2. Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
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EL PROCESO
DE URBANIZACIÓN
Contenidos
El proceso de urbanización
La urbanización como proceso técnico
La urbanización como proceso histórico
El proceso de urbanización en la actualidad
Santa Fe: urbanización y suburbanización
Imágenes (8-10)
Imágenes (11-13)
Resumen
En la Unidad A ubicamos el momento del surgimiento de
los primeros poblados hace unos 4.000 años. Sin
embargo, hace solamente doscientos años (alrededor
del 1800) sólo había una ciudad en el mundo, Londres,
con una población de 1 millón de habitantes. La ciudad
de Londres registraba, en 1801, 865.000 habitantes, en
1851, 2.685.000 habitantes (1).
Al principio del siglo XX había tres ciudades con una
población de 1 millón o más. En 1960, eran 114 ciuda-
des, de las cuales 62 se localizaban en los países menos
desarrollados. Entre 1960 y 1980, las ciudades millona-
rias alcanzaron la cifra de 222, de las que 103 se encon-
traban en los países menos desarrollados.
Muchas de estas ciudades se expandieron absorbiendo
los núcleos rurales próximos e, incluso, pequeños centros
mercantiles y se constituyeron en áreas metropolitanas.
En 1990, 280 áreas metropolitanas superan el millón de
habitantes y de ellas dieciocho (Beijing, Bombay, Buenos
Aires, El Cairo, Calcuta, Londres, Los Ángeles, México,
Moscú, Nueva York, Osaka-Kobe, París, Rin-Ruhr, Río de
Janeiro, Sao Paulo, Seúl, Shangai y Tokio-Yokohama) tie-
nen más de diez millones de habitantes.
¿Por qué han crecido tanto las ciudades y tan rápido?
Las ciudades han existido por miles de años, pero crecie-
ron más rápidamente después de la Revolución Industrial
y, desde 1950, el rápido crecimiento urbano se ha vuelto
un fenómeno global.
Las personas se mudan a la ciudades por varias razones,
pero la razón más significativa es económica. Cuando la
economía de una ciudad prospera, atrae población. La
promesa de trabajo y confort, encanto y destello, atrae a
la gente. También hay factores de impulso: las sequías o
la explotación de campesinos pueden causar la extrema
pobreza rural y eso crea el impulso de salir del campo.
Las promesas de la ciudad no siempre se cumplen: no
todos los que viven en la ciudad, ya sea que se hayan
mudado o nacido allí, se benefician. La ciudad no siempre
puede manejar el número de personas que llegan a ella,
por esto la pobreza urbana y la falta de hogar se han con-
vertido en un problema mundial.
La pregunta todavía no se resuelve: ¿cómo podemos
transformar las desventajas en ventajas para los habitan-
tes de las ciudades?
Objetivos
» Entender que la urbanización es un proceso continuo
» Entender que la urbanización mundial es un fenómeno
global y no pertenece a una sola parte del mundo
» Explicar la relación entre migración, crecimiento econó-
mico y el crecimiento de población con respecto al creci-
miento urbano
1
Mirta G. Soijet*
Autora
* Arquitecta, Docente e Investigadora de la Cátedra de Urbanismo « A. Caballero» de la FADU - UNL
3. Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio
Urbanización es la proporción de la población total concentrada en establecimientos urbanos o bien el incre-
mento de esa proporción. (Kingsley Davis. La urbanización de la población humana).
En términos sencillos, el incremento demográfico es el
número de personas que nacen cada año menos el
número de muertes. El crecimiento poblacional se da
cuando existe un índice positivo del mismo. Éste es el
mayor factor en el crecimiento de la ciudades en paí-
ses en vías de desarrollo.
Las migraciones también afectan el crecimiento de las
ciudades. La migración rural - urbana se suscita
cuando las personas del campo se mudan o emigran a
la ciudad. Éste fue el mayor factor de crecimiento
urbano después de la industrialización y hasta los años
'70. Hoy, las migraciones internacionales o movimien-
El proceso de urbanización es un término que designa, por
un lado, la transformación del medio natural o del suelo
de uso rural en un nuevo producto, el medio construido
que conforma en el tiempo lo que llamamos ciudad.
Pero también se denomina proceso de urbanización a la
estrategia de ocupación organizada del territorio que lo
configura como una red compuesta por numerosos
centros urbanos distribuidos de una manera particular en
el espacio, con una función específica respecto de la
explotación del medio y un sistema de interconexiones
que asegura su funcionamiento de conjunto.
Estas definiciones atribuyen al término la posibilidad de
asumir un doble carácter: el de sustantivo y el de verbo.
Para distinguirlos algunos autores (por ejemplo Gino
Germani) hablan de grado o nivel de urbanización para el
primer caso y de proceso para el segundo.
El atributo de “proceso” que generalmente agregamos al
fenómeno lleva implícito, además del reconocimiento
temporal, el carácter de continua transformación de la
ciudad y sus componentes.
En un somero análisis, las causas que provocan este pro-
ceso pueden derivarse de particularidades de la pobla-
ción o de la caracterización de las funciones y actividades
urbanas. Referimos en el primer caso al crecimiento
demográfico y a las migraciones. En el segundo, a las ven-
tajas o menores costos derivados del hecho de que el pro-
ceso productivo o las actividades de servicio se realizan
concentrados en un lugar que se denomina técnicamente
economías de escala y economías de aglomeración.
2 3
Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
tos de personas de un país a otro se suman al gran
número de habitantes de las ciudades más grandes
del mundo.
Hay excepciones a esta regla: algunas ciudades son
“creadas" por los gobiernos que quieren quitarle la
carga a otras grandes ciudades. En algunos casos,
para ser capital del país, como lo es Brasilia, que reem-
plazó a Rio de Janeiro como ciudad capital de Brasil y
significó la transferencia de las oficinas del gobierno,
embajadas y negocios a una ciudad más pequeña para
atraer a la población que sobrecarga otras ciudades.
CIUDADES CABECERA DE DEPARTAMENTOS (POR JERARQUÍAS URBANAS)
Ciudad Departamento Población 2001 (hab.)
Tasa de crecimiento
1991-2001 (%)
Rosario
Santa Fe
Rafaela
Reconquista
Villa Constitución
San Lorenzo
Esperanza
Casilda
Cañada de Gómez
San Justo
Vera
Coronda
San Javier
San Cristóbal
Tostado
Las Rosas
Helvecia
Sastre
Melincué
Rosario
La Capital
Castellanos
Gral. Obligado
Constitución
San Lorenzo
Las Colonias
Caseros
Iriondo
San Justo
Vera
San Jerónimo
San Javier
San Cristóbal
9 de Julio
Belgrano
Garay
San Martín
Gral. López
907.884
369.587
83.667
66.100
44.380
43.514
35.869
31.930
29.759
21.815
19.750
16.969
15.601
14.261
14.249
12.730
8.510
5.534
2.228
0,11
5,80
22,30
20,16
6,86
5,72
16,09
7,50
4,02
14,23
6,89
21,94
18,37
-3,90
5,51
6,01
16,32
1,83
-8,35
En el próximo cuadro se destaca la incidencia de las principales poblaciones respecto del total provincial. En este caso
se ha tomado en consideración la población de esas ciudades cabeceras a las que se han sumado los habitantes de
los asentamientos menores que reconocen continuidad física y funcional.
PORCENTAJE DE POBLACIÓN SOBRE EL TOTAL PROVINCIAL
Áreas aglomeradas Habitantes Poblac. sobre el total provinc. %
Rosario
Santa Fe
Aglomerado
Reconquista - Avellaneda
1.164.166
456.558
89.084
39
15
3
Fuente: Datos provistos por el IPEC. Censos 1991- 2001
Del análisis de algunos parámetros sobre la distribución
poblacional de nuestra provincia, y considerando que
sería necesaria una mayor profundización del tema para
establecer diagnósticos sobre las causas de migraciones
internas en el territorio provincial, pueden deducirse
algunas conclusiones parciales, teniendo en cuenta
aspectos económicos y productivos que provocan estas
migraciones:
» Se registra una fuerte polarización en cuanto a
distribución de población entre el norte y el sur de la
provincia que se vincula con los nuevos procesos de
reconversión de la economía, sumados a factores que
determinan el tipo de demanda de productos desde los
mercados externos. Nuestra Provincia presenta hoy un
claro y agudo desequilibrio entre un sector norte (de
tierras áridas, poco fértiles para la producción de granos,
con una gran escasez de vías de comunicación, miles de
hectáreas anegadas por las aguas, con centros urbanos
de poca población y muy distantes entre sí); un sector
centro (de transición en cuanto a densidad de población,
con mayor presencia de comunicaciones y centros
urbanos de mayor importancia), y un área sur (con las
tierras más aptas de la Pampa húmeda para insertarse
en el modelo de exportación de granos, con centro en el
Área Metropolitana Gran Rosario, polo de una región con
gran presencia de comunicaciones y servicios).
» De acuerdo a datos generales, según Censo 2001, las
migraciones se producen desde poblaciones muy peque-
ñas del centro y norte provincial hacia las ciudades más
importantes. Las ciudades intermedias, las cabeceras de
departamentos y las áreas metropolitanas son las recep-
toras de esa población expulsada.
» Las áreas metropolitanas no registran crecimientos
importantes. En el caso de Rosario no crece la ciudad cen-
tral, sí en mayor medida algunas poblaciones de la perife-
ria metropolitana.
(1) De Vries, Jan, La urbanización de Europa 1500-1800, Crítica, Barcelona, 1987.
Pero es necesario también atender a los efectos del
proceso de urbanización particularmente en la provincia
de Santa Fe.
En el siguiente cuadro se muestra la cantidad de pobla-
ción y el porcentaje de crecimiento en el período inter-
censal 1991-2001 de las ciudades cabeceras de depar-
tamentos de la provincia de Santa Fe. Observamos que
las tasas de crecimiento son, en general, positivas,
algunas de ellas con índices importantes, y a su vez
encontramos algunas poblaciones con tasas negativas
de crecimiento.
4. Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio
4 5
Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
» Se registra un preocupante proceso de pérdida de
población en centros urbanos muy pequeños, sobre todo
en departamentos del centro y norte provincial.
» Es importante destacar la incapacidad de las ciudades
receptoras de migraciones internas de la provincia para
ofrecer empleo y ocupación a los nuevos habitantes. Un
ejemplo de esto es que Rosario y Santa Fe registran altos
índices de desocupación.
Muchas veces se plantea la disyuntiva de la ventaja o des-
ventaja de la urbanización. El problema no es el hecho de
la urbanización en sí, sino el modo en que este proceso
se desarrolla. Además de haberse mostrado como irre-
versible, trae aparejada una serie enorme de ventajas al
desarrollo humano.
En síntesis, las ciudades no aparecen y se transforman
(sea extendiéndose o desapareciendo) porque sí, sino
respondiendo a una estrategia de ocupación territorial
que la sociedad, con una determinada cultura, tecnolo-
gía y organización socioeconómica, visualiza como con-
veniente para el logro de sus objetivos.
Urbanización es “todo fraccionamiento que determine la conformación de nuevos núcleos urbanos o suburba-
nos, la ampliación y/o modificación de los ya existentes, con apertura de calles o pasajes públicos, de limitación
total o parcial de manzanas y parcelamiento, el cual, y sobre la base de las disposiciones del presente regla-
mento, comprende la provisión de infraestructura y la creación de espacios verdes o libres, destinados al equi-
pamiento comunitario.
Reglamento de Urbanizaciones y Subdivisiones de la ciudad de Santa Fe.
Urbanización es un proceso de concentración de la población que se desarrolla de dos maneras: la multiplica-
ción de los puntos de concentración y el incremento del tamaño de las concentraciones individuales. Sus pará-
metros cuantificables son: número de habitantes, densidad del asentamiento, proporción de las ocupaciones
no agrícolas y diversidad de las mismas.
(De Vries, Jan, La Urbanización de Europa 1500 1800, Crítica, Barcelona, 1987)
A las definiciones meramente cuantitativas, De Vries
adiciona tres maneras diferentes de entender el tér-
mino urbanización.
CONCEPTOS ASOCIADOS
Concentración de la población o urbanización
demográfica:
Desplazamiento de población desde lugares rurales a
asentamientos urbanos que incrementa el peso rela-
tivo de estos últimos.
Urbanización de la sociedad o urbanización cultu-
ral o del comportamiento:
Proceso que introduce a la gente en un comporta-
miento, modos de pensamiento y tipos de actividad
“urbanos”, tanto si vive en ciudades como si no.
Urbanización estructural:
Proceso o tendencia de cambio de la organización de
la sociedad que alimenta la concentración de la pobla-
ción en determinados puntos de territorio. Pone el
acento en la concentración de actividades en esos pun-
tos centrales.
A modo de síntesis, entonces, tendremos en cuenta
dos aspectos para aclarar el término urbanización.
Uno, relacionado estrictamente con lo físico, que
refiere a la concentración de la población y la adapta-
ción de los espacios para ello a través de la apertura de
calles y la dotación de servicios, y otro, vinculado con
lo social, que refiere a los comportamientos y a las cos-
tumbres que caracterizan a una población urbana.
El proceso de urbanización referido ahora a la materiali-
zación del hecho urbano en sí mismo requiere para el
estudio de su concreción físico funcional de dos escalas
de análisis.
- el proceso que construye su materialización paso a paso
y va configurando en el tiempo situaciones de conjunto
que se diferencian para distintos períodos históricos
tanto en su organización funcional como en su significado
para el habitante.
- el proceso como la técnica mediante la cual el hombre
adapta a sus propios requerimientos el espacio o medio
natural disponible y seleccionado para su asentamiento.
Como ello se realiza a través de las pautas culturales de
apropiación del espacio de una sociedad determinada,
lleva implícita una forma de usar el suelo natural y sus
recursos.
Así el estudio del crecimiento urbano de la ciudad puede
reconstruir las fases sucesivas de desarrollo urbano
desde los núcleos iniciales hasta la extensión actual.
Consideraremos estas dos aproximaciones sintetizadas
en el proceso técnico y el proceso histórico.
LA URBANIZACIÓN
COMO PROCESO TÉCNICO
Las condiciones de trazado y subdivisiones, más las
condiciones de ocupación del suelo, constituyen las
variables básicas cuya posible combinación y grado de
dominancia derivada de los usos define la conforma-
ción del patrón de urbanización.
Equipamiento es el conjunto de instalaciones indis-
pensables para el funcionamiento de la ciudad relacio-
nadas con la sanidad, la cultura, la administración, la
seguridad, el esparcimiento, el deporte, etc.
Carlo Aymonino, en su trabajo Lo studio dei fenomeni
urbani, entiende el equipamiento como aquellas edifi-
caciones que se encuentran destinadas a satisfacer
las necesidades evidenciadas por los servicios.
Infraestructura: redes que se consideran necesarias
para la creación y el funcionamiento de una organiza-
ción cualquiera. Además de los fluidos, el sistema de
arterias rápidas, los accesos urbanos y los enlaces
ferroviarios se encuadran dentro de esta categoría.
A. Caballero (2) sostiene que la dotación de equipa-
mientos e infraestructura constituye el basamento
sobre el cual se fundan nuevas y mejores calidades de
vida urbana.
En el asentamiento para uso rural, la subdivisión del
suelo correspondiente a la apropiación que los habitan-
tes hacen de ese espacio se caracteriza por su gran
dimensión destinada a la explotación agrícolo-ganadera
o de otra actividad primaria y la predominancia del espa-
cio libre respecto del espacio edificado.
La transformación de ese suelo en urbano entraña una
nueva subdivisión o parcelamiento de menores dimen-
siones destinado al asentamiento de actividades diversas
de la población que se albergan en tipos arquitectónicos
variados cuyo asentamiento sobre aquella parcelación
compone un tejido donde lo edificado predomina sobre el
espacio libre. (Ver imágenes 8 y 9)
La nueva subdivisión que inicia así el proceso de urbani-
zación se acompaña con la dotación de la infraestructura
necesaria para resolver según la sofisticación tecnológica
de la sociedad de que se trate los problemas de acceso a
los servicios derivados de la concentración poblacional
(dotación de agua, tratamiento de efluentes, etc.) a partir
de la infraestructura viaria que queda definida por la geo-
metría de la subdivisión que separa el espacio de dominio
público que da acceso a los predios del potencial dominio
privado.
Las calles que definen la configuración básica de un asentamiento, separando el dominio público (vías de cone-
xión) del dominio privado al que dan acceso (lotes o parcelas) y delimitan manzanas configuran lo que denomi-
namos habitualmente el trazado de la ciudad.
El trazado, en consecuencia, constituye la matriz de origen de la apropiación que la población realiza del medio
natural o rural para las funciones urbanas.
Tejido es la ocupación del trazado por las arquitecturas. Se consideran tres componentes: la subdivisión del sue-
lo, los agregados edilicios y los usos funcionales.
Las calles, las manzanas delimitadas por ellas y las par-
celas contenidas en éstas, que constituyen la base del
tejido urbano arquitectónico (estos conceptos ya fueron
presentados en la Unidad A, pero se retoman en los
recuadros), configuran lo que se denomina el trazado de
la ciudad. El trazado, por lo tanto, es la matriz de origen
de la apropiación que la población realiza del medio natu-
ral para las fundaciones urbanas y es, por ende, el instru-
mento básico del proceso de urbanización.
Aunque el trazado y el tejido resultantes de la ocupación
determinada por las tipologías arquitectónicas obedecen
a pautas culturales, teorías, y modelos formulados por la
sociedad, nos interesa destacar aquí que su construc-
ción, realizada por diferentes actores que utilizan medios
y recursos, se manifiesta en una continua dinámica de
crecimiento que acompaña el crecimiento poblacional de
un grupo humano que permanece en el lugar, según vié-
ramos en el punto anterior.
El trazado y su ocupación inicial son afectados así por pro-
cesos de expansión y/o renovación que configuran cam-
bios dimensionales, morfológicos y funcionales que con-
forman paisajes diferentes en el transcurrir histórico,
complejizando la posibilidad de comprensión del con-
junto hoy presente y que desarrollaremos en una próxima
unidad.(Ver imágen 10)
Puede describirse sintéticamente el proceso de la
siguiente manera: se localiza la actividad básica en un
sitio que ofrece ventajas comparativas con relación a
otros para la consecución de los objetivos de ocupación
5. Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio
76
Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
territorial definidos en la estrategia de la sociedad al res-
pecto; esta actividad atrae población, dando lugar a un
asentamiento permanente de habitantes, los que para
ello realizan la urbanización. Se consolida así un hecho
central, la actividad que originó la ciudad (castillo, fuerte,
mercado, capilla, posta, administración territorial, etc.) y
un hecho periférico al mismo, el asentamiento residencial
consecuente. (Foglia, María Elena, La estructura urbana,
Documento de la cátedra de Urbanismo I, FADU, 1994)
Centralidad es un indicador que hace referencia al
nivel, cantidad y concentración de servicios y equipa-
miento urbano en un espacio colectivo de cierta signi-
ficación. Esta condición es expresiva de la dinámica de
la ciudad en tanto mercado urbano que la localidad
ofrece a sus pobladores en lo que hace a movimiento
económico, valoración del suelo, prestación de servi-
cios de cierta complejidad, actividad cultural, comer-
cial, financiera, etc. Es una noción íntimamente ligada
a los valores de identidad y pertenencia.
Extensión metropolitana de Rosario. Proceso de for-
mación urbano-territorial y dinámica de transforma-
ción. Convenio FAP&D UNR - Subsecretaría de
Planeamiento y Control de Gestión. Provincia de Santa
Fe. Convenio CFI, 1992.
Entendemos periferia como la extensión urbana defi-
nida por el excedente de urbanización respecto del cen-
tro. Implica una cuestión de posición con relación a la
centralidad pero también una condición o cualidad en
cuanto a la urbanidad. Sus rasgos estructurales son la
extensión indefinida y la baja densidad de ocupación.
Los conceptos de actividades centrales y periferia resi-
dencial hacen su aparición en la propia instancia de ges-
tación de la ciudad.
Pero el asentamiento poblacional requiere de servicios
como ya vimos y de equipamientos funcionales adecua-
dos para asegurar el tipo y calidad de vida de la sociedad
de que se trate (actividades diversas y comunes al con-
junto tales como aprovisionamiento, culto, educación,
etc.), y éstos se localizan adaptando el espacio urbani-
zado (o a urbanizar) disponible según las pautas y cos-
tumbres de esa misma sociedad.
Por tales pautas culturales, a iguales requerimientos de
las distintas actividades, les corresponderá un agrupa-
miento localizacional y modos de adaptación al espacio
relativamente comunes.
Como lo reconocen diversos autores, centralidad o activi-
dades centrales (en su doble acepción: central por su
importancia funcional y por su localización en el espacio),
áreas periféricas residenciales y áreas periféricas adap-
tadas a usos particulares constituyen una constante en la
organización de las ciudades.
Si relacionamos esta situación con el trazado y su red vial
que posibilita las conexiones entre las diferentes activida-
des y con las características fisiogeográficas del medio de
inserción de la urbanización (tales como características
topográficas, hídricas, etc.) las distintas áreas indicadas
configuran en sus formas de localización, yuxtaposición,
imbricación, etc., una estructura física y de organización
de conjunto definida e identificable.
Los actores sociales van adaptando así los espacios urba-
nos a sus necesidades y son éstas las que garantizan la
permanencia, articulación o imbricación, segregación,
etc. que define una estructura determinada en un
momento histórico cualquiera. Y ésta es la que se deno-
mina, en términos urbanísticos, la estructura urbana.
La estructura urbana se lee a través de una organización de las partes por la que toda resultante posee cohesión
y permanencia.
La estructura urbana sintetiza en un plano la combina-
ción de los procesos de urbanización efectuados a través
del tiempo; expresión de la geometría que marca las
fases sucesivas de realización y la organización general
de sus formas y permite la interpretación de su funciona-
miento de conjunto.
(2) Caballero, Adrián. Arquitecto, docente e investigador de las facultades de arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario y
Universidad Nacional del Litoral hasta el año 2003.
LA URBANIZACIÓN
COMO PROCESO HISTÓRICO
En Europa, la ciudad aparece históricamente como mer-
cado de la producción de un área rural generando una
fuerza centrípeta (3). Pero en el caso de la ocupación de
territorios conquistados y en especial en el caso de la
América española, el proceso de urbanización territorial
se da con un sentido inverso al europeo: el primer acto de
la ocupación se produce a través de la fundación de ciu-
dades a las que se les asigna un rol administrativo res-
pecto de un territorio definido en sus límites en términos
teóricos desde donde se procede a la distribución de mer-
cedes territoriales en una estrategia de conquistar
poblando. (Ver imágen 11)
Numerosos autores sostienen esta comprensión del pro-
ceso de urbanización hispanoamericano.
“...dentro del plan de conquista y colonización del
territorio americano por los españoles... la urbaniza-
ción es una meta deseable en sí misma, y se la consi-
dera elemento esencial de la colonización...”. (De
Terán, Fernando, La ciudad hispanoamericana: el
sueño de un orden, CEHOPU, 1989)
“El hecho de una fundación de ciudad se enmarcaba
en un espacio físico muy amplio y formaba el elemento
base de una ordenación territorial ligada a un reparto
de poder, o a una delegación del mando...”. (Gómez
Ferrer Bayo, A., La ciudad iberoamericana, Generalitat
Valenciana, 1992)
En este caso, entonces, la ciudad ejerce una fuerza cen-
trífuga sobre un territorio cuyos límites quedan inicial-
mente definidos de manera institucional y no como pro-
ducto de una relación socioeconómica espontánea entre
un centro y su área de mercado a la manera europea. Sin
embargo, una vez establecidas y consolidadas las “ciuda-
des territorio”, el funcionamiento de conjunto requiere de
la aparición de otros centros menores de agrupamiento
poblacional al servicio de la explotación de recursos de
los lugares y del sistema de conexiones necesarias para
el mantenimiento de la organización política y económico
social instituida.
Por todo esto, la organización territorial que respondió en
la América española a la estrategia de la conquista cons-
truyó inicialmente un conjunto de centros urbanos de fun-
ciones claramente definidas que se fue complementando
a medida que se consolidaba la ocupación y explotación
del territorio, con centros de agrupamiento poblacional
espontáneos de funciones diversas, según los requeri-
mientos propios del funcionamiento territorial mayor.
Entre los centros “fundados” se destacan las ciudades
“puerto”, destinadas al aprovisionamiento y extracción
de riquezas; la ciudad administrativa y la ciudad minera
erigida para albergar el nucleamiento poblacional desti-
nado a tal producción. (Ver imagen 12)
Entre los segundos (los que surgen espontáneamente),
se destacan los nucleamientos poblacionales en el
entorno de capillas, postas y estancias (clasificación pre-
sentada, entre otros, por Jorge E. Hardoy, 1969 )
Mientras los centros poblacionales “fundados” tienen
definidas sus áreas de influencia al menos en su sentido
administrativo, los “espontáneos” van apareciendo con
el rol que les da origen pero sin un área de influencia defi-
nida, la que sólo hace su aparición cuando, en el proceso
histórico de ocupación territorial, el nucleamiento pobla-
cional primigenio comienza a brindar servicios o se trans-
forma en mercado de la producción de la población rural
localizada en su entorno.
Recién cuando la ocupación del conjunto del territorio se
consolida, los centros urbanos se diversifican en su
oferta de prestación de servicios o transformación de
materia prima y comienzan a delinear un área de influen-
cia propia como consecuencia de fuerzas de intercambio
bidireccionales centrípetas y centrífugas. Pero este pro-
ceso y particularmente en el caso argentino como parte
de las provincias pobres del imperio español en América,
alcanza su definición posteriormente, a partir de la inte-
gración de su territorio en una unidad nacional y del con-
junto de las fuerzas de transformación del mismo que, al
organizarlo, promueven la incorporación o no de los cen-
tros urbanos iniciales al nuevo sistema productivo en ges-
tación y su interrelación con los nuevos centros que se
van creando contemporáneamente para el cumplimiento
de su propia estrategia de ocupación territorial.
En el caso argentino, a partir de la segunda mitad del siglo
XIX, la definición de una economía agroexportadora, los
procesos concatenados del tendido de las líneas ferrovia-
rias y la colonización agrícola primero, y los procesos de
industrialización y el sistema vial para el transporte de
carga después, van generando a su tiempo nuevos cen-
tros urbanos o el desarrollo de los previamente existentes
en procesos de urbanización que modifican la organiza-
ción territorial colonial y el sistema de centros de las dis-
tintas regiones por una parte, y caracterizan, por otra, las
situaciones de crecimiento o decrecimiento de cada cen-
tro según su significado en aquél. Así, el cambio en las
estrategias de ocupación territorial de los diferentes perío-
dos históricos en las distintas regiones define la significa-
ción y asignación de roles o funciones urbanas básicas
que marcarán el desarrollo de los centros en cada caso.
6. Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio
98
Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
¿Cuáles son los rasgos estructurales del proceso de
urbanización en la provincia de Santa Fe y cuál es su
impacto sobre el territorio? ¿Cuáles son los rasgos
actuales de ese proceso?
Hasta fines del siglo XVIII, la región del virreinato que ter-
minaría siendo el actual territorio provincial se caracteriza
por una cierta actividad comercial y por un lento pero sos-
tenido crecimiento demográfico, acompañado por avan-
ces en la conquista de las líneas de frontera. Había allí
por entonces una reserva ganadera altamente codiciada
por los territorios limítrofes. Las guerras civiles que suce-
den a la independencia nacional entre 1816 y 1840 oca-
sionan un retroceso en la ocupación del espacio y un nota-
ble decrecimiento económico y poblacional. La región
continúa sumida en el estancamiento hasta mediados
del siglo XIX. Rosario registra 9.785 habitantes y la ciu-
dad de Santa Fe, la capital, 6.102. Coronda, San Lorenzo
y Constitución son las únicas “villas rurales”.
Las transformaciones que habría de experimentar el
actual territorio provincial en pocos años no encuentran
parangón en los siglos anteriores. La inmigración y la colo-
nización son los instrumentos para la organización de un
nuevo sistema productivo que suplanta al precedente. En
este contexto de cambio, las modificaciones del territorio
obedecen a las nuevas demandas productivas y del inter-
cambio: nuevas formas de división, de tenencia y de
explotación de la tierra irrumpen en el cuadro ambiental
tradicional, y una nueva red de centros de distribución se
superpone a la existente, conectando los lugares de la
producción con los puertos de salida a los mercados
internacionales. Los tendidos ferroviarios inciden directa-
mente sobre la nueva organización, marginando o exclu-
yendo ciertas áreas, y colocando otras en un rol protagó-
nico: el ferrocarril se convierte así en una componente
estructural de la nueva conformación del territorio.
El Censo Nacional de 1869 revela ya un notable incre-
mento de la población. La población urbana total de la
provincia se ubica en seis ciudades o villas: Santa Fe, con
10.670 habitantes, Esperanza con 344, y Coronda con
1.245, en las regiones norte y centro. En la región sur,
Rosario, que en 1858 tenía poco más de 9.000 habitan-
tes, llega a los 23.169; San Lorenzo a los 675, y
Constitución a los 610.
La crisis de 1930 marca un punto crítico en la evolución
de la agricultura en el área y en el país, motivando un
brusco fin de esta nueva expansión a causa de una rigu-
rosa restricción de los créditos y de una falta de organiza-
ción defensiva de los productores agrarios. Comienza en
la provincia el proceso de expansión y desarrollo indus-
trial basado en la sustitución de importaciones, acompa-
ñado por migraciones hacia los centros urbanos, en espe-
cial Rosario y Santa Fe. Se registra una acentuación de
las disparidades regionales norte-sur y el inicio del pro-
ceso de metropolización. Pero para entonces, el patrón
de asentamientos de la provincia estaba definitivamente
sellado en sus aspectos estructurales.
A partir de los años 20 se conforma el cordón industrial
del sur de la provincia, en la región de Rosario, y hacia los
'50 se extiende hacia Villa Constitución.
El modelo sustitutivo que estimuló el desarrollo industrial
del centro-sur de la provincia alcanzó a algunos centros
urbanos de la región norte, como Reconquista-
Avellaneda.
En la década de los '60 el transporte automotor culmina
un proceso de reemplazo del ferrocarril, sobre todo en el
sistema de cargas, lo que repercute en la forma y la mag-
nitud de los procesos de crecimiento de algunos centros
urbanos.
En las márgenes del río Paraná se construyen "puertos pri-
vados", que rápidamente alcanzan a embarcar millones
de toneladas de cereales y oleaginosas. Estas incorpora-
ciones se prolongan en los años '80 con otras construc-
ciones, que incluyen instalaciones destinadas al procesa-
miento y embarque de manufacturas de origen agrope-
cuario (y en particular de aceite de soja). En la integración
entre plantas de almacenaje y servicios portuarios algu-
nas empresas aprovechan la primera apertura de los años
'80, situación que se profundiza con la desregulación ocu-
rrida en los años '90.
El proceso de urbanización adquiere un ritmo inusitado,
tanto en lo que se refiere al desplazamiento hacia los gran-
des centros como hacia los núcleos urbanos menores. En
1960 la población rural se redujo a menos de la mitad
con respecto a la de 1947; mientras tanto, la población
urbana creció notablemente, siendo en general los cen-
tros más importantes los que lo hicieron en mayor medi-
da. A partir de finales de la década de 1970 se inicia un
proceso de disminución de los ritmos de crecimiento o de
estancamiento de la población en los centros intermedios
y pequeños que continuará hasta la actualidad, y que en
algunos centros es de franca disminución.
Hoy, tanto la distribución económica como la demográ-
fica evidencian una fuerte concentración geográfica en el
sur de la provincia, en particular en el área de influencia
del sistema portuario de Rosario. La ciudad de Santa Fe,
capital provincial reconoce un marcado predominio no
sólo dimensional, sino también político y económico
sobre una articulada red de centros intermedios y un
número aún mayor de centros pequeños.
(3) Que determina la aparición de la ciudad como el resultado de la necesidad de concentrar funciones de servicios por parte de los
habitantes de un área productiva inmediata.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
EN LA ACTUALIDAD
Como se vio en la Unidad A, debemos hacer notar que las
grandes causas para establecer ciudades (dominio de un
territorio, intercambio comercial, aprovechamiento de
recursos naturales locales) parecen no resultar válidas en
un mundo en el que la distancia ya no es crítica y la des-
centralización es ineludible. De acuerdo a este punto de
vista, las personas ya no requieren estar cerca de un cen-
tro para sobrevivir, pues las nuevas tecnologías de comu-
nicación e información permiten que cualquier persona
consiga lo que necesita sin estar nunca realmente aisla-
da. También se dice que, si la persona ya no está atada a
su trabajo ni a sus fuentes de educación (ya que pueden
contactarse de manera virtual), podrá elegir su lugar de
residencia sin importar siquiera si se encuentra dentro de
un asentamiento establecido.
En este escenario, la ciudad tradicional tal como la cono-
cemos tiende a desaparecer por baja densidad (se habla
de urban sprawl, términos dificultosos de traducir pero
que se comprenden como “desparrame urbano”).
Los suburbios, que tienden siempre a eliminar el espacio
público, se vuelven pequeños feudos privados que care-
cen de la integración e identidad de una ciudad en el sen-
tido tradicional. Las actividades no son ya heterogéneas,
y la vida comunitaria se da de una manera controlada (no
espontánea). Por otro lado, parece que los problemas de
transporte se reducen, los recursos locales se conservan
mejor y los conflictos sociales se atenúan.
Los geógrafos urbanos asumen la conformación de una
ciudad abierta, que supera la compactación espacial de
la época industrial para acometer una desconcentración
sobre los espacios rurales circundantes. Estamos asis-
tiendo a la explosión de la ciudad sobre la región, por la
cual actividades económicas, población y vivienda se
expanden y fluyen hacia las áreas rurales próximas a la
ciudad. Por su parte, los geógrafos rurales hablan cada
vez con más convencimiento del postproductivismo agra-
rio, que significa que se supera definitivamente la vincu-
lación funcional cuasi determinante del campo y de las
actividades agrarias.
La urbanización postindustrial se puede definir genérica-
mente como un fenómeno de cambio social asociado a la
difusión de la cultura urbana en el territorio. Frente a la
urbanización industrial clásica que genera la concentra-
ción de población e industrias en grandes ciudades, los
nuevos procesos de urbanización postindustrial generan
movimientos centrífugos o desconcentradores desde las
ciudades y regiones centrales hacia su periferia. Con
estos flujos tiene lugar lo que se ha llamado urbanización
del campo o urbanización difusa y la redistribución de acti-
vidades económicas y población en el espacio. Se
encuentra asociada al cambio de sentido de los movi-
mientos migratorios campo-ciudad que se transforman
en ciudad-campo.
La urbanización postindustrial implica la transformación
rural al incentivar la diversificación social y económica de
aquellas comunidades rurales que reciben inmigrantes
procedentes de la ciudad.
Este fenómeno de urbanización desconcentrada está ínti-
mamente relacionado con el nuevo tipo de sociedad deno-
minada postindustrial y a la III Revolución Tecnológica, es
decir al surgimiento de la era de las telecomunicaciones,
computadoras y de la alta tecnología en general. Los avan-
ces técnicos traen consigo cambios radicales en las for-
mas de asentamiento humano en el territorio; con ellos
las economías de aglomeración pierden vitalidad debido
a la mejora de las comunicaciones que reducen los cos-
tes de transporte. La universalización del automóvil parti-
cular, la mejora de las redes de comunicación o la nueva
división internacional del trabajo contribuyen a corregir
desequilibrios territoriales y permiten el desarrollo econó-
mico y social en áreas pobres y atrasadas (Burns, 1987).
La Revolución Industrial trajo consigo los procesos de con-
centración de población e industrias y la urbanización y
crecimiento de las ciudades. Según los teóricos de la
sociedad postindustrial (Bell, 1974), también denomi-
nada de la información (Castells, 1989), la innovación
tecnológica actual genera procesos contrarios de des-
concentración y nuevas formas de urbanización.
La suburbanización tradicionalmente ha sido el proceso
de crecimiento o extensión superficial de las ciudades
(Clark, 1989), construyendo áreas suburbanas que son
adyacentes a los espacios de edificación continua pro-
piamente urbanos y que suelen ser espacios de transi-
ción entre las ciudades y las áreas rurales, donde entran
en competencia las funciones urbanas con las rurales.
Generalmente muestran bajos niveles de densidad demo-
gráfica y un alto volumen de movimientos pendulares que
se dirigen a las áreas propiamente urbanas debido a la
vinculación funcional de sus poblaciones residentes;
existe una correspondencia entre las áreas suburbanas y
la denominada Urban Fringe, que es la área de influencia
directa de una ciudad.
El concepto de suburbanización es opuesto al de urbani-
zación concentrada propio de la era industrial, del creci-
miento espacial polarizado y de las economías de aglo-
meración. Representa el ensanchamiento de la urbaniza-
ción tradicional que se difunde o expande en el territorio
de forma laxa y no polarizada. Es el vehículo que pro-
mueve la urbanización del campo y permite "habitar la dis-
tancia", al desvincular el lugar de trabajo del lugar de resi-
dencia en relación directa con las mejoras y avances de
las comunicaciones. (Ver imagen 13)
Debemos tener presente que han sido definidos dos
modelos de expansión difusa de ciudad. Por una parte, el
propio del mediterráneo tradicional por el cual la ciudad
8. BIBLIOGRAFÍA
Aymonino, Carlo, Lo studio dei fenomeni urbani,
Ediciones Officina, 1977.
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Scripta Nova Nº 69 (68). Revista Electrónica de
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Los procesos expansivos de la urbanización en Santa Fe.
Los casos singulares de la expansión interior y la fluvial.
Tesiaria: Arq. Graciela Mantovani, Santa Fe, 2002.
Paisajes intermedios. Materiales para la construcción de
un paisaje contemporáneo. Tesiaria: Arq. Ma. Laura
Bertuzzi, Santa Fe, 2000.
La construcción del territorio metropolitano. Tesiaria: Arq.
Mirta Soijet, Paraná, 2002.
Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio
Actividad
Grafique en diferentes esquemas, dibujos o planos imágenes que muestren las características de la urbaniza-
ción descriptas en las cuatro áreas reseñadas de Santa Fe (el norte, el este, el oeste, el sur). Busque fotografías
que ilustren momentos del proceso de urbanización de una misma ciudad. Describa los cambios e intente ubi-
car cronológicamente sendas imágenes.
1312
Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
(5)
(6)
Que podríamos denominar “clásica” en este tipo de dinámicas urbanas.
Proyecto de Urbanización 1928, Plan Regulador 1947, Plan Nardi 1969, Plan Regulador 1980, Licitación años 90.
9. Propuestas de Acciones de Extensión al Territorio
14 15
Imagen 8
Folleto de venta de lotes sobre Avda. Blas Parera en Santa Fe. 1952
Imagen 9
Anuncio Loteo “La Rinconada”
Fuente: Cátedras Adrián Caballero FADU - UNL.
Foto: Arq. Graciela Mantovani
Imagen 10
Ciudad de Santa Fe. Plaza 25 de Mayo
Fuente: Cátedras Adrián Caballero FADU UNL
Imagen 11
Ambrogio Lorenzetti. El buen gobierno en
el campo. 1348
Imagen 12
La ciudad de Tucumán.
Fuente: El sueño de un orden. CEHOPU
Imagen 13
Vista aérea de la periferia de la
ciudad de Rosario
Unidad b: EL PROCESO DE URBANIZACIÓN