Hay que ponerse en marcha y buscar soluciones para alcanzar todos nuestros objetivos. Y ahí es dónde emergen los fondos de inversión que quizás sean las soluciones de ahorro/inversión más eficientes por muchas y variadas razones: son productos que están altamente regulados, invierten en todo tipo de activos desde cantidades muy pequeñas, ofrecen liquidez inmediata en la mayoría de los casos, y con un detalle que ocasiones pasa injustamente desapercibida:
1. Los retos del ahorrador para después del verano
Pues ya lo tenemos aquí a las puertas. Otro verano más. En breve, tocará descanso merecido y
recargar las pilas. Quizás sea un buen momento para plantearnos qué hacemos con nuestros ahorros
y hacer repaso de cómo los tenemos ¿Estoy satisfecho sobre cómo están yendo las cosas? ¿He
perdido alguna oportunidad? ¿Tengo que plantearme hacer algún cambio en mi estrategia de ahorro
e inversión?
Por delante nos espera un otoño y un invierno donde los mercados parecen estar, a priori,
sostenidos con vientos de cola: crecimiento global, beneficios empresariales, riesgos geopolíticos de
menor envergadura que los que hemos sufrido en la primera parte del año… pero también siguen
apuntando a una renta fija “sin sabor ni color”, con unos tipos de interés que “ni están ni se les
espera” por el momento.
Pero ésta es una visión cortoplacista y debamos hacer un ejercicio algo más profundo. Creo
firmemente que el ahorrador debe plantearse continuamente qué hacer con sus ahorros, con
independencia del periodo en el que estemos, porque lo primero que debe hacer es preguntarse a sí
mismo qué objetivos quiere para su dinero: a corto plazo (gasto previsto puntual en unos meses), en
el medio (compra de muebles para la casa), en el largo plazo (ver crecer mi dinero, ahorrar para
mandar a mi hijo a la Universidad, para disfrutar de una plácida jubilación…). Una vez hecho todo
esto, debemos canalizar y distribuir el ahorro en base a esos objetivos y plasmarlo en aquellos
productos que mejor se adapten a todas esas circunstancias.
Para bien o para mal, la mayoría de los españoles ahorramos en gran medida a través de depósitos y
efectivo (un 41,1% según los datos a cierre de 2016 que recoge el último informe sobre el Ahorro
Financiero de las familias españolas), dedicando bajos porcentajes a otros vehículos de
ahorro/inversión que probablemente sean más eficientes (tanto financiera como fiscalmente).
Al hilo de esto, les voy a contar una anécdota personal. Precisamente el otro día entré en una oficina
bancaria a preguntar cuánto ofrecían por un depósito y la respuesta fue graciosa pero al mismo
tiempo demoledora: “No damos ni pena”. ¿Tiene sentido entonces que el 41,1% del ahorro de los
españoles estén guardados en un vehículo que no nos va a pagar nada y, por lo tanto, voy a perder
capacidad de compra por culpa de la inflación? Viéndolo así, no tiene pinta de nuestro
comportamiento esté siendo muy eficiente…
En este punto, hay que ponerse en marcha y buscar soluciones para alcanzar todos nuestros
objetivos. Y ahí es dónde emergen los fondos de inversión que quizás sean las soluciones de
ahorro/inversión más eficientes por muchas y variadas razones: son productos que están altamente
regulados, invierten en todo tipo de activos desde cantidades muy pequeñas, ofrecen liquidez
inmediata en la mayoría de los casos, y con un detalle que ocasiones pasa injustamente
desapercibida: cuenta con una gestión profesional detrás que nos permite acceder a todos los
mercados nacionales e internacionales, con gestión activa y pasiva y además con ventajas fiscales. En
resumen: “un todo en uno” que simplifica nuestra forma de ahorro enormemente.
2. Finalmente, permítanme darles un modesto consejo de mucha utilidad: cuando hayamos definido
nuestros objetivos personales, no olvidemos que lo mejor es ahorrar tacita a tacita, en pequeñas
dosis pero continúas a lo largo del tiempo. Es una buena disciplina que a largo plazo funciona
siempre. Nos irá mejor. Seguro. Quizás el sosiego y la tranquilidad del verano nos podrán a definir
mejor nuestros objetivos y canalizarlos de la manera más eficiente. ¡Buen verano para todos!
Gonzalo Meseguer. Observatorio Inverco