Este documento discute el potencial de la economía colaborativa en América Latina. Señala que aunque está en una etapa temprana, especialmente en Brasil, tiene el potencial de generar beneficios sociales y económicos al movilizar recursos infrautilizados. Sin embargo, las instituciones deben trabajar para generar confianza entre los consumidores sobre los nuevos modelos de negocio. También deben flexibilizar la regulación para igualar las condiciones de competencia entre empresas tradicionales y colaborativas.