El futuro nunca estuvo tan presente - Consumo Colaborativo - Leaners Magazine
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LEANERSMAGAZINE·NÚM.05|JULIO2014 ////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Los titulares recientes en la prensa española dan una idea de la escala que ha tomado el consumo y la economía
colaborativa: “Una nueva tendencia económica se abre paso en la agotada cultura del consumo”, “La imparable economía
colaborativa”, “El potencial económico del consumo colaborativo”, “De cliente a ciudadano coproductor”, “Consumo colaborativo,
la polémica moda del emprendimiento tecnológico”, “Guerra total entre los sectores tradicionales y las nuevas plataformas de
consumo colaborativo”, “El consumo colaborativo puede coexistir con la economía tradicional”. Y el que más me gusta, desde
El Mundo: “El futuro nunca estuvo tan presente”.
FUNDADOR DE WWW.CONSUMOCOLABORATIVO.COM
@albertcanig
CONSUMO COLABORATIVO//// EL FUTURO NUNCA ESTUVO TAN PRESENTE
ALBERT CAÑIGUERAL
Ir a dormir a casa de un amigo o pedirle prestado el coche a un
familiar no es nada nuevo: compartir y colaborar se ha hecho
toda la vida. La diferencia es que, ahora, estas iniciativas de
consumo colaborativo utilizan la tecnología, permitiendo que estos
comportamientos, que se han dado desde siempre dentro de los
entornos de confianza (amigos, familiares, compañeros de trabajo,
etc.), adquieran una escala y una velocidad sin precedentes. Los
servicios de consumo colaborativo facilitan el encuentro entre la
oferta y la demanda y ponen en contacto a desconocidos, a la vez que
proporcionan los mecanismos necesarios para generar un nivel de
confianza suficiente para que los intercambios y las transacciones
tengan lugar.
Bienvenidos a la sociedad colaborativa, donde las personas se
organizan voluntariamente para crear un valor en común. Una
economía directa y distribuida, donde el acceso desplaza a la
propiedad y van cayendo las barreras entre la producción y el
consumo. Simple y revolucionario a la vez.
Forbes Magazine estimó que los ingresos que se trasladan
directamente desde el consumo colaborativo al bolsillo de sus
protagonistas superaron, globalmente, los 3.500 millones de dólares
en 2013, un crecimiento de más del 25% respecto al año anterior.
La economía colaborativa ha dejado de ser una simple forma de
aumentar los ingresos en un mercado salarial estancado para
convertirse en una fuerza económica disruptiva. Tanto es así que los
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nuevos modelos de negocio que genera el consumo colaborativo son
ya lo suficientemente importantes como para que los reguladores,
las empresas tradicionales, la prensa económica y las escuelas de
negocio se hayan interesado por él.
CONFLUENCIA DE FACTORES
El actual boom del consumo colaborativo surge a partir de una
confluencia de factores culturales, tecnológicos y económicos:
• Culturales. A partir de la popularización y difusión en Internet de
servicios como Flickr, Wikipedia, las redes sociales y los blogs, los
usuarios han redescubierto la posibilidad de compartir con otros;
han comprobado que en el hecho de colaborar reside el verdadero
valor y que el acceso fácil es mejor que la propiedad. Estos mismos
valores ahora se aplican fuera de los entornos puramente digitales,
sobre todo por aquellos que son nativos digitales.
• Tecnológicos. Estas mismas tecnologías han permitido
crear lazos de confianza y colaboración con desconocidos o
pseudodesconocidos. Por un lado, las redes sociales y el comercio
electrónico nos han permitido empezar a interactuar y a confiar con
desconocidos en tanto en cuanto tengamos suficiente información
acerca de la otra persona. Por otro, la conectividad permanente en
dispositivos móviles ha rebajado las fricciones de entrada para usar
estos servicios justo cuando los necesitamos. A menudo se habla del
consumo colaborativo como “la tercera ola de Internet”, donde la
gente se encuentra online y comparte offline.
• Económicos. La crisis, la reducción de la renta disponible y la
limitación del crédito han facilitado que muchos usuarios hayan
usado por primera algunos de los servicios colaborativos. Y una
vez experimentados de primera mano los beneficios económicos
y sociales de estos servicios resulta difícil volver atrás. Se da la
circunstancia de que, a raíz de este entorno complicado, mucha
más gente muestra comportamientos de early adopter, aunque el
trasfondo cultural lleva tiempo en desarrollo.
EFICIENCIA A TODOS LOS FRENTES
Tras esta nueva economía se esconde una fuerte característica, que
es la búsqueda de la eficiencia en todos los frentes. Como escribió en
su blog John Winsor, CEO de Victors&Spoils: “básicamente, el valor
económico se crea a partir de ineficiencias económicas [...] A pesar de
que comenzó poco a poco, ahora, gracias a la revolución digital, todos
los sectores de la economía se ven influenciados por una tendencia
global hacia la eficiencia”. Y esta tendencia consiste, simplemente,
en que todo lo que hay circule, sin necesidad de producir más.
A mediados del pasado mes de julio, incluso la Comisión Nacional de
los Mercados y de la Competencia (CNMC) consideró que el consumo
colaborativo presenta “ventajas indudables” como una asignación
más eficiente de los recursos infrautilizados, más competencia y
una reducción de los costes de transacción y mejora la oferta para
el consumidor.
A nadie le gusta estar en el sector que sufre la disrupción digital pero
lo cierto es que resulta casi imposible de evitar. Esconder la cabeza
o darle la espalda a la realidad no ayudará a resolver la situación.
INVERSORES
¿Por qué el consumo colaborativo atrae a los inversores? Por varias
razones: estos modelos de negocio escalables funcionan por encima
de las tecnologías sociales y móviles ampliamente adoptadas.
Posibilitan una alta frecuencia de transacciones, con bajos costos
Pero, este auge, ¿está realmente justificado? La verdad es que
sí. Sólo hay que observar algunas de las cifras más relevantes a
escala global para darse cuenta del impacto de esta nueva forma
de consumo:
• En tan sólo seis años, Airbnb, la web que ofrece alquileres
temporales en habitaciones o casas de ciudadanos particulares,
dispone de 800.000 anuncios en 34.000 ciudades de 190 países
distintos. Ninguna de las mayores cadenas hoteleras del mundo
(Intercontinental, Marriot, Hilton) llega a las 700.000 habitaciones.
Sólo en Barcelona, que es la tercera ciudad del mundo para Airbnb,
encontramos cerca de 12.000. Un estudio propio de Airbnb estimó
que su comunidad aportó 128 millones de euros en un año a la
economía de Barcelona. Tras la última inversión la empresa ha
sido valorada en 10.000 millones de dólares.
• Las principales plataformas de trayectos compartidos en Europa
(BlaBlaCar y Carpooling) suman más de 12 millones de miembros
y se estima que cerca de 2 millones de europeos comparten
recorridos cada mes. BlaBlaCar recibió 100 millones de dólares de
inversión el de 2 julio.
• Según un estudio realizado por el portal de anuncios gratuitos
de compraventa SegundaMano, en España se venden objetos
usados por un valor de más de 2.300 millones de euros. Además,
si se incluyen todos los anuncios publicados en Segundamano.es,
entre los que también se encuentran viviendas y negocios, entre
otros, el valor de inventario de este portal de anuncios es del 9%
del PIB español
• La aplicación móvil para venta de objetos de segunda mano
Wallapop ha conseguido más de un millón de descargas en sus
primeros nueve meses de vida. A mediados de 2014 gestiona
transacciones por valor de 20 millones de euros cada mes.
• Para hacerse una idea de la importancia que está adquiriendo la
financiación alternativa en el mundo, los préstamos ya financiados
a través de Prosper y Lending Club, conjuntamente y desde su
fundación, ascienden a un valor de 6.000 millones de dólares.
• Las diversas modalidades de crowdfunding (recompensas,
donación, préstamos y equity) se estima que movieron 5.100
millones de dólares sólo en 2013. La expectativa es doblar esta
cifra en 2014.
A la vista de estos datos ya nadie se atreve a decir que se trata
de “cuatro hippies digitales”. Además hay que recalcar que si algo
toma tal escala es que funciona bien y cumple con las expectativas
de los usuarios, algo que se debe tener muy en cuenta en el
momento de regular estas actividades.
¿AUGEJUSTIFICADO?
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de operación. Además, estas nuevas empresas hacen que los
operadores tradicionales del sector vayan a lamentarse a los medios
de comunicación acerca de su competencia, lo que acaba siendo
marketing de bajo costo o incluso gratuito, que a su vez atrae a más
clientes. En resumen, los inversores esperan que estas startups
generen muchos beneficios y por ello están apostando fuerte en el
sector.
En Estados Unidos la mayor inversión han sido los 1.200 millones de
dólares en Uber, que ha supuesto una valoración de la compañía por
encima de los 17.000 millones. Esto hace que las últimas inversiones
de 500 millones en Airbnb, 250 millones en Lyft o 100 millones en
BlaBlaCar parezcan incluso pequeñas...
En España el primer semestre del 2014 ha sido también muy prolífico
en compras e inversiones, aunque las cifras son algo más modestas:
• En febrero Schibsted Classified Media, propietaria de
SegundaMano.com, compró a Milanuncios por 50 millones de
euros.
• FON: 10,35 millones de euros para esta empresa de Martin
Varsavsky que ya ha desplegado más de 12 millones de hotspots para
compartir WiFi en más de 1.000 ciudades del mundo.
• Kantox: un total de 6,4 millones de euros han sido recibidos por
esta plataforma de cambio de divisas sin intermediación bancaria.
Gracias a ella las empresas pueden cambiar dinero con ahorros
significativos.
• Cabify: recibió 5,79 millones de euros para seguir con sus
operaciones en España, México, Chile y Perú. Fuera de España opera
con un modelo peer-to-peer y en España con un modelo VTC.
• Traity: 4,7 millones de euros en la startup madrileña para
potenciar sus herramientas de reputación online, que tanto interés
han despertado en los últimos meses.
• Wallapop: salió con una ronda de financiación de 1,6 millones
para convertirse rápidamente en la aplicación líder para la segunda
mano en España.
• Trip4Real: ha recibido una inversión de un millón de euros. Esta
plataforma apuesta por el impulso del sector turístico desde una
perspectiva más local.
• Percentil: también recibió un millón por parte de Active Venture
Partners. Su negocio se centra en ropa de segunda mano de calidad
garantizada para niños y mujeres.
• Chicfy: seguirá creciendo a un ritmo impresionante con los
360.000 euros recibidos. Este mercadillo de ropa de segunda mano
para mujeres añade actualmente unas 2.000 prendas diarias (cifras
de mayo).
• Arboribus: 260.000 euros para esta plataforma web que pone en
contacto a inversores y empresas en la modalidad de préstamos de
personas a empresas (P2B lending).
• BeRoomers: un Airbnb para pisos de estudiantes. Han recibido
200.000 euros.
• Nautal: este mercado de alquiler de barcos ha recibido 185.000
euros.
• PopPlaces: facilita el alquiler de espacios para trabajar o para
eventos. La startup consiguió 120.000 euros.
• Misoky: es un mercado de segunda mano de ropa infantil.
100.000 euros en total.
EL FUTURO NO PUEDE SER ILEGAL
Evidentemente, la escala que ha alcanzado el consumo colaborativo
ha despertado el interés de los reguladores, que han actuado con
bastante celeridad en parte debido a las protestas de los actores
tradicionales en cada sector afectado.
Los hechos se suceden a tal velocidad que no tendría sentido entrar
en los detalles en un artículo como este. Sin embargo, sí quiero
destacar que después de varias semanas con noticias negativas
sobre expedientes administrativos, sanciones y normas restrictivas
con las actividades del consumo colaborativo, la Comisión Nacional
de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha rechazado una
Tres son las características que determinan una iniciativa de consumo
colaborativo:
1. Identifican algún bien o servicio que está siendo usado de manera
ineficiente. ¿Cómo podríamos alquilar los coches en los estacionamientos
de larga duración de los aeropuertos y permitir que la gente ganara
dinero con ello?
2. Agregan suficiente masa crítica de oferta/demanda. Este es uno de los
puntos más complejos de conseguir. Habitualmente, se trabaja primero
en generar oferta para que los usuarios que vayan a buscar un bien (por
ejemplo, un coche para alquilar en un estacionamiento de larga duración
en el aeropuerto de Barajas) encuentren oferta suficiente. Si la primera
experiencia no es buena es muy probable que ese usuario no regrese
al servicio. Por el lado de los ofertantes, si no consiguen que sus bienes
sean alquilados también empezarán a pensar que el servicio no les
proporciona el valor prometido.
3. Generan confianza entre desconocidos y construyen una verdadera
comunidad. La confianza es el “aceite” que permite que todo el
engranaje funcione. Sin confianza no hay transacciones y, por lo tanto,
no hay negocio para nadie (los servicios normalmente se quedan con
un porcentaje de cada transacción realizada). El servicio o plataforma
debe disponer de perfiles completos de usuarios que garanticen que esa
persona es quien dice ser (identificación digital) y que informen sobre
la actividad que ha desarrollado en el pasado en esa misma plataforma
(comentarios y votaciones de los otros usuarios).
eBay fue quien estableció las bases para estos sistemas de reputación
y confianza. De hecho, la reputación es la nueva “moneda”, en estos
servicios. Pero, cuidado: aunque permite transaccionar con el resto de
usuarios, a diferencia de la moneda de curso legal, la reputación no
se gasta pero sí puede perderse. Ya hay proyectos que trabajan para
permitir agrupar la reputación de los diversos servicios colaborativos y
obtener un perfil digital agregando estos datos. Hay que destacar que
la reputación es contextual, es decir, que seamos buenos conductores
cuando compartimos trayectos no significa que seamos también buenos
intercambiando ropa de bebé.
EMPRENDER EN EL CONSUMO COLABORATIVO
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www.crowdcompanies.com
Autor:
Jeremiah Owyang @jowyang
Con las aportaciones de:
Neal Gorenflo @gorenflo
Lisa Gansky @instigating
Shervin Pishevar @sherpa
Mike Walsh @mwalsh
Brian Solis @briansolis
Alexandra Samuel @awsamuel
Vision Critical @visioncritical
PANAL DE LA ECONOMÍA COLABORATIVA
PRINCIPALES FUERZAS DE MERCADO
SOCIALES
• Deseo de relacionarse
• Conciencia de sostenibilidad
• Aumento de la población
ECONÓMICAS
• Entorno económico
• Recursos infrautilizados
• Elevada inversión en startups
TECNOLÓGICAS
• Internet del Todo
• Tecnologías móviles
• Redes sociales
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regulación exprés para el consumo colaborativo. El presidente de la
CNMC, José María Marín, advirtió de que “las respuestas deben ser
proporcionales al problema” y recalcó “prohibir es una herramienta
excesivamente fácil” y que requiere “especial cuidado”.
Desde Europa, la Comisión Europea también ha venido rechazando
la idea de multar a los usuarios de estos servicios por considerar
que se trata de una “medida extrema”, y ha reclamado que las
autoridades nacionales dialoguen con las empresas para buscar
una solución. “Lo importante es que haya un diálogo. No se resuelve
nada recurriendo a medidas extremas” declaró el portavoz, Ryan
Heath.
De hecho, mirando unos años atrás, podemos observar que la
secuencia de los hechos es similar a lo que ocurrió con Napster en
su día. Tal y como expone Clay Shirky en un artículo reciente, este
tipo de innovaciones disruptivas pasan por cinco etapas:
1. Posibilidad técnica.
2. Adopción social.
3. Reacción regulatoria.
4. Desobediencia civil.
5. Acuerdo entre las partes.
En el consumo colaborativo estamos entre las fases 2 y 3 en este
momento.
LA SOCIEDAD COLABORATIVA
Aunque de manera muy resumida, en este artículo hemos empezado
a apuntar algunas de las líneas maestras de la sociedad colaborativa.
En este escenario, las ideas, herramientas y teorías anteriores
ya no nos sirven para interpretar el nuevo mundo. Salvando las
distancias, es un poco como cuando Copérnico anunció su teoría
heliocéntrica socavando los valores fundamentales de la religión, la
ciencia y los poderes políticos y reales de la época. Resulta imposible
la comprensión de la nueva realidad sin un cambio de perspectiva.
Aún estamos en los inicios de este cambio de paradigma. La
economía colaborativa es algo muy joven y todo está por crear en el
nuevo mundo que está viniendo. ◆◆◆
FIGURA 1. LOS INVERSORES Y LA ECONOMÍA COLABORATIVA. En esta tabla se muestran las inversiones realizadas durante los primeros siete
meses de 2014 (de enero a julio) en empresas relacionadas con la economía colaborativa.
LA REGULACIÓN DE LA
ECONOMÍA COLABORATIVA
SEGÚN LA CNMC
UBER 1.200 millones de $ MAKESPACE 8 millones de $
AIRBNB 500 millones de $ STOREFRONT 7,3 millones de $
LYFT 250 millones de $ PLEY 6,8 millones de $
LENDINGCLUB 115 millones de $ SKILLSHARE 6,1 millones de $
BLABLACAR 100 millones de $ YERDLE 5 millones de $
PROSPER 70 millones de $ TRAITY 4,7 millones de $
INSTACART 44 millones de $ DELIV 4,5 millones de $
HAILO 26,5 millones de $ PIVOTDESK 3,6 millones de $
OURCROWD 25 millones de $ SIDECAR 3,1 millones de $
RELAYRIDE 25 millones de $ CARGOMATIC 2,6 millones de $
ZOPA 22,7 millones de $ SCOOT 2,3 millones de $
POSTMATES 16 millones de $ SIDECAR 1 millón de $
CIRCLEUP 14 millones de $