1. GUÍA DE APRENDIZAJE 4
Redacción Periodística para Medio Impreso, Grupo 02
Análisis de una nota informativa
Trabajaremos con el siguiente ejemplo tomado de El País en los últimos
días del año 2000. El ejemplo que utilizamos es una columna de cuatro líneas, texto
de ocho párrafos, 66 líneas y 323 palabras.
El titulo: Los atentados
del Ramadán se
cobran más de 250
vidas en Argelia
El título de una columna, para un periódico formato tabloide o similar, de
cinco columnas de ancho, debe tener entre dos y cuatro líneas. Ello es así porque:
buscaremos siempre un equilibrio espacial entre la mancha gráfica del
título y el texto que encabeza;
los títulos han de tener un mínimo y un máximo de tamaño (cuerpo)
de letra, a fin de que no sólo haya una proporcionalidad de espacios,
sino que también domine al texto que precede.
Veamos el contenido de ese título. Si decimos «del Ramadán» parece que
estamos diciendo que esos atentados pertenecen al mes de ayuno y oración de los
musulmanes, cuando, en realidad, esos atentados se han producido durante «el»
Ramadán. Preferimos «en», pero aceptaremos «del».
Más problemas nos presentan «se cobran». Uno de los enemigos mortales
del periodista es esa voz anónima, colectiva, popular, porque prende en el público
una expresión que inicialmente hasta habría podido parecer ingeniosa.
El periodista ha de hablar, incluso en el género seco, con una voz no
prestada por el coro universal de los lugares comunes, pero tampoco que se
distinga con los giros personales que sólo corresponderían a un texto firmado
(opinión). Es una voz precisa y ordenada. Y en este caso parece que hay una cierta
impostación de voz cuando decimos «se cobra»; donde, en realidad, nadie cobra
nada. Finalmente, está bien que hablemos de «más de 250 vidas», porque sabemos
que la cifra rebasa esa mortandad, pero evitemos expresiones como al menos, que
parece que nos hacen desear que hayan sido más los muertos.
Tengamos en cuenta lo que cabría llamar las afinidades naturales entre las palabras; aquellos
términos que, mentalmente, leemos de una sola vez, como si estuvieran unidos. Hablamos de los artículos
con sus sustantivos, en parte de los adjetivos también con los sustantivos, las conjunciones, adverbios,
preposiciones con los términos a los que modifiquen o completen el sentido, etcétera. Pues bien, según
estudios de legibilidad, es conveniente, para facilitar la lectura y aun darle su pleno sentido, que aparezcan
esos términos afines en la misma línea gráfica. Así, será lo adecuado leer, como en la versión publicada, «Los
2. atentados» en la misma línea, pero mucho menos «se cobran» con cada palabra en líneas diferentes, y, por
último, «250 vidas», todavía peor, con «250» en la tercera y «vidas» en la cuarta línea.
En consecuencia, propondríamos la siguiente redacción del breve, título y texto:
Más de 250 muertos
en enfrentamientos
en Argelia
durante el Ramadán.
Para comenzar, preferiremos «enfrentamientos» a «atentados», porque si leemos el primer
párrafo, veremos que entre los muertos se hallan integrantes de los servicios de seguridad, civiles, y
miembros de grupos armados integristas; es decir, que contrariamente a lo que afirma el primer título no
sólo los atentados han sido la causa de tanta muerte. Pero vayamos a la estructura de la información.
El primer párrafo está dividido en dos partes, que son dos frases distintas. La primera es claramente
el lead.
El mes sagrado musulmán del Ramadán, que comenzó en Argelia con
relativa tranquilidad el pasado 27 de noviembre, terminó ayer con un
trágico resultado de 250 muertos a causa de la violencia integrista.
Arranque demasiado lento, largo, apacible; estamos hablando de muertes, lo esencial son los 250
muertos, como ya hemos subrayado en nuestro título, que ha colocado la tragedia de la masacre por
delante, en la primera línea. Por ello, preferiríamos:
Más de 250 muertos en atentados y enfrentamientos en Argelia de la
guerrilla islámica y el Ejército, es el balance del Ramadán, que concluyó
ayer, según fuentes de la prensa local.
La referencia a la prensa argelina, de la que una parte es altavoz del poder militar, sólo aparece en
la segunda frase:
Este número de víctimas, establecido por informaciones de la prensa
local […)
y es importante que aparezca ya en el lead, porque sabemos de sobra que en las situaciones de
enfrentamiento civil entre dos fuerzas, incluso en países democráticos, el periodista tiene que tentarse la
ropa y dar las informaciones que sólo posee casi exclusivamente a través de las fuentes de un solo bando,
subrayando su carácter de agente transmisor, pero sin asumir más autoría que la de un rélé el propio
periódico el que corrobora que los muertos en su totalidad son debidos al terrorismo.
Idénticamente, las informaciones deben estar adscritas a una fuente, que puede ser la genérica de
Agencias, si el texto aparece bajo esa advocación, o del propio autor si en una información firmada no se
especifica perfectamente quién dice qué. Y, tanto si es verdad como si no que los muertos sean atribuibles al
terrorismo, eso es algo que no tiene que decir el periódico, porque no tiene ninguna garantía de ello, sino la
fuente correspondiente, en este caso, la prensa argelina.
Construida esa nueva versión de la primera frase, parecería más acertado pasar en la segunda,
siempre dentro del primer párrafo, a la identificación de víctimas y asesinos. Aparte de la famosa historia de
las vi, si sabemos leer con la - curiosidad del buen lector, gozaremos de excelentes oportunidades también
3. de saber escribir. ¿Qué es lo que nos interesa más, tras enterarnos de que ha habido 250 muertos? Quién
los mató, evidentemente. En el texto publicado la referencia —incompleta— a estos últimos se hace sólo, en
cambio, en el tercer párrafo:
Los miembros del Grupo Islámico Armado (GIA) y los de la organización rival
Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) {...].
(cuyas siglas coinciden con las originales, porque la titulación de esas bandas se difunde en francés, y el
Imperio romano dispuso que los idiomas español y francés se parecieran tantísimo).
Diferentemente, completaremos el primer párrafo escribiendo:
Estas fuentes acusan al Grupo Islámico Armado (GIA) ya la organización rival
Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) de numerosos
atentados enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, en los que murieron
miembros de las mismas, civiles y terroristas.
Tomando fragmentos del segundo y cuarto párrafo del texto publicado, reharíamos
un segundo párrafo de la siguiente forma:
El mes de ayuno y oración islámico, que comenzó el 27 de noviembre y
concluyó ayer, estuvo marcado por ataques a localidades aisladas, atentados
con bomba, emboscadas y falsos controles de carreteras en diversas regiones
del país. El principal objetivo de estas acciones era, según la prensa local,
apoderarse de las armas de las víctimas, a las que se despojaba de sus
equipos, e incluso de sus uniformes.
Abarcando, por fin, todo el texto publicado, veremos que en mayor o menor medida los párrafos
segundo, tercero, quinto y sexto hacen un desmenuzamiento de acciones terroristas, y que los párrafos
séptimo y octavo (y último), constituyen una especie de comentario político-moral sobre todo lo anterior.
Creo, sin embargo, que todos esos párrafos podrían amalgamarse en uno solo, el del relato de los
hechos violentos, comenzando con el más horrible de ellos.
Dieciséis estudiantes murieron en el asalto en plena noche al internado de un
instituto de Medea, a 120 kilómetros de Argel, el pasado 16 de noviembre, y al
día siguiente un autobús fue ametrallado en el centro de la misma localidad
muriendo 17 de los ocupantes.
Hasta completar la sarta de salvajadas.
El penúltimo y último párrafos, que tratan esencialmente de lo mismo, podrían también convertirse
en uno solo, y, correctamente, concluir con una nota fuerte como es la petición de ciertos periódicos de la:
(…) dimisión del jefe de Estado, a quien hacen responsable del fracaso de su política de
perdón y concordia hacia los islamistas integristas.
Se trata, por tanto, de no terminar una información cuando se nos acaba el espacio, cuando hemos
agotado todos los datos o porque tengamos prisa, sino de hacerlo con una cierta intención, con un clímax (la
petición de dimisión), con lo que se espera que pueda ocurrir, con una proyección a apuntar de cualquier
historia.
El texto, por otra parte, es de un gran rigor canónico en lo que podríamos llamar la perspectiva o la
distancia con que se va contando la historia. Veamos.
4. El lead, tanto en la versión publicada como en la corregida, nos propone el balance de la mortandad
como elemento informativo principal, una síntesis que no puede entrar todavía en el detalle. A continuación,
ya en la versión retocada, identificamos a los culpables y sus propósitos, le ponemos un rostro al crimen, que
es como si diéramos un paso adelante para distinguir mejor las cosas; calos párrafos siguientes, que
constituyen el nudo de la historia, seguimos con la pormenorización de la matanza, al tiempo que se resaltan
los casos más truculentos; nos acercamos, por tanto, un poco más para ver de la historia todo aquello que
queremos destacar. Y, finalmente, lo envolvemos todo en el paquete de lo que le parece al narrador que está
pasando, y cerramos el texto situándonos a una distancia bastante olímpica. Es una estrategia narrativa
estándar, muy correcta, que podríamos ver en términos de recorrido lineal de la siguiente forma:
a. Media distancia para la propuesta inicial tipo síntesis.
b. Aproximación a los protagonistas.
c. Distancia aún más corta respecto de los hechos individualizados.
d. Alejamiento para la valoración final. Punto de partida- delante-adelante-atrás.
Como un paso de baile.
Sobre la sequedad del texto, finalmente, anótese que en el primer párrafo no hace
falta hablar de «relativa tranquilidad», sino, en su lugar, facilitar los datos comparativos de
muertos de este año con el anterior para conseguir el mismo efecto informativo, así como,
por ejemplo, sustituir la «degradación de la seguridad y el extraño mutismo», por los datos
que encarnan esa degradación, y eliminar toda extrañeza del mutismo de Buteflika, que con
su silencio ya lo dice todo.
Finalmente, ¿es que falta algo que sea imprescindible? Diríamos que por lo menos
una cosa. Unas líneas de contexto sobre qué es eso de la mortandad argelina y de dónde
viene. Habría que contar cómo el FIS (Frente Islámico de Salvación), del que se han escindido
o proceden los terroristas actuales, aunque la organización islamista se haya apartado de la
lucha, fue privado de su victoria en las elecciones de 1991 por una junta militar, cuyo poder
pervive en la presidencia de Buteflika, un civil para todas las ocasiones.