El documento habla sobre los 100 años de las apariciones de Fátima y la celebración de la Jornada Mundial del Enfermo. Incluye partes del secreto de Fátima revelado por Sor Lucía en 1917 que describen una visión apocalíptica. También contiene información sobre eventos y actividades en el convento San Alberto Magno relacionadas con la caridad hacia los damnificados y la enseñanza bíblica.
1. 100 años de
Fátima
El Papa Francisco nos pide en FEBRERO rezar por aquellos que están agobiados,
especialmente los pobres, los refugiados y los marginados, para que encuentren acogida y
apoyo en nuestras comunidades
BOLETÍN DEL CONVENTO SAN ALBERTO MAGNO
400 años de la Muerte de Santa Rosa| 100 años de Fátima
AÑO 12/ N°106/FEBRERO 05 2017 / V Domingo T° Ordinario
conventosanalbertomagno@peru.op.orgEscribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo
ordenáis por medio de Su Excelencia
Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de
la Santísima Madre vuestra y mía.
Después de las dos partes que ya he expuesto,
hemos visto al lado izquierdo de Nuestra
Señora un poco más en lo alto a un Ángel con
una espada de fuego en la mano izquierda;
centelleando emitía llamas que parecía iban
a incendiar el mundo; pero se apagaban al
contacto con el esplendor que Nuestra
Señora irradiaba con su mano derecha
dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra
con su mano derecha, dijo con fuerte voz:
¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos
en una inmensa luz qué es Dios: « algo
semejante a como se ven las personas en un
espejo cuando pasan ante él » a un Obispo
vestido de Blanco « hemos tenido el
presentimiento de que fuera el Santo Padre ».
También a otros Obispos, sacerdotes,
religiosos y religiosas subir una montaña
empinada, en cuya cumbre había una gran
Cruz de maderos toscos como si fueran de
alcornoque con la corteza; el Santo Padre,
antes de llegar a ella, atravesó una gran
ciudad medio en ruinas y medio tembloroso
con paso vacilante, apesadumbrado de dolor
y pena, rezando por las almas de los
cadáveres que encontraba por el camino;
llegado a la cima del monte, postrado de
rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto
por un grupo de soldados que le dispararon
varios tiros de arma de fuego y echas; y del
mismo modo murieron unos tras otros los
Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y
diversas personas seglares, hombres y
mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo
los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles
cada uno de ellos con una jarra de cristal en la
mano, en las cuales recogían la sangre de los
Mártires y regaban con ella las almas que se
acercaban a Dios.
Sor Lucia de Jesus Rosa dos Santos,
vidente de Fátima.
Tercera parte del secreto revelado
el 13 de julio de 1917 en la Cueva
de Iria-Fátima.
“Compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que
veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne. Entonces despuntará tu luz
como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y
detrás de ti irá la gloria del Señor.
Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!".
si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las
tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía...” (Is, 58,7-10)¡Ven, descubre el asombroso
mundo de la Biblia y aprende a
leerla e interpretarla...!
Miércoles de 7:00 a 8:00 p.m.
Aquí en nuestro convento San Alberto Magno.
¿Quieres colaborar con los
damnificados de los huaicos e
inundaciones?
Puedes donar alimentos no perecibles,
agua envasada, artículos de higiene
personal, calaminas, materiales de
construcción y carpas. Ingresa a
www.caritas.org.pe ó Búscanos en:
Calle Omicrón 492 - Callao
(altura de la cdra. 58 Av. Colonial)
Entre inundaciones y huaicosEntre inundaciones y huaicos
¡emergencia y solidaridad!¡emergencia y solidaridad!
2. Jornada Mundial del
Enfermo 2017
l próximo 11 de febrero se celebrará
Een toda la Iglesia y, especialmente,
en Lourdes, la XXV Jornada
Mundial del Enfermo, con el tema: El
asombro ante las obras que Dios realiza:
«El Poderoso ha hecho obras grandes por
mí…» (Lc 1,49). Esta Jornada, instituida
por mi predecesor san Juan Pablo II, en
1992, y celebrada por primera vez
precisamente en Lourdes el 11 de febrero
de 1993, constituye una ocasión para
prestar especial atención a la situación de
los enfermos y de todos los que sufren en
general; y, al mismo tiempo, es una
llamada dirigida a los que se entregan en su
favor, comenzando por sus familiares, los
agentes sanitarios y voluntarios, para que
den gracias por la vocación que el Señor les
ha dado de acompañar a los hermanos
enfermos. Además, esta celebración
renueva en la Iglesia la fuerza espiritual
para realizar de la mejor manera posible
esa parte esencial de su misión que incluye
el servicio a los últimos, a los enfermos, a
los que sufren, a los excluidos y
marginados (cf. Juan Pablo II, Motu
proprio Dolentium hominum, 11 febrero
1985, 1). Los encuentros de oración, las
liturgias eucarísticas y la unción de los
enfermos, la convivencia con los enfermos
y las reflexiones sobre temas de bioética y
teológico-pastorales que se celebrarán en
aquellos días en Lourdes, darán una
aportación nueva e importante a ese
servicio.
Como santa Bernadette estamos bajo la
mirada de María. La humilde muchacha
de Lourdes cuenta que la Virgen, a la que
llamaba «la hermosa Señora», la miraba
como se mira a una persona. Estas sencillas
palabras describen la plenitud de una
relación. Bernadette, pobre, analfabeta y
enferma, se siente mirada por María como
persona. La hermosa Señora le habla con
gran respeto, sin lástima. Esto nos recuerda
que cada paciente es y será siempre un ser
h u m a n o, y d e b e s e r t r a t a d o e n
consecuencia. Los enfermos, como las
personas que tienen una discapacidad
incluso muy grave, tienen una dignidad
inalienable y una misión en la vida y nunca
se convierten en simples objetos, aunque a
veces puedan parecer meramente pasivos,
pero en realidad nunca es así.
Bernadette, después de haber estado en la
Gruta y gracias a la oración, transforma su
fragilidad en apoyo para los demás, gracias
al amor se hace capaz de enriquecer a su
prójimo y, sobre todo, de ofrecer su vida
por la salvación de la humanidad. El hecho
de que la hermosa Señora le pida que rece
por los pecadores, nos recuerda que los
enfermos, los que sufren, no sólo llevan
consigo el deseo de curarse, sino también el
de vivir la propia vida de modo cristiano,
llegando a darla como verdaderos
discípulos misioneros de Cristo. A
Bernadette, María le dio la vocación de
servir a los enfermos y la llamó para que se
hiciera Hermana de la Caridad, una
misión que ella cumplió de una manera tan
alta que se convirtió en un modelo para
todos los agentes sanitarios. Pidamos pues
a la Inmaculada Concepción la gracia de
saber siempre ver al enfermo como a una
persona que, ciertamente, necesita ayuda,
a veces incluso para las cosas más básicas,
pero que también lleva consigo un don que
compartir con los demás...
6. Cada domingo, la Palabra de Dios es
proclamada en la comunidad cristiana
para que el día del Señor se ilumine con la
luz que proviene del misterio pascual. En
la celebración eucarística asistimos a un
verdadero diálogo entre Dios y su pueblo.
En la proclamación de las lecturas bíblicas,
se recorre la historia de nuestra salvación
como una incesante obra de misericordia
que se nos anuncia. Dios sigue hablando
hoy con nosotros como sus amigos, se
«entretiene» con nosotros, para ofrecernos
su compañía y mostrarnos el sendero de la
vida. Su Palabra se hace intérprete de
nuestras peticiones y preocupaciones, y es
también respuesta fecunda para que
podamos experimentar concretamente su
cercanía. Qué importante es la homilía, en
la que «la verdad va de la mano de la
belleza y del bien», para que el corazón de
los creyentes vibre ante la grandeza de la
misericordia. Recomiendo mucho la
preparación de la homilía y el cuidado de
la predicación. Ella será tanto más
f r u c t u o s a , c u a n t o m á s h a y a
experimentado el sacerdote en sí mismo la
bondad misericordiosa del Señor.
Comunicar la certeza de que Dios nos ama
no es un ejercicio retórico, sino condición
de credibilidad del propio sacerdocio.
Vivir la misericordia es el camino seguro
para que ella llegue a ser verdadero
anunciodeconsolacióny deconversiónen
la vida pastoral. La homilía, como también
la catequesis, ha de estar siempre
sostenida por este corazón palpitante de la
vidacristiana.
Fr. Lino Dolan Kelly, OP
esús, después de anunciar la receta de una
Jauténtica felicidad, comienza a explicar lo
que se tiene que hacer para lograrlo.
Comienza comparando a sus discípulos
(nosotros) a sal de la tierra y luz del mundo. Así,
desde el principio de su misión Jesús maniesta
que sus discípulos (nosotros) formamos parte de
su misión de llevar la buna nueva al mundo. Es
decir,todos losbautizados son evangelizadores.
«Nos hace bien recordar que la Iglesia no es una
elite de los sacerdotes, de los consagrados, de
los obispos, sino que todos formamos el Santo
Pueblo el de Dios», escribe el Papa Francisco en
una Carta al Presidente de la Ponticia Comisión
para América Latina, sobre la importancia del
compromiso de los laicos en la vida pública. “Los
laicos, son parte del Santo Pueblo el de Dios y
por lo tanto, los protagonistas de la Iglesia y del
mundo, a los que los pastores están llamados a
servir y no a servirse de ellos.”
El Papa, en su carta, anima a los laicos a
participar activamente en la vida pública, dando
testimonio de los valores cristianos. No es fácil
en un mundo que ha perdido la perspectiva de la
política al servicio del pueblo pero, precisamente,
por eso los cristianos tien que ser sal de la tierra y
luszdelmundo.
Misericordia
et misera
¡Actúa! ¡Vive! Y ante tu vida,
ante tu testimonio, alguien te
preguntará: ¿Por qué vives
así?