Tras la activación de un receptor acoplado a proteína G (GPCR), la subunidad G-alfa activa directamente a la fosfolipasa C, la cual escinde un derivado de inositol en el membrana-asociado IP3 y el difusible DAG. Estos, IP3 y DAG, están íntimamente involucrados en la señalización de sodio intracelular. La subunidad G-alfa de una proteína G heterotrimérica es capaz de activar respuestas aguas abajo.