Este documento contiene la oración del rosario dedicada a los misterios gloriosos de María. Incluye las oraciones del acto de contrición, credo y padrenuestro, seguidas de las meditaciones y oraciones de cada uno de los cinco misterios gloriosos: la resurrección de Cristo, su ascensión a los cielos, la venida del Espíritu Santo, la asunción de María a los cielos y su coronación como reina del universo. Finaliza con oraciones dedicadas al Santo Padre y a la Virgen María.
3. ACTO DE
CONTRICION
Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo
corazón de haberte ofendido. Pésame por el
Infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero
mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un
Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes
querría haber muerto que haberos ofendido, y
propongo firmemente no pecar más, y evitar todas
las ocasiones próximas de pecado. Amén.
+ LA SEÑAL DE LA
CRUZ
4. CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa
María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer
día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a
la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia
católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna. Amén
6. «El primer día de la semana, muy de mañana,
fueron al sepulcro llevando los aromas que habían
preparado. Pero encontraron que la piedra había
sido retirada del sepulcro, y entraron, pero no
hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían que
pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas
dos hombres con vestidos resplandecientes. Ellas,
despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron:
"¿Por qué buscáis ente los muertos al que está
vivo? No está aquí, ha resucitado"» (Lc 24, 1-6).
.1 Padrenuestro
-10 Avemarías
-Gloria.
7. María es Madre de Gracia, madre de Misericordia
en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
No te olvides de nosotros en aquella última hora.
Amén.
Oh mi buen Jesús. Perdona nuestros pecados,
libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas especialmente a las más
necesitadas de tú infinita misericordia, Amén.
Nuestra Señora Reina de la Paz –Ruega
por nosotros y por la paz del mundo entero
San Isidro – Ruega por nosotros
- CANTO -
9. «El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al
cielo y se sentó a la derecha de Dios» (Mc 16, 19).
.1 Padrenuestro
-10 Avemarías
-Gloria.
10. María es Madre de Gracia, madre de Misericordia
en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
No te olvides de nosotros en aquella última hora.
Amén.
Oh mi buen Jesús. Perdona nuestros pecados,
libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas especialmente a las más
necesitadas de tú infinita misericordia, Amén.
Nuestra Señora Reina de la Paz –Ruega
por nosotros y por la paz del mundo entero
San Isidro – Ruega por nosotros
- CANTO -
12. «Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos
reunidos en un mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido como el de una ráfaga de viento
impetuoso, que llenó toda la casa en la que se
encontraban. Se les aparecieron unas lenguas
como de fuego que se repartieron y se posaron
sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del
Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras
lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse»
(Hch 2, 1-4).
.1 Padrenuestro
-10 Avemarías
-Gloria.
13. María es Madre de Gracia, madre de Misericordia
en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
No te olvides de nosotros en aquella última hora.
Amén.
Oh mi buen Jesús. Perdona nuestros pecados,
libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas especialmente a las más
necesitadas de tú infinita misericordia, Amén.
Nuestra Señora Reina de la Paz –Ruega
por nosotros y por la paz del mundo entero
San Isidro – Ruega por nosotros
- CANTO -
15. «Todas las generaciones me llamarán
bienaventurada porque el Señor ha hecho obras
grandes en mí» (Lc 1, 48-49).
.1 Padrenuestro
-10 Avemarías
-Gloria.
16. María es Madre de Gracia, madre de Misericordia
en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
No te olvides de nosotros en aquella última hora.
Amén.
Oh mi buen Jesús. Perdona nuestros pecados,
libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas especialmente a las más
necesitadas de tú infinita misericordia, Amén.
Nuestra Señora Reina de la Paz –Ruega
por nosotros y por la paz del mundo entero
San Isidro – Ruega por nosotros
- CANTO -
18. «Una gran señal apareció en el cielo: una mujer,
vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una
corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12,
1)
.1 Padrenuestro
-10 Avemarías
-Gloria.
19. María es Madre de Gracia, madre de Misericordia
en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
No te olvides de nosotros en aquella última hora.
Amén.
Oh mi buen Jesús. Perdona nuestros pecados,
libranos del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas especialmente a las más
necesitadas de tú infinita misericordia, Amén.
Nuestra Señora Reina de la Paz –Ruega
por nosotros y por la paz del mundo entero
San Isidro – Ruega por nosotros
- CANTO -
20. Por el Santo Padre y
todas sus
intenciones
1 Padre Nuestro
3 Ave María
Gloria
21. SALVE
21
Infinitas gracias te damos soberana princesa,
por los favores que todos los días recibimos de
tus benéficas manos. Dígnate señora a
tenernos siempre bajo tu protección y amparo
y para más obligarte, te saludamos con una
salve. Dios te Salve, Reina y Madre de
misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve. A ti llamamos los desterrados
hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y
llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues,
Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos, y, después de
este destierro, muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh
piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por
nosotros santa Madre de Dios, para que
seamos dignos de alcanzar las promesas y
gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
22. Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por
su vida, muerte y Resurrección nos
ha merecido el premio de la
bienaventuranza eterna,
concédenos a quienes meditamos
los misterios del Santísimo Rosario
de la Virgen María, imitar lo que en
ellos se contiene y alcanzar lo que
prometen, por el mismo Jesucristo,
Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, + y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.