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7. La Escuela del futuro. Nuevos
planteamientos educativos.
Asignatura: Tendencias contemporáneas de la Educación
Profesor: Daniel Rodríguez Arenas
Virginia Cordero González (vcg_verdeja@hotmail.com)
Belén Dávila Recio (belendr1993@hotmail.com)
Fátima Gallego Valero (fatimagallegovalero@gmail.com)
María Teresa Garrido Batres (camelia_horse@hotmail.com)
Clara Martín Isabel (Clarita18smiles@hotmail.com)
Irene Nombela Sánchez (irene_nomsan@hotmail.com)
Raquel Peña Esteban (raka_20@hotmail.com)
Fecha de presentación: 16/05/2013
Fecha de aprobación: 10/05/2013
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Resumen:
La escuela existe desde tiempos remotos y es tan antigua como la misma
humanidad. Pero cuando la humanidad cambia, la escuela debe adaptarse a los
nuevos tiempos para no perder la eficacia que le corresponde. Profesionales de la
educación y docentes, se están planteando cuestiones fundamentales acerca de
cómo será la nueva escuela del siglo XXI. La sociedad está cambiando, y la escuela
con ella, de ahí que, como futuros docentes no debemos tener miedo de evolucionar
hacia nuevas metas, nuevas perspectivas, cambiar los principios metodológicos que
han guiado la enseñanza tiempos atrás por metodologías inéditas que ya están
surgiendo desde ámbitos como la pedagogía y la psicología. El valor del cambio es
fundamental, pero debemos mostrar a la escuela que solo es posible un cambio a
través de un motor principal, de dónde partir, hacia donde ir, cómo organizarse,
como ser competentes, qué enseñar y para que enseñarlo. Diferentes cuestiones
sin las que la escuela del futuro perdería el norte en su labor educativa.

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A la hora de indagar acerca de los aspectos que hacen que la educación cambie, nos
hemos realizado una serie de preguntas:
Dentro de un marco en el que se habla sobre una escuela futura inmersa en un
cambio de paradigma, ¿Cómo organizar la escuela para que contribuya a
transmitir a todos los alumnos todas las competencias? Dentro de ese contexto
revolucionario e innovador, es importante que los docentes asimilen nuevos
métodos y nuevos conceptos, la disponibilidad de una gran variedad de recursos y
estrategias en orden a las nuevas tecnologías, equipos interdisciplinares que
aseguren continuidad y cristalización en los procesos de aprendizaje, por lo que es
imprescindible que el centro cuente con una mayor autonomía organizativa y de
recursos. Trabajar desde las aulas con las TIC, y el dominio de idiomas, las claves
del futuro.
Educar para la vida, para vivir en sociedad, la escuela del futuro sigue teniendo
esta misión… ¿Cómo puede colaborar la comunidad escolar para la preparar a
los jóvenes a ser ciudadanos responsables, respetuosos de los principios
fundamentales, como la paz y la tolerancia de la diversidad? Este es un reto al
que todo docente debe enfrentarse hoy, pero aún más mañana, ya que en su
adaptación a la sociedad será imprescindible contribuir a la ciudadanía y no dejar
de lado los valores fundamentales, en una era en la que todo conocimiento
tecnológico o científico parece más útil que cualquier fundamento humano. La
escuela debe seguir preparándose para ser la auténtica formación integral y
ciudadana, ser para sus alumnos, una experiencia socializadora y ética, experiencia
que es fruto del clima de relaciones en la vida del centro educativo, tanto entre
iguales como entre docentes y alumnos. La escuela debe ser el lugar privilegiado
para ir descubriendo y asumiendo la riqueza de nuestras mutuas diferencias.
La formación de competencias ciudadanas sólo puede cristalizar por las vivencias
de los educandos en el compromiso, el esfuerzo y la solidaridad en las relaciones
escolares. La organización escolar debe abarcar todas las oportunidades
formativas en torno a asumir responsabilidades, adquirir compromisos solidarios,
vincularse a ONGs y colaborar con los demás en acciones que impliquen valores
sociales. Los centros escolares deben avanzar en los principios de las escuelas
inclusivas, eliminando las barreras del aprendizaje y de la participación, donde se
acoja a toda persona sin ninguna discriminación, donde impere el trabajo
cooperativo, se respeten ideas y creencias y donde las diferencias sean
reconocidas como riqueza. Eliminando tabúes y falsos prejuicios, la escuela debe
ser ámbito para conocer, compartir, celebrar y vivenciar tanto los sentimientos
como las creencias y los saberes.
Y por último centrarnos en el desafío al que se enfrenta el docente en la futura
escuela, ¿Cómo formar y ayudar al personal responsable a responder a los
desafíos de su profesión? Se debe incluir la formación permanente en el perfil
profesional educador, abierta a los ámbitos que dinamizan el proyecto educativo:
gestión-animación, psicopedagógico, pastoral, ético-relacional, carismático-

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institucional. Los docentes deben ser profesionales con plena dedicación a cuanto
requiera su misión formadora. La dedicación y estabilidad de los docentes debe
garantizarse por la continuidad en el trabajo y por el reconocimiento social a su
labor. Cada centro educativo debe llegar a ser una comunidad de aprendizaje que
dinamice propuestas que impliquen a todos sus componentes, dentro de un Proyecto
Educativo compartido. Por otra parte, la continua formación y renovación del
profesorado es importante, pues no sólo hay que formarse en conocimientos, sino
en nuevas habilidades y potencialidades que nuestros alumnos desarrollarán. La
sociedad del conocimiento requiere unanimidad en la educación, que los alumnos
manejen con plena soltura las nuevas tecnologías no será una capacidad
aprovechada y se estancará, si no se trabaja en el aula, se descubre, se aprenden
nuevas técnicas, nuevos sitios web… para ello es el docente quien debe acercarlo al
alumno, así como la escuela, promocionarlo.
Palabras claves:
Cambio de paradigma: Es la palabra que resume la situación actual de la escuela,
que se encuentra entre una controversia importante, lo que ha sido siempre, y lo
que quiere ser a partir de ahora. Es decir, la situación actual exige un cambio, la
sociedad demanda nuevas perspectivas educativas adaptadas al contexto de hoy, el
contexto social, familiar, escolar; y adaptado a la sociedad del conocimiento en la
que nos encontramos inmersos. Paradigma significa esquema o modelo, el
paradigma es el marco de ideas, pensamientos, creencias y esquemas
preconcebidos que tiene una sociedad. Este paradigma está en continuo movimiento
y puede generar otros paradigmas diferentes. La sociedad actual representa un
cambio de paradigma, y la escuela se ve afectada por esta necesidad a la que tiene
que dar respuesta, es decir, la escuela debe asumir un cambio de paradigma.
Mediador: es el docente. El nuevo maestro, o maestro del futuro debe cambiar su
rol, sin dejar atrás lo que es fundamental como su papel dentro de la clase y la
figura para los alumnos o para la sociedad, pero bien es cierto que, la sociedad
actual es una sociedad del conocimiento, ya no es el maestro la única fuente de
conocimiento absoluta, ahora el conocimiento está tan diversificado gracias a los
nuevos medios de comunicación, que nuestros alumnos pueden obtener la
información para formar su conocimiento de diversas y múltiples fuentes. Esta
novedad implica también que el docente seas un guía, ayude al alumno a descubrir, a
modelar su conocimiento, a garantizar su aprendizaje, a enseñarle el cómo y el
donde, más que el qué. Hoy podemos aprender de cualquier página de internet, pero
no todo conocimiento que podamos adquirir es válido ni lícito para un alumno, de ahí
la necesidad de cambiar el rol del profesor, que ahora deberá hacer frente a
nuevos retos más complicados, enseñar al alumno a construir su propio aprendizaje,
tarea que no es nada fácil.

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Diversidad: Es inevitable en nuestro mundo como en nuestras propias aulas, la
sociedad ha cambiado. Fenómenos como la inmigración o las nuevas tecnologías, nos
permiten movernos en un mundo totalmente globalizado y múltiple, conocer muchos
modos de vida, conocer muchos pensamientos, ideas, concepciones políticas,
religiosas… y la convivencia con personas cercanas a nuestro entorno habitual, de
diferentes nacionalidades, credos, ideologías, hacen nuestra educación mucho más
rica y más completa. Esta situación, tan óptima como compleja, trae consigo
muchas dificultades, tanto en la escuela como en la misma sociedad, por eso es
importante que la escuela, sepa hacer frente a una nueva sociedad, que es múltiple
y diversa, así como a la diversidad más concreta entre alumnos de una misma edad,
que presentan abismales diferencias entre sí, no sólo en cuestiones pedagógicas,
sino también psicológicas, económicas, sociales, etc…
Interdisciplinariedad: La escuela de hoy y de mañana deberá contar con un
fenómeno muy candente en el aprendizaje de hoy, la disciplinariedad, creemos que
hay que hacer creíble la posibilidad de enseñar desde diversas materias o
conocimiento, ya que el mejor aprendizaje se basa en la significatividad, la
multiplicidad de conocimientos que interactúan, cobran sentido solo cuando son
puestos en relación con los demás, en contexto, estableciendo significado con lo
demás. Esto para el alumno es primordial en su proceso de aprendizaje, pero para
el docente resulta más complejo, puesto que tiene que inventar nuevos métodos y
ser capaz de poner en juego múltiples contenidos para que los alumnos, mediante
una serie de competencias, aprendan un solo conocimiento, es decir, diversos
contenidos pero todos relacionados entre sí, es lo que se llama, un aprendizaje
interdisciplinar.
Introducción:
Para comenzar este trabajo de investigación acerca de la escuela del siglo XXI y
todos los desafíos que trae consigo, hemos tenido en cuenta todos los
conocimientos que hemos adquirido tanto en este curso como en el anterior, hemos
tratado de elaborar una síntesis de conocimientos para formarnos un juicio crítico
y poder dar respuesta a lo que vemos como escuela del futuro. Saber de sociología,
o de pedagogía, así como de nuevas tecnologías, nos ha servido para suponer un
contexto social en el que ubicar el cambio, es decir, conocer amplios paradigmas
educativos, y contemplar cual es la situación en la que se encuentran nuestras
escuelas en la actualidad. Queremos prever la situación más próxima en el futuro,
cómo poder llegar a nuestros alumnos, hacerles llegar el conocimiento que debemos
enseñarles, los contenidos del currículo, y conseguir que cumplan con las
competencias previstas. Para ello nos hemos preguntado cómo enseñarles, con qué

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métodos, en qué contexto, mediante que instrumentos, y sobre todo, cual sería
nuestra función, el rol que tendríamos como maestras en una escuela ubicada
dentro de un contexto de dichas condiciones, como es la sociedad del siglo XXI.
Metodología:
El sistema en el que nos hemos basado para realizar este trabajo de investigación,
ha sido meramente de búsqueda y de análisis crítico. La temática de la escuela del
futuro, del siglo XXI no se nos hace lejana o desconocida, por lo que hemos
realizado un aprendizaje significativo gracias a la nueva información que
inmediatamente ha sido relacionada con nuestros conocimientos previos del tema.
Nuestra formación universitaria no es escasa en contenidos de sociología,
actualidad, pedagogía, piscología, funciones y rol del docente… hemos tenido la
posibilidad de leer informes y tratar artículos vigentes en la actualidad, de
grandes conocedores y teóricos de la educación, como Juan Carlos Tedesco y la
educación en el siglo XXI, autores como Isaac Aismov o Roger Schank, que han
difundido ideas varias acerca de cómo será el aprendizaje en el siglo XXI y qué
tipo de enseñanza debe darse en la escuela. Hemos visto videos que nos han
aportado ideas claves para imaginarnos y así poder proyectar la escuela del siglo
XXI, a la vez que realizamos un análisis crítico y mostramos nuestra visión de cada
cosa, dotando al trabajo de propuestas para impulsar, desde la misma universidad,
ese cambio de paradigma.
Las herramienta más empleada ha sido el uso de la web (google académico) como
recurso para obtener datos, artículos e información acerca del tema, otra
herramienta que nos ha sido tanto útil como amena, ha sido la técnica de debate
grupal, ya que al realizar el trabajo hemos ido enfrentando diferentes y
contrapuestos puntos de vista, opiniones… así hemos ido formando una conciencia
grupa, aprendiendo gracias al debate que nos ha permitido conversar y dialogar
estableciendo acuerdos y opiniones unánimes. La webgrafía se mostrará al final del
trabajo a realizar.
Resultados y Discusiones:
Después de haber llevado a cabo esta investigación, hemos resuelto que:
La escuela del siglo XXI, es el resultado de la escuela que se está gestando hoy, la
comunidad educativa de la escuela futura estará compuesta de padres, docentes y
personal que hoy se forman en nuestras universidades, que conocen las nuevas
metodologías, padres que formarán parte de esa sociedad mundializada, diversa,
global, múltiple, cuyos hijos, o alumnos, serán niños de una nueva era, la de las

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nuevas tecnologías, habrán nacido aprendiendo a usar tantos nuevos instrumentos
móviles y otros soportes que la tecnología nos ofrece sin cesar, esto les hará
diferentes a los alumnos de ayer, y también a los de hoy. Los alumnos del futuro
reclamarán desarrollar habilidades novedosas, así como una gran enseñanza de
habilidades sociales, valores…
Los diferentes países de nuestro mundo deberán modernizarse y contribuir al
desarrollo y mejora de todos y cada uno de sus sistemas educativos, para ello
deberán tomar referencias de los más dotados y adelantados en educación, como
Finlandia. La unidad y colaboración será vital para el funcionamiento de una escuela
adaptada a los tiempos, ya que vivimos en un mundo globalizado, en el que somos
ciudadanos del planeta, y sería conveniente reducir las diferencias en recursos
para ganar unanimidad.
Los recursos empleados, sin duda, serán los tecnológicos, la web y todas sus
variedades en materia educativa, los portales web, el correo electrónico, las
plataformas virtuales, los blog… lo que encierra un importante peligro, que es el
descontrol y el desconocimiento de los mismos, tanto para docentes como para
alumnos o padres, la sociedad del conocimiento y las nuevas tecnologías también
trae consigo múltiples peligros y desafíos para los que hay que estar bien
preparados, y nunca será suficiente. Un niño nunca tiene la autonomía y la
capacidad de juicio necesaria para navegar en la red sin vigilancia, por eso es vital
el esfuerzo y la vigilancia de padres y docentes, salvaguardar a los alumnos de
todos los peligros que puedan estar al alcance de estos menores, la tecnología es
buena siempre que cumpla con el propósito de formar y educar, cuando surte el
efecto contrario, es porque algo falla. A lo que añadiríamos una gran formación
para evitar todos los problemas que puedan surgir en el uso de la web. Formación
tanto para el profesorado, como para padres, y especialmente para alumnos, que
son los que están en primera línea cuando se trata de enfrentarse a la información.
En cuanto a los métodos de enseñanza, irán siempre orientados a principios básicos
como pueden ser: el aprendizaje significativo, el aprendizaje comparativo, métodos
grupales, tutoría entre iguales… métodos novedosos, teniendo en cuenta que hoy no
se aprende como se aprendió ayer, una imagen vale más que mil palabras, y en
educación también, dentro de un contexto en el que nuestros alumnos aprenden lo
que ven, y está expuestos día a día a miles de recursos audiovisuales que tienen
más valor significativo que otros. También, tener en cuenta el aprendizaje
cooperativo, o el que parte de la experiencia, ya que todo lo que se aprende se
aprende mejor mediante juegos, mediante relaciones personales, experiencias,
vivencias… como nos decía Peztalocci.

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La evaluación de los contenidos también deberá cambiar y orientarse más al
aprendizaje por competencias, que permite la aprehensión de contenidos de forma
interdisciplinar y asegura un conocimiento global. El profesor deberá evaluar
mediante la observación del proceso y no solo del resultado, muchos docentes y
autores apuntan a que el papel del examen está perdiendo valor, porque es más
eficaz demostrar los conocimientos día a día. El docente deberá también tener en
cuenta el factor emocional, a la hora de evaluar al alumno, conocerle en
profundidad, los motivos que le empujan a realizar esta u esta otra acción,
ayudándole desde el conocimiento que se tiene de él mismo, y no tanto desde su
resultado final o su rendimiento anecdótico.
Conclusiones:
Realizar este trabajo nos ha ayudado a indagar acerca de la escuela del siglo XXI,
sus dificultades, sus retos, sus desafíos… Partíamos de un conocimiento general
acerca del tema, pero no nos habíamos parado a reflexionar en profundidad,
interrogándonos acerca de cómo se organizará la escuela, como serán las relaciones
entre profesores y alumnos, y padres, que metodologías concretas emplearemos y
por que las emplearemos, como evaluaremos y como enseñaremos al alumnado los
contenidos, así como formarle para su vida y para una sociedad en la que se
desarrollará y llegara a formar parte como ciudadano.
Creemos que el principal reto al que se enfrenta la escuela es el educativo, como en
todas las épocas, pero especialmente ahora, una era tecnológica en la que a los
principios y valores humanos no se les concede la misma importancia que hace solo
unos años. El reto de la escuela, y el nuestro como futuras docentes será
introducirnos en el mismo contexto en el que nuestros alumnos estarán inmersos,
hacernos conocedoras de lo que ellos conocen y van a conocer, saber manejar sus
mismas herramientas, para así poder mostrarles el mundo desde una misma
perspectiva. La sociedad se moderniza a pasos agigantados, y la escuela demanda lo
que ayer era desconocido, lo que hoy es inédito en materia educativa, mañana será
cotidiano, por eso nuestra formación hoy, desde la universidad, debe estar
enfocada al cambio de paradigmas del que hemos hablado con anterioridad.
Referencias y Bibliografía:
http://es.wikipedia.org/wiki/Paradigma
Texto Pilares de la Educación del Futuro J. Carlos Tedesco
www.uhu.es/agora/version01/digital/numeros/01/01.../moya_gil.PDF
Mª Mar del Pozo Andrés (Coord.) 2009: Teorías e instituciones
contemporáneas de educación. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid.