1. Por lo menos una vez al año, desde hace ya unos cuantos, tengo la
suerte de viajar a Eslovenia. En algunos de estos viajes, he podido
acercarme a Bled, un paraje mágico de este bello y pequeño país
centroeuropeo, donde he tomado las siguientes fotografías,
correspondientes al verano de 2007, el otoño de 2011 y el invierno
de 2010 (¡me falta la primavera!). Creo que estaréis de acuerdo
conmigo en apreciar que, a pesar de las preferencias que podáis
tener, el lago de Bled continua siendo bello en cualquier metamorfosis
producida por el paso de les estaciones, y bajo condiciones
atmosféricas y lumínicas bien distintas.
Para este año que se acerca, que tanto se empeñan en anunciarnos
con un tono gélido y tenebroso, os deseo que no perdáis nunca la
capacidad de encontrar la Belleza -el Amor, la Luz, la esperanza,..- en
cada momento de vuestra vida.