Un libro de_tiempo

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“El/los autor/es han hecho todo lo posible para que la información que aparece en este libro sea actual y correcta.
A pesar de ello, los datos incluidos pueden sufrir variaciones, por lo que no podemos responsabilizarnos de los posibles
contratiempos derivados de su uso. Este libro que tiene ante sus ojos, forma parte de un proyecto. Un proyecto de vida
de diferentes personas que decidieron en algún momento verse reflejados en él, con la única intención de sobrevivir al
olvido, vivir de generación en generación para llegar ti, si concretamente a ti. Hemos puesto todos los medios a
nuestro alcance para convertimos en una fibra de tu memoria, de tus emociones, de tus sentimientos… tal vez en una
lágrima, en una sonrisa... en una parte de ti, y eso es maravilloso, lo conseguimos.
Trascendimos a nuestra propia muerte, nos convertimos en sueños.”
“El contenido de este libro se puede reproducir tranquilamente, sin fines comerciales.
Toda traducción está autorizada.”
El niño de las Kalabazas, junio 2005 – julio 2014
www.elkalabazas.blogspot.com
Primera edición, última edición.
-Hormiga Atómica- S.L.
-Atomic Ant- S.L. Editorial
Imagen de portada y contraportada: El niño de las Calabazas
Grafismos y fotografía: Pablo Pikachu
Maquetación, cartografía y fotocomposición: mi hermano “el gafitas”
Música y arreglos: Dj- Fox
Printed in anywhere part of the world – Impreso en cualquier parte del mundo
victor_jfox@hotmail.com

~ CONSIDERACIONES PREVIAS ~
¡¡Buenos días, buenas tardes y buenas noches Srto. Lector o Srta. Lectora!!
No conozco ni su origen ni su destino. Ni como he llegado a sus manos. Poco a
poco conseguirá darse cuenta de que me muestre ante usted, que me
desnude. Que trate de jugar... juegue y disfrute, tal vez usted y yo no seamos
tan diferentes. Si hay momentos en los que se pierde, en los que no me
entiende, no se preocupe, déjelo pasar, déjese llevar, la mayoría del tiempo no
me entiendo y mucho menos lo que escribo, tal vez en cierta manera esté
perdido. ¡Tal vez existan muchas formas de ver la luz pero solamente una de
estar ciego!.
Míreme, que no se le escape ningún detalle, siéntalo y hágalo suyo, el libro sea
parte de usted, parte de su vida, entre en cada imagen, escuche su sonido, lea
y sienta cada palabra. Como sucede muchas veces en la vida empiezas a
conocer a una persona cuando ya no está a tu lado. Siento que nos
despidamos así, pero le digo desde lo más sincero de mi alma, ojala nos
volvamos a encontrar, ojala nos crucemos en algún camino, ojala nos
encontremos antes de llegar al mar. Ojala esto sea un hasta pronto y no un
hasta siempre. Lo único que tengo seguro que por suerte o por desgracia nos
veremos en el mar, recuerde aquel lugar repleto de truchas y calamares.
Tenga cuidado con el peligro de la imaginación. No se sature, no intente
comprender todo. Pero tampoco caiga en el error de no querer comprender
nada. No olvide que si puede leer esto, considérese un privilegiado....
Cuídate mucho, no sabes lo importante que eres para mí. Encantado de
habernos conocido.
Le quiero mucho

Primera Parte
“Te lo dedico a ti, no se si te conozco ya o nunca te llegaré a conocer, pero
quiero que sepas que desde hace mucho tiempo te he querido muchísimo”

Tal vez este libro…
debía haberse escrito hace mucho
tiempo
Capítulo 1
“El desembarco de Puerto Rico”
“Bad trip, the best film that I’ve ever seen”
Srta. Página número…
5

tiempo
En un lugar recóndito, en mi corazón. A mitad de camino, entre Madrid y San
Juan, se encuentra aquel recuerdo, se encuentra abandonado, él mismo, ese
corazón tan grande que no cabe en mi pecho, necesita desbordarse, escribirse.
Una melodía me estremece, cierro los ojos. Ella lo resume todo, en el silencio
se multiplican sensaciones, millones de recuerdos, que nunca podré volver a
explicar. Se perderán entre el olvido de mi memoria. Me estremecerán, flotaran
rítmicamente… parece que ante mí, el Caribe se abre, al igual que mi pecho y
de él salen bofetadas de viento. Ya no me resisto, ya voy cediendo. Cae una
estrella y nadie se da cuenta. Tal vez ponga frases sin sentido que debas
ordenar… una voz subconsciente, me hace tambalear la cabeza y tararear su
estribillo.
Puedo volar hacia allí, lo siento, llego a olerlo tan cerca y al abrir los ojos...
“dime en que piensas cuando tus ojos abres”
“tú estas aquí, en tu corazón”
Y es allí donde quiero llegar. ¿Cuál es mi lugar?, ¿hacia donde quiero llegar? el
mejor sitio... está en tu corazón. Tal vez este libro debía haberse escrito hace
mucho tiempo
“Me llamo Bea, Beatriz. En realidad ese sería mi nombre si hubiese nacido
mujer aquel día 10 de noviembre, pero nacía un pequeño escorpión. Ahora
mismo me encuentro rodeado de mentiras y no se como escapar ante ellas.
Enjaulada, ahogada, creo que mi vida merece algún tipo de explicación.
Empecemos por hoy mismo, son las 5 a.m. y no consigo dormir. Precisamente
hoy, hace 18 años que nació mi hermano. Le acabo de felicitar pero ando bien
preocupado. Hermético, triste... no le he visto ni siquiera alegrarse, ni siquiera
sonreír. Me preocupa. No consigo sintonizar con él, me es difícil, es poco
accesible.
Pienso que lo único que creo hacer bien, es escuchar los gritos de la gente,
descifrar los mensajes que cada persona suelta al cielo esperando una
respuesta y algunas veces, entenderme. No creo que sea bueno, exigirle a las
personas que te den lo que no tienen o lo que no quieren. La verdad es que
paso la mayoría del tiempo, pensando, soñando, llegando a veces a saturarme,
a perderme. Centrarme en tanto detalle que finalmente olvido lo principal. Y mi
continua búsqueda de millones de personas maravillosas, deben existir a lo
largo del mundo. Las voces desde fuera me susurran “¡espera y espera1”
6

tiempo
“¡poco a poco!”, “¡ten paciencia!”, pero quien puede esperar cuando puedes
morir en cualquier instante, otra cosa es que no queramos verlo.
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tiempo
Y las cosas siguen igual, no nos damos cuenta, no conseguimos ver los
pequeños detalles, todo nos parece lo mismo a pesar de que la vida cambia
continuamente. La búsqueda de la esencia de las cosas.
Menudo compromiso caótico y tremendista, el sudor de mi espalda anuncia de
nuevo la claridad del día. Pero esta vez asumiré el compromiso de escribirte.
Mi escritura frenética en las cenizas de esta noche, barniza una necesidad de
desahogo, de grito, o más bien de lloro, vomito de palabras sobre estas hojas.
¡Estas hojas que huelen tan mal!”.
Menos mal que Bea no está sola, aunque a veces lo sienta, rodeada de
aquellos personajes recónditos, misteriosos, maravillosos. Si imaginas una
enorme calabaza anaranjada, de aproximadamente 184 cm, de la cual salen
dos largos y estrechos brazos y dos enclenques piernecillas de alambre,
habrás imaginado perfectamente al Sr. Kalabazas. Aquí llega, irrumpe
frenéticamente. ¡Menos mal!, nos alivia de tanto tremendismo.
“¡Me cagüen en todo lo que se menea!. Parece mentira lo que te repites, hablas
mucho sin decir nada. Vamos que como siempre, menuda cansina que estás
hecha. Si la gente ya te conoce. No hace falta darle tantas vueltas, escribe lo
que sea y punto. No lo retoques, lo releas y lo vuelvas a retocar. Te haces unas
“pajillas”, digo... unos “dedillos” y punto. ¡¡Madre mía!!, ¡¡madre del amor
hermoso!!. Anda… ¡vete a cagar por ahí!. Menuda diarrea mental. ¡¡Joder!!.
Vamos que tanto perfeccionismo, tanta metáfora enlazada y tantas hostias.
¡¡Naaa!!. Escribe lo primero que te salga, cuatro brochazos y ¡¡zas!!. Ahí lo
tienes, deja de chonkear (vomitar). la, la, la...”
Lo bonito no tiene porque ser lo perfecto, como pasa el tiempo. A la mañana
siguiente, esa escritura apresurada de aquella joven, se vuelve tan extraña, tan
incoherente, tan ridícula y para ella lo significaba todo. Ahora le parece hasta
vergonzoso, pero es lo que hay, no se puede estar negando a sí misma
continuamente. Una vez que ella se desnuda, piensa en aquel compromiso,
había decido escribirte, este libro debió escribirse hace mucho tiempo.
No puedo hablar contigo, no entiendo lo que dices. Tal vez culpaba a todos de
mis problemas. ¿Algo de lo que has hecho ha mejorado tu vida?. ¿Piensas que
este libro podrá mejorar tu vida?. ¿Podrán mis palabras mentir?. ¿Podrá mi
tinta dormir bajo el polvo?. ¿Podré llegar hacia ti?. Dime ¿quién eres?.
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tiempo
Bea es una chica joven, de unos 23 años, reprimida, ¿hay si la gente supiese la
verdad!, como cada día ha dejado escapar su oportunidad. Pasan los días
como manzanas, sin darse cuenta, ¿los días son iguales?. Su cabello refleja el
brillo apagado del otoño, se derrama como una arroyo de montaña sobre sus
hombros y el brillo de sus ojos se mezcla en verde o marrón con un azul tan
soñador... y su sonrisa de fácil lectura, trasparentan aquel mundo interior tan
oculto lejos de aquel teatro de la vida.
La vida solo es una sombra que camina, un pobre actor que se contonea y
consume su turno en el escenario, al cual ya no volverás a ver más. Un cuento
contado por un idiota, una farsa llena de sonido y furia que no significa nada.
¡Apágate!. Entonces las gotas le golpearon el brazo, había comenzado a llorar.
Una tormenta, el temor de la despedida, de una pérdida, del derramarte al
olvido, digamos que es un fantasma, es el miedo. Ahora completamente
desnuda, midiendo la distancia entre mi pensamiento y tu alma. Un fugaz
momento atrapado en un cuaderno cualquiera, puede que en estas hojas que
volarán rápidamente hacia aquel país de Nunca Jamás, hacia el País de los
Sueños desde aquella ciudad, Salamanca que fue una vez, la ciudad de tus
sueños.
Y por fin llegué a New York y sin darme cuenta, tanto tiempo soñando y por fin
te hacías realidad, pude comprobar como los sueños se confunden con la
realidad, acaso la vida no es sueño. Sentí que los rascacielos estaban tan lejos
de las personas, como Bea de su propia realidad. Ahora mismo abocada en
monótono y repetitivo trabajo. Le hacía entristecerse tan rápidamente, estaba
segura de que este tipo de vida, dedicada a trabajar para vivir y mantener su
estúpido nivel de vida no le arrastraban hacia ningún sitio. Todo lo contrario se
desconcertaba y le recordaba aquellas aburridas y monótonas clases de
universidad. Parece mentira que al mirar hacia atrás, Bea observase una vida
tan repetitiva y sumisa, pero lo peor de todo es que ella misma había pensado
que era diferente, que no encajaba e incluso que tenía cierta rebeldía. Si ahora
mismo había llegado a ser aquello que siempre había negado. Bea se había
quedado sin tiempo, como cualquier otra persona. Con la prisa no se aprecian
las sonrisas. Los días pasaban rápido pero el tiempo en su trabajo tan
despacio.
Que frívola y contradictoria vida. ¿Qué tal el día?. ¿Cómo estás?. ¿Qué tal?.
¿Todo bien?. Preguntas fatídicas, tan vacías, convencionalismos, que a muy
pocas personas interesan. Así que finalizar siempre con el grito desesperado
de resignación y conformismo, ¡qué le vamos hacer!, ¡las cosas son así!. O
mucho mejor ¡hay que ser optimista!¡mira las cosas del lado positivo!, bueno
eso habrá que decírselo a aquel que se muere de hambre, a aquel que sufre,
aquel oprimido, a aquel que se queda por debajo, al marginado de un sistema
jerárquico, terriblemente injusto y competitivo. Preguntemos por los rincones
esparcidos por puñados de miseria, aquellos sitios donde miramos hacia otro
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tiempo
lado, si pueden esperar, que tengan paciencia, que sigan poco a poco, que no
se preocupen. Los negamos.
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tiempo
Nuestro egocéntrico pensamiento concluye con un... a mí no me sucede,
aquello no va conmigo, es muy lejano a mí. Solamente cuando por
circunstancias nos arrojan hacia aquel abismo, cuando percibimos su olor y
sufrimos de la misma forma, te lleva a pensar, a sentir... que caro está todo
para el que no tiene dinero, cuanto dolor sufre el que no tiene buena salud y
que difícil es el amor para el que vive en una soledad tan terrible.
El Sr. Kalabazas lleva pensando una temporada como asesinar a Bea, como
hacerla desaparecer de sus vidas. Lo ha intentado durante mucho, mucho
tiempo, pero no puede Ya que ambos son bifurcaciones distintas de caminos
originales. “Both are the same!!” (ambos son lo mismo). El carácter de Bea
conformó el carácter del Sr. Kalabazas como el Nilo con sus crecidas conformó
el carácter y el modo de pensar de sus gentes.
Bea sabe que es muy difícil tratar con ella, que pocas personas lo consiguen,
ella siempre hablaba con la intención de convencer a los demás, que es difícil,
que es complicada, que es indecisa, impredecible, un caos que se vuelca en un
borbotón de palabras sonoras y eficaces para expresar su ambivalencia entre
lo que es vivir, dormir y soñar.
Ella lo sabe, ella es así, de esa forma y no puede hacer nada por evitarlo, su
suicidio acabaría con ella misma, perdería una parte esencial de su persona.
Además con lo que más disfruta es cuando puede ser ella misma, no puede ser
otra cosa, ella misma, con sus tonterías, sus ralladas... sin olvidar el tip-ex,
cubriendo errores, haciendo una vida original, llena de equivocaciones.
Querría matarla pero no puedo, además con el tiempo se le coge cariño,
mucho cariño y gracias a Bea el Sr. Calabazas, perdón al Sr. Kalabazas le es
mucho más fácil ser feliz y reírse (je je, je). Todo esto es... ¡¡pa las risas!!, ¡¡pa
echarnos unas risas locas!!.
Y con todo y con ello, cogiendo un paraguas por banda y un cañón a toda vela,
iniciaron camino. Juntos de la manita, Bea y el Sr. Kalabazas, que cómica y
disparatada pareja se embarcó en un tenebroso viaje hacia donde, no lo
sabían. Cualquiera es su lugar, hacia donde quieren llegar, el mejor sitio... está
en tu corazón. Que contradictorio, ellos ya están donde quieren llegar, pero no
lo saben. Tal vez necesitemos buscar fuera, para darnos cuenta de lo que
tenemos dentro, tal vez necesitemos viajar para conocernos a nosotros
mismos. Tal vez este libro debía haberse escrito hace mucho tiempo.
Bea debe empezar fracasando, hasta que llegue a ser una escritora
distinguida, de los que van a cafés bohemios. ¿Para que llegar a ser parte de
una elite?, creo que es un espejismo innecesario, sin darme cuenta Bea
consiguió lo que pretendía en un principio, era solo eso escribir su primer libro.
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tiempo
Rápidamente el Sr. Kalabazas y Bea hicieron la maleta, llena de recuerdos
repleta de ilusiones, ante sí tenían el resto del mundo. ¿Nos la jugamos?, pues
claro que sí. A pesar de caminar sobre un mar de dudas, un océano de dudas.
Pues “pa lante” como los de Alicante. De repente, entre sístole y diástole, el
corazón resopló con un fuerte latido que hizo temblar todo el cuerpo, de la
aurícula al ventrículo y de ahí... hacia la arteria aorta y de ahí a las venas... y
de ahí a los pequeños capilares... y de ahí... por fin habían salido, por fin
estaban ya fuera de aquel enorme corazón. Eso si bañados en sangre, que
disfraz tan asqueroso, la sangre los cubría por completo y no solo la sangre,
también el sudor y las lágrimas formaban aquel peculiar atuendo. Al abrir los
ojos te buscaban entre mis dedos. Las lagrimas son cachitos de ti, que
goteando se desprendían de un enjambre de sentimientos.
La realidad nos golpea, así que rápidamente decidieron ir hacia aquella antigua
estación de tren, o fue al embarcadero a coger un barco o hacia el aeropuerto y
tomar el último avión. No lo recuerdo, cualquier medio para poder escapar, salir
de aquella habitación, esas cuatro paredes que poco a poco nos habían visto
envejecer y cubrirnos de monotonía.
En un instante, al pulsar el botón, rápidamente se enviaron. Aparecieron en
aquel lugar donde ahora mismo esté aquel Melocotón trigueño, casi tan morena
como la noche. Ella decidiría si querría acompañar a Bea y al Sr. Kalabazas,
bueno podrían formar un… ¡trisome! (trío… je, je, je). Ahora comenzaríamos a
escribir aquel libro que debió escribirse hace mucho tiempo.
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Capítulo 2
“El melocotón trigueño”
´
* _ *
“Eres tan tú, eres la poeta puertoriqueña”
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tiempo
Este libro se debió haber escrito hace mucho tiempo o tal vez hace muchas
vidas. En otras vidas que no son estas, con Beatriz llamada con otro nombre y
en otra época. Quien sabe a lo mejor en otra época pudimos haber sido los
mejores escritores y quien sabe si lo fuimos, pero no tenemos tiempo para
recordar, porque los recuerdos no se quedan en la mente, si no que se
esfuman. Aquellos que si se quedan pasa a ser, como lo diría, simples
ilusiones en estado de shock, paralizadas, que se confunden. Realidad con
imaginación. Y luego no te das cuenta de que viviste y de que no. O de que te
hubiese gustado vivir. Ahora para recordar no hay tiempo. Solo queda tiempo
para que Beatriz y al Sr. Kalabazas continúen, alcancen el pedazo de tierra y
espacio en donde se puedan jugar su destino de la manera que mejor les
plazca, con barajas, con dados, con gallos, toros o caballos, con lo que sea.
Con sus mismos cuerpos si es necesario.
Ella con su coño, el con sus brazos flacos y sus piernas de palo. Como quieran,
pero que sean ellos quienes decidan a que apostar y cuanto y donde. Los
recuerdos se dejan para otro día, para otro momento, para cuando la soledad
amenace la vida y la vida amenace al tiempo. Para cuando la piel se arrugue y
todo se caiga, y cuando digo todo es todo. Entonces nos haremos viejos y el
pelo se nos pintara de blanco y tal vez habremos tenido muchos hijos,
entonces ahí recordaremos porque contaremos a los hijos de nuestros hijos las
incertidumbres de la vida y la inconstancia del corazón, del tiempo y de uno
mismo. Ellos entraran en confusión y pensaran que sufrimos de Alzheimer o
esquizofrenia pero entenderán cuando ellos mismos estén al otro lado del
mundo, escribiendo historias con sus vidas que luego no podrán recordar. O
que si las recuerdan será parcialmente, dejando atrás los detalles abrumadores
que ocupan espacio y hacen gastar saliva si son contados. Porque contar todo
es una perdida de tiempo y de todos modos nunca se sabe si lo que se cuenta
es en parte real, porque nadie puede dar fe de eso, y para esos tiempos en que
tengamos el pelo color gris o blanco, quienes puedan dar fe de seguro estarán
muertos, y nosotros casi como ellos.
Cuando Bea y Mr. Pumpkin fueron a buscar al Melocotón, de piel tan trigueña
como la noche, no la encontraron en casa, ni en la tierra donde sea que
estuviese.
Ella se había marchado también, tal vez por la misma razón, con la misma
intención, buscando el mismo destino. Mas bien creándolo. Intentado jugarse
las cartas que había dejado a medio juego, intentado retomar la vida que había
dejado en otro lugar. Intentando vivirse paralelamente en dos sitios distintos, en
dos tiempos distintos. En su primer intento las cosas no le habían salido tan
bien. Era tan joven la pobre que no sabia emitir juicios, no sabia que estaba
bien y que estaba mal en un a tierra que lo confunde todo, hasta las palabras.
No vivió, no se vivió ni se dejo vivir. Estuvo presa en la soledad de una tierra
acuosa, vestida de piedra y granito, de frío, lluvia y soledad, hasta que no pudo
más. Hasta que su pequeño y moreno corazón casi se quebró.
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tiempo
Y tuvo que regresar, mas porque no tenia dinero que por otra cosa, mas porque
era demasiado joven para quedarse en un lugar casi desconocido. Y regresó a
esa tierra en la que se supone que estuviese y no esta, y allí aunque estando
tampoco se encontraba, porque parte de ella se había quedado dormida a los
pies de Santiago Apóstol, viendo las filas de peregrinos pasearse por delante
de él, deseando ella ser como ellos, pero no podía. Y lloraba todas las noches,
y en cada lagrima botaba un recuerdo, y vivía mas en su mente que en su
cuerpo y se perdía horas infinitas añorando aquello que podía recordar,
queriendo tener lo que no tenia, queriendo vivir nuevamente lo que había
vivido, deseando contar las horas de manera diferente, dispareja.
Abrieron la puerta de su cuarto y no estaba, las paredes estaban pintadas de
blancas y sobre del ellas quedaba escrito un mensaje, la sombra del tiempo, la
incertidumbre de la vida. Una señal para que Bea y el Sr. Kalabazas supiesen
donde estaba. Encima de la mesita de noche había dejado ella una fruta y un
poema:
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Veleta
viento del Sur.
Moreno, ardiente,
Llegas sobre mi carne,
de brillantes
miradas, empapado
de azahares.
Pones roja la Luna
y sollozantes
los álamos cautivos, pero vienes
¡Demasiado tarde!
¡Ya he enrollado la noche de mi cuento
en el estante!
Sin ningún viento,
¡Hazme caso!
gira, corazón;
gira, corazón.
Aire del Norte,
¡Oso blanco del viento!
Llegas sobre mi carne
Tembloroso de auroras Boreales,
Con tu capa de espectros capitanes,
y riéndote a gritos Del Dante.
¡Oh pulidor de estrellas!
Pero vienes
Demasiado tarde.
Mi armario esta musgoso
y he perdido la llave.
Sin ningún viento,
¡Hazme caso!
gira, corazón;
gira, corazón.
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tiempo
Brisas gnomos y vientos
de ninguna parte,
Mosquitos de la rosa
de pétalos pirámides,
alisios destetados
entre los rudos árboles,
flautas en la tormenta,
¡Dejadme!
Tiene recias cadenas
Mi recuerdo,
y esta cautiva el ave
que dibuja con trinos
la tarde.
Las cosas que se van no vuelven nunca,
todo el mundo lo sabe,
y entre el claro gentío de los vientos
es inútil quejarse.
¿verdad, chopo, maestro de la brisa?
¡Es inútil quejarse!
Sin ningún viento
!Hazme caso!
gira, corazón;
gira, corazón.
La fruta ya estaba casi podrida, habían llegado demasiado tarde…
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tiempo
Capítulo 3
“No nos encontramos”
“Chao Pescao”
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tiempo
Como es posible, Beatriz no sabe leer poesía, es lo único que se le resiste,
le es incapaz, no puede. Menos mal que su inseparable compañero Kalabazas,
le ayudó en estos instantes de frustración. Para Bea el lenguaje era un disfraz
con el que ocultar su pensamiento, un telón fantasmagórico.
Su vida es un caos, donde está perdida. Bea sospecha pero, está aterrada de
encontrarse cara a cara con esa terrible realidad y procura ocultarla con ese
telón fantasmagórico donde todo está muy claro. Le trae sin cuidado que sus
ideas no sean verdaderas, las emplea como trincheras para defenderse de su
vida, como aspavientos para ahuyentar la realidad.
Salieron de aquella habitación de paredes blancas, estanterías repletas de
libros, un colchón en el suelo y dos ventanas dirigidas hacia el Caribe. Justo en
el aquella pared había un pequeño dibujo, con una inscripción ¿no lo
recuerdas?.
“Suave por fuera, blando por dentro y muy duro en su interior”.
Así es Melocotón trigueño.
Se lanzaron hacia fuera, salieron a la calle, bueno mejor dicho entraron a la
calle. Su guía, los impulsos de cada mañana, proyectando un amor neurótico al
mundo, erótico y repentino. Pero cuando abre sus ojos y los desempolva, su
visión rítmica observa a multitudes de mercenarios de horarios, de salarios... de
forma diversa, vestidos de cualquier manera.
De característica mirada, caída hacia el suelo, su contoneo vibrante y
movimientos frenéticos hacia cualquier sitio con la incapacidad de quedarse
quietos, imposible ante la ansiedad que brota por las aceras, como lo hace el
asfalto en las altas temperaturas del verano, provocando un espejismo que
deforma la realidad provocando una sensación de agobio que evidencia una
carencia tremenda, sedientos de amor, discapacitados de amor. Su cara tensa
e impasible elimina cualquier emoción, la sonrisa olvidada, pasando por la vida
transmitiendo la sensación de un edificio. El sopor del ambiente, hace que
amargamiento se condense y pueda respirarse entrando rápidamente por la
nariz produciendo un olor a mustio. Ese olor se repite en cualquier gran ciudad,
en el mercado, en el metro, la calle, el portal, el ascensor... multitud de lugares,
multitud de gentes pero se condensa ese mismo olor, esa intranquilidad, esa
insatisfacción que lejos de ser transitoria, se vuelve crónica. Y lo peor de todo,
Bea y Kalabazas tenían una terrible sensación de estorbo, como si estuviesen
apartados, allí parados, quietos, les golpeaban y miraban despectivamente...
sintiendo, les molestas.
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tiempo
Allí estaba Bea y Kalabazas, en mitad de aquella sucia acera, en donde junto a
los grises árboles que la delimitaban, la gente depositaba la bolsas de basura,
llenas de papel del water de distintas tonalidades, prodigaba el amarillo limón y
el marroncito tierra.
Entre la basura, los esqueléticos árboles y una parada de autobús, apareció de
repente un pequeño transeúnte, iba con prisa y por ello pasó como una
exhalación entre ellos golpeándoles... Bea explotó, su rabia y frustración
reprimida se exprimió a borbotones en un grito de protesta. El vivaz peatón se
giró rápidamente balbuceando y de su boca salieron una melodía de palabras
hilvanadas de conformismo.
“Aquí amigo, la ciudad es la selva, a pesar de su gran tamaño y
diversidad parece que no hay sitio para ti. Hay que pisar al otro, sino te
pisan, hay que correr, ¿hacia donde? no lo se, pero corre, sino me
estorbas.”
Y desapareció rápidamente. Bea se sintió como un rubio pájaro canario
atrapado en una jaula, parece increíble pero aquella especie de pájaro se cría
en cautividad para que canten, al final los canarios no saben vivir fuera de
aquellos alambres. Aunque su jaula sea de oro… no saben vivir fuera de estos
alambres.
Como ella, siempre había vivido en cautividad, no estaba preparada para la
vida salvaje a la que se encaminaba sin remedio. Para ella todo está vallado y
lleno de prohibiciones, no puedes llevar a tu perro suelto, es peligroso, no
puedes caminar por las calles a esas horas, es peligroso, no puedes hacer
ruido, molestas... todo se vuelve desquiciadamente protector y peligroso.
Caminaban por la calle, esquivando de derecha a izquierda a multitudes de
mercenarios. De repente a Bea le sucedió algo terrible, se le escapó un pedo
sonoro y pestilente, fue algo terrible, debió habérselo guardado en el bolsillo y
compartirlo en su intimidad, pero como pudo compartirlo hacia los demás,
hacerlo público. ¡Que cosas!, las mujeres wapas ¿no son perfectas? ni cagan
ni mean, bueno eso al menos parece en las revistas, en la televisión, en las
películas... ¡claro! todo es tan bello, cuando ves aquellas nalgas redondas
como dos manzanas, turgentes y brillantes adornadas con un bello tanga de
hilo, aquello es en lo último que piensas… se nos olvida que el culo está para
eso.
Aquel acto fue una barbaridad, causó una conmoción tremenda entre la masa
informe que agolpaba la calle. Aquel pedo fue un alegato hacia el deshonor y
una ofensa colectiva. Los comentarios se sucedían, entre el estruendo de la
ciudad se mascullaba continuamente la misma frase “¡que guarra!”. La
resignación acumulada, silenciada de aquellas personas desconocidas hasta
entonces salió como una válvula de escape, Bea se había convertido en una
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tiempo
infractora de lo políticamente correcto y la gente pagó su frustración con ella.
Brotaban comentarios y más comentarios, de sus bocas espumosas salían
alaridos...
“¿Cómo podía habérsele escapado?, ¡seguro que lo ha hecho
queriendo!”, ”¡que juventud!”, “¡con esas “pintas” que te puedes
esperar!”, “¡guarra!, ¡guarra! y… ¡guarra!”
Así empezó todo. Comenzaron a golpearla con ira, con violencia, sacando
aquella mala leche podrida, guardada durante tanto tiempo en la trastienda. La
multitud encontró una diana perfecta en donde sacudir sus iras, la cólera fue
creciendo y sacudiendo el amor propio de Bea. Ella no podía hacer otra cosa
que agazaparse y protegerse lo mejor posible de aquellas sacudidas, un
acosamiento, un zarandeo continúo de la multitud. Las palabras le golpeaban la
sien, los oídos y por completo su cuerpo, cerraba los ojos y los volvía a abrir,
parpadeando rápidamente como si todo aquello fuese a desaparecer... pero no
aquello era tan real y tan irreal como la vida misma.
El Sr. Kalabazas de repente proporcionó un gritó que hizo temblar los
tímpanos, tan fuerte que sus vibraciones llegaron al área de Brocca y Wernicke
de la corteza cerebral de todos los presentes, provocando cierto aturdimiento.
Su grito desesperado formulaba preguntas como un predicador...
”¿A que huelen las cosas que no huelen?”, “¿yace, acaso, mi templo bajo
tierra?”, “¿me atraen las entrañas?”, “¿los pepinos visitan al urólogo?”,
“¿no conoces al Sr. de las Mariposas?”
¡Vaya tela!, no había duda ese tipo estaba loco, la gente se apartó rápidamente
y continuo su camino como si nada hubiese pasado. ¿Quién puede contestar
las preguntas de un loco?, sin duda son más sencillas, son como las preguntas
que hacen los niños, pero... nadie le entendía y ni querían hacerlo, sus vidas
eran demasiado complicadas y no podían permitirse el tiempo de escuchar a
las personas.
¿Guarra?, ¿loco?, llegará un día en que la multiculturalidad acabará con las
etiquetas. ¿No eres como los demás?. ¿Eres lo mismo?. Conseguir una
sociedad-ensalada, en donde existan lechugas, tomates, pepinos, cebollas,
sales, aceites y vinagres, cada uno diferente, con su función, pero plenamente
integrados en la sociedad-ensalada y no nuestra sociedad globalizada, una
sociedad-puré, en donde a todos se machaca para conseguir algo uniforme e
indefinible borrando todas las similitudes y las diferencias.
Ellos siguieron su camino, excepto Bea y Kalabazas que seguían a su destino,
aquella calle tan transitada se volvió al poco tiempo solitaria. Una y otra vez
pasaban silbando las madejas de rastrojo entre ellos. De repente, un sonido
estridente... de nuevo volvió aparecer aquel pequeño hombre entre la basura,
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tiempo
surgió como un hada, solamente le faltaban las alas. Su mirada huidiza se
dirigió hacia las brillantes pupilas de Bea y le dirigió un enigma...
“El hombre-hada te dice... el amor supera el sentimiento de la soledad. Si
amamos sin producir amor es una desgracia, nos volvemos impotentes....
ten cuidado Bea y no te vuelvas impotente”.
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tiempo
Su cara de asombro fue todo un poema, ¿qué quiere decirme éste? se
preguntaba. Giró la cabeza y dirigiendo sus ojos hacia la entrepierna de
Kalabazas le susurró...
“¡me gustaría ser pirata, no por el oro ni por la plata, sino por el tesoro…
que guardas entre tus patas!”.
Kalabazas se quedó todavía más sorprendido ¡Miauu!, nunca había pensado
que el hombre-hada fuese gay... bueno ¿podría no serlo?, ¿podría ser
bisexual?, ¿podría ni si quiera que tuviese sexo?... la, la, la ¿Tendría razón el
hombre-hada? ¡todo un enigma!. Y volvió a desaparecer, dejando tras de si una
estela brillante...
El día estaba siendo muy duro, rápidamente se dirigieron hacia el bar más
cercano, necesitaban volver a la normalidad, ver el fútbol o algún programa del
corazón y sobretodo tomar un vaso, o mejor, una jarra de fría y refrescante
“soma”, aquella droga de la “felicidad” lo solucionaría todo.
Ambos lo bebieron de un trago, rápidamente entraron en un estado de
aturdimiento relajante, que hacía que todas aquellas preguntas, todos aquellos
enigmas, se alejasen al menos un momento y poder bajar la guardia, relajarse
y respirar profundamente.
Kalabazas fijó la mirada en el suelo, había un pequeño charco de agua que
reflejaba su rostro. Estaba desencajado, fuera de si... aquella droga le
cambiaba, le transformaba, le afectaba de forma diferente... en lugar de alejar y
disipar aquellos problemas, una y otra vez le golpeaban la cabeza, uno tras
otro helándole las venas. El charco ondulante reflejaba su cara, Kalabazas
visto por sí mismo. Sin duda las peores guerras son las que tiene uno contra sí
mismo. Si pudiésemos entrar en el cráneo del Sr. Kalabazas, en su interior,
podríamos ver una terrible batalla, miedos y alucinaciones formaban la
caballería, de la artillería se encargaban los complejos y la infantería delirios y
sueños... todo se agolpaba su pensamiento, luchando unos contra otros.
“La vida, ¿quien la escribe?, ¿quién escribe este libro?, ¿quién tiene las
riendas de las marionetas?, ¿nunca sabemos quien lo escribe realmente?,
tal vez, porque no ¿podría ser alguien con un retraso mental que a pesar
de los años vivirá siempre en la infancia?, ¿podría ser yo el retrasado
mental?”.
El efecto de la droga pasó rápidamente, sentados el uno frente al otro. Sabían
lo que tenían que hacer, buscar al Melocotón donde quiera que se escondiese
debían volver a verle. Tenían ilusión en volver a encontrarse, vivían lejos, muy
separados, pero aquel caos y este libro les hacia estar muy cerca. ¿Dónde
estaría el Melocotón ahora mismo?, ¿en que estaría pensando?, ¿en el
caos?... el mismo se encargará de contárnoslo.
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Capítulo 4
* * * *
* * **
* * * * * * *
* *
*
*
“La NiñA dE Las EstrELLAs”
“Un cuento que nunca llegué a contar”
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tiempo
Increíblemente el Melocotón no había podido escribir nada. Kalabazas y Bea
esperaron durante mucho mucho tiempo... aguantaron y finalmente decidieron
dejar de temblar y seguir caminando. Tenían ante si otra nueva oportunidad, el
tiempo les dará la respuesta... si realmente abría otra oportunidad o
terriblemente aquella oportunidad había terminado y se separarían para
siempre.
Las dudas se convirtieron en un golpe brutal, parece que los que tenían que no
olvidar, no olvidaron pero no fue así en el caso contrario. Una muerte súbita,
una perdida y a continuación un angustioso duelo. Increíble lo que les sucedió
a Bea y Calabazas en tan poco tiempo. Pasar de una enorme felicidad, de
grandes sonrisas, de momentos increíbles y especiales, a un dolor tan intenso.
Hace brotar y brotar lágrimas y devolver hasta lo más profundo del intestino.
Un dolor en el pecho, un nudo en una garganta seca, un titubear de palabras
que acompañan a los sollozos. Una angustia tan intensa que les desbordó,
aquella vez, aquel mal momento desbordó a Bea y Kalabazas, ninguno podía
hacer nada. Contener la ira, el odio era imposible, ha sido tan grande el dolor
de una nueva pérdida, se quedaron derrumbados como nunca antes, tumbados
en el suelo, encogidos y rodeados de pañuelos... hablar era imposible, razonar
imposible... a pesar de que el primer golpe lo encajaron de la mejor forma
posible, entendiendo y comprendiendo lo máximo de sus seres.
Llegar de nuevo a aquel rincón donde brotaban tantas muestras de amor, de
cariño... hizo que el plan orquestado previamente se esfumase, el dolor ha sido
tan intenso, existían unas ganas terribles de morir, de tocar fondo lo antes
posible y después poder subir. Confirmado, un gran tremendismo. Huir de
aquel rincón lo antes posible, descargando una serie de duras afirmaciones,
terribles, con la única intención de hacer daño.
Refugiarse para recordar y recordar, ponerse triste muy triste, llamar de
desesperación, confirmado la situación les había superado por completo,
necesitaban regresar a su madriguera. En aquel maravilloso sitio, estaban
solos, completamente solos. Necesitaban apoyarse en sus pilares,
recomponerse de nuevo, estaban destrozados completamente. Ahora, intentar
comprender la situación lo máximo posible, levantarse y afrontar... luchar
consigo mismos, con su tristeza, con su dolor y con los recuerdos que sacuden
y crepitan en el interior de sus cabezas.
Debían protegerse, romper fotos, tirar y borrar recuerdos, intentar olvidar...
anestesiar un dolor tan profundo. Protegerse con la coraza del silencio y la
indiferencia, para ocultar un evidente sentimiento de desesperación, aquella
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tiempo
misma desolación que le abordado unas horas antes, antes de partir de aquella
ciudad maravillosa.
Había que cortar esa terrible hemorragia en sus corazones, si continuaban así
se harían un dolor mucho mayor. Si ellos seguían buscando y buscando sin
encontrar nada en una situación tan confusa, se harían más daño. Entender la
situación, ver lo que ocurre en el fondo, entender la situación más globalmente,
comprender que es lo que ha sucedido fue vital para recomponerse, entender
el dolor es el primer paso para superarlo.
Incluso ellos mismos se quedaron sorprendidos de ese gran alivio, a pesar de
que sus ojos continuasen rallados. Grandes avances momentáneos, al día
siguiente consiguió encender la ventana de comunicación con el resto del
mundo. Veremos a ver dijo un ciego, pero este toro se toreará según venga.
Lector, se pregunta cual es el motivo de ese sufrimiento, ese que Bea y
Kalabazas han ido escondiendo párrafo tras párrafo... por supuesto es una
persona, en aquella persona que un día Bea encontró casualmente en un lugar
casual.
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* * **
* * * * * * *
*La niña de las estrellas*
Todavía es una niña pequeña de piel morena, fugaces ojos oscuros en una
cara tan de pan, una nariz un tanto aguileña que decora una increíble sonrisa
sincera con un largo cabello negro que ondea al ritmo del viento (del Sr.
Viento!!). Ella estaba en una playa fina arena negra, cercada por varias laderas
de montañas, cuyas lomas se asemejaban a las jorobas de un camello,
dibujadas por dos veces en acuarela.
En aquella playa, en aquella isla, la marea no paraba de arrastrar estrellas de
mar. Éstas, ante el fuerte oleaje se quedaban varadas en la fina arena de
playa. Cuando el Sol comenzase a calentar el nuevo día, aquellas estrellas se
secarían y morirían. Aquella niña se dio cuenta, y comenzó una a una, a
devolver las estrellas al mar. Lo que pretendía era imposible, había tal cantidad
de estrellas en la orilla que no podría ni si quiera salvar a una pequeña parte.
Yo casualmente, pasaba por allí, me fijé como aquella niña estaba
profundamente envuelta en aquella extraña labor. Entonces, con curiosidad, me
acerqué a preguntarla...
“¿Por qué intentas devolver estas estrellas al mar?, ¡no ves que es
imposible!, hay tal cantidad de estrellas en la arena que no podrás salvar
a todas. ¡No vas a cambiar nada!”.
La niña me mostró una pequeña estrella que acaba de tomar de la arena. Y me
respondió…
“No cambiaré nada, pero ¡para esta estrella si que será un cambio!”
La vida corría fugazmente y no Kalabazas y Bea debían seguir hacia delante.
¡Ánimo chicos sois muy fuertes!. Debemos continuar escribiendo y pasar
página, ¡pasa esta página rápido, vuelvo a emocionarme cuando te leo!.
Debemos recurrir a nuestro amigo el Sr. Viento…
Tal vez este libro debía haberse escrito hace mucho tiempo…
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Capítulo 5
“El hombre viento”
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“Como poder imaginar, que en medio de la tormenta encuentro la calma”
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Y quien era ese señor, tan agitador, tan vibrante, tan inconsistente que
fugazmente cambiaba de lugar y de dirección. A continuación os presento al
hombre Viento, el ser que lo deja todo en movimiento.
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El hombre viento @@@
¡Hola! ¿Qué tal estás majo?
yo encantado de por fin conocerte, me presento,
soy el hombre viento,
con mi fuerza pongo las palabras en movimiento.
No me conoces todavía, pero voy a mostrarte mis encantos,
soy grande y pesado como el mayor de los pescados.
Empezarás a entenderme, cuando me oigas,
mi silbido es constante como un enjambre de mariposas.
Hablo con las paredes,
aprendí al estar frente a ellas.
Mi ilógico carácter,
se fraguó gracias a certeros golpes de regla sobre mis manos.
La gente me pregunta, pero yo nunca se que contestarle,
me dejan como ser imposible pero solamente tienes que hablarme.
Tus preguntas me hacen daño
ya que pretendes en un solo momento conocerme y entenderme,
todo necesita tiempo ya que todo es mucho más complejo.
Me pongo un abrigo amarillo todas las noches,
algunos dicen que tiene color crema pero yo estoy seguro de que es amarillo.
Tengo zapatos negros, con los cordones desabrochados, nunca me gusto el
orden.
Si algún día intento atarlos, los cordones tienen vida propia,
de hecho, en cuanto pueden, se desabrochan.
Prefieren sentirse libres, revolotear, brincar, saltar y deshacerse de los nudos,
puede que se sientan ahorcados.
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Haga frío o calor,
el hombre viento nunca lleva pantalón,
mis calzoncillos blancos, les gusta ver el Sol,
de hecho en determinadas ocasiones cambian a color amarillo,
no se que me pasa pero tengo ese defectillo.
Si físicamente te parezco raro,
no te voy hablar de mi carácter personalmente,
ya que pensaras que soy un loco o un demente.
Yo solamente vivo enamorado, de todo,
de las olas, las hojas, los barcos, las cometas,
los aviones, las aves y de las gaviotas.
Pero por su puesto, lo que más me gusta son las hadas.
¡Hay que ver!, ¡que hermosas son!
sus frágiles alas, sus vivos colores,
su delgado cuerpo y sus ojos resplandecientes.
Si alguna vez puedo reencarnarme y puedo elegirlo,
elegiré ser un hada antes que cualquier mirlo.
Mis sentimientos pueden ser graciosos,
incomprendidos,
ilógicos,
pero el hombre viento es así, no puede cambiarse.
Uno nunca decide de quien se enamora.
Conozco a gente que se enamora,
incluso en un desierto,
conozco a gente que se enamora de los libros,
de los animales,
incluso es sorprendente como se enamoran de las personas.
El hombre viento no llega a comprender porque motivo,
aquellas personas pretenden ordenar los papeles,
yo cuando me muevo, ¡claro!
recuerda que el hombre viento siempre esta en movimiento,
los papeles vuelan.
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En mi estación favorita, en el otoño,
sucede algo curioso,
con mis amigas las hojas que son maravillosas,
por fin llega el momento en que deciden independizarse de sus ramas
y las personas ¿qué hacen?,
se dedican a juntarlas, removerlas y finalmente recogerlas,
si al menos disfrutasen, si al menos sonriesen.
Pero el hombre viento ya se sabe, siempre anda en movimiento,
todos esos montones de hojas vuelven a dispersarse,
lejos unas de otras,
a ellas no les gusta juntarse.
La naturaleza no le gusta que la controlen,
que la limiten y ¡claro!,
el hombre viento en algunas ocasiones,
no tiene la culpa de descolocar todo.
Me explico, yo no me entrometo,
cuando las personas deciden clasificarse entre sí,
allí el hombre viento, a pesar de su movimiento,
no consigue dispersar las ideas,
las teorías y las ideologías.
¡!Claro!! luego lo que sucede,
he de recodar que sin mi ayuda,
las personas por mucho clasificarse vuelven a dispersarse,
a mezclarse.
Entonces el hombre viento se pregunta,
para que tanto ordenamiento.
Pensaran que cuando las cosas están claras,
están claras,
pero nunca están lo suficientemente claras.
Pensarás poco a poco,
que me ido volviendo loco,
pero quien puede separar a un loco si lo es uno mismo.
Aunque no lo piensen,
hay mucho loco suelto,
agítense y muévanse rápido si ustedes desean clasificarlo.
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El hombre viento ya le dio su opinión de lo que sucede,
el mundo esta bien loco y bien desordenado.
Pero él solito sigue girando,
que sucede cuando intentamos delimitarlo,
controlarlo y sobretodo manipularlo,
es cuando todo lo liamos,
nos desordenamos, nos descontrolamos,
lo convertimos injusto y miserable.
Por ello el hombre del viento,
siempre recuerda que estará siempre en movimiento,
para que un día nos reconozcamos
y nos demos la mano y te daré la bienvenida
al desorden de nuestro universo.
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Al entrar el hombre Viento en escena, mezclado suavemente con unas gotas
de tiempo y sinceridad confirmaron aquel planteamiento inicial. Es increíble
como las personas nos ocultamos, como podemos hacer daño a los demás
para evitar mirarnos al espejo de nosotros mismos.
Una sensación de alivio, no estaba equivocado, reconocer los errores... es un
paso muy valiente, admirable, lo consiguen muy pocas personas, no me
equivocaba, esa persona era maravillosa, lo entendí de nuevo porque había
sacado lo mejor de mi mismo, mi esfuerzo, mi lucha por ella. Mi corazón me
decía una cosa y el resto del mundo exterior pintaba otra, como podía ser
posible... olvide un pequeño consejo “lo esencial es invisible a los ojos”.
Estamos equivocados, el sr. Viento estaba equivocado, uno si puede decidir de
que se enamora, pero lo decide tú corazón, que es tuyo…y no pensemos que
es infalible, se equivoca al igual que yo, ambos nos equivocamos… luchar por
personas perdidas, personas que te han perdido… es anclarse en una
equivocación constante.
El Sr. Viento, como vino se fue. Azotó las almas de Bea y Kalabazas y sacudió
el rencor de sus corazones, pero antes les dejó en un pequeño lago. Aquella de
momento sería su nueva tarea “fishing” (pescar).
Templar sus nervios y no aburrirse, ser paciente, ir mejorando y conseguir que
Bea sea más Bea y Kalabazas un poquito más Kalabazas.
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Algo había que hacer con los enormes bidones ocultos de tremendismo y las
botellitas de pesimismo y victimismo, poco a poco las irían vertiendo en aquel
lago agridulce, el agua diluye cualquier cosa. Disfrutar del proceso y no
refugiarse en flexiones, abdominales o kilómetros y kilómetros o hacer
montoncitos.
Había que desnudarse de nuevo, enfrentarse a uno mismo, operar, extirpar y
después rehabilitarse. Sobretodo había que salir victorioso de ese proceso,
conseguir que nuestros amigos fuesen mejores personas. Y todo se consigue a
quien sabe esperar, con paciencia y una caña se pesca todo. Son los clavos
ardiendo a los que tenían que agarrarse.
Esta nueva actividad era un mundo totalmente nuevo para nuestros
compañeros de viaje. Deberían ponerse al día de hilos, carretes, boyas,
anzuelos, cebos, distintas técnicas de pescar al alba, al anochecer, en una
pequeña barca... pero lo principal... aprender a disfrutar de los malos
momentos. Esa era la llave, el password (la clave), dejarse llevar, ya veremos
lo que pescan nuestros maravillosos amigos.
Rápidamente lo iban consiguiendo adaptarse a esta nueva actividad.
Admirable, se asombraron de sus propias capacidades, muy bien Bea y Kala.
Enhorabuena, sois tremendas personas. Mientras nuestros amigos se quedan
pescando en aquel recóndito lago, tendremos que esperar a ver que es lo que
finalmente pescan, si realmente pescan algo. Será muy emocionante ver el
resultado de sus esfuerzos, yo estoy tan impaciente... así que mientras
disfrutaremos, o intentaremos disfrutar lo máximo posible de estos malos
momentos.
Pero claro, lector. No se preocupe, a pesar de que nuestros protagonistas
pasen su tiempo y esfuerzo en la actividad pesquera. Su imaginación
desbordante nos llevará a nuevos lugares, para ello entremos en el siempre
emocionante e inesperado cerebro de aquella flaquita calabaza. Enseguida
brotan los personajes, parece mentira (me pongo colorada cuando me miras),
pero de nuevo, en esta ocasión se volvía a repetir la famosisisisima historia de
aquella recóndita truxa y aquel misterioso calamar oída hasta en los confines
de la tierra. En ocasiones, parece que volvemos al principio.
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Capítulo 6
“la TRUXA y el CALAMAR”
^ &
-Sr. Letxuga “Cuando las cosas están claras, están claras”
-Sr. Kalabazas “Cada alma tiene su propio ritmo y es inútil tirar de las hojas de las letxugas
para hacer que crezcan más aprisa”
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Bajo el mar, la vida es mejor bajo el mar la la la!!!
¡Pasen y vean! Bienvenidos a mi mundo submarino, en las profundidades
de cada uno, llegamos a un mundo fantástico, lleno de seres extraños.
Entre helechos y corales, si buscamos, encontramos a nuestra amiga la truxa y
a su inseparable amigo el calamar. Los dos mejores amigos, inseparables, pero
bien diferentes, la Luna y el Sol, el perro y el gato, la velocidad y el tocino,
complementarios…
Un buen día, sin saber el motivo, sus caminos se separaron, la truxita
remontaría el río y el calamar permanecería en el mar. Y como una ola mi amor
llegó a tu vida, como una ola de sueños y caricias…
Yo nunca volví a saber nada de mi amigo el calamar, y mira que tenía ganas de
llamarle, y mira que tenía ganas de verle, y mira que te mira… no lo
comprendía, el tiempo pasaba y yo me decía ¡no tengo tiempo!. Que
contradicción, mi vida no tenía tiempo.
Hasta que llegó el día de ayer, después de 10 años nadando por el río, me
encontré a su madre, ¡sí! a Doña Calamar de los Bosques Marinos (DCBM). La
saludé.
-¡Hola Doña Calamar! ¿todo bien?.
-Sí, respondió ella.
De repente, en un fugaz instante sus ojos se llenaron de lágrimas y me
miró diciendo: mi hijo, calamar, murió ayer…
Las escamas se me saltaron, se me pararon las branquias y no supe que decir.
La acompañé río abajo, hacia el mar, hacia las profundidades del océano, entre
helechos y corales, estaba su pequeña cueva. Entramos y reconocí
rápidamente aquel rincón donde pasé parte de mi vida, aquella esquina mágica
en donde siempre se encontraban nuestras miradas. En seguida, me ofreció
aquel fitoplancton tan rico que guardaba en su despensa y me acomodé entre
aquellos corales azules y rojos. Y empezó a contarme aquella triste historia…
Hace 2 años a mi hijo calamar, le diagnosticaron una rara enfermedad “la
enfermedad de la cobra moteada”. Su cura, era recibir una transfusión de
sangre, pero… ¿recuerdas, su sangre era muy rara? Sí, B+ igual que la tuya…
Durante mucho tiempo estuvimos buscando donadores en todo el océano.
Finalmente encontramos a uno, el Señor Vagamundos. ¡Ay que orgulloso era!.
¡Ay que orgulloso era!. ¡Ay que cabezón!. ¡Ay que melón!.
Pues no quería recibir su sangre, mi hijo decía, que la única persona de la que
recibiría sangre sería de ti. Pero no quiso que te buscáramos, él repetía todas
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tiempo
las noches: no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá…
Así pasaron las mareas, noche tras noche se sentaba en esos corales rojos y
azules que ahora mismo tu estás sentado, repetía lo mismo ¡mañana si
vendrá!. Así acabó su vida, pero antes de agonizar y estirar sus tentáculos
escribió este relato y dejó una nota.
Doña Calamar se levantó fugazmente, abrió un pequeño bolsillo y sacó aquella
nota, ¡esta nota!.
Nota de Doña Calamar (Dña. &)
---------------------------------------------------------------------------------------
“Mi buen amigo, mi truxita, sabría que vendrías, tardaste, pero no importa,
lo que ahora importa es que viniste. En este momento te estoy esperando en
otro sitio, que espero que tardes mucho en llegar, pero mientras tanto,
quería decirte que todas las noches desde el cielo te estaré cuidando.
¡Ah! Por cierto ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? ja, ja, ja… que
tiempos. Espero que este regalo marino te guste mucho.
Te quiero, I love you truxita!.
Tu amigo Calamar”
---------------------------------------------------------------------------------------
¡¡Rápido!! salgan del mar, corran hacia su orilla, séquense rápido, quítense
toda esa arena de las playas tan bonitas de Puerto Rico. Siéntese en su
toalla y miren hacia el horizonte, piensen…
Piensen en la distancia, piensen en el tiempo, piensen en todas las truxas,
en todos los calamares, piensen en su orgullo, piensen con el corazón y no
lo olviden “el mar es como la amistad, se ve el principio pero no el final”.
(Imagino lector su cara de “?” (interrogación), ja, ja, ja . Aclaremos la situación,
Bea lo que te quiere decir es… que te quiere mucho, como la trucha al trucho.
Que entiende, que comprende que las personas nos sentimos desnudas al
decir la verdad, que nos refugiamos en cualquier cosa para taparnos y que
huimos de otras personas, apartamos a otras personas para evitar lo inevitable.
Mirar nuestros temores, miedos, inseguridades, mirarnos desnudos. No
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podemos seguir mirando hacia otro lado, no podemos seguir huyendo de
nosotros mismos, no podemos, nos perdemos…)
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Capítulo 7
“El melocotón despierta”
´
* *
~~~
“LALALA HACES FALTA ACA…”
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Aquel melocotón trigueño, ¿Dónde estaba?, se quedó durmiendo… sin
orden, sin nombre, sin sentido… tan metafísica, media esotérica y como
siempre existencial. Veamos que nos cuenta…
“Me he despertado de una pesadilla y no se en donde me encuentro. El
tiempo está sólo y vacío. Me veo desnuda de cuerpo completo y siento que
voy a volver a nacer. A nacer en otro tiempo y otro espacio inimaginable. Me
acuerdo vagamente de la musicalidad de unos versos, pero no recuerdo las
palabras. Esa rima constante invade mis sentidos, todo mi ser. Muevo mis
manos y surge una pausa, que se continúa de una rima al andar. A dónde voy,
no importa. Camino para escuchar la melodía de mi cuerpo. Latente y
constante. Y me escondo en mis adentros con mis brazos y surge el
pensamiento como una flecha mortal.
Atraviesa las paredes de la nada hacia otro universo también
inimaginable y se pierde, como me pierdo yo dentro de mi misma. Y vuelvo a
hacerme exterior. Vuelvo a apreciarme, pero ahora, como en un espejo,
dormida y desnuda, casi inocente. Veo en mis ojos cerrados la contemplación
de un cercano más allá que esta al alcance de mi inconciente y me despego.
Mis pies no tocan el suelo. Me elevo. Y dormida reposo rodeada de colores
fugaces e intensos. Siendo acariciada por el mismo tiempo que se ha detenido
en mis sentidos. Sólo y vació me cuenta historias que me hacen soñar. Y mis
cabellos se elevan al compás de las historias, unos para un lado, otros para
otro porque cada historia es diferente y singular. Y veo en mi reflejo como flota
mi cuerpo, como se deja llevar por la música y el no tiempo, por el instante
eterno que transparenta mi piel y que a la vez refleja la vida.
En mi brazo derecho veo el horizonte, el encuentro entre la noche y el
día, entre el día y la noche. Un momento que tan sólo dura un instante pero
que es eterno en mi cuerpo. En mi pecho se abre un llano verdoso que acaricia
un arroyo en el cual navegan barcos de vela que se dirigen al fin del mundo.
Entre mis piernas han echado raíces las constelaciones y tintinean a
destiempo, dibujando un camino que conduce a mis adentros. Intentan guiar a
la humanidad al principio de la vida y no cesan, no se cansan, no lloran. Para
ellas no hay fin. En este éxtasis despierto nuevamente y sigo sin saber en
donde estoy.”
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Capítulo 8
 
“Descubrir y despedirse de la
srta. Alcachofa”
“Pasamos de dejarlo todo por que te quedaras… a… si fueras para toda la vida”
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Fishing, fishing…pescando, pescando. Así se quedaron nuestros inseparables
amigos, Bea y Calabazas. Pasó tiempo, a decir verdad poco tiempo, menos del
esperado. Había una gran herida emocional abierta, la cual necesitaba ser
tratada, pescar fue en cierta manera su tratamiento. Bea lloraba y Calabazas la
hacía sonreír, así se las apañaban, se dejaban llevar. Era inevitable que se
borrasen algunos sueños y volcar ese dolor acumulado de la mejor forma
posible.
De repente, la boya empezó a chapotear, algo había picado en el anzuelo. La
caña, se flexionó rápidamente, doblando como una joroba. Primero los brazos
enclenques de Calabazas, después los fuertes y curtidos brazos de Bea.
Aquellas cuatro manos asían fuertemente la flexible caña de pescar. Aquel
endiablado ser tiraba fuertemente del anzuelo, el hilo parecía que en cualquier
momento cedería. Pero no fue así, inesperadamente Bea y Kalabazas se
encontraron sumergidos en aquel río de pequeño caudal. La corriente les
arrastró a otro río mayor y de éste a otro, así continuamente hasta que llegaron
al océano.
Finalmente desistieron, soltaron la caña de pescar. Se encontraban en la
inmensidad del mar, rodeados por ingentes cantidades de agua y sal, el
territorio de la famosísima historia de la Truchita y Calamarcito. Pasaron días y
noches, no los vieron aparecer por ningún sitio, pero no estaban solos. Les
acompañaban el Sol, la Luna y millones de estrellas. Náufragos en su propio
naufragio. Se preguntaban, una y otra vez. ¿el tiempo lo cura todo?.
El silencio del mar, ese completo silencio les dio la respuesta… sintieron en si
mismo la respuesta. No necesariamente, al tiempo puede curar, puede aliviar…
pero no siempre sucede así, existen personas que cargaran un gran dolor toda
la vida.
Beatriz, fuerte, tenaz y resistente pronto se cansó de luchar contracorriente e
intentar mantenerse a flote. Tuvo que cogerse a aquella enorme Calabaza,
para no ahogarse.
Fueron varias etapas, al principio lo negaron, luego se llenaron de ira, de
rabia… después lucharon con todas sus fuerzas, querían tanto a la niña de las
estrellas, querían volver a estar con ella. Fue un esfuerzo en vano, que le volvió
a abrir aquella herida, reenviaron los recuerdos que quedaban y volvieron a
llorar. Sus lagrimas salinas, no tuvieron problemas para mezclarse con el agua
marina.
Se sentían tristes, su autoestima por las profundidades del océano… era
imposible evitarlo, estaban tristes… finalmente lo aceptaron y comenzaron a
olvidarla. Las olas los mecían en aquella inmensidad acuosa, las olas en
ocasiones les metían mar adentro, pero otras les aproximaban a la costa.
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Con el tiempo, con ese poco tiempo aquella niña de las estrellas, se convirtió
en un bonito vegetal, un precioso vegetal, un vegetal increíble la Srta.
Alcachofa. Se necesita cocinar, la necesitamos ablandar cociéndola con agua.
Después es riquísima, puedes saborear cada capa y finalmente llegar a ese
escondido corazón, tan sabroso.
Volvemos a repetir… parece que no te ha quedado claro, sigues dando vueltas
y vueltas… ¿hasta cuándo?, ¿qué tiene que pasar?, ¿qué tienes que sentir
para dejar de sentir?. Recuerda, estamos equivocados, el sr. Viento estaba
equivocado, uno si puede decidir de que se enamora, pero lo decide tú
corazón, que es tuyo…y no pensemos que es infalible, se equivoca al igual que
yo, ambos nos equivocamos… luchar por personas perdidas, personas que te
han perdido… es anclarse en una equivocación constante. Quiero
despedirme… quiero despedirme sin abrazos…
Me llevo muchas espinas, pero se están cayendo con el tiempo…un gran
desengaño, palabras que se las llevó el viento, no hechos, solo palabras…
Buena suerte y espero encontrar que a esa persona que dices que me
merezco, que tú no eres suficiente, que nada es suficiente… ¡qué tonterías!
¡qué sentimientos basados en el esquema de un amor romántico! ¡de un
machista amor romántico!... ¡toca des-aprender! ¡toca re-aprender! ¡toca
liberarse!...
¡Despídete de ella!
“No es un cactus con espinas por fuera y agua por dentro, si la conoces verás
una Alcachofa, un vegetal armado de tierno corazón”
¡Adiós! ¡Hasta pronto! ¡Hasta siempre!
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Capítulo 9
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“The british wave”
“Allí, donde se mezclan el mar y el cielo, de ese color... son tus ojos”
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Las olas los mecían, les metían mar adentro en ocasiones, pero otras
las olas los aproximaban a la costa…
Entonces apareció ella…
La vi, vi una ola que se acercaba, la sentía desde el primer momento,
sentía que iba a ser una ola muy importante, que empujaría a nuestros
dos amigos hacia la costa. Les ayudarían en su camino, en llegar de
nuevo a tierra firme. Donde Bea pudiese estar a salvo y la Kalabaza no
se pudriese con tanta agua. Beatriz recobró fuerzas, nadaba hacia
aquella ola azul y llevaba la enorme calabaza bajo el brazo.
La ola apareció por el horizonte, se Bea nadaba, se acercaba a ella,
arrastrando a Kalabazas, la ola se acercaba a mi, lentamente. A medida
que estaba más y más cerca, vieron realmente su verdadero tamaño,
sintieron su fuerza, su profundidad, sus corrientes me hicieron temblar y
sacudir todas las partes de mi cuerpo, sacó de mi lo más profundo, mi
lado más bello y mi lado más oscuro, lo mejor de mi mismo. Aquella ola
también se mostró, como nunca antes lo había hecho, incluso las
corrientes más profundas salieron a la superficie. Una ola realmente
especial, una ola genial, una ola increíble, una ola azul asombrosa…
Conseguía hacer fácil lo más difícil.
Rápidamente se entendieron, Bea agitó los brazos, balanceo su cuerpo
y utilizando aquella enorme calabaza como tabla de surf, comenzó a
recorrerla con cuidado, con cariño, muy poco a poco. Mientras la
calabaza acariciaba la espumosa cresta de aquella ola azul, la
exploraba, la sentía. Aquel enorme tsunami, les llevó directamente a
tierra. Una ola, una sola ola y el esfuerzo de Bea y Kala, les bastó para
pisar de nuevo tierra firme y olvidarse de los náufragos en los
naufragios.
Bea, decidió quedarse bañándose en aquella playa, todavía un poco
resentida de aquel ahogo en sus miedos, en su victimismo, necesitaba
jugar, necesitaba estar sola, necesitaba algo más de tiempo. A Bea le
encanta la playa y la selva, los ama, los adora… pero sabe que en lo
profundo de ella misma, que ella no es ni playa, ni selva… ella es de otro
lugar, de un lugar céntrico, de un lugar de interior.
Mientras Kalabazas, tomó tierra firme, decidió tumbarse al Sol, pero con
el cuidado de no secarse. Los vegetales necesitan agua y luz, pero en
pequeñas cantidades. Ahora ante sí, amanecía un nuevo horizonte, mi
vida volvía a tomar un ritmo trepidante, emocionante. Podía volver a
sentirlo.
Después de descansar brevemente, Kala estaba preparado para nuevas
e increíbles aventuras que haría desplegar las hojas de este libro y
volver a volar.
45

tiempo
Y donde llegaron nuestros amigos… por supuesto a una isla. Pero no
una isla caribeña que tan feliz les hizo, que hizo crecer una calabaza de
apenas dos palmos a una altura de casi 184 cm.
46

tiempo
Capítulo 10
“The Island”
*
*
_^___
~~~ ~---=**===´..~~ ~
“Know it is a marvellus dream, duermen juntos en las estrellas”
47

tiempo
Volvía a una isla, pero una isla diferente…
Kalabazas, antes de decidir explorarla, miró al mar, intentando buscar
algún resto de aquella enorme ola azul. Pero el mar estaba en total
calma, la ola llegó y la ola se fue. De su recuerdo, Calabazas tenía
millones en su memoria. Momentos increíbles que golpeaban su cabeza
una y otra vez. Aquella ola, se convirtió en una luz, un brillo, una
pequeña estrella que relucía en el dañado corazón de aquella calabaza.
La ola, sin darse cuenta… perdió dos horquillas, dos pinzas de pelo que
se encontraban arrastradas en la arena de aquella playa en aquella isla.
Calabazas las cogió, sabía que eran suyas, no podían ser de otra
persona, hasta aquí, hasta esta playa no había llegado nadie. Las
guardó como si fuesen unas fotos en su cartera.
Aquella calabaza, en mitad del mar, había perdido la esperanza, el
autoestima… y ante aquella isla misteriosa tenía miedo. ¿Pero que
solución tenía?. Bea había decidido chapotear en la playa a pesar de
que el agua helaba, pero él… ¿qué haría?, ¿volver de nuevo al mar?,
¿nadar a contracorriente?, ¿para qué?, ¿era posible volver a aquel
riachuelo donde hace unos meses estaban pescando?. El destino
arrastró, mordió el anzuelo, blandió aquella fina caña del pescar y les
arrastró al mar, a la inmensidad del océano.
Debía ser valiente y seguir el camino del corazón, de su corazón. No
había alternativa, todo lo que no fuese seguir esa dirección, sentiría que
volvería a naufragar, a perderse.
Ante si, tenía una isla por descubrir, una isla bañada de incertidumbre,
entre las
rocas y la poca vegetación se escondían multitud de secretos. ¿Qué
podía pasar?, eso nadie lo podía saber… pero Kalabazas junto con la
ayuda de Beatriz debían intentarlo otra vez con todas sus fuerzas.
La Kalabaza, se adentró… cerró los ojos y siguió caminando, debía
buscar el camino en aquella isla, sentía encontrar el Sur en el Norte.
48

tiempo
Capítulo 11
^___^
“The sexy Squirrel”
“I can see u everyday”
49

tiempo
La isla no estaba deshabitada, como pensó aquella linda Kalabaza.
Era un lugar inhóspito, no había selva tropical por ningún sitio, ni playas
de finar arena blanca y agua caliente. Era una isla pequeña, agitada por
las frías olas del mar.
Había pequeños acantilados, horribles acantilados, lo mejor, no haberlos
visto nunca. A medida que fue conociendo más la historia de aquel
acantilado, lo fue odiando más y más. En aquel desfiladero, entre
aquellas rocas y aristas, entre el mar y la tierra, habían llevado al cielo y
al infierno a alguien muy importante, aquel habitante de la isla, a aquel
protector de la naturaleza, lo llevó el viento, lo llevó el mar… sin saber
como había sucedido, lo llevaron directamente hacia el cielo, desde
aquel día brillaba una nueva estrella.
Quedaba el breve recuerdo de sentarse en sus rodillas. A las semanas
aparecería un nuevo compañero, el conejo pelirrojo.
A los cuatro años, se desencadenó otro desastre mayor, tal vez tuviese
relación, o tal vez no, pero aquella enfermedad 
se llevó aún más
recuerdos, otra estrella brillaba en el cielo. Tal vez sea difícil
distinguirlas, son dos estrellas que brillan juntas. Mientras, aquí en la
Tierra, tres pequeños animalitos se quedaron solos, al refugio de la
familia.
Entonces la Kalabaza abrió con fuerza aquellos ojos marrones, no podía
creer lo que estaba viendo. Ante él, dos ojos azules cristalinos como el
mar, de fino cabello rubio del principitio y… una sonrisa increíble… Era
una ardilla muy sexy, muy wapa, por fuera pero mucho más por dentro.
Aquellas brillantes estrellas, veían el fruto de su vida, una hámster rubia,
una ardilla roja y un pequeño pelirrojo conejo, como iban creciendo, ellos
lo veían todo, pero no podía decirles nada, pero lo veían todo.
(A la Kalabaza, a escribir este último párrafo, se le rallaban los ojos, las
lágrimas bailaban salsa en sus ojos, queriendo salir de ellos.)

Censured by the author/s!! (dejó sin respiración a otra persona muy importante)
50

tiempo
Capítulo 12
____ ____
I guru I guru I
I____I____I
“Petición al Sr. Libro”
“Este libro tiene un hijo... pronto le veremos nacer”
51

tiempo
Este libro debió escribirse hace mucho tiempo. Había encontrado un
nuevo escritor, quien sabe si aquella persona a quién le dedico el libro.
La vida muchas veces nos confunde y la siguiente persona que nos
hace sonreír el corazón, pensamos que será ella. Eso sólo lo sabe el
tiempo. Sr. Libro yo te guardaba, alguna vez te había mencionado,
incluso había personas importantes que sabían que existías. Ella se
había ganado de una forma sincera y honesta conocerte, de leerte Sr.
Libro.
Pero no solamente eso, ella también quiere escribirte… yo se que a ti te
hace ilusión, que otra persona te dibuje con el lápiz, piense en ti, te
acaricie al pasar tus páginas, se emocione y sueñe contigo como lo
hago yo. No te lo he dicho hasta ahora escribirte, Sr. Libro para mi eres
muy importante, eres un sueño.
Ella puede hacerlo como quiera en la lengua que mejor se exprese
(inglés, español o portugués), todas esas lenguas entra en ti, Sr. Libro. Y
yo las podré entender gracias al traductor de google, je, je. No hay
problema.
No imaginas la ilusión que me hace compartirte, ella ya es parte de ti,
ella ya es parte de este libro. Y tú, Sr. Libro te convertiste en una
extensión de mí, en una extremidad, Sr. Libro eres un trozo de mí, eres
parte de mí y me encanta compartirte.
No se presione, no tengas miedo, pongas lo que pongas, escribas lo que
escribas, me va a encantar, que estés delante del libro, solamente eso
me hace feliz, así que cualquier cosa que venga me hará más feliz
todavía.
52

tiempo
Capítulo 13
___
I * I ^___^
“La madriguera”
“Esta casa si que es la auténtica madriguera”
53

tiempo
En un principio fue sencillo ver a la ardilla, solamente fue abrir los ojos
y observar. En mi país, las ardillas son muy difíciles de ver, son muy
muy tímidas, ellas no se dejan ver. Por el contrario, aquella ardilla roja,
se mostraba, sus movimientos ágiles, cómo frotaba los ojitos con las
manos, esos bostezos, aquella cola suave y esponjosa.
Se miraron, quien no entiende una mirada no puede entender muchas
palabras. Kalabazas intentó acercarse a ella, acariciarla, besarla. La
sexy squirrel se echó atrás y se fue a su madriguera. Nuestro amigo
vegetal, desde el primer momento quedó maravillado. La “pinche” ardilla,
más temerosa tardó un poquito más, hay personas que necesitan más
tiempo, otras menos. Calabacita se dio cuenta, presionar, insistir a la
ardilla para que salga de la madriguera, era un esfuerzo inútil, incluso
conseguía el efecto contrario.
Había que poner comida a la ardilla. Kala, debía mostrarse más a si
mismo, dar lo mejor de sí, vencer sus complejos, sus miedos, sus
temores. Y así fue, la calabaza tuvo fuerzas, tuvo valor de seguir el
camino del corazón (si es que existe ese camino). Se mostró ante ella,
se fue desnudando por completo, quitándose mucho más que aquella
elegante chaqueta blanca y aquellos negros zapatos de punta.
No solo la ardillita salió de su madriguera, de su refugio, de su
escondite. Se atrevió a besar a sr. Pumpkins, a contarle con pequeñas
pinceladas, su vida. Sus viajes, sus emociones, sus equivocaciones
“intermitentes”, sus deseos, sus planes… sus sueños más profundos.
Kalabazas no se podía quedar atrás, la ardilla roja es un rival de altura,
una enorme persona.
La calabaza desplegó su artillería, sus bromas, sus tonterías, sus
cantes, sus bailes, sus pequeños detalles y como no, sus dibujos…
De repente, en aquel cerebro vegetal apareció Pablo Pikachu.
(___/)
(= ‘.’=) Piiiiiiiiiiiiicaaaaaaaaachhhhuuuuuuu!!!
(”)__(”)
Quería expresar algo, un sentimiento, un recuerdo… se dio forma y
apareció una idea. Apareció Pablo Pikachu. Primero un fugaz boceto,
después un dibujo, un animal, un vegetal, banderas, manos, dedos y
unos corazones, eso era todo. Pikachu, lo mezcló todo, a fuego lento…
los lápices de colores saltaron alegremente por él, dándole color,
dándole vida, luces y sombras. El dibujo lo atrapó un marco de £1 y
finalmente el papel de regalo lo aisló del mundo exterior.
54

tiempo
Pasaron pocos días, la pequeña calabaza construyó una la pequeña
morada en aquella inhóspita isla, la ardilla roja salía de su madriguera,
en el bosque, iba a buscarle. Era bonito verles dormir juntos. A su vez, la
calabaza visitó la madriguera de la ardilla, consiguió entrar varias veces.
Era temporal, así que cuando calabazas subió hasta ella, la encontró
casi vacía. Sin ni siquiera aquella misteriosa palmera que se asomaba
por la ventana y le saludaba.
////.. ☼
¡Hola niño de las Calabazas!- | | Luz para la
palmera
| |
Llegar hasta aquella pequeña madriguera, fue algo comparable a
descubrir las Américas (pora los Europeos) por Cristóbal Columbus.
Pero llegar a su corazón, fue como darse cuenta que las Indias era
realmente un nuevo continente, un enorme continente por explorar.
La ardilla roja engañaba con su apariencia, pequeña, frágil, delicada…
es una superviviente, se ha hecho a sí misma (con la ayuda de su
hermana ardilla y el conejo pelirrojo). Ella es valiente, atrevida, honesta y
fuerte
¿Y cómo se llega a ese corazón escondido de aquella sexy ardilla?
55

tiempo
Capítulo 14
“El zorrillo, the little fox”
^ ^
# #
-
“Dj Fox , Switch & the fox hunting”
56

tiempo
No fue fácil encontrarlo. Una vez delante de él, la calabaza lo miró. Con el
tiempo aquel vegetal de cabeza hueca, había aprendido a entender las
corazas, las huidas, los refugios… pero más que nada porque Kala hace
muchos años había sido un zorrito que consiguieron domesticar. Solo un
poquito, un poquito aquel zorrillo y la ardilla se parecían. Era aquel zorro, él que
nos contaba le Petit Prince de finos cabellos dorados…
- ¿Quién eres? - dijo el principito -. Eres muy lindo...
- Soy un zorro - dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo - le propuso el principito -. ¡Estoy tan triste!...
- No puedo jugar contigo - dijo el zorro -. No estoy domesticado.
- ¡Ah! Perdón - dijo el principito. Pero después de reflexionar agregó
- ¿Qué significa domesticar?
- No eres de aquí - dijo el zorro al principito -. ¿Qué buscas?......
- Busco amigos - dijo el principito - ¿Qué significa "domesticar"?
- Es una cosa demasiada olvidada - dijo el zorro - Significa “crear lazos”.
¿Crear lazos?
- Sí - dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a
cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti
más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos
necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el
mundo.....- Empiezo a comprender - dijo el principito -. Hay una flor... Creo que
me ha domesticado...
- El zorro calló y miró largo tiempo al principito:
- ¡Por favor... domestícame!- dijo.
- Bien lo quisiera - respondió el principito - pero no tengo mucho tiempo. Tengo
que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
Sólo se conocen las cosas que se domestican - dijo el zorro -. Los hombres ya no
tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero
como no existen mercaderes de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si quieres
un amigo, ¡domestícame!....
- El principito se fue nuevamente a ver a las rosas:
No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún - les dijo -. Nadie os ha
domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más
que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único
en el mundo.
57

tiempo
- Y las rosas se sintieron bien molestas.
- Sois bellas, pero estáis vacías - les dijo todavía -. No se puede morir por vosotras.
Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola
es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado.
Puesto que es ella la rosa quien puse bajo un globo. Puesto que es ella la rosa cuyas
orugas maté (salvo dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que es ella la rosa
quien escuché quejarse, o alabarse, o aún, algunas veces, callarse. Puesto que ella
es mi rosa.
- Y volvió hacia el zorro:
- Adiós, dijo.
- Adiós - dijo el zorro - . He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve sino con el
corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito-, a fin de acordarse.
El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
El tiempo que perdí por mi rosa... -dijo el principito-, a fin de acordarse.
Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla.
Eres responsable de tu rosa...
Soy responsable de mi rosa... —repitió el principito—, a fin de acordarse.
58

tiempo
Capítulo 15
“The red key”
“my gift is your book, and this one’s for you”
59

tiempo
Pongámonos en situación, Mr. Pumpkins Vs sexy squirrel heart´s. ¿Quién
ganará?.
La calabaza se aproxima, pero no… no puede ¿que sucede?.
- Está cerrado con llave. Contesta la ardilla.
- ¿Donde está la llave?. Pregunta Kala.
La ardilla un tanto perpleja y un tanto asombrada le contesta…
- La tiré, está perdida en el océano.
La Calabaza, vuelve al ataque, vuelve a preguntar.
- ¿De qué color es?.
- Roja. Afirma segura la ardilla.
La misión era prácticamente imposible, cinco enormes océanos hay en nuestro
planeta. ¿Cómo encontrarla? Uhmm… la Kalabaza no le hizo falta pensar, solo
sentir, sintiendo encontró la respuesta… el camino del corazón. Pero había que
ser valiente pensaba… “hay que ser valiente para seguir el camino del
corazón”.
Con dudas, con miedos, el corazón golpeando el pecho, la mirada dudosa… se
atrevió a preguntar sobre aquello que es difícil hablar, preguntar por los
silencios, por aquello que las personas silenciamos o nos silencian. Fue difícil,
no fue de una forma directa… no quería que la ardillita sexy se escondiese, o
peor se enfadase o mucho pero se fuese para siempre. La Calabaza hizo
aquella pregunta.
Como le dijo la ardilla, Kalabazas tu manejas muy bien las palabras, consigues
expresar aquello que yo no puedo. De repente, sonó una melodía…
“Y yo, me defiendo atacándote así, retorciendo palabras de amor,
intentando que quieran decir lo que yo no me atrevo. Y yo, me sorprendo
diciendo que si, retorciendo palabras de amor intentando que hagan por mi
lo que yo ya no puedo”
la, la, la
Kalabazas se dio cuenta, volvía a su cabeza otra melodía…
“Nadie mejor que tú podrá decidir cambiar, nadie mejor que tú sabrá cual es
la verdad. Nadie mejor podrá inventar la felicidad”
la, la, la
60

tiempo
Es confuso, incluso contradictorio como dos seres que no comparten un mismo
idioma, consiguen hablar, expresar cosas que nunca habían podido… en
aquellas largas madrugadas. Las personas nos es muy difícil entendernos, es
extraño a pesar de hablar el mismo idioma, estamos en frecuencias diferentes.
Pero claro, el problema no es la barrera del idioma, el problema somos las
propias personas, las propias barreras que nosotros nos ponemos.
Pumpkim cerró los ojos, Bea apareció en su mente, recordemos que ella se
quedó en el aquella playa, en ocasiones dentro de la tormenta es donde
encuentra la calma. Bea inspiró profundamente, cogió una bocanada de aire y
buceó, buceó como un delfín, hacia las profundidades del océano, allí estaba.
Brillante y resplandeciente. Oculta parcialmente por algas y corales. La llave,
esa pequeña llave roja de aquel enorme corazón. Bea la tomó en su mano,
Kalabazas abrió los ojos y preguntó.
- Ardilla, ¿tú hablas con tus padres?
La llave entró fácilmente en la cerradura, con un suave giro se abrió ante la
calabaza lo mejor y lo peor de una persona, sus virtudes y sus defectos, sus
alegrías y sus miserias.
Fue genial, maravilloso, asombroso, compartir aquello con Kala, momentos que
olvidarán al olvido, permanecerán en el tiempo. Fue genial, no encuentro las
palabras para expresarlo, para poder contarlo… eso solamente había que
vivirlo, es sentirse feliz.
Esa ardillita roja estaba aguardando, durante mucho tiempo aquel instante
donde poder compartir aquello, hablar, poder hablar y que alguien la
escuchase, simplemente la escuchase, sintiese, llorase o se riese con ella. Y
ese instante llegó.
Era lo mejor que podía pasarles, era lo mejor, si lo mejor.
Todo fue fugaz, breve, directo, emocionante, intenso. Todas aquellas palabras
golpeaban la cabeza hueca de la enorme calabaza, retumbaron en lo más
profundo de su corazón… Aquel brillo, aquella luz, aquella estrella en aquel
enorme corazón, todavía algo destartalado, algo lloroso, algo roto…
Era lo mejor que podía pasarles, lo mejor…
Kalabazas pensó, a la mañana amaneció entre lágrimas y mágicamente
apareció una idea maravillosa. Era genial que la ardilla, leyese e incluso
escribiese en este libro que debía haberse escrito hace mucho tiempo. La
ardilla tenía que escribir su propio libro. Un libro tan tan importante, su propio
pasado, debía averiguar su pasado, conocer realmente a aquellas estrellas en
el cielo, como fueron realmente aquí en la Tierra. La ardilla no estaba sola,
61

tiempo
Kalabazas… je, je la ayudaría con la idea, con los miedos, con los temores
ante aquella bonita, preciosa pero a la vez complicada tarea.
La ardilla podrá compartirlo con la Kala, pero escribirlo, sí escribirlo tendrá que
hacerlo sola. Hasta allí la calabaza no podría ayudarla más. Para aprender a
andar, andar por sí misma la ardilla tendría que hacerlo sola, la kalabaza serían
las manos, los brazos que la ayudarían a ponerse de pie cuando se tropezase,
le diesen una palmadita de ánimo cuando, la ardilla se encontrase en
dificultades, pero andar tendría que aprender a andar sola.
Una vez que la ardilla comenzase a andar, escribiese “su” libro las fotografías,
los recuerdos que aún quedan, los que todavía se recuerdan, le servirían de
ayuda.
Después la hámster rubio, con su carácter y sus poesías le facilitaría el camino.
0..0
(=`.`=) ‫ش‬ (yes)
" "
Mas tarde el sería el momento del conejo pelirrojo, escondido en las
profundidades de su madriguera, no sabemos como reaccionaría, pero podría
sorprendernos.
/` /`/
/ V //
/6 6
(= Y =) uhmm… yes ! !
/`"^"`
Luego abuelos, tías y familiares serían las ráfagas de viento que empujarían
aquel barquito de vela. Ese libro, como todos los libros, tardaría en escribirse,
habrá que darle tiempo pero sin olvidar a los abuelos, los roedores mayores
están mayores.
o,,,o /),/)
yes, yes!!- ( ' ; ' ) ( ' ; ' ) - yes, yes!!
62

tiempo
(,,)-(,,) (,,)-(,,)
Sin prisa pero sin pausa, no hay tiempo que perder. Cuando el libro esté
terminado, consigas “parir” a aquella enorme criatura. Seguro que en el futuro
también ayudara a otras personas, aquellos niños, aquellos chavales, aquellos
hijos que pregunten (tan honesta y directamente como solo de niños sabemos)
quien y como eran sus abuelos, pero eso, serán otras increíbles historias…
Volvamos a la Tierra, volvamos a aquella inhóspita isla. La ardilla roja, con su
maleta repleta de ilusiones partía al Sur. La enorme Kalabaza con sus ilusiones
se quedaba en el Norte.
Uno lo conseguía decir, el otro no… pero ambos sentían que se iba un trocito
de su vida, se marchaban, se separaban, pero a la vez estaban juntos. La
calabaza en aquel corazón de ardilla y esa ardillita en su nueva madriguera
(con su agujerito para salir, ¡claro! a por comida, a investigar, a conocer nuevos
bosques…) en el corazón de la calabaza.
Hay ocasiones que se tarda una vida en conocerse, incluso partes ocultas
morirán con nosotros, se quedarán acompañándonos en el ataúd o en nuestras
cenizas.
(ahh… se acabó la tinta del boli, no importa, cogemos otro y sigamos!!!)
Se tarda en querer, en amar a una persona. Y hay ocasiones, que se necesitan
solamente momentos, instantes en que todo se entiende, que pueden llegar a
conocerse en muy poco tiempo, incluso llegar a quererse en muy poco tiempo.
La Kalabaza, no se quedaría en aquella isla escocesa, le encantaría conocerla,
se moría de ganas por conocerla, pero junto a la ardilla.
Así que el hombre viento, que no deja nada en movimiento despegó aquella
naranja calabaza del suelo, la llevó por el aire, hacia las nubes, rápidamente
surcó el cielo y aterrizó frente al cluster del edificio de la enfermedad de mi
abuela. Me gusta el edificio, sus columnas, su biblioteca, sus escaleras, su
torre, esa sala de ordenadores donde he pasado tanto tiempo, pero no su
nombre.
Delante del ordenador, para escribir de nuevo este increíble libro, yo soy parte
de ese libro, este libro es una parte de mí. Escucha música que le hace vibrar
el alma, la Kalabaza es música. Se me ocurre compartir estas hojas con Dave,
aquella paloma mensajera transoceánica, que vuela y picotea y como no con el
little mole, un topo de brillantes ideas, el Iñaki el periodista del futuro. Con ellos
siempre me llueven nuevas ideas, nuevos mundos posibles…
En su mano cogió las dos pinzas del pelo de aquella british wave, de aquella
ardilla roja. El sentimiento era mútuo, el objetivo era claro, la ardilla y la
calabaza querían volver a verse, ese nuevo sueño debía hacerse compatible
63

tiempo
con los sueños de la ardilla por un lado (Granada y Brasil) y los de Kalabazas
(Leeds y tal vez Perú).
Habría que averiguar la forma, la manera de compatibilizar los sueños, seguro
que el tiempo y su amiga la incertidumbre nos ayudarán, pero por supuesto
nuestro corazones. Mientras seguimos creciendo, nuevas aventuras para
contarnos, para reírnos… este puede ser el inicio de una bonita amistad, este
puede ser el inicio de un nuevo escritor para el Sr. Libro…
¡Holaaaa! Hello! ¡Olá!
Bongiorno principesca!!!
64

tiempo
Chapter 16
“Put here your title”
;-)
“You help me and this is the result”
65

tiempo
Come on, let´s go!!! Put here sexy squirrel whatever you want….
66

Segunda Parte
“A mi Aloe Vera, a mi Olivo y a mi Planta Carnívora, para la Enredadera…
lo sois todo”

tiempo
Capítulo 17
“La poesía vegetal”
“Todos somos hijos/as pródigos/as”
68

tiempo
Para poder entender a aquella enorme Calabaza, debemos mirar a su familia
vegetal, debemos mirar más adentro, dicen que se tarda mucho tiempo en
aprender que, las cosas más importantes están bajo la piel.
Me es muy difícil continuar esta historia sin contaros como nace esta Calabaza
que tenéis delante
Empecemos...
¡¡Madre mía!!
Para ti es esta poesía,
Risueña y vivarachera,
muy guapa, por dentro y por fuera.
La Aloe-Vera y el cardo borriquero,
con tu gran piquito de oro.
El gato yim del pandita o del saxito,
cuidado que te atiza con el plumerito.
Fósfora de la radio, con su cocidito y lentejitas,
te cuenta los cuentos de las cabras montesinas.
La ratita presumida de los crucigramas,
que no se olvida,
de los abuelitos también los cuida.
Detallista, sentimental y profunda,
es imposible que contigo alguien se aburra.
69

tiempo
Hay que ver todo lo que tienes ¿poca cosa?
Un olivo trabajador y honesto,
luchador y guerrero,
un perfeccionista,
que le lleva a ser un poco extremista.
Pero en su gran corazón escondido,
Encontraste un buen abrigo.
Del bendito fruto de vuestro vientre,
salieron dos chiquitines.
70

tiempo
Una enredadera, soñadora, alocada y perdida,
que le gusta la escritura, la pintura y la poesía.
Viajero por el mundo, un dumbito
que pronto te dará nietecitos.
Y un chiquitín futuro jardinero,
que colecciona mecheros,
negado e incomprendido,
por ser valiente y decidido,
ya que quiere construir su propio camino.
Ex grafitero nervioso,
dejó de ser el cabezorro.
Muy sensible, se siente oprimido,
es muy inteligente si se le escucha atentamente.
Es difícil saber cuando te quiere,
ya que lo expresa de forma diferente.
Una futura flor,
todavía es un capullo.
71

tiempo
Y ese bety meri,
ese huérfano rey moro,
que nos quiere tanto a todos.
El gordo travieso hace de las suyas,
Cuando puede es el basurillas.
TE QUEREMOS MUCHO,
COMO LA TRUCHA AL TRUCHO
A VECES HACE FALTA QUE TE LO DIGAN
QUE ERES NUESTRA MADRE FAVORITA
No lo olvides,
zafarrancho de combate
y luchadora hasta la bandera
tu grito de guerra...
¡¡chiquitilimanderi yei
yei!!
Beti weri meri lleri!!!
72

tiempo
73

tiempo
Capítulo 18
“Mi Aloe Vera”
RIP
Aquí descansa la Cheer una persona que intentó cambiar
Chiquitilimanderi yei yei!!
74

tiempo
Todo empieza por ellas, por las madres. Sabina tiene más de cien palabras,
más de cien mentiras por las que sentirse vivo. Yo tengo muchos más de 51
motivos por los que, mi preciosa planta de Aloe Vera, no quiera morirse.
Las personas necesitamos sentirnos queridas, muy queridas y un poquito de
ese cariño se nos quede dentro y lo demás nos sobre… nos sobre cariño para
dar y tomar.
“Cuando te sientas triste,
mete la mano en este sobrecito
y saca un motivo para seguir viviendo…”
75

tiempo
POR TI,
POR QUE TU ERES
LA PERSONA MÁS
IMPORTANTE DE ESTE
MUNDO
(Dos estrellas, el planeta tierra y un planeta)
POR TU MARIDO,
EL OLIVO, CON
EL QUE HAS COMPARTIDO
BUENOS Y MALOS MOMENTOS,
CON EL QUE HAS COMPARTIDO
GRAN PARTE DE TU VIDA
POR TUS HIJOS,
TUS SATISFACCIONES,
TUS ALEGRÍAS,
TUS PENAS,
LES DISTES LO MEJOR DE TI
MISMA,
LES DISTES LA VIDA
76

tiempo
POR SER UNA
MUJER LUCHADORA
(bandera) BANDERA DE LA
ALOE VERA REVOLUCIONARIA
POR SER UNA
GRANDÍSIMA,
PERO GRANDÍSIMA
PERSONAA
BIG SMALL
POR SER UNA
MAMA ESTUPENDA
(LABOR MU DIFÍCIL,
LA DE LIDIAR CON
2 PEQUEÑAS FIERAS )
(DIBUJO LATIGO Y ZAPATILLA
VOLADORA) LATIGO ZAPATILLA
VOLADORA
77

tiempo
POR TU CHISPA
(DIBUJO LLAMA) CHISPA, CHISPITA
CHISPORROTEO
(QUE NO SE APAGUE NUNCA!!)
POR LA ALEGRÍA
DE LA CASA
(DIBUJO PUERTA )
LE, LE PON
LE, LE PASA
DEJA LA PUERTA ABIERTA A LA
ALGRÍA DE MI CASA…
POR LA CHEER
(LA “Cheer Leader”) LA ANIMADORA
(HABEÍS LLEGADO HASTA AQUÍ,
A VISITARME!! THANKS)
78

tiempo
POR EL
POLLITO, LAS
TORTUGAS, EL
GERVO, LOS HAMSTERS,
LOS GUSANOS DE
SEDA…
TODOS LOS CUIDASTE CON AMOR
POR EL
POLLITO
“ASAO”
(QUE RICOO!!) LOS SÁBADOS O
DOMINGOS
(DIBUJO DE UN POLLO ASADO )
POR LA
CABRA
MONTESINA
(QUE CUENTOAS TAN GENIALES ME
CONTASTE Y ME SIGUES
CONTANDOO)
POR EL CHANTILLI
POR TUS TONTERÍAS,
TUS BROMAS, TUS CHISTES
QUE ME HACEN
SONREIR EL CORAZÓN
(CORAZON SONRIENDO )
POR LA MAS
WAPA DE
ESPAÑA Y
V DE ALEMANIA
79

tiempo
POR TUS DIBUJOS,
SENCILLOS,
BONITOS Y MUY #### FALLOS YO
TAMBIÉN ME EQUIVOCO
SINCEROS
(DIBUJO DE GATO )
POR TUS PALABRAS
CHIQUITILI MANDERI
YEI, YEI!!
QUE TANTO ME HACEN REIR
Y TUS REFRANES
“Si quieres salchichas…toma el
paquete”
POR ENSEÑARME A
HACER MONTONCITOS
MONTON 1 MONTON 2
AHORA LOS MOVEMOS, A
CAMBIARLOS DE SITIO
(DIBUJO DE DOS MONTONES)
POR TUS PAPELITOS,
POR ESOS PAPELES
QUE TE CUESTA
ORGANIZAR
JE, JE AHORA ENCIMA
APRENDISTE A HACERLOS
LIBROS…
(DIBUJO LIBRO)
POR PONER NOMBRES
GRACIOSOS
FILIGÜIKI, WIKI
CHIRIMAIWIKI
POR COMPRARME
LOS CALZONCILLOS
(AHORA YA ME LOS COMPRO
YO!!)
(DIBUJO CALZONCILLO – EL DE
ERASE UN CUENTECITO)
POR CUIDARME, CUIDARNOS
CUANDO ESTAMOS
MALITOS
LA DOCTORA VILCHES
(ME HAS LIMPIADO EL CULITO
CUANDO ERA PEQUE, YA ME
TOCARÁ A MI HACERLO
CUANDO TÚ SEAS MU MAYOR)
80

tiempo
POR HABLAR CON
ESE PIQUITO DE
ORO
(DIBUJO DE PICO DE ORO) PIO
PIO
POR JUGAR
CON EL COOKIE!
(DIBUJO PELOTA) PELOTA
(Dibujo Piedra) PIEDRA
<<<< PALABRAS BONITAS
Y CARICIAS
POR LOS
BARQUITOS DE
PAPEL
Y LAS PAJARITAS, QUE
NUNCA APRENDO…
( DIBUJO DE BARQUITO Y DE
PAJARITA)
POR QUERERME
TANTO,
POR QUERERNOS
TANTO
POR ESCUCHAR,
ESCUCHARME,
ESCUCHARNOS
81

tiempo
POR EL GORDO
Y TODO LO QUE
HACES POR ÉL
TODOS LOS DÍAS
(DIBUJOS DE 2 CUENCOS)
COMIDA 5 J
AGUA NO LE FALTA NUNCA
POR LOS
ABUELOS QUE
NO ESTÁN Y LAS
ABUELAS QUE ATIENDES
INCONDICIONALMENTE
POR SER TAN
PERFECTA
POR SER TAN
IMPERFECTA
(ES QUE ME
ENCANTAAAS)
POR JUGAR CONMIGO
DE PEQUEÑO
Y
DE MAYOR
82

tiempo
POR TU
SONRISA
SINCERA…
(DIBUJO ESQUEMATICO SONRISA)
POR TUS LÁGRIMAS
QUE ME HAN HECHO PINTAR
CUADROS
(DIBUJO DE LA MUJER TRISTE)
(ME PONE TAN TRISTE, SE ME
PARTE EL CORAZÓN
CUANDO TE VEO ASI EN EL SILLÓN)
POR EL
ENORME
ENCANTO QUE
TIENES…
WAPAA!!
POR TUS OJITOS
VERDES TAN
BONITOS
(QUE HAN VISTO NACER Y MORIR
A PERSONAS MUY IMPORTANTES)
(DIBUJO-FOTO DE OJOS)
83

tiempo
POR SER UNA
BRILLANTE TRABAJADORA DE
CASA TAN
POCO RECONOCIDA
(BRILLO) (LIMPIO Y RELUCIENTE)
POR TUS
BAILES
BAILEMOS EL PIN-PON
PIN-PIN
PIN-PON
(NOTAS MUSICALES)
POR SER PARTE
DE LOS MEDICIS
(DINERO MONEDAS)
POR LAS LENTEJAS
(ESAS LENTEJITAS
CADA 2 SEMANAS)
Y ESE COCIDITO CON
CHORIZO Y MORCILLA
COMO SIEMPRE!!
(LENTEJAS Y PLATO COCIDO
MADRILEÑO)
POR CAMBIAR
EL “VICIO”
POR EL DEPORTE
(ESE TAI-CHI
QUE ME TIENES
QUE ENSEÑAR, CON ESAS
POSTURAS RARAS)
(PAQUETE DE FORTUNA)
Y TUS CANTES
Respirar ara r
A pleno pulmón on
La brisas marina
Que viene del
Fondo del mar ar…
POR ESE CORAZÓN
TAN GRANDE
QUE TIENES
Pasen y vean
Es tan grande que entra mucha
gente!!
(dibujo corazón)
84

tiempo
POR INTENTAR
APRENDER A
MONTAR EN BICI
(JE, JE A ESO ME ESEÑÓ
PAPA)
(DIBUJO BICI)
POR TUS
BESOS DE
BUENAS NOCHES
(DURMIENDO Y BESOS
JA, JA
JE, JE
JI, JI
JO,JO
JU,JU
POR QUE ME
PARTO DE
RISA
CONTIGO
POR ESA “TORTILLA
CALIENTE”,
POR ESE RADIADOR,
POR ESA MANTA,
QUE ME ABRIGA TANTO
POR LAS NOCHES…
(FOTO TORTILLA)
(FOTO RADIADOR)
(CUANTO HE APRENDIDO
CONTIGO)
POR ENSEÑARME
A COCINAR,
A LAVAR, A
LIMPIAR, A COSER
A TANTAS, TANTAS COSAS…
POR TU
PACIENCIA,
(ENORME, ENORME…)
POR QUE
TE QUIERO,,.
POR TUS
ABRACITOS…
(EH QUE ESTAMOS
APRENDIENDO A
ABRAZARNOS
COMO LOS OSITOS)
POR QUE
TE QUIERO
MUCHOOO…
(MUCHÍSIMO)
¡¡¡ERES GENIAL!!!
85

tiempo
POR MILLONES,
MILLONES DE
COSAS QUE CUANDO
FALTAS HECHO DE MENOS
86

tiempo
Capítulo 19
“La bicicleta”
(my bicycle)
“El ogro, muerde a la Aloe Vera ¡Super Ratón”
87

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