Tres objetos voladores no identificados se han descubierto recientemente que podrían ser planetas más allá de Neptuno. Estos objetos se mueven lentamente como planetas y están alterando las órbitas de objetos en el cinturón de Kuiper, lo que sugiere que uno de ellos podría ser el planeta 9 predicho por los científicos. La existencia de estos objetos masivos más allá de Neptuno también podría explicar cambios recientes en el eje y la actividad del Sol.
1. EL PLANETA NOVENO NO ESTÁ SOLO
Contenido completo en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=8fUCHAJVMRU
Existe desde hace algunos años un gran misterio en la astronomía que es la
existencia de un noveno planeta, un inmenso astro que está alterando la órbita de
Plutón y está cambiando la orientación del Sol. Un tema importante por lo que
respecta a posibles tormentas solares que podrían afectar a nuestro mundo.
Hablamos de un planeta no visible aún pero que sorprendentemente si
aparece en las tablillas astronómicas sumerias y que debe existir, tal y como se
está demostrando matemáticamente en las últimas fechas. Y, según parece,
estamos cada vez más cerca de verlo. De hecho, se acaban de descubrir no uno,
sino tres objetos voladores no identificados que, efectivamente, se moverían
exactamente tal y como lo haría un planeta en esa región del espacio. Tres como
un planeta y otro a toda velocidad. ¿Acaso uno de esos cuerpos es nuestro
planeta 9?
Estamos hablando de un descubrimiento fascinante que según Brad Tucker,
investigador de la escuela de astronomía y astrofísica del observatorio del monte
Stromlio, de la Australian National University, esos cuatro posibles objetos hallados
2. sospechosos y ubicados en esa región del cosmos son unos de los más
interesantes jamás descubiertos en la historia. Y resulta que si empezamos a
estudiar el tema nos encontramos que las características de uno de ellos son
únicas, porque va demasiado deprisa como para ser un planeta, pudiendo ser un
asteroide, además con una trayectoria, por cierto, indeterminada; pero los otros
tres van demasiado despacio, igual que lo haría un planeta. Nunca se había visto
nada igual.
Veamos el tema de una forma más profunda, porque resulta que hace muy
poquito tiempo esta universidad australiana invitó a algunos voluntarios a analizar
imágenes tomadas por el telescopio SkyMapper, en el observatorio
de Siding Spring, y el resultado fue un auténtico éxito. Examinaron y analizaron
cuatro millones de objetos que orbitaban en las afueras de nuestro sistema solar y
fue entonces cuando hallaron esos cuatro extraños objetos que podrían ser el
planeta 9. Pero, claro, son tres posibles planetas, como decíamos antes, y
entonces hablaríamos también de otras dos sorpresas: un planeta 10 y un
planeta 11. Algo que, por otra parte, justificaría las alteraciones en el eje del Sol de
forma mucho más fuerte de lo que en un principio se podría pensar y también
justificaría el extrañísimo comportamiento que vemos con respecto a las tormentas
solares de los últimos años.
De esto, si nos acordamos, nos viene bueno pues avisando los gobiernos desde
hace unos años, tanto Angela Merkel en Europa como los últimos presidentes
norteamericanos. Esto lo hizo Barack Obama pero Donald Trump ha pasado
bastante del tema. Eso sí, algo saben las altas esferas y algo se comienza
a descubrir de este extraño planeta 9, ahora posibles, también, planetas 9, 10 y 11
con su influencia en el Sol. Lo que estamos viviendo con este descubrimiento
teórico de estos cuerpos es histórico, ya que según científicos como Tucker, el
planeta 9 debe de existir sin ninguna duda, ya que un cuerpo masivo como éste y
los otros dos, explicarían las extrañas órbitas de planetas como Plutón y como
Neptuno, además de otros cuerpos en el borde del sistema solar.
De hecho, fue así como se consiguió descubrir a Plutón en el año 1930, ya que
Neptuno también presentaba peculiaridades en su órbita. Ahora está pasando
exactamente lo mismo. Por otro lado, todo esto se suma a las declaraciones de
científicos de la NASA, que han encontrado evidencias de que un cuerpo diez
veces más grande que la Tierra puede estar orbitando fuera de nuestro sistema
solar a una distancia 20 veces más lejos del Sol que Neptuno. Su órbita tardaría
entre 10.000 y 20.000 años en dar una vuelta al Sol. Son diferentes científicos
los que están exponiendo este tipo de información; es decir, parece que lo que
está ocurriendo en el Sol podría tener una causa en las afueras del sistema
solar gracias a los movimientos de diferentes astros, aún no vistos pero que
estarían ahí.
Es fantástico lo que estamos descubriendo los seres humanos. Y esto lo han
estado exponiendo desde que hace tres años se eliminara la acepción de planeta
a Plutón, y se demostrarán los cálculos desde el Instituto Tecnológico de
California. Se pensaba que matemáticamente debería haber otro planeta pero en
ningún caso se habló de otros dos cuerpos; de ahí el increíble misterio recién
3. descubierto. Por tanto, existen varias opciones a cada cual más fascinante y lo voy
a estudiar un poquito con vosotros. La primera: que esos tres cuerpos lentos
y ese cuerpo rápido no son ni un asteroide ni tres planetas. Esto es una hipótesis
que tenemos que evaluar. Estos cuerpos con, recordemos, su propia gravedad
serían, asombrosamente, objetos voladores no identificados masivos. La gravedad
estaría ahí e influiría sobre Plutón y, lo más fuerte, estaría influyendo sobre el Sol
por razones indeterminadas y además inevitables. La segunda opción sería
quizá la más plausible, la más lógica; y es que uno de esos tres cuerpos lentos sea
nuestro planeta 9 y el rápido sí sea un asteroide y los otros dos sean, incluso, dos
lunas atrapadas. De hecho, una de las hipótesis que se barajan sobre la aparición
de este cuerpo es que debe ser tan inmenso como Neptuno y que haya aparecido
tras un impacto entre las lunas de Júpiter o Saturno, algo que tuvo que ser
impresionante de verse en la antigüedad, algo que en el pasado tuvo que
ser increíble de verse si hubiésemos tenido una cámara para verlo en directo. Es
interesante observar que el profesor asistente Konstantin Batygin, del Instituto de
Tecnológico de California, en Pasadena, que trabaja junto al doctor Michael Brown,
una de las máximas figuras en la astronomía actual y principal buscador del planeta
9, también ha declarado que en el cinturón de Kuiper, una inmensa región rocosa
del espacio que rodea nuestro sistema solar, se están dando
anomalías gravitatorias propias de la presencia de, como mínimo, un objeto super
masivo de un tamaño cinco mil veces superior al tamaño de Plutón. Según sus
estudios y en base a sus declaraciones a diferentes medios, como la BBC, al
menos seis objetos del cinturón de Kuiper están siendo empujados por los cuatro
objetos desconocidos que están bajo vigilancia y, sobre todo, por los
tres objetos que se mueven tan despacio como lo haría un planeta. Entonces
tenemos una situación inaudita: un seguimiento de un observatorio a cuatro
totalmente descontrolados que ejercen una fuerza gravitatoria, de los cuales nadie
sabía absolutamente nada, y que tienen diferentes velocidades. Uno va a toda
velocidad y los otros tres se comportan como planetas, pero nadie los ha visto,
excepto uno de ellos, que lo vieron los sumerios. No se sabe cómo lo vieron
pero ahí aparecen en las tablillas. Los cuatro que matemáticamente pues deben
estar ahí son inmensos
y son capaces de cambiar el eje del Sol, además de ejercer una fuerza tal como
para crear tormentas solares que podrían ser devastadoras para nuestro mundo
en un futuro cercano. Los cuatro cuerpos influyen en una región rocosa en el último
mundo de nuestro sistema solar y lo más importante: son tan grandes que
son capaces de interaccionar con nuestra nuestra estrella, con nuestro Sol,
creando situaciones que pueden cambiar nuestro clima espacial. Nuestro sol
cambia su orientación, varía su trayectoria, rota de manera diferente por su acción,
incluso estando tan lejos; fijaos lo grandes que deben de ser. ¿Qué es lo que
estamos descubriendo? ¿Qué son esos tres objetos inmensos? ¿Estamos
hablando del planeta 9, del 10 y del 11? Tendremos que estar atentos a los
nuevos descubrimientos y tenemos que estar también muy atentos a la actividad
solar porque, evidentemente, tal y como se muevan esos tres grandes astros o
esos tres grandes objetos voladores no identificados masivos, así ocurrirá
en nuestro Sol y por tanto, así pasará en nuestro planeta. Es posible que pueda
ocurrir un nuevo evento Carrington, tal y como ocurrió en el pasado. Y todo esto
gracias a lo que está pasando en un en unos mundos que están más allá
de Plutón.