Pablo y Santiago usan dos expresiones para describir a Abraham. Lo llaman: i. El ‘padre de la fe’ (Romanos 4:11); su vida nos provee un ejemplo de lo que significa creer en Dios, y cómo Dios obrará en nuestras vidas para desarrollar nuestra fe. ii. ‘Amigo de Dios’ (Santiago 2:23). En esta capacidad, la vida de Abraham nos provee un ejemplo de lo que significa andar con Dios, y vivir en comunión íntima con Él. Estas dos descripciones indican la importancia de la figura de Abraham. Conocer los detalles de la vida de este gran siervo de Dios será un gran desafío para todo creyente. Abraham vivió antes que hubiera la Biblia o la Iglesia. Su discipulado estuvo a cargo de Dios mismo.