Este documento presenta un proyecto para establecer un ministerio de visita a enfermos en hospitales. Describe los antecedentes bíblicos de Jesús sanando a los enfermos y cómo entendían la enfermedad en la cultura judía. Jesús sintió compasión por los enfermos y marginados y los sanó para restaurarlos espiritualmente. El proyecto tiene como objetivo ofrecer acompañamiento espiritual a los enfermos a través de visitas para compartir la palabra de Dios.
1. Proyecto Ministeriode Misericordia de visita a los enfermos “El Buen Samaritano”
Presentado a:
Pastor Alejandro Moreno.
Pastora Flor Martínez.
Presentado por:
Claudia Jannethe Castañeda Farfan.
Iglesia Cristiana Misionera Filadelfia Jezreel
Seminario teológico
2015
2. Agradecimientos
Al Señor Jesucristo por darme el don de misericordia para el servicio de los demás, por
enseñarmela necesidadque tienen las personas queestán padeciendo alguna enfermedad y
por la paciencia que me ha dado para poder evangelizarlos.
Al pastor Juan Valdez por permitirnos estudiar en el seminario de Teología,
impartiéndonos su gran amor por la palabra, a los pastores Alejandro moreno y Flor
Martínez por su paciencia y por su empeño en formar siervos al servicio del Señor.
3. Dedicatoria
Al señorJesucristo por permitirmeformar parte de su iglesia, por regalarmelos dones tan
especiales queme han fortalecidoen su amor,en la esperanza y en la fe.
A las personas enfermas en su soledady dolor por permitirmeconvivir sus dolencias y por
abrirsu corazón pararecibirla palabra de Dios.
4. Tabla de contenido
Introducción.................................................................................................. 6
1. Proyecto Ministerio de misericordia visita a los enfermos “El Buen Samaritano”....... 7
1.1. Generalidades........................................................................................ 7
1.1.1. Antecedentes de la visita a los enfermos..............................................................7
1.1.2. Principios que rigen la visita a los enfermos......................................................10
1.1.3. Fundamentación.................................................................................................12
1.1.4. Misión.................................................................................................................13
1.1.5. Visión..................................................................................................................13
1.1.6. Objetivo general..................................................................................................14
1.1.7. Objetivos específicos...........................................................................................14
1.2. Marco de referencia............................................................................... 15
1.2.1. Marco teórico......................................................................................................15
1.2.2. Marco Conceptual...............................................................................................21
1.2.2.1. ¿Qué es la salud?..........................................................................................21
1.2.2.2. ¿Qué es el ministerio de misericordia de visita a los enfermos?...................23
1.2.2.3. Actitudes del enfermo..................................................................................23
1.2.2.4. Reflexión teológica de la visita a los enfermos............................................24
1.3. Metodología para visitar a los enfermos .................................................... 26
1.3.1. Acompañamiento adecuado................................................................................26
1.3.2. Acompañamiento espiritual del enfermo............................................................26
1.3.2.1. El enfermo y la relación con dios.................................................................28
1.3.2.2. La oración y enfermedad..............................................................................30
1.3.2.3. La enfermedad y oración.............................................................................30
1.3.4. Necesidades espirituales del enfermo..................................................................32
1.3.5. Pautas para la visita pastoral del enfermo........................................................33
1.3.6. Un ministerio de consolación.............................................................................37
5. 1.4. Metas del proyecto Ministerio de misericordia visita a los enfermos. ................ 38
1.5. Cronograma de actividades..................................................................... 39
6. Introducción
“Estuve...enfermo,y me visitasteis...De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de
estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mateo 25:36, 40).
La enfermedad es una crisis física, emocional y espiritual la cual afecta no sólo a la
persona enferma o herida sino también a todos aquellos familiares o amigos del enfermo;
claro está que también existen personas que padecen una enfermedad y están solos en
medio de ese momento de la vida tan difícil, sufriendo aún más debido a sus dolencias y a
la soledad.
El presente proyecto presenta la evangelización en los hospitales como uno de los más
importantes métodos de evangelización,permitiendo así que el ministerio de misericordia
llegue a cada persona que lo necesita. Son muchas las razones para afirmar lo anterior y
esto es porque hay más personas que pasan por los hospitales del mundo, por año, que por
las iglesias. Durante su estadía en el hospital, las personas son por lo general, más
receptivas al mensaje del Evangelio que cuando se encuentran saludables, seguras de sí
mismas y en situación próspera; son más conscientes de su necesidadde un consoladory un
salvador.
Para emprender el ministeriode misericordia en los hospitales de manera competente no se
requiere de gran instrucción,pero sí es esencial tener en el corazón el mismo amorque Dios
nos ha dado desde antes de la fundación del mundo. El problema del sufrimiento ha
causado alarma y dolor a la humanidad a través de los siglos: confronta a hombres y
mujeres que no sólo se encuentran cara a cara con este misterio, sino que también
experimentan sus incomodidades en forma tangible. Recuerde que la sombra de la muerte
descansa sobre algunos de ellos y que el hospital bien puede ser la «última parada» antes
de la eternidad.Tratar con ellos requiere de toda la compasión, preocupación y solicitud
posibles.
Por lo anterior, es necesario consolidar en este documento las diferentes estrategias
teóricas y prácticas para promover el ministerio de misericordia a través de la
evangelización en los diferentes hospitales y clínicas de Zipaquirá; ofreciendo así el
acompañamiento espiritual y moral a aquellas personas que están padeciendo una
enfermedad y que necesitan del amor de Dios para superar sus dificultades.
Estas líneas son la expresión y la reproducción del amor que Dios nos ha ofrecido, es el
deseo de acompañar a las personas en esos momentos tan difíciles comoson la enfermedad,
la soledad y el sufrimiento.
7. 1. ProyectoMinisterio de misericordia visita a los enfermos “El Buen Samaritano”
1.1. Generalidades.
1.1.1.Antecedentes de la visita a los enfermos.
Los cuatro evangelios dan a conocer,en diversos pasajes,como un hecho real e histórico,la
preocupación que Jesús tenía frente a los enfermos, y su actitud siempre compasiva con
ellos; y narran,en algunos casos con lujo de detalles, los milagros que realizó en su favor.
Jesús curó a muchas personas entre ellas están: la suegra de Pedro que estaba en cama y
padecía fiebre; la mujerque padecía de flujo de sangre desde hacía doce años; a la hija de
la mujer siro-fenicia que padecía ataques a causa de un demonio que la atormentada; a
Bartimeo que era ciegode nacimiento;al criado del centurión romano; a los diez leprosos
que encontró en su caminohacia Jerusalény a dos ciegos quepedían limosna a la salida de
la ciudad de Jericó; a la mujer encorvada que vio en la sinagoga de Cafarnaún; al
paralítico quesus amigos descolgaron por el techo de la casa donde él estaba enseñando; al
hombre de la mano paralizada; al endemoniado epiléptico; al tartamudo sordo; al
paralítico que permanecía cerca de la piscina de Siloé, y a muchísimos enfermos más.
Y como si esto fuera poco, revivió a la hija de Jairo, al hijo de la viuda de Naín, y a su
amigo Lázaro. En el Evangelio de san Lucas leemos:
“Saliendo de la sinagoga entró en la casa de Simón.La suegra de Simónestaba con mucha
fiebre,y le rogaron por ella.Inclinándosesobre ella conminó a la fiebre,y la fiebre la dejó;
ella,levantándoseal punto, se puso a servirles. A la puesta del sol, todos cuantos tenían
enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y,poniendo él las manos sobre cada uno de
ellos, los curaba.” (Lucas 4, 38-40).
Pero para comprender el verdadero sentido y la verdadera profundidad de esta actitud
sanadora de Jesús, se debe conocer la concepción que los israelitas tenían de la
enfermedad.
Significado de la enfermedad en la cultura judía
Distintos textos bíblicos nos muestran cómo era vista y entendida la enfermedad en el
pueblo de Israel; de ellos se pueden expresar las siguientes conclusiones:
8. 1. La enfermedad es una situación de debilidad y agotamiento, en la que el enfermo
sufre el abandono de su fuerza vital. Todo enfermo es una persona queva camino de
la muerte.
2. El enfermo vive una situación de paro forzoso, no puede trabajar, depende
totalmente de los otros,de tal manera que la enfermedad implica no sólo la pérdida
de la salud, sino también la condición de máxima pobreza.
3. Por su misma condición,según la cultura judía la enfermedad es considerada como
un castigo de Dios. Se entiende que es Dios mismo quien abandona y rechaza al
enfermo, por sus pecados. Todo enfermo es sospechoso de infidelidad a Dios.
4. Como consecuencia de lo anterior,el enfermose ve a sí mismo como culpable de algo
– ante Dios y ante la sociedad -, aunque muchas veces no sabe bien qué es lo que ha
hecho.este sentimientode culpabilidadhunde al enfermo en la desesperanza y en la
marginación.
La compasión de Jesús porlos enfermos
Conocedorde su tiempo y su cultura,Jesús percibía con inmenso dolor, la difícil situación
que vivían las personas enfermas, quienes, aparte de sus dolores físicos, tenían que
enfrentar la marginación y la carencia de los bienes indispensables para su vida; esto lo
llevó a sentir en lo más profundo de su corazón, una inmensa compasión por todas ellas,
sin importar su enfermedad, su condición social, su sexo o su lugar de origen.
Pero Jesús no se acercaba a los enfermos, con la preocupación de un médico, que
simplemente deseaba resolver el problema biológico creado por la enfermedad como tal,
sino que su intención fundamental era recuperar y “reconstruir”, plenamente, a estos
hombres y mujeres hundidos en el dolor físico, y también en el dolor espiritual que
implicaba para ellos sentirse condenados por la sociedad y por la religión.
Los datos evangélicos muestran que Jesús no fue simplemente un curador de
enfermedades, sino también, y sobre todo, un rehabilitador de hombres y mujeres
destruidos, un verdadero liberador. Por eso no se detenía ante nada; ni siquiera ante las
leyes y normas religiosas, que mandaban “no trabajar” el sábado, día dedicado a Dios, y
también,tocar a los enfermos,particularmentea los leprosos, para no contaminarse de su
supuesta impureza.
Jesús consideraba que compadecerse de las personas marginadas por la enfermedad,
acercarsea ellas y sanarlas,era parte importante de su misión de Mesías – Salvador. Fue
precisamente esto lo que dijo a los discípulos de Juan Bautista cuando le
preguntaron quién era y a qué venía. lo refiere Mateo en su Evangelio:
9. “Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a
decirle: – ¿Eres tú el que ha de venir o hemos de esperar a otro? Jesús les respondió: –
Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos
quedan limpios y los sordos oyen,los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena
Nueva…” (Mateo 11, 2-6).
Jesús no actuaba como un profesional de la medicina, ni como un sacerdote a quien
correspondía realizar ritos de purificación.Los únicos motivos quelo llevaban a actuar en
favor de los enfermos,eran su pasión liberadora y su amor absoluto e incondicional a los
necesitados.Un amor y una pasión que nacían en su corazón humano y divino a la vez, y
crecían y se fortalecían en su contacto directo con Dios, su Padre, de quien procedía.
Jesús se compadecía de todos aquellos a quienes veía sufrir por la enfermedad o por la
muerte, enjugaba cariñosamente las lágrimas de sus ojos, y con un gesto sencillo o una
palabra aparentementesimple peroprofundamente elocuente y llena de fe y de confianza
en su Padre,cambiaba su dolor en gozo, su tristeza en alegría, movido por su amor y con
su poder de Dios.
Jesús se sentía llamado a acercarse no a los sanos y justos, sino a los enfermos y a los
pecadores,para infundirles fe,aliento,esperanza.Por eso los acogía. Los escuchaba, y los
hacía sentir comprendidos,amados por Dios con gran ternura; esto les ayudaba a creer de
nuevo en la vida, en el perdón de Dios, y en la posibilidad de restablecer plenamente sus
relaciones con Él y con la sociedad de la que formaban parte.
Jesús invitaba a los enfermos sanados, a reiniciar su vida, con frases como: “Toma tu
camilla y anda”, o, “vé y preséntate al sacerdote”, para que testifique tu curación.
Jesús y el sufrimiento
La actitudde Jesús respecto a los enfermos, muestra queel sufrimiento,cualquiera que
sea,no es de ninguna manera deseable; y también,que no existe un nexo directoentreel
sufrimiento – y más concretamentela enfermedad – y el pecado,como muchos creían en
aquel tiempo,y como muchos piensan todavía hoy.
Pero fue más allá. Afirmó en varias ocasiones, que el sufrimiento, cuando es aceptado y
vivido con fe, puede convertirse en una bienaventuranza, en un motivo de alegría y
esperanza, porque prepara a quien lo padece con fe y con amor, para acoger el Reino de
Dios que él vino a instaurar en el mundo: el reinado de Dios en el corazónde cada hombre
y de cada mujer y en el mundo entero.Recordemos sus palabras al comienzo del Sermón de
la Montaña:
10. “Bienaventurados los que lloran,porque ellos serán consolados…
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,porquede ellos es el Reinode los
Cielos…
Bienaventurados serán cuando los injurien y los persigan y digan con mentira toda clase
de mal contra ustedes por mi causa.Alégrensey regocíjenseporque su recompensa será
grande en los cielos…” (Mateo5,5. 10-12).
Y también dijo, que el sufrimiento es una situación, una circunstancia de la vida de los
seres humanos,en la que se revela de modo especial la gloria y el poder de Dios, y su amor
infinito por cada uno de nosotros:
“Había un cierto enfermo,Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta;
María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su
hermano Lázaro era el enfermo.Las hermanas enviaron a decirle a Jesús: – Señor,aquel a
quien tú quieres está enfermo.Al oírlo Jesús, dijo: – Esta enfermedad no es de muerte, es
para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” (Juan 11, 1-4).
Cuatro días después de recibir el mensaje,Jesús se dirigióa Betania.Al llegar encontró que
Lázaro ya había muerto,y que,como era costumbre, ya había sido sepultado. Frente a la
tumba de Lázaro Jesús lloró por su muerte,porqueLázaro era su amigo, pero luego, ante
el asombro de todos los presentes, lo revivió.
Esta resurrección de Lázaro desencadenó dos acontecimientos que fueron definitivos para
Jesús: mucha gente creyó en él, y los fariseos y los sumos sacerdotes, confirmaron su
decisión de llevarlo a muerte (cf. Juan 11).
Todo esto que Jesús hizo en su tiempo, lo hace también hoy con cada uno de nosotros.
Aunque no podamos verlo ni tocarlo, Jesús está con nosotros, a nuestro lado, en nuestra
enfermedad y en nuestra vejez; acompañándonos, guiándonos, protegiéndonos,
cuidándonos. Nos lo dice la fe. No hace falta que realice un milagro y nos cure; muy
bueno si éste ocurre – ¡y puede ocurrir! -, pero no es lo importante. Lo realmente
importante,es sentir queJesús está connosotros y que nos comunica su amor y su fuerza
para ayudarnos a vivir con paciencia y buen ánimo todos nuestros padecimientos grandes
y pequeños. Asimismo nos prepara espiritualmente para nuestro encuentro con El.
1.1.2.Principios que rigenla visita a los enfermos.
El proyecto de misericordia de visita a los enfermos se regirá por los siguientes valores y
principios necesarios para ejercer una labor tan preciosa:
11. Misericordia: La disposición a
compadecerse de los trabajos y
miserias ajenas. Se manifiesta en
amabilidad, asistencia al
necesitado,especialmente de perdón
y reconciliación. Es más que un
sentido de simpatía, es una
práctica.La misericordia es el amor
en práctica: Historia del Buen
Samaritano (Lucas 10, 27-37).
La misericordia es la razón de la
Encarnación de Jesucristo, es un
atributo de Dios.Él es la fuente de la misericordia: Su misericordia alcanza de generación
en generación a los que le temen. (Lucas 1:50).
Jesús exige la misericordia como requisito para que el culto sea auténtico:
“Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio.
Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mateo 9:13)
La práctica de la misericordia es necesaria para obtener misericordia de Dios.
“Bienaventurados los misericordiosos,porqueellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7).
Amor: es el principio quemás prevaleceen la visita a los enfermos, ya que a través de
él se vivencia la crucifixión de Jesucristo por nuestros pecados. La biblia nos enseña que:
“el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no se envanece, no es
jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no
guarda rencor,no se goza de la injusticia, más se goza en la verdad, todo lo sufre, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo soporta” (I Corintios 13: 4-7)
Receptividad: Se debe aceptar a las
personas cualquiera que sea su estado de
ánimo, escuchar lo que tiene para decir sin
juzgarla. En el momento de la visita pueden
surgir un sinnúmero de sentimientos: enojo,
frustración,temor,desesperanza.El no juzgar
al paciente se le infunde confianza y se puede
evitar el rechazo y las respuestas falsas.
Tranquilidad: Escuchar y no buscar
respuestas. La mayoría de las personas están
buscando sus propias soluciones y respuestas.
12. Lo que necesitan es a alguien en quienpuedan confiar para compartir sus miedos mientras
buscan alguna solución a sus dificultades.
Humildad: Se debe admitir que no siempre tenemos respuestas a todo. También se
debe compartir el hecho que como cristianos tenemos temores y dudas. Hay que
Identificarse con los sentimientos del enfermo. Lo cual no significa decir que sabemos lo
que la persona está padeciendo.
Apoyo: Como visita, el objetivo es dejar al paciente mejor de lo que lo encontró.
Procure dejarlobien.Una de las mejores maneras en que se puede ayudar a los enfermos es
dándoles ánimo.
Prudencia: No hace falta llenar todos los silencios con palabrerío.En algunos casos,ni
siquiera hace falta conversar. Con frecuencia, cuando se guarda silencio, el paciente
comienza a hablar acerca de lo que realmente está ocurriendo dentro de él. Se debe
aprender a sentirse cómodo conesos momentos especiales de silencio.Tomar la mano de
la persona puede comunicar mucho más que cualquier palabra que se exprese. Las
excepciones a la regla del silencio son los niños o las personas mayores que sienten
intensa ansiedad.Para ellos el silenciopuede resultaramenazante.Pero en general, se
debe permitir que el silencio sea un aliado: lo que vale es la presencia.
Simpatía: El mensajeque se quierecomunicar es del amor de Jesús hacia los enfermos,
es importante mostrar su amor como el lo enseñoen las sagradas escrituras. Como una
persona Es importante pensar en el paciente como un amigo.
Compasión: el corazón de los creyentes debe estar lleno de compasión para dar frutos
constantes,de amor,servicio,obediencia,trabajo,padecimiento, sufrimiento. Es vivir
el mismo ministerio que ejerció Jesucristo.
1.1.3.Fundamentación.
El presente proyecto se fundamenta en la comprobada necesidad,de atención global hacia
las personas hospitalizadas y sus familiares.El proyecto de visita a los enfermos “El Buen
Samaritano” es un ministerio para guiar,reconciliar,sanar y sostener a personas en crisis
y que enfrentan problemas físicos, emocionales y espirituales.
Este servicio no pretende interferir,en modo alguno,en las labores de los profesionales de
la medicina.Todo lo contrario,su intención es servir de apoyo en todos aquellos aspectos
que complementan la atención sanitaria, respetando los límites y trabajando en relación
interdisciplinaria con los profesionales de la salud a fin de ayudar a la restauración de
aquellas personas que solicitan ayuda.
13. La situación de muchas de las personas hospitalizas es cada vez más precaria, ya que
existen abundantes casos de abandono por parte de la familia (especialmentede ancianos),
así como de personas desplazadas de su lugar de origen.
También se produceuna gran desolaciónante enfermedades graves, repentinas o crónicas
que afectan seriamente no sóloal enfermo sinoa su entorno familiar produciendo soledad,
abatimiento y desesperanza en muchos de los casos. Siendo fundamental la ayuda
espiritual Incluye, asimismo, el ministerio entre personas en estado terminal y los
familiares de las mismas.Las enfermedades terminales producenen las personas afectadas
y en sus familiares fuertes crisis,angustias e incertidumbrecon relación a la muerte. Todo
ello requiere atención en el área espiritual hacia la persona enferma y sus parientes,
guiándole para que pueda vivir una vida consciente y se vaya preparando para morir en
paz y con dignidad. Actualmente, es bien conocido el beneficio que supone para las
personas enfermas y su entorno el enfoque espiritual que este servicio ofrece.
1.1.4.Misión.
El Ministerio de misericordia visita a los enfermos “El Buen Samaritano” tiene como
finalidad atender con amor a las personas enfermas que residen en el municipio de
Zipaquirá en sus necesidades espirituales y emocionales, siendo portadoras del amor
efectivo y sublime con queDios los ama, sin distinción de clase social, de raza, religión o
enfermedady sin más preferencia que la mayor necesidadde los asistidos.Entendiendoque
los enfermos son imagen visible de Cristo y es a Él a quien servimos. Nuestro deseo es
cuidarles con solícita misericordia,comprensión y entrega,asistirles con humilde sencillez
y espíritu de servicio para que ellos a su vez puedan descubrir el poder de salvación de
nuestro Señor Jesucristo.
1.1.5.Visión.
El Ministeriode misericordia visita a los enfermos “El Buen Samaritano” en el año 2020
será un ministerio reconocido a nivel nacional como una institución conformada
jurídicamente, con valores sólidos y conocimientos firmes en la palabra de Dios. Será
reconocidocomoinstituciónlíder en desarrollary gestionar actos de misericordia a través
de la visita a los enfermos en los hospitales que ayuda a la población vulnerable que
poseen diferentes problemáticas tanto físicas como espirituales consolidando la
integración, solidaridad y bienestar el ser humano y sobre todo el amor verdadero de
Jesucristo.
14. 1.1.6.Objetivo general.
Realizar una intervenciónintegral,individual y familiar,ante la dolorosa experiencia que
supone la falta de salud, las enfermedades crónicas o degenerativas, y la muerte misma.
Dependiendo de la gracia y la intervención providencial de Dios en cada situación.
1.1.7.Objetivos específicos.
Atender las necesidades globales de las personas hospitalizadas, así como de sus
familiares, ayudándoles en sus problemas emocionales, espirituales y de desarrollo
integral.
Servir de apoyo y consolación,comunicándonos con este colectivo y respondiendo con
empatía, respeto, precisión, compasión y esperanza.
Ser embajadores del amor, de la paz, de la justicia y de la gracia de Dios.
Bendecir y fortalecer a cada miembro de la comunidad, especialmente a los más
desvalidos, reconociendo la dignidad, respeto y valor de cada ser humano.
Escuchar de manera atenta,sin juzgar ni condenar,las historias que las personas nos
presenten.Pero al mismotiempo,ayudándoles a que examinen estas historias a la luz
de la Palabra de Dios.
Depender de la sabiduría divina para guiar y enseñar modelos de vida cristianos.
Considerar quela dimensión espiritual del ser humanoes el ancla alrededor de la cual
se mueven las dimensiones físicas, mentales y sociales de la persona.
Aceptar el rol como agentede cambio en una sociedadque exige de una consistencia de
valores y principios,y de una conciencia moral y cívica que refleje la esencia de lo que
significa ser humano.
Entrenar a las personas interesadas en este ministerio a través de cursillos, charlas,
conferencias,etc.,para dar a conocer el mundo hospitalarioy sus necesidades, a fin de
procurar una mayor efectividad en el trabajo.
Organizar turnos rotatorios,si es necesario,con los voluntarios disponibles, para que
el tiempo y el espacio disponible sea aprovechado al máximo.
Visitar a los enfermos y familiares en sus habitaciones para presentarnos y ofrecerles
nuestros servicios, teniendo mucho cuidado de no interferir en las labores
hospitalarias.
Atender a niños,adolescentes,adultos y ancianos en aquellos problemas emocionales y
espirituales que puedan estar afectando su desarrollo social, mental y espiritual.
15. Extender esteservicioa los pacientes ambulatorios, personal y público en general de
los centros hospitalarios, que lo deseen.
Disponer de literatura adecuada para este ministerioy organizar reuniones generales e
individuales donde escuchar, presentar el Evangelio, ayudar, consolar y procurar
esperanza a quien así lo demande.
Atender, de forma especial, a los niños hospitalizados. Este colectivo, por sus
características, merece una atención diferenciada. Necesitan actividades específicas
que les ayuden a todos los niveles. Esto también favorece a sus familias.
Ayudar,en distintos horarios,a enfermos solos o familiares desplazados ofreciéndoles
compañía, apoyo emocional y/o logístico.
1.2. Marco de referencia.
1.2.1.Marcoteórico.
El mayor desafío para el ministerio de misericordia de visitar a los enfermos en los
hospitales es ofrecer una ayuda espiritual y emocional a las personas que se enfrentana la
pérdida de su salud. También es necesariolograr un acompañamiento a los enfermos para
que puedan tener una mano amiga en momentos tan difíciles.
¿Qué significael acompañamiento? Significa caminar al lado del otro, caminar “juntos”.
¿Qué significala ayuda espiritualy emocional? Supone un encuentro fraternocon nuestro
prójimo, manifestando el amor de Dios, nuestro deseo de servir y nuestro interés y
preocupación por la persona humana. Es una oportunidad de diálogo fraterno para
escuchar, comprender y conocer a la persona desde su realidad, desde su situación personal.
Este conocimiento de la realidad permitirá ejercer el ministerio con alegría, con gozo y
siempre guiados por Dios.
El acompañamiento espiritual y emocional de la Iglesia cristiana hacia las personas
enfermas o sufrientes se orienta a brindar cuidado espiritual y a atender las necesidades
humanas de las personas.
Para brindar acompañamiento espiritual la persona debe experimentar en su propia
realidad, el amor de Dios y el amor al prójimo, para tener un encuentro lleno de gozo y
alegría, libre de temores, complejos y otros sentimientos negativos.
16. Durante el acompañamiento a las personas enfermas será preciso expresar con gestos y
palabras el sentido evangélico de cercanía y respeto que inaugura y sostiene esta tarea
misional. “
La obra de misericordia de la visita a los enfermos se basa teológicamente en varias
figuras Bíblicas que reflejan la actitud que Jesús tendría con nuestras hermanas y
hermanos enfermos. Las más representativas son la de El Buen Samaritano y la del buen
pastor.
El buen samaritano:
17. Análisis:
La parábola del Buen Samaritano nos invita a actuar buscando el bienestar de nuestro
prójimo.
Al decir: vetey haztú lo mismo, Jesús nos invita a actuar y a no quedarnos pasivos ante
la situación que viven nuestros hermanos y hermanas que sufren.
Al decir Vete, nos invita a salir en busca de nuestros hermanos y hermanas que sufren
para acompañarlos,acogerlos y buscar conjuntamentelas mejores opciones de tratamiento
y de alivio a su situación.
Al decir haz tú lo mismo, nos invita a imitarley a ser su imagen y su persona en nuestros
tiempos. Nos invita a ser los buenos samaritanos de nuestra época.
Con ella el Señor respondió a la pregunta:
¿Quién es mi prójimo?
El Samaritano demostró con aquel hombre que cayó en manos de los bandidos, quién era
verdaderamente su prójimo. Toda persona es el prójimo. No importa su raza, religión,
color,estatura,etc.Existen prójimos más necesitados que otros, la Iglesia hace su opción
preferencial por los más pobres, los más necesitados.
El visitador espiritual debe acercarse más a los prójimos que más lo necesitan, los más
discriminados por cualquier causa, los más enfermos.
No debe pasar de largo frente a los que sufren, frente a los más necesitados, debe
preocuparse y ocuparse de ellos.
En la parábola se observa cómo el sacerdote y el levita que debían dar ejemplo de
misericordia pasaron de largo sin importarles el sufrimiento humano. Por el contrario, el
Buen Samaritano se acercóa él,lo vio,se compadeció, lo curó, lo trasladó a una posada y
se preocupó de pagar los gastos para asegurar su bienestar.
Buen Samaritano es toda persona que se para junto a todo aquel que sufre, no por
curiosidadsino porque tiene la intención de ayudar y de procurar el bienestar de aquella
persona. Siente compasión por la persona, no lástima, y ante la mirada de compasión,
viene en seguida la acción misericordiosa (actuar por y con amor)
18. El buen pastor
7 Volvió, pues,Jesús a decirles: De cierto,de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que antes de mí vinieron,ladrones son y salteadores; perono los oyeron las
ovejas.
9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare,será salvo;y entrará,y saldrá,y hallará pastos.
10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan
vida, y para que la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor;el buen pastor su vida da por las ovejas.
12 Mas el asalariado,y que no es el pastor,de quien no son propias las ovejas,ve venir al
lobo y deja las ovejas y huye,y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13 Así que el asalariadohuye,porquees asalariado,y no le importan las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor;y conozco mis ovejas,y las mías me conocen,
15 así como el Padre me conoce,y yo conozcoal Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
16 Tambiéntengootras ovejas que no son de este redil;aquéllas también debo traer,y oirán
mi voz; y habrá un rebaño,y un pastor.
17 Por eso me ama el Padre,porque yo pongomi vida,para volverla a tomar.
18 Nadie me la quita,sino queyo de mí mismo la pongo.Tengo poder para ponerla,y tengo
poder para volverla a tomar.Este mandamiento recibí de mi Padre.
20. Análisis:
Los pastores también son buenos cuando guían, acogen, cuidan, curan, acompañan y
aceptan a las personas enfermas.
¿Cómo actúa el buen pastor con sus ovejas?
Las llama por su nombre: Jesús llama a sus hijos por su nombre, no etiqueta, no
estigmatiza,no discrimina,ni utiliza adjetivos para referirse a sus hijos. Llama a todos y
todas por su nombre,que es la manera más dulce con que se puede llamar a una persona.
Saca fuera: Lleva a sus ovejas a caminar y a pastar.Busca que sus ovejas tengan contacto
con el mundo exterior y que prueben de otros pastos. En el caso de sus hijos e hijas
sufrientes buscaría sacarlos de la soledad, del aislamiento.
Camina delantede ellas: es decir no las deja solas, camina delante de ellas para guiarlas.
No deja que vayan solas por lugares desconocidos, es siempre su guía y su protector. Los
siervos del ministerio de misericordia deben prepararse constantemente para guiar y
acompañar a las personas que sufren,caminar siempre a su lado y no solamente durante la
visita domiciliaria u hospitalaria, caminar con la persona a lo largo de su vida y en las
diversas situaciones tanto positivas como negativas.
Las ovejas conocensu voz: El conocer la voz de alguien se obtiene como resultado de la
escucha constante de esa persona, que le habla, que le acompaña de tal forma que puede
reconocersu vozfácilmente.Se debe estar al pendientede nuestros hermanos y hermanas a
tal punto de que los conozcan, de que encuentren en ellos confianza, calidez, escucha y
empatía. De tal forma que descubran en ellos el amor de Dios.
Da la vida por ellas: Las ama tanto al punto de dar su vida por ellas. Se debe empezar por
tener disponibilidad de educarse sobre el tema y la disposición de servicio. Hacer todo lo
que esté al alcance para promover el bienestar de la persona, hacer las coordinaciones y
referencias necesarias para su atención integral y para su bienestar.
Las conocey lo conocen: Conocea sus ovejas porque convive con ellas y ese conocimiento
es recíproco. Se deben conocer las necesidades de las personas que se visitan, y ese
conocimientovendrá de la continua y profunda relación quese establezca y no sólo cuando
pasen por momentos de crisis.
21. Va en busca y la encuentra: El Buen Pastor no esperó que la oveja perdida volviera, Él
tomó la iniciativa y salió en búsqueda de ella, dejando al resto del rebaño. no se puede
esperar que las personas que lo necesitan lo busquen, debe tomar la iniciativa, visitarlos,
encontrarlos,acompañarlos,conocer sus necesidades y conjuntamente buscar soluciones.
La poneen sus hombros gozoso: Encuentra a la oveja, la toma en sus hombros y la carga,
como una señal de amor y protección. Cargarla en sus hombros significa ser su apoyo,
cargar con ella y con sus pesares, sus dolores y sus problemas. Lo hace con alegría, con
gozo, feliz de servir a quien ama.
Como ministros del amor hacia los enfermos se deberían conocer las necesidades de las
personas enfermas, estar informados y actualizados sobre los aspectos técnicos de las
enfermedades, conocer sobre las organizaciones y entidades que brindan servicios
específicos para guiarlos sobre cómo vivir positivamente.
1.2.2.MarcoConceptual.
1.2.2.1.¿Quées la salud?
Es la afirmación de la vida.
La salud es afirmación de la vida y como tal tiene que ver con la subjetividad, la
espiritualidad,la convivencia,la culturadel reconocimiento de lo diferente,de la alegría y
de la fiesta. Es también la convivencia respetuosa con la naturaleza: la vivencia de la
relación con la tierra como madre de la vida y como casa y medio ambiente de todos los
seres.
Es el proceso armónico de bienestar.
Que capacita al ser humano para cumplir la misión que Dios le ha destinado.De acuerdo a
la etapa y condición en que se encuentre.
Bienestar = bien-ser
• Físico
• Psíquico
• Social
• Espiritual
22. Salud no solo es la ausencia de la enfermedad.
Es una experiencia biográfica.
Que abarca distintas dimensiones de la persona humana y está en estrecha relación con:
• La vivencia de la corporeidad
• De su lugar en el mundo
• Los valores sobre los cuales construye su existencia3
Es armonía entre:
• Cuerpo, espíritu y mente
• Persona y ambiente
• Personalidad y responsabilidad
Es un derecho fundamental.
Que los Estados deben garantizar y al cual toda persona debe tener acceso sin privilegios
ni exclusiones5.
Es una condición esencial para el desarrollo personal y comunitario.
Que plantea varias exigencias, entre ellas:
1. Asegurar la articulación con:
• Alimentación
• Educación
• Trabajo
• Remuneración
• Promoción de la mujer, del niño, de la ecología y el medio ambiente6
2. Asumir las acciones de promoción y defensa de la vida y de la salud.
No sólo en función de las necesidades inmediatas de las personas, de las colectividades y
de las relaciones interpersonales, sino también en función de la construcción de políticas
públicas y proyectos de desarrollo nacional, local y parroquial, en un marco de equidad,
solidaridad, justicia, democracia, calidad de vida y participación ciudadana.
23. 1.2.2.2.¿Quées el ministerio de misericordia de visita a los enfermos?
Es la acción evangelizadora de todo el Pueblo de Dios,comprometido en promover,cuidar,
defender y celebrar la vida, haciendo presente la misión liberadora y salvífica de Jesús en
el mundo de la salud.La presencia y la acción,en nombredel SeñorJesús,de su serviciode
ayuda: específico, entusiasta, capacitado y organizado que tiene como modelo la
espiritualidaddel Buen Samaritano,quiensale al encuentro del enfermo para procurar su
bienestar.
1.2.2.3.Actitudes delenfermo
La enfermedad se nos manifiesta como una mortificación que nos mutila la trayectoria
vital ocasionándonos una auténtica conmoción interior.
“...en la enfermedadexperimentamos la propia contingencia y limitación. Nadie como el
enfermo hace experiencia de un modo tan evidente y dramático,de la fragilidad de todo su
ser...Su existencia entera parece como vulnerable,dependiente,marcada por el signo de la
impotencia, por la necesidad de explicación”1
Para algunas personas la enfermedad es una ocasión para profundizar en su propia
existencia, ya que importantes dimensiones de su vida quedan comprometidas, como el
sentido de integridadpersonal; la libertado el propio valor existencial,que son cualidades
que participan de su dimensión espiritual.
El enfermo reacciona manifestando temores diversos, como el miedo a la separación de su
medio vital, al dolor, a la inutilidad, al rechazo o abandono, pero principalmente a la
muerte.
Experimenta numerosas pérdidas entre ellas: la libertad de movimiento, de control; la
posibilidadde trabajar; la proyección de metas futuras; las oportunidades de vida social;
la privacidad; la integración en la comunidad en la que forma parte, o las relaciones
significativas con los demás.
El enfermo comienza a preguntarse por el posible truncamiento de muchas de sus
aspiraciones.Pero fundamentalmente se pregunta por el valor de su vida en el presente y
en el futuro próximo.
Estas interrogantes básicas, pueden ser ocasión para reflexionar y reorganizar su propia
vida. Pueden ser el momentopara iniciar el encuentro conDios.Ante estas interrogantes,
puede encontrar un sentido trascendente a su vida, y encontrar la verdad sobre sí mismo
para sentirse en pazinterior y vivir en la esperanza; y no en la depresión, en la angustia,
en el sin sentido de su existencia.
1 BOROBIO,DIONISIO.Másfuerte queel dolor.Pág.42.
24. Recordamos que muchos enfermos nos decían que: “el sufrimiento es una experiencia que
puede destruirnos o ayudarnos a crecer y a madurar como personas. Vivir el sufrimiento
negativamente lo hace más insoportabley destructivo,lleva a la angustia y a la ansiedad”.
Hemos visto que muchos se aislaban,y expresaban queno querían ser ayudados por nadie.
Otros se hacían a sí mismos víctimas, compadeciéndose y sintiéndose maltratados por los
que le rodeaban.En ambos casos podíamos percibir la negacióntotal de la enfermedad y el
rechazo a todo tipo de terapia, entregándose de esta manera a la muerte.
1.2.2.4.Reflexiónteológicade la visita a los enfermos.
A) La actitud de Jesús con los enfermos
Jesús curó a la suegra de Simón (Mc. 1. 29-31); al leproso (Mc. 1, 40-44); al paralítico
(Mc. 2. 1-12); al hombre de la mano paralizada (Mc. 3. 1-6)...
En cada una de las curaciones Jesús manifestó la bondad, la ternura, la compasión y la
misericordia del Dios de la vida. Las curaciones eran signos del poder de Dios; eran un
regalo del amor de un Dios que salva y se hace presente y cercano en la historia del
hombre. Es así, como Jesús se acercaba al que estaba mal, o asistía y curaba a los que
acudían a él. Así, Él, acompañaba a los enfermos.
Jesús ante el enfermo, tomaba una actitud concreta y significativa: los convertía
provocando un cambio de actitud frente a la vida. Orientaba su atención a otras
realidades,los descentraba de sí mismos y los concentraba en los aspectos fundamentales
de la condición humana.
Entre Jesús y la enfermedad existía y existe una especie de incompatibilidad: donde
aparece Jesús, la enfermedad desaparece.
B) Nuestra actitud con los enfermos
Sabemos que el hombre no es solo una unidad corporal y psíquica sino que posee una
dimensión espiritual quelo centra y lo nuclea.Esta dimensión es la parte más interna del
hombre; es lo que le permite liberarse de todo lo que no lo deja ser para autodefinirse y
desarrollar su existencia.
La persona humana en la etapa de la enfermedad necesita más que nunca sentirse
acompañada y apoyada. ¿Para qué? Para entender y aceptar lo que está viviendo; para
25. que el proceso de enfrentarse con la enfermedad, y con el límite de su existencia, sea más
llevadero al encontrar el sentido de su existencia.
El acompañamientopastoral puede ser mucho más eficiente si el acompañante discierne y
valora el momento por el cual está pasando el enfermo; y si reconoce las potencialidades
que tiene para madurar y purificar en su interioridad, para superar las actitudes no
constructivas y aceptar serenamente lo que ya es inevitable.
Con el progreso de la tecnología podemos atenuar el dolor, pero para enfrentar al
sufrimiento es necesario queabordemos la dimensión psicológica y espiritual del enfermo
brindándole una atención pastoral integral a toda su persona.
Para hacer del sufrimiento una experiencia positiva se requiere una experiencia espiritual,
un recorrido por el interiorde uno mismo en búsqueda de la trascendencia, en la búsqueda
de Dios.El acompañamiento,psicológico y espiritual,puede ayudar al enfermo a adoptar,
ante el sufrimiento, actitudes y comportamientos positivos. Una actitud de confianza y
un comportamiento de colaboración con el personal sanitario.
El servidor puede ayudarlo a experimentar alivio por medio de la destreza de la escucha
activa,dejando que el pacientemanifiestelibremente sus miedos y sus logros. También lo
puede ayudar para que asuma el estado, psíco-físico y espiritual, en el que se encuentra.
Es necesario acompañarlopara que salga de sí mismo,para que encuentre a Dios. No salir
del dolor y del sufrimiento le produceangustia y lo conduce a encerrarse cada vez más en
su problema, hundiéndose en un estado depresivo. Es importante que se abra al
acompañante para compartir su sufrimiento y liberarse de lo que le oprime.
El que sufre necesita desahogarse, dejar que afloren los sentimientos y expresarlos ante
alguien que le escuche. Aunque los sentimientos expresados sean negativos, el hecho de
hacerlos aflorar le produceun sentimientode liberación.Muchos enfermos buscanliberarse
de sus angustias, pero se sienten impotentes.
Las interrogantes básicas que todo enfermo se plantea, ¿por qué tengo que sufrir?; ¿por
qué a mí? entre otras, muchas veces le causan un mayor sufrimiento y le producen
conflictos y frustraciones ya que lo queestá viviendose le presenta como algo injusto. En
cambio la pregunta del “para qué”, de su sufrimiento, le puede ayudar a sanarse
interiormente.
Tenemos que ayudarlo para que acepte su enfermedad. La no aceptación aumenta el
problema,la ansiedady le hace perder la calma.El no saber soportarla propia situación y
vivir rechazándola obstinadamentele puede provocarle el deseode la autodestrucción y el
desequilibrio psíquico.
26. El proceso de aceptación puede presentar varias fases: negación, rebeldía, agresividad y
depresión, entre otras.
1.3. Metodología paravisitara los enfermos
A través de las experiencias propias y de las personas que nos rodean hemos podido
comprobar la ausencia, quizás el desinterés, de atención psicológica y espiritual al
enfermo.Todo gira en torno a la asistencia física. No se dialoga con él, no se le escucha.
Generalmente se le considera como la patología tal o el número tal. En raras ocasiones es
tratado como persona.
Por lo anterior es importante resaltar la forma en que se debe realizar la visita a los
enfermos para brindarles un apoyo emocional y espiritual.
1.3.1. Acompañamiento adecuado
Un acompañamiento adecuado es:
1. Respetuoso: Aquel en el que se respetan las etapas que el enfermo está viviendo. Se le
manifiesta comprensión sin forzarle ni presionarle. Se le hace sentir acompañado y
querido.
2. Personalizado: Cuando visitamos a un hermano enfermo es,él, el centro y no otros. No
le vamos a hablar de otros sino que lo vamos a escuchar.
3. Integral: Ayuda a integrar todos los aspectos de la persona.
4. Espiritual: Porquebusca la coherencia entrefe y vida. Porque hace presentela cercanía
de Dios.
5. Es gradual: Exige respetar los tiempos de la persona.
1.3.2. Acompañamientoespiritualdel enfermo.
Los hermanos enfermos necesitan mucho de la cercanía de Jesús,por eso,nosotros tenemos
que ser instrumentos del amor de la Iglesia que arropa con su ternura,fortalece el corazón
y, en el caso del moribundo, lo acompaña en el transito definitivo. El enfermo recibe con
amor la Palabra, el perdón y los gestos de misericordia de los hermanos.
27. Porque respetamos y amamos la vida, desde el momento de la concepción hasta el final,
acompañamos a los hermanos enfermos para que se fortalezcan,conla fe y la esperanza de
que en algún momento recibirán la sanidad por parte del Señor Jesucristo. Aunque
también se debe ofrecer un acompañamientomás sensibledebido a que en algunos casos el
fin de una enfermedad puede ser la muerte.
En el Evangelio de san Juan 19: 25-30 encontramos un ejemplo de acompañamiento.
Jesús que se encuentra agonizando en la cruz,ya está próxima su muerte. No está
solo sino acompañado por “su madre, la hermana de su madre, María, esposa de
Cleofás, y María de Magdala. (v 25); también allí se encontraba “su discípulo al
que más quería” (v 26).
Se da cuenta de quienes están a su lado: “al ver a su madre, y junto a ella a su
discípulo”
Desahoga su angustia haciendoencargos: “mujer ahí tienes a tu hijo” (v 26); “hijo
ahí tienes a tu madre…el discípulo se la llevó a su casa”(v 27)
Mantiene una clara conciencia de lo que pasa: “sabiendo que todo se había
cumplido…”(v 28)
Al pedir agua reclama la satisfacción de una necesidad básica de toda persona.
“Jesús dijo: tengo sed…cuando hubo probado el vinagre Jesús dijo: todo está
cumplido. Inclinó la cabeza y murió” (v 30).
a) Acompañarespiritualmenteno es nada fácil,lo primero que tenemos que hacer es captar
cuál es la concepción de Dios que tiene el enfermo. Esto lo podemos descubrir por medio
del dialogo.
Algunos conciben a Dios como:
1. Parte fundamental de sus vidas, y esto le permite estar tranquilos para su final, aunque
pase por momentos críticos.
2. Otros, consideran que sí hay un Dios, pero lo creen muy lejano. Esto hace que su
angustia se intensifique.
3. A otros le da igual si existe o no existe.
4. Otros, sienten angustia por no saber por dónde encontrar a Dios.
b) Ayudarloa descubriren su interior a Dios,que es misericordia y amor. Por medio de la
oración sencilla y profunda. Por medio de la Palabra de Dios que le den consuelo y
esperanza.
28. c) Acompañar en el manejo de la angustia y de las preguntas difíciles.Por eso es necesario
que el servidor esté preparado sobre la doctrina de la Iglesia sobre: la muerte y la
resurrecciónde Cristo.Su plan de salvacion y el motivo de nuestraesperanza.Hablar de la
muerte cuando el enfermo o la familia lo deseen.
d) Que el dialogo le permita expresar sus sentimientos y necesidades.
El misteriode la muerte
Al visitar a los enfermos en etapa terminal nos enfrentamos con nuestra propia muerte.
Por eso,debemos aprender a verla como la compañera de la vida que nos llevará algún día
al encuentro con el Señor. No es la enemiga del hombre, aunque así se manifieste.
Para acompañar al enfermo en etapa terminal es necesarioreconocer,elaborar y superarlos
propios temores y el rechazo que experimentamos frente a la muerte; y acercarnos al
enfermo con libertad interior, sin necesidad de protegernos de actitudes defensivas.
La muerte es algo que todos vamos a experimentar, y nos cuesta mucho hablar de ella
porque genera incertidumbre,miedo,ansiedad…Infunde miedoporquesignifica despedida
y separación de nuestros seres queridos, de nuestras cosas, de todo.
Es necesario asumir, cristianamente, nuestras experiencias de muerte, con las que nos
vemos enfrentados a diario, saber aceptar las pérdidas que a nivel espiritual, físico,
afectivo, social y material tenemos a lo largo de nuestra vida. Estas pérdidas son como
“pequeñas muertes”,que vividas positivamente serán de gran ayuda para nosotros y para
acompañar a los enfermos y a sus familiares.
1.3.2.1.El enfermo y la relación con dios
«Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad»
Mc 5, 21-43
Una mujer que padecía ya doceaños flujo de sangre.Debía de ser de cierta posición social,
pues había consultado muchos médicos y gastado toda su hacienda con ellos,pero no había
podido ser curada por ninguno, pero sin provecho alguno, es decir iba de mal en peor, no
sólo por la inutilidad de aquellos remedios, sino, en parte, causados por los mismos.
Cuando Jesús iba a casa del Jefe de la Sinagoga para curar a su hija, tiene lugar esta
escena. Iba acompañado de una gran multitud, que le apretujaba. En las callejuelas del
viejo Oriente,el entusiasmodespertado por Jesús hacía que la multitud, empujándose por
29. acercarse,le “apretujase.” Entre esta turba se mezcló la mujer angustiada y tocó con fe el
vestido del Señor. Y al punto se hizo su curación.
Habiendo oído esta mujer la fama curativa de Jesús, apeló, desesperada ya de médicos, al
mejor recurso,Él.Sólo pensóen tocar su vestido, porque creía que con ello se curaría. La
mujer enferma, a como de lugar quiere llevar adelante su propósito, entonces viene por
atrás,y como queriendo robarle o sorprenderle un milagro. Esto es, porque era debido al
tipo de impureza legal que significaba su enfermedad, ya que otros enfermos “tocaban” a
Jesús para curarse. Las prescripciones rabínicas, aislaban a la mujer que padecía de esta
enfermedad a fin de que no “contagiase” su impureza legal.
Jesús,se vuelve preguntandoquién le ha tocado,porqueuna fuerza había salido de El. “Y
se dio vuelta”,es decir,miraba en tornosuyo,” — es la clásica “mirada circular” del estilo
de san Marcos, como queriendo descubrir quién había sido. Si Jesús obra así, no es por
ignorancia,sino por elevar y confirmar la fe de aquella mujer,haciéndole ver que no fue la
curaciónpor un contactosupersticioso,sino por efecto de la fe.Ante esto,los “discípulos”,
se extrañan de esta pregunta,pues todos le “apretujaban” y nadie se había acercado a El
con gestos o modos especiales.PeroJesús insistió en su afirmación. Ante esto, la mujer se
postró ante El y le confesó, lo mismo, ante todo el pueblo toda la verdad. Jesús le dijo:
«Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda sanada de tu enfermedad»
El hombre enfermo se desmorona,es decir,se deshace,sienteque se destruyey se derrumba
poco a poco. En el abandono, cae en un estado de profundo desánimo, pero Dios tiene el
atributo por el cual, así como perdona y remedia los pecados y miserias de las personas,
fortalece y levanta a los enfermos y los hace caminar nuevamente.
Pero es bueno ser moderados y prudentes al pasar a conversar sobre Dios y la relación que
debe tenerse con El.En otras palabras, el modo de actuar frente al enfermo, debe ser con
afecto,pero al mismo tiempo con profundo respeto, a fin de ayudar a mantener el sentido
de integridadde la propia persona a pesar del desmoronamiento causado,en el cuerpo y en
el espíritu, Por la enfermedad.
Lo anterior, tiene sentido en tener el máximo respeto a la religiosidad del enfermo,
evitando imponerlelos propios estilos de fe.Es decir,si alguienno creeo cree a medias, no
le entreguemos una atención distinta del que cree, tal como lo hizo Cristo, que nunca
discrimino su ayuda a los enfermos y necesitados, sin importarle su origen. Del mismo
modo, si nos encontramos con hermanos que respaldan su fe en la piedad popular, no les
impongamos nuestra propia forma de ver nuestra relación con Dios. En efecto, muchos
creyentes,se apoyan en su devoción a diversos santos y a la Virgen María, esas son otras
formas de acercarse a Dios, pero nosotros no estamos llamados a Juzgar sobre ello.
Entonces,respetando los distintos caminos que tiene el enfermo, los cuales muchas veces
no son coincidentes con los nuestros, hagamos un acompañamiento en la fe, desde la
actitudcristiana quenos corresponde.Es decir,con gestos empapados en el amor de Cristo,
sepamos hacer llegar la palabra de Dios como un símbolo de amor y de solidaridad,
haciendo notar que la presencia del Señor es el alivio más reconfortante de cualquier
enfermedad.
En este contexto,haremos de mejorforma nuestra tarea evangelizadora, y así, la palabra
del anuncio de las Buenas Noticias, llegará con gran eficacia al que más la necesita.
30. 1.3.2.2. La oracióny enfermedad.
La enfermedadnos hace reflexionar profundamente, es este un momento propicio para la
oración y la conversación íntima con Dios de corazón a corazón. Ante la enfermedad,
tanto en la persona que la padece, como en sus íntimos amigos y familiares,
espontáneamentenacela necesidadde orar y pedir al Padre su ayuda. Es así como frente a
esta situación vamos en la búsqueda de la plegaria precisa. Está en lo posible,debe ser con
el enfermo y por el enfermo al mismo tiempo.
Cada persona y especialmentesegúnel estado de ánimo, tiene un forma distinta de orar y
la fuerza de ella es inmedible. Nuestro buen Padre escucha todo tipo de súplicas, es así
como creo quees convenienteacompañar la oración con profundo respeto a la realidad de
la persona,con especial consideración a su carácter, forma de ser, educación religiosa, su
medio socioeconómico y cultural.
La oración es uno de los recursos más importantes de los que dispone el enfermo y sus seres
queridos para crear un ambiente de espiritualidad y de paz al enfermo y quienes, están
solidariamentecon el.Perotambiénla oración,es una gran ayuda para conocer y descubrir
la voluntadde Dios.La energía espiritual, ayuda a llevar con amor los padecimientos de
la enfermedad y soportar los dolores, nos identifica y nos hace más comprensivos con el
sufrimiento de Cristo, así, como nos da la esperanza de que estamos en el paso hacia el
reencuentro definitivo con el señor en su casa.
Pero la oración ha de surgir de la necesidad y deseo del enfermo,todo esto coherente consu
realidad del tipo de enfermedad que está viviendo. Por ello, la oración con el enfermo
necesita de mucha comprensión, acompañamiento y tiempo para oír sus angustias, sus
vivencias y estados de ánimo. De este modo, sabremos ser solidarios y acogedores con los
diversos sentimientos que son notorios en los enfermos, es decir la angustia, la amargura,
el abandono y el desamparo que sienten.El comprender bien los sentimiento y la historia
del enfermo,es una buena forma de ayudar al que sufre a que camine con su dolor junto al
Señor,y así hacerle sentir lo efectiva que es la oración y la entrega confiada a las manos
del Señor de la situación que esta pasando con su enfermedad.
La oración por los enfermos ha estado y está presente en la vida de los hombres, en los
hospitales,en los hogares y en la Iglesia. Por tanto hagamos oración por los enfermos en
cualquier lugar.Es así como por medio de la reconciliación, se ayuda al enfermo a vivir el
sentido mas tranquilo de la enfermedad.
1.3.2.3. La enfermedad y oración
<<Jesús le preguntó: "¿Quieres sanarte?" Jn 5, 1-3a.5-18>>
En una ocasión, Jesús, descubre entre la multitud a un enfermo paralítico y se detiene
ante él,lo ve desamparado y necesitado de auxilio.Esto es algo natural en Jesús,se fija en
los desamparados, en los más necesitados, en los imposibilitados y amorosamente los
socorre.Conocepor su ciencia sobrenatural el origen de su enfermedad, la duración de la
31. misma,porque la mirada de Jesús,penetra en lo más íntimo del corazón y lo descubre todo.
Así, fija en él los ojos de su misericordia y le pregunta si quiere ser curado. Es una frase
que iba cargada de sentido. Todo enfermo desea curar; su simple presencia en aquel
estanque prodigioso era una prueba de su deseo. Pero era esta pregunta un modo de
despertar su fe y levantarle la esperanza. Mas el paralítico no piensa en una posibilidad
de curación milagrosa por obra de su interlocutor.Entendió,por la pregunta quele hizo,si
ponía los medios necesarios para obtener su curación en aquel estanque. Era su obsesión.
Es lo que le responde el paralítico.
A este enfermo,así impedido para experimentar elmovimiento del agua,le había llegadoel
turno de los prodigios de Dios. Estaba estancado en su enfermedad para que en él se
manifieste la gloria de Dios (Jn 9:3; 11:4). Por eso le dijo Jesús: "Levántate, toma tu
camilla y camina". En seguida el hombre se sanó, tomó su camilla y empezó a caminar.”
la enfermedad es una de las situaciones más preocupantes para el hombre y en tanto
generadora de grandes angustias, tanto para nosotros si estamos sanos, como para el
enfermo, familiares y amigos.
El hombre desde siempre ha buscado alguna forma de liberarse de la enfermedad,
dirigiéndose a los conocimientos y avances médicos y rogando a nuestro Dios Padre, que
nos alivie.Una de las cosas que más nos cuesta entender, es por qué estamos enfermos, y
muchas veces nos preguntamos
“¿Señor por qué a mí?”.
Pero si sabemos valorarla,la enfermedadpuede ayudarnos a descubrir nuestras soberbias y
si lo deseamos podremos sanarlas.La enfermedadnos muestra quesomos vulnerables y que
no somos autosuficientes como creer que me basto a mi mismo, que no necesito de Dios ni
de los demás.
La enfermedad debemos encausarla cristianamente y en unión con Cristo y acudir a El.
Durante la enfermedaddebemos alimentar nuestra fe en la oración y la misericordia que
nace a raíz de ese suceso imprevisto que nos a llega a todos o por lo menos que no
esperamos que suceda, especialmente si reviste gravedad.
Desde un cierto punto de vista, el sufrimiento de la enfermedad ha sido para todos un
momento triste pero a la vez importante en nuestra relación con Dios.
En efecto,como consecuencia de este evento,nos hemos acordado de lo importante que es
la oración, tanto como para pedir la curación como para pedir fortaleza, acogiendo la
enfermedad con fe, esperanza y aceptación a la voluntad del Padre.
En consecuencia,en la oración por la que imploramos la recuperación de nuestra saludy la
de nuestra familia y amigos,es una gran experiencia para todos nosotros.Ésta la podemos
hacer en casa, en los recintos de recuperación de la salud, como en nuestra Iglesia.
También, con la asesoría de nuestros pastores.
1.3.3. Reacciones del enfermo.
Nuestro inconsciente no acepta la idea de tener que morir, por eso el acercamiento de la
muerte a través de una enfermedad provoca en la persona ciertos conflictos internos, que
muchas veces lo conducen a la desesperación, a la angustia y a la depresión.
32. Algunos sienten quesu mundo de relaciones se debilita, y se sienten solos a pesar de estar
acompañados. Sienten mucho miedo al sufrimiento, y en algunos casos a la angustia de
saber qué sucederá después de la muerte. Y esto, a veces es manifestado con actitudes
defensivas de rechazo.
El miedo le genera mucha incertidumbre.También sentimientos de ira, resentimiento, y se
descarga con todos los que están cerca.
Las reacciones más comunes en el enfermo pueden ser:
a) Negación: La expresa por mediode la incredulidady el rechazo a lo diagnosticado por el
médico.Es decir, niega los datos científicos. La expresiones pueden ser: “se equivocaron
con el diagnóstico”; “se confundieron los resultados”; “no es verdad”…
En este momento el enfermo necesita muchosentirse escuchado, acompañado y respetado.
Es importante no mentirle,quizás sea conveniente no decirlela verdadmomentáneamente.
b) Ira: Es manifestada con agresividad,rebeldía,todo le molesta. Las expresiones pueden
ser: “¿por qué a mí?”; “¿qué mal hice para merecer esto?”; “¿por qué ahora?”…
Detrás de la irá está la desesperación quesiente.Es importante permitirle que exteriorice
estos sentimientos.No pensar que sus agresividades son ataques personales. ¡Pongámonos
en su lugar! ¿Cómo reaccionaríamos?
c) Negociación:Algunos buscan hacer pactos con Dios,o con algúnsanto.Las expresiones
pueden ser: “si me curo…”; “si salgo de esta…”; “solo quiero vivir hasta…”
d) Depresión: Se manifiesta conun gran decaimiento en su estado de ánimo y con un gran
pesimismo, que lo lleva al abandono, a la pérdida de interés por todo. Las expresiones
pueden ser: “¿qué sentido tiene la vida?”; “me quiero morir,porqueya no aguanto más”…
e) Aceptación: Vive momentos de serenidad y tranquilidad. Quizás sea el momento en el
que quiere estar más tiempo solo, por eso sería bueno limitar las visitas. Necesita
despedirse poco a poco. Quiere estar solo, pero acompañado.
1.3.4.Necesidades espirituales delenfermo.
a) Reencontrarsecon Dios para experimentarsu cercanía, su amor, su misericordia. Y así,
con la fuerza de Dios afrontar al sufrimiento sin perder la esperanza. Dios sale al
encuentro de cada persona que sufre, para fortalecerla y animarla.
33. La muerte se hace mucho más angustiosa y desesperantesin la seguridadde la presenciade
un Dios que nos ama y se preocupa de nosotros.
b) Búsqueda de un significado de la vida, y de la experiencia vivida al aproximarse la
muerte.Desde la fe el sufrimiento tieneun sentido: puede ser instrumento u ocasión para
obtener bienes o provechos.
Cristianamentepodemos darlesentido buscando la reconciliación; ofreciendo la vida por
otros; y participar de la cruz y la resurrección de Jesucristo. Esta espiritualidad puede
aliviar el sufrimiento que experimentan.
c) Reconciliación. Al enfrentarse a una enfermedad y posiblemente a la muerte
experimenta la necesidadde reconciliarse con su vida,consigo mismo (perdonarse), con los
demás (perdonar) y con Dios (ser perdonado).
A veces algunos expresan el deseo de reconciliarse con determinadas personas. Pero
particularmente el deseode reconciliarseconDios.Hay que ayudarlo escuchándolo, y si es
posible facilitarle el encuentro con la persona que quiere reconciliarse.
d) Ser escuchado.
e) Silencio y soledad.
f) Ser acompañado hasta la muerte.
1.3.5.Pautas para la visita pastoraldel enfermo.
La enfermedad provoca siempre una ruptura en el desarrollo de la vida del ser humano.
Enfermar y perder el equilibrio de la salud es una experiencia que «hace daño» y que
cuestiona en profundidad al hombre.
Estar enfermo significa aguantar las visitas de la familia y de los amigos, sin defensa
posible, incluso en los días de mayor cansancio.
Las preguntas religiosas,durantetanto tiempo escondidas,afloran a veces a la superficie:
¿Para qué sirve la vida? ¿Para llegar a esto?... ¿Por qué y por quién sufrir? ¿Me habrá
señalado Dios una cita con Él?...
1) ¿Qué nos dice la Palabra de Dios?
Lucas 8.40-42; 51-56: Jesús va a visitar a la hija de Jairo porque está enferma. Su
compasión hacia los enfermos lo condujo a dedicar gran parte de su vida al servicio de los
mismos; para que ellos experimentaran el poder de salvación del Padre.
34. Mateo 25, 31.34.36-40: Una de las condiciones para entrar en el Reino de los cielos es
visitar a los enfermos.
Hechos de los Apóstoles 3.1-10: Los apóstoles dedican su tiempo a la oración, a la
atención de los enfermos, al anuncio del Evangelio, entre tantas otras actividades
pastorales.
Lucas 9.1-2; 6. Nosotros los nuevos discípulos del Señor Resucitado somos enviados a
perpetuar su obra en el mundo.
Visitar a los enfermos para llevarles una palabra de consuelo y esperanza es una obra de
Dios.Nosotros,como colaboradores suyos, tenemos la misión de continuar con esa tarea.
La estructura de una visita pastoral está generalmente caracterizada por los siguientes
contenidos:
a) Las motivaciones de la visita
Las razones que conducen al servidor al encuentro conel enfermo son muy diversas. Para
algunos la visita a los enfermos forma parte de la rutina del trabajo; para otros se trata de
satisfacer el requerimientode los familiares;hay otros que han sido llamados por el mismo
paciente o por el personal del hospital, y otros por llamamiento de Dios a ejercer el
ministerio de misericordia. Lógicamente, cada situación crea expectativas distintas e
incide en el espíritude la visita. Por ejemplo, el estado de ánimo con el que se visita a un
paciente que ha solicitado hablar con un consejero es distintode aquel conel que se realiza
la visita porque los familiares han ejercido determinada presión sobre un ser querido a fin
de conducirlo nuevamente a Dios.
b) El contacto inicial
Cuando se visita a un enfermo que no se conoce es conveniente presentarse y motivar la
visita.Una presentaciónsencilla, en la cual se da a conocer el propio nombre, sirve para
personalizar el encuentro y para crear un clima favorable al desarrollo de la relación.
En esta etapa inicial la capacidadde observaciónpor parte del siervo de Dios cumple una
función significativa.Puede observar el ambienteque rodea al enfermo (tal como el clima
físico y los objetos particulares presentes: flores, periódicos, fotografías, rosario, Biblia...)
y captar las informaciones valiosas que tal ambiente puede proporcionarle.
Aún más importante es observar al paciente mismo: las expresiones de su rostro, los
sentimientos que deja entrever. Además, el siervo tiene que poseer la capacidad de
observarse a sí mismo y de valorar en qué modo su comportamientoy sus reacciones pueden
favorecer u obstaculizar el diálogo.
35. c) El desarrollo de la conversación
Los primeros minutos de una visita son decisivos. Generalmente la conversación se
desarrolla en uno de estos dos campos:
Conversación social: Se habla del "tiempo", de "fútbol”, de “política”, de las "últimas
noticias”,como método para explorar el terreno o para disipar un poco la ansiedad. Pero
también puede ser un método para evitar un verdadero encuentro. A veces el paciente
prefiere mantener el contacto a este nivel, hablando de cosas que se refieren al mundo
externo, no a su mundo. El problema nace cuando el siervo no sabe captar las aperturas
espirituales del paciente y concentra su atención en la conversación “social”;
Conversación espiritual: El diálogo se centra en el paciente: éste habla de “miedo”, de
“condiciones físicas", de “preocupaciones familiares", de "necesidades religiosas" y otros
temas similares. La conversación adquiere un tono personal.
La escucha es un factor determinante en el planteamiento de la relación. De la escucha
nace la confianza. La presencia de alguien que escucha y comprende facilita la tarea de
abrir el propio corazón,compartiendo estados de ánimo,tensiones y exigencias.El servidor
atento contribuirá a aclarar los problemas y a sacar a la luz los valores y los recursos del
enfermo.
d) Conclusióndeldiálogo: La conclusión de la visita constituye un último e importante
momento. Hay servidores que no ven el momento de poner fin a un encuentro; otros
tienden a concluirlo demasiado rápidamente; otros a quienes el enfermo no tiene más
remedio que despedir de la mejormanera posible; y otros naturalmente,que saben calcular
sabiamente el tiempo y la forma de llevar a su término una visita.
El estilo de la conclusión de un encuentrovaría de persona a persona y de acuerdo con las
situaciones. Podemos tener en cuenta lo siguiente:
un sencillo saludo formal;
la promesa de volver o de un recuerdo especial en la oración;
una breve síntesis de los temas surgidos, subrayando progresos y metas;
una reflexión personal sobre la conversación mantenida;
una oración que resuma las preocupaciones y las esperanzas del enfermo.
Cada visita pastoral es una oportunidad para comunicar a Dios al que sufre; cada visita
es una oportunidad para encontrar a Dios en el que sufre. Cristo nos ha dado ejemplo de
cómo debemos encontramos connuestro prójimo: amó con su mirada, curó con sus manos,
36. escuchó las quejas de los atribulados,dio confianza a los afligidos, entró en el corazón de
las personas y las guió hacia Dios.
4) Qué hay que evitar
Caras tristes.
Ver la enfermedad más que a la persona.
Ofrecer piedad, lástima (en lugar de respeto).
Imponer propios valores o esquemas.
Minimizar las pérdidas.
Juzgar sus sentimientos
Dar falsas esperanzas
Insistir en que coman o hablen
5) Frases que hay que evitar
Es la voluntad de Dios
Sé cómo te sientes
El tiempo cura todo
Hay gente que sufre más
Con llorar no solucionas nada
Dios sabe cómo hace las cosas
Quien cree en Dios no llora
6) Consejos útiles
Al menos que el enfermo ya conozcaal siervo,hay que presentarse y decir la iglesia
a la cual pertenece.
Preguntarle el nombre al enfermo, y úselo en la conversación
Al comenzar decir cosas comunes: ¿cómo está?; ¿cuánto tiempo hace que está
enfermo?
Si es posible,sentarsemientras se habla.Es más fácil para el enfermo ver al siervo
de Dios a su misma altura. Y, además, le demuestra que no está apurado.
No quedarse mucho tiempo.
No temer hablar del temor,de la depresióno la ansiedad,pero se debe procurar que
su conversación gire pronto sobre temas espirituales.
Hablar siempre con gentileza, amabilidad y en voz no muy alta.
El enfermo no requiere de un sermón, sino de palabras simples y concretas.
Tener paciencia y respeto.
37. Ser cuidadoso en su forma de hablar.
Ser prudente con las expresiones que se dicen.
Escuchar más de lo que se habla.
Orar con sensibilidad y brevemente. Orar por la sanidad física y mental del
enfermo,incluir en la petición que el Señor bendiga a la familia (si la tiene), a los
profesionales de la salud y al tratamiento que está recibiendo.
No comentar lo que el enfermo le ha dicho.
Ser fiel con las visitas que se promete hacer.
Prepararse para dar ánimo y paz.
1.3.6. Un ministerio de consolación
“Pedro le dijo: No tengo plata ni oro; pero lo que tengo,te doy: en nombrede Jesucristo, el
Nazareno, ponte a andar. Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante
cobraron fuerza sus pies y tobillos,y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos
en el Templo andando, saltando y alabando a Dios”. (Hech. 3.6-8)
Nos dice San Pablo en la segunda carta a los corintios 1,3-7
¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,Padre de las misericordias y Dios
de toda consolación, que nos consuela en toda tribulación nuestra para poder nosotros
consolar a los que están en toda tribulación,medianteel consuelo con que nosotros somos
consolados por Dios!
Pues, así como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, igualmente abunda
también por Cristo nuestra consolación.
Si somos atribulados,lo somos para consuelo y salvación de ustedes; si somos consolados,
lo somos para el consuelo de ustedes,y para que puedan soportar con paciencia los mismos
sufrimientos que también nosotros soportamos.
Es firme nuestra esperanza respectoa ustedes; pues sabemos que, como son solidarios con
nosotros en los sufrimientos, así lo serán también en la consolación.
A la tarea de visitar y ayudar a los enfermos podemos llamarla “ministerio de
consolación”, porque llevamos una palabra de consuelo a cristianos y no cristianos
enfermos. Consuelo para el cristiano, porque tratamos de fortalecerlo en su fe, en su
esperanza y en su dependencia de un Dios que porquenos ama nos cuida.Consuelopara el
no cristiano,porque vamos a compartirleel mensaje del Evangelio, para que sepa que hay
38. un Dios que lo ama, que lo perdona, que desea tenerlo en sus manos, para ayudarlo y
sostenerlo.
1.4. Metas del proyecto Ministeriode misericordia visita a los enfermos.
- Consolidar el ministerio de misericordia de la visita a los enfermos en el año 2016 en el
municipio de Zipaquirá.
- Establecer un compromiso formal con las instituciones de la salud del municipio de
Zipaquirá para realizar las visitas a las personas enfermas.
- Conformar un equipo de servidores comprometidos conel Ministeriode Misericordia de
visita a los enfermos revestidos de amor, paz, justicia y de la gracia de Dios.
- Construir un cronograma de visitas a las personas enfermas en las instituciones de
salud.
- Fortalecer la comunión con Dios de cada uno de los miembros del ministerio de
Misericordia de visita a los enfermos.
- Entrenar a diezpersonas interesadas en el transcursode este año en este ministerio a
través de cursillos,charlas,conferencias,etc.,para dar a conocer el mundo hospitalario
y sus necesidades, a fin de procurar una mayor efectividad en el trabajo.
- Visitar una vez a la semana a los enfermos y familiares en sus habitaciones para
presentarnos y ofrecerles nuestros servicios,teniendo mucho cuidado de no interferir en
las labores hospitalarias.
- Elaborar un manual para atendera niños,adolescentes,adultos y ancianos en aquellos
problemas emocionales y espirituales que puedan estar afectando su desarrollo social,
mental y espiritual.
- Extender esteservicioa los pacientes ambulatorios,personal y público en general de los
centros hospitalarios, que lo deseen.
- Organizar literatura adecuada para este ministerio y organizar reuniones generales e
individuales donde escuchar, presentar el Evangelio, ayudar, consolar y procurar
esperanza a quien así lo demande.
- Crear una metodología para atender, de forma especial, a los niños hospitalizados.
39. 1.5. Cronograma de actividades.
De acuerdo con lo anterior para cumplir las metas propuestas se presenta a continuacionel
siguiente cronograma de actividades.