2. Las principales
aportaciones de
Sócrates a la estética
se agrupan en 5 tesis
fundamentales:
•La teoría de la representación de
la Naturaleza por el arte.
•La teoría de la idealización del
arte.
•El concepto de belleza espiritual.
•La belleza y su adaptación al fin.
•La euritmia.
3. La representación de la
Naturaleza por el arte
Sócrates fue uno de los primeros filósofos que intentaron delimitar
los rasgos peculiares del trabajo del artista. Concretamente del pintor
y del escultor, es decir, intentó establecer los rasgos que distinguen las
bellas artes de otras actividades humanas. Sócrates explicó que
mientras las otras artes, como las del herrero o el zapatero eran
objetos que la naturaleza no produce, la pintura y la escultura repiten
lo mismo que ya existe en la naturaleza, es decir, la pintura y la
escultura tienen un carácter imitativo y también representativo que
las diferencias de las otras. (Texto: “pintura es una representación de
lo que se ve....”).
Esta idea era evidente para los griegos, pero carecían del concepto de
creación artística y éstos veían en el arte tres factores:
• El concebido pro la naturaleza: el material.
• Lo transmitido por la tradición: conocimiento.
• Lo que procedía del artista: el trabajo.
No conocían un cuarto factor, la creatividad individual, por lo que no
valoraban la originalidad por ello la idea de Sócrates fue, por tanto,
aceptada y llegó a ser fundamental en los primeros grandes sistemas
éticos de Platón y Aristóteles.
4. Sócrates hablaba del concepto de mimesis pero no utilizó el
término en sí. Este punto de vista socrático de la mimesis se diferencia
mucho de la mimesis de Demócrito. Cuando éste habla de mimesis se
refiere a que el arte en general debe imitar a la naturaleza en sus
maneras de obrar, la de “remedar”. Éste es un concepto más amplio
que el de Sócrates, porque no hay que olvidar que Sócrates se refiere
exclusivamente a las artes de la representación.
Aquí hay un problema semántico. Al principio de la cultura griega el
término mimesis se utilizó para referirse a la manifestación de los
sentimientos, la expresión de las creencias vividas y todo ello mediante
gestos, sonidos y palabras. Es muy probable que el término mimesis
surgiera en relación al culto dionisíaco donde dominaba la mímica, el
canto y las danzas rituales de los sacerdotes.
Todas esas cosas permitían la liberación de los sentimientos y la
purificación (música, danza, mímica...- triúnica choreica: sólo con el
tiempo se separan).
El principio de mimesis se aplicaba a la triúnica choreica, pero nunca a
las artes plásticas. Demócrito da un nuevo significado a la palabra
mimesis, para él es remedar, imitar la naturaleza pero en todas las
artes (“a la araña en el tejer...”). Sócrates lo utiliza de una manera
diferente. Lo utiliza en el sentido de reproducir la realidad externa y lo
aplica a la pintura y la escultura, pero no utiliza la palabra mimesis.
5. La idealización del arte
En su diálogo con Parrasio, Sócrates decía: “al reproducir
las figuras hermosas....”. Teoría de la idealización de la
Naturaleza que completa y modifica la teoría de la
representación de la naturaleza por el arte.
Con estas palabras Sócrates nos dice algo importante: el
arte no imita la Naturaleza, sino que la mejora, la idealiza.
El arte griego representa la realidad, pero no exactamente,
porque tenía un elemento de idealización.
6. La belleza espiritual
Afirma que el arte no representa sólo el cuerpo sino que representa también el
carácter del alma, es decir, se refiere a lo no visible, las actitudes o disposiciones
mentales, el sentimiento. Él decía que eso estaba por encima de las posibilidades del
arte porque el alma no tiene ni simetría ni color, que son los elementos de los que se
sirve el arte representativo.
Esta idea es ya una modificación realizada frente a una concepción puramente
representativa del arte. Es importante tener en cuenta esto: idealización del arte y
cómo el arte no representa solo el cuerpo sino también el alma, lo no visible.
Las teorías de Sócrates, por tanto, están presentes en el arte realizado en Grecia en
esa época. Para Sócrates, esa representación del alma lleva consigo el concepto de
belleza espiritual: concepto importante porque se aparta de la concepción pitagórica
de una belleza formal.
A diferencia de los pitagóricos la belleza dependía de la proporción, de la medida y el
número, pero para Sócrates dependía también de la expresión del alma, es decir, de
la expresión de los sentimientos y emociones. Esta teoría socrática establecía una
conexión más estrecha entre la belleza y el hombre, mientras que la concepción
pitagórica buscaba la belleza en el cosmos antes que en el hombre.
7. La belleza y su
adaptación al fin
Para Sócrates la belleza de una cosa reside en que se adapte a su fin.
Cada cosa es hermosa si sirve bien a su fin, si hay correspondencia entre
el objeto y su propósito, por eso un escudo es bonito cuando cumple
bien su función, proteger. Sócrates identifica, por su parte, la belleza con
el bien.
Sócrates identifica la belleza con el bien al igual afirma que todo lo que es
bueno es también bello. Esa identificación era natural para los griegos y
estaba presente en su tradición. Primero porque encontraban bueno
aquello que cumplía su función, además porque consideraban la belleza
en un concepto muy amplio, que incluía también valores morales: belleza
era aquello que gustaba y despertaba admiración.
Sócrates afirma que todo lo que es bello y bueno es, a su vez, útil, lo que
se adapta al fin. Además, Sócrates pensaba que tan sólo puede gustar lo
que sirve al objeto, lo bueno. La identificación de la belleza como
adaptación al fin, y de la belleza como lo bueno. Se resume con la última
frase del texto: “todas las cosas son buenas y hermosas para lo que vayan
bien y malas y feas para lo que vayan mal”.
La belleza de la adaptación al fin, Sócrates la denominó con una palabra
que provenía de la misma raíz de armonía: armotton.
8. Sócrates aplicó especialmente a la arquitectura su idea de
belleza como adaptación al fin: “habrá de ser considerada
con justicia la vivienda más hermosa....en la que el hombre
se cobije mejor”, donde el propietario se encuentre mejor,
donde pueda dejar sus pertenencias con la mejor
seguridad, sin importar la cantidad y cualidad de escultura y
pintura que tenga.
Si cumple su función será bueno y bello, sino no será
apropiado. La tesis de adaptación al fin nos parece
relativista, porque habla de conveniencia. La diferencia es
fundamental porque para Sócrates un objeto es bello
cuando se adapta a un fin, mientras que para los sofistas el
objeto es bello (útil) cuando se adecua, cuando conviene al
gusto del que lo mira.
La postura de Sócrates era funcional, mientras que la
postura de los sofistas era subjetiva. La de Sócrates estaba
condicionada a la función que el objeto tenía que cumplir,
mientras que para los sofistas era aquello que gustaba. Son
sus tesis, por tanto, diferentes. Uno busca la utilidad
mientras que los otros buscan que les gustara
particularmente.
9. Euritmia
Buenas proporciones.
Sócrates habla de que la belleza se adapta al fin, que tiene que ver mucho con el que
la utiliza, no es la belleza en abstracto. La belleza que se adapta al fin es la más
perfecta para Sócrates.
Con esta opinión, Sócrates llevó esta doctrina al extremo. Para él las cosas feas
pueden ser bellas si son útiles, por ejemplo: decía que sus ojos eran feos pero eran
bellos porque se movían y podían mirar de frente, a los lados, y por eso eran bellos,
porque eran útiles.
Los romanos tradujeron armotton (belleza adaptada al fin) por decorum o aptum,
distinguiendo dos tipos de belleza:
• Decorum o aptum las cosas bellas por su utilidad u objetivo. La belleza de lo
adecuado.
• Pulchrum las cosas bellas por su forma. La belleza de la proporción.
Por otra parte, Sócrates empezó a utilizar términos que más tarde los griegos
emplearían con mucha frecuencia. Por ejemplo, la euritmia, las proporciones
eurítmicas que estaban determinadas por la existencia de unas medidas y unos ritmos
adecuados.
La palabra euritmia llegó a ser un término básico para designar la belleza con un
sentido restringido. Actualmente se define como la buena proporción y
correspondencia de las diversas partes a una obra de arte. La relación armónica de
unas partes con otras y de éstas con el conjunto, por ejemplo Vitrubio, el escritor
romano, diría que la euritmia es la relación de unas partes con otras y de éstas con el
todo.