis). 3-6%
o Afectación neurológica (meningitis, encefalitis, neuritis). 2-7%
o Afectación del corazón (endocarditis, miocarditis, pericarditis). 1-2%
o Afectación de los ojos (uveítis, conjuntivitis, úlceras corneales).
o Afectación de la piel (sarpullidos, vasculitis). >10%
• Brucelosis crónica. Este término se refiere a la sintomatología que dura más de
un año después del diagnóstico. Normalmente se debe a la persistencia de focos
profundos de infección. Se suele caracterizar por manifestaciones localizadas
(sobre todo afectación de la columna vertebral, de los huesos, de los ojos e
infecciones en la piel) o por recaídas (5-15%); las causas de recaída suelen ser
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7. por inadecuada elección de antibióticos, corto periodo de tratamiento, falta de
adherencia y enfermedad localizada.
La brucelosis puede ser una causa de fiebre de origen desconocido.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de brucelosis se realiza interpretando en conjunto los síntomas, los datos
de la exploración y los hallazgos del laboratorio. Las pruebas de laboratorio más
utilizadas son el aislamiento de Brucella spp. A partir de muestras clínicas y la
detección de anticuerpos específicos en suero del paciente. Mientras que la brucelosis
aguda es fácil de diagnosticar mediante estas pruebas, no ocurre lo mismo cuando se
trata de pacientes de larga evolución
• El cultivo de la bacteria a partir de la sangre (hemocultivos) o, más
infrecuentemente, de otras muestras biológicas (médula ósea, otros fluidos o
tejidos corporales). Se sigue utilizando el clásico cultivo bifásico (sólido-
liquído) de Ruiz-Castaneda pero se están desarrollando cultivos de sangre más
efectivos.
• El diagnóstico serológico de la brucelosis se realiza mediante tres pruebas
clásicas: la prueba Rosa de Bengala (RB), la prueba de seroaglutinación estándar
en tubo (SAT) o prueba de Wright, ELISA y la prueba de Coombs anti-Brucella
(Coombs). Mientras que en el episodio agudo todas estas pruebas son sensibles,
sólo utilizando la prueba de Coombs se pueden descartar estadíos avanzados de
la enfermedad.
• PCR
• Las pruebas de imagen (radiografía simple, gammagrafía ósea, ecocardiograma,
TAC y RMN) no permiten el diagnóstico de brucelosis y solo sirven para
localizar focos de infección.
¿Puede prevenirse?
Las medidas preventivas para la brucelosis se deben centrar en el foco de infección. La
prevención puede realizarse mediante la vacunación del ganado (vacas, ovejas y
cabras), la cuarentena del ganado, los análisis microbiológicos y el sacrificio de
animales infectados. Para que la vacunación sea efectiva se necesitan programas
mantenidos durante varios años. La preparación de las vacunas puede infectar
accidentalmente a las personas que las manejan.
La protección de los trabajadores de los mataderos se debe realizar separando
claramente las zonas de matanza de las zonas de procesamiento de la carne. También
deben existir mataderos específicos para animales infectados, se debe utilizar vestuario
y desinfectantes adecuados y debe existir una buena ventilación.
Para prevenir la transmisión a humanos es importante la pasteurización de la leche.
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8. No se dispone de vacuna para humanos.
¿Cuál es su pronóstico?
Las recaídas y los fallos del tratamiento son frecuentes y se asocian sobre todo a la
infección a nivel de columna vertebral. Con tratamiento adecuado, la mortalidad por
brucelosis es menor del 1 %.
¿Cuál es su tratamiento?
La brucelosis puede ser difícil de erradicar. Para tratar la enfermedad y prevenir
complicaciones, recidivas y secuelas se utilizan varios antibióticos combinados que se
administran durante periodos prolongados.
La última recomendación de la OMS data de 1986 y sugiere la opción de doxiciclina
100 mg/12h oral más rifampicina 600-900mg/día oral durante un mínimo de 6 semanas,
pudiéndose sustituir la rifampicina por estreptomicina 15 mg/kg intramuscular desde
los primeros 14 dias a los 21 días(WHO, 1986). Esta última se ha mostrado como la
más efectiva y se ha aceptado como la opción más adecuada en la actualidad (Skalsky
et al., 2008). Una posible explicación a esta diferencia es la interacción de rifampicina y
doxiciclina.
• Adultos. Para el tratamiento de la brucelosis no complicada se pueden emplear
dos pautas de antibióticos:
o Doxiciclina asociada a estreptomicina es el “Gold Standard” o a
gentamicina 5mg/Kg (se ha demostrado ser igual de eficaz que la
estreptomicina).
o Doxiciclina asociada a rifampicina.
En caso de resistencias, toxicidad o en algunas recaídas se pueden emplear otros
antibióticos distintos.
Para el tratamiento de la brucelosis localizada en algún órgano, mucho más difícil de
erradicar, se suelen administrar tres antibióticos a la vez y mantenidos de forma más
prolongada (al menos 12 semanas).
• Mujeres embarazadas. La brucelosis en mujeres embarazadas se trata con
rifampicina (900 mg) asociada o no a sulfametoxazol-trimetoprim. El
sulfametoxazol-trimetoprim debe evitarse la semana inmediatamente anterior al
parto.
• Niños. El tratamiento de la brucelosis en niños combina al meno dos
antibióticos. Los niños mayores de 8 años se tratan con tetraciclinas asociadas a
rifampicina durante 6 semanas; los menores de 8 años se tratan con
sulfametoxazol-trimetoprim asociado a rifampicina durante 4 a 6 semanas. Los
casos de enfermedad osteoarticular, neurológica o de endocarditis pueden
tratarse con tres antibióticos y de forma más prolongada para disminuir el riesgo
de recaídas.
En un 5-15 % de los casos se producen recaídas tras el tratamiento; en general se
producen por haber empleado un antibiótico inadecuado, por tratamientos cortos o por
un mal cumplimiento del tratamiento.
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