El efecto Haas describe cómo el cerebro humano fusiona y percibe como un solo sonido aquellos sonidos independientes que llegan en un intervalo inferior a 50 milisegundos, entendiendo los sonidos posteriores como un eco del primero. Este efecto afecta la percepción de la dirección del sonido y se debe a que el cerebro depende no solo de la intensidad del sonido sino también del retardo en su llegada para determinar su origen.