El documento discute el nombre apropiado para la nación y la isla que hoy conocemos como República Dominicana. Argumenta que el nombre original y apropiado es Quisqueya, como fue propuesto por Juan Pablo Duarte. Explica la historia del nombre y las razones por las cuales Quisqueya refleja mejor la identidad nacional dominicana.
2. NUESTRA REPUBLICA DOMINICANA TIENE SU NOMBRE PROPIO República Dominicana de Quisqueya, si República de Dominicana, no uisqueya Q
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9. Fuimos dominicanos hasta el 1844 El himno compuesto por Félix María Del Monte en 1844 decía “ Españoles…” 27 de febrero de 1844
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14. Q U I S Q U E Y A “ MADRE DE TODAS LAS TIERRAS” ANACAONA "Flor de Oro" Según anécdotas de Anacaona, Reina de Maguana y Jaragua hasta 1503
15. BANDERAS DOMINICANAS HAIT Í BANDERA DOMINICANA* QUISQUEYA BANDERA DOMINICANA* DOMINICA BANDERA DOMINICANA** ORDEN DE SANTO DOMINGO BANDERA DOMINICANA*** *En honor a Santo Domingo de Guzmán, en 1621España asignó esa identidad a los habitantes de la isla. **Gentilicio apropiado que corresponde a los habitantes de la Isla Dominica. ***Designación dada por Domingo de Guzmán a los misioneros y monjas de la orden religiosa que fundó.
29. Q U I S Q U E Y A ES UNA REPUBLICA EN LA ISLA DE SANTO DOMINGO POR ESTAR EN LA ISLA DE SANTO DOMINGO DUARTE LA DENOMINÓ REPÚBLICA DOMINICANA PARA QUE NO FUERA REPÚBLICA HAITIANA Dos terceras parte de la isla Ocupando
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32. PROYECTO QUISQUEYA Correo-e: [email_address] Internet: www.quisqueya.name Movimiento Patriótico Quisqueyano FUNDADO EL 27 DE FEBRERO, 2010 GESTACION: ABRIL 24, 2008 –FEBRERO 27, 2010 MOVIMIENTO: 27 FEBRERO, 2010 – 16 AGOSTO, 2012 PARTIDO: 16 DE AGOSTO, 2012 – HASTA LA VICTORIA COMUNICACION CRITICA IDEAS
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34. *En inglés se diría “Dominicanis”, si se tiene que se ha usado la palabra compuesta del Latín “Domini” y “Can” según se puede deducir partiendo de la clasificación hecha por la Orden de Santo Domingo. GENTILICIOS Q Q Q Since 1492 QUISQUEYA Q Q Q Since 1492 QUISQUEYA DOMINICA Dominicano/a Isla Dominica DOMINICANA Dominicanense Rep. de Dom. Santo Domingo Santodominguero Ciudad de Santo Domingo de Guzmán Isla Santo Domingo Ile St. Domingue Dominicanos* Dominicaines* Rep. de Dom. Haití
Esta presentación es acerca de una leyenda; hechos históricos; patriotismo; la verdad sobre nuestra identidad nacional; el nombre legal de la isla; y de una falla constitucional de todos nuestros presidentes. Lo que ustedes van a presenciar es algo que puede causar sorpresa para algunos; algo increíble para otros; inconcebible para ciertos historiadores; inédito para escritores y por lo menos, un misterio para el pueblo. Les pedimos por consiguiente, que sigan atentos la presentación y tomen notas. Aunque creemos la misma sea imperfecta en cuanto a su aspecto técnico y literario, su esencia y propósito resaltan claros a la vista y precisos al entendimiento. Debemos advertir de que lo que se busca no es cambiar un nombre, sino ponerlo. Todo queda igual. La denominación de la república como “República Dominicana” La misma Bandera Nacional El mismo Escudo Nacional El mismo nombre de la isla La misma gente; y sobre todo… El mismo Himno Nacional Lo que sí cambiará en las mentes de aquellos que asimilen lo que enseña esta presentación, es la diferencia que existe entre identidad regional e identidad nacional. Conoceréis tu verdadera identidad nacional y ella te hará el ser más orgulloso y feliz del mundo.
Por iniciativa de Las Fuerzas Armadas, se presentó un proyecto “patriótico multidisciplinario” titulado DOMINICANA ES MI PATRIA*. El título no está mal desde el punto de vista regional, pues podría también ser AMERICANA ES MI PATRIA; ANTILLANA ES MI PATRIA; CARIBE ÑA ES MI PATRIA. Lo que no podría ser fuera HAITIANA ES MI PATRIA. Pero lo que busca este proyecto es ponerle el nombre de DOMINICANA al país, porque se dieron cuenta de que en realidad adolece de ese mal: no tiene nombre propio. Si ese proyecto hubiese progresado, como de hecho lo estaba haciendo hasta que el proyecto Quisqueya surgió y aún sin fuerzas logró que se detuviera en el 2009 la intención de insertarlo en la Constitución de la República y luego cambiar el Himno Nacional, que de hecho fue ordenado a Juan Luis Guerra y es el fondo que se escucha en los teléfonos del Palacio Nacional, entonces nuestra nacionalidad sería “dominicanense”. Llamar al país República de Dominicana es una barbaridad!, Esto sí que sería un cambio nacional irracional, ya que cambiaría el gentilicio irregular que tenemos ahora de “Dominicanos” al gentilicio regular de “Dominicanenses”. Quisqueya es el nombre de la Patria basado en nuestra historia post independencia, nombre escogido por los mejores hijos de nuestra nacionalidad y por el mismo Duarte con base lógica, patriótica y propia. ¿Qué importa la procedencia del vocablo Quisqueya, si ése fue el nombre que Duarte escogió? *Un acuerdo interinstitucional entre el SEFA y el Instituto Duartiano al respecto, consta en su Acta No. 13-06 correspondiente a la sesión de la Junta Directiva, de fecha 3 de octubre del año 2006.
España había abandonado por completo a los dominicanos-españoles a finales del Siglo XVIII (1795), cuando cedió el resto de la isla a Francia en el Tratado de Basilea. Francia tuvo dificultades tanto con los dominicaines-français, que se independizaron en 1804 y llamaron a su república Haití, adoptando su identidad nacional propia de haitianos. Francia devolvió a España en 1809 la parte que había negociado en el Tratado de Basilea. Se inició para los dominicanos-españoles un período que se conoce como el de la “España Boba” que terminó con lo que se ha considerado “la independencia efímera” de Núñez de Cáceres. Francia abandonó la isla, pero dejo simpatizantes en la población que buscaba la protección de una potencia, siempre echándole la vista a Samaná. Estados Unidos de América envió dos buques con miles de ex-esclavos y los distribuyeron en Samaná. El propósito estamos investigándolo hoy. Inglaterra y otras naciones europeas también coqueteaban con criollos y ofrecían ayuda dependiendo de cuáles eran sus intereses. Mientras tanto, la ola de independencia de los pueblos americanos debilitó no solo a España (que fue la que más sufrió), pero a todos los demás países del viejo continente. Hubo, un factor super especial que favoreció las intenciones de Haití para ocupar toda la isla y someterla al capricho y ambición de sus líderes.
Núñez de Cáceres cometió tres errores que costó 22 años de martirio a la población dominicana-española: Admitió que el nombre de la isla era Haití al nombrar Haití Español a la nueva nación independiente de España. Esta independencia la condicionó a la aceptación de La Gran Colombia. Dudó de la autodeterminación de los dominicanos. El nombre que le puso a la nación admitía que el nombre de la isla era la que los líderes haitianos habían escogido: Haití. Esa designación provocó que el pueblo no le diera apoyo, porque deseaban tener una identificación propia que no fuera la haitiana. El segundo error fue tratar de que la nueva república fuera aceptada por La Gran Colombia. Simón Bolívar agradecía la ayuda que Haití le diera en dos ocaciones para poder realizar su lucha de independencia contra España, mientras el propio Núñez trabajaba para España. La Gran Colombia rechazó la petición, dándole inconfesadamente luz verde al gobierno haitiano para que pusiera en marcha su obseción de hacer la isla “una e indivisible”. El tercer error fue no contar con el pueblo, que dispuesto a no perder sus raíces hispanas y sus costumbres, rechazaba todo intento de unificación con el pueblo haitiano, de habla diferente y costumbres africanas. No se trataba de descriminación racial, pues los dominicanos-españoles eran en su mayoría una liga de razas.
Aquí se pueden notar por lo menos tres cosas importantes: La denominación de la República en relación al nombre de la isla; La decisión de implantar una república libre, soberana e independiente; El nombre de la Patria no se ha escogido aún. La denominación de una cosa es común con otras de igual categoría. El nombre de una cosa es su identidad propia. En el caso de la denominación como república dominicana, es insertado así en el Juramento Trinitario para significar que la república se encuentra en la Isla de Santo Domingo y no en la Isla de Haití, para eliminar la concepción de que somos haitianos. “ Independiente de toda dominación extranjera”, contrario a lo que Núñez de Cáceres pensaba del pueblo, Duarte considera que la autodeterminación es posible, factible y un factor indispensable para la identidad nacional. “ Mientras tanto, seremos reconocidos los trinitarios por la sacrosantas palabras de Dios, Patria y Libertad”, queriendo decir que aún no se había escogido nombre alguno como el nombre de la Nación. Ese juramento sigue válido hoy, aunque no sabemos por cierto en cuál de nuestras constituciones se eliminó la declaración que rezaba “una república que se denomina República Dominicana”, por lo que ahora reza: “una república que se llama República Dominicana”, cambiando totalmente el significado que le dió el Juramento Trinitario.
La mayoría de los países tienen denominación de la república, monarquía o estado, seguido de una preposición de propiedad “de”, que indica el nombre de la Nación, del país, de su pueblo y de la Patria. El estado o república puede tener denominaciones diversas y al antojo del dueño (pueblo), pero el nombre que identifica la nacionalidad, la patria, la nación, es único, propio y exclusivo. Si Dominica se convirtiera en república, sería la verdadera República Dominicana. Ellos se pondrían “República de Dominica”. Si a nuestra república le ponemos el nombre de “Dominicana”, se nos pondría “ República Dominicana de Dominicana” o simpremente “República de Dominicana” y nuestro gentilicio sería “dominicanenses”. Se puede decir República Argentina o República de Argentina sin nungún problema, porque Argentina ocupa todo el territorio arigentino. Una cosa es identificar una república con su nombre y otro es identificarla con la región. Se puede decir República Americana de Chile; de Argentiana; de Panamá; de Costa Rica; de América; etc., porque todas ellas están en el continente llamado América. Por lo mismo, se podrá decir República Dominicana de Haití, por estar ésta en la Isla de Santo Domingo. Es chocante, pero es la verdad.
Para poder salir del país legalmente, Juan Pablo Duarte, un joven que no había llegado a la mayoría de edad, hubo de hacerlo con un salvoconducto o pasaporte haitiano, en 1828 (?) durante el período de la ocupación por parte del gobierno de la República de Haití. El incidente con el capitán holandés del buque en que viajaba hacia Nueva York fue uno de los hechos que prendió en este joven la chispa de la libertad de su pueblo dominicano. En el año 1838, cuatro o cinco años después de haber regresado a la isla, Duarte entrega un juramento a ocho miembros y fundan la sociedad secreta “La Trinitaria” El principal proósito de la misma es restituír el nombre de Isla de Santo Domingo y evitar que el nombre de Haití sea reconocido como legal para la misma, recordando el incidente juvenil: -”Yo no soy haitiano, yo soy dominicano” EL JURAMENTO DUARTIANO “ Una república libre y soberana, independiente de toda potencia extranjera que se denominará República Dominicana” [no República Haitiana; no en la Isla de Haití, sinó, en la Isla de Santo Domingo]
La Republica de Haití consignó en su constitución que la isla era “ una e indivisible” con el nombre de Isla de Haití. Los dominicanos-españoles que habitaban la parte oriental rechazaban ser haitianos y después de una ocupación del gobierno haitiano por 22 años, declararon su independencia denominando a su república, “ República Dominicana ” (en la Isla de Santo Domingo) y no “ República Haitiana ” (en la Isla de Haití). El nombre de la Patria y la nueva identidad nacional quedó pendiente en 1844, porque Santana no permitió que Duarte continuara su obra. Desterrado por Santana, Duarte escribio: “ Quisqueyanos, sonó ya la hora De vengar tantos siglos de ultraje, Y el que a Dios y a su patria desdora Que en oprobio y baldón se amortaje. No más cruz que la cruz quisqueyana, que da honor y placer el llevarla; Pero el vil que prefiera la hispana Que se vaya al sepulcro a ostentarla.”
Acertadamente, los que hasta el 1804 eran dominicaines, ciudadanos y esclavos franceses que habitaban la parte occidental de la isla, escogieron el nombre de Haití, uno de los nombres con el que los nativos usaban en la isla, para su nueva Pattria, adquiriendo el gentilicio propio y exclusivo de haitianos. Empero la ambición desmedida de sus líderes, que se empecinaron en hacer la isla toda suya, desde su fundación hasta nuestros días (2010) en su constitución quisieron usar el nombre de Haití para toda la isla, eliminando así, sin derecho alguno y sin contar con el consentimiento de los habitantes de la parte oriental de la isla. Después de haber estado gobernados por España desde 1492 hasta 1795; por Francia desde 1795 hasta 1809; de nuevo España desde 1809 hasta 1821 con la independencia efímera de Núñez de Cáceres hasta febrero de 1822; y, de Haití desde 1822 hasta 1844, los habitantes de la parte oriental mantuvieron siempre su identidad dominico-española, rehusando identificarse regional (por el nombre de la isla) o nacionalmente (por el nombre del país) como haitianos y logran su independencia nacional bajo los principios establecidos por La Trinitaria y los ideales de Juan Pablo Duarte, principalmente recobrando el nombre de Isla de Santo Domingo y no Isla de Haití, por lo tanto denominando a la nueva república, en base a esto, República Dominicana y no República Haitiana. Ese factor sobre el nombre de la isla sigue igual sin resolver y es la piedra angular de nuestra solución de nuestra identidad nacional y la identidad de la isla.
“ Cantad, alegres sirenas, Las del Ozama en la orilla, que ya para él no hay cadenas ni ya para él hay mancilla. No os cuidéis de los cantares que aborta mi fantasía, ni de los negros pesares que rasgan el alma mía. Cantad, sirenas, cantad, cantad un canto por mí, que anuncie la Libertad al suelo donde nací". ANTÍFONA “ Un himno santo de lealtad cantemos Los que en el pecho la lealtad llevamos, Los que de libres blasonar podemos, Los que a la Patria autonomía juramos.Un himno santo que al Señor le plazca Y escuche el mártir cual de gloria ensueño,Que a nuestra alma en su dolor complazca, Y al Iscariote le conturbe el sueño.” CANTO DE GUERRA (Estrofas) “ Quisqueyanos, sonó ya la hora De vengar tantos siglos de ultraje, Y el que a Dios y a su patria desdora Que en oprobio y baldón se amortaje. No más cruz que la cruz quisqueyana, que da honor y placer el llevarla; Pero el vil que prefiera la hispana Que se vaya al sepulcro a ostentarla.”
Después de nuestra participación en la Feria del Libro en Santo Domingo en el 2009, visitamos al Instituto Duartiano y fue cuando conocimos el proyecto contrario al nuestro que viene desarrollándose en el país, con mucha fuerza, desde el 2006. Creemos que nuestras presentaciones e intentos de llevar nuestro proyecto a todos los congresistas, al Presidente y al Vicepresidente de la nación, impidió que se le pusiera República de Dominicana al país. Una de nuestras misiones es lograr convencer al gobierno y a los promotores del Proyecto Patriótico Multidisciplinario “Dominicana es mi Patria”, de que están errados y que deben considerar poner esos recursos a buscar la verdad y frenar la confusa y barbárica idea que conlleva ese proyecto. Nuestra propuesta no ha sido rechazada por los que la han conocido, pero si hemos podido notar que cada uno de los historiadores, escritores y funcionarios con los que hemos hablado, no quieren hacerse eco por temor a ser ridiculizados por las siguientes razones: Han sido pagados para trabajar en base al proyecto sometido Consideran difícil cambiar la mentalidad del pueblo sobre la identidad ¡Creen que sería costoso un cambio de nombre! Existen muchos otros problemas para dedicarse a esto Simplemente, no lo quieren entender, no quieren mortificarse.
Quisqueya es un nombre legítimo, lo contiene nuestro Himno Nacional. Quizás no es de origen taíno, pero a la isla llegaron gentes de otros lugares que pudieron ser idenficadas como pertenecientes a otras tribus de la región, como arawacas y caribes. Pero también existe la posibilidad de que navegantes del viejo continente europeo hayan venido antes que Colón, según narrara Anacaona sobre su descendencia y la leyenda que sobre esta ella misma se hizo eco y que algunos historiadores coinciden con ciertos hechos históricos que hacen que la misma contenga hechos reales y sea el verdadero origen del vocablo Quisqueya. No todos los habitantes de la isla conocían esa leyenda y antes de la llegada de Colón es posible que solo la conocieran los jefes de los cacicazgos de Marién, Maguana y Jaragua. Algo de verdad también se advierte, porque Anacaona era algo diferente a las demás mujeres de esas tribus en cuanto a su tamaño, el color de su piel y de sus ojos, por lo que su propio nombre se dice que significaba “Flor de Oro”. Aunque los autores de historietas pagados por Hernán Cortés ridiculizaban a todos los que mencionaban ese vocablo, aduciendo que ese término no era de la lengua Taína, Quisqueya es real, venga de donde venga y ningún escritor o historiador debe ya estar avergonzado de utilizarlo. En 1874 se fundó Lira de Quisqueya, una sociedad que defendía ese nombre y que lo consideraron como el nombre de la Patria. Salomé Ureña fue una de ellos.
Como dominicanos, los hijos de esta tierra bella cumplieron una misión histórica hasta 1844 digna de elogios y honores. No sabemos quienes somos si continuamos aferrándonos al pasado glorioso pre independencia nacional. Ya los dominicanos, que fueron los padres de nuestra nueva identidad nacional, los padres legítimos de la Patria cumplieron con su deber legándonos desde 1844 a Quisqueya, como una república libre e independiente de toda potencia extranjera, dejando claro el camino a seguir, el cual fue vetado, agrietado y desviado por malos dominicanos acostumbrados a padrastos que le pongan apodos. El Movimiento Patriótico Quisqueyano es de opinión que el pueblo exija una explicación de sus gobernantes presentes, del por qué no se han hecho las correcciones de lugar para evitar que sea el mismo pueblo que al irse enterando de la verdad en vez de explicaciones exija la devolución del poder de manera inmediata con drásticas consecuencias para los que se opongan a ello. Es cuestión de tiempo y no de discuciones el iniciar los trámites que den al traste con la farsa centenaria dominicana. Que se detenga de inmediato todo proyecto de llamar al país cualquier otro nombre que no sea Quisqueya.
El escudo de armas de la República tendrá los mismos colores de la bandera nacional dispuestos en igual forma, llevará en el centro el libro de los Evangelios, abierto, con una cruz encima, surgiendo ambos de entre un trofeo integrado por dos lanzas y cuatro banderas nacionales sin escudo, dispuestas a ambos lados; llevará un ramo de laurel del lado izquierdo y uno de palma del derecho, estará coronado por una cinta azul ultramar en la cual se leerá el lema: DIOS PATRIA LIBERTAD , y en la base habrá otra cinta de color rojo bermellón con las palabras: REPUBLICA DOMINICANA . La forma del escudo nacional será de un cuadrilongo, con los ángulos superiores salientes y los inferiores redondeados, el centro de cuya base terminará en punta, y estará dispuesto en forma tal que si se traza una línea horizontal que una las dos verticales del cuadrilongo de donde comienzan los ángulos inferiores, resulte un cuadrado perfecto.
Desde abril del 2008 hemos entregado material informativo y publicitario a funcionarios públicos, historiadores, congresistas, universidades, estudiantes, profesores, escritores y hemos hecho varios infructuosos intentos de hacer llegar los mismo al Señor Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández y al Señor Vicepresidente, Dr. Rafael Alburquerque. Logramos entregar esos materiales personalmente, oficina por oficina, pasillo por pasillo, en las entradas del edificio y durante encuentro casuales, a la mayoría de los Diputados y Senadores del país. Enviamos por correo-electrónico toda clase de material y referencias. Enviamos cartas al Presidente y al Vicepresidente. La nueva constitución del 2010 tiene mucho contenido y poca substancia: EL TITULO EL NOMBRE DEL PAIS LA NACIONALIDAD Contiene una sentencia que ningún presidente en su historia ha defendido, ni siguiera la han enfrentado y exigida su voluntad, base de nuestra independencia: ISLA DE SANTO DOMINGO Si nuestras constituciones nombran a la isla Santo Domingo, nuestros presidentes debieron y deben hacer valer ante el mundo esa decisión y deseo duartiano.
El Movimiento Patriótico Quisqueyano consideraba al principio que podríamos continuar el uso del vocablo mixto de “dominicanos” por lo del juramento duartiano de que nuestra república lleva esa denominación debido al nombre de la isla. Ahora nos parece que es asunto de los que nos siguen para que continúen haciendo las correcciones de lugar donde las dejemos. Recuerden que los hombres nunca podremos llegar a la perfección, pero es dignificante y necesario seguir el sendero que nos lleva a ella. Solo podemos ahora, para no enredar “la cabulla”, dejar planteada la siguiente verdad: Dominicano/a, es verdaderamente el gentilicio de los habitantes de Dominica. Dominicano/a, es la clasificación dada a los misioneros y monjas de la Orden de Santo Domingo de Guzmá y sus derivados. Dominicano/a, es el apodo que nuestros padrastos españoles (los reyes de España nos pusieron en 1621 hasta 1844. Santodominguero/a, podría ser el gentilicio regional y común de los que habitan o nacen en un lugar que lleve por nombre Santo Domingo. Dominicanense, sería el gentilicio propio de una persona que pertenezca a un país o lugar que lleve por nombre Dominicana.