Pequeño cuento sobre un caballito de mar

1. Caballito
regresa al mar
Para Miriam y Carla, dos chicas portadoras
de colores que inundan de ilusión y alegría
los corazones de quienes les rodean.
Autora: Noelia García López (@NoeBranford)
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2. Una tarde de verano en una gran piscina, una preciosa niña con ojos color
almendra se encontró con algo extraño mientras buceaba.
Como no estaba segura de lo que podría ser llamó a su mamá, una mujer tan
dulce como la miel y juntas descubrieron que era un caballito de mar.
A la niña le parecía raro porque sabía que los caballitos viven en agua salada,
así que su mami le dijo:
- Este debe de ser un caballito extraviado, la corriente le debió de
arrastrar tanto tanto que acabó en esta piscina, es como nuestro regalo porque
aún sigue vivo.
La niña enseguida con sus ojos llenos de emoción y con convicción fue a buscar
un cubo y un paquete de sal, así que lo metió con suavidad en la piscina y le
echo un poco de sal para que el caballito sintiera de ese espacio su hogar.
Su mami con una mirada llena de ternura por la astucia de su pequeña, le dijo:
- Mejor lo llevamos a un veterinario para saber lo que es necesario para
poder cuidarlo.
Y así hicieron, yendo a una clínica cerquita de su casa esa misma tarde.
El veterinario les explicó:
- Los caballitos de mar son animales muy delicados y hay que invertir
mucho tiempo en cuidarlos.
Sabiendo eso, la niña por mucho cariño que le había cogido sabía que ella sola
no podía cuidarlo de esa manera y que su mami tampoco por todo lo que
trabajaba, así que con algo de pena se le ocurrió una buena idea:
- Mami, no quiero que enferme, si se queda con nosotras puede hacerlo,
así que quiero que viva feliz con su familia como tú y yo, así que podemos
llevarlo al mar donde nació.

3. Su mami orgullosa le abrazó y le dijo que era lo mejor, así que cogieron el
coche y se fueron al mar recorriendo kilómetros sin importarles nada la
distancia.
Cuando llegaron a la orilla del mismo antes de dejarlo allí, la niña dejó caer
una lágrima de alegría y añoranza sobre el caballito de mar y con estas palabras
lo despidió:
- Volverás a sonreír, y a nadar libremente por el fondo del mar una vez
más.
FIN