1. ADENOCARCINOMA
El cáncer de piel (el crecimiento anormal
de las células de la piel) se suele
desarrollar en la piel expuesta al sol. Pero
esta forma frecuente de cáncer también
puede ocurrir en zonas de piel que
normalmente no están expuestas a la luz
solar.
2. CLINICA
• El cáncer de piel se manifiesta
principalmente en las zonas de la piel más
expuestas al sol, como el cuero cabelludo, el
rostro, los labios, las orejas, el cuello, el
pecho, los brazos y las manos.
• Pero también puede formarse en áreas que
rara vez ven la luz del día: las palmas de las
manos, debajo de las uñas de las manos o
de los pies y el área genital.
3. CAUSAS
Gran parte del daño al ADN en las células
de la piel es consecuencia de la radiación
ultravioleta (UV), que se encuentra en la
luz del sol y en las luces que se utilizan en
las camas solares.
El cáncer de piel comienza en la capa
superior de la piel: la epidermis
El cáncer de piel ocurre cuando se producen errores
(mutaciones) en el ADN de las células de la piel. Las mutaciones
ocasionan un crecimiento fuera de control de las células y la
formación de una masa de células cancerosas.
4. FACTORES DE RIESGO
Piel clara. tener menos pigmento (melanina) en la piel proporciona menos
protección contra la radiación UV perjudicial.
Antecedentes de quemaduras por el sol. Haber tenido una o más ampollas de
quemaduras por el sol de niño o adolescente aumenta el riesgo de desarrollar
cáncer de piel
Exposición excesiva al sol. Cualquier persona que pase un tiempo considerable al
sol puede desarrollar cáncer de piel, especialmente si la piel no está protegida
con protección solar o ropa.
Lunares. Las personas que tienen muchos lunares o lunes atípicos denominados
nevos displásicos se encuentran en mayor riesgo de padecer cáncer de piel.
Lesiones cutáneas precancerosas. Tener lesiones en la piel conocidas como
queratosis actínicas puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
Sistema inmunitario debilitado. Las personas que tienen el sistema inmunitario
debilitado corren un riesgo mayor de desarrollar cáncer de piel.
Exposición a la radiación. Las personas que recibieron tratamiento de radiación
para las afecciones de la piel, como eccema y acné, pueden tener un mayor
riesgo de cáncer de piel, especialmente carcinoma de células basales.
La exposición a ciertas sustancias. La exposición a determinadas sustancias,
como arsénico, puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.
5. DIAGNOSTICO
• Examinar la piel. El médico puede
observar la piel para determinar si es
posible que los cambios que esta sufre
sean cáncer de piel.
• Biopsia de piel. El médico puede extraer
piel con aspecto sospechoso para realizar
análisis de laboratorio. Una biopsia
puede determinar si tienes cáncer de piel
y, en ese caso, de qué tipo se trata.
6. TRATAMIENTO
• Congelación. Enfriamiento con nitrógeno líquido (criocirugía). El tejido
muerto se desprende cuando se descongela.
• Cirugía por escisión. El médico corta (escinde) el tejido canceroso y el
margen circundante de piel sana. En algunos casos, se puede
recomendar una escisión amplia (extirpación de la piel extra normal
alrededor del tumor).
• Radioterapia. La radioterapia utiliza haces de energía de gran
potencia, como rayos X, para destruir las células cancerosas.
• Quimioterapia.
• Terapia fotodinámica. Este tratamiento destruye las células cancerosas
de la piel con una combinación de luz láser y medicamentos que hacen
que las células cancerosas sean sensibles a la luz.
• Terapia biológica. La terapia biológica utiliza el sistema inmunitario del
cuerpo para matar las células cancerosas.
7. PREVENCION
• Evita el sol durante el mediodía. Para muchas personas
en Norteamérica, los rayos solares son más fuertes entre
las 10 a. m. y las 4 p. m.
• Usa protector solar todo el año.
• Usa ropa de protección. .
• Evita las camas solar
• Ten cuidado con los medicamentos
fotosensibilizantes. Algunos medicamentos recetados y
de venta libre comunes, incluidos antibióticos, pueden
hacer que la piel sea más sensible a la luz solar.
• Controla la piel regularmente e informa los cambios a tu
médico. Examínate la piel frecuentemente para
comprobar si hay nuevos bultos o cambios en lunares,
pecas, protuberancias y marcas de nacimiento existentes.