2. Criollismo
–
El centenario de la Independencia (1910) alienta el criollismo,
movimiento que nació a finales del siglo XIX, influido por la
independencia de las naciones latinoamericanas del yugo español.
Se caracterizó por obras épicas, de luchas jerárquicas, que
buscaban plasmar una tesis sobre la sociedad.
Dentro de sus exponentes, destaca Baldomero Lillo con Sub Terra y
Sub Sole; Alberto Blest Gana, con el clásico Martín Rivas y Mariano
Latorre con su obra Zurzulita.
3. Imaginismo
–
Por oposición al criollismo, acusado de nacionalismo estrecho y
falta de fantasía, aflora la corriente imaginista, cuyo apogeo se vive
entre 1920 y 1970.
A pesar de sus disidentes “criollos”, que postulan que la literatura
debe ser un reflejo de lo que se vive en el país, sus exponentes
logran sobreponerse con obras que a posteriori se transformarían
en referentes del género, como La sombra del humo en el espejo de
Augusto d'Halmar; Alsino de Pedro Prado; Barco Ebrio de Salvador
Reyes y La niña de la prisión y otros cuentos de Enrique Délano.
4. Poesía
–
Durante el primer cuarto del siglo XX un conjunto de poetas
lograron renovar la escena literaria chilena.
La primera manifestación de este conjunto comenzó con la
publicación de la obra Flores de cardo de Pedro Prado en 1908,
introduciendo el verso libre, una nueva forma de poesía.
Durante este período, también destaca Gabriela Mistral con Sonetos
de la muerte y Desolación, obra que la haría merecedora del Premio
Nobel de Literatura, conviertiéndola en la primera latinoamericana
en recibir este reconocimiento.
5. Poesía
–
Otra de las figuras influyentes en la poesía nacional fue Vicente
Huidobro, quien junto a Pierre Reverdy, fundó el creacionismo, un
concepto literario basado en la creación de caligramas
representativos del verso.
Por otra parte, y resaltando por su visión anárquica, rupturista y
polémica del mundo, es como se introduce Pablo de Rokha en la
escena literaria chilena. Dentro de sus publicaciones iniciales,
destacan El folletín del Diablo, Sátira y Los gemidos.
Durante esta etapa, un incipiente Pablo Neruda publica sus
primeros versos bajo el título Veinte poemas de amor y una canción
desesperada, con tan sólo 19 años.
6. Literatura infantil
–
A partir de la década del 30’, la literatura infantil adquirió
considerable importancia en la escena chilena. Sin embargo, su
inicio se establece en los primeros años del siglo XX, cuando se
fundan diversas revistas que buscan atraer al público infantil, tales
como la Revista de los Niños, Chicos y Grandes y El Peneca, siendo
esta última la que más perduraría.
En 1947, Esther Huneeus Salas de Claro, bajo el pseudónimo
Marcela Paz, publicaría lo que sería su obra más famosa:
Papelucho, dejando atrás el anonimato e insertándose en la cultura
popular chilena para siempre.