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TIDEES
Chimalhuacán y los años
sesenta
-Yo así lo recuerdo-
Versión definitiva
1
Tidees
Cibercafé Armando Compus
Primera edición
Tel. 55 50 17 27 62
Venustiano Carranza # 12
Cabecera Municipal
Chimalhuacán, Estado de México.
E-mail: aesbuendia1@hotmail.com
Obra literaria registrada con núm. 03-2014-071612464500-01
Registro Público del Derecho de autor. INDAUTOR. SEP.
Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total
o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento —
incluidos los electrónicos— sin permiso escrito por parte del titular de
los derechos.
Cubierta de portada: Humberto Alfonso Romero Medina (1); Familia
Valdez Sánchez (2).
La presente edición consta de 100 ejemplares
Se terminó de imprimir Noviembre del 2015
2
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno
recuerda y como la recuerda para contarla”.
-Gabriel García Márquez-†
3
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Dedicatoria
Dedico este libro a mis padres: Don Félix Sánchez Gálvez (+) y
Doña Enedina Buendía García (+).
A mis hijos: Félix Antonio, Edmundo Voltaire y Roberto.
A mis hermanos: Estela, Rafael (+), Eliseo, Edmundo Félix,
Arturo, Concepción, Felipe e Hilda.
A mis nueras Gladis y Lourdes y a mis nietos Dylan Yael y
Armando Sebastián.
A mis amigos, a mis compadres y a quienes forman parte de la
comunidad Tidees. A las nuevas generaciones: hijos, nietos,
bisnietos...
A mis paisanos, descendientes de una raza que fundamenta su vida
en la existencia comunal y tradicional.
A Perla, Tania Arizaid, mi más grata fascinación.
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Agradecimientos:
A Marco Alonso Jiménez. Aportó material fotográfico y literario, y
su capacidad de convocatoria.
A mi hijo Roberto Valdez Chávez y su esposa Lourdes Sánchez. El
apoyo técnico-computacional y la publicación del libro.
A mi hijo Félix Antonio. Sugirió el hilo conductor y la edición
final del documento.
A los que escribieron y a quienes no lo hicieron, mi comprensión y
aceptación.
A mi padrino Antonio Hernández Hernández el “cepillo” por
mostrarme su sabiduría.
A quienes dieron información y no fue incluida, espero su
comprensión y les ofrezco disculpas.
7
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PRESENTACIÓN
Este libro documenta la existencia de un grupo de amigos que se
hermanaron en la juventud. Se describen sus historias que inician
en 1964, donde la diversión, la iniciativa y lo original de sus
acciones era cotidiana; únicas las reuniones, excursiones,
realización de propósitos personales y expresión cultural.
El objetivo principal es dar a conocer las actividades de tipo social,
cultural y deportivo de este grupo, que trascendieron la vida
comunitaria en el municipio. Inicialmente conocidos como “los
hijos”, sus historias de vida son contadas por ellos mismos. La
mayoría eran estudiantes de educación media-superior y casi la
mitad habían sido seminaristas católicos. En 1969, al no contar con
una franquicia propia en el futbol, decidieron fundar un nuevo
equipo: TIDEES, acrónimo de Tierra de Escudos, que conocían
como significado de la palabra Chimalhuacán e iniciar en la tercera
división local. Cinco años antes, la mayoría formó parte del equipo
León B de segunda división donde obtuvieron un campeonato de
copa. Desde el principio tuvieron una participación extraordinaria,
nunca vista hasta ese momento: ganaron el campeonato de liga de
manera invicta. En paralelo las actividades culturales, sociales y de
esparcimiento fueron “in crescendo”.
Este grupo muestra que para trascender hay que vivir en
comunidad, lo que implicaba tomar en cuenta aquellas personas
que estaban en una constante relación con ellos en los eventos que
realizaban. Fue importante, para el cumplimiento de este proyecto,
que los fundadores del equipo y otros de otras generaciones,
escribieran su biografía o alguna aportación cincuenta años
después del nacimiento del grupo. Se dieron opciones: una guía
que orientara su escritura, una entrevista o que cada uno, con su
propio esfuerzo e imaginación, desarrollara su historia. La
respuesta fue realmente sorprendente, la diversidad se hizo
presente, aportaron: un cuento, una carta, varios relatos, una
entrevista, ¿Qué tan original es esta empresa en la cuestión de
géneros literarios? No lo sé, pero creo que es característica de ellos
que sus asuntos sean manejados de una manera singular y este
trabajo pretende responder a esa posición.
9
La elaboración de este trabajo no busca aportar verdades científicas
sobre la vida de mi pueblo y sus grupos sociales, sino que hace
memoria, recrea vida, revive magia y se regocija de la existencia.
Aunque estos relatos son diferentes en tiempo y esencia de los
nacidos de la épica náhuatl, queremos, sin embargo, al igual que
ellos, distanciarnos, en parte, de los métodos profesionales de
investigación, como dice Garibay: “que sea distinta a la
concepción de historia occidental y, con mayor razón, de la fría,
descarnada y sistemática de tenor científico de nuestros tiempos”
[Garibay, 1964].
Dirigir la mirada del lector hacia el interior del ser humano y que
se convenza, si no lo está, que a través de las acciones positivas
grupales se da sentido a la vivencia. La experiencia de cómo se
desenvuelven los grupos de autoayuda da pauta para seguir una
línea conductora de lo que pretendemos, si bien un trabajo
metodológico nos da una visión amplia y muy cercana a la verdad,
la visión individual de los relatos o experiencias personales, tienen
mucho de poseía, de magia y quizá la única de las verdades, como
se dice en “flor y canto”. Es aquí donde queremos incidir, en la
riqueza que se obtiene de la amalgama de experiencias personales,
por eso este libro es de relatos, aunque soy neófito en la materia
apelo a la bondad del lector para recibir esta oferta movida,
fundamentalmente, por el amor a este grupo de jóvenes de mí
generación.
El espacio donde vivieron fue la cabecera municipal (la mayoría),
mejor conocida como la plaza, en el municipio de Chimalhuacán
Atenco, Estado de México. No nos extendemos en nuestro pueblo
pues su historia, es de tal magnitud, que merece un libro especial,
hacemos un breve análisis desde su fundación hasta nuestros días.
Hemos escogido sólo botones de muestra de las cosas que le dan
identidad: los talladores de piedra y las comparsas. Han quedado
fuera aspectos importantes como: el frontón a mano (pelota vasca);
la confección de trajes de charro y la manufactura de las caretas
para carnaval; la comida de los productos del laguna (el ahuahutli,
los acociles, los juiles, los patos de diferentes especies) y los
pescadores; las armadas en la laguna –caza de patos-; las empresas
en el municipio –Sombreros Tardán- y la ¡música de carnaval!
10
Por último los fabricantes de pólvora y la significativa
participación de pobladores en las diferentes luchas armadas de
nuestro país. Dejo pues esto para futuras inquietudes.
La primera generación del grupo iniciaron su amistad en los años
sesenta, en 1964, por lo que pertenecen a los años maravillosos en
que el hombre llega por primera vez a la luna; se da el “boom”
latinoamericano de literatura; tiempo de rebelión juvenil en
muchas partes del mundo; surgimiento de los Beatles; la comunión
total entre los jóvenes y el Rock; aparición de la minifalda y del
condón; la llegada de los jeans y el uso, como novedad, de los
“estimulantes”.
La mayoría de los miembros del equipo vivían en la pobreza. La
carencia económica tuvo que ser trascendida por el esfuerzo de
padres y abuelos que, habiendo perdido el abasto de la laguna (la
habían secado), decidieron darles estudio a costa de “amarrarse el
cinturón” en serio. Esto no pasó desapercibido para ellos y no sólo
buscaron el crecimiento material, sino también el intelectual,
mismo que, y esto es lo grandioso, compartieron con las nuevas
generaciones. Este es el mundo de valores y sentido de esta
hermandad.
Hoy (Diciembre del 2013) la carencia fundamental en este pueblo
y en este país es la falta de unidad y de comunidad. En general
encontramos mezquindad, mediocridad y alineación a los medios
de comunicación. La egolatría ha hecho nido en nosotros y la
soberbia ha invadido las almas de muchos políticos, periodistas y
grandes empresarios, y es duro y difícil decirlo, pero algunos de
ellos se han convertido en la escoria de la sociedad.
Los “Hijos” quieren recordarnos que la entrega humana se muestra
en la unidad. Escriben para el presente y para el futuro, para
cuando la mirada de los que vendrán se pose en nuestro tiempo y
en nuestro espacio tengan documentos en las manos que les
permitan comprendernos y que sepan que: el vendaval de la
civilización y la modernidad puede ser humano cuando las
acciones que acompañen a un grupo o a un individuo sea de esa
calidad, humana.
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POEMA
—¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos la vida...
... soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra...
Octavio Paz (Piedra de sol).
13
14
INTRODUCCIÓN
Hace muchos años, en el estado de
Durango, una mujer embarazada
intentaba por muchos medios
deshacerse de un ser que se
desarrollaba en su vientre, incluso
saltó de una barda intentando abortar,
el producto era mi abuela materna
doña Soledad García, quien después
comentaba, que se negaba a salir en
esas circunstancias. Mi bisabuela
estaba embarazada de un general
español, y su esposo, que había ido a la
guerra, estaba por regresar al hogar,
por lo que ella temía por su vida. Al
nacer mi abuela fue regalada con la
tía materna, quien con ella en sus brazos, se trasladó a Texcoco,
Estado de México.
Mi abuela se había aferrado a la vida, por eso tenía un carácter
admirablemente jovial, por ejemplo, a la edad de setenta años le
entraba a las apuestas en las peleas de box, siempre asesorada por
mi tío Jesús que trabajaba en Tepito y que había sido campeón
nacional de los guantes de oro, esa alegría por vivir la heredamos
sus hijos y sus nietos.
Por el ejemplo de mi abuela decidimos distanciarnos de la
“inanición intelectual” y falta de interés por la escritura,
característica de la comunidad mexicana en lo general y la del
pueblo de Chimalhuacán en lo particular, es decir, dejar testimonio
de nuestro paso por esta vida, me dio la idea de permanecer en el
futuro a través de esta obra.
Los Tidees fueron un grupo de jóvenes, en las décadas de los
sesentas y setentas del siglo pasado, en el municipio de
Chimalhuacán Estado de México, que sobresalían por su unidad e
inclinación hacia la cultura y el conocimiento. Me parece que su
historia es digna de contarse. Contacté a Marcos Alonso Jiménez,
cabeza visible del grupo, le comenté el proyecto de escribir sobre
Soledad García, mi abuela.
15
sus vidas, las cosas que hicieron y el porqué del reconocimiento
obtenido. Ellos, en su plena juventud, despertaron sentimientos
encontrados en sus pares: admiración y odio. Las familias de la
Cabecera Municipal los aceptaban plenamente, tenían mucho
pegue con las muchachas y energía a la hora de enfrentar a los
equipos contrarios de futbol.
Concertamos una reunión donde les expresé mis intenciones. Se
entusiasmaron porque la propuesta era que ellos mismos
escribieran su biografía, lo que hace de este trabajo, hasta donde
nosotros conocemos, algo realmente original dentro de los géneros
literarios.
Si bien formaban un equipo de futbol con cierto éxito, lo
interesante es que incursionaron en lo cultural, se prepararon
académicamente y se divirtieron de lo lindo, destacando en su
trabajo la dinámica, la creatividad y la amistad.
Esta escritura contiene relatos, vivencias y experiencias de este
grupo de jóvenes formado en 1964 conocido como los hijos y que
después, en 1969, toma la denominación Tidees. Hubo quien no
respondió al llamado y otros que no fueron notificados
debidamente y que se integraron después. El trabajo está hecho y
todos tienen la absoluta convicción de que su tiempo está lleno de
significado.
Todo inicia cuando un grupo
de amigos se integran a un
equipo de futbol y juntos
realizan actividades de tipo
recreativo: bailes,
excursiones a la sierra,
salidas al Estado de Morelos;
fomentan la cultura, forman
la primera asociación de
estudiantes; son inspiración y
apoyo para el surgimiento de
la primera rondalla del
municipio:Marcos Alonso Jiménez y el Autor
16
“Escudos o rodelas”; integran un grupo de danza y uno de teatro;
dan cursos de preparación a candidatos a ingresar a la universidad
o al politécnico, apoyados por el ingeniero Antonio Buendía
Buendía el “gorila” y algunos de ellos dan clases en la escuela
secundaria Netzahualcóyotl.
De 36 miembros (fundadores), que participaron en política,
destacan: presidentes municipales (2), juez municipal (1)
secretarios del ayuntamiento (2), regidores (5), líderes sindicales
(1), comisariado ejidal (1), varios funcionarios municipales,
estatales y federales. En lo académico son varios profesionistas con
licenciatura, tres con maestría, uno con doctorado, un ministro
religioso y dos sacerdotes católicos. Lo más importante es que
todos han hecho una vida responsable.
La primera generación tuvo vigencia-productiva por once años.
Quizás no había conciencia plena de lo que esto representaba, sólo
querían disfrutar la vida y hermanarse. Se convirtieron, en un
hontanar donde “abrevaron” los que vinieron después. Como decía
el cuento aquel en que el rey inquiere a un anciano que plantaba
una palmera -“¿Porque plantas eso si el fruto vendrá hasta los cien
años?”, decía el rey, y el anciano le contestaba -“Oh alteza, otros
sembraron para que nosotros comiéramos ¡Sembremos para que
otros coman!”.
Vamos a utilizar la palabra Tidees en mayúsculas para nombrar a
la agrupación. A los integrantes los pueden ubicar por sus apodos
con mayúscula y en negritas, pretendemos facilitar su ubicación en
todo el cuerpo del documento y se sabrá su identidad al presentar
su relato. Voy a utilizar indistintamente el gentilicio
Chimalhuacano, Chimalhuaquense o chimalhuacanence.
Estructuramos este trabajo en seis capítulos, en el primero
señalamos algunas cosas del grupo en sus diferentes facetas. En el
segundo varios relatos tomados al azar excepto el de Marco Alonso
Jiménez. El tercero se refiere al lugar donde se llevó a cabo su
expresión existencial, Chimalhuacán. Tuve que documentarme y
tomar posición sobre nuestra identidad. En el cuarto capítulo hay
más relatos y la inclusión de tres cuentos del profesor Elías Alonso
17
Martínez. El quinto capítulo es sobre los años sesenta, el tiempo en
que ocurrió la formación del grupo. Sexto capítulo, los relatos
restantes y por último una despedida.
El esfuerzo de cada uno de los que escribieron es digno de ser
apreciado, lo mismo el trabajo preciso y con síntesis de alguien con
doctorado, como la carta, válida por su sencillez, del que no tuvo
preparación académica. Pretendo mostrar a los lectores que sucede
dentro de estas personas, a la manera de la comprensión y la
verdad de la Hermenéutica; queremos descubrir la magia de los
hechos en un tiempo dado y un lugar específicos; comprender la
esencia y la existencia de personas con un efectivo contenido
humano y con sus “propias palabras”.
Asumo la responsabilidad del contexto de estas historias y cada
uno responderá por sus aportaciones. Pienso que puedo causar
“conmoción” al exponer un punto de vista sobre nuestra identidad:
como somos y cómo podemos llegar a ser. Hacemos uso de las
palabras del psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl para definir la
trascendencia: los Chimalhuacanos debemos ir más allá de
nosotros mismos, sin dejar de ser nosotros mismos.
18
CAPÍTULO PRIMERO
¿Quiénes son los TIDEES?
El deporte no forja el carácter lo pone de manifiesto. -Heywood
Hale Broun-
Hugo, Chucho, Tripa, padre, Javi, Maco, Pointer, Tomasote. Marranito,
Solín, Changa, pepe, Quino.
os TIDEES eran un grupo de jóvenes, en los años sesenta, que
se distinguían por su entusiasmo, unidad y porque le daban a
su vida satisfactores que, en su tiempo, otros no tenían. La
gente los conocía como los hijos, porque así se saludaban entre
ellos, al estilo Tepito. No tenían un líder, aunque si varios
sobresalían a la hora de organizarse. Jugaron futbol, hacían bailes,
despedidas de soltero, serenatas, festivales artísticos y los últimos
miembros, de la primera generación, hicieron presentaciones de
danza, teatro y “callejoneadas” con rondallas con mucho éxito,
entre otras acciones.
Lo que buscaban era divertirse y que lo que hicieran tuviera
sentido. No era un grupo formalmente establecido, con nombre y
con normas que cumplir, pero todos entendían que el grupo era lo
importante. No era un grupo totalmente abierto, si alguien se
L
19
acercaba era acogido, aunque intimidaban porque algunos gozaban
de estabilidad económica en un pueblo generalmente pobre.
Conociéndolos como eran, en el tiempo que vivieron y las
condiciones socioeconómicas que tuvieron, sin duda, es una
generación única, su estabilidad familiar actual, en la mayoría de
ellos, lo demuestra, tienen hijos y nietos que sobresalen.
Este capítulo contiene parte de las pláticas que hemos tenido,
además de mis propios recuerdos.
“Los hijos”: Barajas, Changa, Chucho, Benja, Pointer, Fernando Canto,
Cachona, Bernardo, Pepe, Arrepentida, Quino.
ANTECEDENTE: León B.
Era 1964 cuando decidieron ser parte del equipo de futbol León B
de segunda división, querían dar rienda suelta a sus aspiraciones
deportivas y lo querían hacer juntos. Surge la necesidad de
participar en grupo al sentirse cobijados por la fortaleza que
descubren en sus reuniones sociales. Con el equipo León B
lograron un campeonato de copa (foto), además el Padre, Maco,
Marranito y Margarito Cornejo el “pella”.
Otros jugadores, en temporadas anteriores, de este equipo fueron:
Jorge Cosío, José Luis Fernández, Gregorio Sánchez, Calixto “el
calix”, Juan Santillán, Daniel Santillán, Felipe Buendía “santana”,
20
Eliseo Sánchez “chan chan”, Juan Paredes “yiminis”, Luis Rico
“chunchun”, José Valverde “el tigre”, Gerardo Castillo, Domingo
Castillo, el “sansón”, Valerio Beltrán, Jesús Pacheco “el chilpa”,
Artemio Beltrán.
Ser campeones y ante el dilema de qué hacer cuando los dueños
del equipo reclaman la propiedad, acuerdan dividirse, la mitad se
fue al León A de primera división: Maco, Cachona, Chucho,
Arrepentida, Fernando Canto y Benja. La otra mitad fue al
equipo Tampico: Marranito, Pepe, el Padre, Pointer y Changa.
Un jugador veterano que acompañaba a los hijos era “el Pella”.
Los sábados los reunía en un lugar llamado “El Rincón brujo” del
barrio de Xochitenco, allí disfrutaban tostadas de pata o flautas y
hacían planes para el partido del otro día; jugaban dominó y
algunos aprovechaban para ver a las novias o buscaban “ligar”.
Cuando fenecía 1969, se reúnen para tomar decisiones y forman el
equipo de futbol TIDEES, al siguiente año inician desde la tercera
división y su desempeño es tan brillante que logran el campeonato
de liga de forma invicta, algo nunca visto hasta ese momento.
Chucho, como centro delantero, anota 33 goles, promedia uno por
cada partido.
Primera generación Hijos-TIDEES (1964-1975): 1.- Benja, 2.-
Maco, 3.- Quino, 4.- Changa, 5.- Chucho, 6.- Lorico, 7.-
Arrepentida, 8.- Bernardo, 9.- Javi, 10.- Padre, 11.-Marranito, 12.-
Cachona 13.-Pointer (+) 14.- Tepis, 15.-Barajas 16.- Hugo 17.-
Tripa 18.- Julio 19.- Poncho 20.- Pepito 21.- Pepe 22.- Pangas 23.-
Tomasote 24.- Solín 25.- Chepo 26.- Enrique. 27.- Adolfo 28.- el
Anacú. *29.- Tonina *30.- *Ojón 31.- *Felipe G. 32.- *Ollitas
*33.- Cejas *34.- Niño *35.- Charales *36.- *Fabiancito *37.- Dr.
Adán Buendía. Finado (+). Los primeros catorce: idearon,
diseñaron y definieron al TIDEES.
* No jugaron en el equipo de futbol.
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Primer equipo TIDEES: Defensas, Arrepentida, Benja y el Padre. Javi
(portero), Pointer (medio), Maco (defensa) y Quino (delantero). Julio
(delantero), Bernardo (medio), Chucho (delantero), Changa (defensa) y
Marranito (delantero).
TIERRA DE ESCUDOS
Cuando presentaron un avance de este libro, dijeron que las
características fundamentales del grupo fueron: La amistad, la
tolerancia y la solidaridad [Alonso Jiménez Marcos, 2013].
Decían que la amistad se anteponía cuando tenían que decidir, por
ejemplo, entre una persona capaz para el futbol, pero que intentara
imponer condiciones y uno menos dotado pero que se integraba
con los demás, siempre le daban preferencia a su comunidad. Eran
tolerantes porque respetaban la tendencia política y religiosa que
cada uno tuviera, incluso si alguien salía del grupo y después
quería regresar, era siempre bienvenido.
También fueron solidarios, dieron varias muestras de ello, por
ejemplo, cuando comían en casa de Tomasote (fiesta del barrio de
San Pablo) fueron notificados de la muerte de la mamá del Lorico,
dejaron la comida y se fueron todos a acompañarlo. Igual cuando
Fracturaron a Chucho en el futbol, lo llevaron a la cruz verde y
después todos los días estaban con él en su casa. Otra más,
Cachona trabajaba en el Hotel Hilton, hizo guardia un domingo y
salía a las 12 de la noche, Benja (el galán del grupo) con algunos
22
cuates fue por él a su trabajo en el coche de su familia. Cuando
Pointer no tenía dinero para ir a trabajar nunca faltó el apoyo. En
las fiestas y excursiones quienes más tenían más aportaban sin
hacer “panchos”. Hay muchas más que no se registran.
Maco, parece ser que era el más centrado, imprimió valores
morales a la hermandad. Arrepentida, el de la experiencia, dio la
confianza necesaria para que hubiera cohesión y apertura. Chucho,
indudablemente el guapo del grupo y el entrón, y Cachona, el
creativo y que se vestía como modelo de ropa, salieron pronto del
equipo, aportaban iniciativa, imaginación y dinámica, ambos eran
hombres de acción y de logros: el primero se fue y ya no regresó y
el segundo, aunque jugó en otros equipos, nunca se separó de la
actividad social y cultural. No hubo un líder reconocido por todos;
sin embargo, estos cuatro miembros le dieron impulso y energía.
Va de anécdota:
A Barajas, que siempre tenía una sonrisa, le daban poco
tiempo en los partidos (venía del D.F. los domingos a
jugar). Un día, que sólo lo dejaron jugar 10 minutos y que
lo cambiaron casi al final del partido, se dirige a todos muy
“enchilado”, -se estaban cambiando de ropa- y les dice:
“¿Quién hijos de la chingada se quiere partir la madre
conmigo? ¿Tu Tomás, que te sientes el más cabrón, te
quieres partir la madre conmigo?” Y como los mariachis:
los TIDEES callaron.
Al final de temporada se acuerda un partido contra el equipo
España de la primera división de Texcoco, estandarte de ese
municipio en esos años. El comentario, por parte de ellos, al ver al
grupo fue: “¿con estos niños vamos a jugar?”; al final el marcador
fue de 1 por 1 y expresaron interés por varios jugadores. La clave
en el buen desempeño, dice el dueño la media cancha de este
grupo, fue anular al número 12, era el que movía al equipo
contrario.
23
Chucho G., Cachona, Maco, Barajas, Chucho, Tripa, José Luis, Julio,
Zenón, Marranito, Pepito, Lorico y Titixtle.
CAMPALES
Tuvieron broncas con otros equipos: contra el Nacional de
Xochitenco en el campo la “lagunilla” (locales), caliente como
estaba el partido y al estilo de esos años, se pidió que se
enfrentaran uno por equipo. Del lado contrario, el “tocadiscos”,
flaco, garrudo, de entre uno setenta y cinco y uno ochenta de
estatura y “deste” el Pointer (el amigo de todos). En guardia, se
fintan, se mueven, y de repente con una facilidad pasmosa Pointer
con el pie derecho le jala el izquierdo del contrario, se desequilibra
y ¡zas!, santo madazo que le pone en el rostro y se inician los
“chingadazos” a granel. Porfirio mostraba de qué estaba hecho.
Contra el Cuautla de Xochiaca, en su campo. El delegado de ese
equipo le dijo al Quino, en la reunión donde asignaban los
encuentros: “haber si a mi equipo lo goleas como a los demás” (los
primeros seis partidos en la segunda división habían goleado a sus
rivales). Con cuatro goles a favor en el primer tiempo, se hace la
“bolita” y se decide uno por equipo. Del lado aquel un hombre
maduro, defensa central, pedrero (artesano), muy fuerte y “deste”
Juan García el “Pangas”, dos tres golpes y cae el del Cuautla y se
arma la campal.
Contra el Santos de la Presa en Xochitenco. “Santana”, primo del
“guapo”, medía como uno ochenta de estatura, por las burlas que le
24
hacían los contrarios empezó a repartir mandarriazos, se había
armado la grande sin que hubiera uno por equipo, “el creativo” sale
corriendo, toma su coche que estaba lejos del campo y se va.
Después de la gran bronca se cambian, se van para la Plaza y
cuando llegan Cachona viene a su encuentro y les dice: “fui a
buscar mi pistola al coche, como no estaba vine hasta mi casa a
traerla”, todos muertos de risa, hasta el día de hoy, nadie le cree.
DESENCUENTROS
No todo era “nube rosa” en el equipo, hubo varios conflictos: entre
Cachona y Arrepentida, ya en segunda división, querían imponer
condiciones (seguramente su personalidad). El primero quería que
utilizaran pizarrón e hicieran jugadas prefabricadas, el segundo que
lo hicieran por inspiración como lo habían hecho en tercera
división, ganó el de la experiencia. Las cosas no llegaron a más,
ambos nunca tomaron esto como cuestión personal.
El “hermano favorito” del Maco tuvo varias disputas con el ahora
doctor Fernando Canto. Dice éste que en dos ocasiones lo había
cambiado durante el encuentro, pero que en una tercera iba
llegando, no había visto el partido, y que lo cambia, se hicieron de
palabras y Fernando ya no volvió, parece que había algo personal,
dice el doctor que en tiempos pasados había tenido un intercambio
de golpes con el Benja, hermano de aquellos. También con Julio,
el alumno más adelantado de Cachona, por el mismo asunto (los
cambios), al final de temporada éste formó el equipo Atlético
Tidees. El tercero fue con el que hemos denominado como “el
entrón” o “el guapo”; según éste por la disputa del trofeo ganado
en el campeonato de tercera división. Parece que el acuerdo del
equipo fue que lo resguardara en su casa, pero al retirarse del
equipo, se comisionó al Quino para recogerlo.
El distanciamiento más grave que se dio entre dos miembros del
grupo, años más tarde, fue el de los primos. Adolfo y Javi (el
político). El motivo fue la orientación que debería llevar el Colegio
Nezahualcóyotl que implicaba al patronato, la participación de las
religiosas, los derechos del nativo –sobre todo exalumnos- y su
futuro como institución. El primero, dentro de su testimonio,
profundiza sobre los motivos que lo llevaron a tomar ciertas
25
decisiones y que tendrían enfrentados a dos grupos encabezados
por los familiares de ambos, él lo explica más detalladamente.
Ahora, con el nacimiento de esta obra y las diferentes acciones
derivadas de ella, varias veces se han sentado a la mesa y la
madures de ambos han permitido que entablen cierta
comunicación.
LO SOCIAL
El inicio del grupo en sociedad se da en 1964 en casa de la familia
Gómez Aguilar; Estela, hermana del Arrepentida, le organiza una
fiesta sorpresa con motivo de su cumpleaños. A partir de allí se
inicia una forma de vida que derivó en lo siguiente: organizan
bailes con grupos de rock: Los Navajo, Los Apóstoles, La Banda
San Diego y un grupo de Samba auténticamente brasileño. La
relación con Los Navajo se dio porque el Changa era primo de los
integrantes que vivían en la colonia postal del D. F., vinieron
varias veces. El grupo de samba fue traído por Tomás Buendía “el
Tom” -hermano menor de él- en cuyo domicilio se llevó a cabo la
fiesta para celebrar “el día del amor y la amistad”. Como no había
cabeza visible y la agrupación había sido rebasada por el número
de participantes en la organización del evento, se decidió que la
invitación dijera: un grupo de amigos te invita.
Los años sesenta son parte aguas en la humanidad. La música
conlleva esta connotación y el rock fue estandarte de las nuevas
generaciones, surgió la participación del joven en las decisiones de
la vida diaria y comunal. Fueron los Beatles quienes le
impregnaron energía a la agrupación y los Hijos se hicieron
presentes en el estrenó de la película: “Let it be” en 1970 en el cine
Arcadia del Distrito Federal. Un grupo de estridentes y
entusiasmados jóvenes: “el centrado”, “el amigo de todos”, Pepe
(el charrito de oro), “el creativo” e “ideólogo” y “el más feliz”
lanzaban al aire sus suéteres cuando, en la azotea de un edificio del
centro de Londres, los Beatles entonaban: “Get back”.
La familia Gómez Aguilar era económicamente solvente. Cuando
algo se ofrecía a la comunidad, “el de la experiencia” daba
instrucciones a su trabajador para que descargara una de sus
camionetas -su negocio era repartir gas- y se utilizaba para hacer
26
excursiones al monte, a la serranía al oriente límite con el estado de
Puebla, los llamados el “Chapingo” y el “Tlaloc”.
Se utilizaban también para trasladarse los días 9 de mayo para dar
entre 30 y 40 serenatas con motivo del día de las madres o para
trasladarlos a su casa de la colonia San José ubicada junto a la
carretera de México-Texcoco, en el municipio de Chicoloapan,
para celebrar las navidades y año nuevo.
Caza nocturna en los montes el Tlaloc y el Chapingo. “Tonina”, “Ojón”,
Arrepentida, Quino, José Buendía, Lorico, Rafael Sánchez Buendía el
“guacho”, Margarito Valdés “magos”, Changa. Luis Buendía Ollitas,
Cachona, Berlín Sánchez y Bernardo.
Al mismo tiempo que se daban los sucesos trágicos de la matanza
estudiantil en 1968, en el pueblo las autoridades locales preparaban
el paso de la antorcha olímpica por esta tierra, programada para el
11 de octubre. Tepis (el fierros) era trabajador del ayuntamiento lo
que le permitió invitar algunos de ellos: Cachona y él
transportaron la antorcha y Cirilo el “cejas”, Quino y el
Marranito fueron escoltas. “el guapo” grabó en super-8 este
evento.
A final de los años sesenta conocieron a Felipe González, por esos
años tenía estudios superiores en la “carrera” sacerdotal. A Felipe,
le caracterizaba el entusiasmo. Hicieron ensayos para cantar “las
27
misas de gallo” acompañados de guitarras, algo nunca visto por la
comunidad; la calidad de grupo y el carisma de Felipe en el pueblo,
dieron por iniciada una tradición que después se trasladó a las
celebraciones de bodas y de 15 años.
Tuvieron reuniones especiales: navidad, año nuevo, día del amor y
la amistad, pretextos no faltaban. Aproximadamente durante ocho
años, en casa del Arrepentida, pasaron la navidad y el año nuevo
juntos, empezaban como a las nueve de la noche y terminaban a la
misma hora del día siguiente, ¿Qué hacían? Jugar, bailar, contar
chistes, cenar, tomar “medias de seda” u otro “coctel” para estar a
“medios chiles”, nunca alguien se emborrachó, al menos en esas
reuniones. En una ocasión el Chucho llevó unas pelucas porque
iban a imitar a los Beatles. Había muchachas que los
acompañaban, sus mamás les daban permiso, porque los hijos
tenían buena fama en la comunidad y eran de familias respetables,
ese lugar se lo habían ganado.
Cierto año nadie acudió a la cita ¿Qué pasó? no saben, el misterio
aún no se ha resuelto. Algunos fueron, seis o siete, con las
hermanas González: Rosy y Ma. Eugenia al barrio de San Juan,
otros a cumplir algún compromiso, pero a partir de esa fecha no
hubo más reuniones en casa del de “la experiencia”; no guardó
resentimiento, esa era su grandeza. Poco a poco el grupo se fue
diluyendo, así como empezó, juntándose poco a poco, también se
fueron alejando del grupo los iniciadores, llegaron nuevos a darle
vida: en lo deportivo, lo social y lo cultural.
La riqueza en este rubro es evidente, por eso eran muy conocidos.
Las reuniones abiertas fueron muchas, también las íntimas. Mucha
gente los invitaba a comer (común en esos años), alguno de ellos al
final tomaba la palabra para dar las gracias y siempre terminaba de
la misma manera: “esperamos que no sea la última vez que nos
inviten”. Influyeron en las nuevas generaciones, en lo musical
surgieron varias rondallas que después se encargaron de tocar en
misas de bodas, quince años y llevaron serenatas; las damas
también fueron “tocadas”, se animaron a jugar futbol o
participaron en eventos de tipo social o cultural. Lo más
28
importante, y siguiendo el ejemplo de estos jóvenes, es que las
nuevas generaciones optaron por el estudio.
LOS VIAJES
Viajar por interior de la república era una “forma de ser” del grupo
y lo distintivo era que se tomaban las decisiones de manera pronta
y expedita, bien podrían recibir el nombre de “fugas geográficas”.
En los años sesenta la inflación no existía, así que las coperachas
resolvían el problema de gastos, aunque hay que decirlo,
Arrepentida y Maco, sobre todo el primero, eran quienes más
“apoquinaban”.
Era común ir a divertirse a los balnearios del Estado de Morelos.
Dos de los “guías” fueron al Istmo de Tehuantepec, varias veces a
Acapulco y a Michoacán con “el más feliz” “el charrito de oro” y
José Luis Fernández. “El de la experiencia”, por otro lado,
terminando la despedida de soltero de su hermano Cecilio, junto
con éste, “el político”, el Anacú y otros se fueron a Veracruz, por
cierto dicen que se les acabó el dinero, no había para gasolina ni
para comer, encontraron un restaurante de homosexuales y todo
quedó solucionado, parece que hicieron un pacto, porque no se
sabe qué tipo de sacrificios hubo (y quién); Pepito (el más joven),
“el centrado” y alguien más fueron a Loma Bonita Oaxaca con la
“Mere” (amiga de todos ellos) después de una fiesta. “el guapo y
entrón”, el Padre, Changa y Maco fueron a Mazatlán, otros a
Cuernavaca al aniversario del grupo de rock “Los Navajo” o a San
Juan del Rio Querétaro. Hay muchas salidas más que se pierden de
la memoria.
LO CULTURAL-EDUCTIVO
La inclinación por el conocimiento fue otro de sus rasgos. Seguir
una carrera profesional, trabajar en el D.F., dar clases, respaldar
aspiraciones individuales, experimentar con las publicaciones o
intentar tener una estación de radio, era parte de sus locuras.
Fueron estudiantes: Maco, Cachona, Chucho, Tepis, Julio,
Bernardo, Hugo, Adolfo; ex seminaristas: Benja, Tripa, Javi,
Bernardo, Poncho, Cachona, el Padre y Enrique. Era notoria su
afición a los “pumas”: Barajas, Maco, Julio, Tepis, Cachona,
Quino, David. Los etiquetaba el profundo interés que sus padres
29
ponían por su futuro, una obsesión porque fueran personas de
provecho y dignas de respeto. Su herencia la recibieron por
adelantado. El estar juntos, el hacer comunidad y las acciones
positivas, era su distintivo. Esa generación (la de los padres) fue la
que respaldó, algo poco común en ese tiempo, las ideas alocadas de
sus hijos, ellos fueron los responsables de la generación
maravillosa, la generación única y diferente de Chimalhuacán.
En los años setenta se
casaron: “el de experiencia”,
el Padre, “el fierros” y “el
guapo”. Varios encontraron
trabajo en el Distrito
Federal, entre ellos, Pepe, y
Lorico. Los más jóvenes
tomaron en sus manos al
grupo y formaron la primera
asociación de estudiantes:
Maco, Pepe, Cachona, Barajas,
Fernando Canto, Tepis (ropa clara) y Poncho.
Hugo, Julio, Albino Valverde, Bernardo, Chepo, Adolfo y
Cachona. De sus proyectos se derivó la aparición de la primera
rondalla de Chimalhuacán: “Escudos o Rodelas”, el Changa fue el
primer solista; además su entusiasmo los llevó a formar un grupo
de danza de nombre “Ixtlixololt” y uno grupo de teatro.
Para cursar en los centros de estudios de educación media-superior
los egresados del bachillerato de Chimalhuacán buscaban un
contacto y estar bien preparados, por lo que nuestros amigos
tomaron el asunto en sus manos y al no ser ajenos a esa necesidad,
acudieron a su apoyo.
Algunos que conocían al Ing. Antonio Buendía Buendía “el
gorila” lo contactaron ya que contaba con relaciones en el IPN. El
los ayudó a preparar a quienes iban a ingresar a las instancias
medio-superior. Tres años se dieron cursos en la Escuela
Netzahualcóyotl. Cuenta, uno de ellos, que Juan el “Chapingo” se
jalaba los pelos porque no entendía lo referente al cálculo integral
y diferencial, lo sacó del salón y media hora lo tomó por su cuenta,
30
cuando éste último entendió que en las matemáticas nunca hay que
perder los “detalles del camino” se convirtió en un experto y siguió
estudios profesionales.
El “alumno más adelantado”, “el modelo”, el Ojón, Pabello y el
profesor Elías Alonso Martínez establecieron la empresa “La voz”
que amenizaba las tardes en el Jardín Municipal con música. Las
chavas de secundaria, cuando salían de clases, pasaban a cabina a
pedir sus canciones favoritas -baladas de los sesenta- y dedicarlas a
sus novios o amigos. Tenían anuncios publicitarios para los
comercios aledaños. Hicieron un baile con un grupo de rock
formado por alumnos del profesor Elías Alonso de la prepa uno de
la UNAM y, debido a la publicidad, metieron mucha gente en el
patio de palacio municipal, con los ingresos pagaron la deuda con
el profesor Alonso, quien había financiado la compra del sonido.
EL ROCK
El rock and roll estalló como una bomba en los ánimos del grupo.
Al final de los años cincuenta y principios de los sesenta llegó al
mundo para quedarse, Chimalhuacán no fue la excepción. Además
de los grupos ya mencionados “el mechudo” por sí sólo, trajo a
otro grupo, donde el Fabiancito y otros alocados quedaron en
paños menores, lo que en ese tiempo era “degenere”. Hugo y
Adolfo evolucionaron en esto: Los Apostoles, Banda San Diego,
Three Soul in my mind y Peace and love, fueron las joyas que
trajeron.
COLEGIO NETZAHUALCÓYOTL
Cuando la religiosa Ana Alonso Martínez, tía de los hermanos
Alonso y de los primos: Martínez y Siles (Javi y Adolfo) y del más
joven del grupo, fue nombrada directora del colegio
Netzahualcóyotl, varios familiares y amigos de sus familiares,
tuvieron oportunidad de poner en práctica sus capacidades
universitarias: Benja, Javi y Cachona impartieron clases en ese
centro educativo: Historia, Civismo e Inglés fueron las materias
que dieron, respectivamente. La madre Anita tenía apertura y un
carácter muy agradable, permitió también que Cachona, Julio y el
ojón, publicaron (lo hacían en esténcil) el periódico “Telpuchtli” -
joven, animado- en el centro escolar.
31
Va de anécdota:
Cuando Cachona llega a dar clase recibe un recado, la
madre Anita lo espera en la sala de profesores. Con un
gesto adusto lo recibe y le dice: -“Varios padres de familia
me vinieron a ver y me recriminaron lo que allí se escribe:
el movimiento del 68, la mariguana y el rock pesado (lo
último escrito por Martín Rocha), mira está señalado con
rojo y ¡¡¡este es un colegio católico!!!”, (en voz alta). -
Cachona le contesta: -“Madre el primer rebelde fue
Jesucristo”: -Y ella le revira: -“Que rebelde ni que la
chingada, a chingar a su madre con ese periódico”, era
Martínez la tía, decía después el Javi.
El Colegio Netzahualcóyotl, centro educativo de las Carmelitas
Descalzas, es el “Alma Mater” del grupo; el noventa por ciento de
sus miembros son egresados de él, ya sea de Primaria o
Secundaria. Por la forma en que está construido y por el tiempo en
que se hizo posiblemente fue diseñado por el entonces joven
Ricardo Legorreta (prestigiado arquitecto años después) ya que su
papá don Luis G. Legorreta lo construyó: paredes de recinto negro
al exterior; amplias escaleras a la entrada, rematadas con dos
paredes del mismo material; una amplísima terraza como recibidor;
a los lados dos alas de aulas construidas con tabique rojo aparente
y en medio un área de prados en simetría con las aulas.
Antes de ingresar a la terraza, del lado derecho y con un paredón
de piedra volcánica también, había un acceso a la parte privada:
cocina, comedor y escaleras que conducen a la planta alta, donde
estaban las habitaciones y oratorio de las religiosas y las internas.
Con el tiempo se fue ampliando conservando la línea del diseño
original. Hoy, en estos días, (agosto del 2015) inicia la carrera de
Administración, que se agrega a la de Derecho que comenzó el año
pasado, todo esto como consecuencia del arrojo y visión de Adolfo
que, siendo presidente del patronato, lo incorporó a la Universidad
Nacional Autónoma de México.
32
Otros intentos de comunicación se dieron cuando el hermano de
Felipe, Eugenio, publicó el periódico “La Llave”, donde el Tepis
tenía su columna deportiva llamada futbol chimeco. Escribió otra:
Escudos, rodelas y… goles, publicación del Ayuntamiento que se
llamaba “Chimalhuacán”.
SERENATAS Y BODAS
Muchas relaciones amorosas se dieron en nuestro pueblo debido al
requinto de Chucho, a la guitarra y primera voz de Javi y a la
segunda y tercera voces de Cachona y del Changa. Seguro es que
debido a las notas de un bolero en los oídos de una bella dama, se
dieron bodas, reconciliaciones, suspiros y dolorosas despedidas,
fueron decenas de serenatas a través de muchos años para los
miembros del grupo, sus amigos y los amigos de sus amigos ¿No
es esto trascendente? ¿Acaso no cambian los destinos de miles de
personas? ¿De verdad no es la música la que da rumbo a la
humanidad? ¿Cuántos sueños, ilusiones, esperanzas y pretensiones
se fincaron en el sonido de dos guitarras y varias voces?
Se propusieron llevar serenata a sus madres los días 9 de Mayo;
algunos conocidos solicitaron participar de esto y creció tanto, que
tenían que empezar a las ocho de la noche del día nueve de mayo,
para terminar amaneciendo el día diez. En un determinado tiempo
33
se integró Raymundo Meixueiro -primo del Tripa- que tenía la voz
de “oro” y que también tocaba la guitarra.
Cuando se inició el grupo todos eran solteros, poco a poco se
fueron casando; sintieron la necesidad de mostrarle a los amigos el
afecto que se les tenía y se hizo de la siguiente manera: al Padre se
le organizó una despedida de soltero que fue grabada por el
“entrón”. En esa reunión participó la mayoría: hubo novia, esposa
con hijos y embarazada que interrumpe la boda y es echada a
patadas, sacerdote, acólitos, juez y familiares del novio y la novia,
todos con el atuendo respectivo. Tepis tuvo también su despedida.
Desfilaron varios que ya no fueron grabados porque “el guapo” se
retiró del grupo. Antes, la boda del Arrepentida y la del Chucho
fueron grabadas en película “super 8” y todos, con mandil puesto,
se encargaron de atender a los comensales.
LA FAMILIA ALONSO JIMÉNEZ
Los hermanos Alonso formaron parte de la primera generación,
después se integraron sus hermanos Julio (+) y Miguel. Esta
familia se distinguió por ser epicentro de las actividades grupales.
El “galán” siempre iba a la vanguardia: en la forma de vestir y en
la forma de ser (se independizó de su familia). Organizaba
tardeadas en un salón de su tío Elías en 1965 y allí bailaban: Twist,
Rock And Roll, Jerk, Ska (el de antes, no el de hoy), Surf, Surfin y
otros ritmos que se pierden en el polvo del tiempo. Comúnmente
asistía Esperanza Flores, su tía, que era de su edad y era bellísima;
era el amor platónico de Cachona, de Fernando Canto y
seguramente de otros también; siendo maduros él se lo dijo y ella
le contestó: “pues sí, pero nadie se aventaba”.
También innumerables fueron los concursos de imitaciones, chistes
e interpretaciones musicales. Se recuerda la reunión torera en el
cortijo “Noé y Elena” que organizó la familia Alonso Martínez (los
tíos), donde fueron invitados especiales y protagonistas del evento.
34
Benja, Julio, Quino, Cachona y Maco
LA POLÍTICA
¿Por qué no se formó un grupo político? El tema es muy difícil
abordar, sin embargo hay que hacerlo porque muchos se harán esa
pregunta, así es como yo lo recuerdo: cuando se formó la sociedad
de estudiantes, idea y realización fundamentalmente por los más
jóvenes, había personas ajenas a la agrupación: Jorge Seyde y
Arturo Cornejo, por ejemplo, quienes tenían una orientación
totalmente política, Aquí se dio una escisión; Hugo se oponía
rotundamente a que se hiciera política y Cachona no, por lo que
éste se fue con aquellos.
Sobre los tíos de los hermanos Alonso se decía que eran seguidores
del nepotismo. En determinado momento, parece que por ese
conducto, se hizo la invitación a los amigos para formar un grupo
político, al intentar formar los cuadros y buscar la posición de Juez
Menor municipal se hizo la cargada familiar a favor de los suyos y
de Javi, en honor a la verdad, como dijera el Maco, se comprobó
la tesis arriba planteada. De allí nació la conciencia de no ser
manipulados absolutamente por nadie.
Sin embargo, era de esperarse que la inquietud por la política se
canalizara de manera individual. Chimalhuacán era un pueblo
pequeño y se visualizaban ya las oportunidades debido a que varios
35
tenían preparación académica. Las aspiraciones, entonces,
aparecieron en algunos de sus miembros. Quienes tuvieron la
oportunidad de ejercer un cargo fueron:
Javi. Juez menor municipal y presidente municipal (82-84),
actualmente funcionario estatal. Tiene un hijo abogado.
Pabello. Regidor (82-84) y presidente municipal (88-90)
Benja. Secretario del Ayuntamiento, regidor y actualmente
funcionario municipal.
Cachona. Secretario del ayuntamiento (82-84 y 1988) y
funcionario federal. Actualmente es Logoterapeuta y Analista
Existencial.
Julio. Fundador del Suteym Chimalhuacán y dos veces regidor,
recién terminó la licenciatura en economía y está estudiando la
maestría. Su hijo Giulio es secretario de acción juvenil del Suteym
del Estado de México y tiene una hija abogada.
El Niño. Regidor.
Adolfo. Regidor y funcionario estatal. Ing. Textil (IPN); Pedagogía
(Degest, Sep), 60% Maestría en Investigación Educativa (ICCP,
Cuba.), Quirofosico, Esc. Part, Palmer. Tiene dos hijos licenciados
en derecho UNAM, Uriel y Orlando; uno más estudiante en
ciencia política UNAM y una hija, Noemí, con maestría en
derecho, igualmente vestida de “azul y oro”.
Garrincha. Regidor y presidente del comisariado ejidal. Tiene una
hija abogada.
Antonio Siles de la segunda generación, y que ya falleció, fue
regidor municipal.
José Bastida, también de la segunda generación, fue regidor
municipal recientemente.
36
LA FAMILIA, EL TRABAJO Y LA ACADEMIA
Lo más valiosos de esta comunidad juvenil eran sus familias, los
hogares que les vio nacer. Algunos huérfanos, la mayoría pobres,
pero todos llenos de ejemplos y valores. Sus vidas llenas de
responsabilidad, la mayoría se casaron y tienen familias
respetables, algunos son profesionistas y otros trabajadores
esforzados y respetables.
Maco. Fue empleado de la Biblioteca de la UNAM –jubilado-.
Estudios profesionales de Actuario. Su familia actual es organizada
y unida como lo fue su familia nuclear.
Tripa. Tiene un hijo sacerdote.
Marcos. Feliz con su familia se dedica al atletismo.
Marranito. Ciudadano honrado y padre amoroso. Su hijo Arturo
es ingeniero en electrónica, quien se hizo con Pedro Torres y en el
canal 11, actualmente trabaja en una productora.
Pepe. Trabajador del volante y excelente padre de familia. Tiene
una hija médico-cirujana y otra médico-veterinaria.
José Luis. Ciudadano entregado a su familia y al futbol.
Arrepentida. Ciudadano ejemplar, respetable y respetado.
Excelente padre de familia.
Pepito. Se recupera de un infortunio.
Enrique. Es sacerdote católico.
Felipe González. Es sacerdote católico y Director del seminario
“Cristo Rey” y con una trayectoria de responsabilidades
impresionante.
Barajas. Economista, toda su vida trabajó en el Congreso de la
Unión y como funcionario federal. Tiene un hijo con maestría. Su
esposa Isabel es enfermera en el Hospital Español.
37
David. Ing. Mecánico Electricista UNAM y Mba Itesm. Su hijo
Ángel David Rico Jiménez estudia 2do año de Economía y
Dirección Financiera Itam -dos carreras-. Su hija, Monserrat Rico
Jiménez primer año de preparatoria. Su esposa Rosalba Jiménez,
licenciada en Economía IPN. Actualmente en Costa Rica con su
familia y sobresaliente éxito.
Chepo. Es el más destacado en la academia tiene dos maestrías y
un doctorado. Licenciado en Psicología FES-Zaragoza, UNAM;
Maestría en Pedagogía en la FFyL-UNAM. Maestría en Pedagogía
en UPN- Ajusco y Doctorado -en pedagogía-, en UPN-Ajusco.
Trabaja en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad
Campeche.
El ojón. Alfonso Romero medina, casó originalmente con Rosita
Sánchez y tienen cuatro hijas: Francia, Karelia, Gisel y Grecia. El
mechudo, como también se le conoce, es arquitecto, actualmente
esposo de María Luisa Piraquive líder de la Iglesia de Dios
ministerial de Jesucristo internacional, con presencia en 46 países,
pertenece al ministerio y viaja por todo el mundo, tal como lo
pregonaba en sus años mozos, procurando el desarrollo de la
iglesia. Diseñó tres aeropuertos, dos en Cuba y uno en Colombia.
Es el profesionista más exitoso del grupo, sin duda.
Cecilio. De los hermanos Gómez Aguilar, tiene una hija con dos
carreras y actualmente es miembro del consejo estudiantil del
politécnico.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
Había pequeños grupos dentro de la hermandad y cada uno tenía
sus cuates fuera de ella; aun así, cuando se trataba de un evento
importante, allí estaban todos, comprendían que el todo era más
importante que las partes, como se dice en la terapia Gestalt.
Otros fundadores que no escribieron y que aquí aparecen (foto)
son: Félix Sánchez Buendía el “Padre” (posiblemente el más
fuerte físicamente), se llevaba bien con “el guapo” y fue el primero
que se casó. El Poncho, cuñado del Javi, excelente en todos los
aspectos. Tomasote (aquí) junto con el doctor Adán Buendía en la
38
despedida de soltero del Padre. El Garrincha, buen futbolista, de
ahí su mote.
Victor Ochoa (ingeniero) el Tonina era un futbolista reconocido en
todo el municipio, zurdo, nunca participó en el equipo de futbol.
Bernardo, se le reconoce capacidad intelectual y preparación
académica, denegó su participación en el presente documento. El
Ojón era notoria su relación con “el más adelantado”, “el más
joven” y “el creativo”. Alejandro Alonso Jiménez el Quino tuvo
un papel destacado en el equipo, además de jugar fue varias veces
delegado a la liga, fue de los últimos en retirarse y siempre estuvo
al pendiente de la franquicia, actualmente tiene su escuela de
futbol. Enrique Castro Buendía, primo hermano del “guapo”,
estuvo poco tiempo en el equipo, su vocación lo jaló a los estudios,
es sacerdote. El “Solín”. Están también José Canto Gálvez el Pepe.
El Fabiancito y Hugo que no aceptó escribir por enfermedad. Hay
otros compañeros que se han alejado por motivos de trabajo: Cirilo
“el cejas” y el “charales”.
Es costumbre entre los mexicanos estrechar más la amistad
haciendo compadres, aquí no fue la excepción: Barajas tuvo como
compadre al Maco y al Pepe; Adolfo a Julio; Arrepentida al
Lorico; el Pepito a Maco; Julio además a Cachona y éste a Pepe,
39
Javi, Pabello y al Pointer y así nos podemos seguir. Al terminar
este capítulo parodiamos lo dicho en la película Troya: cuando los
años pasen quiero que recuerden que soy de los tiempos del Benja,
del Changa, del Padre, del Tripa, del Hugo, de Bernardo, del
Poncho y de tantos TIDEES entrañables.
En síntesis, y desde mi punto de vista, en lo referente al futbol me
parece que fueron un equipo competitivo sin lograr consolidarse
como un equipo grande. Si bien arrasaron en la tercera división
habría que considerar que la mayoría había sido campeones de
copa en segunda división y que ya habían jugado en la primera.
Pienso, sin ánimo de ser injusto, que no terminaron por fraguar lo
que sus cualidades prometían. La indolencia se presentaba de
manera intermitente, muestra de ello es que en la final de campeón
de campeones de la tercera división, dice julio, no se completaban.
Las causas fundamentales del mediano éxito son: primero,
funcionaban más como un grupo familiar que como equipo con
aspiraciones competitivas (parecido al Morelia de Xochiaca y la
familia Arrieta, donde jugó Cachona); al Quino le dio demasiadas
“alas” su hermano Maco. Segundo, dice él mismo que daba más
importancia a los amigos con pocas cualidades que a otros que las
tenían y esto en el deporte de competencia, tarde que temprano
fracasa, mejor reunirse con los cuates de vez en cuando para jugar
una cascarita. Chucho, Cachona y Tepis lo sabían, con
pretensiones personales, se fueron y lograron ser campeones en
equipos importantes.
En los años sesentas: Huracán, Atlas, Tiburones rojos y en los
setentas: Monterrey, tiburones rojos y San Lorenzo, fueron
verdaderamente grandes. El fracaso del TIDEES en lo deportivo es
idéntico a lo político, se participa, si y sólo, si se beneficia la
familia y a los amigos.
Si revisamos las participaciones individuales en lo político
tenemos que hubo dos presidentes municipales, dos secretarios del
ayuntamiento, cinco regidores, varios funcionarios municipales,
estatales y federales -sólo en la primera generación-, nos damos
cuenta del enorme desperdicio de posibilidades de influir en un
40
futuro mejor para la comunidad. No había necesidad de hacer un
grupo político, pero si incidir en decisiones en este rubro.
El Maco y Hugo siempre se negaron a que hubiera participación
política porque tuvieron traumas muy jóvenes por hechos que les
sucedieron a sus padres: el primero, dice que a su papá lo
abandonaron sus amigos por la política y la religión; al segundo no
le permitieron llegar a la presidencia, a su papá, por ser compadre
del gobernador Baz Prada. El caso es que, aunque se diga que la
política es sucia y que la religión no debe ser tema de discusión, las
cosas suceden por decisiones que toman las personas no por el
hecho de que existan quehaceres humanos por realizar.
En su presencia social, propuesta cultural y búsqueda educativa,
queda manifiesta su integración al tiempo en que vivieron. La
diversidad de actividades sociales, la relación estrecha con las
familias de la comunidad, así lo hacen valer. Iniciativas como las
publicaciones periodísticas, la formación de la agrupación de
estudiantes; el hecho de preparar a jóvenes para su ingreso a las
instituciones más importantes de formación educativa, describe
cuál era su línea de pensamiento. Queremos decir, entonces, que
aquí está el verdadero valor del grupo, su plena disposición hacia
el conocimiento y la inclinación a que los demás transitaran por ese
sendero, esa es su verdadera razón de ser.
El mayor logro de esta comunidad está en la familia; en la inmensa
mayoría, nos consta, hay mucha calidad afectiva y emocional.
Tiene que ver, también, aunque no necesariamente, en la
preparación académica que hubo en los miembros del grupo donde
hay varios que tienen licenciatura, tres maestría y uno doctorado;
sin dejar de considerar: dos sacerdotes católicos y un ministro
religioso, al final de cuentas lo más importante en el ser humano,
lo trascendente, son las cosas que haces con significado y ellos lo
saben.
Para finalizar, consideramos que si fueron treinta y seis personas
los fundadores y que hoy se siguen viendo para jugar fútbol o dar
conferencias, podemos concluir, en este capítulo, que realmente
son un grupo único y especial. Pasamos a los relatos de los
41
miembros de esta comunidad y les damos voz para que expresen
sus vivencias y recuerdos.
El Maco, el TIDEES mayor.
42
SEGUNDO CAPÍTULO
Relatos:
“La necesidad social empuja los hombres unos hacia otros, pero
sus insoportables defectos los dispersan de nuevo. La distancia
media que acaban por descubrir, en la cual la vida en común se
vuelve posible, es la cortesía” -Arthur Schopenhauer—
Pepito, Maco, David, Adolfo, Hugo y Julio
El MACO
omenzar con el Maco es un reconocimiento al papel
desempeñado dentro del grupo, daba equilibrio y era su
epicentro. Dice el sacerdote Felipe González que para
saber si una fiesta había valido la pena había que
observar al Maco, según su ánimo se podía calificar de buena o
mala.
C
43
Viene de una familia,
reconocida en el municipio,
que se guiaban por reglas que
implicaban: moral, educación,
cultura y buenos modales. El
buscaba, que dentro del grupo
hubiera unidad; que se
propiciara la aventura y que
todo llevara un sello de
intensidad. Siempre se
distinguió por su inteligencia,
misma que lo llevó a ganar un
concurso de matemáticas inter-
prepas de la UNAM.
Al Maco se le puede llamar el TIDEES mayor, siempre buscó que
el grupo fuera una familia. Reflexivo, conciliador y muy
productivo, se ganó el respeto de todos, incluso el día de hoy,
gentes ajenas al grupo le tienen mucha deferencia. Nadie ama más
a Chimalhuacán que él mismo, ama a la gente del pueblo, ama sus
tradiciones y le emociona, hasta lo más profundo, que se recuerden
tiempos idos. Finalmente la filosofía que enarboló, como bandera
el grupo, es propuesta suya. Su legado es que debemos vivir en
comunidad, aceptar la libertad de los demás y vivir intensamente.
Relato de MARCO SERGIO FRANCISCO ALONSO JIMENEZ
INFANCIA
Nací el 4 de octubre de 1948 en la Cabecera municipal de
Chimalhuacán Atenco, fui el segundo de más de ocho hermanos.
El 7 de octubre de 1948, tuve el privilegio de que me bautizara ese
gran personaje que fue el presbítero Maximino Castro o “el padre
Machi” como lo llamaban todos en el pueblo. En ese tiempo era
presidente municipal Don Hilario Valencia, también conocido
como “el Caballote” o el “Cacique”.
Viví en la casa de mis abuelos paternos: Don Benjamín Alonso
Vargas y Doña Emiliana Martínez Saldivar, casa situada en
esquina de la Plaza Municipal o el Jardín Zaragoza, donde se
44
localiza el palacio municipal y del otro lado se encuentra la
parroquia de Santo Domingo de Guzmán.
Para acceder al jardín solo tenía que
cruzar la calle, ahí era donde junto
con otros niños nos la pasábamos
jugando canicas, trompo, los hoyos;
recuerdo que había una piedra del
juego de pelota, que actualmente se
encuentra en la zona arqueológica de
los Pochotes -que la llamábamos “la
lagartija”- en la cual nos montábamos, al igual que hacíamos con
un león de cemento que se localizaba a un costado del pórtico del
Palacio municipal, ah! Y también en el otro lado de este palacio
estaba un lagarto, también de cemento.
Subíamos al kiosco, la parte baja de éste no tenía un uso
particular pero en ocasiones se usó como cárcel, en la pared, que
era de piedra, había una placa de bronce que cuando llovía daba
toques y, entonces, sí eras muy valiente formabas parte de una
cadena por la cual pasaba la electricidad. También nos gustaba
jugar en el pórtico del palacio en sus escaleras y
los barandales de cemento de la escalera los usábamos como
“resbaladilla”. Junto al kiosco estaba una “pileta” que todos
conocíamos como la fuente, yo no recuerdo que se haya usado
como tal, cuando no contenía restos del agua de lluvia nos servía
de refugio para jugar a las escondidas.
En el extremo del jardín, que
colindaba con la calle
Netzahualcóyotl, estaba un
monumento donde se izaba la
bandera, recuerdo que era de
cantera y en uno de sus lados
estaba esculpido el escudo de
Chimalhuacán, tenía una
inscripción de la cual no
Doña Angelina (tercera) mamá del
Maco
45
recuerdo que decía, seguramente tenía la fecha en que había sido
erigido. Había en el interior del jardín muchos pinos que daban
unos frutos “medio” redonditos, también había unos fresnos;
alrededor del jardín estaba una banqueta bastante amplia, estaban
colocadas en forma estratégica un conjunto de bancas de
mampostería para cinco o seis personas.
El atrio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán es otro de los
lugares en los cuales pasé mi infancia. Tiene un pasillo central
franqueado por arbustos llamados “truenos”; había varios
árboles de pirú bastante frondosos, algunos de ellos todavía están
en pie, también se conservan algunos olivos, recuerdo que existía
un árbol ya muy viejo que daba moras; eran parte importante del
atrio las tumbas de varios curas que habían fallecido cuando
ejercían su ministerio en la parroquia del pueblo, entre otras la
del insigne personaje: EL PADRE MACHI.
En la parte que da al sur existía un claro el cual servía lo mismo
para jugar futbol o béisbol, ¡Qué ratos tan agradables
disfrutábamos!, bueno siempre dependiendo de quién fuera el
párroco en turno; aquí jugábamos a las canicas, al trompo, a los
quemados y probábamos la puntería tirando con resortera, que
llamábamos “flecha”, a los pájaros que se posaban en los árboles
que bien podían ser: maiceros, tórtolas, coquitas, gurriones,
calandrias o “copalaxcleros”, si era la época.
Estos pájaros son aves migratorias que se hacen presentes en esta
región de noviembre a marzo. Yo los veía en los pirúes del atrio,
con su color canela, su copete –cresta-alargado, su antifaz de
color negro, sus plumas rojas brillantes al final de las alas y en el
extremo de las plumas de su cola el color amarillo, al igual el
abdomen de un amarillo pálido. Son aves pequeñas, miden entre
15 y 18 cm de largo -de pico a cola-. Se alimentan de los frutos
del pirú que nosotros denominamos
46
COPALAXCLE.
COPALAXCLERO
El fruto cuando se madura es de un color rojo y su cáscara se hace
quebradiza. El fruto tiene un sabor dulce, con un pequeño resabio
amargo. Estos pájaros andan en parvadas, desde decenas hasta
cientos, emiten un chiflido agudo: sssriii, sssriii, sssriii. En
algunas ocasiones, junto con otros amigos llegamos a cazar, con
la resortera, algunos; que desplumábamos, quitábamos las
vísceras, atravesábamos en una rama para después ponerlo a
cocer en una pequeña lumbrada que habíamos encendido
previamente, y así, disfrutar de un refrigerio.
CASA DE MIS ABUELOS
Don Benjamín Alonso y Doña Emiliana Martínez.
Voy a tratar de hacer una descripción con la esperanza de
transmitir una imagen clara del lugar donde pasé los momentos
importantes que más tarde, me he dado cuenta, fueron
trascendentales en mi vida. Podría concluir que ese período de mi
vida fue de felicidad plena, sin preocuparme por cosa alguna. Lo
que más me importaba era jugar. Para ese fin contaba con mi
hermano Benja, un año mayor, que fue compañero, amigo,
protector, consejero y guía, para muestra basta un botón: con él
Reino : Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Passeriformes
Familia: Bombycillidae
Nombre Científico:
BombycillaCedrorum
Nombre Común:
Ampelis Americano
Nombre en
Chimalhuacán:
Copalaxclero
Otros Nombres:
Chivitos o Chinitos
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aprendí que era muy importante comprar con lo que nos daban de
“Domingo” y que ahorrar -que era lo que yo pretendía-, podía
quedar en segundo término.
La casa se localiza en la esquina de la calle Zaragoza y Plaza
Zaragoza, colinda al norte con la casa del tío Crisanto Vargas, al
sur con la Plaza Zaragoza, al oriente con la calle Zaragoza y al
poniente con el cine Progreso. Las paredes de la casa eran de
adobe, que tenían un ancho de 75 cm.
Por la calle Zaragoza se localiza el zaguán que da acceso a un
pasillo de cuatro metros de ancho que se extendía hasta la puerta
del corral, éste era bastante “grande”, más o menos la mitad del
predio. La entrada de dicho pasillo estaba techada con
“tejamanil”, esto lo convertía en un pórtico. Pasando el pórtico, a
la izquierda estaba una cocina que usaba carbón como
combustible, tenía tres hornillas y debajo había dos depósitos con
sus arcos de medio punto, ahí se guardaba el carbón, estaba
recubierto con mosaico, el piso era de recintos, de piedra, algunas
de estas piedras las conservo en el patio de mi casa. En seguida
estaba una escalera de madera que daba acceso a la parte
superior, a colación de ésta recuerdo que mi tía TILA me
recomendaba que subiera o bajara la escalera poco a poco y
sostenido del barandal, y yo bajaba y subía corriendo y gritando
poco a poco, poco a poco… En la parte superior estaba un especie
de ático, el piso era de madera, de duela, la altura de estas
habitaciones era de 1.60 m. El techo estaba construido sobre unas
vigas que tenían unos 60 cm de separación que sostenían, no sé
cómo, un tipo de hormigón, tenía una vista de bóveda catalana, las
ventanas, tres, eran de piso a techo, dos daban al patio y por la
otra se podía observar el jardín y el pórtico del palacio municipal.
Las ventanas eran de esas que tenían unas puertas de madera que
hacían la función de cortinas.
A continuación había un espacio que se usaba como bodega para
la leña y para los instrumentos de labranza tales como: arados,
hoces, rastrillos, palas, bieldos, reatas, barcinas, costales,
cerones, fustes, yugos, machetes…etc. Y al fondo a la derecha se
localizaba la letrina. Una estampa de este lugar que me es muy
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reconfortante es recordar a mi abuelo sentado sobre un montón de
leña tocando su armónica.
Del lado derecho del pasillo central se localizaba la construcción
más reciente, las habitaciones formaban una “L” que tenían vista
al jardín interior. Al entrar se encontraba la cocina-comedor, la
cual usaba gas como combustible, al lado de la cocina se
encontraba un baño “completo” que tenía su boiler de leña, en la
esquina se encontraba la habitación de mis abuelos y junto a esta
se encontraban dos habitaciones más.
Del otro lado del jardín estaba una habitación que era la más
amplia y elegante de todas, que todos llamábamos “la sala”. Al
centro estaba la puerta flanqueada por dos ventanas; la puerta
tenía un arco formado por dos buganvilias. En el interior
alrededor de la sala había sillas, dos decenas aproximadamente, el
piso era de cemento, las orillas estaban pintadas de color rojo,
siempre estaba brillando de limpia y la encargada de esta
operación era la tía Tila.
En seguida se encontraba la cocina de humo, ésta no me dejó
huella en mi memoria.
En el otro lado del jardín interior se encontraba el pozo, pegado a
la puerta del corral, y junto estaba una gran pileta con sus
respectivos lavaderos.
En el corral teníamos: caballos (3), burros (2), un “macho” o
mula, borregos (aproximadamente 15) y esporádicamente vacas
que esperaban turno para ser sacrificadas; también teníamos unas
cuantas gallinas.
Mi papá nos contaba que en ese tiempo tenían dos perros de talla
grande, pero que se tuvieron que deshacer ellos porque nosotros,
Benjamín y yo, les mordíamos las orejas y los perros se
molestaban y había riesgo de que nos pudieran morder.
Hasta aquí he descrito la parte interior, me resta describir la parte
externa. Eran locales comerciales, en la esquina de Plaza
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Zaragoza y Calle Zaragoza se ubicaba “la tienda” que realmente
era una miscelánea. Algunas cosas que ahora me parecen
curiosas: los productos que se vendían a granel; el aceite se
despachaba por medidas (50 ml, 100 ml, 250 ml) y el cliente debía
llevar su depósito, el azúcar se despachaba por cuartos o medios
kilogramos, el café se compraba por 20, 30, o 50 centavos, todos
los refrescos se vendían en botellas de vidrio, es decir el envase
era retornable, la manteca se expendía en hojas de maíz o en papel
de estraza, bolsas de papel con asas, sopas de pasta de la marca
“tres estrellas” etc…
Junto a la tienda, por la calle de Zaragoza, se encontraba la
carnicería “La Consentida” que la habían iniciado los abuelos y
después la atendía mi papá TOMAS. De la carnicería recuerdo las
tardes de algunos sábados cuando mi abuelo limpiaba las manitas
de marrano para que al día siguiente lucieran agradables. Otro
recuerdo son “los cebitos”, que la vox populi indicaba que eran
un excelente remedio contra la tos, estos cebitos se vendían por la
tarde-noche. Recuerdo que los cebitos del tío Crisanto eran muy
cotizados.
LA PRIMARIA 1956-1961
Para la educación primaria había varias opciones, entre ellas
estaban: la escuela oficial José María Morelos; la escuela, de las
“monjas”, Netzahualcóyotl y la escuela parroquial; mis padres me
inscribieron en la escuela parroquial: “San Juan Bosco”.
Esta escuela fue fundada por el párroco Luis Sánchez Flores con
la entusiasta colaboración de los vecinos. En dicho plantel sólo se
podía cursar hasta el cuarto año, pues no tenía registro ante la
SEP, y entonces me fui a la escuela Particular Netzahualcóyotl a
cursar el resto de la primaria. Destacan en mis recuerdos mis
compañeros: Félix “el capulín”, Miguel Hernández el “peseta” y
Alberto Castro, todos ellos de San Juan, pues eran ayudantes de la
tiendita, regenteaba por la madre Adelina y por ende de todas sus
confianzas. Esto representaba una gran ventaja para mí cuando
algunas tardes tenía que ir a hacer algo de los trabajos manuales
y ellos también, resulta que en el transcurso de la jornada me
compartían algunos chocolates “Vaquita” que yo aceptaba con
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mucho gusto, debo confesar que para mí no tenía sentido el refrán:
“Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”.
De los compañeros de sexto recuerdo a Guillermo Buendía, el hijo
de don Juan el “juil”, más tarde ampliamente conocido como el
“matosas” y a Marcos Siles, porque se fueron de pinta y después
de algunos días tuvieron que ir a la ciudad de Veracruz a
rescatarlos. Fueron también mis compañeros: Carlos Gutiérrez
Jiménez, “el canillas”; tres con nombre de Fernando, a saber:
Arrieta de Xochitenco; Alemán de Santa María y Jiménez
Palacios, “el gu-gu”, uno de nombre Narciso de San Vicente, que
llegaba a la escuela en bicicleta, los cuates de San Agustín y los
tres de San Juan mencionados anteriormente. De mis compañeras
recuerdo el nombre de algunas: Clara y Sofía de Santa María, una
compañera de apellido Prieto de Tecamachalco -poblado cercano
a los Reyes, la Paz-, Eufrasia, Hortensia, Socorro etc…
De este tiempo recuerdo los juegos escolares en los que
participaban las escuelas de la zona y la sede de los juegos fue en
el deportivo de la Magdalena.
LA SECUNDARIA
Para ese tiempo las familias estaban constituidas de ocho a diez
miembros, realmente eran bastante numerosas. Las actividades de
la población dejaron de ser primordialmente agrícolas, pero
gracias a Dios, la ciudad ofrecía diversos empleos para los
habitantes del pueblo. Así, algunos obtuvieron trabajo como
empleados en los bancos, en los almacenes, en los baños
(bañeros), otros trabajaban por su cuenta: los traperos, que
comerciaban con los retazos de la industria de la confección, los
chachareros, que comerciaban con el periódico, con muebles o
con ropa usada. También había un puñado de jóvenes que
estudiaban en las escuelas de enseñanza superior (Normal,
UNAM, IPN o el Seminario Conciliar de México).
Los hijos de don BENJAMIN Y EMILIANA -mis abuelos- no se
dedicaron al campo, sino que se fueron a la ciudad a proseguir sus
estudios. Solo Tomás -mi papá- se quedó en Chimal, él atendía los
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terrenos de la familia, aunque su actividad primordial era la
carnicería.
A principios de los años sesenta mis abuelos decidieron dividir la
casa entre todos sus hijos -seis-. La división se hizo sobre la base
que cada parte tuviera la misma superficie y cada división tuviera
acceso a la calle. ¡Qué sabia decisión!
Esto de subdividir las casas fue una “costumbre” que se
practicaba en forma general, en todo el pueblo. Por lo tanto, las
nuevas familias se iban adaptando a vivir en espacios muy
reducidos. Esto trajo como consecuencia que las casas perdieran
los patios y los corrales.
A las generaciones que se iban desarrollando se les hacía
imperativo permanecer en la casa donde habían nacido, aunque el
predio fuera reducido. Esto se hacía, no porque no tuvieran un
lugar donde construir su casa sino porque se tenía un gran apego
a la familia.
En cuanto a los avances tecnológicos, en la década de los
cincuentas, la radio era uno de los medios de comunicación
masiva a la que la mayoría de los habitantes del pueblo teníamos
acceso. Así por las noches escuchábamos las radio-novelas; una
de ellas fue “Chucho el roto”. Las estaciones del radio más
populares fueron: la XEW, la XEB, la XEX, la XEQ, la XEQK (la
hora exacta), etc.
El aparato de radio era un mueble voluminoso que funcionaba a
base de bulbos. Las bandas de transmisión eran de onda larga y de
onda corta. En las noches se podía escuchar la transmisión de
otros países, por onda corta.
A finales de los años cincuenta algunos pobladores obtuvieron su
televisión -blanco y negro-. Los que no teníamos “tele” teníamos
que pagar por ver algunos programas o espectáculos como las
peleas de box.
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Solo estaban los canales 2,4 y 5. Estos aparatos funcionaban a
base de bulbos y para cambiar de canal se le tenía que dar vuela a
la torreta -teníamos que pararnos a cambiarle de canal-.
En ese entorno en 1962 fui a la escuela secundaria
Netzahualcóyotl. Nos tocó ser integrantes de la primera
generación -1962 - 1964-.
El grupo inicial era de veinte alumnos aproximadamente de los
cuales terminamos trece:
Alonso Jiménez Marcos
Buendía Alejandro (El pestañas)
Buendía Guillermo (El matosas)
Castañeda Manuel (El toto)
Castro Alberto
Chavarría Esther
Fernández Espinosa Raúl (El popotes)
Hernández Miguel (El peseta)
Peralta Máximo
Saavedra Facundo (El loco)
Sánchez Buendía Alfonso E.
Valverde Pablo
Valverde Porfirio (EL Tepis o El fierros)
De los profesores de la secundaria recuerdo a: Eugenio Alonso
Martínez, nos enseñó inglés y matemáticas, al Dr. Álvaro Rico
Sánchez que nos dio biología.
En septiembre celebran la fiesta patronal de Santa María
Nativitas, y el lunes había corrida de toros. Nosotros íbamos en el
turno vespertino que coincidía con el horario de la corrida. Un día
de esos el Tepis nos propuso a varios alumnos, que fuéramos a los
toros.
Para transportarnos usamos las bicicletas de los que habían
llevado a la escuela. Tomamos las bicicletas con gran sigilo para
que no se dieran cuenta “las madres”. Total que fuimos a la
corrida y de regreso ya la madre Blanca nos estaba esperando en
la terraza. Conforme íbamos entrando ella nos indicó que
cargáramos la bicicleta, en la que habíamos ido a los toros. Ahí
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estuvimos durante algún tiempo. A los alumnos, la madre blanca,
les decía ¡esto les pasa a los que se van de pinta!
EL FUTBOL
De niños jugábamos por las tardes, usábamos los espacios
disponibles, entre otros: el corral de Don Pepe Buendía cuando
estaba desocupado, el atrio de parroquia, el “asoleadero” del
Rancho el Molino, la calle Zaragoza, etc.
Eran unas cascaritas muy entretenidas. A los catorce años soñaba
en formar parte del equipo “León”, pero no era el momento
todavía.
Se presentó una oportunidad
con el equipo “Quetzalcóatl”
de tercera fuerza. En el
grupo participaban los
primos Beltrán: Félix Ávila
Beltrán (el Gato), Odilón
Siles Martínez, Francisco
Beltrán Jiménez, Antonio
Beltrán (el Güiti); otros
integrantes que recuerdo
eran: Álvaro Valverde, el
“Cachis, Chucho el
“Chacal”, el “Talachas”.
Éramos equipo local en el campo: “el Tecal”. Para ir a jugar allí,
el trayecto lo recorría a pie cruzando los terrenos del Rancho El
Molino, al regreso -lo hacía solo-, si había lechugas en algún
terreno me gustaba cortar sus corazones, eran una delicia.
Todavía en el presente cuando llego a comer los corazones de
lechuga, viene a mí una agradable evocación; las zanahorias eran
otras de las verduras que comúnmente se cultivaban y de las
cuales también disfrutaba; las cañas calmaban la sed.
Primera credencial del Maco
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Después de esa experiencia futbolera,
los compañeros de la Secundaria
formamos un equipo cuyo nombre fue
Secundaria Netzahualcóyotl.
Jugamos una corta temporada.
En seguida me incorporé al León B,
que denominábamos el semillero del
León A. De los integrantes recuerdo
a: Benja, Arrepentida, al Changa,
Fernando Canto, Chucho, Cachona;
pero especialmente a Jorge Cosío
amigo de Benjamín por ser un
destacadísimo jugador.
Disputamos la final del campeonato de Copa contra “El
Guadalupano”. Ganamos y nos llevamos el trofeo de copa.
Otro acontecimiento que viene a mi memoria es cuando en un
partido de fut, “el Pella” no estuvo de acuerdo con la actuación
del árbitro, terminado el juego, le reclamó su pésima actuación, de
manera iracunda y al calor de la discusión le dijo: “te voy a partir
el hocico”, el árbitro, ni tardo ni perezoso le contesto: “eso está
por verse”. Se inició el pleito, el pella le lanzó un derechazo, que
su contrincante cabeceó hábilmente, quedando a merced de su
rival, este se preparó para acertar un golpe letal, yo intuyendo lo
que iba a suceder, le asenté un empellón, para así evitar el
desaguisado. Bueno, total que en la cédula arbitral quedó
asentado el reporte: “el pella” intento de agresión y a mí
agresión. El castigo fue seis domingos para el intento y para mí un
año, suspendido de participar en la Liga Regional de Futbol de
Chimalhuacán. Cumplido el castigo, me reintegré con el León B.
LA FRACTURA
El partido de futbol LEÓN Vs GUADALUPANO que se efectúo en
la “lagunilla” resulto ser trágico. El partido se desarrollaba
normalmente cuando en una jugada le fracturaron la tibia y el
peroné a nuestro centro delantero, al Chucho. Al ver que tenía
una lesión severa, pues el píe materialmente colgaba de su pierna,
Primer trofeo con el equipo
León
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inmediatamente debatimos que debíamos hacer para que nuestro
compañero fuera atendido de su lesión. Hubo opiniones de que lo
debíamos de llevar al hospital de Texcoco o a la Cruz Roja de
Balbuena, finalmente decidimos por la segunda opción.
Procedimos a subirlo al coche del Arrepentida, lo colocamos en
el asiento trasero y en la parte de adelante íbamos con él dueño, el
Changa y yo. El Arrepentida condujo velozmente, llegando en un
dos por tres al hospital de la Cruz Roja, donde en seguida de su
ingreso le tomaron una radiografía y posteriormente le enyesaron
el píe posteriormente el doctor dio las instrucciones pertinentes
para el caso y dijo que ya podía irse a su casa.
En ese momento la tensión y la adrenalina que nos invadía,
comenzaron a bajar y tuvimos conciencia que debíamos llevarlo a
su casa y no sabíamos cómo iban a reaccionar sus familiares. Ya
de regreso comentamos cuál sería la manera más conveniente de
“entregarlo”. Hubo la propuesta de que lo dejáramos en la puerta
de su casa, tocáramos y en seguida podíamos desaparecer, esta
técnica se aplicaba cuando íbamos a dejar a alguno de los amigos
que ya estaba “muy tomado”. Bueno, así entre bromas y risas
llegamos a Chimal, cuando llegamos a casa del Chucho, nos
estaba esperando Juan García “el pangas” y ya entre los cuatro
cargamos al paciente.
En su casa nos recibió su mamá, Susana, al vernos preguntó: -
¿Qué le pasó a mi hijo?- Uno de nosotros respondió: -se lastimó
en el juego, y lo llevamos a que lo curaran-. El doctor nos dio esto,
dijimos, dándole la receta y le comentamos las indicaciones del
doctor.
Doña Susana estaba sumamente molesta y preocupada. Repetía: -
ahora ¿Qué le voy a decir a Ángel (papá de chucho)-.Después de
acomodar al paciente en su recámara nos retiramos como dice el
dicho: “con la cola entre las patas”.
Más tarde los amigos nos preguntaban si el Chucho ya estaba en
su casa, nuestra respuesta era: -ya está en su casa y está bien. Si
quieren pueden ir a visitarlo-.Eso de visitarlo era con la intención
de pulsar cómo el ambiente en su casa. Algunos compas fueron a
56
visitarlo y nos comentaron que estaba de buen ánimo y el ambiente
en su casa era tranquilo, inmediatamente fuimos a verlo, cosa que
se volvió una costumbre, todas las tardes nos juntábamos en su
casa alrededor de una docena de amigos, durante su
convalecencia aprendió a tocar la guitarra, que andando el tiempo
disfrutamos a plenitud.
TIDEES- Génesis
Surgió como un acto
de solidaridad, signo
que se mantuvo
como una
“filosofía”, y dio píe
a congregar a un
conjunto de
individuos que
pudimos encausar
anhelos, sueños de
forma positiva, para
nosotros mismos y
para la comunidad.
El fut nos sirvió de pretexto para dar salida a las inquietudes de
saber, de experimentar, de proponer y de pertenencia a un grupo
en el que se privilegiaba: honradez, lealtad, tolerancia, cortesía
pero por sobre todo amistad.
En1970 varios de los que posteriormente integramos al TIDEES
jugábamos en el León A de la primera división en la liga regional
de Chimalhuacán.
Un domingo al término del partido nos dispusimos a quitarnos los
arreos de juego, al tiempo que comentábamos las incidencias, una
de ellas terminó en discusión entre el Chucho y el “Coneja”, a
cada momento más acalorada hasta el punto que el Coneja le
“tiró” un derechazo al Chucho. Al momento otros miembros del
equipo intervenimos para que la cosa no llegara a mayores.
Primer equipo TIDEES
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Más tarde nos reunimos: Cachona, Arrepentida, Chucho y un
servidor para comentar lo sucedido, llegamos a la conclusión que
esas conductas no deberían tener cabida entre los miembros del
equipo. Que nosotros deberíamos hacerlo patente. Pero, ¿Cómo?
Lo consultamos con la almohada y también con otros amigos que
se solidarizaron. Hubo varias propuestas pero prevaleció una:
había que formar un equipo de fut, donde la característica
principal sería la amistad y también nos propusimos formar un
equipo campeón. Para lograr la meta, invitamos a varios jóvenes
futbolistas que destacaban en ese momento.
Larga y ardua fue la tarea de encontrar un nombre que llenara las
expectativas de los participantes. Se propusieron nombres de:
equipos famosos -nacionales e internacionales-, autóctonos, etc.
Pero no había consenso, hasta que surgió el nombre de TIDEES. –
“y ¿Qué es eso?” Preguntamos. “-TIerraDEEscudos. Pues, nada
más, ni nada menos que CHIMALHUACAN”.
Todos manifestamos nuestra aprobación con un sonoro aplauso.
Así recuerdo que nació el nombre. Una vez que ya teníamos el
nombre, nos enfocamos a conformar al equipo. Primero los
integrantes. Hicimos un análisis por posición: portero, defensas,
medios y delanteros. Muchos fueron los convocados. Participamos
de manera entusiasta proponiendo el diseño del uniforme, siendo
este amarillo -oro viejo- con azul. El escudo, naturalmente, fue el
de Chimalhuacán con un balón al centro; el fondo del cerro de
color azul, el fondo del escudo o rodela de color oro y los puntos o
círculos de color azul. El color azul representa el cielo y el color
oro el sol. Cualquier semejanza con los colores de la UNAM es
afortunada coincidencia.
Por fin llegó el inicio del campeonato. El equipo estuvo formado
por los siguientes fundadores: portero, el Javi; defensas, Changa,
el Padre y el Benja; medios yo y el Pointer; delanteros, Quino,
Marranito, Chucho, Julio, Arrepentida y suplente, Bernardo.
Participamos en la tercera fuerza, por ser un equipo “nuevo”.
Fuimos campeones invictos, accedimos a la segunda fuerza. A
partir de ese momento hubo una gran movilidad en el equipo. Mi
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hermano Quino me comentó hace unos años que él contabilizó más
de un centenar de jugadores que participaron en el equipo.
USTEDES CUATRO
En la nevería “el barrilito” nos reuníamos de forma habitual, una
tarde nos encontrábamos, en amena charla, cuatro amigos:
Barajas, Garrincha, Cachona y yo. De pronto una voz clara y
autoritaria exclamó: -“¡chinguen a su madre!”
Nosotros nos hicimos los occisos. Enseguida el de la voz,
encolerizado, dijo: -“ustedes cuatro no se hagan pendejos”. De
inmediato sentenció: -“¡chinguen a su madre!” Viendo que se
dirigía hacia nosotros nos levantamos como impulsados por un
resorte y le preguntamos: -“¿Qué te traes? Nosotros no queremos
pleito”. Él respondió: -“¿Quién de ustedes se va a partir la madre
conmigo?” A lo cual, Cachona dijo: -“va conmigo”.
Ya convenido el pleito, éste se inició a media calle, el oponente del
Cachona era más alto y corpulento. Dicho oponente atacó con un
ímpetu descomunal y el cachona con gran habilidad se lanzó
rodando a los pies de su rival provocando que perdiera el
equilibrio y callera al suelo, para ese momento se habían sumado
uno o dos amigos nuestros y dándonos cuenta que nuestro amigo
estaba en franca desventaja. Nos lanzamos a darle lo que puede
decirse una buena “madriza”. Pero no fue fácil ya que caía al
suelo y se levantaba para seguir en la pelea, hasta que en un
momento dado, se quedó quieto, de rodillas, después de unos
momentos se sacudió el polvo y sin decir una palabra se alejó de
allí. Los espectadores comentaban: -“está borracho” y otros
añadían: -“no sólo borracho sino también está cruzado”.
EL CARNAVAL
Al inicio de los 60´s, la época del carnaval marcaba una
temporada bien definida que era de fiesta. Contrastaba con la
cuaresma, tiempo en que la vida se tornaba más recatada. Mis
recuerdos se avivan. La música de carnaval hacía que nos
asomáramos a la calle para ver a “los huehuenches” que se
acercaban a la carnicería “La consentida” que era atendida por
Don Tomás.
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Cuando llegaban las cuadrillas Los Calaveras o Los Gavilanes,
frente al negocio. El cajero entraba y decía: -“Tomás ¿qué vas a
querer? cuadrillas o virgínea”-. Mi papá responde: -“Que esta vez
sea virgínea”-. En seguida, echa la cooperación, los huehuenches
bailan la mentada virgínea.
La cuadrilla o comparsa -como ahora dicen- visita a otros
negocios como por ejemplo: “La Flor silvestre”, atendida por la
Güera “la Chepa”, la carnicería de Don Crisanto Vargas, la
tienda de Rico, etc. También invitan a cooperar a algunas
personas del público y en esos casos, la cuadrilla dedicaba el
baile diciendo: -“la siguiente virgínea titulada “La Mano de
Dios” va dedicada para José de Jesús Chepo”-.
Ya en el S XXI, al carnaval de Chimal, lo veo como un movimiento
social, en el cual los nativos hemos encontrado un escudo -o
rodela- para defendernos de la terrible invasión que estamos
sufriendo. Pues, prácticamente nos hicieron sándwich; primero
por la parte baja -terrenos del lago- y posteriormente por el
Chimalhuachi. Ya somos una -pequeña minoría-.
Para tener idea de la fuerza de este fenómeno, hay que tener en
cuenta que actualmente existen alrededor de ochenta comparsas.
El carnaval nos da identidad.
CUAUTLA
La ciudad de Cuautla, siempre tuvo un atractivo especial: el clima
caluroso, la flora exuberante y colorida, los balnearios -de grato
recuerdo-: Las Tazas, Agua Hedionda, pero nuestro favorito era
El Almeal y la atracción especial, los bares.
Estando reunidos en los “Pollitos” de la panadería de Don
Laureano -junto a la puerta del atrio- comentábamos que en
Cuautla había unos bares donde el ambiente se ponía de “pelos”.
En esas estábamos cuando Cachona dijo: -“ya me están dando
ganas de conocer ese lugar, para ver si el león es como lo pintan”-
. -“Pues vamos organizando una ida a los bares de Cuautla”-,
agregó otro de los presentes.
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Una vez decidida la salida a Cuautla, nos dimos a la tarea de
resolver la logística: el transporte, el capital mínimo que cada
quién debía llevar, el itinerario, el número de compas, etc., etc.
Para el transporte, “el huevo”, un Chevrolet amarillo, llenaba
nuestras expectativas. En esas estábamos cuando se hizo presente
Camilo Néquiz -de San Lorenzo- en un coche nuevecito, del año.
Le hicimos la invitación con gran convicción y mucho ánimo que
no tuvimos que insistir mucho para convencerlo de participar a la
visita de los bares.
Y como dice el dicho “no hay plazo que no se cumpla”, llegó el día
tan anhelado por nosotros, nos juntamos en el Jardín Zaragoza
trece intrépidos aventureros. Llegando a Cuautla nos dirigimos a
lugar donde se localizan los tan mencionados Bares. Estuvimos
rondando por el lugar y nos decidimos por “El Barón Rojo”.
Todo marchaba sobre ruedas; ambiente agradable y buenos
tragos, hasta que al bar donde nos encontrábamos, entró la
policía. Notamos que a algunos parroquianos jóvenes les pedían
su cartilla militar (para acreditar que tenían 18 años o más). A
poco rato le tocó la revisión a la mesa donde nos encontrábamos,
a uno por uno nos pidieron la mentada cartilla, fuimos mostrando
el documento, cuando le tocó el turno a Rafa (el Gigio) un poli le
dijo: -“Su cartilla. ¡Muéstrela!” Rafa se buscó en la bolsa de la
camisa luego en las bolsas del pantalón, después de un hondo
respiro dijo: “-Se me olvidó en mi casa”.
El poli le dio indicaciones para que lo acompañara a afuera del
bar, ya en la calle lo subieron a la “perrera”. Salimos tras los
polis. Hablamos con el comandante en jefe, para que no se llevara
detenido a nuestro amigo. Después de exponer “nuestros
argumento$$$”, el comandante sentenció: -“Está bien, me han
convencido. Pero les advierto que si lo sorprendemos en cualquier
bar, nos lo llevamos detenido”.
Regresamos a liquidar la cuenta, con el ánimo por los suelos
decidimos regresar al pueblo.
Habíamos avanzado unos metros cuando Hugo dijo: -“¡Miren, allí
está el Robertote!” - ¡Sí, sí es!- Expresamos algunos. Nos
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acercamos, hasta quedar frente a él. Nos reconoció de inmediato.
–“¡Quihubole paisanos! ¿Qué andan haciendo por acá?” Nos
dijo.
Le contamos que habíamos venido a Cuautla a echarnos unos
tragos en los bares de la ciudad, le contamos lo que nos había
sucedido. Nos preguntó por las características de los polis. Le
dimos la descripción. –“Son de la municipal”, dijo. En seguida
preguntó en qué bar estábamos. Le dimos el nombre. –“No se
preocupen paisanos, que ahorita están con el subcomandante de la
judicial de Morelos. Vamos al Barón Rojo”. Llegamos al bar,
mandó llamar al encargado y le dijo: -“Mira Joel, estos
muchachos son mis paisanos. Te los encargo, cuida de que no los
molesten los polis de la municipal”. –“Comandante Valencia, no
se preocupe, yo me encargo de que esté todo bien”, dijo Joel. Se
despidió de nosotros. Ya con el ánimo renovado disfrutamos de
una velada muy entretenida.
Decidimos que ya era hora de retornar. Habíamos salido apenas
de la ciudad cuando el motor del “huevo” dejó de funcionar. -“Se
calentó el motor”- dijo Cachona que era el conductor. –“¿Y ahora
qué?”, preguntamos. –“La bomba del agua no funciona y así no
vamos a llegar a Chimal”. -“Entonces ¿Qué hacemos?” -“Hay
que regresar a la Ciudad de Cuautla”-, dijo Cachona.
Los otros amigos que iban con Camilo se regresaron al pueblo.
Con la encomienda de avisar a nuestros familiares de que íbamos
a llegar un poco más tarde.
Empujamos el coche para enfilarnos a la ciudad, como está de
bajadita pudimos regresar sin mucho esfuerzo. Esperamos que
amaneciera y como a las siete de la mañana alguien sugirió que
fuéramos al Almeal. Pues ahí vamos a nadar, el agua se sentía fría
-sólo al principio-. Ya con el baño nos despejamos, buscamos un
taller mecánico para que le hicieran la reparación al coche. El
mecánico dijo que en dos horas ya estaría reparado y nos dio el
costo.
62
Hicimos un arqueo a nuestros bolsillos y logramos reunir lo de la
reparación, para esas horas -once de la mañana- el hambre ya
empezaba a apretar y nosotros con muy poquito dinero para
satisfacerla. Como dicen que la necesidad aguza el ingenio. Hugo
nos dijo:-“Mi tío Rafael (Maldonado), es conductor de los
camiones Cristóbal Colón. Vamos a la carretera nacional para ver
si de casualidad lo vemos pasar”-.Nos dirigimos a la carretera.
Cuando detectábamos una unidad de los-autobuses- Cristóbal
Colón ser oía: -“¡Ahí viene uno! ¡Ahí viene uno!” Le hacíamos
señas, para llamar su atención y en una de esas reconocía a Hugo.
Para no hacerles el cuento largo después de muchos intentos, que
aparece un Cristóbal Colón, nosotros le hicimos señas, para
sorpresa nuestra que se detiene.
Yo vi que bajó el conductor, saludó a Hugo, sacó la cartera y le
dio una lana, se despidieron y el Cristóbal Colón siguió su camino.
Nos fuimos al mercado, allí nos echamos unos tacos. Ya con la
barriga llena, nos dispusimos a regresar a nuestro terruño. Así
que fuimos a despedirnos de la tía Julia Martínez que siempre nos
trataba muy bien.
Llegamos a su casa: –“Ya nos vamos tía, agradecemos tu apoyo y
tus atenciones”, le dijimos. –“No tienen nada que agradecer,
hijitos queridos, ya saben que esta es su casa y pueden venir
cuando les plazca. Antes de irse corten unos zapotes, para que se
los lleven a su casa”, respondió la tía Julia. Nosotros, ni tardos ni
perezosos, cortamos muchos zapotes negros, los colocamos en la
cajuela del “huevo”.
Llegando a Chimal los amigos se fueron quedando cerca de sus
hogares, al final sólo quedamos Hugo y yo. Una vez frente a mí
casa Hugo me pregunta: -“¿Tú crees que tu mamá tenga una bolsa
para llevarme mis zapotes?” -“Si, yo creo que sí- le respondí”
Hugo se dirigió a la tienda. –“Doña Angelina, ¿No tiene por ahí
una bolsa para llevarme mis zapotes?” Mi mamá, que se notaba
muy molesta y preocupada le dijo: -“¡Que zapotes ni que nada!
¡Váyase inmediatamente a su casa! Su madre lo ha estado
buscando”.
63
Nota aclaratoria. En el presente relato -sobre Cuautla- me tomé
una licencia literaria. Debo aclarar que los hechos aquí asentados
ocurrieron en varias, varias, var…., correrías en un período de
tiempo bastante amplio. En cuanto a los personajes, confieso que
he omitido a varios (una disculpa).
Servicio militar clase 1947. El Padre el primero en canclillas, de pie el
número ocho Benja. Varios conocidos en la foto.
Servicio militar clase 1948 Desfile 16 de septiembre de 1966: Maco
(primero), Chucho (séptimo) y Cachona (octavo)
64
EL PEPITO
l PEPITO era de los más jóvenes, tenía otros amigos fuera
de la comunidad, de su misma edad. Es primo de los
hermanos Alonso y si algo lo distingue hasta la fecha, es su
capacidad de movimiento, es muy activo. Puedo decir, sin
posibilidad de equivocarme, de que consigue lo que quiere.
En lo que se refiere a los eventos, no se perdía ninguno. Su legado
es la dinámica que le impone a sus acciones.
Relato de AGUSTÍN ÁNGEL
JIMÉNEZ PALACIO
Nací el 2 de agosto de 1953 en
Chimalhuacán, Estado de México,
donde actualmente vivo.
Hablar de mi infancia es
remontarme a los mejores años de
mi vida y a la base de lo que ahora
soy. Crecí en una familia donde el
pilar para lograr una vida feliz
eran los valores, teníamos sólo eso, lo necesario; no tenía un
Black Berry, Wii, PlayStation, Xbox, lo que hacía en mi infancia
era jugar a las escondidas, al stop, al avioncito, a los quemados;
la hora de retirarme a mi casa siempre era la misma, cuando
obscurecía; mi mamá no me llamaba por celular sino que gritaba:
-“pa-dentro”; cuando me portaba mal no me mandaban con un
psicólogo sino que me disciplinaban con “correazos”,
chancletazos o con cualquier otro objeto que estuviera a la mano;
jugaba con mis amigos en vez de chatear; no existía el gel anti-
bacteria y jugábamos con tierra, mi infancia fue una chulada y lo
mejor: los padres y hermanos que tuve.
Desde muy pequeño me interesé por lo religioso, en ese tiempo no
entendía lo que significaba ser monaguillo ni la responsabilidad
que conlleva y así asistí a los sacerdotes en misa, junto con mi
hermano Dimas; al principio era pesado porque nos levantaban a
las 5 de la mañana para ir a misa de 6, y por la tarde eran los
rezos de las 6 de la tarde. En una tarde nos topamos con una
E
65
botella abierta de vino para consagrar y la curiosidad pudo más
que la inocencia, ya que jugamos a que yo era el padre, que
oficiaba una misa y siete monaguillos más, eran los feligreses.
Fuimos observados por el obispo Francisco Ferreira y por el
padre Jesús Fernández, quienes consideraron seriamente que yo
era candidato para ir al seminario a estudiar.
La primaria la estudié en la escuela Netzahualcóyotl hasta quinto
año; el primer año fue de jugar, jugar y jugar; el segundo año la
pasé medio traumado porque aún no tenía conocimiento de las
letras porque era muy travieso, lo que provocaba que la maestra
me pegara, hasta mandaron a llamar a mi mamá, en lugar de ella
llegó mi abuelita que me pegó con una vara de membrillo, quizás
por ello me volví más inquieto. En tercer año me pusieron el apodo
de “pepito” por ser tan travieso. El sexto año lo cursé en la
escuela José María Morelos y Pavón, porque mis padres tenían la
idea de que el certificado de una escuela oficial tenía más valides.
Allí conocí a Julio y nos hicimos amigos; teníamos un maestro que
nos motivaba a ejercitarnos: el salto del tigre, pirámides humanas,
donde yo iba hasta arriba y para terminar la primaria tuvimos un
festival de fin de cursos.
En la secundaria regresé a la escuela Netzahualcóyotl; hubo
reencuentro con mis ex compañeros de quinto año, entré a la
banda de guerra porque el uniforme era muy elegante. En el
segundo año tuve mi amor platónico: María Eugenia Alonso
Chombo.
Un recuerdo memorable fue que al cumplir 15 años mi novia: Sara
Martínez Arrieta mi deseo de acompañarla era muy grande, no era
aceptado por su familia y tenía que idear algo que ayudara a
realizar este deseo, así se me ocurrió que podía ayudar en la misa
como monaguillo y, después de una partida de ajedrez con el
padre Jesús Fernández, se lo propuse, le explique la situación y
aceptó, con una condición, que me confesara con él. Este logro se
lo comenté a Aniceto Martínez el “cheto”, el me ayudó a
conseguir la sotana y el roquete, necesarios para mi cometido,
acudimos con el Tripa, recién salido del seminario quien me
prestó el atuendo; “el cheto” se encargó de divulgar a los cuates
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  • 1.
  • 2. 1
  • 3. TIDEES Chimalhuacán y los años sesenta -Yo así lo recuerdo- Versión definitiva
  • 4. 1 Tidees Cibercafé Armando Compus Primera edición Tel. 55 50 17 27 62 Venustiano Carranza # 12 Cabecera Municipal Chimalhuacán, Estado de México. E-mail: aesbuendia1@hotmail.com Obra literaria registrada con núm. 03-2014-071612464500-01 Registro Público del Derecho de autor. INDAUTOR. SEP. Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento — incluidos los electrónicos— sin permiso escrito por parte del titular de los derechos. Cubierta de portada: Humberto Alfonso Romero Medina (1); Familia Valdez Sánchez (2). La presente edición consta de 100 ejemplares Se terminó de imprimir Noviembre del 2015
  • 5. 2 “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y como la recuerda para contarla”. -Gabriel García Márquez-†
  • 6. 3
  • 7. 4 Dedicatoria Dedico este libro a mis padres: Don Félix Sánchez Gálvez (+) y Doña Enedina Buendía García (+). A mis hijos: Félix Antonio, Edmundo Voltaire y Roberto. A mis hermanos: Estela, Rafael (+), Eliseo, Edmundo Félix, Arturo, Concepción, Felipe e Hilda. A mis nueras Gladis y Lourdes y a mis nietos Dylan Yael y Armando Sebastián. A mis amigos, a mis compadres y a quienes forman parte de la comunidad Tidees. A las nuevas generaciones: hijos, nietos, bisnietos... A mis paisanos, descendientes de una raza que fundamenta su vida en la existencia comunal y tradicional. A Perla, Tania Arizaid, mi más grata fascinación.
  • 8. 5
  • 9. 6 Agradecimientos: A Marco Alonso Jiménez. Aportó material fotográfico y literario, y su capacidad de convocatoria. A mi hijo Roberto Valdez Chávez y su esposa Lourdes Sánchez. El apoyo técnico-computacional y la publicación del libro. A mi hijo Félix Antonio. Sugirió el hilo conductor y la edición final del documento. A los que escribieron y a quienes no lo hicieron, mi comprensión y aceptación. A mi padrino Antonio Hernández Hernández el “cepillo” por mostrarme su sabiduría. A quienes dieron información y no fue incluida, espero su comprensión y les ofrezco disculpas.
  • 10. 7
  • 11. 8 PRESENTACIÓN Este libro documenta la existencia de un grupo de amigos que se hermanaron en la juventud. Se describen sus historias que inician en 1964, donde la diversión, la iniciativa y lo original de sus acciones era cotidiana; únicas las reuniones, excursiones, realización de propósitos personales y expresión cultural. El objetivo principal es dar a conocer las actividades de tipo social, cultural y deportivo de este grupo, que trascendieron la vida comunitaria en el municipio. Inicialmente conocidos como “los hijos”, sus historias de vida son contadas por ellos mismos. La mayoría eran estudiantes de educación media-superior y casi la mitad habían sido seminaristas católicos. En 1969, al no contar con una franquicia propia en el futbol, decidieron fundar un nuevo equipo: TIDEES, acrónimo de Tierra de Escudos, que conocían como significado de la palabra Chimalhuacán e iniciar en la tercera división local. Cinco años antes, la mayoría formó parte del equipo León B de segunda división donde obtuvieron un campeonato de copa. Desde el principio tuvieron una participación extraordinaria, nunca vista hasta ese momento: ganaron el campeonato de liga de manera invicta. En paralelo las actividades culturales, sociales y de esparcimiento fueron “in crescendo”. Este grupo muestra que para trascender hay que vivir en comunidad, lo que implicaba tomar en cuenta aquellas personas que estaban en una constante relación con ellos en los eventos que realizaban. Fue importante, para el cumplimiento de este proyecto, que los fundadores del equipo y otros de otras generaciones, escribieran su biografía o alguna aportación cincuenta años después del nacimiento del grupo. Se dieron opciones: una guía que orientara su escritura, una entrevista o que cada uno, con su propio esfuerzo e imaginación, desarrollara su historia. La respuesta fue realmente sorprendente, la diversidad se hizo presente, aportaron: un cuento, una carta, varios relatos, una entrevista, ¿Qué tan original es esta empresa en la cuestión de géneros literarios? No lo sé, pero creo que es característica de ellos que sus asuntos sean manejados de una manera singular y este trabajo pretende responder a esa posición.
  • 12. 9 La elaboración de este trabajo no busca aportar verdades científicas sobre la vida de mi pueblo y sus grupos sociales, sino que hace memoria, recrea vida, revive magia y se regocija de la existencia. Aunque estos relatos son diferentes en tiempo y esencia de los nacidos de la épica náhuatl, queremos, sin embargo, al igual que ellos, distanciarnos, en parte, de los métodos profesionales de investigación, como dice Garibay: “que sea distinta a la concepción de historia occidental y, con mayor razón, de la fría, descarnada y sistemática de tenor científico de nuestros tiempos” [Garibay, 1964]. Dirigir la mirada del lector hacia el interior del ser humano y que se convenza, si no lo está, que a través de las acciones positivas grupales se da sentido a la vivencia. La experiencia de cómo se desenvuelven los grupos de autoayuda da pauta para seguir una línea conductora de lo que pretendemos, si bien un trabajo metodológico nos da una visión amplia y muy cercana a la verdad, la visión individual de los relatos o experiencias personales, tienen mucho de poseía, de magia y quizá la única de las verdades, como se dice en “flor y canto”. Es aquí donde queremos incidir, en la riqueza que se obtiene de la amalgama de experiencias personales, por eso este libro es de relatos, aunque soy neófito en la materia apelo a la bondad del lector para recibir esta oferta movida, fundamentalmente, por el amor a este grupo de jóvenes de mí generación. El espacio donde vivieron fue la cabecera municipal (la mayoría), mejor conocida como la plaza, en el municipio de Chimalhuacán Atenco, Estado de México. No nos extendemos en nuestro pueblo pues su historia, es de tal magnitud, que merece un libro especial, hacemos un breve análisis desde su fundación hasta nuestros días. Hemos escogido sólo botones de muestra de las cosas que le dan identidad: los talladores de piedra y las comparsas. Han quedado fuera aspectos importantes como: el frontón a mano (pelota vasca); la confección de trajes de charro y la manufactura de las caretas para carnaval; la comida de los productos del laguna (el ahuahutli, los acociles, los juiles, los patos de diferentes especies) y los pescadores; las armadas en la laguna –caza de patos-; las empresas en el municipio –Sombreros Tardán- y la ¡música de carnaval!
  • 13. 10 Por último los fabricantes de pólvora y la significativa participación de pobladores en las diferentes luchas armadas de nuestro país. Dejo pues esto para futuras inquietudes. La primera generación del grupo iniciaron su amistad en los años sesenta, en 1964, por lo que pertenecen a los años maravillosos en que el hombre llega por primera vez a la luna; se da el “boom” latinoamericano de literatura; tiempo de rebelión juvenil en muchas partes del mundo; surgimiento de los Beatles; la comunión total entre los jóvenes y el Rock; aparición de la minifalda y del condón; la llegada de los jeans y el uso, como novedad, de los “estimulantes”. La mayoría de los miembros del equipo vivían en la pobreza. La carencia económica tuvo que ser trascendida por el esfuerzo de padres y abuelos que, habiendo perdido el abasto de la laguna (la habían secado), decidieron darles estudio a costa de “amarrarse el cinturón” en serio. Esto no pasó desapercibido para ellos y no sólo buscaron el crecimiento material, sino también el intelectual, mismo que, y esto es lo grandioso, compartieron con las nuevas generaciones. Este es el mundo de valores y sentido de esta hermandad. Hoy (Diciembre del 2013) la carencia fundamental en este pueblo y en este país es la falta de unidad y de comunidad. En general encontramos mezquindad, mediocridad y alineación a los medios de comunicación. La egolatría ha hecho nido en nosotros y la soberbia ha invadido las almas de muchos políticos, periodistas y grandes empresarios, y es duro y difícil decirlo, pero algunos de ellos se han convertido en la escoria de la sociedad. Los “Hijos” quieren recordarnos que la entrega humana se muestra en la unidad. Escriben para el presente y para el futuro, para cuando la mirada de los que vendrán se pose en nuestro tiempo y en nuestro espacio tengan documentos en las manos que les permitan comprendernos y que sepan que: el vendaval de la civilización y la modernidad puede ser humano cuando las acciones que acompañen a un grupo o a un individuo sea de esa calidad, humana.
  • 14. 11
  • 15. 12 POEMA —¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?, ¿cuándo somos de veras lo que somos?, bien mirado no somos, nunca somos a solas sino vértigo y vacío, muecas en el espejo, horror y vómito, nunca la vida es nuestra, es de los otros, la vida no es de nadie, todos somos la vida... ... soy otro cuando soy, los actos míos son más míos si son también de todos, para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia, no soy, no hay yo, siempre somos nosotros, la vida es otra... Octavio Paz (Piedra de sol).
  • 16. 13
  • 17. 14 INTRODUCCIÓN Hace muchos años, en el estado de Durango, una mujer embarazada intentaba por muchos medios deshacerse de un ser que se desarrollaba en su vientre, incluso saltó de una barda intentando abortar, el producto era mi abuela materna doña Soledad García, quien después comentaba, que se negaba a salir en esas circunstancias. Mi bisabuela estaba embarazada de un general español, y su esposo, que había ido a la guerra, estaba por regresar al hogar, por lo que ella temía por su vida. Al nacer mi abuela fue regalada con la tía materna, quien con ella en sus brazos, se trasladó a Texcoco, Estado de México. Mi abuela se había aferrado a la vida, por eso tenía un carácter admirablemente jovial, por ejemplo, a la edad de setenta años le entraba a las apuestas en las peleas de box, siempre asesorada por mi tío Jesús que trabajaba en Tepito y que había sido campeón nacional de los guantes de oro, esa alegría por vivir la heredamos sus hijos y sus nietos. Por el ejemplo de mi abuela decidimos distanciarnos de la “inanición intelectual” y falta de interés por la escritura, característica de la comunidad mexicana en lo general y la del pueblo de Chimalhuacán en lo particular, es decir, dejar testimonio de nuestro paso por esta vida, me dio la idea de permanecer en el futuro a través de esta obra. Los Tidees fueron un grupo de jóvenes, en las décadas de los sesentas y setentas del siglo pasado, en el municipio de Chimalhuacán Estado de México, que sobresalían por su unidad e inclinación hacia la cultura y el conocimiento. Me parece que su historia es digna de contarse. Contacté a Marcos Alonso Jiménez, cabeza visible del grupo, le comenté el proyecto de escribir sobre Soledad García, mi abuela.
  • 18. 15 sus vidas, las cosas que hicieron y el porqué del reconocimiento obtenido. Ellos, en su plena juventud, despertaron sentimientos encontrados en sus pares: admiración y odio. Las familias de la Cabecera Municipal los aceptaban plenamente, tenían mucho pegue con las muchachas y energía a la hora de enfrentar a los equipos contrarios de futbol. Concertamos una reunión donde les expresé mis intenciones. Se entusiasmaron porque la propuesta era que ellos mismos escribieran su biografía, lo que hace de este trabajo, hasta donde nosotros conocemos, algo realmente original dentro de los géneros literarios. Si bien formaban un equipo de futbol con cierto éxito, lo interesante es que incursionaron en lo cultural, se prepararon académicamente y se divirtieron de lo lindo, destacando en su trabajo la dinámica, la creatividad y la amistad. Esta escritura contiene relatos, vivencias y experiencias de este grupo de jóvenes formado en 1964 conocido como los hijos y que después, en 1969, toma la denominación Tidees. Hubo quien no respondió al llamado y otros que no fueron notificados debidamente y que se integraron después. El trabajo está hecho y todos tienen la absoluta convicción de que su tiempo está lleno de significado. Todo inicia cuando un grupo de amigos se integran a un equipo de futbol y juntos realizan actividades de tipo recreativo: bailes, excursiones a la sierra, salidas al Estado de Morelos; fomentan la cultura, forman la primera asociación de estudiantes; son inspiración y apoyo para el surgimiento de la primera rondalla del municipio:Marcos Alonso Jiménez y el Autor
  • 19. 16 “Escudos o rodelas”; integran un grupo de danza y uno de teatro; dan cursos de preparación a candidatos a ingresar a la universidad o al politécnico, apoyados por el ingeniero Antonio Buendía Buendía el “gorila” y algunos de ellos dan clases en la escuela secundaria Netzahualcóyotl. De 36 miembros (fundadores), que participaron en política, destacan: presidentes municipales (2), juez municipal (1) secretarios del ayuntamiento (2), regidores (5), líderes sindicales (1), comisariado ejidal (1), varios funcionarios municipales, estatales y federales. En lo académico son varios profesionistas con licenciatura, tres con maestría, uno con doctorado, un ministro religioso y dos sacerdotes católicos. Lo más importante es que todos han hecho una vida responsable. La primera generación tuvo vigencia-productiva por once años. Quizás no había conciencia plena de lo que esto representaba, sólo querían disfrutar la vida y hermanarse. Se convirtieron, en un hontanar donde “abrevaron” los que vinieron después. Como decía el cuento aquel en que el rey inquiere a un anciano que plantaba una palmera -“¿Porque plantas eso si el fruto vendrá hasta los cien años?”, decía el rey, y el anciano le contestaba -“Oh alteza, otros sembraron para que nosotros comiéramos ¡Sembremos para que otros coman!”. Vamos a utilizar la palabra Tidees en mayúsculas para nombrar a la agrupación. A los integrantes los pueden ubicar por sus apodos con mayúscula y en negritas, pretendemos facilitar su ubicación en todo el cuerpo del documento y se sabrá su identidad al presentar su relato. Voy a utilizar indistintamente el gentilicio Chimalhuacano, Chimalhuaquense o chimalhuacanence. Estructuramos este trabajo en seis capítulos, en el primero señalamos algunas cosas del grupo en sus diferentes facetas. En el segundo varios relatos tomados al azar excepto el de Marco Alonso Jiménez. El tercero se refiere al lugar donde se llevó a cabo su expresión existencial, Chimalhuacán. Tuve que documentarme y tomar posición sobre nuestra identidad. En el cuarto capítulo hay más relatos y la inclusión de tres cuentos del profesor Elías Alonso
  • 20. 17 Martínez. El quinto capítulo es sobre los años sesenta, el tiempo en que ocurrió la formación del grupo. Sexto capítulo, los relatos restantes y por último una despedida. El esfuerzo de cada uno de los que escribieron es digno de ser apreciado, lo mismo el trabajo preciso y con síntesis de alguien con doctorado, como la carta, válida por su sencillez, del que no tuvo preparación académica. Pretendo mostrar a los lectores que sucede dentro de estas personas, a la manera de la comprensión y la verdad de la Hermenéutica; queremos descubrir la magia de los hechos en un tiempo dado y un lugar específicos; comprender la esencia y la existencia de personas con un efectivo contenido humano y con sus “propias palabras”. Asumo la responsabilidad del contexto de estas historias y cada uno responderá por sus aportaciones. Pienso que puedo causar “conmoción” al exponer un punto de vista sobre nuestra identidad: como somos y cómo podemos llegar a ser. Hacemos uso de las palabras del psiquiatra y neurólogo Viktor Frankl para definir la trascendencia: los Chimalhuacanos debemos ir más allá de nosotros mismos, sin dejar de ser nosotros mismos.
  • 21. 18 CAPÍTULO PRIMERO ¿Quiénes son los TIDEES? El deporte no forja el carácter lo pone de manifiesto. -Heywood Hale Broun- Hugo, Chucho, Tripa, padre, Javi, Maco, Pointer, Tomasote. Marranito, Solín, Changa, pepe, Quino. os TIDEES eran un grupo de jóvenes, en los años sesenta, que se distinguían por su entusiasmo, unidad y porque le daban a su vida satisfactores que, en su tiempo, otros no tenían. La gente los conocía como los hijos, porque así se saludaban entre ellos, al estilo Tepito. No tenían un líder, aunque si varios sobresalían a la hora de organizarse. Jugaron futbol, hacían bailes, despedidas de soltero, serenatas, festivales artísticos y los últimos miembros, de la primera generación, hicieron presentaciones de danza, teatro y “callejoneadas” con rondallas con mucho éxito, entre otras acciones. Lo que buscaban era divertirse y que lo que hicieran tuviera sentido. No era un grupo formalmente establecido, con nombre y con normas que cumplir, pero todos entendían que el grupo era lo importante. No era un grupo totalmente abierto, si alguien se L
  • 22. 19 acercaba era acogido, aunque intimidaban porque algunos gozaban de estabilidad económica en un pueblo generalmente pobre. Conociéndolos como eran, en el tiempo que vivieron y las condiciones socioeconómicas que tuvieron, sin duda, es una generación única, su estabilidad familiar actual, en la mayoría de ellos, lo demuestra, tienen hijos y nietos que sobresalen. Este capítulo contiene parte de las pláticas que hemos tenido, además de mis propios recuerdos. “Los hijos”: Barajas, Changa, Chucho, Benja, Pointer, Fernando Canto, Cachona, Bernardo, Pepe, Arrepentida, Quino. ANTECEDENTE: León B. Era 1964 cuando decidieron ser parte del equipo de futbol León B de segunda división, querían dar rienda suelta a sus aspiraciones deportivas y lo querían hacer juntos. Surge la necesidad de participar en grupo al sentirse cobijados por la fortaleza que descubren en sus reuniones sociales. Con el equipo León B lograron un campeonato de copa (foto), además el Padre, Maco, Marranito y Margarito Cornejo el “pella”. Otros jugadores, en temporadas anteriores, de este equipo fueron: Jorge Cosío, José Luis Fernández, Gregorio Sánchez, Calixto “el calix”, Juan Santillán, Daniel Santillán, Felipe Buendía “santana”,
  • 23. 20 Eliseo Sánchez “chan chan”, Juan Paredes “yiminis”, Luis Rico “chunchun”, José Valverde “el tigre”, Gerardo Castillo, Domingo Castillo, el “sansón”, Valerio Beltrán, Jesús Pacheco “el chilpa”, Artemio Beltrán. Ser campeones y ante el dilema de qué hacer cuando los dueños del equipo reclaman la propiedad, acuerdan dividirse, la mitad se fue al León A de primera división: Maco, Cachona, Chucho, Arrepentida, Fernando Canto y Benja. La otra mitad fue al equipo Tampico: Marranito, Pepe, el Padre, Pointer y Changa. Un jugador veterano que acompañaba a los hijos era “el Pella”. Los sábados los reunía en un lugar llamado “El Rincón brujo” del barrio de Xochitenco, allí disfrutaban tostadas de pata o flautas y hacían planes para el partido del otro día; jugaban dominó y algunos aprovechaban para ver a las novias o buscaban “ligar”. Cuando fenecía 1969, se reúnen para tomar decisiones y forman el equipo de futbol TIDEES, al siguiente año inician desde la tercera división y su desempeño es tan brillante que logran el campeonato de liga de forma invicta, algo nunca visto hasta ese momento. Chucho, como centro delantero, anota 33 goles, promedia uno por cada partido. Primera generación Hijos-TIDEES (1964-1975): 1.- Benja, 2.- Maco, 3.- Quino, 4.- Changa, 5.- Chucho, 6.- Lorico, 7.- Arrepentida, 8.- Bernardo, 9.- Javi, 10.- Padre, 11.-Marranito, 12.- Cachona 13.-Pointer (+) 14.- Tepis, 15.-Barajas 16.- Hugo 17.- Tripa 18.- Julio 19.- Poncho 20.- Pepito 21.- Pepe 22.- Pangas 23.- Tomasote 24.- Solín 25.- Chepo 26.- Enrique. 27.- Adolfo 28.- el Anacú. *29.- Tonina *30.- *Ojón 31.- *Felipe G. 32.- *Ollitas *33.- Cejas *34.- Niño *35.- Charales *36.- *Fabiancito *37.- Dr. Adán Buendía. Finado (+). Los primeros catorce: idearon, diseñaron y definieron al TIDEES. * No jugaron en el equipo de futbol.
  • 24. 21 Primer equipo TIDEES: Defensas, Arrepentida, Benja y el Padre. Javi (portero), Pointer (medio), Maco (defensa) y Quino (delantero). Julio (delantero), Bernardo (medio), Chucho (delantero), Changa (defensa) y Marranito (delantero). TIERRA DE ESCUDOS Cuando presentaron un avance de este libro, dijeron que las características fundamentales del grupo fueron: La amistad, la tolerancia y la solidaridad [Alonso Jiménez Marcos, 2013]. Decían que la amistad se anteponía cuando tenían que decidir, por ejemplo, entre una persona capaz para el futbol, pero que intentara imponer condiciones y uno menos dotado pero que se integraba con los demás, siempre le daban preferencia a su comunidad. Eran tolerantes porque respetaban la tendencia política y religiosa que cada uno tuviera, incluso si alguien salía del grupo y después quería regresar, era siempre bienvenido. También fueron solidarios, dieron varias muestras de ello, por ejemplo, cuando comían en casa de Tomasote (fiesta del barrio de San Pablo) fueron notificados de la muerte de la mamá del Lorico, dejaron la comida y se fueron todos a acompañarlo. Igual cuando Fracturaron a Chucho en el futbol, lo llevaron a la cruz verde y después todos los días estaban con él en su casa. Otra más, Cachona trabajaba en el Hotel Hilton, hizo guardia un domingo y salía a las 12 de la noche, Benja (el galán del grupo) con algunos
  • 25. 22 cuates fue por él a su trabajo en el coche de su familia. Cuando Pointer no tenía dinero para ir a trabajar nunca faltó el apoyo. En las fiestas y excursiones quienes más tenían más aportaban sin hacer “panchos”. Hay muchas más que no se registran. Maco, parece ser que era el más centrado, imprimió valores morales a la hermandad. Arrepentida, el de la experiencia, dio la confianza necesaria para que hubiera cohesión y apertura. Chucho, indudablemente el guapo del grupo y el entrón, y Cachona, el creativo y que se vestía como modelo de ropa, salieron pronto del equipo, aportaban iniciativa, imaginación y dinámica, ambos eran hombres de acción y de logros: el primero se fue y ya no regresó y el segundo, aunque jugó en otros equipos, nunca se separó de la actividad social y cultural. No hubo un líder reconocido por todos; sin embargo, estos cuatro miembros le dieron impulso y energía. Va de anécdota: A Barajas, que siempre tenía una sonrisa, le daban poco tiempo en los partidos (venía del D.F. los domingos a jugar). Un día, que sólo lo dejaron jugar 10 minutos y que lo cambiaron casi al final del partido, se dirige a todos muy “enchilado”, -se estaban cambiando de ropa- y les dice: “¿Quién hijos de la chingada se quiere partir la madre conmigo? ¿Tu Tomás, que te sientes el más cabrón, te quieres partir la madre conmigo?” Y como los mariachis: los TIDEES callaron. Al final de temporada se acuerda un partido contra el equipo España de la primera división de Texcoco, estandarte de ese municipio en esos años. El comentario, por parte de ellos, al ver al grupo fue: “¿con estos niños vamos a jugar?”; al final el marcador fue de 1 por 1 y expresaron interés por varios jugadores. La clave en el buen desempeño, dice el dueño la media cancha de este grupo, fue anular al número 12, era el que movía al equipo contrario.
  • 26. 23 Chucho G., Cachona, Maco, Barajas, Chucho, Tripa, José Luis, Julio, Zenón, Marranito, Pepito, Lorico y Titixtle. CAMPALES Tuvieron broncas con otros equipos: contra el Nacional de Xochitenco en el campo la “lagunilla” (locales), caliente como estaba el partido y al estilo de esos años, se pidió que se enfrentaran uno por equipo. Del lado contrario, el “tocadiscos”, flaco, garrudo, de entre uno setenta y cinco y uno ochenta de estatura y “deste” el Pointer (el amigo de todos). En guardia, se fintan, se mueven, y de repente con una facilidad pasmosa Pointer con el pie derecho le jala el izquierdo del contrario, se desequilibra y ¡zas!, santo madazo que le pone en el rostro y se inician los “chingadazos” a granel. Porfirio mostraba de qué estaba hecho. Contra el Cuautla de Xochiaca, en su campo. El delegado de ese equipo le dijo al Quino, en la reunión donde asignaban los encuentros: “haber si a mi equipo lo goleas como a los demás” (los primeros seis partidos en la segunda división habían goleado a sus rivales). Con cuatro goles a favor en el primer tiempo, se hace la “bolita” y se decide uno por equipo. Del lado aquel un hombre maduro, defensa central, pedrero (artesano), muy fuerte y “deste” Juan García el “Pangas”, dos tres golpes y cae el del Cuautla y se arma la campal. Contra el Santos de la Presa en Xochitenco. “Santana”, primo del “guapo”, medía como uno ochenta de estatura, por las burlas que le
  • 27. 24 hacían los contrarios empezó a repartir mandarriazos, se había armado la grande sin que hubiera uno por equipo, “el creativo” sale corriendo, toma su coche que estaba lejos del campo y se va. Después de la gran bronca se cambian, se van para la Plaza y cuando llegan Cachona viene a su encuentro y les dice: “fui a buscar mi pistola al coche, como no estaba vine hasta mi casa a traerla”, todos muertos de risa, hasta el día de hoy, nadie le cree. DESENCUENTROS No todo era “nube rosa” en el equipo, hubo varios conflictos: entre Cachona y Arrepentida, ya en segunda división, querían imponer condiciones (seguramente su personalidad). El primero quería que utilizaran pizarrón e hicieran jugadas prefabricadas, el segundo que lo hicieran por inspiración como lo habían hecho en tercera división, ganó el de la experiencia. Las cosas no llegaron a más, ambos nunca tomaron esto como cuestión personal. El “hermano favorito” del Maco tuvo varias disputas con el ahora doctor Fernando Canto. Dice éste que en dos ocasiones lo había cambiado durante el encuentro, pero que en una tercera iba llegando, no había visto el partido, y que lo cambia, se hicieron de palabras y Fernando ya no volvió, parece que había algo personal, dice el doctor que en tiempos pasados había tenido un intercambio de golpes con el Benja, hermano de aquellos. También con Julio, el alumno más adelantado de Cachona, por el mismo asunto (los cambios), al final de temporada éste formó el equipo Atlético Tidees. El tercero fue con el que hemos denominado como “el entrón” o “el guapo”; según éste por la disputa del trofeo ganado en el campeonato de tercera división. Parece que el acuerdo del equipo fue que lo resguardara en su casa, pero al retirarse del equipo, se comisionó al Quino para recogerlo. El distanciamiento más grave que se dio entre dos miembros del grupo, años más tarde, fue el de los primos. Adolfo y Javi (el político). El motivo fue la orientación que debería llevar el Colegio Nezahualcóyotl que implicaba al patronato, la participación de las religiosas, los derechos del nativo –sobre todo exalumnos- y su futuro como institución. El primero, dentro de su testimonio, profundiza sobre los motivos que lo llevaron a tomar ciertas
  • 28. 25 decisiones y que tendrían enfrentados a dos grupos encabezados por los familiares de ambos, él lo explica más detalladamente. Ahora, con el nacimiento de esta obra y las diferentes acciones derivadas de ella, varias veces se han sentado a la mesa y la madures de ambos han permitido que entablen cierta comunicación. LO SOCIAL El inicio del grupo en sociedad se da en 1964 en casa de la familia Gómez Aguilar; Estela, hermana del Arrepentida, le organiza una fiesta sorpresa con motivo de su cumpleaños. A partir de allí se inicia una forma de vida que derivó en lo siguiente: organizan bailes con grupos de rock: Los Navajo, Los Apóstoles, La Banda San Diego y un grupo de Samba auténticamente brasileño. La relación con Los Navajo se dio porque el Changa era primo de los integrantes que vivían en la colonia postal del D. F., vinieron varias veces. El grupo de samba fue traído por Tomás Buendía “el Tom” -hermano menor de él- en cuyo domicilio se llevó a cabo la fiesta para celebrar “el día del amor y la amistad”. Como no había cabeza visible y la agrupación había sido rebasada por el número de participantes en la organización del evento, se decidió que la invitación dijera: un grupo de amigos te invita. Los años sesenta son parte aguas en la humanidad. La música conlleva esta connotación y el rock fue estandarte de las nuevas generaciones, surgió la participación del joven en las decisiones de la vida diaria y comunal. Fueron los Beatles quienes le impregnaron energía a la agrupación y los Hijos se hicieron presentes en el estrenó de la película: “Let it be” en 1970 en el cine Arcadia del Distrito Federal. Un grupo de estridentes y entusiasmados jóvenes: “el centrado”, “el amigo de todos”, Pepe (el charrito de oro), “el creativo” e “ideólogo” y “el más feliz” lanzaban al aire sus suéteres cuando, en la azotea de un edificio del centro de Londres, los Beatles entonaban: “Get back”. La familia Gómez Aguilar era económicamente solvente. Cuando algo se ofrecía a la comunidad, “el de la experiencia” daba instrucciones a su trabajador para que descargara una de sus camionetas -su negocio era repartir gas- y se utilizaba para hacer
  • 29. 26 excursiones al monte, a la serranía al oriente límite con el estado de Puebla, los llamados el “Chapingo” y el “Tlaloc”. Se utilizaban también para trasladarse los días 9 de mayo para dar entre 30 y 40 serenatas con motivo del día de las madres o para trasladarlos a su casa de la colonia San José ubicada junto a la carretera de México-Texcoco, en el municipio de Chicoloapan, para celebrar las navidades y año nuevo. Caza nocturna en los montes el Tlaloc y el Chapingo. “Tonina”, “Ojón”, Arrepentida, Quino, José Buendía, Lorico, Rafael Sánchez Buendía el “guacho”, Margarito Valdés “magos”, Changa. Luis Buendía Ollitas, Cachona, Berlín Sánchez y Bernardo. Al mismo tiempo que se daban los sucesos trágicos de la matanza estudiantil en 1968, en el pueblo las autoridades locales preparaban el paso de la antorcha olímpica por esta tierra, programada para el 11 de octubre. Tepis (el fierros) era trabajador del ayuntamiento lo que le permitió invitar algunos de ellos: Cachona y él transportaron la antorcha y Cirilo el “cejas”, Quino y el Marranito fueron escoltas. “el guapo” grabó en super-8 este evento. A final de los años sesenta conocieron a Felipe González, por esos años tenía estudios superiores en la “carrera” sacerdotal. A Felipe, le caracterizaba el entusiasmo. Hicieron ensayos para cantar “las
  • 30. 27 misas de gallo” acompañados de guitarras, algo nunca visto por la comunidad; la calidad de grupo y el carisma de Felipe en el pueblo, dieron por iniciada una tradición que después se trasladó a las celebraciones de bodas y de 15 años. Tuvieron reuniones especiales: navidad, año nuevo, día del amor y la amistad, pretextos no faltaban. Aproximadamente durante ocho años, en casa del Arrepentida, pasaron la navidad y el año nuevo juntos, empezaban como a las nueve de la noche y terminaban a la misma hora del día siguiente, ¿Qué hacían? Jugar, bailar, contar chistes, cenar, tomar “medias de seda” u otro “coctel” para estar a “medios chiles”, nunca alguien se emborrachó, al menos en esas reuniones. En una ocasión el Chucho llevó unas pelucas porque iban a imitar a los Beatles. Había muchachas que los acompañaban, sus mamás les daban permiso, porque los hijos tenían buena fama en la comunidad y eran de familias respetables, ese lugar se lo habían ganado. Cierto año nadie acudió a la cita ¿Qué pasó? no saben, el misterio aún no se ha resuelto. Algunos fueron, seis o siete, con las hermanas González: Rosy y Ma. Eugenia al barrio de San Juan, otros a cumplir algún compromiso, pero a partir de esa fecha no hubo más reuniones en casa del de “la experiencia”; no guardó resentimiento, esa era su grandeza. Poco a poco el grupo se fue diluyendo, así como empezó, juntándose poco a poco, también se fueron alejando del grupo los iniciadores, llegaron nuevos a darle vida: en lo deportivo, lo social y lo cultural. La riqueza en este rubro es evidente, por eso eran muy conocidos. Las reuniones abiertas fueron muchas, también las íntimas. Mucha gente los invitaba a comer (común en esos años), alguno de ellos al final tomaba la palabra para dar las gracias y siempre terminaba de la misma manera: “esperamos que no sea la última vez que nos inviten”. Influyeron en las nuevas generaciones, en lo musical surgieron varias rondallas que después se encargaron de tocar en misas de bodas, quince años y llevaron serenatas; las damas también fueron “tocadas”, se animaron a jugar futbol o participaron en eventos de tipo social o cultural. Lo más
  • 31. 28 importante, y siguiendo el ejemplo de estos jóvenes, es que las nuevas generaciones optaron por el estudio. LOS VIAJES Viajar por interior de la república era una “forma de ser” del grupo y lo distintivo era que se tomaban las decisiones de manera pronta y expedita, bien podrían recibir el nombre de “fugas geográficas”. En los años sesenta la inflación no existía, así que las coperachas resolvían el problema de gastos, aunque hay que decirlo, Arrepentida y Maco, sobre todo el primero, eran quienes más “apoquinaban”. Era común ir a divertirse a los balnearios del Estado de Morelos. Dos de los “guías” fueron al Istmo de Tehuantepec, varias veces a Acapulco y a Michoacán con “el más feliz” “el charrito de oro” y José Luis Fernández. “El de la experiencia”, por otro lado, terminando la despedida de soltero de su hermano Cecilio, junto con éste, “el político”, el Anacú y otros se fueron a Veracruz, por cierto dicen que se les acabó el dinero, no había para gasolina ni para comer, encontraron un restaurante de homosexuales y todo quedó solucionado, parece que hicieron un pacto, porque no se sabe qué tipo de sacrificios hubo (y quién); Pepito (el más joven), “el centrado” y alguien más fueron a Loma Bonita Oaxaca con la “Mere” (amiga de todos ellos) después de una fiesta. “el guapo y entrón”, el Padre, Changa y Maco fueron a Mazatlán, otros a Cuernavaca al aniversario del grupo de rock “Los Navajo” o a San Juan del Rio Querétaro. Hay muchas salidas más que se pierden de la memoria. LO CULTURAL-EDUCTIVO La inclinación por el conocimiento fue otro de sus rasgos. Seguir una carrera profesional, trabajar en el D.F., dar clases, respaldar aspiraciones individuales, experimentar con las publicaciones o intentar tener una estación de radio, era parte de sus locuras. Fueron estudiantes: Maco, Cachona, Chucho, Tepis, Julio, Bernardo, Hugo, Adolfo; ex seminaristas: Benja, Tripa, Javi, Bernardo, Poncho, Cachona, el Padre y Enrique. Era notoria su afición a los “pumas”: Barajas, Maco, Julio, Tepis, Cachona, Quino, David. Los etiquetaba el profundo interés que sus padres
  • 32. 29 ponían por su futuro, una obsesión porque fueran personas de provecho y dignas de respeto. Su herencia la recibieron por adelantado. El estar juntos, el hacer comunidad y las acciones positivas, era su distintivo. Esa generación (la de los padres) fue la que respaldó, algo poco común en ese tiempo, las ideas alocadas de sus hijos, ellos fueron los responsables de la generación maravillosa, la generación única y diferente de Chimalhuacán. En los años setenta se casaron: “el de experiencia”, el Padre, “el fierros” y “el guapo”. Varios encontraron trabajo en el Distrito Federal, entre ellos, Pepe, y Lorico. Los más jóvenes tomaron en sus manos al grupo y formaron la primera asociación de estudiantes: Maco, Pepe, Cachona, Barajas, Fernando Canto, Tepis (ropa clara) y Poncho. Hugo, Julio, Albino Valverde, Bernardo, Chepo, Adolfo y Cachona. De sus proyectos se derivó la aparición de la primera rondalla de Chimalhuacán: “Escudos o Rodelas”, el Changa fue el primer solista; además su entusiasmo los llevó a formar un grupo de danza de nombre “Ixtlixololt” y uno grupo de teatro. Para cursar en los centros de estudios de educación media-superior los egresados del bachillerato de Chimalhuacán buscaban un contacto y estar bien preparados, por lo que nuestros amigos tomaron el asunto en sus manos y al no ser ajenos a esa necesidad, acudieron a su apoyo. Algunos que conocían al Ing. Antonio Buendía Buendía “el gorila” lo contactaron ya que contaba con relaciones en el IPN. El los ayudó a preparar a quienes iban a ingresar a las instancias medio-superior. Tres años se dieron cursos en la Escuela Netzahualcóyotl. Cuenta, uno de ellos, que Juan el “Chapingo” se jalaba los pelos porque no entendía lo referente al cálculo integral y diferencial, lo sacó del salón y media hora lo tomó por su cuenta,
  • 33. 30 cuando éste último entendió que en las matemáticas nunca hay que perder los “detalles del camino” se convirtió en un experto y siguió estudios profesionales. El “alumno más adelantado”, “el modelo”, el Ojón, Pabello y el profesor Elías Alonso Martínez establecieron la empresa “La voz” que amenizaba las tardes en el Jardín Municipal con música. Las chavas de secundaria, cuando salían de clases, pasaban a cabina a pedir sus canciones favoritas -baladas de los sesenta- y dedicarlas a sus novios o amigos. Tenían anuncios publicitarios para los comercios aledaños. Hicieron un baile con un grupo de rock formado por alumnos del profesor Elías Alonso de la prepa uno de la UNAM y, debido a la publicidad, metieron mucha gente en el patio de palacio municipal, con los ingresos pagaron la deuda con el profesor Alonso, quien había financiado la compra del sonido. EL ROCK El rock and roll estalló como una bomba en los ánimos del grupo. Al final de los años cincuenta y principios de los sesenta llegó al mundo para quedarse, Chimalhuacán no fue la excepción. Además de los grupos ya mencionados “el mechudo” por sí sólo, trajo a otro grupo, donde el Fabiancito y otros alocados quedaron en paños menores, lo que en ese tiempo era “degenere”. Hugo y Adolfo evolucionaron en esto: Los Apostoles, Banda San Diego, Three Soul in my mind y Peace and love, fueron las joyas que trajeron. COLEGIO NETZAHUALCÓYOTL Cuando la religiosa Ana Alonso Martínez, tía de los hermanos Alonso y de los primos: Martínez y Siles (Javi y Adolfo) y del más joven del grupo, fue nombrada directora del colegio Netzahualcóyotl, varios familiares y amigos de sus familiares, tuvieron oportunidad de poner en práctica sus capacidades universitarias: Benja, Javi y Cachona impartieron clases en ese centro educativo: Historia, Civismo e Inglés fueron las materias que dieron, respectivamente. La madre Anita tenía apertura y un carácter muy agradable, permitió también que Cachona, Julio y el ojón, publicaron (lo hacían en esténcil) el periódico “Telpuchtli” - joven, animado- en el centro escolar.
  • 34. 31 Va de anécdota: Cuando Cachona llega a dar clase recibe un recado, la madre Anita lo espera en la sala de profesores. Con un gesto adusto lo recibe y le dice: -“Varios padres de familia me vinieron a ver y me recriminaron lo que allí se escribe: el movimiento del 68, la mariguana y el rock pesado (lo último escrito por Martín Rocha), mira está señalado con rojo y ¡¡¡este es un colegio católico!!!”, (en voz alta). - Cachona le contesta: -“Madre el primer rebelde fue Jesucristo”: -Y ella le revira: -“Que rebelde ni que la chingada, a chingar a su madre con ese periódico”, era Martínez la tía, decía después el Javi. El Colegio Netzahualcóyotl, centro educativo de las Carmelitas Descalzas, es el “Alma Mater” del grupo; el noventa por ciento de sus miembros son egresados de él, ya sea de Primaria o Secundaria. Por la forma en que está construido y por el tiempo en que se hizo posiblemente fue diseñado por el entonces joven Ricardo Legorreta (prestigiado arquitecto años después) ya que su papá don Luis G. Legorreta lo construyó: paredes de recinto negro al exterior; amplias escaleras a la entrada, rematadas con dos paredes del mismo material; una amplísima terraza como recibidor; a los lados dos alas de aulas construidas con tabique rojo aparente y en medio un área de prados en simetría con las aulas. Antes de ingresar a la terraza, del lado derecho y con un paredón de piedra volcánica también, había un acceso a la parte privada: cocina, comedor y escaleras que conducen a la planta alta, donde estaban las habitaciones y oratorio de las religiosas y las internas. Con el tiempo se fue ampliando conservando la línea del diseño original. Hoy, en estos días, (agosto del 2015) inicia la carrera de Administración, que se agrega a la de Derecho que comenzó el año pasado, todo esto como consecuencia del arrojo y visión de Adolfo que, siendo presidente del patronato, lo incorporó a la Universidad Nacional Autónoma de México.
  • 35. 32 Otros intentos de comunicación se dieron cuando el hermano de Felipe, Eugenio, publicó el periódico “La Llave”, donde el Tepis tenía su columna deportiva llamada futbol chimeco. Escribió otra: Escudos, rodelas y… goles, publicación del Ayuntamiento que se llamaba “Chimalhuacán”. SERENATAS Y BODAS Muchas relaciones amorosas se dieron en nuestro pueblo debido al requinto de Chucho, a la guitarra y primera voz de Javi y a la segunda y tercera voces de Cachona y del Changa. Seguro es que debido a las notas de un bolero en los oídos de una bella dama, se dieron bodas, reconciliaciones, suspiros y dolorosas despedidas, fueron decenas de serenatas a través de muchos años para los miembros del grupo, sus amigos y los amigos de sus amigos ¿No es esto trascendente? ¿Acaso no cambian los destinos de miles de personas? ¿De verdad no es la música la que da rumbo a la humanidad? ¿Cuántos sueños, ilusiones, esperanzas y pretensiones se fincaron en el sonido de dos guitarras y varias voces? Se propusieron llevar serenata a sus madres los días 9 de Mayo; algunos conocidos solicitaron participar de esto y creció tanto, que tenían que empezar a las ocho de la noche del día nueve de mayo, para terminar amaneciendo el día diez. En un determinado tiempo
  • 36. 33 se integró Raymundo Meixueiro -primo del Tripa- que tenía la voz de “oro” y que también tocaba la guitarra. Cuando se inició el grupo todos eran solteros, poco a poco se fueron casando; sintieron la necesidad de mostrarle a los amigos el afecto que se les tenía y se hizo de la siguiente manera: al Padre se le organizó una despedida de soltero que fue grabada por el “entrón”. En esa reunión participó la mayoría: hubo novia, esposa con hijos y embarazada que interrumpe la boda y es echada a patadas, sacerdote, acólitos, juez y familiares del novio y la novia, todos con el atuendo respectivo. Tepis tuvo también su despedida. Desfilaron varios que ya no fueron grabados porque “el guapo” se retiró del grupo. Antes, la boda del Arrepentida y la del Chucho fueron grabadas en película “super 8” y todos, con mandil puesto, se encargaron de atender a los comensales. LA FAMILIA ALONSO JIMÉNEZ Los hermanos Alonso formaron parte de la primera generación, después se integraron sus hermanos Julio (+) y Miguel. Esta familia se distinguió por ser epicentro de las actividades grupales. El “galán” siempre iba a la vanguardia: en la forma de vestir y en la forma de ser (se independizó de su familia). Organizaba tardeadas en un salón de su tío Elías en 1965 y allí bailaban: Twist, Rock And Roll, Jerk, Ska (el de antes, no el de hoy), Surf, Surfin y otros ritmos que se pierden en el polvo del tiempo. Comúnmente asistía Esperanza Flores, su tía, que era de su edad y era bellísima; era el amor platónico de Cachona, de Fernando Canto y seguramente de otros también; siendo maduros él se lo dijo y ella le contestó: “pues sí, pero nadie se aventaba”. También innumerables fueron los concursos de imitaciones, chistes e interpretaciones musicales. Se recuerda la reunión torera en el cortijo “Noé y Elena” que organizó la familia Alonso Martínez (los tíos), donde fueron invitados especiales y protagonistas del evento.
  • 37. 34 Benja, Julio, Quino, Cachona y Maco LA POLÍTICA ¿Por qué no se formó un grupo político? El tema es muy difícil abordar, sin embargo hay que hacerlo porque muchos se harán esa pregunta, así es como yo lo recuerdo: cuando se formó la sociedad de estudiantes, idea y realización fundamentalmente por los más jóvenes, había personas ajenas a la agrupación: Jorge Seyde y Arturo Cornejo, por ejemplo, quienes tenían una orientación totalmente política, Aquí se dio una escisión; Hugo se oponía rotundamente a que se hiciera política y Cachona no, por lo que éste se fue con aquellos. Sobre los tíos de los hermanos Alonso se decía que eran seguidores del nepotismo. En determinado momento, parece que por ese conducto, se hizo la invitación a los amigos para formar un grupo político, al intentar formar los cuadros y buscar la posición de Juez Menor municipal se hizo la cargada familiar a favor de los suyos y de Javi, en honor a la verdad, como dijera el Maco, se comprobó la tesis arriba planteada. De allí nació la conciencia de no ser manipulados absolutamente por nadie. Sin embargo, era de esperarse que la inquietud por la política se canalizara de manera individual. Chimalhuacán era un pueblo pequeño y se visualizaban ya las oportunidades debido a que varios
  • 38. 35 tenían preparación académica. Las aspiraciones, entonces, aparecieron en algunos de sus miembros. Quienes tuvieron la oportunidad de ejercer un cargo fueron: Javi. Juez menor municipal y presidente municipal (82-84), actualmente funcionario estatal. Tiene un hijo abogado. Pabello. Regidor (82-84) y presidente municipal (88-90) Benja. Secretario del Ayuntamiento, regidor y actualmente funcionario municipal. Cachona. Secretario del ayuntamiento (82-84 y 1988) y funcionario federal. Actualmente es Logoterapeuta y Analista Existencial. Julio. Fundador del Suteym Chimalhuacán y dos veces regidor, recién terminó la licenciatura en economía y está estudiando la maestría. Su hijo Giulio es secretario de acción juvenil del Suteym del Estado de México y tiene una hija abogada. El Niño. Regidor. Adolfo. Regidor y funcionario estatal. Ing. Textil (IPN); Pedagogía (Degest, Sep), 60% Maestría en Investigación Educativa (ICCP, Cuba.), Quirofosico, Esc. Part, Palmer. Tiene dos hijos licenciados en derecho UNAM, Uriel y Orlando; uno más estudiante en ciencia política UNAM y una hija, Noemí, con maestría en derecho, igualmente vestida de “azul y oro”. Garrincha. Regidor y presidente del comisariado ejidal. Tiene una hija abogada. Antonio Siles de la segunda generación, y que ya falleció, fue regidor municipal. José Bastida, también de la segunda generación, fue regidor municipal recientemente.
  • 39. 36 LA FAMILIA, EL TRABAJO Y LA ACADEMIA Lo más valiosos de esta comunidad juvenil eran sus familias, los hogares que les vio nacer. Algunos huérfanos, la mayoría pobres, pero todos llenos de ejemplos y valores. Sus vidas llenas de responsabilidad, la mayoría se casaron y tienen familias respetables, algunos son profesionistas y otros trabajadores esforzados y respetables. Maco. Fue empleado de la Biblioteca de la UNAM –jubilado-. Estudios profesionales de Actuario. Su familia actual es organizada y unida como lo fue su familia nuclear. Tripa. Tiene un hijo sacerdote. Marcos. Feliz con su familia se dedica al atletismo. Marranito. Ciudadano honrado y padre amoroso. Su hijo Arturo es ingeniero en electrónica, quien se hizo con Pedro Torres y en el canal 11, actualmente trabaja en una productora. Pepe. Trabajador del volante y excelente padre de familia. Tiene una hija médico-cirujana y otra médico-veterinaria. José Luis. Ciudadano entregado a su familia y al futbol. Arrepentida. Ciudadano ejemplar, respetable y respetado. Excelente padre de familia. Pepito. Se recupera de un infortunio. Enrique. Es sacerdote católico. Felipe González. Es sacerdote católico y Director del seminario “Cristo Rey” y con una trayectoria de responsabilidades impresionante. Barajas. Economista, toda su vida trabajó en el Congreso de la Unión y como funcionario federal. Tiene un hijo con maestría. Su esposa Isabel es enfermera en el Hospital Español.
  • 40. 37 David. Ing. Mecánico Electricista UNAM y Mba Itesm. Su hijo Ángel David Rico Jiménez estudia 2do año de Economía y Dirección Financiera Itam -dos carreras-. Su hija, Monserrat Rico Jiménez primer año de preparatoria. Su esposa Rosalba Jiménez, licenciada en Economía IPN. Actualmente en Costa Rica con su familia y sobresaliente éxito. Chepo. Es el más destacado en la academia tiene dos maestrías y un doctorado. Licenciado en Psicología FES-Zaragoza, UNAM; Maestría en Pedagogía en la FFyL-UNAM. Maestría en Pedagogía en UPN- Ajusco y Doctorado -en pedagogía-, en UPN-Ajusco. Trabaja en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Campeche. El ojón. Alfonso Romero medina, casó originalmente con Rosita Sánchez y tienen cuatro hijas: Francia, Karelia, Gisel y Grecia. El mechudo, como también se le conoce, es arquitecto, actualmente esposo de María Luisa Piraquive líder de la Iglesia de Dios ministerial de Jesucristo internacional, con presencia en 46 países, pertenece al ministerio y viaja por todo el mundo, tal como lo pregonaba en sus años mozos, procurando el desarrollo de la iglesia. Diseñó tres aeropuertos, dos en Cuba y uno en Colombia. Es el profesionista más exitoso del grupo, sin duda. Cecilio. De los hermanos Gómez Aguilar, tiene una hija con dos carreras y actualmente es miembro del consejo estudiantil del politécnico. LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS Había pequeños grupos dentro de la hermandad y cada uno tenía sus cuates fuera de ella; aun así, cuando se trataba de un evento importante, allí estaban todos, comprendían que el todo era más importante que las partes, como se dice en la terapia Gestalt. Otros fundadores que no escribieron y que aquí aparecen (foto) son: Félix Sánchez Buendía el “Padre” (posiblemente el más fuerte físicamente), se llevaba bien con “el guapo” y fue el primero que se casó. El Poncho, cuñado del Javi, excelente en todos los aspectos. Tomasote (aquí) junto con el doctor Adán Buendía en la
  • 41. 38 despedida de soltero del Padre. El Garrincha, buen futbolista, de ahí su mote. Victor Ochoa (ingeniero) el Tonina era un futbolista reconocido en todo el municipio, zurdo, nunca participó en el equipo de futbol. Bernardo, se le reconoce capacidad intelectual y preparación académica, denegó su participación en el presente documento. El Ojón era notoria su relación con “el más adelantado”, “el más joven” y “el creativo”. Alejandro Alonso Jiménez el Quino tuvo un papel destacado en el equipo, además de jugar fue varias veces delegado a la liga, fue de los últimos en retirarse y siempre estuvo al pendiente de la franquicia, actualmente tiene su escuela de futbol. Enrique Castro Buendía, primo hermano del “guapo”, estuvo poco tiempo en el equipo, su vocación lo jaló a los estudios, es sacerdote. El “Solín”. Están también José Canto Gálvez el Pepe. El Fabiancito y Hugo que no aceptó escribir por enfermedad. Hay otros compañeros que se han alejado por motivos de trabajo: Cirilo “el cejas” y el “charales”. Es costumbre entre los mexicanos estrechar más la amistad haciendo compadres, aquí no fue la excepción: Barajas tuvo como compadre al Maco y al Pepe; Adolfo a Julio; Arrepentida al Lorico; el Pepito a Maco; Julio además a Cachona y éste a Pepe,
  • 42. 39 Javi, Pabello y al Pointer y así nos podemos seguir. Al terminar este capítulo parodiamos lo dicho en la película Troya: cuando los años pasen quiero que recuerden que soy de los tiempos del Benja, del Changa, del Padre, del Tripa, del Hugo, de Bernardo, del Poncho y de tantos TIDEES entrañables. En síntesis, y desde mi punto de vista, en lo referente al futbol me parece que fueron un equipo competitivo sin lograr consolidarse como un equipo grande. Si bien arrasaron en la tercera división habría que considerar que la mayoría había sido campeones de copa en segunda división y que ya habían jugado en la primera. Pienso, sin ánimo de ser injusto, que no terminaron por fraguar lo que sus cualidades prometían. La indolencia se presentaba de manera intermitente, muestra de ello es que en la final de campeón de campeones de la tercera división, dice julio, no se completaban. Las causas fundamentales del mediano éxito son: primero, funcionaban más como un grupo familiar que como equipo con aspiraciones competitivas (parecido al Morelia de Xochiaca y la familia Arrieta, donde jugó Cachona); al Quino le dio demasiadas “alas” su hermano Maco. Segundo, dice él mismo que daba más importancia a los amigos con pocas cualidades que a otros que las tenían y esto en el deporte de competencia, tarde que temprano fracasa, mejor reunirse con los cuates de vez en cuando para jugar una cascarita. Chucho, Cachona y Tepis lo sabían, con pretensiones personales, se fueron y lograron ser campeones en equipos importantes. En los años sesentas: Huracán, Atlas, Tiburones rojos y en los setentas: Monterrey, tiburones rojos y San Lorenzo, fueron verdaderamente grandes. El fracaso del TIDEES en lo deportivo es idéntico a lo político, se participa, si y sólo, si se beneficia la familia y a los amigos. Si revisamos las participaciones individuales en lo político tenemos que hubo dos presidentes municipales, dos secretarios del ayuntamiento, cinco regidores, varios funcionarios municipales, estatales y federales -sólo en la primera generación-, nos damos cuenta del enorme desperdicio de posibilidades de influir en un
  • 43. 40 futuro mejor para la comunidad. No había necesidad de hacer un grupo político, pero si incidir en decisiones en este rubro. El Maco y Hugo siempre se negaron a que hubiera participación política porque tuvieron traumas muy jóvenes por hechos que les sucedieron a sus padres: el primero, dice que a su papá lo abandonaron sus amigos por la política y la religión; al segundo no le permitieron llegar a la presidencia, a su papá, por ser compadre del gobernador Baz Prada. El caso es que, aunque se diga que la política es sucia y que la religión no debe ser tema de discusión, las cosas suceden por decisiones que toman las personas no por el hecho de que existan quehaceres humanos por realizar. En su presencia social, propuesta cultural y búsqueda educativa, queda manifiesta su integración al tiempo en que vivieron. La diversidad de actividades sociales, la relación estrecha con las familias de la comunidad, así lo hacen valer. Iniciativas como las publicaciones periodísticas, la formación de la agrupación de estudiantes; el hecho de preparar a jóvenes para su ingreso a las instituciones más importantes de formación educativa, describe cuál era su línea de pensamiento. Queremos decir, entonces, que aquí está el verdadero valor del grupo, su plena disposición hacia el conocimiento y la inclinación a que los demás transitaran por ese sendero, esa es su verdadera razón de ser. El mayor logro de esta comunidad está en la familia; en la inmensa mayoría, nos consta, hay mucha calidad afectiva y emocional. Tiene que ver, también, aunque no necesariamente, en la preparación académica que hubo en los miembros del grupo donde hay varios que tienen licenciatura, tres maestría y uno doctorado; sin dejar de considerar: dos sacerdotes católicos y un ministro religioso, al final de cuentas lo más importante en el ser humano, lo trascendente, son las cosas que haces con significado y ellos lo saben. Para finalizar, consideramos que si fueron treinta y seis personas los fundadores y que hoy se siguen viendo para jugar fútbol o dar conferencias, podemos concluir, en este capítulo, que realmente son un grupo único y especial. Pasamos a los relatos de los
  • 44. 41 miembros de esta comunidad y les damos voz para que expresen sus vivencias y recuerdos. El Maco, el TIDEES mayor.
  • 45. 42 SEGUNDO CAPÍTULO Relatos: “La necesidad social empuja los hombres unos hacia otros, pero sus insoportables defectos los dispersan de nuevo. La distancia media que acaban por descubrir, en la cual la vida en común se vuelve posible, es la cortesía” -Arthur Schopenhauer— Pepito, Maco, David, Adolfo, Hugo y Julio El MACO omenzar con el Maco es un reconocimiento al papel desempeñado dentro del grupo, daba equilibrio y era su epicentro. Dice el sacerdote Felipe González que para saber si una fiesta había valido la pena había que observar al Maco, según su ánimo se podía calificar de buena o mala. C
  • 46. 43 Viene de una familia, reconocida en el municipio, que se guiaban por reglas que implicaban: moral, educación, cultura y buenos modales. El buscaba, que dentro del grupo hubiera unidad; que se propiciara la aventura y que todo llevara un sello de intensidad. Siempre se distinguió por su inteligencia, misma que lo llevó a ganar un concurso de matemáticas inter- prepas de la UNAM. Al Maco se le puede llamar el TIDEES mayor, siempre buscó que el grupo fuera una familia. Reflexivo, conciliador y muy productivo, se ganó el respeto de todos, incluso el día de hoy, gentes ajenas al grupo le tienen mucha deferencia. Nadie ama más a Chimalhuacán que él mismo, ama a la gente del pueblo, ama sus tradiciones y le emociona, hasta lo más profundo, que se recuerden tiempos idos. Finalmente la filosofía que enarboló, como bandera el grupo, es propuesta suya. Su legado es que debemos vivir en comunidad, aceptar la libertad de los demás y vivir intensamente. Relato de MARCO SERGIO FRANCISCO ALONSO JIMENEZ INFANCIA Nací el 4 de octubre de 1948 en la Cabecera municipal de Chimalhuacán Atenco, fui el segundo de más de ocho hermanos. El 7 de octubre de 1948, tuve el privilegio de que me bautizara ese gran personaje que fue el presbítero Maximino Castro o “el padre Machi” como lo llamaban todos en el pueblo. En ese tiempo era presidente municipal Don Hilario Valencia, también conocido como “el Caballote” o el “Cacique”. Viví en la casa de mis abuelos paternos: Don Benjamín Alonso Vargas y Doña Emiliana Martínez Saldivar, casa situada en esquina de la Plaza Municipal o el Jardín Zaragoza, donde se
  • 47. 44 localiza el palacio municipal y del otro lado se encuentra la parroquia de Santo Domingo de Guzmán. Para acceder al jardín solo tenía que cruzar la calle, ahí era donde junto con otros niños nos la pasábamos jugando canicas, trompo, los hoyos; recuerdo que había una piedra del juego de pelota, que actualmente se encuentra en la zona arqueológica de los Pochotes -que la llamábamos “la lagartija”- en la cual nos montábamos, al igual que hacíamos con un león de cemento que se localizaba a un costado del pórtico del Palacio municipal, ah! Y también en el otro lado de este palacio estaba un lagarto, también de cemento. Subíamos al kiosco, la parte baja de éste no tenía un uso particular pero en ocasiones se usó como cárcel, en la pared, que era de piedra, había una placa de bronce que cuando llovía daba toques y, entonces, sí eras muy valiente formabas parte de una cadena por la cual pasaba la electricidad. También nos gustaba jugar en el pórtico del palacio en sus escaleras y los barandales de cemento de la escalera los usábamos como “resbaladilla”. Junto al kiosco estaba una “pileta” que todos conocíamos como la fuente, yo no recuerdo que se haya usado como tal, cuando no contenía restos del agua de lluvia nos servía de refugio para jugar a las escondidas. En el extremo del jardín, que colindaba con la calle Netzahualcóyotl, estaba un monumento donde se izaba la bandera, recuerdo que era de cantera y en uno de sus lados estaba esculpido el escudo de Chimalhuacán, tenía una inscripción de la cual no Doña Angelina (tercera) mamá del Maco
  • 48. 45 recuerdo que decía, seguramente tenía la fecha en que había sido erigido. Había en el interior del jardín muchos pinos que daban unos frutos “medio” redonditos, también había unos fresnos; alrededor del jardín estaba una banqueta bastante amplia, estaban colocadas en forma estratégica un conjunto de bancas de mampostería para cinco o seis personas. El atrio de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán es otro de los lugares en los cuales pasé mi infancia. Tiene un pasillo central franqueado por arbustos llamados “truenos”; había varios árboles de pirú bastante frondosos, algunos de ellos todavía están en pie, también se conservan algunos olivos, recuerdo que existía un árbol ya muy viejo que daba moras; eran parte importante del atrio las tumbas de varios curas que habían fallecido cuando ejercían su ministerio en la parroquia del pueblo, entre otras la del insigne personaje: EL PADRE MACHI. En la parte que da al sur existía un claro el cual servía lo mismo para jugar futbol o béisbol, ¡Qué ratos tan agradables disfrutábamos!, bueno siempre dependiendo de quién fuera el párroco en turno; aquí jugábamos a las canicas, al trompo, a los quemados y probábamos la puntería tirando con resortera, que llamábamos “flecha”, a los pájaros que se posaban en los árboles que bien podían ser: maiceros, tórtolas, coquitas, gurriones, calandrias o “copalaxcleros”, si era la época. Estos pájaros son aves migratorias que se hacen presentes en esta región de noviembre a marzo. Yo los veía en los pirúes del atrio, con su color canela, su copete –cresta-alargado, su antifaz de color negro, sus plumas rojas brillantes al final de las alas y en el extremo de las plumas de su cola el color amarillo, al igual el abdomen de un amarillo pálido. Son aves pequeñas, miden entre 15 y 18 cm de largo -de pico a cola-. Se alimentan de los frutos del pirú que nosotros denominamos
  • 49. 46 COPALAXCLE. COPALAXCLERO El fruto cuando se madura es de un color rojo y su cáscara se hace quebradiza. El fruto tiene un sabor dulce, con un pequeño resabio amargo. Estos pájaros andan en parvadas, desde decenas hasta cientos, emiten un chiflido agudo: sssriii, sssriii, sssriii. En algunas ocasiones, junto con otros amigos llegamos a cazar, con la resortera, algunos; que desplumábamos, quitábamos las vísceras, atravesábamos en una rama para después ponerlo a cocer en una pequeña lumbrada que habíamos encendido previamente, y así, disfrutar de un refrigerio. CASA DE MIS ABUELOS Don Benjamín Alonso y Doña Emiliana Martínez. Voy a tratar de hacer una descripción con la esperanza de transmitir una imagen clara del lugar donde pasé los momentos importantes que más tarde, me he dado cuenta, fueron trascendentales en mi vida. Podría concluir que ese período de mi vida fue de felicidad plena, sin preocuparme por cosa alguna. Lo que más me importaba era jugar. Para ese fin contaba con mi hermano Benja, un año mayor, que fue compañero, amigo, protector, consejero y guía, para muestra basta un botón: con él Reino : Animalia Filo: Chordata Clase: Aves Orden: Passeriformes Familia: Bombycillidae Nombre Científico: BombycillaCedrorum Nombre Común: Ampelis Americano Nombre en Chimalhuacán: Copalaxclero Otros Nombres: Chivitos o Chinitos
  • 50. 47 aprendí que era muy importante comprar con lo que nos daban de “Domingo” y que ahorrar -que era lo que yo pretendía-, podía quedar en segundo término. La casa se localiza en la esquina de la calle Zaragoza y Plaza Zaragoza, colinda al norte con la casa del tío Crisanto Vargas, al sur con la Plaza Zaragoza, al oriente con la calle Zaragoza y al poniente con el cine Progreso. Las paredes de la casa eran de adobe, que tenían un ancho de 75 cm. Por la calle Zaragoza se localiza el zaguán que da acceso a un pasillo de cuatro metros de ancho que se extendía hasta la puerta del corral, éste era bastante “grande”, más o menos la mitad del predio. La entrada de dicho pasillo estaba techada con “tejamanil”, esto lo convertía en un pórtico. Pasando el pórtico, a la izquierda estaba una cocina que usaba carbón como combustible, tenía tres hornillas y debajo había dos depósitos con sus arcos de medio punto, ahí se guardaba el carbón, estaba recubierto con mosaico, el piso era de recintos, de piedra, algunas de estas piedras las conservo en el patio de mi casa. En seguida estaba una escalera de madera que daba acceso a la parte superior, a colación de ésta recuerdo que mi tía TILA me recomendaba que subiera o bajara la escalera poco a poco y sostenido del barandal, y yo bajaba y subía corriendo y gritando poco a poco, poco a poco… En la parte superior estaba un especie de ático, el piso era de madera, de duela, la altura de estas habitaciones era de 1.60 m. El techo estaba construido sobre unas vigas que tenían unos 60 cm de separación que sostenían, no sé cómo, un tipo de hormigón, tenía una vista de bóveda catalana, las ventanas, tres, eran de piso a techo, dos daban al patio y por la otra se podía observar el jardín y el pórtico del palacio municipal. Las ventanas eran de esas que tenían unas puertas de madera que hacían la función de cortinas. A continuación había un espacio que se usaba como bodega para la leña y para los instrumentos de labranza tales como: arados, hoces, rastrillos, palas, bieldos, reatas, barcinas, costales, cerones, fustes, yugos, machetes…etc. Y al fondo a la derecha se localizaba la letrina. Una estampa de este lugar que me es muy
  • 51. 48 reconfortante es recordar a mi abuelo sentado sobre un montón de leña tocando su armónica. Del lado derecho del pasillo central se localizaba la construcción más reciente, las habitaciones formaban una “L” que tenían vista al jardín interior. Al entrar se encontraba la cocina-comedor, la cual usaba gas como combustible, al lado de la cocina se encontraba un baño “completo” que tenía su boiler de leña, en la esquina se encontraba la habitación de mis abuelos y junto a esta se encontraban dos habitaciones más. Del otro lado del jardín estaba una habitación que era la más amplia y elegante de todas, que todos llamábamos “la sala”. Al centro estaba la puerta flanqueada por dos ventanas; la puerta tenía un arco formado por dos buganvilias. En el interior alrededor de la sala había sillas, dos decenas aproximadamente, el piso era de cemento, las orillas estaban pintadas de color rojo, siempre estaba brillando de limpia y la encargada de esta operación era la tía Tila. En seguida se encontraba la cocina de humo, ésta no me dejó huella en mi memoria. En el otro lado del jardín interior se encontraba el pozo, pegado a la puerta del corral, y junto estaba una gran pileta con sus respectivos lavaderos. En el corral teníamos: caballos (3), burros (2), un “macho” o mula, borregos (aproximadamente 15) y esporádicamente vacas que esperaban turno para ser sacrificadas; también teníamos unas cuantas gallinas. Mi papá nos contaba que en ese tiempo tenían dos perros de talla grande, pero que se tuvieron que deshacer ellos porque nosotros, Benjamín y yo, les mordíamos las orejas y los perros se molestaban y había riesgo de que nos pudieran morder. Hasta aquí he descrito la parte interior, me resta describir la parte externa. Eran locales comerciales, en la esquina de Plaza
  • 52. 49 Zaragoza y Calle Zaragoza se ubicaba “la tienda” que realmente era una miscelánea. Algunas cosas que ahora me parecen curiosas: los productos que se vendían a granel; el aceite se despachaba por medidas (50 ml, 100 ml, 250 ml) y el cliente debía llevar su depósito, el azúcar se despachaba por cuartos o medios kilogramos, el café se compraba por 20, 30, o 50 centavos, todos los refrescos se vendían en botellas de vidrio, es decir el envase era retornable, la manteca se expendía en hojas de maíz o en papel de estraza, bolsas de papel con asas, sopas de pasta de la marca “tres estrellas” etc… Junto a la tienda, por la calle de Zaragoza, se encontraba la carnicería “La Consentida” que la habían iniciado los abuelos y después la atendía mi papá TOMAS. De la carnicería recuerdo las tardes de algunos sábados cuando mi abuelo limpiaba las manitas de marrano para que al día siguiente lucieran agradables. Otro recuerdo son “los cebitos”, que la vox populi indicaba que eran un excelente remedio contra la tos, estos cebitos se vendían por la tarde-noche. Recuerdo que los cebitos del tío Crisanto eran muy cotizados. LA PRIMARIA 1956-1961 Para la educación primaria había varias opciones, entre ellas estaban: la escuela oficial José María Morelos; la escuela, de las “monjas”, Netzahualcóyotl y la escuela parroquial; mis padres me inscribieron en la escuela parroquial: “San Juan Bosco”. Esta escuela fue fundada por el párroco Luis Sánchez Flores con la entusiasta colaboración de los vecinos. En dicho plantel sólo se podía cursar hasta el cuarto año, pues no tenía registro ante la SEP, y entonces me fui a la escuela Particular Netzahualcóyotl a cursar el resto de la primaria. Destacan en mis recuerdos mis compañeros: Félix “el capulín”, Miguel Hernández el “peseta” y Alberto Castro, todos ellos de San Juan, pues eran ayudantes de la tiendita, regenteaba por la madre Adelina y por ende de todas sus confianzas. Esto representaba una gran ventaja para mí cuando algunas tardes tenía que ir a hacer algo de los trabajos manuales y ellos también, resulta que en el transcurso de la jornada me compartían algunos chocolates “Vaquita” que yo aceptaba con
  • 53. 50 mucho gusto, debo confesar que para mí no tenía sentido el refrán: “Tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”. De los compañeros de sexto recuerdo a Guillermo Buendía, el hijo de don Juan el “juil”, más tarde ampliamente conocido como el “matosas” y a Marcos Siles, porque se fueron de pinta y después de algunos días tuvieron que ir a la ciudad de Veracruz a rescatarlos. Fueron también mis compañeros: Carlos Gutiérrez Jiménez, “el canillas”; tres con nombre de Fernando, a saber: Arrieta de Xochitenco; Alemán de Santa María y Jiménez Palacios, “el gu-gu”, uno de nombre Narciso de San Vicente, que llegaba a la escuela en bicicleta, los cuates de San Agustín y los tres de San Juan mencionados anteriormente. De mis compañeras recuerdo el nombre de algunas: Clara y Sofía de Santa María, una compañera de apellido Prieto de Tecamachalco -poblado cercano a los Reyes, la Paz-, Eufrasia, Hortensia, Socorro etc… De este tiempo recuerdo los juegos escolares en los que participaban las escuelas de la zona y la sede de los juegos fue en el deportivo de la Magdalena. LA SECUNDARIA Para ese tiempo las familias estaban constituidas de ocho a diez miembros, realmente eran bastante numerosas. Las actividades de la población dejaron de ser primordialmente agrícolas, pero gracias a Dios, la ciudad ofrecía diversos empleos para los habitantes del pueblo. Así, algunos obtuvieron trabajo como empleados en los bancos, en los almacenes, en los baños (bañeros), otros trabajaban por su cuenta: los traperos, que comerciaban con los retazos de la industria de la confección, los chachareros, que comerciaban con el periódico, con muebles o con ropa usada. También había un puñado de jóvenes que estudiaban en las escuelas de enseñanza superior (Normal, UNAM, IPN o el Seminario Conciliar de México). Los hijos de don BENJAMIN Y EMILIANA -mis abuelos- no se dedicaron al campo, sino que se fueron a la ciudad a proseguir sus estudios. Solo Tomás -mi papá- se quedó en Chimal, él atendía los
  • 54. 51 terrenos de la familia, aunque su actividad primordial era la carnicería. A principios de los años sesenta mis abuelos decidieron dividir la casa entre todos sus hijos -seis-. La división se hizo sobre la base que cada parte tuviera la misma superficie y cada división tuviera acceso a la calle. ¡Qué sabia decisión! Esto de subdividir las casas fue una “costumbre” que se practicaba en forma general, en todo el pueblo. Por lo tanto, las nuevas familias se iban adaptando a vivir en espacios muy reducidos. Esto trajo como consecuencia que las casas perdieran los patios y los corrales. A las generaciones que se iban desarrollando se les hacía imperativo permanecer en la casa donde habían nacido, aunque el predio fuera reducido. Esto se hacía, no porque no tuvieran un lugar donde construir su casa sino porque se tenía un gran apego a la familia. En cuanto a los avances tecnológicos, en la década de los cincuentas, la radio era uno de los medios de comunicación masiva a la que la mayoría de los habitantes del pueblo teníamos acceso. Así por las noches escuchábamos las radio-novelas; una de ellas fue “Chucho el roto”. Las estaciones del radio más populares fueron: la XEW, la XEB, la XEX, la XEQ, la XEQK (la hora exacta), etc. El aparato de radio era un mueble voluminoso que funcionaba a base de bulbos. Las bandas de transmisión eran de onda larga y de onda corta. En las noches se podía escuchar la transmisión de otros países, por onda corta. A finales de los años cincuenta algunos pobladores obtuvieron su televisión -blanco y negro-. Los que no teníamos “tele” teníamos que pagar por ver algunos programas o espectáculos como las peleas de box.
  • 55. 52 Solo estaban los canales 2,4 y 5. Estos aparatos funcionaban a base de bulbos y para cambiar de canal se le tenía que dar vuela a la torreta -teníamos que pararnos a cambiarle de canal-. En ese entorno en 1962 fui a la escuela secundaria Netzahualcóyotl. Nos tocó ser integrantes de la primera generación -1962 - 1964-. El grupo inicial era de veinte alumnos aproximadamente de los cuales terminamos trece: Alonso Jiménez Marcos Buendía Alejandro (El pestañas) Buendía Guillermo (El matosas) Castañeda Manuel (El toto) Castro Alberto Chavarría Esther Fernández Espinosa Raúl (El popotes) Hernández Miguel (El peseta) Peralta Máximo Saavedra Facundo (El loco) Sánchez Buendía Alfonso E. Valverde Pablo Valverde Porfirio (EL Tepis o El fierros) De los profesores de la secundaria recuerdo a: Eugenio Alonso Martínez, nos enseñó inglés y matemáticas, al Dr. Álvaro Rico Sánchez que nos dio biología. En septiembre celebran la fiesta patronal de Santa María Nativitas, y el lunes había corrida de toros. Nosotros íbamos en el turno vespertino que coincidía con el horario de la corrida. Un día de esos el Tepis nos propuso a varios alumnos, que fuéramos a los toros. Para transportarnos usamos las bicicletas de los que habían llevado a la escuela. Tomamos las bicicletas con gran sigilo para que no se dieran cuenta “las madres”. Total que fuimos a la corrida y de regreso ya la madre Blanca nos estaba esperando en la terraza. Conforme íbamos entrando ella nos indicó que cargáramos la bicicleta, en la que habíamos ido a los toros. Ahí
  • 56. 53 estuvimos durante algún tiempo. A los alumnos, la madre blanca, les decía ¡esto les pasa a los que se van de pinta! EL FUTBOL De niños jugábamos por las tardes, usábamos los espacios disponibles, entre otros: el corral de Don Pepe Buendía cuando estaba desocupado, el atrio de parroquia, el “asoleadero” del Rancho el Molino, la calle Zaragoza, etc. Eran unas cascaritas muy entretenidas. A los catorce años soñaba en formar parte del equipo “León”, pero no era el momento todavía. Se presentó una oportunidad con el equipo “Quetzalcóatl” de tercera fuerza. En el grupo participaban los primos Beltrán: Félix Ávila Beltrán (el Gato), Odilón Siles Martínez, Francisco Beltrán Jiménez, Antonio Beltrán (el Güiti); otros integrantes que recuerdo eran: Álvaro Valverde, el “Cachis, Chucho el “Chacal”, el “Talachas”. Éramos equipo local en el campo: “el Tecal”. Para ir a jugar allí, el trayecto lo recorría a pie cruzando los terrenos del Rancho El Molino, al regreso -lo hacía solo-, si había lechugas en algún terreno me gustaba cortar sus corazones, eran una delicia. Todavía en el presente cuando llego a comer los corazones de lechuga, viene a mí una agradable evocación; las zanahorias eran otras de las verduras que comúnmente se cultivaban y de las cuales también disfrutaba; las cañas calmaban la sed. Primera credencial del Maco
  • 57. 54 Después de esa experiencia futbolera, los compañeros de la Secundaria formamos un equipo cuyo nombre fue Secundaria Netzahualcóyotl. Jugamos una corta temporada. En seguida me incorporé al León B, que denominábamos el semillero del León A. De los integrantes recuerdo a: Benja, Arrepentida, al Changa, Fernando Canto, Chucho, Cachona; pero especialmente a Jorge Cosío amigo de Benjamín por ser un destacadísimo jugador. Disputamos la final del campeonato de Copa contra “El Guadalupano”. Ganamos y nos llevamos el trofeo de copa. Otro acontecimiento que viene a mi memoria es cuando en un partido de fut, “el Pella” no estuvo de acuerdo con la actuación del árbitro, terminado el juego, le reclamó su pésima actuación, de manera iracunda y al calor de la discusión le dijo: “te voy a partir el hocico”, el árbitro, ni tardo ni perezoso le contesto: “eso está por verse”. Se inició el pleito, el pella le lanzó un derechazo, que su contrincante cabeceó hábilmente, quedando a merced de su rival, este se preparó para acertar un golpe letal, yo intuyendo lo que iba a suceder, le asenté un empellón, para así evitar el desaguisado. Bueno, total que en la cédula arbitral quedó asentado el reporte: “el pella” intento de agresión y a mí agresión. El castigo fue seis domingos para el intento y para mí un año, suspendido de participar en la Liga Regional de Futbol de Chimalhuacán. Cumplido el castigo, me reintegré con el León B. LA FRACTURA El partido de futbol LEÓN Vs GUADALUPANO que se efectúo en la “lagunilla” resulto ser trágico. El partido se desarrollaba normalmente cuando en una jugada le fracturaron la tibia y el peroné a nuestro centro delantero, al Chucho. Al ver que tenía una lesión severa, pues el píe materialmente colgaba de su pierna, Primer trofeo con el equipo León
  • 58. 55 inmediatamente debatimos que debíamos hacer para que nuestro compañero fuera atendido de su lesión. Hubo opiniones de que lo debíamos de llevar al hospital de Texcoco o a la Cruz Roja de Balbuena, finalmente decidimos por la segunda opción. Procedimos a subirlo al coche del Arrepentida, lo colocamos en el asiento trasero y en la parte de adelante íbamos con él dueño, el Changa y yo. El Arrepentida condujo velozmente, llegando en un dos por tres al hospital de la Cruz Roja, donde en seguida de su ingreso le tomaron una radiografía y posteriormente le enyesaron el píe posteriormente el doctor dio las instrucciones pertinentes para el caso y dijo que ya podía irse a su casa. En ese momento la tensión y la adrenalina que nos invadía, comenzaron a bajar y tuvimos conciencia que debíamos llevarlo a su casa y no sabíamos cómo iban a reaccionar sus familiares. Ya de regreso comentamos cuál sería la manera más conveniente de “entregarlo”. Hubo la propuesta de que lo dejáramos en la puerta de su casa, tocáramos y en seguida podíamos desaparecer, esta técnica se aplicaba cuando íbamos a dejar a alguno de los amigos que ya estaba “muy tomado”. Bueno, así entre bromas y risas llegamos a Chimal, cuando llegamos a casa del Chucho, nos estaba esperando Juan García “el pangas” y ya entre los cuatro cargamos al paciente. En su casa nos recibió su mamá, Susana, al vernos preguntó: - ¿Qué le pasó a mi hijo?- Uno de nosotros respondió: -se lastimó en el juego, y lo llevamos a que lo curaran-. El doctor nos dio esto, dijimos, dándole la receta y le comentamos las indicaciones del doctor. Doña Susana estaba sumamente molesta y preocupada. Repetía: - ahora ¿Qué le voy a decir a Ángel (papá de chucho)-.Después de acomodar al paciente en su recámara nos retiramos como dice el dicho: “con la cola entre las patas”. Más tarde los amigos nos preguntaban si el Chucho ya estaba en su casa, nuestra respuesta era: -ya está en su casa y está bien. Si quieren pueden ir a visitarlo-.Eso de visitarlo era con la intención de pulsar cómo el ambiente en su casa. Algunos compas fueron a
  • 59. 56 visitarlo y nos comentaron que estaba de buen ánimo y el ambiente en su casa era tranquilo, inmediatamente fuimos a verlo, cosa que se volvió una costumbre, todas las tardes nos juntábamos en su casa alrededor de una docena de amigos, durante su convalecencia aprendió a tocar la guitarra, que andando el tiempo disfrutamos a plenitud. TIDEES- Génesis Surgió como un acto de solidaridad, signo que se mantuvo como una “filosofía”, y dio píe a congregar a un conjunto de individuos que pudimos encausar anhelos, sueños de forma positiva, para nosotros mismos y para la comunidad. El fut nos sirvió de pretexto para dar salida a las inquietudes de saber, de experimentar, de proponer y de pertenencia a un grupo en el que se privilegiaba: honradez, lealtad, tolerancia, cortesía pero por sobre todo amistad. En1970 varios de los que posteriormente integramos al TIDEES jugábamos en el León A de la primera división en la liga regional de Chimalhuacán. Un domingo al término del partido nos dispusimos a quitarnos los arreos de juego, al tiempo que comentábamos las incidencias, una de ellas terminó en discusión entre el Chucho y el “Coneja”, a cada momento más acalorada hasta el punto que el Coneja le “tiró” un derechazo al Chucho. Al momento otros miembros del equipo intervenimos para que la cosa no llegara a mayores. Primer equipo TIDEES
  • 60. 57 Más tarde nos reunimos: Cachona, Arrepentida, Chucho y un servidor para comentar lo sucedido, llegamos a la conclusión que esas conductas no deberían tener cabida entre los miembros del equipo. Que nosotros deberíamos hacerlo patente. Pero, ¿Cómo? Lo consultamos con la almohada y también con otros amigos que se solidarizaron. Hubo varias propuestas pero prevaleció una: había que formar un equipo de fut, donde la característica principal sería la amistad y también nos propusimos formar un equipo campeón. Para lograr la meta, invitamos a varios jóvenes futbolistas que destacaban en ese momento. Larga y ardua fue la tarea de encontrar un nombre que llenara las expectativas de los participantes. Se propusieron nombres de: equipos famosos -nacionales e internacionales-, autóctonos, etc. Pero no había consenso, hasta que surgió el nombre de TIDEES. – “y ¿Qué es eso?” Preguntamos. “-TIerraDEEscudos. Pues, nada más, ni nada menos que CHIMALHUACAN”. Todos manifestamos nuestra aprobación con un sonoro aplauso. Así recuerdo que nació el nombre. Una vez que ya teníamos el nombre, nos enfocamos a conformar al equipo. Primero los integrantes. Hicimos un análisis por posición: portero, defensas, medios y delanteros. Muchos fueron los convocados. Participamos de manera entusiasta proponiendo el diseño del uniforme, siendo este amarillo -oro viejo- con azul. El escudo, naturalmente, fue el de Chimalhuacán con un balón al centro; el fondo del cerro de color azul, el fondo del escudo o rodela de color oro y los puntos o círculos de color azul. El color azul representa el cielo y el color oro el sol. Cualquier semejanza con los colores de la UNAM es afortunada coincidencia. Por fin llegó el inicio del campeonato. El equipo estuvo formado por los siguientes fundadores: portero, el Javi; defensas, Changa, el Padre y el Benja; medios yo y el Pointer; delanteros, Quino, Marranito, Chucho, Julio, Arrepentida y suplente, Bernardo. Participamos en la tercera fuerza, por ser un equipo “nuevo”. Fuimos campeones invictos, accedimos a la segunda fuerza. A partir de ese momento hubo una gran movilidad en el equipo. Mi
  • 61. 58 hermano Quino me comentó hace unos años que él contabilizó más de un centenar de jugadores que participaron en el equipo. USTEDES CUATRO En la nevería “el barrilito” nos reuníamos de forma habitual, una tarde nos encontrábamos, en amena charla, cuatro amigos: Barajas, Garrincha, Cachona y yo. De pronto una voz clara y autoritaria exclamó: -“¡chinguen a su madre!” Nosotros nos hicimos los occisos. Enseguida el de la voz, encolerizado, dijo: -“ustedes cuatro no se hagan pendejos”. De inmediato sentenció: -“¡chinguen a su madre!” Viendo que se dirigía hacia nosotros nos levantamos como impulsados por un resorte y le preguntamos: -“¿Qué te traes? Nosotros no queremos pleito”. Él respondió: -“¿Quién de ustedes se va a partir la madre conmigo?” A lo cual, Cachona dijo: -“va conmigo”. Ya convenido el pleito, éste se inició a media calle, el oponente del Cachona era más alto y corpulento. Dicho oponente atacó con un ímpetu descomunal y el cachona con gran habilidad se lanzó rodando a los pies de su rival provocando que perdiera el equilibrio y callera al suelo, para ese momento se habían sumado uno o dos amigos nuestros y dándonos cuenta que nuestro amigo estaba en franca desventaja. Nos lanzamos a darle lo que puede decirse una buena “madriza”. Pero no fue fácil ya que caía al suelo y se levantaba para seguir en la pelea, hasta que en un momento dado, se quedó quieto, de rodillas, después de unos momentos se sacudió el polvo y sin decir una palabra se alejó de allí. Los espectadores comentaban: -“está borracho” y otros añadían: -“no sólo borracho sino también está cruzado”. EL CARNAVAL Al inicio de los 60´s, la época del carnaval marcaba una temporada bien definida que era de fiesta. Contrastaba con la cuaresma, tiempo en que la vida se tornaba más recatada. Mis recuerdos se avivan. La música de carnaval hacía que nos asomáramos a la calle para ver a “los huehuenches” que se acercaban a la carnicería “La consentida” que era atendida por Don Tomás.
  • 62. 59 Cuando llegaban las cuadrillas Los Calaveras o Los Gavilanes, frente al negocio. El cajero entraba y decía: -“Tomás ¿qué vas a querer? cuadrillas o virgínea”-. Mi papá responde: -“Que esta vez sea virgínea”-. En seguida, echa la cooperación, los huehuenches bailan la mentada virgínea. La cuadrilla o comparsa -como ahora dicen- visita a otros negocios como por ejemplo: “La Flor silvestre”, atendida por la Güera “la Chepa”, la carnicería de Don Crisanto Vargas, la tienda de Rico, etc. También invitan a cooperar a algunas personas del público y en esos casos, la cuadrilla dedicaba el baile diciendo: -“la siguiente virgínea titulada “La Mano de Dios” va dedicada para José de Jesús Chepo”-. Ya en el S XXI, al carnaval de Chimal, lo veo como un movimiento social, en el cual los nativos hemos encontrado un escudo -o rodela- para defendernos de la terrible invasión que estamos sufriendo. Pues, prácticamente nos hicieron sándwich; primero por la parte baja -terrenos del lago- y posteriormente por el Chimalhuachi. Ya somos una -pequeña minoría-. Para tener idea de la fuerza de este fenómeno, hay que tener en cuenta que actualmente existen alrededor de ochenta comparsas. El carnaval nos da identidad. CUAUTLA La ciudad de Cuautla, siempre tuvo un atractivo especial: el clima caluroso, la flora exuberante y colorida, los balnearios -de grato recuerdo-: Las Tazas, Agua Hedionda, pero nuestro favorito era El Almeal y la atracción especial, los bares. Estando reunidos en los “Pollitos” de la panadería de Don Laureano -junto a la puerta del atrio- comentábamos que en Cuautla había unos bares donde el ambiente se ponía de “pelos”. En esas estábamos cuando Cachona dijo: -“ya me están dando ganas de conocer ese lugar, para ver si el león es como lo pintan”- . -“Pues vamos organizando una ida a los bares de Cuautla”-, agregó otro de los presentes.
  • 63. 60 Una vez decidida la salida a Cuautla, nos dimos a la tarea de resolver la logística: el transporte, el capital mínimo que cada quién debía llevar, el itinerario, el número de compas, etc., etc. Para el transporte, “el huevo”, un Chevrolet amarillo, llenaba nuestras expectativas. En esas estábamos cuando se hizo presente Camilo Néquiz -de San Lorenzo- en un coche nuevecito, del año. Le hicimos la invitación con gran convicción y mucho ánimo que no tuvimos que insistir mucho para convencerlo de participar a la visita de los bares. Y como dice el dicho “no hay plazo que no se cumpla”, llegó el día tan anhelado por nosotros, nos juntamos en el Jardín Zaragoza trece intrépidos aventureros. Llegando a Cuautla nos dirigimos a lugar donde se localizan los tan mencionados Bares. Estuvimos rondando por el lugar y nos decidimos por “El Barón Rojo”. Todo marchaba sobre ruedas; ambiente agradable y buenos tragos, hasta que al bar donde nos encontrábamos, entró la policía. Notamos que a algunos parroquianos jóvenes les pedían su cartilla militar (para acreditar que tenían 18 años o más). A poco rato le tocó la revisión a la mesa donde nos encontrábamos, a uno por uno nos pidieron la mentada cartilla, fuimos mostrando el documento, cuando le tocó el turno a Rafa (el Gigio) un poli le dijo: -“Su cartilla. ¡Muéstrela!” Rafa se buscó en la bolsa de la camisa luego en las bolsas del pantalón, después de un hondo respiro dijo: “-Se me olvidó en mi casa”. El poli le dio indicaciones para que lo acompañara a afuera del bar, ya en la calle lo subieron a la “perrera”. Salimos tras los polis. Hablamos con el comandante en jefe, para que no se llevara detenido a nuestro amigo. Después de exponer “nuestros argumento$$$”, el comandante sentenció: -“Está bien, me han convencido. Pero les advierto que si lo sorprendemos en cualquier bar, nos lo llevamos detenido”. Regresamos a liquidar la cuenta, con el ánimo por los suelos decidimos regresar al pueblo. Habíamos avanzado unos metros cuando Hugo dijo: -“¡Miren, allí está el Robertote!” - ¡Sí, sí es!- Expresamos algunos. Nos
  • 64. 61 acercamos, hasta quedar frente a él. Nos reconoció de inmediato. –“¡Quihubole paisanos! ¿Qué andan haciendo por acá?” Nos dijo. Le contamos que habíamos venido a Cuautla a echarnos unos tragos en los bares de la ciudad, le contamos lo que nos había sucedido. Nos preguntó por las características de los polis. Le dimos la descripción. –“Son de la municipal”, dijo. En seguida preguntó en qué bar estábamos. Le dimos el nombre. –“No se preocupen paisanos, que ahorita están con el subcomandante de la judicial de Morelos. Vamos al Barón Rojo”. Llegamos al bar, mandó llamar al encargado y le dijo: -“Mira Joel, estos muchachos son mis paisanos. Te los encargo, cuida de que no los molesten los polis de la municipal”. –“Comandante Valencia, no se preocupe, yo me encargo de que esté todo bien”, dijo Joel. Se despidió de nosotros. Ya con el ánimo renovado disfrutamos de una velada muy entretenida. Decidimos que ya era hora de retornar. Habíamos salido apenas de la ciudad cuando el motor del “huevo” dejó de funcionar. -“Se calentó el motor”- dijo Cachona que era el conductor. –“¿Y ahora qué?”, preguntamos. –“La bomba del agua no funciona y así no vamos a llegar a Chimal”. -“Entonces ¿Qué hacemos?” -“Hay que regresar a la Ciudad de Cuautla”-, dijo Cachona. Los otros amigos que iban con Camilo se regresaron al pueblo. Con la encomienda de avisar a nuestros familiares de que íbamos a llegar un poco más tarde. Empujamos el coche para enfilarnos a la ciudad, como está de bajadita pudimos regresar sin mucho esfuerzo. Esperamos que amaneciera y como a las siete de la mañana alguien sugirió que fuéramos al Almeal. Pues ahí vamos a nadar, el agua se sentía fría -sólo al principio-. Ya con el baño nos despejamos, buscamos un taller mecánico para que le hicieran la reparación al coche. El mecánico dijo que en dos horas ya estaría reparado y nos dio el costo.
  • 65. 62 Hicimos un arqueo a nuestros bolsillos y logramos reunir lo de la reparación, para esas horas -once de la mañana- el hambre ya empezaba a apretar y nosotros con muy poquito dinero para satisfacerla. Como dicen que la necesidad aguza el ingenio. Hugo nos dijo:-“Mi tío Rafael (Maldonado), es conductor de los camiones Cristóbal Colón. Vamos a la carretera nacional para ver si de casualidad lo vemos pasar”-.Nos dirigimos a la carretera. Cuando detectábamos una unidad de los-autobuses- Cristóbal Colón ser oía: -“¡Ahí viene uno! ¡Ahí viene uno!” Le hacíamos señas, para llamar su atención y en una de esas reconocía a Hugo. Para no hacerles el cuento largo después de muchos intentos, que aparece un Cristóbal Colón, nosotros le hicimos señas, para sorpresa nuestra que se detiene. Yo vi que bajó el conductor, saludó a Hugo, sacó la cartera y le dio una lana, se despidieron y el Cristóbal Colón siguió su camino. Nos fuimos al mercado, allí nos echamos unos tacos. Ya con la barriga llena, nos dispusimos a regresar a nuestro terruño. Así que fuimos a despedirnos de la tía Julia Martínez que siempre nos trataba muy bien. Llegamos a su casa: –“Ya nos vamos tía, agradecemos tu apoyo y tus atenciones”, le dijimos. –“No tienen nada que agradecer, hijitos queridos, ya saben que esta es su casa y pueden venir cuando les plazca. Antes de irse corten unos zapotes, para que se los lleven a su casa”, respondió la tía Julia. Nosotros, ni tardos ni perezosos, cortamos muchos zapotes negros, los colocamos en la cajuela del “huevo”. Llegando a Chimal los amigos se fueron quedando cerca de sus hogares, al final sólo quedamos Hugo y yo. Una vez frente a mí casa Hugo me pregunta: -“¿Tú crees que tu mamá tenga una bolsa para llevarme mis zapotes?” -“Si, yo creo que sí- le respondí” Hugo se dirigió a la tienda. –“Doña Angelina, ¿No tiene por ahí una bolsa para llevarme mis zapotes?” Mi mamá, que se notaba muy molesta y preocupada le dijo: -“¡Que zapotes ni que nada! ¡Váyase inmediatamente a su casa! Su madre lo ha estado buscando”.
  • 66. 63 Nota aclaratoria. En el presente relato -sobre Cuautla- me tomé una licencia literaria. Debo aclarar que los hechos aquí asentados ocurrieron en varias, varias, var…., correrías en un período de tiempo bastante amplio. En cuanto a los personajes, confieso que he omitido a varios (una disculpa). Servicio militar clase 1947. El Padre el primero en canclillas, de pie el número ocho Benja. Varios conocidos en la foto. Servicio militar clase 1948 Desfile 16 de septiembre de 1966: Maco (primero), Chucho (séptimo) y Cachona (octavo)
  • 67. 64 EL PEPITO l PEPITO era de los más jóvenes, tenía otros amigos fuera de la comunidad, de su misma edad. Es primo de los hermanos Alonso y si algo lo distingue hasta la fecha, es su capacidad de movimiento, es muy activo. Puedo decir, sin posibilidad de equivocarme, de que consigue lo que quiere. En lo que se refiere a los eventos, no se perdía ninguno. Su legado es la dinámica que le impone a sus acciones. Relato de AGUSTÍN ÁNGEL JIMÉNEZ PALACIO Nací el 2 de agosto de 1953 en Chimalhuacán, Estado de México, donde actualmente vivo. Hablar de mi infancia es remontarme a los mejores años de mi vida y a la base de lo que ahora soy. Crecí en una familia donde el pilar para lograr una vida feliz eran los valores, teníamos sólo eso, lo necesario; no tenía un Black Berry, Wii, PlayStation, Xbox, lo que hacía en mi infancia era jugar a las escondidas, al stop, al avioncito, a los quemados; la hora de retirarme a mi casa siempre era la misma, cuando obscurecía; mi mamá no me llamaba por celular sino que gritaba: -“pa-dentro”; cuando me portaba mal no me mandaban con un psicólogo sino que me disciplinaban con “correazos”, chancletazos o con cualquier otro objeto que estuviera a la mano; jugaba con mis amigos en vez de chatear; no existía el gel anti- bacteria y jugábamos con tierra, mi infancia fue una chulada y lo mejor: los padres y hermanos que tuve. Desde muy pequeño me interesé por lo religioso, en ese tiempo no entendía lo que significaba ser monaguillo ni la responsabilidad que conlleva y así asistí a los sacerdotes en misa, junto con mi hermano Dimas; al principio era pesado porque nos levantaban a las 5 de la mañana para ir a misa de 6, y por la tarde eran los rezos de las 6 de la tarde. En una tarde nos topamos con una E
  • 68. 65 botella abierta de vino para consagrar y la curiosidad pudo más que la inocencia, ya que jugamos a que yo era el padre, que oficiaba una misa y siete monaguillos más, eran los feligreses. Fuimos observados por el obispo Francisco Ferreira y por el padre Jesús Fernández, quienes consideraron seriamente que yo era candidato para ir al seminario a estudiar. La primaria la estudié en la escuela Netzahualcóyotl hasta quinto año; el primer año fue de jugar, jugar y jugar; el segundo año la pasé medio traumado porque aún no tenía conocimiento de las letras porque era muy travieso, lo que provocaba que la maestra me pegara, hasta mandaron a llamar a mi mamá, en lugar de ella llegó mi abuelita que me pegó con una vara de membrillo, quizás por ello me volví más inquieto. En tercer año me pusieron el apodo de “pepito” por ser tan travieso. El sexto año lo cursé en la escuela José María Morelos y Pavón, porque mis padres tenían la idea de que el certificado de una escuela oficial tenía más valides. Allí conocí a Julio y nos hicimos amigos; teníamos un maestro que nos motivaba a ejercitarnos: el salto del tigre, pirámides humanas, donde yo iba hasta arriba y para terminar la primaria tuvimos un festival de fin de cursos. En la secundaria regresé a la escuela Netzahualcóyotl; hubo reencuentro con mis ex compañeros de quinto año, entré a la banda de guerra porque el uniforme era muy elegante. En el segundo año tuve mi amor platónico: María Eugenia Alonso Chombo. Un recuerdo memorable fue que al cumplir 15 años mi novia: Sara Martínez Arrieta mi deseo de acompañarla era muy grande, no era aceptado por su familia y tenía que idear algo que ayudara a realizar este deseo, así se me ocurrió que podía ayudar en la misa como monaguillo y, después de una partida de ajedrez con el padre Jesús Fernández, se lo propuse, le explique la situación y aceptó, con una condición, que me confesara con él. Este logro se lo comenté a Aniceto Martínez el “cheto”, el me ayudó a conseguir la sotana y el roquete, necesarios para mi cometido, acudimos con el Tripa, recién salido del seminario quien me prestó el atuendo; “el cheto” se encargó de divulgar a los cuates