Defendiendo la sana Doctrina (LA DIVINIDAD DE JESÚS PARTE UNO. 1 Pedro 3.15 (RVR60)
15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros
2. IGUALDAD CON EL PADRE
1. Juan 10.30-33 (RVR60)
30 Yo y el Padre uno somos. 31 Entonces los judíos
volvieron a tomar piedras para apedrearle. 32 Jesús
les respondió: Muchas buenas obras os he
mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me
apedreáis? 33 Le respondieron los judíos, diciendo:
Por buena obra no te apedreamos, sino por la
blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces
Dios.
3. IGUALDAD CON EL PADRE
1. Juan 5.17-18 (RVR60)
17 Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta
ahora trabaja, y yo trabajo. 18 Por esto los
judíos aun más procuraban matarle, porque
no sólo quebrantaba el día de reposo, sino
que también decía que Dios era su propio
Padre, haciéndose igual a Dios.
a. Su deseo de matarle va en aumento
4. EL GRAN “YO SOY”
1. Juan 8.58-59 (RVR60)
58 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo:
Antes que Abraham fuese, yo soy. 59 Tomaron
entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se
escondió y salió del templo; y atravesando por
en medio de ellos, se fue.
a. A partir de referencias del Antiguo Testamento tales como Exodo 3:14,
Deut. 32:39 e Isaías 43:10 se ve con claridad que lo que Jesús está
presentando no es ninguna idea nueva. Los judíos estaban
completamente familiarizados con la idea de que el Jehová del Antiguo
Testamento es el Eterno.( el Gran Yo Soy) Lo que resulta nuevo para los
judíos es la identificación de esta designación con Jesús.“
b. Comentario:…
5. Jesús Merece el mismo honor como el
que se da a Dios
1. Juan 5.23-24 (RVR60)
23 para que todos honren al Hijo como
honran al Padre. El que no honra al Hijo, no
honra al Padre que le envió. 24 De cierto, de
cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al
que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá
a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida.
6. Debemos conocer a Jesús Como
conocemos al padre
1. Juan 8.19 (RVR60)
19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió
Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me
conocieseis, también a mi Padre conoceríais.
2. Juan 17.3 (RVR60)
3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el
único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado.
3. 2 Pedro 3.18 (RVR60)
18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria
ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
7. Debemos conocer a Jesús Como
conocemos al padre
1. 2 Pedro 3.18 (RVR60)
18 Antes bien, creced en la gracia y el
conocimiento de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día
de la eternidad. Amén.
8. CREED EN MI
1. Juan 14.1 (RVR60)
1 No se turbe vuestro corazón; creéis
en Dios, creed también en mí.
a. "El estaba condenado a muerte, la muerte que sobreviene a
todos los hombres. No obstante, él tuvo la audacia de
demandar que ellos lo hicieran objeto de fe. Se constituyó a sí
mismo en la clave al asunto del destino de ellos, y declaró que
el futuro de ellos dependía de la obra de él. Prometió
prepararles un lugar, y retornar para llevarlos con él"
9. EL QUE ME HA VISTO ….
Juan 14.7-11 (RVR60)
7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais;
y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe
le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con
vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me
ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices
tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en
el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que
el Padre que mora en mí, él hace las obras. 11
Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí;
de otra manera, creedme por las mismas obras.
10. OS DIGO..
MATEO 5:20, 22, 26, 28, ETC.
1. En este pasaje hallamos a Jesús enseñando y
hablando en su propio nombre.
2. Al proceder de este modo, él elevó la autoridad de sus
palabras directamente al cielo. En lugar de imitar a los
profetas que decían, "Así dice el Señor,“ Jesús repitió:
"De cierto, de cierto os digo."
3. Karl Scheffrahn y Henry Kreyssler nos dicen: "jamás él
vaciló o se disculpó. No tuvo necesidad de
contradecir, retirar o modificar algo que hubiese
dicho. Habló las inequívocas palabras de Dios (Juan
3:34). El dijo: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán“ (Marcos 13:31).