3. 3
“La renovación de nuestra mente consiste en el abandono
del pecado y el cambio de los patrones de pensamiento y
conducta pecaminosos con los que hemos venido del
mundo, despojándonos de ellos y cambiándolos por
pensamientos bíblicos y una práctica bíblica, la que
proviene de la continua lectura, meditación e interiorización
de la Palabra de Dios”
4. Introducción
4
▪ ¿Por qué debemos renovar nuestra
mente?
▪ ¿Cómo empezamos a renovar nuestra
mente?
▪ ¿Cuáles son los principales obstáculos
para renovar nuestra mente?
5. ¿Por qué
debemos renovar
nuestra mente?
5
Debemos renovar nuestra mente:
▪ Porque nuestra mente natural no
entiende las cosas espirituales
▪ Porque hay promesa de paz cuando
pensamos en Dios
▪ Porque debemos llevar cautivo todo
pensamiento a Cristo
▪ Porque Cristo ya padeció por nosotros
en la carne
6. “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente. En
cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es
juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor?
¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de
Cristo” (1 Corintios 2:14-16)
6
RAZON 1: Debemos renovar nuestra mente porque nuestra mente natural no
entiende las cosas que son del Espíritu de Dios
7. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en
ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová
perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza
de los siglos” (Isaías 26:3-4)
7
RAZON 2: Debemos renovar nuestra mente porque hay promesa de paz cuando
ponemos nuestros pensamientos en Dios
8. “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales,
sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra
el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento
a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:3-5)
8
RAZON 3: Debemos renovar nuestra mente porque debemos llevar cautivo todo
pensamiento a Cristo
9. “Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne,
vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues
quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no
vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las
concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad
de Dios. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que
agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias,
embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías”
(1 Pedro 4:1-3)
9
RAZON 4: Debemos renovar nuestra mente porque porque Cristo ya padeció
por nosotros en la carne; por lo tanto debemos vivir para obedecer a Dios
11. ¿Cómo
empezamos a
renovar nuestra
mente?
11
Empezamos a renovar nuestra mente
cuando:
▪ Tomamos conciencia y nos
arrepentimos del pecado
▪ Velamos en oración y la Palabra
▪ Meditamos en la Palabra de Dios
▪ Mantenemos enfocada nuestra mente
en Cristo
▪ Obedecemos al Señor en todo
12. “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de
sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y
perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14)
12
PASO 1: Nos arrepentimos del pecado
13. “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a
la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”
(Mateo 26:41)
“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra
ti” (Salmos 119:11)
13
PASO 2: Velamos en oración y en la Palabra para no volver a pecar
14. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de
malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de
escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová
está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”
(Salmos 1:1-2)
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de
día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8)
14
PASO 3: Meditamos, memorizamos e interiorizamos la Palabra de Dios
15. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo
que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y
oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con
vosotros” (Filipenses 4:8-9)
15
PASO 4: Mantenemos enfocada nuestra mente en lo que le agrada a Dios
16. “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed
sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá
cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes,
no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en
vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo,
sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”
(1 Pedro 1:13-16)
16
PASO 5: Estamos listos para obedecer a Dios
18. ¿Cuáles son los
principales
obstáculos para
renovar nuestra
mente?
18
▪ 1. Pereza
▪ 2. Falta de oración
▪ 3. Pecado oculto
▪ 4. Vicios que nos roban tiempo y atención
▪ 5. Inmoralidad sexual
▪ 6. Cansancio extremo
▪ 7. Ideas pecaminosas
▪ 8. Ideas erradas preconcebidas
Queridos hermanos, en esta oportunidad vamos a continuar con la serie de enseñanzas que hemos empezado hace semanas atrás y donde exploramos este importante concepto y mandamiento bíblico de renovar nuestra mente. Solo a modo de recordatorio, hemos dicho que:
“La renovación de nuestra mente consiste en el abandono del pecado y el cambio de los patrones de pensamiento y conducta pecaminosos con los que hemos venido del mundo, despojándonos de ellos y cambiándolos por pensamientos bíblicos y una práctica bíblica, la que proviene de la continua lectura, meditación e interiorización de la Palabra de Dios”
Hoy vamos a profundizar un poco en las razones por las cuales debemos renovar nuestra mente para poder experimentar la bendición de Dios y una vida con gozo, plenitud y significado; así como la manera práctica de cómo empezar este cambio bíblico y los principales obstáculos que pueden presentarse en nuestras vidas y que nos impidan renovar nuestra mente.
Dado que el creyente ha sido llamado a manifestar la mente de Cristo en su interior, debe tener el mismo pensamiento que tuvo el Hijo de Dios en vida terrenal: obedecer al Padre Celestial por amor.
“Haya, pues, en vosotros este sentir (lit. actitud mental, disposición de la mente) que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2:5-8)
Pereza para leer disciplinadamente la Palabra de Dios todos los días
Falta de oración, de un tiempo devocional todos los días
Algún pecado oculto que no hemos confesado a Dios y del cual no nos hemos arrepentido
Nos hemos dejado dominar de algún vicio como el Facebook, los juegos por celular, la televisión, el periódico, todo aquello que nos quita tiempo y llena nuestra mente de “basura”
Inmoralidad sexual
Cansancio extremo
Ideas pecaminosas de depresión, culpa, vergüenza, patrones equivocados de pensamiento
Ideas erradas preconcebidas con respecto a la vida cristiana o a la Biblia
En las siguientes semanas continuaremos explorando este maravilloso tema de la renovación de nuestra mente; pero por ahora creo que tenemos abundante material para meditar, pensar y decidir cambiar para la gloria de Dios. Cualquiera que sea tu condición actual, te animo, exhorto e invito a que abandones los patrones de la vida antigua y empieces el proceso de cambio bíblico en tu vida, para la gloria de Dios, para tu bienestar y para la bendición de todos los que te rodean.
Oremos al Señor.