El documento discute la importancia de fortalecer la expresión oral como una competencia comunicativa clave en la formación profesional. Explica que la capacidad de comunicarse de manera oral y escrita efectiva es fundamental para el desempeño académico y laboral. También destaca que la educación superior debe centrarse en desarrollar competencias transversales como la comunicación oral y escrita para que los estudiantes puedan aprender de manera crítica y participar plenamente en su propia formación.
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Rosemary Ramos
1. ¿POR QUÉ FORTALECER DE LA EXPRESION ORAL COMO COMPETENCIA
COMUNICATIVA EN LA FORMACION PROFESIONAL?
Todo empezó como un sueño enorme de ser una artista integral, debido a que la
danza, el canto y la actuación enriquecen cada vez más el desempeño académico
y laboral de cualquier persona, después de correr con suerte y desarrollar
habilidades laborales en varios cargos de Bienestar Universitario de la Universidad
Cooperativa, se inicia un camino donde se descubre que la docencia enriquecida
con el arte se convierte en una herramienta pedagógica valiosa que potencializa las
habilidades del ser humano en periodo de aprendizaje.
Reflexionar sobre la práctica docente, para este caso inicia con la gran pregunta:
¿Por qué ser Docente?, lo que genera la recolección de muchas memorias que
moldean el perfil con el que se cuenta para el presente momento, también sugiere
meditar sobre el camino recorrido, las relaciones con los estudiantes, pares y las
diferentes instituciones que han construido el profesional actual, el cambio ha sido
un requisito riguroso en toda esta labor, es claro el constante aprendizaje que se
ha recibido y la dinámica cambiante que fortalece el que hacer docente, teniendo
en cuenta el mejoramiento de las habilidades que en algunas ocasiones denomino
“talento” y en muchas ocasiones los errores, difíciles de aceptar y corregir pero que
de la mano de la experiencia han fortalecido el trabajo docente. La práctica docente
es compleja, ya que se tiene que atender a la diversidad de personalidades que se
presentan en un grupo y el determinar la pedagogía más adecuada para despertar
en los estudiantes la motivación por ese conocimiento que están deseosos de
recibir, saber trasmitir conocimiento y aprendizajes significativos, utilización de
métodos y estrategias apropiadas, para que todos los participantes puedan
interiorizar esos conocimientos, desarrollando así habilidades y destrezas, que les
permitan la apropiación del saber impartido y como todo este conocimiento se útil
para su desarrollo en el ámbito laboral y profesional. Todo lo anterior, contribuyó en
la determinación del énfasis que se debe hacer en la comunicación con los
estudiantes y de estos con su entorno.
Una de las habilidades necesarias para la supervivencia del ser humano es poder
comunicarse. El mundo actual exige que esta comunicación sea pertinente y
efectiva. La capacidad para comunicarse oralmente y por escrito es una de las
competencias críticas en la educación universitaria, entendidas como un conjunto
de habilidades y hábitos mentales que forman parte del capital intelectual de los
estudiantes y permanecen inmunes al cambio acelerado de la información, cuando
los hechos y los datos se hayan olvidado. Tienen por objeto el saber cómo más que
el saber qué se aprende, y constituyen una condición esencial para los demás
aprendizajes. La competencia oral y escrita forma parte de las competencias
transversales, pues su desarrollo es independiente de las asignaturas particulares,
y tienen por objeto la autorregulación del proceso de aprendizaje, las relaciones
sociales e interpersonales y la comunicación.
2. La formación de la competencia para leer, escribir y expresarse oralmente debe ser
uno de los propósitos centrales de la formación universitaria en el nivel de pregrado.
La formación básica que los estudiantes han recibido en el colegio es una base
importante, pero no suficiente, para adelantar con éxito sus estudios universitarios.
Finalmente, el valor de la lectura, la escritura y la expresión oral no radica solamente
en su condición de medios para acumular información o para rendir cuentas del
conocimiento adquirido en la universidad sino, ante todo, como instrumentos
poderosos para producir y transformar el conocimiento, elevar la calidad de los
aprendizajes, desarrollar el pensamiento crítico de los estudiantes y hacerlos
partícipes en el proceso de su formación. Fuera de contribuir al logro de estos fines
académicos, la capacidad para comunicar las ideas de una manera clara y
convincente en forma oral y escrita constituyen, además, una condición
indispensable para el desempeño profesional, el crecimiento personal y el ejercicio
de una ciudadanía responsable.
Al respecto existe una propuesta para América latina desde el proyecto Tuning
(2007) el cual plantea la necesidad de revisar los objetivos, la estructura, los
procesos y prácticas de formación de recursos humanos, a través del análisis de
profesiones y carreras desde las siguientes perspectivas: a) las competencias
profesionales, asociadas con cada grupo o título profesional, b) la expresión de
estas competencias en términos de los créditos exigidos para cada titulación, c) los
mecanismos e instrumentos de evaluación y acreditación de las instituciones y/o
programas de estudio y d) los procesos de formación para la investigación y la
innovación. En cuanto a las competencias genéricas para América Latina se
enumera entre otras “la capacidad de comunicación oral y escrita”
Todo ello exige a la universidad centrar la atención en la formación en competencias
profesionales. El desempeño profesional eficiente en una sociedad globalizada,
además de las competencias específicas propias del ejercicio de una determinada
profesión, competencias genéricas o transversales, que se expresan en diferentes
profesiones, tales como: la capacidad de gestionar de forma autónoma y
permanente el conocimiento, de investigar, de trabajar en equipos, de comunicarse
en un segundo idioma y de aprender a lo largo de la vida.
Para nuestro caso específico el concepto de competencia comunicativa oral se
define según Hymes, D. (1972).:como “habilidad para expresar las ideas ante un
público de forma clara, coherente, con un alto nivel de impacto en el oyente, saber
usar con propiedad la lengua haciendo uso de la competencia sociolingüística que
consiste en la capacidad de producir enunciados acordes a la situación de
comunicación, y competencia discursiva, que consiste en la capacidad de poder
usar los diferentes tipos de discursos”.
Por otro lado, cabe resaltar el enfoque del Ciclo Cibernético de Transformación
(CCT) concebido como el proceso de investigación para transformación de la
realidad mediante el ciclo tres grandes ciclos o fases denominadas (Investigación,
Planeación y Gestión).Waldemar, De G. (2002). Pág 71.
3. En el ciclo de Investigación o fase uno se elige el tema y problema a investigar, se
recogen los datos, se procesa la información y finalmente se elabora el diagnóstico.
En la ciclo de Planeación o fase dos se hace la futurización, la creatividad y la toma
de decisiones; la cual termina con la propuesta de investigación. Finalmente, en el
ciclo de Gestión o fase tres se realiza la planeación, la administración de la gestión,
la supervisión y la evaluación.
Por todo lo anterior, es apremiante generar una investigación cuyo origen nace en
las apreciaciones realizadas en la práctica pedagógica como docente universitaria,
acerca del desempeño que tienen los estudiantes en su expresión oral, encontrando
la existencia de dificultades en dicha competencia comunicativa, por lo tanto, en una
excelente oportunidad de potencializar en la educación superior dicha competencia,
desde todas las áreas del saber; apoyados en algunas investigaciones como la
realizada por (Ruíz, 1997), quien menciona que “la escuela ha privilegiado los
procesos de escritura y lectura, y ha dejado en un segundo plano la oralidad y la
escucha”.
ROSEMARY RAMOS OLIVEROS