2. 1. CONCEPTO DE TEL
Hace referencia a una de las más importantes dificultades en la adquisición del lenguaje en ausencia de problemas
neurológicos, cognitivos, sensoriales, motores y/o socio familiares.
Se estima que la prevalencia varia entre un 2 y un 7% de la población infantil.
El nivel de incidencia es mayoritario en Hombres.
TEL nació como una derivación de los trastornos afásicos de adultos, progresivamente ha sido analizado como un
trastorno propio de la infancia y con sus propias características,
Benton consideró la afasia infantil como un trastorno evolutivo caracterizado por presentar problemas graves de
comprensión y/o expresión del lenguaje hablado, en ausencia de pérdida auditiva, retraso mental o trastorno emocional.
Ajuriaguerra se refería a los niños como “oyentes-mudos” puesto que no adquirían el habla, sin poderse justificar ni por
falta de inteligencia ni de oído.
El concepto más aceptado y unificado proviene de ASHA (American Speech Language Hearing Association) indicando
que el TEL “implica una dificultad con el lenguaje que no está causada por ningún déficit evidente a nivel neurológico,
sensorial, intelectual o emocional, y que puede afectar al desarrollo del vocabulario, la gramática y las habilidades
conversacionales"
3. 2. EVALUACIÓN
Para evaluar TEL se debe considerar:
ESTADO GENERAL DEL NIÑO
Conocer su nivel de funcionamiento en general
(capacidades, limitaciones).
1. Aspectos del Desarrollo
2. Inteligencia
3. Posibles problemas neurológicos.
4. Nivel de interacción social
BASES FUNCIONALES DEL LENGUAJE
Descartar problemas a nivel:
Auditivo.- hipoacusia, sordera.
Bases Bucofonatorias.- problemas a nivel motor
y/o morfológico en órganos bucofonadores.
“MEDIANTE EXÁMENES ESPECÍFICOS”
NIVEL DE COMPETENCIA LINGÜÍSTICA
Analizar el nivel de competencia actual que
presenta el niño y la que se espera para su edad
cronológica.
4. 2.1 CLASIFICACIÓN DEL TEL SEGÚN EL CIE-10
F80.0 Trastorno específico de la pronunciación.- hace referencia a la dificultad que presenta el niño a nivel del lenguaje, caracterizado por la
omisión o pronunciación inadecuada de fonemas (distorsiones, sustituciones) para su edad mental aunque tenga un nivel normal para
resto de las funciones del lenguaje.
F80.1 Trastorno de la expresión del lenguaje.- es una afección en la cual un niño tiene una capacidad por debajo de lo normal en cuanto a
vocabulario, decir oraciones complejas y recordar palabras. Sin embargo, un niño con este trastorno puede tener las habilidades
normales del idioma necesarias para entender la comunicación verbal o escrita.
F80.2 Trastorno de la comprensión del lenguaje.- la comprensión del lenguaje por parte del niño es inferior al nivel adecuado a su edad
mental. Por lo general en todos los casos existe además un deterioro notable de la expresión del lenguaje y son frecuentes las
alteraciones en la pronunciación de los fonemas.
F80.3 Afasia adquirida con epilepsia (síndrome de Landau-Kleffner).- se asocia un progresivo deterioro del lenguaje oral, anomalías E.E.G. e
inconstantemente crisis epilépticas y alteraciones del comportamiento. El inicio de las alteraciones se sitúa entre los 18 meses y los 13
años en los niños con desarrollo motor normal hasta entonces, y se manifiesta como alteraciones del lenguaje o como crisis
La afasia comienza casi siempre con problemas de comprensión, con frecuencia unidos en este estadio a una alteración de la
F80.8 Otros trastornos del desarrollo del habla y del lenguaje.- Trastornos sin especificación en los que haya un deterioro significativo del
desarrollo del habla o del lenguaje que no puedan explicarse por un retraso mental o por un déficit neurológico, sensorial o somático
que afecten directamente al habla o al lenguaje
F80.9 Trastorno del desarrollo del habla y del lenguaje sin especificación.- incluye el balbuceo y Ceceo.
5. 2.2 CLASIFICACIÓN DEL TEL SEGÚN EL DSM-V
Trastorno del Lenguaje.- dificultades persistentes en la
adquisición y uso del lenguaje (hablado, escrito, señas u
Incluye vocabulario reducido, estructura limitada de
sentencias, impedimentos en el discurso. Las habilidades del
lenguaje se hallan significativamente disminuidas; limitando
comunicación, la participación social, rendimiento
desempeño ocupacional, etc.
Trastorno Fonológico.- incluye las dificultades que
afectan a la producción de los sonidos (conocimiento
fonológico, control neuromotor y habilidad articulatoria),
fluidez del discurso y a la voz.
Trastorno de la Fluidez.- repetición de sonidos y sílabas, sonido
prolongado de consonantes y vocales.
Trastorno de la comunicación social (pragmático).-
dificultades marcadas en el uso de la comunicación verbal
y no verbal. Déficit en la comunicación con fines sociales.
Dificultad para sostener comunicación con reglas
establecidas. Dificultad para comprender contenidos
(metáforas, chistes, interpretaciones lógicas, etc.)
Trastorno de la comunicación no especificado.- no categorizado
en ninguno de los anteriores.
6. 2.3 CRITERIOS A CONSIDERAR
Al momento de evaluar TEL se debe excluir a personas que presenten:
Audición por
debajo de
25dB.
Nivel
lector
normal.
Déficits
fonológicos y/o
neurológicos.
Déficits
neurológicos.
CI por
debajo de
85.
Estatus
emocional y
conductual
conflictivo.
Destrezas
motoras del
habla
normales.
7. 3. EL NIÑO QUE SUFRE
Los déficits en el lenguaje y la comunicación pueden provocar en el niño afectación significativa en el desarrollo
complicando las siguientes áreas:
Comportamientos Pre requisitos para el aprendizaje: habilidades comunicativas, atención, atención, imitación
verbal, seguimiento de instrucciones.
Comportamientos disruptivos como respuesta a la incapacidad de comunicarse con los demás, manejan
altos niveles de frustración, muchos se evidencian molestos, se lanzan al piso, arrojan las cosas, etc. con el
objetivo de indicar su malestar.
Inteligencia: el déficit lingüístico que presentan los niños pueden hacer que puntúen muy bajo al aplicar
una prueba de inteligencia (Inteligencia límite o TDI Leve inclusive).
Afectividad y Aspectos Sociales: retraimiento, aislamiento, dificultad para interactuar con los demás,
pueden será catalogaos como “tontos” por los demás, fragmentando su autoestima y/o auto concepto, lo
implica graves repercusiones en la esfera afectiva y social.
Rendimiento Académico: el rendimiento académico suele ser muy pobre por el déficit en las habilidades verbales
que presentan los niños, ligado a la baja expectativa que los docentes manejan en torno a estos alumnos.
8. 4. TEL Y COLEGIO
DIFICULTADES EN EL LENGUAJE A
NIVEL:
* Fonológico
* Semántico
* Morfosintáctico
* Pragmático
DIFICULTADES SOCIALES:
* Aislamiento.
* Problemas de conducta.
* Dificultad para interactuar con sus pares.
* Dificultad en el desarrollo del juego a nivel
simbólico y funcional, juego solitario,
predomina juego paralelo, incapacidad para
seguir normas establecidas en juegos.
DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE:
* Rutinas e instrucciones.
* Recordar cosas básicas, cantos, rimas,
series, etc.
* Inmadurez para reconocer partes del
cuerpo.
* Nociones espaciales alteradas.
* Dificultad para reconocer letras, el
de palabras, etc.
OTRAS DICULTADES:
* Falta de atención, impulsividad.
* Torpeza a nivel motor grueso.
* Inmadurez en la Motricidad Fina.
* Falta de control y manejo del lápiz.
* Rechazo por ejecutar tareas escolares.
* Inmadurez.
9. 5. TEL Y FAMILIA
El trabajo a llevarse a cabo con la familia debe incluir una adecuada ESTIMULACIÓN DEL LENGUAJE en el hogar.
La familia necesita acompañamiento durante todo el proceso con el objetivo de responder a sus inquietudes, modificar creencias erróneas y
brindar apoyo por toda la problemática que surge al tener un hijo con Trastorno Específico del Lenguaje (TEL).
QUÉ
NECESITA LA
FAMILIA?
Diagnóstico
claro y
preciso.
Apoyo
psicológico
(asumir el
problema).
Evitar
sobreproteger
o rechazar.
Aprender a
comunicarse
con el niño.
Potenciar y
reforzar
capacidades
Fomentar
autonomía.
Adoptar un
modelo
lingüístico
adecuado.
10. 6. REFLEXIÓN
El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) implica una amplia gama de tipologías, cada
una con su peculiaridad, por lo que resulta trascendental realizar un correcto diagnóstico
para poder responder a las necesidades del niño y de forma paralela a la familia.
El trabajo a llevarse a cabo se lo debe ejecutar en forma multidisciplinaria (psicólogo,
logopeda, terapista del lenguaje, maestro, familia, etc.) de tal forma que se brinde el
sostenimiento que requiere el caso identificado puesto que las implicaciones a más de
evidenciarse en el área de lenguaje propiamente dicho, se reflejan a nivel social, afectivo,
conductual y de aprendizaje.
El impacto generado en el niño dependerá en gran medida de la prontitud con la cual se
lo diagnostique y reciba el apoyo necesario, así como el acompañamiento y el nivel de
compromiso mostrado por la familia, el terapeuta y la comunidad educativa.
El trabajo a efectuarse no es aislado, nos compete a todos; mientras más se conozca
sobre el tema mayor será la capacidad para orientar a las personas involucradas y evitar al
máximo encontrar en los diferentes contextos a niños retraídos, frustrados, con baja
autoestima, incomprendidos o excluidos por sus pares o demás personas, solamente por
el desconocimiento de un tema de interés.