Después de sufrir un infarto, la sexualidad de una persona se transforma, pero debe enfocarse en incrementar el placer. Aunque existe miedo a otro episodio durante la actividad sexual, es posible restablecer la vida íntima siguiendo las indicaciones médicas y adoptando un nuevo estilo de vida más saludable. Con orientación adecuada, la autoestima y la intimidad pueden recuperarse para disfrutar el sexo con renovados ímpetus pero de manera pausada.
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Renovación de la vida
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Siglo nuevo
Siglo nuevo
Renovación
de la vida
Uno de los placeres más grandes de la vida es el sexual, y su
más grande enemigo: el miedo. Después de haber sufrido un
infarto, es lógico que la manera de vivir la sexualidad se trans-
forme, pero siempre debe ser para incrementar el goce.
Por: Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya
Foto: Archivo Siglo Nuevo
sexualidad
Por: Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya
Foto: Archivo Siglo Nuevo
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T
odo comenzó con un
dolorenlabarbillaque
corría por todo el lado
izquierdo hasta el brazo. Una
sensación de opresión sobre
el corazón le hacía sentir que
iba a morir. La posibilidad de
no llegar al hospital más cer-
cano le recordaba las caras
de sus hijos que recién había
dejado en casa. Juan, a sus 42
años, estaba sufriendo un in-
farto y sentía que la vida se
le iba de las manos en medio
de un enorme dolor en el pe-
cho.Enotraparte,estemismo
evento ocurría con una mujer
de 50 años, trabajadora, casa-
da y feliz en su matrimonio.
La sensación de sufrir un
infarto al miocardio es pode-
rosamente avasallante. No
existe otra experiencia con la
cual compararla que el atrope-
llamientodeuntren.Vivirdes-
pués de un infarto es cambiar
la manera de ver la vida, es sa-
berse frágil a pesar de haber
estado seguro que eso nunca
pasaría. Los dos protagonis-
tasdeestanarraciónsirvende
ejemplo para indicar que todo
hombre o mujer puede sufrir
alguna vez un infarto al mio-
cardio y, con ello, dar un giro
total a su existencia.
INFARTO DE MIOCARDIO
Se presenta cuando una par-
te del músculo del corazón
se muere por la falta de flujo
sanguíneo; es decir, las arte-
rias coronarias -que son las
que distribuyen la sangre al
corazón- se obstruyen por un
proceso de arterosclerosis: la
acumulación de grasa y teji-
do fibroso en las paredes. El
cúmulo de material graso se
encuentra rodeado de una cu-
bierta de células que la aíslan
delacorrientesanguínea.Pue-
de suceder que ésta se rompa
repentinamente y desencade-
ne un infarto.
¿Qué puede provocar un
infarto? Existen dos tipos de
factores de riesgo: los heredi-
tarios, tales como padecer
diabetes mellitus o hiperten-
sión arterial, así como tener
antecedentes familiares de
cardiopatías; y los factores
adquiridos, como fumar, co-
mer grasas, tener el colesterol
elevado, vivir con estrés cons-
tante, no hacer ejercicio y la
obesidad.
SEXUALIDAD
Y CONVALECENCIA
Luego de sobrevivir a un in-
farto, el miedo a un nuevo e-
pisodio durante la actividad
sexual puede obstaculizar o
impedir que se reanude la vi-
da íntima de la pareja. Resta-
blecer la vida sexual después
de la convalecencia es posible
siempre y cuando se sigan
las indicaciones del médico,
nutriólogo y psicólogo, asu-
miendo un nuevo estilo de
vida: cambiando su régimen
alimenticio, actividad física y
actitud ante la vida.
Escomúncreerqueduran-
te la fogosidad del encuentro
sexual, al verse acelerado el
pulso, se desencadene otro a-
taque, pero la experiencia clí-
nico-médica nos indica que
no tiene por qué interrumpir-
se el goce y disfrute de la vida
sexual sólo por haber pasado
por un infarto. La actividad
sexual no es tan intensa en
cuanto a la exigencia al co-
razón: en comparación, es la
misma que cuando se da un
paseo ligero o se suben uno o
dos pisos por una escalera.
La parte más compleja del
asunto está en aceptarse des-
pués del infarto como un ser
vulnerableydarsecuentaque
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la vida es fugaz. Darse cuenta
equivale al cincuenta por cien-
todelcambiodeactitudfrente
a la vida; el otro cincuenta res-
tante está en poner manosala
obrayasumirlaintimidadcon
renovados ímpetus. Gracias a
la experiencia del infarto, se
da un nuevo sentido al tiem-
po y a lo que se hace: ahora se
sabe que gozar sexualmente
es un placer para disfrutarse
despacio.
Si previo al ataque, la pa-
reja tenía problemas en la in-
timidad, este revés puede da-
ñar seriamente la autoestima
del infartado, hombre o mujer,
y llevarle a una depresión que
tendrá que ser atendida médi-
ca y psicológicamente. Algu-
nos pacientes deben acudir a
un sexólogo a fin de recibir o-
rientación o terapia para re-
cuperar la fuerza sexual que
vieron perjudicada durante
el proceso de rehabilitación
cardiaca.
La autoestima y la propia
visión del desempeño sexual
se ven fuertemente amenaza-
das y es lógico que se llegue
con inseguridad a la cama. U-
na buena orientación sexual
quitará falsas ideas o temores
infundados al paciente, y los
múltiples recursos sexo-tera-
péuticos le brindarán el apo-
yo requerido para revivir la
flama de la pasión sexual.
RECOMENDACIONES
PARA UNA NUEVA VIDA
Reanude su vida sexual con
unaparejaconquiensesienta
aceptado y a gusto.
Realice el acto sexual como
lo practicaba antes, pierda el
temor;porelmomentonobus-
que innovaciones.
Si presenta alguna anoma-
lía, suspenda la actividad y
pida la opinión de su médico.
Recuerde:elplacersexuales
para disfrutarse despacio, no
corra.
Procure dejar pasar tres ho-
rasdespuésdehaberingerido
alimentos para tener relacio-
nes sexuales. Es importante
no sobrepasarse en la canti-
dad de comida y seguir la die-
ta que le recomendaron.
Las posiciones pasivas le
serán más cómodas pues no
le exigirán esfuerzo adicio-
nal. No se preocupe, ya habrá
tiempo suficiente para demos-
trarle a su pareja quién es us-
ted en la cama.
No se tome la vida tan en se-
rio. Usted tiene algo que pre-
sumir: el infarto le ha dado
una nueva manera de vivir.
¡Gócela hoy mismo! §
Correo e: sexologosilvestrefaya
@hotmail.com