5. ALHAMBRA Jorge Luís Borges Grata la voz del agua a quien abrumaron negras arenas, grato a la mano cóncava el mármol circular de la columna, gratos los finos laberintos del agua entre los limoneros, grata la música del zéjel, grato el amor y grata la plegaria dirigida a un Dios que está solo, grato el jazmín. Vano el alfanje ante las largas lanzas de los muchos, vano ser el mejor. Grato sentir o presentir, rey doliente, que tus dulzuras son adioses
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8. BALADILLA DE LOS TRES RIOS Federico García Lorca El río Guadalquivir va entre naranjos y olivos Los dos ríos de Granada bajan de la nieve al trigo. ¡Ay, amor, que se fue y no vino! El río Guadalquivir tiene las barbas granates. Los dos ríos de Granada uno llanto y otro sangre. ¡Ay, amor, que se fue por el aire! Para los barcos de vela, Sevilla tiene un camino; por el agua de Granada sólo reman los suspiros.
9. ¡Ay, amor, que se fue y no vino! Guadalquivir, alta torre y viento en los naranjales. Dauro y Genil, torrecillas muertas sobre los estanques. ¡Ay, amor, que se fue por el aire! ¡Quién dirá que el agua lleva un fuego fatuo de gritos! ¡Ay, amor, que se fue y no vino! Lleva azahar, lleva olivas, Andalucía, a tus mares. ¡Ay, amor, que se fue por el aire!
12. GRANADA Federico García Lorca Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde, otra de malva, y la otra, un corselete escocés con cintas hasta la cola. Las que van delante, garzas la que va detrás, paloma, abren por las alamedas muselinas misteriosas. ¡Ay, qué oscura está la Alhambra! ¿Adónde irán las manolas mientras sufren en la umbría el surtidor y la rosa? ¿Qué galanes las esperan? ¿Bajo qué mirto reposan? ¿Qué manos roban perfumes a sus dos flores redondas?
13. Nadie va con ellas, nadie; dos garzas y una paloma. Pero en el mundo hay galanes que se tapan con las hojas. La catedral ha dejado bronces que la brisa toma; El Genil duerme a sus bueyes y el Dauro a sus mariposas. La noche viene cargada con sus colinas de sombra; una enseña los zapatos entre volantes de blonda; la mayor abre sus ojos y la menor los entorna. ¿Quién serán aquellas tres de alto pecho y larga cola? ¿Por qué agitan los pañuelos? ¿Adónde irán a estas horas? Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas.
16. EL AGUA DE LA ALHAMBRA José Mª Torres Morenilla ¡ Qué bien se oye y bien suena el agua de la Alhambra, que nace entre azucenas y canta pronto una zambra! Cuando cae mira al cielo, cuando pasa, apenas pasa, bajada por los senderos, de barandillas y cauchiles, pasamanos de labranzas, cantos de su agua hermosa, tan perfumada y descalza, tan profunda y juguetona, olvidada y encontrada, al sol su rostro en las fuentes, en blancos aljibes ocultada, enmarañada en los bosques, serenada en las estancias, enfilada en los palacios, por los montes encabritada, como el sueño de sus ríos, que, olvidados de ser ríos, entre sus bosques quedaran
19. Ángel Ganivet La Alhambra es un palacio aprisionado en los hilos impalpables que teje el espíritu de la destrucción, esa araña invisible cuyas patas son sueños
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22. EL REY DE LA ALHAMBRA Ángel Ganivet -Padre, ¿Quién es ese viejo Que está hincado de rodillas A la sombra de los arcos De la Puerta de Justicia? -Hijo, es un pobre que pide Una limosna bendita. -¿Cómo pide si no habla, Si a nadie sus ojos miran? -No puede hablar porque es mudo; Habla su mano extendida; Ni puede ver porque es ciego, Mas su mano tiene vista. -Y entonces, ¿cómo no llora, Lamentando sus desdichas? -¿Cómo, hijo, quieres que llore, Si están secas sus pupilas?
23. CASA DE CASTRIL Pide el niño una moneda Con la que al viejo socorre, Besa el mendigo la dádiva Y en sus andrajos la esconde; Y otra vez la mano extiende Que implora con muchas voces. Esfinge de los deseos Inacabables del hombre Estatua del infortunio Deshecha en tristes jirones. Imagen de la injusticia De este mundo, es ese pobre Que, arrodillado, en la Puerta De la Justicia se pone… El mendigo se levanta, Que siente venir la noche, Y hacia su retiro emprende La marcha con pasos torpes. Dejando a un lado el Alcázar, Cerca de una vieja torre Llegó a una muralla en ruinas, Oculta entre zarzalotes, Y por estrecha abertura Que hay en ella, entró y perdióse
24. Sigue el padre con su niño Hasta la Puerta del Hierro. Cuatro enterradores suben Por la Cuesta de los Muertos Llevan al hombro un ataúd Y, aunque les fatiga el peso, Como se acerca la noche, Caminan con pie ligero -Padre, si el pobre que antes Dejamos en su agujero Se muere, y nadie lo sabe, ¿Quién enterrará su cuerpo? -Hijo, si el pobre se muere Y nadie sabe que ha muerto, Quedará allí hasta que en polvo Se desmenucen sus huesos. Un alcázar será tumba De su mísero esqueleto; Y el que fue rey del dolor Tendrá, al fin, un panteón regio.
27. AL AGUA María Galera Sánchez Misterio cristalino, Molécula perfecta, oxígeno e hidrógeno Humilde transparencia El agua siente , vive, El agua llora y piensa, el agua se enamora Con alma de poeta. Su gran amor el sol La acaricia y la besa, derritiendo el vestido Que la nieve le presta. Su cuna las montañas, Su vida las corrientes, su espíritu las nubes, Su sonrisa las fuentes Su bondad en la lluvia, Su alegría en la tierra, su dureza en los Polos, Su ternura en la hierba Su color en las rosas, su enfado en la tormenta, Su eternidad los mares, el hielo su protesta Hay aguas amaestradas Encerradas o presas, Hay aguas subterráneas De secretos repletas. Sufrimiento de agua Dentro de las cavernas, Son las estalactitas Sollozos de tristeza ¿Quién ha visto en el agua Minerales a secas? Yo he visto como el agua Hace llorar las piedras - oOo-
30. EL ESCULTOR DE SU ALMA Ángel Ganivet “ ¡Qué silenciosos dormís, Torreones de la Alhambra! Dormís soñando en la muerte, Y la muerte está lejana. Sale el sol, y vuestros muros Tiñe con tintas doradas: Sale la luna, y os besa Con sus rayos de luz blanca, Y vosotros dormís siempre, Y la muerte está lejana. La noche serena os cubre Con su túnica estrellada, Y la noche tenebrosa Os prende en sus negras alas; Y vosotros dormís siempre, Y la muerte está lejana. Puras gotas de rocío Vuestras almenas esmaltan; La lluvia, cruel, azota Vuestras macizas murallas,
31. Fin Y vosotros dormís siempre, Y la muerte está lejana. La brisa, amorosa, os trae Dulces caricias del alba; Sopla el vendaval airado Y a las viejas puertas llama, Y vosotros dormís siempre , Y la muerte está lejana. Un sueño de largos siglos Por vuestros muros resbala; Cuando llegue a los cimientos Vuestra muerte está cercana. ¡Quien fuera como vosotros, Y largos siglos soñara, Y desde el sueño cayera En las sombras de la nada! Música: Recuerdos de la Alhambra