3. Gastritis
• La gastritis es una inflamación de la mucosa gástrica, que es la capa
de células que reviste el estómago por dentro protegiéndolo de la
acidez de los jugos gástricos. Aunque no es correcto, es frecuente que
el término gastritis sea utilizado como sinónimo de dispepsia (dolor o
molestias en el abdomen superior, así como síntomas de quemazón,
presión o plenitud relacionados muchas veces, aunque no
necesariamente, con las comidas).
• La gastritis puede estar producida por múltiples causas: alcohol,
tabaco, alimentos, fármacos (antiinflamatorios no esteroideos), cirugías
importantes, o infecciones (la bacteria Helicobacter pylori se relaciona
con algunos tipos de gastritis). Los signos y síntomas son muy
variables, ya que cada individuo puede experimentarlos de una forma
diferente. Los más frecuentes son malestar o dolor de estómago,
náuseas, vómitos, eructos, ardor, o presencia de sangre en el vómito o
en las heces.
7. • El diagnóstico de la gastritis es histológico, es decir, es
necesario realizar una gastroscopia y obtener una muestra de
la mucosa gástrica mediante biopsia para que pueda ser
analizada. Por tanto, el diagnóstico de la gastritis no es
únicamente clínico (no se basa solo en los síntomas) sino
que es necesaria la realización de pruebas invasivas
(gastroscopia y biopsia) para confirmar su existencia.
• Generalmente, el tratamiento de la gastritis incluye
antiácidos y otros medicamentos que ayudan a disminuir la
acidez en el estómago, aliviando así los síntomas y
favoreciendo la curación de la irritación de su pared. Si la
gastritis está relacionada con una enfermedad o una
infección, también se tratará ese problema.
8. • Por último, se recomienda a los pacientes realizar
cambios en su dieta, evitando ciertos tipos de
alimentos, bebidas o fármacos que puedan
producir irritación de la pared estomacal.
• La clasificación de las gastritis es compleja, pero a
modo de resumen se puede decir que se dividen
en aguda, crónica, y formas especiales de gastritis
(corrosiva). A continuación veremos las
características en cuanto a causas, síntomas y
tratamiento de cada una de ellas.
10. Gastritis aguda, causas, signos,
síntomas y tratamiento
• La forma principal es la gastritis aguda erosiva
o hemorrágica, que se caracteriza por la
presencia de erosiones en la pared del
estómago que afectan únicamente a la mucosa.
• Puede estar producida por diferentes causas:
11. • Gastritis de estrés: los pacientes con enfermedades graves
(politraumatizados, grandes quemados, hipertensión
intracraneal…), específicamente aquellos ingresados en las
unidades de cuidados intensivos, pueden presentar úlceras o
erosiones que a menudo se manifiestan como hemorragia. Estas
lesiones se producen por múltiples causas, entre las que se
encuentran la hipersecreción ácida del estómago y la pérdida de
los mecanismos defensivos de la mucosa gástrica.
• Gastritis por tóxicos: antiinflamatorios, alcohol, cocaína,
cáusticos, enzimas producidas por el páncreas, reflujo biliar.
• Gastritis producida por Helycobacter pylori, que es una
bacteria que infecta la mucosa del estómago produciendo en
ocasiones úlceras o algunos tipos de gastritis. En muchos casos,
las personas infectadas nunca llegan a desarrollar ningún
síntoma.
12. Signos y síntomas de la
gastritis aguda
• Los signos y síntomas de la gastritis aguda varían mucho de
unas personas a otras, y en muchos casos los pacientes
permanecen asintomáticos. Los más frecuentes son dolor
abdominal, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, dispepsia
(dolor, molestias o sensación de plenitud gástrica, más
frecuente en la gastritis producida por H. pylori) y, en los
casos más graves, hemorragia digestiva (vómitos con sangre
o deposiciones negras, pegajosas y malolientes). En
ocasiones, esta hemorragia digestiva puede ser muy sutil,
manifestándose únicamente a través de anemia leve debida
a las pequeñas pérdidas de sangre que se producen.
13. • La historia clínica y la analítica de sangre (donde se puede
ver anemia) ayudan a sospechar una gastritis aguda, pero el
diagnóstico de confirmación de ésta es histológico, es decir,
es necesario analizar en el microscopio una muestra de tejido
del estómago obtenida mediante una gastroscopia. En esta
muestra se observan erosiones que afectan únicamente a la
mucosa y no afectan a capas más profundas de la pared
estomacal.
14. Tratamiento de la gastritis
aguda
• Existen diferentes opciones para el tratamiento de la
gastritis aguda. En ocasiones no es necesario tratarlas,
puesto que las gastritis se pueden resolver
espontáneamente. En primer lugar es importante evitar
los alimentos irritantes (café, té, alcohol, pimienta,
mostaza, vinagre…) o las sustancias que pueden dañar
la mucosa gástrica, como los antiinflamatorios.
15. • Los fármacos que se pueden utilizar para prevenir la
aparición de gastritis son los antiácidos, los antagonistas H2
(que disminuyen la secreción ácida del estómago), o el
sucralfato. Estos fármacos consiguen mantener un pH en el
estómago no excesivamente ácido, disminuyendo así los
síntomas de la gastritis y facilitando la curación. Sin embargo,
esto tiene un inconveniente, pues al disminuir la acidez se
favorece que puedan crecer bacterias que produzcan otro
tipo de infecciones, como las infecciones pulmonares.
16. • La gastritis mejora a medida que lo hace la situación del
enfermo, desapareciendo las lesiones a las 48 horas de la
agresión aproximadamente. Cuando aparecen
complicaciones como la hemorragia digestiva puede ser
necesaria la realización de una gastroscopia, aunque la
mayoría de las veces la hemorragia cede de forma
espontánea sin necesidad de realizar pruebas invasivas. La
cirugía (que generalmente consiste en la extirpación de todo
el estómago) presenta una mortalidad muy elevada, y solo
debe utilizarse como último recurso.
18. • La gastritis crónica consiste en una inflamación crónica de
la mucosa del estómago que afecta inicialmente a áreas
superficiales y glandulares de la mucosa, progresando a la
destrucción glandular (atrofia) y metaplasia (el término
metaplasia intestinal indica la conversión de las glándulas del
estómago en otras parecidas a las del intestino delgado). De
esta forma, la gastritis superficial se acaba transformando en
gastritis atrófica.
19. Tipos de gastritis crónica y
síntomas
• La incidencia de la gastritis crónica se
incrementa con la edad, siendo más
frecuente en ancianos que en jóvenes.
Existen varios tipos de gastritis crónica:
20. • Gastritis tipo A o fúndica: es bastante rara. En este tipo de
gastritis, la inflamación afecta fundamentalmente al cuerpo y
al fundus, que son las porciones superior y media del
estómago. Puede causar anemia perniciosa –un tipo de
anemia producida por una deficiencia de vitamina B12, ya que
una de las causas más comunes de anemia perniciosa es el
debilitamiento de la pared del estómago (gastritis atrófica). Es
frecuente que al realizar una analítica de sangre a estos
pacientes se observen en la sangre anticuerpos frente a las
células parietales del estómago y frente al factor intrínseco
(una sustancia producida por las células del estómago que
permite la absorción en el intestino de la vitamina B12), lo que
sugiere que esta enfermedad tiene una base autoinmune.
Este tipo de gastritis predispone a un mayor riesgo de
desarrollar cáncer de estómago (adenocarcinoma).
21. • Gastritis tipo B: es la más frecuente. Afecta al antro (porción
más inferior del estómago, cercana al píloro) en personas
jóvenes, o a la totalidad del estómago en ancianos. Aparece
en casi toda la población mayor de 70 años, y está producida
por la infección crónica por la bacteria H. pylori. Este tipo
de gastritis también predispone a tener mayor riesgo de
cáncer (fundamentalmente los tipos adenocarcinoma tipo
intestinal y linfoma MALT).
22. • El diagnóstico de la gastritis crónica es también histológico
(es necesaria la obtención de una muestra mediante
gastroscopia), observándose al microscopio los cambios
típicos que se producen en la mucosa del estómago. Se debe
hacer diagnóstico diferencial con otras enfermedades como la
úlcera duodenal, la hernia de hiato, la pancreatitis crónica, o
el síndrome de intestino irritable.
23. Tratamiento de la gastritis
crónica
• Las gastritis crónicas asintomáticas no necesitan tratarse.
• En los pacientes con síntomas el tratamiento debe ser
personalizado. Se aconseja evitar alimentos irritantes y
antiinflamatorios.
• En la gastritis atrófica producida por H. pylori es necesario
instaurar tratamiento con antibióticos (la pauta más utilizada es
la asociación de inhibidores de la bomba de protones –el más
conocido es el omeprazol–, amoxicilina y claritromicina, durante
7 o 10 días.
• En la anemia perniciosa se necesita el aporte indefinido de
vitamina B12.
• Finalmente, si se presenta anemia por niveles bajos de hierro, se
utilizarán suplementos de hierro para recuperar los depósitos.
25. Gastritis Corrosiva
La gastritis corrosiva puede manifestarse de manera similar a la
gastritis aguda, pero generalmente con una sintomatología más
grave, a consecuencia de las lesiones anatómicas producidas
en la mucosa del estómago, las cuales son más profundas, con
signos de necrosis, escaras, y a veces con hemorragias. La
gastritis corrosiva se acompaña siempre de lesiones en la
mucosa del esófago (esofagitis corrosiva), que tienen las
mismas características anatomopatológicas que las del
estómago. Los cáusticos que lesionan la mucosa esofágica se
clasifican en:
• Acidos: sulfúrico, nítrico, clorhídrico, acético, etc.
• Alcalinos: soda cáustica, metálicos, etc.
26. Signos, síntomas y tratamiento
Los cáusticos ácidos coagulan las albúminas y los alcalinos
licúan los tejidos. La soda cáustica o lejía, empleada
frecuentemente para usos caseros, es ingerida casi siempre por
equivocación.
La sintomatología de estas intoxicaciones consisten en disfagia,
regurgitación de mucosidades sanguinolentas, sialorrea y
vómitos. Si las lesiones son profundas puede sobrevenir la
muerte por toxemia y shock. La evolución depende de la
cantidad del cáustico ingerido y de la profundidad de las
lesiones anatómicas. Después de 7 a 10 días, se inicia el
período de remisión en las formas leves, seguido del período de
recuperación, caracterizado por la cicatrización de las lesiones
gástricas y esofágicas, pero quedando generalmente en el
esófago estenosis cicatrizal que dificulta la alimentación.
27. Durante las primeras horas se intenta la neutralización del
cáustico ingerido cubriendo la mucosa del esófago y del
estómago con líquidos protectores.
Si el cáustico es alcalino, se hace beber al enfermo una solución
de agua con vinagre (en partes iguales) o, en cambio, jugo de
limón con agua o ácido cítrico en agua.
Si el cáustico es ácido, se aconseja beber agua bicarbonatada,
leche de magnesia, leche de vaca, aceite de oliva o agua
albúminosa (una clara de huevo batida en un vaso de agua).
Los lavados de estómago y la provocación del vómito están
contraindicados, pues pueden agravar la lesiones
antómicas.
28. Enfermedad de Menétrièr
La enfermedad de Menétrièr se caracteriza porque los pliegues
que presenta la pared del estómago por dentro son
marcadamente engrosados (esto se observa mediante la
realización de una gastroscopia). En este tipo de gastritis se
produce una disminución de la secreción ácida y un aumento de
la secreción de moco.
Los síntomas más frecuentes de la enfermedad de Menétrièr
son dolor abdominal, pérdida de peso, niveles bajos de la
proteína albúmina en sangre, anemia y edemas. Existe un
mayor riesgo de úlceras y cáncer gástrico. El diagnóstico se
realiza mediante endoscopia y biopsia de la mucosa gástrica.
Para tratar este tipo de gastritis se utilizan diferentes tipos de
fármacos como los anticolinérgicos, los corticoides y los
agonistas H2, que reducen la pérdida de proteínas. Cuando la
afectación es muy importante, puede ser necesaria la
realización de cirugía (extirpación total del estómago).
29.
30. Además existen otros tipos especiales de
gastritis:
• Gastritis infecciosa
• Gastritis eosinofílica
• Gastritis granulomatosa
• Gastritis linfocítica
32. En pacientes con gastritis se recomienda seguir ciertas pautas dietéticas,
evitando el consumo de comidas y bebidas que puedan empeorar los
síntomas:
• Alimentos recomendados para la gastritis: pasta, arroz,
pan blanco, verduras cocidas y sin piel, papa, frutas cocidas,
carnes magras, pescados, clara de huevo, productos lácteos
desnatados, agua y bebidas sin cafeína. Los alimentos se
deben preparar hervidos, al horno, a la plancha o al grill,
evitando las frituras.
• Alimentos que se deben tomar con moderación: verduras
crudas, ajo, cebolla, tomate, pepino, pimiento, productos
integrales o ricos en fibra, frutas con piel, leche entera, nata y
mantequilla, quesos curados, embutidos, chocolate, zumos
de uva y cítricos, bebidas carbonatadas.
33. • Alimentos que es mejor evitar durante la gastritis:
alimentos y bebidas muy fríos o muy calientes, pimienta,
vinagre, pimiento molido, mostaza, café, té, alcohol.
• Por último, también se recomienda no ingerir fármacos que
dañen la mucosa gástrica (aspirina, antiinflamatorios) y
evitar, en la medida de lo posible, situaciones de estrés, pues
éste favorece la secreción ácida del estómago.