1. EL GRAN VISIONARIO
Pedro Fulleda Bandera
B.G. es un magnate todopoderoso. Está
en la lista de los hombres más ricos del
mundo, con varios miles de millones de
dólares, producto de sus exitosas
empresas de tecnología informática, con
que cubre los mercados en todos los
países. Su exitosa carrera comenzó
desde muy joven, graduado universitario
para incursionar en el fascinante mundo
cibernético, entonces recién inaugurado,
al que con ingenio y laboriosidad le fue
aportando recursos e implementos cada
vez más sofisticados, que han permitido
a la Humanidad acceder al conocimiento acumulado por todas las civilizaciones a lo largo
de la historia. Son miles de millones las páginas de información, desde los pergaminos
antiguos hasta nuestros días, que han sido digitalizados y contenidos en las bases de
datos de las computadoras, al alcance de cualquier interesado.
Pero la cualidad principal de B.G. es que siempre ha sido un visionario, poseedor de
talento y sensibilidad especiales para asomarse al futuro y actuar en consecuencia. Así es
como alcanzó fortuna y renombre, y así decidió sus siguientes pasos. Hizo instalar, en un
colosal edificio, la biblioteca más grande del mundo, donde darse a la tarea -con urgencia,
además- de acopiar absolutamente todo libro, revista, folleto, panfleto… que se edite en
cualquier parte del planeta conteniendo información científico-técnica y humanística.
Incluso se emprende una labor inversa a la digitalización, trasladando al papel aquellos
contenidos de las computadoras que no cuenten con símiles impresos.
Es una labor titánica e inexplicable. Hasta que finalmente reveló el secreto. En entrevista
para un medio de prensa dijo:
- Todo el saber del mundo está contenido en computadoras. Si la Tierra fuese
bombardeada por grandes eyecciones de masa coronaria solar, o por un gran pulso
electromagnético proveniente del espacio exterior, como ya ha ocurrido en épocas
pasadas y sin dudas volverá a suceder algún día, todos los circuitos electrónicos
quedarán achicharrados, y jamás se podrá acceder a esa información, indispensable
para la existencia humana. ¿Cómo podría, entonces, la Humanidad reiniciar el camino
al desarrollo…? ¡Sólo los libros nos salvarán de volver a la edad de piedra, y para eso
estará aquí mi biblioteca!