2. Clínicamente, el sida es declarado cuando un paciente seropositivo
presenta un conteo de linfocitos T CD4 inferior a 200 células por mililitro
cúbico de sangre. En esta condición, el sistema inmune se halla
gravemente deteriorado, de modo que el paciente queda expuesto a
diversos procesos patológicos generados por un conjunto de infecciones
oportunistas. Cuando las condiciones de los servicios médicos no
permiten la realización de pruebas de laboratorio, se declara que un
paciente ha desarrollado sida cuando presenta enfermedades que se
consideran definitorias del síndrome.
3. En un sentido estricto, el sida no es una enfermedad causada por el
virus de inmunodeficiencia humana. De hecho, el VIH sólo es el agente
etiológico de algunos procesos patológicos como el complejo de
demencia asociado al sida. El sida es expresión de una
inmunosupresión que aumenta las probabilidades de que un portador
del VIH desarrolle enfermedades causadas por infecciones que, en
personas con sistemas inmunes normales, no se presentarían. Entre
estas se encuentran la infección por Histoplasma, Toxoplasma y
Cándida albicas, hongos que se encuentran en ambientes cotidianos o
en el organismo humano, pero que sólo son patógenos generalmente en
condiciones de inmunosupresión. La prevalencia de las enfermedades
oportunistas varía en función de las condiciones de vida de cada país o
localidad. Por ejemplo, en 1994, en México casi el 70% de las personas
con sida habían enfermado por infección de citomegalovirus, mientras
que en Tailandia la proporción era de 4%.[
4. Normalmente, los glóbulos blancos y anticuerpos atacan y
destruyen a cualquier organismo extraño que entra al cuerpo
humano. Esta respuesta es coordinada por un tipo de células
llamados linfocitos CD4. Desafortunadamente, el VIH ataca
específicamente a las células que expresan el receptor CD4, una
de las más importantes son los linfocitos T CD4+ y entra en ellos.
Una vez dentro, el virus transforma su material genético de cadena
simple (ARN) a uno de cadena doble (ADN) para incorporarlo al
material genético propio del huésped (persona infectada) y lo utiliza
para replicarse o hacer copias de sí mismo. Cuando las nuevas
copias del virus salen de las células a la sangre, buscan a otras
células para atacar. Mientras, las células de donde salieron mueren.
Este ciclo se repite una y otra vez
5. En los países occidentales el índice de infección con VIH ha disminuido
ligeramente debido a la adopción de prácticas de sexo seguro por los
varones homosexuales y (en menor grado) a la existencia de
distribución gratuita de jeringas y campañas para educar a los usuarios
de drogas inyectables acerca del peligro de compartir las jeringas. La
difusión de la infección en los heterosexuales ha sido un poco más
lenta de lo que originalmente se temía, posiblemente porque el VIH es
ligeramente menos transmisible por las relaciones sexuales vaginales
—cuando no hay otras enfermedades de transmisión sexual
presentes— que lo que se creía antes.
Sin embargo, desde fines de los años 1990, en algunos grupos
humanos del Primer Mundo los índices de infección han empezado a
mostrar signos de incremento otra vez. En el Reino Unido el número de
personas diagnosticadas con VIH se incrementó un 26% desde 2000 a
2001. Las mismas tendencias se notan en EE.UU. y Australia. Esto se
atribuye a que las generaciones más jóvenes no recuerdan la peor fase
de la epidemia en los ochenta y se han cansado del uso del condón. El
sida continúa siendo un problema entre las prostitutas y los usuarios de
drogas inyectables. Por otro lado el índice de muertes debidas a
enfermedades relacionadas con el sida ha disminuido en los países
occidentales debido a la aparición de nuevas terapias de contención
efectivas (aunque más costosas) que aplazan el desarrollo del sida.
6.
7. El VIH SIDA es una de las
enfermedades mas peligrosas asta
el momento y lo peor es que no
muere al instante sino que te hace
sufrir asta que te mueres, esta
enfermedad se transmite por
relaciones sexuales y por la sangre
y lo peor es que hay niños que ya
nacen con esta enfermedad