2. Influencias:
A) La poesía petrarquista, la obra Canzonieri de Francisco de Petrarca, poemas de amor
inspirados en su amada Laura.
B) El Humanismo, restauración las ideas clásicas, el antropocentrismo, la separación de la fe y la
religión, recuperación y estudio de la estética y de los textos clásicos.
C) El Neoplatonismo, exalta la belleza terrena como reflejo de la belleza divina: el ideal
platónico. De ahí procede la idealización del sentimiento amoroso y de la naturaleza (locus
amoenus).
3. Aspectos formales
A) composiciones y estrofas habituales de la lírica italiana.
Los versos endecasílabos, heptasílabos mezclados en estrofas (estancia) o en tiradas de versos (
silva).
Poemas estróficos como el soneto, suma de dos cuartetos y dos tercetos; o estrofas como la lira
o la octava real.
Un estilo basado en la búsqueda de una estética elaborada y cuidada, pero sencilla, que busque
el equilibrio.
Los subgéneros de la lírica más comunes son la oda, égloga, epístola y elegía.
4. Temas: la búsqueda del ideal.
El amor: desde la perspectiva del amor cortés como un anhelo contradictorio y doloroso. La
amada posee una belleza que se describe con metáforas extraídas de elementos de la
naturaleza. Se produce una analogía entre la belleza, el amor y la bondad.
La naturaleza: aparece idealizada (locus amoenus). En ocasiones en un mundo bucólico y
pastoril que imita a La Arcadia, lugar donde los pastores hablan de sus penas amorosas.
La mitología: procedente de la cultura grecolatina. Las metamorfosis de Ovidio es fuente de
inspiración. El poeta los usa para comparar sus sentimientos, actualizándolos y motivándolos.
5. Evolución de la poesía renacentista.
Primera etapa: se produce la renovación de la poesía a través de las influencias petrarquistas y
clásicas. El autor más sobresaliente es Garcilaso de la Vega. El tema principal es el amor.
Segunda etapa: la temática es más espiritual o ascético-mística. Se reflexiona sobre los moral y
existencial. También se cuenta la experiencia la vivencia del alma que anhela unirse con lo
divino. Recoge influencias bíblicas. Los autores más importantes son Teresa de Jesús, Luis de
León o Juan de la Cruz.
El camino de perfección tenía tres vías: la purgativa, la iluminativa (ascetismo) y la unitiva
(misticismo).
6. Tópicos renacentistas
Carpe diem. Horacio dice en su poema:
carpe diem, quam minimum credula póstero.
La traducción sería “Vive el día de hoy. Captúralo.
No te fíes del incierto mañana”.
La imprecación a la doncella que es destinataria
del poema se instaurará como elemento
recurrente en la tradición poética del
Renacimiento.
7. Collige virgo rosas
Ausonio, poeta romano del siglo IV, escribe el siguiente
verso: “Collige, virgo, rosas, dum flos novus, et nova
pubes, et memor esto aevum sic properare tuum”.
“Coge las rosas, muchacha, mientras está fresca tu
juventud, pero no olvides que así se desliza también tu
vida”
Este poema a una joven doncella a quien se invita a
aprovechar la juventud culmina con el famoso verso de
Carpe Diem: Collige, virgo, rosas.
Este verso que representa la fugacidad del tiempo al
final del cual todas las cosas, aún si bellas o importantes,
habrán de morir.
8. Descriptio puellae o canon de
belleza
La descripción de la amada como si fuera un objeto
o cosa preciosa compuesto de materias hermosas o
lujosas.
Su cabello es oro, sus mejillas ruborizadas son
rosas, cristal su frente, coral sus encías, perlas sus
dientes, etc... Idealizando su belleza mediante
epítetos y comparaciones con elementos de la
naturaleza en su grado máximo.
El rostro es el centro de esta belleza, se habla de su
cabello -rubio-, de su tez, del color blanco, de sus
frente, de sus cejas, de sus ojos, de su boca, de su
cuello, de sus dientes...
9. Beatus ille
Beatus ille es el segundo de los Épodos de Horacio y
da lugar al tópico de la vida retirada, cuya más alta
expresión poética en castellano logró fray Luis de
León. Con esta expresión se hace referencia a la
alabanza de la vida sencilla y desprendida del
campo frente a la vida de la ciudad o de la corte.
Fray Luis de León se inspiró en los versos de Horacio
para escribir su Oda a la vida retirada, un hermoso
poema compuesto por 17 liras en el que el Beatus
ille se impregna de la espiritualidad propia de la
segunda etapa del Renacimiento.
La traducción sería: dichoso aquel…
10. Garcilaso de la Vega (1501-1536)
Encarna el ideal de caballero renacentista, que
debía conjugar el ejercicio de las armas y de las
letras. Murió en el asalto a la fortaleza de Le Muy.
Entre lo más destacado de su obra están treinta y
ocho sonetos en los que unas veces identifica sus
sentimientos con personajes mitológicos, otras nos
habla de su experiencia amorosa: la voluntad del
reencuentro, el dolor por la ausencia, los celos, la
liberación, el proceso de enamoramiento…
En sus églogas nos cuenta a través de unos pastores
y en un paisaje bucólico, las penas y quejas por un
amor no correspondido.
11. Fray Luis de León (1527-1591)
Ejemplo del Humanismo cristiano: combina
religiosidad y conocimiento de los clásicos
grecolatinos. El tema central de su obra es la huida de
lo mundanal, de lo terrenal, a través de la ataraxia,
hasta alcanzar la armonía y la paz espiritual.
Sus principales influencias filosóficas están en el
estoicismo y el pitagorismo.
En su obra hay una marcada intención moral y una
anhelo de unión con la divinidad que no se llega a
producir (ascetismo), pasando solo por las dos
primeras vías del camino de perfección.
12. Teresa de Jesús (1515-1582)
Escritora en cuya obra se describe el hecho místico.
Fue la autora de la primera autobiografía real
escrita en castellano (Libro de la vida), autodidacta
capaz de impresionar a fray Luis de León, quien la
admiró tanto que editó sus obras.
Sus obras más importantes se clasifican en:
-Obras autobiográficas: Vida, Relaciones,
Fundaciones.
-Obras doctrinales: Camino de perfección,
Conceptos de amor de Dios, Castillo interior o
Moradas.
-Cartas y poesías.
13. Juan de la Cruz (1542-1591)
El tema central de su obra poética es la unión del
alma con la divinidad. Aúna tres tradiciones: la
literatura bíblica (El Cantar de los cantares), la lírica
tradicional y la poesía petrarquista.
Su Cántico espiritual está entre las mejores obras
de la literatura universal. Es la obra mística más
importante de nuestra literatura.
En su estilo destaca el uso de símbolos y del
oxímoron, recursos necesarios para poder
transmitir lo inefable, o sea, la experiencia de la
unión plena del amado con la amada, de lo divino
con el alma despegada del cuerpo.