1. Paraparesia espástica tropical
La Paraparesia espástica tropical es una enfermedad causada por un retrovirus, el virus linfotrópico
de células T humano tipo I ó HTLV-I, descubierto en 1980. Este virus fue asociado desde 1985 con los
síntomas de la mielopatía crónica llamadaparaparesia espástica tropical, en pacientes
de Martinica, Jamaica y Colombia y la denominada paraparesia espástica espinal en el sur del Japón,
que también se ha asociado a una variedad del virus desigada como HTLV-II. El mismo virus que infecta
a cerca de 20 millones de personas en el mundo, se considera como agente causal de la leucemia-
linfoma de células T del adulto y se ha asociado con otros 50 síndromes.
[editar]Síntomas
En algunos casos la enfermedad se manifiesta primero con estomatitis, conjuntivitis y diarrea. En los
primeros seis meses ocurre debilidad de miembros inferiores, que se incrementa progresivamente. A
partir del primer año de la enfermedad, se presentan alteraciones de esfínter vesical
y vejiga neurogénica, impotencia en hombres, calambres en miembros inferiores, deterioro de la función
vesical asociada a la hiperreflexia osteoteninosa, dolor lumbar y estreñimiento. Al cabo del tiempo el
paciente pierde totalmente la capacidad de usar los miembros inferiores y puede perderse la
sensibilidad en los pies. Esta paraparesia de origen viral debe diferenciarse de la paraparesia espástica
familiar de origen hereditario, para lo cual deben realizarse
estudios inmunológicos de antígenos y anticuerpos anti-HTLV virus.auxli
[editar]Causas
Se investigan las causas de la presencia y difusión del virus, especialmente los
factores ecológicos y nutricionales. Se consideran hipótesis como la preferencia del virus por las
regiones tropicales húmedas y las costas, las alteraciones de losecosistemas y catástrofes ecológicas y
la asociación con plantaciones como la caña de azúcar. El retrovirus asociado con la paraparesia
espástica tropical es el virus linfocitotrópico T humano-1
Distintos investigadores informan que el virus se transmite por varios fluidos corporales como sangre,
secreciones vaginales yseminales, saliva y calostro de leche materna. Toda sangre
para transfusión debe ser examinada para descartar la presencia de HTLV.
2. La paraparesia espástica tropical (PET) es una mielopatia crónica progresiva, descrita en nuestro
país hace mas de una década, en pacientes provenientes casi en su totalidad de la provincia de
Esmeraldas [1,2]. Esta entidad se caracteriza por paraparesia espática, disfunción esfinteriana y
trastornos de la marcha, con mínimas alteraciones sensitivas en las extremidades inferiores.
Según Osame y Román [3], la PET es similar a la mielopatía asociada con infección por HTLV-1
(HAM), entidad descrita en el Japón hace varios años.
La relación entre PET e infección por el retrovirus HTLV-1 está universalmente aceptada; sin
embargo, la fisiopatología de esta entidad no está totalmente aclarada, aunque la infección viral y
la respuesta inmune del paciente aparaceren como determinantes en el proceso. Desde el punto
de vista neuropatologico, la infiltración perivascular por células mononucleares, especialmente
por linfocitos T del tipo CD 4 y CD 8 pueden causar degeneración de la mielina y del axón en las
columnas laterales de la porción media y baja de la médula toracica. Se ha reportado que los
pacientes con HAM/PET presentan aumento de células mononucleares en sangre periférica,
especialmente de linfocitos CD4+, los que in vitro se adhieren fácilmente a las células
endoteliales que podrían migrar a la médula espinal, produciendo citoquinas como la Interleukina
1B, factor alfa de necrosis tumoral (TNF–alfa), Interferon gamma, secretados desde células
infiltrativas que pueden lesionan la médula espinal.
En el tratamiento de la PET se han usado corticoesteroides, interferon alfa y plasmaferesis, que
han tenido efectos limitados o no concluyentes de beneficio para el paciente. Recientemente, se ha
reportado la eficacia de la pentoxifilina en el tratamiento de las complicaciones inducidas por
infección por HTLV-1 [4-6]. La pentoxifilina es una xantina, utilizada como probable agente
vasoactivo en la enfermedad cerebro-vascular, con escasos efectos adversos o reacciones tóxicas
demostrables [7]. Por otra parte, la acción inmuno-modulatoria de esta droga ha llamado la
atención recientemente. La pentoxifilina suprime la acción del TNF-alfa que se encuentra
aumentado a través de células mononucleares de pacientes con HAM/PST. A semejanza con lo
que ocurre en la esclerosis múltiple, el HTLV-1 asociado a mielopatía provoca reacciones
inmunológicas con trastornos neurodegerativos espinales. La proliferación espontanea de linfocitos
en sangre periférica es el hallazgo inmunológico mas característico, y el acúmulo perivascular de
dichos linfocitos produce infiltración linfocitaria parenquimatosa en la médula espinal debida a la
adherencia aumentada de linfocitos a las células endoteliales de los pacientes con esta patologia.
De igual manera, existe una autoregulación simultanea de mRNA que se expresa en aumento de
citoquinas (TNF-alfa, interferonganma, interleucina-1ª y granulocitos estimulantes). Estas
infiltraciones perivasculares de monocitos son frecuentemente detectadas mediante técnicas
inmuno-citoquímicas en lesiones activas y crónicas de la médula espinal de estos pacientes. Estos
hallazgos sugieren que la adhesion molecular de polimorfonucleares y la regulacion de citoquinas
juegan un papel importante en la inmunopatogénesis de la PET. Teniendo la pentoxifilina una
acción antiinflamatoria y antimodulatoria que se expresa en la supresión del TNF-alfa, es factible
suponer que su uso podría mejorar los síntomas de la mielopatia en pacientes con PET.
Finalmente, se ha encontrado utilidad de la pentoxifilina en el manejo de pacientes con infecciones
bacterianas sistemicas, en el síndrome de distress respiratorio y en la encefalomielitis alérgica. Aen
el presente trabajo se describe nuestra experiencia preliminar con el uso de pentoxifilina en
pacientes con PET.
3. La paraparesia espástica tropical es una entidad clínica homogénea, ampliamente
distribuida, siendo las descripciones principales de Japón, Antillas, Senegal y América del
Sur, donde la infección es endémica.
Las manifestaciones neurológicas cardinales de la infección por el virus HTLV-1 (human
T- celllymphoytopic virus type 1) es una paraparesia espástica progresiva, con trastornos
génitoesfinterianos, denominada mielopatía asociada al HTLV1 o paraparesiaespastica
tropical
Se trató de caracterizar el PET/HAM en nuestra zona y conocer su distribución, en
pacientes asistidos en el Jujuy. Se realizó el diagnóstico por la clínica, por la detección de
anticuerpos HTLV1, radioimagen; en una muestra no probabilística, accidental.
Patología frecuente en la zona, con franco predominio en la población femenina, sobre
todo nativa y, en grupos familiares. La frecuencia es elevada entre 30 y 60 años. Los
motivos más frecuentes de consulta son, las dificultades en la marcha y los trastornos
esfinterianos, en la población evaluada. Se encuentra en un porcentaje significativo
antecedentes de transfusión.
La procedencia es variada, más frecuente en el norte (8), siguiéndole capital (6), el ramal
(4) y otras provincias (3). La evolución es variable, a los diez años, un tercio necesita
apoyo para deambular.
Podemos concluir, que se debe pensar en nuestra zona, ante la presencia de paraparesia
espástica, en una persona de 30 a 60 años, femenina, en la presencia de PET/HAM, por
las características epidemiológicas de la región.
Leucemia/linfoma de células T del adulto
La leucemia/linfoma de células T del adulto es una manifestación de la infección por el retrovirus HTLV-I. Los
pacientes se
pueden infectar por vía placentaria, a través de una transfusión sanguínea o por transmisión sexual del
virus. Los pacientes que
se contagian a través de la leche materna tienen más probabilidades de enfermar del linfoma, pero este
riesgo sigue siendo de
sólo 2.5%, y el promedio de la latencia es de 55 años. En teoría, la detección de anticuerpos contra HTLV-1
en Estados Unidos, y
la práctica intensiva de medidas de salud pública, favorecerían la desaparición del linfoma o leucemia de
células T del adulto. La
paraparesia espástica tropical es otra manifestación de la infección por el HTLV-I (cap. 172), aparece
después de una latencia
más breve (uno a tres años) y es más frecuente en las personas que adquieren el virus en la edad adulta, a
través de una
transfusión o por contagio sexual.